jueves, 10 de enero de 2013

jueves, 10 de enero de 2013



TEXTO DEL DÍA

CITA BÍBLICA
Descripción Biblia

Referencias BÍBLICAS
*** Texto del jueves, 10 de enero de 2013 ***

Jueves 10 de enero

No te hagas justo en demasía (Ecl. 7:16).

(Eclesiastés 7:16)
No te hagas justo en demasía, ni te muestres excesivamente sabio. ¿Por qué debes causarte desolación?
(Isaías 65:5) los que están diciendo: ‘Apégate a ti mismo. No te acerques a mí, porque ciertamente te comunicaré santidad’. Estos son un humo en mis narices, un fuego que arde todo el día.
(Mateo 6:1) ”Cuídense mucho para que no practiquen su justicia delante de los hombres a fin de ser observados por ellos; de otra manera no tendrán galardón ante su Padre que está en los cielos.
(Mateo 12:2) Al ver esto, los fariseos le dijeron: “¡Mira! Tus discípulos están haciendo lo que no es lícito hacer en sábado”.
(Mateo 23:23) ”¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas!, porque dan el décimo de la hierbabuena y del eneldo y del comino, pero han desatendido los asuntos de más peso de la Ley, a saber: la justicia y la misericordia y la fidelidad. Era obligatorio hacer estas cosas, y sin embargo no desatender las otras cosas.
(Lucas 18:9) Pero habló esta ilustración también a algunos que confiaban en sí mismos como justos, y que consideraban como nada a los demás:
(Romanos 10:3) pues, a causa de no conocer la justicia de Dios, pero de procurar establecer la suya propia, no se sujetaron a la justicia de Dios.
(Romanos 14:10) Pero ¿por qué juzgas a tu hermano? ¿O por qué también menosprecias a tu hermano? Pues todos estaremos de pie ante el tribunal de Dios;
(Colosenses 2:23) Esas mismísimas cosas, en verdad, tienen una apariencia de sabiduría en una forma autoimpuesta de adoración y humildad [ficticia], un tratamiento severo del cuerpo; pero no son de valor alguno en combatir la satisfacción de la carne.
(Proverbios 3:7) No te hagas sabio a tus propios ojos. Teme a Jehová y apártate de lo malo.
(Juan 12:5) “¿Por qué no se vendió este aceite perfumado por trescientos denarios y se dio a los pobres?”.
(Romanos 12:3) Pues por la bondad inmerecida que se me ha dado digo a cada uno que está allí entre ustedes que no piense más de sí mismo de lo que sea necesario pensar; sino que piense de tal modo que tenga juicio sano, cada uno según le haya distribuido Dios una medida de fe.
(1 Corintios 3:18) Que nadie esté seduciéndose a sí mismo: Si alguno entre ustedes piensa que es sabio en este sistema de cosas, hágase necio, para que se haga sabio.
(2 Samuel 6:7) Ante aquello, la cólera de Jehová se encendió contra Uzah, y el Dios [verdadero] lo derribó allí por el acto irreverente, de modo que murió allí cerca del arca del Dios [verdadero].
(Proverbios 16:18) El orgullo está antes de un ruidoso estrellarse; y un espíritu altivo, antes del tropiezo.
Aunque estamos decididos a tomar muy en serio nuestra adoración y forma de vivir, debemos esforzarnos por tener una opinión equilibrada de nosotros mismos y no darnos demasiada importancia. El sentido del humor nos es de gran ayuda cuando se producen momentos de tensión, sea en casa, en el empleo o en la congregación. No debemos ser criticones con nuestra familia, pues podríamos arruinar el ambiente de paz que debe reinar en el hogar. En la congregación tenemos que aprender a reírnos con los hermanos y a disfrutar de ratos agradables con ellos. Al mismo tiempo, nuestras conversaciones y nuestra manera de enseñar han de ser siempre edificantes y positivas (2 Cor. 13:10; Efe. 4:29). El mundo en el que vivimos no demuestra respeto por Jehová y sus leyes. En cambio, los cristianos nos preocupamos por obedecerlo y serle fieles. ¡Qué placer es formar parte de este gran pueblo que sirve a Jehová! w11 15/4 1:19, 20
(2 Corintios 13:10)
Por eso escribo estas cosas estando ausente, para que, cuando esté presente, no obre con severidad según la autoridad que el Señor me dio, para edificar y no para demoler.
(1 Corintios 4:21) ¿Qué quieren ustedes? ¿Iré a ustedes con vara, o con amor y apacibilidad de espíritu?
(2 Corintios 10:6) y nos mantenemos listos para infligir castigo por toda desobediencia, tan pronto como la propia obediencia de ustedes haya sido plenamente llevada a cabo.
(Tito 1:13) 13 Este testimonio es verdadero. Por esta misma causa sigue censurándolos con severidad, para que estén saludables en la fe. . .

