viernes, 19 de abril de 2013

Lectura de la Biblia abril 19 de 2013










(Jeremías 12:1-16:21)
eres justo, oh Jehová, cuando me dirijo a ti con mi queja, realmente cuando
hablo contigo hasta de asuntos de juicio. ¿Por qué será que el camino de los
inicuos ha tenido éxito, que todos los que están cometiendo traición son los
despreocupados? 2 Los has plantado; también han echado
raíz. Siguen avanzando; también han producido fruto. Tú estás cerca en su boca,
pero lejos de sus riñones. 3 Y tú mismo, oh Jehová, me
conoces bien; me ves, y has examinado mi corazón en unión contigo mismo. Apártalos
como ovejas para la degollación, y ponlos a un lado para el día de matanza. 4 ¿Hasta
cuándo debe seguir marchitándose la tierra, y secarse la vegetación misma de
todo el campo? A causa de la maldad de los que en ella moran, las bestias y las
criaturas voladoras han sido barridas de allí. Pues ellos han dicho: “Él
no ve nuestro futuro”. 5 Porque con hombres de a pie has
corrido, y te rendían de cansancio, ¿cómo, pues, puedes correr en una carrera
con caballos? ¿Y en la tierra de paz estás con confianza? De modo que, ¿cómo
actuarás entre los orgullosos [matorrales] a lo largo del Jordán? 6 Porque
hasta tus propios hermanos y la casa de tu propio padre, aun ellos mismos te
han tratado con traición. Hasta ellos mismos han gritado vigorosamente detrás
de ti. No pongas fe en ellos, simplemente porque te hablan cosas buenas. 7 “He
dejado mi casa; he abandonado mi herencia; he dado a la amada de mi alma en la
palma de la mano de sus enemigos. 8 Mi herencia ha
llegado a ser para mí como un león en el bosque. Ha dado salida a su voz hasta
contra mí. Por eso la he odiado. 9 Mi herencia es para mí
como ave de rapiña de muchos colores; las aves de rapiña están sobre ella en
derredor. Vengan, reúnanse, todas las bestias salvajes del campo; tráigan[las]
a comer. 10 Muchos pastores mismos han arruinado mi viña;
han pisado duro la parte que me corresponde. Han convertido la parte deseable
que me corresponde en un desierto de un yermo desolado. 11 Uno
la ha hecho un yermo desolado; se ha marchitado; para mí está desolada. Todo el
país ha quedado desolado, porque no hay hombre que [lo] haya puesto en [su]
corazón. 12 Por todas las sendas trilladas a través del
desierto han venido los violentos despojadores. Porque la espada que pertenece
a Jehová está devorando desde un extremo del país aun hasta el otro extremo del
país. No hay paz para carne alguna. 13 Han sembrado
trigo, pero han segado espinas. Han trabajado hasta enfermar; no serán de ningún
provecho. Y ellos ciertamente quedarán avergonzados de los productos de ustedes
a causa de la ardiente cólera de Jehová.” 14 Esto es lo
que ha dicho Jehová contra todos mis malos vecinos, que están tocando la posesión
hereditaria que yo hice que mi pueblo, aun Israel, poseyera: “Aquí voy a
desarraigarlos de sobre su suelo; y a la casa de Judá desarraigaré de en medio
de ellos. 15 Y tiene que ocurrir que, después de
desarraigarlos, yo ciertamente volveré a tenerles misericordia y de veras los
traeré de vuelta, cada uno a su posesión hereditaria y cada uno a su tierra”. 16 “Y
tiene que ocurrir que si ellos sin falta aprenden los caminos de mi pueblo en
cuanto a jurar por mi nombre: ‘¡Tan ciertamente como que Jehová vive!’, tal
como ellos enseñaron a mi pueblo a jurar por Baal, ellos también serán
edificados en medio de mi pueblo. 17 Pero si no
obedecen, ciertamente desarraigaré también a esa nación, desarraigando y
destruyéndo[la]”, es la expresión de Jehová. 




