TEXTO DEL
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CITA
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Descripción Biblia
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Referencias
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*** Texto del jueves,
10 de enero de 2013 ***
Jueves 10 de enero
No te hagas justo en
demasía (Ecl. 7:16).
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(Eclesiastés 7:16)
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No te hagas justo en
demasía, ni te muestres excesivamente sabio.
¿Por qué debes causarte desolación?
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(Isaías 65:5) los que están diciendo: ‘Apégate a ti
mismo. No te acerques a mí, porque ciertamente te comunicaré santidad’. Estos
son un humo en mis narices, un fuego que arde todo el día.
(Mateo 6:1) ”Cuídense mucho para que no practiquen
su justicia delante de los hombres a fin de ser observados por ellos; de otra
manera no tendrán galardón ante su Padre que está en los cielos.
(Mateo 12:2) Al ver esto, los fariseos le dijeron:
“¡Mira! Tus discípulos están haciendo lo que no es lícito hacer en sábado”.
(Mateo 23:23) ”¡Ay de ustedes, escribas y fariseos,
hipócritas!, porque dan el décimo de la hierbabuena y del eneldo y del
comino, pero han desatendido los asuntos de más peso de la Ley, a saber: la
justicia y la misericordia y la fidelidad. Era obligatorio hacer estas cosas,
y sin embargo no desatender las otras cosas.
(Lucas 18:9) Pero habló esta ilustración también a
algunos que confiaban en sí mismos como justos, y que consideraban como nada
a los demás:
(Romanos 10:3) pues, a causa de no conocer la justicia
de Dios, pero de procurar establecer la suya propia, no se sujetaron a la
justicia de Dios.
(Romanos 14:10) Pero ¿por qué juzgas a tu hermano? ¿O
por qué también menosprecias a tu hermano? Pues todos estaremos de pie ante
el tribunal de Dios;
(Colosenses 2:23) Esas mismísimas cosas, en verdad,
tienen una apariencia de sabiduría en una forma autoimpuesta de adoración y
humildad [ficticia], un tratamiento severo del cuerpo; pero no son de valor
alguno en combatir la satisfacción de la carne.
(Proverbios 3:7) No te hagas sabio a tus propios ojos.
Teme a Jehová y apártate de lo malo.
(Juan 12:5) “¿Por qué no se vendió este aceite
perfumado por trescientos denarios y se dio a los pobres?”.
(Romanos 12:3) Pues por la bondad inmerecida que se
me ha dado digo a cada uno que está allí entre ustedes que no piense más de
sí mismo de lo que sea necesario pensar; sino que piense de tal modo que
tenga juicio sano, cada uno según le haya distribuido Dios una medida de fe.
(1
Corintios 3:18) Que nadie esté seduciéndose a sí mismo: Si
alguno entre ustedes piensa que es sabio en este sistema de cosas, hágase
necio, para que se haga sabio.
(2 Samuel
6:7) Ante aquello, la cólera de Jehová se encendió contra Uzah, y el
Dios [verdadero] lo derribó allí por el acto irreverente, de modo que murió
allí cerca del arca del Dios [verdadero].
(Proverbios 16:18) El orgullo está antes de un ruidoso
estrellarse; y un espíritu altivo, antes del tropiezo.
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Aunque estamos
decididos a tomar muy en serio nuestra adoración y forma de vivir, debemos
esforzarnos por tener una opinión equilibrada de nosotros mismos y
no darnos demasiada importancia. El sentido del humor nos es de
gran ayuda cuando se producen momentos de tensión, sea en casa, en el empleo
o en la congregación. No debemos ser criticones con nuestra familia,
pues podríamos arruinar el ambiente de paz que debe reinar en el hogar. En la
congregación tenemos que aprender a reírnos con los hermanos y a disfrutar de
ratos agradables con ellos. Al mismo tiempo, nuestras conversaciones y
nuestra manera de enseñar han de ser siempre edificantes y positivas (2 Cor. 13:10; Efe. 4:29).
El mundo en el que vivimos no demuestra respeto por Jehová y sus
leyes. En cambio, los cristianos nos preocupamos por obedecerlo y serle
fieles. ¡Qué placer es formar parte de este gran pueblo que sirve a Jehová! w11 15/4 1:19, 20
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(2 Corintios
13:10)
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Por eso escribo
estas cosas estando ausente, para que, cuando esté presente, no obre con severidad según la autoridad que el
Señor me dio, para edificar
y no para demoler.