(Efesios 4:29)
No proceda de la boca de ustedes ningún dicho corrompido, sino todo dicho que sea bueno para edificación según haya necesidad, para que imparta lo que sea favorable a los oyentes.
(Mateo 15:11) No lo que entra por la boca contamina al hombre; pero lo que procede de la boca, eso es lo que contamina al hombre”.
(Santiago 3:10) De la misma boca salen bendición y maldición. No es correcto, hermanos míos, que estas cosas sigan ocurriendo de esta manera.
(Colosenses 4:6) 6 Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno.
*** w11 15/4 Tomemos muy en serio nuestro servicio a Dios ***

Tomemos muy en serio nuestro servicio a Dios
“Cuantas cosas sean [...] de seria consideración, [...] continúen considerando estas cosas.” (FILI. 4:8)
LA HUMANIDAD atraviesa uno de los momentos más trágicos de su historia. Sin duda, estos son “tiempos críticos, difíciles de manejar”. Las personas que carecen de visión espiritual no hallan la manera de hacerles frente (2 Tim. 3:1-5). Tratan de sacar fuerzas de su interior para seguir adelante, pero a duras penas lo logran. Por eso, intentando olvidar sus graves problemas, muchos recurren al sinnúmero de diversiones que ofrece la industria del entretenimiento.
2 En efecto, para mucha gente, la búsqueda de placeres es la principal forma de combatir el estrés. Si no tenemos cuidado, los cristianos podríamos terminar adoptando ese estilo de vida tan superficial. ¿Cómo evitaremos esa trampa? ¿Es necesario dedicar todo el tiempo a asuntos serios? ¿Cómo podemos equilibrar los placeres y las obligaciones? ¿Qué principios bíblicos nos ayudarán a actuar con seriedad, pero sin ser severos ni intolerantes?
Actuemos con seriedad en un mundo obsesionado con los placeres
3 Sobra decir que el mundo está lleno de “amadores de placeres” que solo piensan en divertirse b (2 Tim. 3:4). Esta obsesión es una auténtica amenaza para la espiritualidad (Pro. 21:17). Por esa razón, Pablo incluyó en sus cartas a Timoteo y Tito algunos consejos que destacan la importancia de comportarse con seriedad y que nos ayudan a contrarrestar la actitud frívola de este mundo (léanse 1 Timoteo 2:1, 2 y Tito 2:2-8).
4 Siglos antes, Salomón explicó que hay momentos en los que es necesario renunciar a las diversiones para atender asuntos más serios (Ecl. 3:4; 7:2-4). En efecto, la vida es tan breve que debemos esforzarnos vigorosamente por alcanzar la salvación (Luc. 13:24). Y eso exige dedicar tiempo a las cosas que son “de seria consideración” (Fili. 4:8, 9). En otras palabras, hemos de prestar cuidadosa atención a todo aspecto de la vida cristiana.
5 Por ejemplo, los cristianos imitan a Jehová y Jesús al tomar muy en serio su obligación de trabajar (Juan 5:17). De hecho, no es raro que reciban elogios por ser empleados confiables y honrados. El padre de familia debe demostrar especial empeño, pues quien se niega a mantener a los suyos actúa tan mal como el que “ha repudiado a Jehová” (1 Tim. 5:8, nota).
Servimos a Dios con seriedad, pero también con alegría
6 Desde siempre, Jehová ha esperado que sus siervos se tomen muy en serio la adoración verdadera. Por eso, cuando los israelitas no hicieron caso de la Ley de Moisés, no los libró de las graves consecuencias de sus acciones (Jos. 23:12, 13). En el siglo primero pidió a los cristianos que lucharan tenazmente para no contaminarse con doctrinas falsas y actitudes nocivas (2 Juan 7-11; Rev. 2:14-16). Y hoy sigue pidiéndonos que no nos tomemos a la ligera su adoración (1 Tim. 6:20).