13 Esto es lo que me ha
dicho Jehová: “Ve, y tienes que conseguirte un cinto de lino y ponértelo sobre
las caderas, pero no debes meterlo en agua”. 2 De manera
que conseguí el cinto de acuerdo con la palabra de Jehová, y me lo puse sobre
las caderas. 3 Y la palabra de Jehová procedió a
ocurrirme por segunda vez, y dijo: 4 “Toma el cinto que
conseguiste, que está sobre tus caderas, y levántate, ve al Éufrates, y escóndelo
allí en una hendidura del peñasco”. 5 De modo que fui y
lo escondí junto al Éufrates, tal como me había mandado Jehová. 6 Pero
al cabo de muchos días aconteció que Jehová procedió a decirme: “Levántate, ve
al Éufrates y toma de allí el cinto que te mandé esconder allí”. 7 En
conformidad, fui al Éufrates y cavé y tomé el cinto del lugar en el cual lo había
escondido, y, ¡mire!, el cinto se había arruinado; no servía para nada. 8 Entonces
me ocurrió la palabra de Jehová, diciendo: 9 “Esto es lo
que ha dicho Jehová: ‘De la misma manera arruinaré el orgullo de Judá y el
abundante orgullo de Jerusalén. 10 Esta gente mala, que
está rehusando obedecer mis palabras, que está andando en la terquedad de su
corazón y que sigue andando tras otros dioses a fin de servirles e inclinarse
ante ellos, también llegará a ser justamente como este cinto que no sirve para
nada’. 11 ‘Porque tal como un cinto se adhiere a las
caderas de un hombre, así hice que toda la casa de Israel y toda la casa de Judá
se adhirieran aun a mí —es la expresión de Jehová—, a fin de que llegaran a ser
para mí un pueblo y un nombre y una alabanza y una cosa hermosa; pero no
obedecieron.’ 12 ”Y tienes que decirles esta palabra: ‘Esto
es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: “Todo jarro grande es algo que se
llena de vino”’. Y ellos ciertamente te dirán: ‘¿Acaso no sabemos nosotros
positivamente que todo jarro grande es algo que se llena de vino?’. 13 Y
tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Miren, voy a llenar de
borrachera a todos los habitantes de este país, y a los reyes que se sientan
por David sobre su trono, y a los sacerdotes, y a los profetas, y a todos los
habitantes de Jerusalén. 14 Y ciertamente los estrellaré
uno contra otro, tanto a los padres como a los hijos, al mismo tiempo —es la
expresión de Jehová—. No mostraré compasión, ni sentiré pena, y no tendré la
misericordia de guardarme de arruinarlos”’. 15 ”Oigan, y
presten oído. No sean altivos, porque Jehová mismo ha hablado. 16 Den
gloria a Jehová su Dios, antes que él cause oscuridad y antes que los pies de ustedes
se den uno contra otro en las montañas al entrar el crepúsculo vespertino. Y
ciertamente esperarán que haya luz, y él realmente la hará sombra profunda;
[la] convertirá en densas tinieblas. 17 Y si ustedes no
quieren oír esto, en escondrijos llorará mi alma a causa del orgullo, y
positivamente derramará lágrimas; y mi ojo dejará rodar lágrimas, porque el
hato de Jehová habrá sido llevado cautivo. 18 ”Di al rey
y a la dama: ‘Siéntense en un lugar más bajo, porque ciertamente caerá de sus
cabezas su corona de hermosura’. 19 Las mismísimas
ciudades del sur han sido cerradas, de manera que no hay nadie que [las] abra.
