(Jeremías 17:1-21:14) “El
pecado de Judá está escrito con un estilo de hierro. Con punta de diamante está
grabado en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares, 2 cuando
sus hijos se acuerdan de sus altares y de sus postes sagrados al lado de un árbol
frondoso, sobre las colinas altas, 3 [sobre] las montañas
en el campo. Tus recursos, todos tus tesoros, los daré para simple saqueo...
tus lugares altos a causa de pecado por todas partes de tus territorios. 4 Y
soltaste, sí, de tu propia cuenta, la posesión hereditaria que yo te había
dado. Yo también ciertamente te haré servir a tus enemigos en la tierra que no
has conocido; porque como fuego ustedes han sido encendidos en mi cólera. Hasta
tiempo indefinido se mantendrá ardiendo.” 5 Esto es lo
que ha dicho Jehová: “Maldito es el hombre físicamente capacitado que cifra su
fiada expectativa en el hombre terrestre y realmente hace de la carne su brazo,
y cuyo corazón se aparta de Jehová mismo. 6 Y
ciertamente llegará a ser como un árbol solitario en la llanura desértica y no
verá cuando venga el bien; sino que tendrá que residir en lugares abrasados del
desierto, en una región salada que no está habitada. 7 Bendito
es el hombre físicamente capacitado que confía en Jehová, y cuya confianza
Jehová ha llegado a ser. 8 Y ciertamente llegará a ser
como un árbol plantado junto a las aguas, que envía sus raíces al mismísimo
lado de la corriente de agua; y no verá cuando venga el calor, sino que su
follaje realmente resultará frondoso. Y en el año de sequía no se inquietará,
ni dejará de producir fruto. 9 ”El corazón es más
traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado. ¿Quién puede conocerlo? 10 Yo,
Jehová, estoy escudriñando el corazón, examinando los riñones, aun para dar a cada
uno conforme a sus caminos, conforme al fruto de sus tratos. 11 [Como]
la perdiz que ha reunido lo que no ha puesto es el que acumula riquezas, pero
no con justicia. A la mitad de sus días las dejará, y a su final resultará
insensato”. 12 Allí está el trono glorioso en alto desde
el comienzo; es el lugar de nuestro santuario. 13 Oh
Jehová, la esperanza de Israel, todos los que están dejándote quedarán
avergonzados. Los que apostatan de mí serán escritos hasta en la tierra, porque
han dejado a la fuente de agua viva, Jehová. 14 Sáname,
oh Jehová, y quedaré sanado. Sálvame, y ciertamente seré salvado; porque tú
eres mi alabanza. 15 ¡Mira! Hay aquellos que me dicen: “¿Dónde
está la palabra de Jehová? Que entre, por favor”. 16 Pero
en cuanto a mí, yo no me apresuré para dejar de ser pastor en pos de ti, y no
mostré desear con vehemencia el día de la desesperación. Tú mismo has conocido
la expresión de mis labios; enfrente de tu rostro ha ocurrido. 17 No
llegues a ser para mí una cosa aterradora. Tú eres mi refugio en el día de la
calamidad. 18 Que mis perseguidores queden avergonzados,
pero que yo personalmente no quede avergonzado. Que ellos sean los que hayan de
ser sobrecogidos de terror, pero que yo personalmente no sea sobrecogido de
terror. Trae sobre ellos el día de la calamidad, y quebrántalos hasta con doble
quebranto. 19 Esto es lo que me ha dicho Jehová: “Ve, y
tienes que estar de pie en la puerta de los hijos del pueblo por la cual entran
los reyes de Judá y por la cual salen, y en todas las puertas de Jerusalén. 20 Y
tienes que decirles: ‘Oigan la palabra de Jehová, reyes de Judá, y todo Judá, y
