lunes, 29 de octubre de 2012

Domingo, 28 de Octubre de 2012




TEXTO DEL DIA

CITA BIBLICA
Descripción Biblia

Referencias BIBLICAS
*** Texto del Domingo, 28 de Octubre de 2012 ***
Domingo 28 de octubre
No [...] dejen que les llamen “líder” pues ustedes solamente tienen un Líder, [...] el Cristo (Mat. 23:9, 10, La Palabra de Dios para Todos).


► es12 pág. 107 Octubre
(Mateo 23:9, 10)
Además, no llamen padre de ustedes a nadie sobre la tierra, porque uno solo es su Padre,
(Mateo 6:9) 9 ”Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera: ”‘Padre nuestro [que estás] en los cielos, santificado sea tu nombre.

el Celestial. 10 Tampoco sean llamados ‘caudillos’, porque su Caudillo es uno, el Cristo.
(1 Pedro 5:3) 3 tampoco como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño.

Las iglesias de la cristiandad tienen por líderes a seres humanos, como el papa de Roma o los patriarcas y metropolitanos de las iglesias ortodoxas orientales. En cambio, los testigos de Jehová no reconocen como cabeza a ningún ser humano; ellos son seguidores del Hijo de Dios, del cual dijo Jehová en una profecía: “¡Miren! Lo he dado como testigo [...], como caudillo y comandante a los grupos nacionales” (Isa. 55:4).
(Isaías 55:4)
¡Miren! Lo he dado
(Juan 3:16) ”Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna.
(Juan 18:37) Por lo tanto le dijo Pilato: “Bueno, pues, ¿eres tú rey?”. Jesús contestó: “Tú mismo dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio acerca de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz”.
como testigo a los grupos nacionales,
(Isaías 49:1) Escúchenme, oh islas, y presten atención, lejanos grupos nacionales. Jehová mismo me ha llamado hasta desde el vientre. Desde las entrañas de mi madre ha hecho mención de mi nombre.
(Isaías 51:4) ”Préstenme atención, oh pueblo mío; y grupo nacional mío, a mí presten oído. Porque de mí saldrá una ley misma, y haré que mi decisión judicial repose hasta como una luz para los pueblos.
(Daniel 7:14) Y a él fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación de duración indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas.
(Miqueas 4:2) Y muchas naciones ciertamente irán y dirán: “Vengan, y subamos a la montaña de Jehová y a la casa del Dios de Jacob; y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en sus sendas”. Porque de Sión saldrá ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
como caudillo
(Salmo 2:6) [diciendo:] “Yo, sí, yo, he instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña”.
(Jeremías 30:9) Y ellos ciertamente servirán a Jehová su Dios y a David su rey, a quien levantaré para ellos.”
(Daniel 9:25) Y debes saber y tener la perspicacia [de que] desde la salida de [la] palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén hasta Mesías [el] Caudillo, habrá siete semanas, también sesenta y dos semanas. Ella volverá y será realmente reedificada, con plaza pública y foso, pero en los aprietos de los tiempos.
(Mateo 23:10) Tampoco sean llamados ‘caudillos’, porque su Caudillo es uno, el Cristo.
y comandante a los grupos nacionales.
(Génesis 49:10) El cetro no se apartará de Judá, ni el bastón de comandante de entre sus pies, hasta que venga Siló; y a él pertenecerá la obediencia de los pueblos.
(Salmo 110:2) La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, [diciendo:] “Ve sojuzgando en medio de tus enemigos”.
(Daniel 12:1) ”Y durante aquel tiempo se pondrá de pie Miguel, el gran príncipe que está plantado a favor de los hijos de tu pueblo. Y ciertamente ocurrirá un tiempo de angustia como el cual no se ha hecho que ocurra uno desde que hubo nación hasta aquel tiempo. Y durante aquel tiempo tu pueblo escapará, todo el que se halle escrito en el libro.
(Mateo 28:18) Y Jesús se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra.