7 El ministerio cristiano es una actividad que nos produce gran gozo. Ahora bien, si no queremos perder esa alegría, debemos tomar en serio nuestra labor y prepararnos bien. Fijémonos en Pablo, quien siempre tenía en cuenta la clase de personas a las que iba a enseñar. Él escribió: “Me he hecho toda cosa a gente de toda clase, para que de todos modos salve a algunos. Pero hago todas las cosas por causa de las buenas nuevas, para hacerme partícipe de ellas con otros” (1 Cor. 9:22, 23). El apóstol disfrutaba mucho dando ayuda espiritual a sus oyentes y reflexionaba sobre cómo podía satisfacer sus necesidades particulares. De ese modo conseguía darles el estímulo que necesitaban para servir a Jehová.
8 Pablo se tomaba muy en serio su ministerio. De hecho, estaba dispuesto a servir como esclavo a Jehová y a quienes escuchaban su mensaje (Rom. 12:11; 1  Cor. 9:19). Nosotros también tenemos la responsabilidad de enseñar la Palabra de Dios, sea dando lecciones bíblicas a domicilio, pronunciando un discurso en el Salón del Reino o estudiando la Biblia en familia. ¿Comprendemos bien la obligación que tenemos con aquellos a quienes enseñamos? Quizás nos parezca muy sacrificado tener que dirigir un curso bíblico todas las semanas, pues eso exige, entre otras cosas, que saquemos tiempo de nuestras propias actividades. Pero ¿no es esa la actitud que recomendó Jesús cuando dijo: “Hay más felicidad en dar que en recibir”? (Hech. 20:35.) Así es, nada nos hará tan felices como enseñar a los demás el camino a la salvación.
9 Ser serios no significa que no podamos relajarnos ni pasar ratos agradables con los amigos. Jesús nos dejó un modelo perfecto. No solo enseñaba a la gente, sino que también buscaba momentos para descansar y estrechar lazos con otras personas (Luc. 5:27-29; bJuan 12:1, 2). Tampoco es cuestión de que nunca podamos sonreír. Si Cristo hubiera tenido un carácter severo o demasiado formal, ¿quién habría querido acercársele? Pero él no era así. Incluso los niños se sentían cómodos a su lado (Juan 12:1, 2) 12 De consiguiente, Jesús, seis días antes de la pascua, llegó a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había levantado de entre los muertos. 2 De modo que le dieron una cena allí, y Marta estaba sirviendo, pero Lázaro era uno de los que estaban reclinados a la mesa con él. (Mar. 10:13-16). ¿Cómo lograremos imitar la actitud equilibrada de nuestro Maestro?
10 Un cristiano comentó acerca de un superintendente: “Se exige mucho a sí mismo, pero nunca espera perfección de los hermanos”. ¿Podría decirse eso de nosotros? Claro, no hay nada de malo en tener expectativas razonables de los demás. Por ejemplo, cuando los padres les proponen metas realistas a sus hijos y los apoyan, estos se sienten motivados a alcanzarlas. Y en la congregación, los hermanos agradecen que los ancianos les den atención personal y les ofrezcan sugerencias prácticas para fortalecer su espiritualidad. Por otro lado, el superintendente debe esforzarse por tener una opinión equilibrada de sí mismo, pues eso le ayudará a ser más accesible y cordial (Rom. 12:3). Una hermana dijo: “No me gustaría que los ancianos se tomaran todo a broma, pero me costaría mucho acercarme a uno que estuviera serio todo el tiempo”. A otra cristiana le parece que algunos “son tan formales que intimidan a los demás”. Es obvio que a ningún superintendente le gustaría empañar la alegría que sienten sus hermanos al servir a Jehová, el “Dios feliz” (1 Tim. 1:11).
Varones que asumen su responsabilidad en la congregación
11 Cuando Pablo invitó a los varones a asumir más responsabilidades en la congregación, no los estaba animando a satisfacer ambiciones personales. En realidad, sus palabras eran una exhortación a trabajar, pues dijo: “Si algún hombre está procurando alcanzar un puesto de superintendente, desea una obra excelente” (1 Tim. 3:1, 4). ¿Cómo demuestra el cristiano que “está procurando alcanzar” ese objetivo? Desarrollando el deseo de servir a los hermanos y cultivando las cualidades necesarias para ello. Los ancianos pueden recomendar el nombramiento de cualquier varón que lleve como mínimo un año de bautizado y cumpla a grado razonable los requisitos para ser siervo ministerial que se exponen en 1  Timoteo 3:8-13. Cabe señalar que el versículo 8 especifica la siguiente condición: “Los siervos ministeriales [...] deben ser serios”.
12 Joven, ¿te has bautizado y eres un cristiano serio? Si estás terminando la adolescencia, hay varias cosas que puedes hacer para adquirir responsabilidades adicionales en la congregación. Una de ellas es participar más en el ministerio. ¿Predicas con hermanos de todas las edades? ¿Estás tratando de encontrar a alguien que quiera estudiar la Biblia? Si te esfuerzas por dirigir estudios bíblicos de acuerdo con las sugerencias que se presentan en las reuniones, serás un mejor maestro y aprenderás a ponerte en el lugar de las personas a quienes enseñas. Y cuando tus estudiantes comprendan que deben hacer cambios en su vida, sabrás demostrar paciencia y tacto al ayudarlos a poner en práctica los principios bíblicos.
13 ¿Te has puesto a la disposición de los hermanos de edad avanzada para ayudarles en lo que necesiten? ¿Colaboras de buena gana en la limpieza y el mantenimiento del Salón del Reino? Si eres servicial y te ofreces para realizar cualquier tarea que haga falta, demostrarás que estás tomando muy en serio tu ministerio. Recuerda que puedes ser como Timoteo, quien cuidaba de sus hermanos con genuino interés (léase Filipenses 2:19-22).
14 Ancianos, asígnenles tareas a estos hermanos que están luchando por huir “de los deseos que acompañan a la juventud” y cultivando cualidades como “la justicia, la fe, el amor [y] la paz” (2 Tim. 2:22). Las labores que desempeñen en la congregación permitirán que sean “[probados] en cuanto a aptitud”. Si cumplen bien con sus responsabilidades, su “adelantamiento [será] manifiesto a todos” (1 Tim. 3:10; 4:15) .
Actuemos con seriedad en la congregación y en el hogar
15 Comportarse con seriedad incluye tratar con dignidad y respeto a todos los hermanos, tal como aconsejó Pablo a Timoteo (léase 1 Timoteo 5:1, 2). Esto es especialmente necesario al relacionarnos con los miembros del sexo opuesto. Job nos dejó un excelente ejemplo, pues siempre respetó la dignidad de las mujeres, y sobre todo la de su esposa. Así lo demostró al hacer un esfuerzo consciente por no mirar con deseo a nadie más (Job 31:1). Quien trata con seriedad a sus hermanos y hermanas evita coquetear y nunca hace nada que pueda incomodarlos. En particular, los siervos de Dios que entablan una relación con miras a casarse deben respetar la dignidad de su pareja. El cristiano serio jamás jugaría con las emociones de alguien del sexo opuesto (Pro. 12:22).
16 Algo que también debemos tomar muy en serio es la función que Dios le ha asignado a cada miembro de la familia. El mundo de Satanás ha ridiculizado el papel del esposo y padre. ¿Cómo? Mediante la industria del entretenimiento, la cual ha convertido la figura paterna en una mera caricatura que nadie respeta. En cambio, las Escrituras señalan que el marido tiene una gran responsabilidad como “cabeza de su esposa” (Efe. 5:23; Cor. 11:3)1 .
17 El cristiano que satisface las necesidades materiales de su familia, pero descuida las espirituales, no está obrando con sensatez y sabiduría (Deu. 6:6, 7). Por eso, 1 Timoteo 3:4 señala que si desea asumir más responsabilidades en la congregación, debe ser un “hombre que presida su propia casa excelentemente, que tenga hijos en sujeción con toda seriedad”. Si usted es padre, pregúntese: “¿Celebro todas las semanas la Noche de Adoración en Familia?”. Lamentablemente, hay hermanas que casi les tienen que rogar a sus maridos que tomen la iniciativa. Todo esposo debe ver con seriedad esta importante obligación. Y sobra decir que la esposa debe apoyarlo para que logre cumplir con el programa establecido.
18 La Biblia también anima a los hijos a tomar con seriedad los asuntos importantes de la vida (Ecl. 12:1). No está mal que los niños realicen en el hogar tareas que sean adecuadas a su edad y aptitudes. Esto les enseñará desde pequeños a trabajar con esmero (Lam. 3:27). Siendo muy joven, David aprendió a pastorear las ovejas. También aprendió a tocar música y componer canciones, habilidades que lo llevaron a servir delante del rey de Israel (1 Sam. 16:11, 12, 18-21). Es obvio que, de niño, David jugaba como todos los demás, pero también desarrolló valiosas destrezas que años más tarde empleó para alabar a Jehová. Por ejemplo, la paciencia que cultivó como pastor le fue muy útil para dirigir a la nación de Israel. Jóvenes, ¿están adquiriendo habilidades que los preparen para servir mejor a su Creador y asumir más responsabilidades en el futuro?
Seamos equilibrados
19 Todos debemos esforzarnos por tener una opinión equilibrada de nosotros mismos y no darnos demasiada importancia. Ningún cristiano quisiera ser “justo en demasía” (Ecl. 7:16). El sentido del humor nos es de gran ayuda cuando se producen momentos de tensión, ya sea en casa, en el empleo o en la congregación. Además, no debemos ser criticones con nuestra familia, pues podríamos arruinar el ambiente de paz que debe reinar en todo hogar. Y en la congregación tenemos que aprender a reírnos con nuestros hermanos en la fe y a disfrutar de ratos agradables con ellos. Al mismo tiempo, nuestras conversaciones y nuestra manera de enseñar han de ser siempre edificantes y positivas (2 Cor. 13:10; Efe. 4:29).
20 Este mundo no demuestra respeto por Jehová y sus leyes. En cambio, los cristianos nos preocupamos por obedecerlo y serle fieles. ¡Qué placer es formar parte de este gran pueblo que sirve a Jehová “con toda seriedad”! Sin duda, estamos más decididos que nunca a tomar muy en serio nuestra forma de vivir y nuestra adoración.
¿Qué respondería?
• ¿Por qué debemos rechazar la actitud frívola del mundo?
• ¿Cómo podemos efectuar nuestro ministerio con seriedad, pero también con alegría?
• ¿Cómo ve las responsabilidades el cristiano serio?
• ¿Por qué es tan importante tratar con dignidad a los miembros de nuestra familia y de la congregación?
[Preguntas del estudio]
 1, 2. ¿Por qué llevan muchos un estilo de vida superficial, y qué preguntas surgen al respecto?
 3, 4. ¿Qué consejos bíblicos destacan la importancia de comportarse con seriedad?
 5. ¿Qué obligación debemos tomar con toda seriedad?
 6. ¿Cómo sabemos que la adoración pura debe tomarse en serio?
 7. ¿Cómo se preparaba Pablo para el ministerio?
 8. a) ¿Qué actitud debemos tener hacia las personas a quienes enseñamos? b) ¿Por qué produce tanta alegría dirigir estudios bíblicos?
 9, 10. a) Explique cómo podemos ser serios y, al mismo tiempo, relajarnos y pasar ratos agradables con los demás. b) ¿Qué ayudará a los ancianos a ser más accesibles y cordiales?
11. ¿Cómo demuestra el cristiano que “está procurando alcanzar” un puesto de responsabilidad?
12, 13. ¿Qué pueden hacer los jóvenes para adquirir más responsabilidades en la congregación?
14. ¿Cómo son “[probados] en cuanto a aptitud” los jóvenes de la congregación?
15. En armonía con el consejo de 1 Timoteo 5:1, 2, ¿cómo demuestra el cristiano seriedad en su trato con los demás?
16. ¿Qué diferencia hay entre la opinión que el mundo tiene de la figura del esposo y padre, y el valor que le asigna la Biblia?
17. ¿Cómo demostramos que estamos tomando en serio nuestras obligaciones espirituales en el hogar?
18. ¿Cómo pueden los niños aprender a tomarse con seriedad las cosas?
19, 20. ¿Qué actitud equilibrada debemos esforzarnos por tener sobre nosotros mismos y nuestro servicio?

No hay comentarios:

Publicar un comentario