todos ustedes los habitantes de Jerusalén, que están entrando por estas
puertas. 21 Esto es lo que ha dicho Jehová: “Cuiden de
sus almas, y no lleven en día de sábado carga alguna que tengan que introducir
por las puertas de Jerusalén. 22 Y no deben sacar carga
alguna de sus hogares en día de sábado; y no deben hacer ningún trabajo. Y
tienen que santificar el día de sábado, tal como mandé a sus antepasados; 23 pero
ellos no escucharon ni inclinaron su oído, y procedieron a endurecer su cerviz
para no oír y para no recibir disciplina”’. 24 ”‘“Y
tiene que ocurrir que, si ustedes me obedecen estrictamente —es la expresión de
Jehová— al no introducir carga alguna por las puertas de esta ciudad en día de
sábado, y al santificar el día de sábado no haciendo en él trabajo alguno, 25 también
ciertamente entrarán por las puertas de esta ciudad reyes con príncipes, que se
sentarán sobre el trono de David, que montarán en el carro y sobre caballos,
ellos y sus príncipes, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén; y
esta ciudad ciertamente será habitada hasta tiempo indefinido. 26 Y
gente realmente vendrá de las ciudades de Judá y de los alrededores de Jerusalén
y de la tierra de Benjamín y de la tierra baja y de la región montañosa y del Négueb,
trayendo holocausto y sacrificio y ofrenda de grano y olíbano, y trayendo
sacrificio de acción de gracias a la casa de Jehová. 27 ”’”Pero
si ustedes no me obedecen mediante santificar el día de sábado y no llevar
carga, sino que hay un entrar [con ella] por las puertas de Jerusalén en el día
de sábado, yo también ciertamente encenderé un fuego en las puertas de ella, y
este ciertamente devorará las torres de habitación de Jerusalén, y no se
extinguirá”’”.
18 La palabra que le
ocurrió a Jeremías de parte de Jehová, diciendo: 2 “Levántate,
y tienes que bajar a la casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras”. 3 Y
procedí a bajar a la casa del alfarero, y allí estaba él haciendo un trabajo
sobre las ruedas del alfarero. 4 Y la vasija que él
estaba haciendo con el barro la echó a perder la mano del alfarero, y él volvió
atrás y se puso a hacer de ella otra vasija, tal como pareció recto a los ojos
del alfarero hacerla. 5 Y la palabra de Jehová continuó
ocurriéndome, y dijo: 6 “‘¿No puedo yo hacer con ustedes
justamente como este alfarero, oh casa de Israel? —es la expresión de Jehová—. ¡Miren!
Como el barro en la mano del alfarero, así son ustedes en mi mano, oh casa de
Israel. 7 En cualquier momento que yo hable contra una
nación y contra un reino para desarraigar[la] y para demoler[la] y para
destruir[la], 8 y esa nación realmente se vuelva de su
maldad contra la cual haya hablado, yo también ciertamente sentiré pesar por la
calamidad que haya pensado ejecutar en ella. 9 Pero en
cualquier momento que yo hable respecto de una nación y respecto de un reino
para edificar[la] y para plantar[la], 10 y esta
realmente haga lo que es malo a mis ojos al no obedecer mi voz, yo también
ciertamente sentiré pesar por el bien que yo [me] hubiera dicho que haría para
su bien’. 11 ”Y ahora di, por favor, a los hombres de
Judá y a los habitantes de Jerusalén: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí
voy a formar contra ustedes una calamidad y pensar contra ustedes un
pensamiento. Vuélvanse, por favor, cada uno de su camino malo, y hagan buenos
sus caminos y sus tratos”’”. 12 Y ellos dijeron: “¡Es inútil!