Judá entero ha sido llevado al destierro. Ha sido llevado al destierro por
completo. 20 ”Levanta tus ojos y ve a los que están
viniendo del norte. ¿Dónde está el hato que se te dio, tu hermoso rebaño? 21 ¿Qué
dirás cuando uno te dirija su atención, cuando tú misma les has enseñado como
amigos íntimos a tu mismo lado al comienzo? ¿No se apoderarán de ti los mismísimos
dolores de alumbramiento, como los de una esposa que está dando a luz? 22 Y
cuando digas en tu corazón: ‘¿Por qué me han acaecido estas cosas?’, a causa de
la abundancia de tu error se te han quitado las faldas como cubierta; han sido
tratados violentamente tus talones. 23 ”¿Puede un cusita
cambiar su piel?, ¿o un leopardo sus manchas? También pudieran hacer lo bueno
ustedes mismos, que son personas a quienes se ha enseñado a hacer lo malo. 24 De
modo que los esparciré como rastrojo que va pasando en el viento desde el
desierto. 25 Esta es tu suerte, tu porción medida de
parte mía —es la expresión de Jehová—, porque te has olvidado de mí y sigues
cifrando tu confianza en la falsedad. 26 Y yo mismo
también alzaré tus faldas sobre tu rostro, y ciertamente se verá tu deshonra, 27 tus
actos de adulterio y tus relinchos, tu conducta relajada en prostitución. Sobre
las colinas, en el campo, he visto tus cosas repugnantes. ¡Ay de ti, oh Jerusalén!
No puedes ser limpia... ¿después de cuánto tiempo más?”. 




14 [Esto es] lo que le
ocurrió como palabra de Jehová a Jeremías respecto a los asuntos de las sequías:
2 Judá se ha dado al duelo, y sus mismísimas puertas se
han desvanecido. Han quedado contristadas hasta la tierra, y aun el alarido de
Jerusalén ha subido. 3 Y sus majestuosos mismos han enviado
a sus insignificantes por agua. Han llegado a las zanjas. No han hallado agua.
Han regresado con sus vasijas vacías. Han quedado avergonzados y han sido
desilusionados, y se han cubierto la cabeza. 4 A causa
del terreno que se ha resquebrajado por no haber ocurrido aguacero sobre la
tierra, los labradores se han avergonzado; se han cubierto la cabeza. 5 Porque
hasta la cierva en el campo ha parido, pero [lo] deja, pues resulta que no hubo
hierba tierna. 6 Y las cebras mismas se han quedado
paradas sobre las colinas peladas; con avidez han aspirado el viento como los
chacales; sus ojos han fallado porque no hay vegetación. 7 Aunque
nuestros propios errores de veras testifican contra nosotros, oh Jehová, actúa
por causa de tu nombre; porque nuestros actos de infidelidad han llegado a ser
muchos; contra ti hemos pecado. 8 Oh tú, la esperanza de
Israel, el Salvador suyo en el tiempo de angustia, ¿por qué te haces como
residente forastero en el país, y como viajero que se ha desviado para pasar la
noche? 9 ¿Por qué te pones como hombre atónito, como
hombre poderoso que no puede hacer nada en cuanto a salvar? Sin embargo, tú
mismo estás en medio de nosotros, oh Jehová, y sobre nosotros tu propio nombre
ha sido llamado. No nos falles. 10 Esto es lo que ha dicho
Jehová respecto a este pueblo: “De esta manera han amado el vagar; no han
tenido refrenados los pies. De modo que Jehová mismo no se ha complacido en
ellos. Ahora se acordará del error de ellos y dará atención a sus pecados”. 11 Y
Jehová procedió a decirme: “No ores a favor de este pueblo para bien alguno. 12 Cuando
ayunan, no estoy escuchando su clamor rogativo; y cuando ofrecen el holocausto
y la ofrenda de grano, no estoy complaciéndome en ellos; pues a espada y por
hambre y por peste voy a acabar con ellos”. 13 Ante
esto, yo dije: “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que los profetas están diciéndoles:
‘No verán espada, y no habrá hambre que les suceda a ustedes, sino que paz
verdadera es lo que les daré en este lugar’”. 14 Y Jehová
pasó a decirme: “Falsedad es lo que los profetas están profetizando en mi
nombre. Yo no los he enviado, ni les he ordenado ni les he hablado. Una visión
falsa y adivinación y una cosa que nada vale y la artimaña de su corazón es lo