En efecto, la congregación cristiana mundial, formada por los ungidos y las “otras ovejas”, únicamente acepta a aquel a quien Jehová ha designado (Juan 10:16). En conformidad con las palabras de Jesús, “solamente tienen un Líder, [...] el Cristo”. w10 15/9 4:1
(Juan 10:16)
”Y tengo otras ovejas,
(Salmo 45:14) En ropaje tejido será llevada al rey. Las vírgenes de su séquito como compañeras suyas están siendo introducidas a ti.
(Mateo 25:33) Y pondrá las ovejas a su derecha, pero las cabras a su izquierda.
(Revelación 7:9) Después de estas cosas vi, y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos.
que no son de este redil;
(Lucas 12:32) ”No teman, rebaño pequeño, porque su Padre ha aprobado darles el reino.
(Juan 10:1) “Muy verdaderamente les digo: El que no entra en el aprisco de las ovejas por la puerta, sino que trepa por otra parte, ese es ladrón y saqueador.
a esas también tengo que traer, y escucharán mi voz,
(Génesis 49:10) 10 El cetro no se apartará de Judá, ni el bastón de comandante de entre sus pies, hasta que venga Siló; y a él pertenecerá la obediencia de los pueblos.
y llegarán a ser un solo rebaño, un solo pastor.
(Ezequiel 34:23) Y ciertamente levantaré sobre ellas un solo pastor, y él tiene que apacentarlas, aun mi siervo David. Él mismo las apacentará, y él mismo llegará a ser su pastor.
(Ezequiel 37:24) ”’”Y mi siervo David será rey sobre ellos, y un solo pastor es lo que todos llegarán a tener; y en mis decisiones judiciales andarán, y mis estatutos guardarán, y ciertamente los ejecutarán.
(1 Pedro 5:4) Y cuando el pastor principal haya sido manifestado, ustedes recibirán la inmarcesible corona de la gloria.
*** w10 15/9 “Solamente tienen un Líder, [...] el Cristo” ***

“Solamente tienen un Líder, [...] el Cristo”

 “No [...] dejen que les llamen ‘líder’ pues ustedes solamente tienen un Líder, [...] el Cristo.” (MAT. 23:9, 10, La Palabra de Dios para Todos [PDT])
LAS iglesias de la cristiandad tienen por líderes a seres humanos, como el papa de Roma o los patriarcas y metropolitanos de las iglesias ortodoxas orientales. En cambio, los testigos de Jehová no reconocen como cabeza a ningún ser humano; ellos son seguidores del Hijo de Dios, del cual dijo Jehová en una profecía: “¡Miren! Lo he dado como testigo [...], como caudillo y comandante a los grupos nacionales” (Isa. 55:4). En efecto, la congregación cristiana mundial, formada por los ungidos y las “otras ovejas”, únicamente acepta a aquel a quien Jehová ha designado (Juan 10:16). En conformidad con las palabras de Jesús, “solamente tienen un Líder, [...] el Cristo” (Mat. 23:10, PDT).
El príncipe espiritual de Israel
2 Siglos antes de que se fundara la congregación cristiana, Jehová nombró a un ángel para dirigir a su pueblo. Tras liberar de Egipto a la nación de Israel, Dios le anunció: “Voy a enviar un ángel delante de ti para mantenerte en el camino y para introducirte en el lugar que he preparado. Cuídate a causa de él y obedece su voz. No te portes rebeldemente contra él, porque no perdonará la transgresión de ustedes; porque mi nombre está dentro de él” (Éxo. 23:20, 21). ¿Quién era este ángel? En vista de que Jehová dijo: “Mi nombre está dentro de él”, tenemos razones para pensar que se trataba de su Hijo primogénito.