Porque tras nuestros propios pensamientos andaremos, y vamos a llevar a cabo
cada cual la terquedad de su corazón malo”. 13 Por lo
tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: “Pregunten ustedes mismos, por favor,
entre las naciones. ¿Quién ha oído cosas como estas? Hay una cosa horrible que
la virgen de Israel ha hecho en exceso. 14 ¿Acaso la
nieve del Líbano se irá de la roca del campo abierto? ¿O se secarán las aguas
extrañas, frescas, que fluyen suavemente? 15 Porque mi
pueblo me ha olvidado, puesto que hacen humo de sacrificio a algo inútil, y
puesto que hacen tropezar a los hombres en sus caminos, las sendas de mucho
tiempo atrás, para andar en veredas, un camino no terraplenado, 16 a
fin de hacer de su tierra un objeto de pasmo, de qué silbar hasta tiempo
indefinido. Todo el que vaya pasando junto a ella, sin excepción, se
quedará mirando pasmado y sacudirá la cabeza. 17 Como
con un viento del este los esparciré delante del enemigo. La espalda, y no el
rostro, les mostraré en el día de su desastre”. 18 Y
ellos procedieron a decir: “Vengan, e ideemos contra Jeremías algunos
pensamientos, porque la ley no perecerá del sacerdote, ni el consejo del sabio,
ni la palabra del profeta. Vengan e hirámoslo con la lengua, y no prestemos
atención a ninguna de sus palabras”. 19 De veras préstame
atención, oh Jehová, y escucha la voz de mis contrarios. 20 ¿Debe
pagarse con mal el bien? Porque han excavado un hoyo para mi alma. Acuérdate de
cómo estuve de pie delante de ti para hablar lo bueno hasta acerca de ellos,
para volver de contra ellos tu furia. 21 Por lo tanto,
da sus hijos al hambre, y entrégalos al poder de la espada; y lleguen a ser sus
esposas mujeres privadas de hijos, y viudas. Y lleguen a ser sus propios
hombres aquellos a quienes la plaga mortífera mate, sus jóvenes aquellos
derribados a espada en la batalla. 22 Óigase un alarido
desde sus casas, cuando de repente traigas sobre ellos una partida merodeadora.
Porque han excavado un hoyo para capturarme, y han escondido trampas para mis
pies. 23 Pero tú mismo, oh Jehová, bien sabes todo su
consejo contra mí para [mi] muerte. No encubras su error, y no borres ese
pecado suyo de delante de ti; antes bien, que lleguen a ser aquellos a quienes
se haga tropezar delante de ti. En el tiempo de tu cólera, ponte en acción
contra ellos.
19 Esto es lo que dijo
Jehová: “Ve, y tienes que conseguir un frasco de barro de alfarero, y a algunos
de los ancianos del pueblo y a algunos de los ancianos de los sacerdotes. 2 Y
tienes que salir al valle del hijo de Hinón, que está a la entrada de la Puerta
de los Tiestos. Y allí tienes que proclamar las palabras que yo te hablaré. 3 Y
tienes que decir: ‘Oigan la palabra de Jehová, oh reyes de Judá y ustedes los
habitantes de Jerusalén. Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el
Dios de Israel: ”’“Miren, voy a traer sobre este lugar una calamidad que,
cuando alguien oiga de ella, le retiñirán los oídos; 4 por
la razón de que ellos me han dejado y han procedido a hacer que este lugar no
pueda reconocerse, y a hacer en él humo de sacrificio a otros dioses que no habían
conocido, ellos ni sus antepasados ni los reyes de Judá; y han llenado este
lugar de la sangre de los inocentes. 5 Y edificaron los
lugares altos del Baal para quemar a sus hijos en el fuego como holocaustos al
Baal, cosa que yo no había mandado ni de la cual había hablado, y que no había
subido a mi corazón”’. 6 ”‘“Por lo tanto, ¡miren!,
vienen días —es la expresión de Jehová— en que este lugar ya no se llamará Tófet
ni el valle del hijo de Hinón, sino el valle de la matanza. 7 Y
ciertamente haré nulo el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar, y de
veras haré que caigan a espada delante de sus enemigos y por la mano de los que
buscan su alma. Y ciertamente daré sus cuerpos muertos como alimento a las
criaturas voladoras de los cielos y a las bestias de la tierra. 8 Y
de veras haré de esta ciudad un objeto de pasmo y algo de qué silbar. Todo el
que vaya pasando junto a ella, sin excepción, se quedará mirando pasmado y
silbará a causa de todas sus plagas. 9 Y ciertamente haré
que coman la carne de sus hijos y la carne de sus hijas; y comerán cada cual la
carne de su semejante, a causa de la estrechez y a causa de la tensión con la
que los cercarán sus enemigos y los que buscan su alma.”’ 10 ”Y
tienes que quebrar el frasco ante los ojos de los hombres que van contigo. 11 Y
tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “De la
misma manera quebraré yo a este pueblo y a esta ciudad como quiebra alguien la
vasija del alfarero de modo que ya no puede componerse; y en Tófet enterrarán
hasta que no haya más lugar para enterrar”’. 12 ”‘Así es
como haré a este lugar —es la expresión de Jehová— y a sus habitantes, hasta
para hacer que esta ciudad sea como Tófet. 13 Y las
casas de Jerusalén y las casas de los reyes de Judá tienen que llegar a ser
como el lugar de Tófet, inmundas, es decir, todas las casas sobre cuyos techos
hicieron humo de sacrificio a todo el ejército de los cielos y hubo
derramamiento de libaciones a otros dioses’”. 14 Y Jeremías
procedió a venir de Tófet, adonde Jehová lo había enviado para profetizar, y a
estar de pie en el patio de la casa de Jehová y a decir a todo el pueblo: 15 “Esto
es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Mira, voy a
traer sobre esta ciudad y sobre todas sus ciudades toda la calamidad que he
hablado contra ella, porque ellos han endurecido su cerviz para no obedecer mis
palabras’”.