que ellos les están hablando proféticamente. 15 Por lo
tanto, esto es lo que ha dicho Jehová respecto a los profetas que están
profetizando en mi nombre y a quienes yo mismo no envié, y que están diciendo
que no ocurrirá espada ni hambre en este país: ‘A espada y por hambre serán
acabados aquellos profetas. 16 Y la mismísima gente a la
que están profetizando llegará a ser gente echada fuera a las calles de Jerusalén
a causa del hambre y de la espada, sin que haya quien los entierre... a ellos,
sus esposas y sus hijos y sus hijas. Y ciertamente derramaré sobre ellos su
calamidad’. 17 ”Y tienes que decirles esta palabra: ‘Que
mis ojos dejen correr lágrimas noche y día, y que no se queden quietos, porque
con un gran estallido la virgen hija de mi pueblo ha sido quebrantada, con un
golpe de extrema enfermedad. 18 Si realmente salgo al
campo, ¡ea!, ¡mira, los muertos a espada! Y si realmente entro en la ciudad, ¡mira,
también, las dolencias resultantes del hambre! Porque tanto el profeta mismo
como el sacerdote mismo han dado la vuelta hacia una tierra que no han conocido’”.
19 ¿Has rechazado absolutamente a Judá, o ha aborrecido
tu alma aun a Sión? ¿Por qué nos has golpeado, de modo que no hay curación para
nosotros? Hubo un esperar paz, pero no [vino] ningún bien; y tiempo de curación,
y, ¡mira!, ¡terror! 20 De veras reconocemos, oh Jehová,
nuestra iniquidad, el error de nuestros antepasados, porque hemos pecado contra
ti. 21 No [nos] muestres falta de respeto, por causa de
tu nombre; no desprecies tu glorioso trono. Recuerda; no rompas tu pacto con
nosotros. 22 ¿Existe entre los vanos ídolos de las
naciones quien haga caer lluvia, o acaso pueden hasta los cielos mismos dar
chaparrones copiosos? ¿No eres tú Ese, oh Jehová nuestro Dios? Y en ti
esperamos, porque tú mismo has hecho todas estas cosas. 






15 Y Jehová procedió a
decirme: “Si Moisés y Samuel estuvieran de pie delante de mí, mi alma no estaría
hacia este pueblo. Habría un despedirlos de delante de mi rostro, para que
salieran. 2 Y tiene que ocurrir que si te dijeran: ‘¿Adónde
saldremos?’, también tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “¡El
que esté para la plaga mortífera, a la plaga mortífera! ¡Y el que esté para la
espada, a la espada! ¡Y el que esté para el hambre, al hambre! ¡Y el que esté
para el cautiverio, al cautiverio!”’. 3 ”‘Y ciertamente
comisionaré sobre ellos cuatro familias —es la expresión de Jehová—: la espada
para matar, y los perros para arrastrar, y las criaturas voladoras de los
cielos y las bestias de la tierra para comer y arruinar. 4 Y
ciertamente los daré para trepidación a todos los reinos de la tierra, a causa
de Manasés hijo de Ezequías, el rey de Judá, por lo que hizo en Jerusalén. 5 Porque,
¿quién te mostrará compasión, oh Jerusalén, y quién se condolerá de ti, y quién
se desviará para preguntar acerca de tu bienestar?’ 6 ”‘Tú
misma me has abandonado —es la expresión de Jehová—. Hacia atrás es como sigues
andando. Y extenderé mi mano contra ti y te arruinaré. Me he cansado de sentir
pesar. 7 Y los aventaré con un bieldo en las puertas del
país. Ciertamente [los] privaré de hijos. De veras destruiré a mi pueblo,
[puesto que] no se han vuelto de sus propios caminos. 8 Para
mí sus viudas han llegado a ser más numerosas que los granos de arena de los
mares. Ciertamente traeré para ellos, sobre madre, sobre joven, al violento
despojador al mediodía. Ciertamente haré caer sobre ellos de repente excitación
y disturbios. 9 La mujer que dio a luz siete se ha
desvanecido; su alma ha luchado por aliento. Se ha puesto su sol mientras todavía
es de día; este se ha avergonzado y ha quedado corrido.’ ‘Y a la espada daré el
simple resto de ellos delante de sus enemigos’, es la expresión de Jehová”. 10 ¡Ay
de mí, oh madre mía, porque me has dado a luz, hombre sujeto a riña y hombre sujeto
a contienda con toda la tierra! No he dado un préstamo, y no me han dado un préstamo.