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(1 Corintios
4:21) ¿Qué quieren ustedes? ¿Iré a ustedes con vara, o con amor y
apacibilidad de espíritu?
(2 Corintios
10:6) y nos mantenemos listos para infligir castigo por toda
desobediencia, tan pronto como la propia obediencia de ustedes haya sido
plenamente llevada a cabo.
(Tito 1:13)
13 Este testimonio es verdadero. Por esta misma causa
sigue censurándolos con severidad, para que estén saludables en la
fe. . .
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(Efesios 4:29)
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No proceda de la
boca de ustedes ningún dicho corrompido,
sino todo dicho que sea bueno para edificación según haya necesidad, para que
imparta lo que sea favorable a los oyentes.
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(Mateo 15:11)
No lo que entra por la boca contamina al hombre; pero lo que procede de la
boca, eso es lo que contamina al hombre”.
(Santiago 3:10)
De la misma boca salen bendición y maldición. No es correcto, hermanos míos,
que estas cosas sigan ocurriendo de esta manera.
(Colosenses 4:6)
6 Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con
sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno.
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*** w11 15/4 Tomemos muy en serio
nuestro servicio a Dios ***
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Tomemos muy en serio nuestro servicio a
Dios
“Cuantas
cosas sean [...] de seria consideración, [...] continúen
considerando estas cosas.” (FILI. 4:8)
LA
HUMANIDAD atraviesa uno de los momentos más trágicos de su historia. Sin
duda, estos son “tiempos críticos, difíciles de manejar”. Las personas que
carecen de visión espiritual no hallan la manera de hacerles frente
(2 Tim. 3:1-5). Tratan de sacar fuerzas de su interior para seguir
adelante, pero a duras penas lo logran. Por eso, intentando olvidar sus
graves problemas, muchos recurren al sinnúmero de diversiones que ofrece la
industria del entretenimiento.
2 En
efecto, para mucha gente, la búsqueda de placeres es la principal forma de
combatir el estrés. Si no tenemos cuidado, los cristianos podríamos
terminar adoptando ese estilo de vida tan superficial. ¿Cómo evitaremos esa
trampa? ¿Es necesario dedicar todo el tiempo a asuntos serios? ¿Cómo podemos
equilibrar los placeres y las obligaciones? ¿Qué principios bíblicos nos
ayudarán a actuar con seriedad, pero sin ser severos ni intolerantes?
Actuemos con seriedad en un mundo obsesionado
con los placeres
3 Sobra
decir que el mundo está lleno de “amadores de placeres” que solo piensan en
divertirse b (2 Tim. 3:4). Esta obsesión es una auténtica amenaza para la
espiritualidad (Pro. 21:17). Por esa razón, Pablo incluyó en sus cartas a
Timoteo y Tito algunos consejos que destacan la importancia de comportarse
con seriedad y que nos ayudan a contrarrestar la actitud frívola de este
mundo (léanse 1 Timoteo 2:1, 2
y Tito 2:2-8).
4 Siglos
antes, Salomón explicó que hay momentos en los que es necesario renunciar a
las diversiones para atender asuntos más serios (Ecl. 3:4; 7:2-4).
En efecto, la vida es tan breve que debemos esforzarnos vigorosamente
por alcanzar la salvación (Luc. 13:24). Y eso exige dedicar tiempo a las
cosas que son “de seria consideración” (Fili. 4:8, 9). En otras
palabras, hemos de prestar cuidadosa atención a todo aspecto de la vida
cristiana.
5 Por
ejemplo, los cristianos imitan a Jehová y Jesús al tomar muy en serio su
obligación de trabajar (Juan 5:17). De hecho, no es raro que
reciban elogios por ser empleados confiables y honrados. El padre de
familia debe demostrar especial empeño, pues quien se niega a mantener a los
suyos actúa tan mal como el que “ha repudiado a Jehová” (1 Tim. 5:8, nota).
Servimos a Dios con seriedad, pero también
con alegría
6 Desde
siempre, Jehová ha esperado que sus siervos se tomen muy en serio la
adoración verdadera. Por eso, cuando los israelitas no hicieron caso de
la Ley de Moisés, no los libró de las graves consecuencias de sus
acciones (Jos. 23:12, 13). En el siglo primero pidió a los
cristianos que lucharan tenazmente para no contaminarse con doctrinas
falsas y actitudes nocivas (2 Juan 7-11; Rev. 2:14-16). Y hoy sigue
pidiéndonos que no nos tomemos a la ligera su adoración (1 Tim.
6:20).
7 El
ministerio cristiano es una actividad que nos produce gran gozo. Ahora bien,
si no queremos perder esa alegría, debemos tomar en serio nuestra labor
y prepararnos bien. Fijémonos en Pablo, quien siempre tenía en cuenta la
clase de personas a las que iba a enseñar. Él escribió: “Me he hecho
toda cosa a gente de toda clase, para que de todos modos salve a algunos.
Pero hago todas las cosas por causa de las buenas nuevas, para hacerme
partícipe de ellas con otros” (1 Cor. 9:22, 23). El apóstol
disfrutaba mucho dando ayuda espiritual a sus oyentes y reflexionaba sobre
cómo podía satisfacer sus necesidades particulares. De ese modo
conseguía darles el estímulo que necesitaban para servir a Jehová.
8 Pablo se
tomaba muy en serio su ministerio. De hecho, estaba dispuesto a servir
como esclavo a Jehová y a quienes escuchaban su mensaje (Rom. 12:11;
1 Cor. 9:19). Nosotros también tenemos la responsabilidad de enseñar la
Palabra de Dios, sea dando lecciones bíblicas a domicilio, pronunciando un
discurso en el Salón del Reino o estudiando la Biblia en familia.
¿Comprendemos bien la obligación que tenemos con aquellos a quienes
enseñamos? Quizás nos parezca muy sacrificado tener que dirigir un curso
bíblico todas las semanas, pues eso exige, entre otras cosas, que saquemos
tiempo de nuestras propias actividades. Pero ¿no es esa la actitud que
recomendó Jesús cuando dijo: “Hay más felicidad en dar que en recibir”?
(Hech. 20:35.) Así es, nada nos hará tan felices como enseñar a los demás el
camino a la salvación.
9 Ser
serios no significa que no podamos relajarnos ni pasar ratos
agradables con los amigos. Jesús nos dejó un modelo perfecto. No solo
enseñaba a la gente, sino que también buscaba momentos para descansar y estrechar
lazos con otras personas (Luc. 5:27-29; bJuan 12:1, 2). Tampoco es
cuestión de que nunca podamos sonreír. Si Cristo hubiera tenido un
carácter severo o demasiado formal, ¿quién habría querido acercársele? Pero
él no era así. Incluso los niños se sentían cómodos a su lado (Juan 12:1, 2) 12 De consiguiente, Jesús, seis días antes de la pascua, llegó a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había levantado de entre los muertos. 2 De modo que le dieron una cena allí, y Marta estaba sirviendo, pero Lázaro era uno de los que estaban reclinados a la mesa con él.
(Mar.
10:13-16). ¿Cómo lograremos imitar la actitud equilibrada de nuestro Maestro?
10 Un
cristiano comentó acerca de un superintendente: “Se exige mucho a sí mismo,
pero nunca espera perfección de los hermanos”. ¿Podría decirse eso de nosotros?
Claro, no hay nada de malo en tener expectativas razonables de los
demás. Por ejemplo, cuando los padres les proponen metas realistas a sus
hijos y los apoyan, estos se sienten motivados a alcanzarlas. Y en la
congregación, los hermanos agradecen que los ancianos les den atención
personal y les ofrezcan sugerencias prácticas para fortalecer su
espiritualidad. Por otro lado, el superintendente debe esforzarse por tener
una opinión equilibrada de sí mismo, pues eso le ayudará a ser más accesible
y cordial (Rom. 12:3). Una hermana dijo: “No me gustaría que los
ancianos se tomaran todo a broma, pero me costaría mucho acercarme a uno que
estuviera serio todo el tiempo”. A otra cristiana le parece que algunos
“son tan formales que intimidan a los demás”. Es obvio que a ningún
superintendente le gustaría empañar la alegría que sienten sus hermanos al
servir a Jehová, el “Dios feliz” (1 Tim. 1:11).
Varones que asumen su responsabilidad en la
congregación
11 Cuando
Pablo invitó a los varones a asumir más responsabilidades en la congregación,
no los estaba animando a satisfacer ambiciones personales.
En realidad, sus palabras eran una exhortación a trabajar, pues dijo:
“Si algún hombre está procurando alcanzar un puesto de superintendente, desea
una obra excelente” (1 Tim. 3:1, 4). ¿Cómo demuestra
el cristiano que “está procurando alcanzar” ese objetivo? Desarrollando el
deseo de servir a los hermanos y cultivando las cualidades necesarias para
ello. Los ancianos pueden recomendar el nombramiento de cualquier varón que
lleve como mínimo un año de bautizado y cumpla a grado razonable los
requisitos para ser siervo ministerial que se exponen en 1 Timoteo
3:8-13. Cabe señalar que el versículo 8 especifica la siguiente condición:
“Los siervos ministeriales [...] deben ser serios”.
12 Joven,
¿te has bautizado y eres un cristiano serio? Si estás terminando la
adolescencia, hay varias cosas que puedes hacer para adquirir
responsabilidades adicionales en la congregación. Una de ellas es participar
más en el ministerio. ¿Predicas con hermanos de todas las edades? ¿Estás
tratando de encontrar a alguien que quiera estudiar la Biblia? Si te
esfuerzas por dirigir estudios bíblicos de acuerdo con las sugerencias que se
presentan en las reuniones, serás un mejor maestro y aprenderás a ponerte en
el lugar de las personas a quienes enseñas. Y cuando tus estudiantes
comprendan que deben hacer cambios en su vida, sabrás demostrar paciencia y
tacto al ayudarlos a poner en práctica los principios bíblicos.
13 ¿Te has
puesto a la disposición de los hermanos de edad avanzada para ayudarles en lo
que necesiten? ¿Colaboras de buena gana en la limpieza y el mantenimiento del
Salón del Reino? Si eres servicial y te ofreces para realizar cualquier
tarea que haga falta, demostrarás que estás tomando muy en serio tu
ministerio. Recuerda que puedes ser como Timoteo, quien cuidaba de sus
hermanos con genuino interés (léase Filipenses 2:19-22).
14 Ancianos,
asígnenles tareas a estos hermanos que están luchando por huir “de los deseos
que acompañan a la juventud” y cultivando cualidades como “la justicia, la
fe, el amor [y] la paz” (2 Tim. 2:22). Las labores que desempeñen en la
congregación permitirán que sean “[probados] en cuanto a aptitud”.
Si cumplen bien con sus responsabilidades, su “adelantamiento [será]
manifiesto a todos” (1 Tim. 3:10; 4:15) .
Actuemos con seriedad en la congregación y
en el hogar
15
Comportarse con seriedad incluye tratar con dignidad y respeto a todos los
hermanos, tal como aconsejó Pablo a Timoteo (léase 1 Timoteo
5:1, 2). Esto es especialmente necesario al
relacionarnos con los miembros del sexo opuesto. Job nos dejó un excelente
ejemplo, pues siempre respetó la dignidad de las mujeres, y sobre todo la de
su esposa. Así lo demostró al hacer un esfuerzo consciente por no mirar
con deseo a nadie más (Job 31:1). Quien trata con seriedad a sus hermanos y
hermanas evita coquetear y nunca hace nada que pueda incomodarlos.
En particular, los siervos de Dios que entablan una relación con miras a
casarse deben respetar la dignidad de su pareja. El cristiano serio
jamás jugaría con las emociones de alguien del sexo opuesto (Pro. 12:22).
16 Algo que
también debemos tomar muy en serio es la función que Dios le ha asignado a
cada miembro de la familia. El mundo de Satanás ha ridiculizado el papel
del esposo y padre. ¿Cómo? Mediante la industria del entretenimiento, la cual
ha convertido la figura paterna en una mera caricatura que nadie respeta.
En cambio, las Escrituras señalan que el marido tiene una gran
responsabilidad como “cabeza de su esposa” (Efe. 5:23; Cor. 11:3)1 .
17 El
cristiano que satisface las necesidades materiales de su familia, pero
descuida las espirituales, no está obrando con sensatez y sabiduría
(Deu. 6:6, 7). Por eso, 1 Timoteo 3:4 señala que si desea asumir
más responsabilidades en la congregación, debe ser un “hombre que presida su
propia casa excelentemente, que tenga hijos en sujeción con toda
seriedad”. Si usted es padre, pregúntese: “¿Celebro todas las
semanas la Noche de Adoración en Familia?”. Lamentablemente, hay hermanas que
casi les tienen que rogar a sus maridos que tomen la iniciativa. Todo esposo
debe ver con seriedad esta importante obligación. Y sobra decir que la
esposa debe apoyarlo para que logre cumplir con el programa establecido.
18 La Biblia
también anima a los hijos a tomar con seriedad los asuntos importantes de la
vida (Ecl. 12:1). No está mal que los niños realicen en el hogar tareas
que sean adecuadas a su edad y aptitudes. Esto les enseñará desde pequeños a
trabajar con esmero (Lam. 3:27). Siendo muy joven, David aprendió a pastorear
las ovejas. También aprendió a tocar música y componer canciones, habilidades
que lo llevaron a servir delante del rey de Israel (1 Sam. 16:11, 12,
18-21). Es obvio que, de niño, David jugaba como todos los demás, pero
también desarrolló valiosas destrezas que años más tarde empleó para alabar a
Jehová. Por ejemplo, la paciencia que cultivó como pastor le fue muy útil
para dirigir a la nación de Israel. Jóvenes, ¿están adquiriendo habilidades
que los preparen para servir mejor a su Creador y asumir más
responsabilidades en el futuro?
Seamos equilibrados
19 Todos
debemos esforzarnos por tener una opinión equilibrada de nosotros mismos y
no darnos demasiada importancia. Ningún cristiano quisiera ser “justo en
demasía” (Ecl. 7:16). El sentido del humor nos es de gran ayuda cuando
se producen momentos de tensión, ya sea en casa, en el empleo o en la
congregación. Además, no debemos ser criticones con nuestra familia,
pues podríamos arruinar el ambiente de paz que debe reinar en todo hogar.
Y en la congregación tenemos que aprender a reírnos con nuestros
hermanos en la fe y a disfrutar de ratos agradables con ellos. Al mismo
tiempo, nuestras conversaciones y nuestra manera de enseñar han de ser
siempre edificantes y positivas (2 Cor. 13:10; Efe. 4:29).
20 Este
mundo no demuestra respeto por Jehová y sus leyes. En cambio, los
cristianos nos preocupamos por obedecerlo y serle fieles. ¡Qué placer es
formar parte de este gran pueblo que sirve a Jehová “con toda seriedad”! Sin duda,
estamos más decididos que nunca a tomar muy en serio nuestra forma de vivir y
nuestra adoración.
¿Qué respondería?
• ¿Por qué
debemos rechazar la actitud frívola del mundo?
• ¿Cómo
podemos efectuar nuestro ministerio con seriedad, pero también con alegría?
• ¿Cómo ve
las responsabilidades el cristiano serio?
• ¿Por qué
es tan importante tratar con dignidad a los miembros de nuestra familia y de
la congregación?
[Preguntas del estudio]
1, 2. ¿Por qué llevan muchos un estilo de
vida superficial, y qué preguntas surgen al respecto?
3, 4. ¿Qué consejos bíblicos destacan la
importancia de comportarse con seriedad?
5. ¿Qué obligación debemos tomar con toda
seriedad?
6. ¿Cómo sabemos que la adoración pura debe
tomarse en serio?
7. ¿Cómo se preparaba Pablo para el
ministerio?
8. a) ¿Qué actitud debemos tener hacia las
personas a quienes enseñamos? b) ¿Por qué produce tanta alegría dirigir
estudios bíblicos?
9, 10. a) Explique cómo podemos ser serios
y, al mismo tiempo, relajarnos y pasar ratos agradables con los demás. b)
¿Qué ayudará a los ancianos a ser más accesibles y cordiales?
11. ¿Cómo
demuestra el cristiano que “está procurando alcanzar” un puesto de
responsabilidad?
12, 13.
¿Qué pueden hacer los jóvenes para adquirir más responsabilidades en la congregación?
14. ¿Cómo
son “[probados] en cuanto a aptitud” los jóvenes de la congregación?
15. En
armonía con el consejo de 1 Timoteo 5:1, 2, ¿cómo demuestra el
cristiano seriedad en su trato con los demás?
16. ¿Qué
diferencia hay entre la opinión que el mundo tiene de la figura del esposo y
padre, y el valor que le asigna la Biblia?
17. ¿Cómo
demostramos que estamos tomando en serio nuestras obligaciones espirituales
en el hogar?
18. ¿Cómo
pueden los niños aprender a tomarse con seriedad las cosas?
19, 20.
¿Qué actitud equilibrada debemos esforzarnos por tener sobre nosotros mismos
y nuestro servicio?
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jueves, 10 de enero de 2013
jueves, 10 de enero de 2013
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