20 Ahora bien, Pasjur
hijo de Imer, el sacerdote, que también era el principal comisionado en la casa
de Jehová, siguió escuchando a Jeremías mientras este profetizaba estas
palabras. 2 Entonces Pasjur golpeó a Jeremías el profeta
y lo puso en el cepo que había en la Puerta Superior de Benjamín, que estaba en
la casa de Jehová. 3 Pero al día siguiente aconteció que
Pasjur procedió a dejar salir a Jeremías del cepo, y Jeremías ahora le dijo: “Jehová
te ha llamado por nombre, no Pasjur, sino Terror todo en derredor. 4 Porque
esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Mira, voy a hacer que seas un terror a ti
mismo y a todos tus amadores, y ellos ciertamente caerán por la espada de sus
enemigos mientras tus ojos estén mirando; y a todo Judá daré en mano del rey de
Babilonia, y él realmente los llevará al destierro en Babilonia y los derribará a
espada. 5 Y ciertamente daré todas las cosas almacenadas
de esta ciudad y todo su producto y todas sus cosas preciosas; y todos los
tesoros de los reyes de Judá voy a dar en la mano de sus enemigos. Y ellos
ciertamente los saquearán y los tomarán y los llevarán a Babilonia. 6 Y
en cuanto a ti, oh Pasjur, y todos los habitantes de tu casa, se irán al
cautiverio; y a Babilonia llegarás, y allí morirás, y allí serás enterrado tú
mismo con todos tus amadores, porque les has profetizado en falsedad’”. 7 Me
has embaucado, oh Jehová, de modo que fui embaucado. Usaste tu fuerza contra mí,
de modo que prevaleciste. Vine a ser objeto de risa todo el día; todos me hacen
escarnio. 8 Porque cuantas veces grito, clamo. Violencia
y expoliación son lo que clamo. Porque la palabra de Jehová vino a ser para mí
causa de oprobio y de mofa todo el día. 9 Y dije: “No
voy a hacer mención de él, y no hablaré más en su nombre”. Y en mi corazón
resultó ser como un fuego ardiente, encerrado en mis huesos; y me cansé de
contener, y no pude [aguantarlo]. 10 Porque oí el mal
informe de muchos. Había terror todo en derredor. “Anuncien, para que
anunciemos nosotros acerca de él.” Todo hombre mortal me dice: “¡Paz!”... se
mantienen alerta a mi cojear: “Quizás sea embaucado, para que prevalezcamos
contra él y tomemos en él nuestra venganza”. 11 Pero
Jehová estuvo conmigo como un terrible poderoso. Por eso los mismísimos que me
persiguen tropezarán y no prevalecerán. Ciertamente quedarán muy avergonzados,
porque no habrán prosperado. [Su] humillación, de duración indefinida, será una
que no se olvidará. 12 Pero tú, oh Jehová de los ejércitos,
estás examinando al justo; estás viendo los riñones y el corazón. Vea yo tu
venganza en ellos, porque a ti te he revelado mi litigio. 13 ¡Canten
a Jehová! ¡Alaben a Jehová! Porque él ha librado el alma del pobre de la mano
de los malhechores. 14 ¡Maldito sea el día en que nací! ¡No
llegue a ser bendecido el día en que mi madre me dio a luz! 15 ¡Maldito
sea el hombre que le llevó buenas nuevas a mi padre, y dijo: “¡Te ha nacido un
hijo, un varón!”. Positivamente lo regocijó. 16 Y ese
mismo hombre tiene que llegar a ser como ciudades que Jehová ha derribado
mientras Él no ha sentido pesar. Y él tendrá que oír un alarido por la mañana y
una señal de alarma a la hora del mediodía. 17 ¿Por qué
no me dio muerte definitivamente desde la matriz, para que mi madre llegara a
ser para mí mi sepultura, y su matriz estuviera preñada hasta tiempo
indefinido? 18 ¿Por qué he salido de la mismísima matriz
para ver duro trabajo y desconsuelo y para que mis días se acaben en pura vergüenza?