Todos ellos están invocando el mal contra mí. 11 Jehová
ha dicho: “De seguro te ministraré, sí, para bien. De seguro intercederé por
ti, sí, en el tiempo de la calamidad y en el tiempo de la angustia, contra el
enemigo. 12 ¿Puede uno quebrar en pedazos el hierro,
hierro del norte, y cobre? 13 Tus recursos y tus tesoros
daré para simple saqueo, no por precio, sino por todos tus pecados, aun en
todos tus territorios. 14 Y ciertamente [los] haré pasar
con tus enemigos a una tierra que no has conocido. Porque un fuego mismo se ha
encendido en mi cólera. Contra ustedes está ardiendo”. 15 Tú
mismo has sabido. Oh Jehová, acuérdate de mí y dirígeme tu atención y véngame
de mis perseguidores. En tu tardanza para la cólera, no me quites. Nota que he
soportado oprobio por causa de ti mismo. 16 Fueron
halladas tus palabras, y procedí a comerlas; y tu palabra llega a ser para mí
el alborozo y el regocijo de mi corazón; porque tu nombre ha sido llamado sobre
mí, oh Jehová Dios de los ejércitos. 17 No me he sentado
en el grupo íntimo de los que gastan bromas, para empezar entonces a
alborozarme. A causa de tu mano me he sentado absolutamente solo, porque es con
denunciación con lo que me has llenado. 18 ¿Por qué se
ha hecho crónico mi dolor, e incurable mi golpe? Ha rehusado sanarse. Tú
positivamente llegas a ser para mí como una cosa engañosa, como aguas que han
resultado indignas de confianza. 19 Por lo tanto, esto
es lo que ha dicho Jehová: “Si te vuelves, entonces te traeré de vuelta.
Delante de mí estarás de pie. Y si sacas lo que es precioso de las cosas que
nada valen, llegarás a ser como mi propia boca. Ellos mismos se volverán a ti,
pero tú mismo no te volverás a ellos”. 20 “Y yo he hecho
que seas para este pueblo un muro fortificado de cobre; y ciertamente pelearán
contra ti, pero no prevalecerán contra ti. Porque yo estoy contigo, para
salvarte y para librarte —es la expresión de Jehová—. 21 Y
ciertamente te libraré de la mano de los malos, y ciertamente te redimiré de la
palma de los tiránicos.” 