3 Todo indica que, antes de venir a la Tierra, el Hijo de Dios era conocido por el nombre Miguel. En el libro de Daniel se le llama “el príncipe de [Israel]” (Dan. 10:21). Por otro lado, el discípulo Judas menciona un suceso que muestra que mucho antes de los días de Daniel, Miguel ya actuaba a favor del pueblo de Dios. Cuando Moisés murió, parece que Satanás intentó usar su cadáver con malos fines, posiblemente para fomentar la idolatría entre los israelitas. Sin embargo, Miguel intervino para impedírselo. Judas señala en su carta que “cuando Miguel el arcángel tuvo una diferencia con el Diablo y disputaba acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a llevar un juicio contra él en términos injuriosos, sino que dijo: ‘Que Jehová te reprenda’” (Jud. 9). Poco después de aquel suceso y justo antes del asedio a Jericó, el “príncipe del ejército de Jehová” —sin duda Miguel— se le apareció a Josué para confirmarle que contaba con el respaldo divino (léase Josué 5:13-15). Y siglos más tarde, en tiempos de Daniel, el arcángel Miguel acudió en auxilio de un ángel que llevaba un importante mensaje para el profeta, pero que había sido interceptado por un poderoso demonio (Dan. 10:5-7, 12-14).
Se convierte en el Líder prometido
4 Poco antes del incidente con aquel demonio, Jehová había enviado al ángel Gabriel para que le diera a conocer a Daniel una profecía sobre la llegada de “Mesías el Caudillo” (Dan. 9:21-25). En los últimos meses del año 29, justo en el momento predicho, Jesús recibió el espíritu santo, tras haber sido bautizado por Juan, y se convirtió en el Mesías o Cristo, es decir, en el Ungido de Dios (Mat. 3:13-17; Juan 1:29-34; Gál. 4:4). Como tal, estaba destinado a ser un Líder sin igual.
5 Desde el comienzo de su ministerio, Jesús demostró que era el Líder prometido, “Mesías el Caudillo”. Pocos días después de bautizarse comenzó a reunir seguidores y realizó su primer milagro (Juan 1:35–2:11). Acompañado de sus discípulos, recorrió Israel predicando las buenas nuevas del Reino (Luc. 8:1). No solo les enseñó a predicar y enseñar, sino que les mostró con el ejemplo cómo hacerlo (Luc. 9:1-6). ¡Qué excelente modelo para los superintendentes cristianos de nuestros días!
6 Jesús aludió a otro aspecto importante de su liderazgo al compararse con un pastor cariñoso. En Oriente Medio, el pastor acostumbra caminar al frente del rebaño. “Va delante, no solo para señalar el camino, sino para asegurarse de que sea transitable y seguro. [...] Con la ayuda de su cayado, controla al rebaño y lo dirige hacia verdes pastos, además de defenderlo de los depredadores.” (The Land and the Book [La tierra y el libro], de William M. Thomson.) Jesús era un verdadero Pastor y Líder. Por eso dijo: “Yo soy el pastor excelente; el pastor excelente entrega su alma a favor de las ovejas. [...] Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen” (Juan 10:11, 27). Fiel a su palabra, sacrificó su vida por sus ovejas, tras lo cual fue resucitado por Jehová y designado como “nuestro Líder y Salvador” (Hech. 5:31, PDT; Heb. 13:20).
Supervisa la congregación cristiana
7 Después de resucitar y poco antes de volver junto al Padre, Jesús les dijo a sus discípulos: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra” (Mat. 28:18). Recibió de parte de Dios el encargo de transmitir el espíritu santo a sus seguidores para afianzarlos en la verdad (Juan 15:26). Y lo hizo derramándolo sobre ellos en el Pentecostés del año 33, lo que marcó el comienzo de la congregación cristiana (Hech. 2:33). Además, Jehová nombró a su Hijo Cabeza de la congregación (léanse Efesios 1:22 y Colosenses 1:13, 18). Desde entonces, Jesús la dirige desde el cielo valiéndose del espíritu santo y de los ángeles, quienes “fueron sujetados a él” (1 Ped. 3:22).