21 La palabra que le
ocurrió a Jeremías de parte de Jehová, cuando el rey Sedequías envió a donde él
a Pasjur hijo de Malkías y a Sofonías hijo de Maaseya, el sacerdote, diciendo: 2 “Por
favor inquiere de Jehová por nosotros, porque Nabucodorosor el rey de Babilonia
está haciendo guerra contra nosotros. Tal vez Jehová haga con nosotros conforme
a todas sus obras maravillosas, de manera que aquel se retire de nosotros”. 3 Y
Jeremías procedió a decirles: “Esto es lo que dirán a Sedequías: 4 ‘Esto
es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: “Mira, voy a volver en dirección
contraria las armas de guerra que están en las manos de ustedes, con las cuales
están peleando contra el rey de Babilonia y los caldeos que los tienen sitiados
fuera del muro, y ciertamente reuniré a estos en medio de esta ciudad. 5 Y
yo mismo ciertamente pelearé contra ustedes con mano extendida y con brazo
fuerte y con cólera y con furia y con gran indignación. 6 Y
de veras golpearé a los habitantes de esta ciudad, tanto a hombre como a
bestia. De una gran peste morirán”’. 7 ”‘“Y después de eso
—es la expresión de Jehová—, daré a Sedequías el rey de Judá y a sus siervos y
al pueblo y a los que en esta ciudad queden de la peste, de la espada y del
hambre, en la mano de Nabucodorosor el rey de Babilonia, aun en la mano de los
enemigos de ellos y en la mano de los que están buscando su alma, y él
ciertamente los herirá a filo de espada. No les tendrá lástima, ni mostrará
compasión ni tendrá misericordia alguna.”’ 8 ”Y a este
pueblo dirás: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí pongo delante de ustedes
el camino de la vida y el camino de la muerte. 9 El que
se quede sentado en esta ciudad morirá a espada y del hambre y de la peste;
pero el que esté saliendo y realmente se pase a los caldeos que los tienen
sitiados seguirá viviendo, y su alma ciertamente llegará a ser suya como
despojo”’. 10 ”‘“Porque he fijado mi rostro contra esta
ciudad para calamidad y no para bien —es la expresión de Jehová—. En la mano
del rey de Babilonia será dada, y él ciertamente la quemará con fuego.” 11 ”’Y
en cuanto a la casa del rey de Judá, oigan ustedes la palabra de Jehová. 12 Oh
casa de David, esto es lo que ha dicho Jehová: “Cada mañana rindan fallo en
justicia, y libren a la víctima del robo de la mano del defraudador, para que
no salga mi furia justamente como fuego y realmente arda y no haya quien la
extinga a causa de la maldad de sus tratos”.’ 13 ”‘Aquí
estoy contra ti, oh moradora de la llanura baja, oh roca de la tierra llana —es
la expresión de Jehová—. En cuanto a ustedes los que están diciendo: “¿Quién
descenderá contra nosotros? ¿Y quién entrará en nuestras moradas?”, 14 yo
también ciertamente pediré cuentas a ustedes conforme al fruto de sus tratos —es
la expresión de Jehová—. Y de veras encenderé un fuego en el bosque de ella, y
ciertamente devorará todas las cosas en derredor de ella’”.
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