16 Y continuó ocurriéndome
la palabra de Jehová, y dijo: 2 “No debes tomar para ti
esposa, y no debes llegar a tener hijos e hijas en este lugar. 3 Porque
esto es lo que ha dicho Jehová respecto a los hijos y respecto a las hijas que
nacen en este lugar, y respecto a sus madres que los están dando a luz y
respecto a sus padres que están causando su nacimiento en este país: 4 ‘De
muertes por dolencias morirán. No serán plañidos, ni serán enterrados. Como
estiércol sobre la superficie del suelo llegarán a ser; y a espada y por hambre
serán acabados, y sus cuerpos muertos realmente servirán de alimento para las
criaturas voladoras de los cielos y para las bestias de la tierra’. 5 ”Porque
esto es lo que ha dicho Jehová: ‘No entres en la casa de un banquete de
dolientes, y no vayas para plañir, y no te conduelas de ellos’. ”‘Porque yo he
quitado mi paz de este pueblo —es la expresión de Jehová—, aun bondad amorosa y
misericordias. 6 Y ciertamente morirán, los grandes y
los pequeños, en esta tierra. No serán enterrados, ni se golpeará la gente por
ellos, ni se hará nadie cortaduras ni se hará calvo por ellos. 7 Y
no les repartirán pan a causa del duelo para consolar a alguien por el muerto;
ni les darán a beber la copa de consolación a causa del padre de uno ni a causa
de la madre de uno. 8 Y no debes entrar en ninguna casa
de banquete para sentarte con ellos a comer y a beber.’ 9 ”Porque
esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Miren, voy
a hacer cesar de este lugar, ante los ojos de ustedes y en sus días, la voz de
alborozo y la voz de regocijo, la voz del novio y la voz de la novia’. 10 ”Y
tiene que ocurrir que, cuando anuncies a este pueblo todas estas palabras, y
ellos realmente te digan: ‘¿Por qué razón ha hablado Jehová contra nosotros
toda esta gran calamidad, y cuál es nuestro error y cuál es nuestro pecado con
el cual hemos pecado contra Jehová nuestro Dios?’, 11 también
tienes que decirles: ‘“Por la razón de que sus padres me dejaron —es la expresión
de Jehová— y siguieron yendo tras otros dioses y sirviéndoles e inclinándose
ante ellos. Pero a mí me dejaron, y no guardaron mi ley. 12 Y
ustedes mismos han actuado peor en su obrar que sus padres, y aquí están ustedes
andando cada uno tras la terquedad de su corazón malo al no obedecerme. 13 Y
ciertamente los arrojaré de sobre esta tierra a la tierra que ustedes mismos no
han conocido, ni sus padres, y allí tendrán que servir a otros dioses día y
noche, porque no les daré favor alguno”’. 14 ”‘Por lo
tanto, ¡miren!, vienen días —es la expresión de Jehová— cuando ya no se dirá: “¡Tan
ciertamente como que vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la
tierra de Egipto!”, 15 sino: “¡Tan ciertamente como que
vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte y de
todas las tierras a las cuales los había dispersado!”, y ciertamente los traeré
de vuelta a su terreno, el cual di a sus antepasados.’ 16 ”‘Aquí
voy a enviar a llamar muchos pescadores —es la expresión de Jehová—, y
ciertamente los pescarán; y después enviaré a llamar muchos cazadores, y
ciertamente los cazarán de toda montaña y de toda colina y de las hendiduras de
los peñascos. 17 Porque mis ojos están sobre todos sus
caminos. No han estado ocultos de delante de mí, ni ha estado escondido su
error de enfrente de mis ojos. 18 Y, en primer lugar,
ciertamente pagaré la plena cantidad de su error y de su pecado, por razón de
que profanaron mi tierra. Con los cadáveres de sus cosas repugnantes y sus
cosas detestables habían llenado mi herencia’”. 19 Oh
Jehová mi fuerza y mi plaza fuerte, y mi lugar adonde huir en el día de
angustia, a ti vendrán las naciones mismas desde los cabos de la tierra, y dirán:
“Realmente nuestros antepasados llegaron a poseer pura falsedad, vanidad y
cosas en las que no había nada provechoso”. 20 ¿Puede el
hombre terrestre hacerse dioses cuando ellos no son dioses? 21 “Por
lo tanto, ¡miren!, voy a hacerles saber; en esta sola vez les haré conocer mi
mano y mi poderío, y tendrán que saber que mi nombre es Jehová.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario