viernes, 26 de abril de 2013

Lectura de la Biblia abril 26 de 2013


(Jeremías 17:1-21:14) “El pecado de Judá está escrito con un estilo de hierro. Con punta de diamante está grabado en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares, 2 cuando sus hijos se acuerdan de sus altares y de sus postes sagrados al lado de un árbol frondoso, sobre las colinas altas, 3 [sobre] las montañas en el campo. Tus recursos, todos tus tesoros, los daré para simple saqueo... tus lugares altos a causa de pecado por todas partes de tus territorios. 4 Y soltaste, sí, de tu propia cuenta, la posesión hereditaria que yo te había dado. Yo también ciertamente te haré servir a tus enemigos en la tierra que no has conocido; porque como fuego ustedes han sido encendidos en mi cólera. Hasta tiempo indefinido se mantendrá ardiendo.” 5 Esto es lo que ha dicho Jehová: “Maldito es el hombre físicamente capacitado que cifra su fiada expectativa en el hombre terrestre y realmente hace de la carne su brazo, y cuyo corazón se aparta de Jehová mismo. 6 Y ciertamente llegará a ser como un árbol solitario en la llanura desértica y no verá cuando venga el bien; sino que tendrá que residir en lugares abrasados del desierto, en una región salada que no está habitada. 7 Bendito es el hombre físicamente capacitado que confía en Jehová, y cuya confianza Jehová ha llegado a ser. 8 Y ciertamente llegará a ser como un árbol plantado junto a las aguas, que envía sus raíces al mismísimo lado de la corriente de agua; y no verá cuando venga el calor, sino que su follaje realmente resultará frondoso. Y en el año de sequía no se inquietará, ni dejará de producir fruto. 9 ”El corazón es más traicionero que cualquier otra cosa, y es desesperado. ¿Quién puede conocerlo? 10 Yo, Jehová, estoy escudriñando el corazón, examinando los riñones, aun para dar a cada uno conforme a sus caminos, conforme al fruto de sus tratos. 11 [Como] la perdiz que ha reunido lo que no ha puesto es el que acumula riquezas, pero no con justicia. A la mitad de sus días las dejará, y a su final resultará insensato”. 12 Allí está el trono glorioso en alto desde el comienzo; es el lugar de nuestro santuario. 13 Oh Jehová, la esperanza de Israel, todos los que están dejándote quedarán avergonzados. Los que apostatan de mí serán escritos hasta en la tierra, porque han dejado a la fuente de agua viva, Jehová. 14 Sáname, oh Jehová, y quedaré sanado. Sálvame, y ciertamente seré salvado; porque tú eres mi alabanza. 15 ¡Mira! Hay aquellos que me dicen: “¿Dónde está la palabra de Jehová? Que entre, por favor”. 16 Pero en cuanto a mí, yo no me apresuré para dejar de ser pastor en pos de ti, y no mostré desear con vehemencia el día de la desesperación. Tú mismo has conocido la expresión de mis labios; enfrente de tu rostro ha ocurrido. 17 No llegues a ser para mí una cosa aterradora. Tú eres mi refugio en el día de la calamidad. 18 Que mis perseguidores queden avergonzados, pero que yo personalmente no quede avergonzado. Que ellos sean los que hayan de ser sobrecogidos de terror, pero que yo personalmente no sea sobrecogido de terror. Trae sobre ellos el día de la calamidad, y quebrántalos hasta con doble quebranto. 19 Esto es lo que me ha dicho Jehová: “Ve, y tienes que estar de pie en la puerta de los hijos del pueblo por la cual entran los reyes de Judá y por la cual salen, y en todas las puertas de Jerusalén. 20 Y tienes que decirles: ‘Oigan la palabra de Jehová, reyes de Judá, y todo Judá, y todos ustedes los habitantes de Jerusalén, que están entrando por estas puertas. 21 Esto es lo que ha dicho Jehová: “Cuiden de sus almas, y no lleven en día de sábado carga alguna que tengan que introducir por las puertas de Jerusalén. 22 Y no deben sacar carga alguna de sus hogares en día de sábado; y no deben hacer ningún trabajo. Y tienen que santificar el día de sábado, tal como mandé a sus antepasados; 23 pero ellos no escucharon ni inclinaron su oído, y procedieron a endurecer su cerviz para no oír y para no recibir disciplina”’. 24 ”‘“Y tiene que ocurrir que, si ustedes me obedecen estrictamente —es la expresión de Jehová— al no introducir carga alguna por las puertas de esta ciudad en día de sábado, y al santificar el día de sábado no haciendo en él trabajo alguno, 25 también ciertamente entrarán por las puertas de esta ciudad reyes con príncipes, que se sentarán sobre el trono de David, que montarán en el carro y sobre caballos, ellos y sus príncipes, los hombres de Judá y los habitantes de Jerusalén; y esta ciudad ciertamente será habitada hasta tiempo indefinido. 26 Y gente realmente vendrá de las ciudades de Judá y de los alrededores de Jerusalén y de la tierra de Benjamín y de la tierra baja y de la región montañosa y del Négueb, trayendo holocausto y sacrificio y ofrenda de grano y olíbano, y trayendo sacrificio de acción de gracias a la casa de Jehová. 27 ”’”Pero si ustedes no me obedecen mediante santificar el día de sábado y no llevar carga, sino que hay un entrar [con ella] por las puertas de Jerusalén en el día de sábado, yo también ciertamente encenderé un fuego en las puertas de ella, y este ciertamente devorará las torres de habitación de Jerusalén, y no se extinguirá”’”. 
18 La palabra que le ocurrió a Jeremías de parte de Jehová, diciendo: 2 “Levántate, y tienes que bajar a la casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras”. 3 Y procedí a bajar a la casa del alfarero, y allí estaba él haciendo un trabajo sobre las ruedas del alfarero. 4 Y la vasija que él estaba haciendo con el barro la echó a perder la mano del alfarero, y él volvió atrás y se puso a hacer de ella otra vasija, tal como pareció recto a los ojos del alfarero hacerla. 5 Y la palabra de Jehová continuó ocurriéndome, y dijo: 6 “‘¿No puedo yo hacer con ustedes justamente como este alfarero, oh casa de Israel? —es la expresión de Jehová—. ¡Miren! Como el barro en la mano del alfarero, así son ustedes en mi mano, oh casa de Israel. 7 En cualquier momento que yo hable contra una nación y contra un reino para desarraigar[la] y para demoler[la] y para destruir[la], 8 y esa nación realmente se vuelva de su maldad contra la cual haya hablado, yo también ciertamente sentiré pesar por la calamidad que haya pensado ejecutar en ella. 9 Pero en cualquier momento que yo hable respecto de una nación y respecto de un reino para edificar[la] y para plantar[la], 10 y esta realmente haga lo que es malo a mis ojos al no obedecer mi voz, yo también ciertamente sentiré pesar por el bien que yo [me] hubiera dicho que haría para su bien’. 11 ”Y ahora di, por favor, a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí voy a formar contra ustedes una calamidad y pensar contra ustedes un pensamiento. Vuélvanse, por favor, cada uno de su camino malo, y hagan buenos sus caminos y sus tratos”’”. 12 Y ellos dijeron: “¡Es inútil! Porque tras nuestros propios pensamientos andaremos, y vamos a llevar a cabo cada cual la terquedad de su corazón malo”. 13 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová: “Pregunten ustedes mismos, por favor, entre las naciones. ¿Quién ha oído cosas como estas? Hay una cosa horrible que la virgen de Israel ha hecho en exceso. 14 ¿Acaso la nieve del Líbano se irá de la roca del campo abierto? ¿O se secarán las aguas extrañas, frescas, que fluyen suavemente? 15 Porque mi pueblo me ha olvidado, puesto que hacen humo de sacrificio a algo inútil, y puesto que hacen tropezar a los hombres en sus caminos, las sendas de mucho tiempo atrás, para andar en veredas, un camino no terraplenado, 16 a fin de hacer de su tierra un objeto de pasmo, de qué silbar hasta tiempo indefinido. Todo el que vaya pasando junto a ella, sin excepción, se quedará mirando pasmado y sacudirá la cabeza. 17 Como con un viento del este los esparciré delante del enemigo. La espalda, y no el rostro, les mostraré en el día de su desastre”. 18 Y ellos procedieron a decir: “Vengan, e ideemos contra Jeremías algunos pensamientos, porque la ley no perecerá del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni la palabra del profeta. Vengan e hirámoslo con la lengua, y no prestemos atención a ninguna de sus palabras”. 19 De veras préstame atención, oh Jehová, y escucha la voz de mis contrarios. 20 ¿Debe pagarse con mal el bien? Porque han excavado un hoyo para mi alma. Acuérdate de cómo estuve de pie delante de ti para hablar lo bueno hasta acerca de ellos, para volver de contra ellos tu furia. 21 Por lo tanto, da sus hijos al hambre, y entrégalos al poder de la espada; y lleguen a ser sus esposas mujeres privadas de hijos, y viudas. Y lleguen a ser sus propios hombres aquellos a quienes la plaga mortífera mate, sus jóvenes aquellos derribados a espada en la batalla. 22 Óigase un alarido desde sus casas, cuando de repente traigas sobre ellos una partida merodeadora. Porque han excavado un hoyo para capturarme, y han escondido trampas para mis pies. 23 Pero tú mismo, oh Jehová, bien sabes todo su consejo contra mí para [mi] muerte. No encubras su error, y no borres ese pecado suyo de delante de ti; antes bien, que lleguen a ser aquellos a quienes se haga tropezar delante de ti. En el tiempo de tu cólera, ponte en acción contra ellos. 
19 Esto es lo que dijo Jehová: “Ve, y tienes que conseguir un frasco de barro de alfarero, y a algunos de los ancianos del pueblo y a algunos de los ancianos de los sacerdotes. 2 Y tienes que salir al valle del hijo de Hinón, que está a la entrada de la Puerta de los Tiestos. Y allí tienes que proclamar las palabras que yo te hablaré. 3 Y tienes que decir: ‘Oigan la palabra de Jehová, oh reyes de Judá y ustedes los habitantes de Jerusalén. Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ”’“Miren, voy a traer sobre este lugar una calamidad que, cuando alguien oiga de ella, le retiñirán los oídos; 4 por la razón de que ellos me han dejado y han procedido a hacer que este lugar no pueda reconocerse, y a hacer en él humo de sacrificio a otros dioses que no habían conocido, ellos ni sus antepasados ni los reyes de Judá; y han llenado este lugar de la sangre de los inocentes. 5 Y edificaron los lugares altos del Baal para quemar a sus hijos en el fuego como holocaustos al Baal, cosa que yo no había mandado ni de la cual había hablado, y que no había subido a mi corazón”’. 6 ”‘“Por lo tanto, ¡miren!, vienen días —es la expresión de Jehová— en que este lugar ya no se llamará Tófet ni el valle del hijo de Hinón, sino el valle de la matanza. 7 Y ciertamente haré nulo el consejo de Judá y de Jerusalén en este lugar, y de veras haré que caigan a espada delante de sus enemigos y por la mano de los que buscan su alma. Y ciertamente daré sus cuerpos muertos como alimento a las criaturas voladoras de los cielos y a las bestias de la tierra. 8 Y de veras haré de esta ciudad un objeto de pasmo y algo de qué silbar. Todo el que vaya pasando junto a ella, sin excepción, se quedará mirando pasmado y silbará a causa de todas sus plagas. 9 Y ciertamente haré que coman la carne de sus hijos y la carne de sus hijas; y comerán cada cual la carne de su semejante, a causa de la estrechez y a causa de la tensión con la que los cercarán sus enemigos y los que buscan su alma.”’ 10 ”Y tienes que quebrar el frasco ante los ojos de los hombres que van contigo. 11 Y tienes que decirles: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos: “De la misma manera quebraré yo a este pueblo y a esta ciudad como quiebra alguien la vasija del alfarero de modo que ya no puede componerse; y en Tófet enterrarán hasta que no haya más lugar para enterrar”’. 12 ”‘Así es como haré a este lugar —es la expresión de Jehová— y a sus habitantes, hasta para hacer que esta ciudad sea como Tófet. 13 Y las casas de Jerusalén y las casas de los reyes de Judá tienen que llegar a ser como el lugar de Tófet, inmundas, es decir, todas las casas sobre cuyos techos hicieron humo de sacrificio a todo el ejército de los cielos y hubo derramamiento de libaciones a otros dioses’”. 14 Y Jeremías procedió a venir de Tófet, adonde Jehová lo había enviado para profetizar, y a estar de pie en el patio de la casa de Jehová y a decir a todo el pueblo: 15 “Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Mira, voy a traer sobre esta ciudad y sobre todas sus ciudades toda la calamidad que he hablado contra ella, porque ellos han endurecido su cerviz para no obedecer mis palabras’”. 
20 Ahora bien, Pasjur hijo de Imer, el sacerdote, que también era el principal comisionado en la casa de Jehová, siguió escuchando a Jeremías mientras este profetizaba estas palabras. 2 Entonces Pasjur golpeó a Jeremías el profeta y lo puso en el cepo que había en la Puerta Superior de Benjamín, que estaba en la casa de Jehová. 3 Pero al día siguiente aconteció que Pasjur procedió a dejar salir a Jeremías del cepo, y Jeremías ahora le dijo: “Jehová te ha llamado por nombre, no Pasjur, sino Terror todo en derredor. 4 Porque esto es lo que ha dicho Jehová: ‘Mira, voy a hacer que seas un terror a ti mismo y a todos tus amadores, y ellos ciertamente caerán por la espada de sus enemigos mientras tus ojos estén mirando; y a todo Judá daré en mano del rey de Babilonia, y él realmente los llevará al destierro en Babilonia y los derribará a espada. 5 Y ciertamente daré todas las cosas almacenadas de esta ciudad y todo su producto y todas sus cosas preciosas; y todos los tesoros de los reyes de Judá voy a dar en la mano de sus enemigos. Y ellos ciertamente los saquearán y los tomarán y los llevarán a Babilonia. 6 Y en cuanto a ti, oh Pasjur, y todos los habitantes de tu casa, se irán al cautiverio; y a Babilonia llegarás, y allí morirás, y allí serás enterrado tú mismo con todos tus amadores, porque les has profetizado en falsedad’”. 7 Me has embaucado, oh Jehová, de modo que fui embaucado. Usaste tu fuerza contra mí, de modo que prevaleciste. Vine a ser objeto de risa todo el día; todos me hacen escarnio. 8 Porque cuantas veces grito, clamo. Violencia y expoliación son lo que clamo. Porque la palabra de Jehová vino a ser para mí causa de oprobio y de mofa todo el día. 9 Y dije: “No voy a hacer mención de él, y no hablaré más en su nombre”. Y en mi corazón resultó ser como un fuego ardiente, encerrado en mis huesos; y me cansé de contener, y no pude [aguantarlo]. 10 Porque oí el mal informe de muchos. Había terror todo en derredor. “Anuncien, para que anunciemos nosotros acerca de él.” Todo hombre mortal me dice: “¡Paz!”... se mantienen alerta a mi cojear: “Quizás sea embaucado, para que prevalezcamos contra él y tomemos en él nuestra venganza”. 11 Pero Jehová estuvo conmigo como un terrible poderoso. Por eso los mismísimos que me persiguen tropezarán y no prevalecerán. Ciertamente quedarán muy avergonzados, porque no habrán prosperado. [Su] humillación, de duración indefinida, será una que no se olvidará. 12 Pero tú, oh Jehová de los ejércitos, estás examinando al justo; estás viendo los riñones y el corazón. Vea yo tu venganza en ellos, porque a ti te he revelado mi litigio. 13 ¡Canten a Jehová! ¡Alaben a Jehová! Porque él ha librado el alma del pobre de la mano de los malhechores. 14 ¡Maldito sea el día en que nací! ¡No llegue a ser bendecido el día en que mi madre me dio a luz! 15 ¡Maldito sea el hombre que le llevó buenas nuevas a mi padre, y dijo: “¡Te ha nacido un hijo, un varón!”. Positivamente lo regocijó. 16 Y ese mismo hombre tiene que llegar a ser como ciudades que Jehová ha derribado mientras Él no ha sentido pesar. Y él tendrá que oír un alarido por la mañana y una señal de alarma a la hora del mediodía. 17 ¿Por qué no me dio muerte definitivamente desde la matriz, para que mi madre llegara a ser para mí mi sepultura, y su matriz estuviera preñada hasta tiempo indefinido? 18 ¿Por qué he salido de la mismísima matriz para ver duro trabajo y desconsuelo y para que mis días se acaben en pura vergüenza? 
21 La palabra que le ocurrió a Jeremías de parte de Jehová, cuando el rey Sedequías envió a donde él a Pasjur hijo de Malkías y a Sofonías hijo de Maaseya, el sacerdote, diciendo: 2 “Por favor inquiere de Jehová por nosotros, porque Nabucodorosor el rey de Babilonia está haciendo guerra contra nosotros. Tal vez Jehová haga con nosotros conforme a todas sus obras maravillosas, de manera que aquel se retire de nosotros”. 3 Y Jeremías procedió a decirles: “Esto es lo que dirán a Sedequías: 4 ‘Esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: “Mira, voy a volver en dirección contraria las armas de guerra que están en las manos de ustedes, con las cuales están peleando contra el rey de Babilonia y los caldeos que los tienen sitiados fuera del muro, y ciertamente reuniré a estos en medio de esta ciudad. 5 Y yo mismo ciertamente pelearé contra ustedes con mano extendida y con brazo fuerte y con cólera y con furia y con gran indignación. 6 Y de veras golpearé a los habitantes de esta ciudad, tanto a hombre como a bestia. De una gran peste morirán”’. 7 ”‘“Y después de eso —es la expresión de Jehová—, daré a Sedequías el rey de Judá y a sus siervos y al pueblo y a los que en esta ciudad queden de la peste, de la espada y del hambre, en la mano de Nabucodorosor el rey de Babilonia, aun en la mano de los enemigos de ellos y en la mano de los que están buscando su alma, y él ciertamente los herirá a filo de espada. No les tendrá lástima, ni mostrará compasión ni tendrá misericordia alguna.”’ 8 ”Y a este pueblo dirás: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “Aquí pongo delante de ustedes el camino de la vida y el camino de la muerte. 9 El que se quede sentado en esta ciudad morirá a espada y del hambre y de la peste; pero el que esté saliendo y realmente se pase a los caldeos que los tienen sitiados seguirá viviendo, y su alma ciertamente llegará a ser suya como despojo”’. 10 ”‘“Porque he fijado mi rostro contra esta ciudad para calamidad y no para bien —es la expresión de Jehová—. En la mano del rey de Babilonia será dada, y él ciertamente la quemará con fuego.” 11 ”’Y en cuanto a la casa del rey de Judá, oigan ustedes la palabra de Jehová. 12 Oh casa de David, esto es lo que ha dicho Jehová: “Cada mañana rindan fallo en justicia, y libren a la víctima del robo de la mano del defraudador, para que no salga mi furia justamente como fuego y realmente arda y no haya quien la extinga a causa de la maldad de sus tratos”.’ 13 ”‘Aquí estoy contra ti, oh moradora de la llanura baja, oh roca de la tierra llana —es la expresión de Jehová—. En cuanto a ustedes los que están diciendo: “¿Quién descenderá contra nosotros? ¿Y quién entrará en nuestras moradas?”, 14 yo también ciertamente pediré cuentas a ustedes conforme al fruto de sus tratos —es la expresión de Jehová—. Y de veras encenderé un fuego en el bosque de ella, y ciertamente devorará todas las cosas en derredor de ella’”.


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