8 Cristo también utilizó el espíritu santo para otorgarle a su congregación “dádivas en [la forma de] hombres”, algunos de los cuales servirían como “pastores y maestros” (Efe. 4:8, 11). El apóstol Pablo hizo esta exhortación a un grupo de ancianos cristianos: “Presten atención a sí mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios” (Hech. 20:28). En aquel entonces, todos los superintendentes eran ungidos. Además, había un consejo directivo, un cuerpo formado por los apóstoles y los ancianos de Jerusalén, mediante el cual Cristo dirigía al conjunto de sus “hermanos” ungidos que vivían en la Tierra (Heb. 2:11; Hech. 16:4, 5). En estos últimos días, el Rey Jesús ha colocado sobre “todos [los] bienes” que posee en la Tierra al “esclavo fiel y discreto” y al consejo de cristianos ungidos que actúa en representación de este, el Cuerpo Gobernante (Mat. 24:45-47). Los ungidos y las otras ovejas comprenden que al seguir la dirección del Cuerpo Gobernante, en realidad siguen la dirección de su Líder, Cristo.
Jesús da comienzo a la predicación
9 Desde el principio, Jesús supervisó personalmente la obra de predicación y enseñanza. De hecho, determinó en qué orden se difundirían las buenas nuevas por todo el mundo. Durante su ministerio, dio estas instrucciones a sus apóstoles: “No se vayan por el camino de las naciones, y no entren en ciudad samaritana; sino, más bien, vayan continuamente a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Al ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado’” (Mat. 10:5-7). Obedeciéndole fielmente, predicaron con celo entre los judíos y prosélitos, sobre todo a partir del Pentecostés del año 33 (Hech. 2:4, 5, 10, 11; 5:42; 6:7).
10 Luego, Jesús empleó el espíritu santo para ampliar el alcance de la predicación y llegar a los samaritanos y más tarde a las demás naciones (Hech. 8:5, 6, 14-17; 10:19-22, 44, 45). A fin de favorecer la difusión de las buenas nuevas entre los no judíos, Jesús intervino directamente llamando a Saulo de Tarso a convertirse al cristianismo. En una visión, uno de los discípulos, llamado Ananías, recibió de Cristo esta orden: “Levántate, ve a la calle llamada Recta, y busca en casa de Judas a un hombre cuyo nombre es Saulo, de Tarso. [...] Ponte en camino, porque este hombre me es un vaso escogido para llevar mi nombre a las naciones así como a reyes y a los hijos de Israel” (Hech. 9:3-6, 10, 11, 15). “Este hombre” llegó a ser el apóstol Pablo (1 Tim. 2:7).
11 Cuando llegó el momento de que la predicación se extendiera por las naciones, el espíritu santo dirigió a Pablo para que realizara viajes misioneros por Asia Menor y Europa. En el libro de Hechos, Lucas señala: “Mientras [los profetas cristianos y maestros de la congregación de Antioquía de Siria] estaban ministrando públicamente a Jehová y ayunando, el espíritu santo dijo: ‘De todas las personas apártenme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado’. Entonces ayunaron y oraron y les impusieron las manos y los dejaron ir” (Hech. 13:2, 3). Como vimos antes, Jesús en persona había llamado a Saulo de Tarso para que fuera su “vaso escogido” y llevara su nombre a las naciones. De modo que fue él, el Líder de la congregación, quien le imprimió fuerza a la evangelización. En el segundo viaje misionero del apóstol se vio con toda claridad que Cristo empleaba el espíritu santo para dirigir la obra. La Biblia señala que “el espíritu de Jesús” —o sea, el espíritu santo que él usaba— hizo que Pablo y sus compañeros siguieran una determinada ruta, tras lo cual una visión los condujo a Europa (léase Hechos 16:6-10).
Es el Líder de la congregación
12 En el siglo primero, Jesús seguía de cerca las actividades de los cristianos ungidos. Conocía muy bien el estado espiritual de cada congregación. ¿Cómo lo sabemos? Por los capítulos 2 y 3 de Revelación, donde Jesús habla en detalle de siete congregaciones de Asia Menor (Rev. 1:11). Y tenemos razones de sobra para pensar que conocía igual de bien al resto de las congregaciones de aquel tiempo (léase Revelación 2:23).
13 Jesús felicitó a varias de las siete congregaciones por su aguante, su fidelidad en medio de las pruebas, su lealtad y su rechazo a la apostasía (Rev. 2:2, 9, 13, 19; 3:8). Pero en algunos casos les dio firmes consejos porque se habían enfriado en su amor por él y toleraban la idolatría, la fornicación y las divisiones (Rev. 2:4, 14, 15, 20; 3:15, 16). Jesús es un Pastor que ama a sus ovejas —aun a las que reprende—, y por eso añadió: “A todos aquellos a quienes les tengo cariño los censuro y los disciplino. Por lo tanto, sé celoso y arrepiéntete” (Rev. 3:19). Aunque él ya no estaba en la Tierra, seguía dirigiendo a sus discípulos desde el cielo mediante espíritu santo. De ahí que terminara su mensaje a cada congregación con las palabras: “El que tenga oído, oiga lo que el espíritu dice a las congregaciones” (Rev. 3:22).
14 Como hemos visto, el Hijo de Dios, Miguel, fue el valiente ángel que guiaba a Israel. Y cuando vino a la Tierra, Jesús se convirtió en el intrépido Líder y amoroso Pastor de sus primeros discípulos. Durante su ministerio siempre encabezó la predicación, y después de su resurrección, supervisó directamente la difusión de las buenas nuevas.
15 Valiéndose del espíritu santo, Jesús se encargaría de que la predicación fuera extendiéndose hasta abarcar todo el planeta. Por eso, antes de ascender al cielo, les aseguró a sus discípulos: “Recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra” (Hech. 1:8; léase 1 Pedro 1:12). Ciertamente, en el siglo primero se dio un gran testimonio bajo su dirección (Col. 1:23).
16 No obstante, el propio Jesús señaló que dicha obra continuaría hasta el tiempo del fin. Después de dar a sus seguidores la comisión de predicar y enseñar en todas las naciones, les prometió: “Estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas” (Mat. 28:19, 20). Desde que recibió el trono en 1914, Cristo está con sus discípulos más que nunca, actuando como su Líder. En el siguiente artículo repasaremos la intensa labor que está realizando desde entonces.
[Nota]
Esta profecía se analiza con detalle en el capítulo 11 del libro Prestemos atención a las profecías de Daniel.



(Mateo 23:9, 10) 9 Además, no llamen padre de ustedes a nadie sobre la tierra, porque uno solo es su Padre, el Celestial. 10 Tampoco sean llamados ‘caudillos’, porque su Caudillo es uno, el Cristo.
(Isaías 55:4) 4 ¡Miren! Lo he dado como testigo a los grupos nacionales, como caudillo y comandante a los grupos nacionales.
(Juan 10:16) 16 ”Y tengo otras ovejas, que no son de este redil; a esas también tengo que traer, y escucharán mi voz, y llegarán a ser un solo rebaño, un solo pastor.
(Mateo 23:10) 10 Tampoco sean llamados ‘caudillos’, porque su Caudillo es uno, el Cristo.
(Éxodo 23:20, 21) 20 ”¡Mira!, voy a enviar un ángel delante de ti para mantenerte en el camino y para introducirte en el lugar que he preparado. 21 Cuídate a causa de él y obedece su voz. No te portes rebeldemente contra él, porque no perdonará la transgresión de ustedes; porque mi nombre está dentro de él.
(Daniel 10:21) 21 No obstante, te informaré las cosas apuntadas en la escritura de la verdad, y no hay nadie que resulte fuerte conmigo en estas [cosas] sino Miguel, el príncipe de ustedes.
(Judas 9) 9 Pero cuando Miguel el arcángel tuvo una diferencia con el Diablo y disputaba acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a llevar un juicio contra él en términos injuriosos, sino que dijo: “Que Jehová te reprenda”.
(Josué 5:13-15) 13 Y aconteció que cuando Josué se hallaba junto a Jericó procedió a alzar los ojos y a mirar, y allí estaba un hombre de pie enfrente de él con su espada desenvainada en la mano. De modo que Josué anduvo hasta donde él y le dijo: “¿Estás de parte de nosotros, o de nuestros adversarios?”. 14 A lo cual él dijo: “No, sino que yo... como príncipe del ejército de Jehová he venido ahora”. Ante esto, Josué cayó a tierra sobre su rostro y se postró y le dijo: “¿Qué dice mi señor a su siervo?”. 15 A su vez el príncipe del ejército de Jehová dijo a Josué: “Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás de pie es santo”. En seguida Josué lo hizo así.
(Daniel 10:5-7) 5 también procedí a levantar los ojos y ver, y aquí estaba cierto hombre vestido de lino, con sus caderas ceñidas con oro de Ufaz. 6 Y su cuerpo era como crisólito, y su rostro como la apariencia del relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y el lugar de sus pies eran como la vista de cobre bruñido, y el sonido de sus palabras era como el sonido de una muchedumbre. 7 Y yo vi, yo Daniel por mí mismo, el aparecimiento; pero en cuanto a los hombres que se hallaban conmigo, no vieron el aparecimiento. No obstante, hubo un gran temblor que cayó sobre ellos, de modo que se pusieron a correr y esconderse.
(Daniel 10:12-14) 12 Y pasó a decirme: “No tengas miedo, oh Daniel, porque desde el primer día que diste tu corazón a entender y a humillarte delante de tu Dios tus palabras han sido oídas, y yo mismo he venido a causa de tus palabras. 13 Pero el príncipe de la región real de Persia estuvo plantado en oposición a mí por veintiún días, y, ¡mira!, Miguel, uno de los príncipes prominentes, vino a ayudarme; y yo, por mi parte, permanecí allí al lado de los reyes de Persia. 14 Y he venido a hacer que disciernas lo que acaecerá a tu pueblo en la parte final de los días, porque es una visión todavía para los días [venideros]”.
(Daniel 9:21-25) 21 y [mientras] todavía estaba hablando en la oración, pues, el hombre Gabriel, a quien había visto en la visión al comienzo, habiendo quedado rendido de cansancio, estaba llegando junto a mí al tiempo de la ofrenda de la dádiva de la tarde. 22 Y empezó a impartir entendimiento y a hablar conmigo y decir: “Oh Daniel, ahora he salido para hacerte tener perspicacia con entendimiento. 23 Al comienzo de tus súplicas salió una palabra, y yo mismo he venido a dar informe, porque eres alguien muy deseable. Así que da consideración al asunto, y ten entendimiento en la cosa vista. 24 ”Hay setenta semanas que han sido determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para poner fin a la transgresión, y para acabar con el pecado, y para hacer expiación por el error, y para introducir la justicia para tiempos indefinidos, y para imprimir un sello sobre visión y profeta, y para ungir el Santo de los Santos. 25 Y debes saber y tener la perspicacia [de que] desde la salida de [la] palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén hasta Mesías [el] Caudillo, habrá siete semanas, también sesenta y dos semanas. Ella volverá y será realmente reedificada, con plaza pública y foso, pero en los aprietos de los tiempos.
(Mateo 3:13-17) 13 Entonces Jesús vino de Galilea al Jordán a Juan, para ser bautizado por él. 14 Pero este trató de impedírselo, diciendo: “Yo soy el que necesito ser bautizado por ti, ¿y vienes tú a mí?”. 15 En respuesta Jesús le dijo: “Deja que sea, esta vez, porque de esa manera nos es apropiado llevar a cabo todo lo que es justo”. Entonces él dejó de impedírselo. 16 Después que Jesús fue bautizado, inmediatamente salió del agua; y, ¡mire!, los cielos se abrieron, y él vio descender como paloma el espíritu de Dios que venía sobre él. 17 ¡Mire! También hubo una voz desde los cielos que decía: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado”.
(Juan 1:29-34) 29 Al día siguiente contempló a Jesús que venía hacia él, y dijo: “¡Mira, el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo! 30 Este es aquel de quien dije: Detrás de mí viene un varón que se me ha adelantado, porque existió antes que yo. 31 Ni siquiera yo lo conocía, pero la razón por la cual yo vine bautizando en agua fue para que él fuera puesto de manifiesto a Israel”. 32 Juan también dio testimonio, y dijo: “Vi el espíritu bajar como paloma del cielo, y permaneció sobre él. 33 Ni siquiera yo lo conocía, pero El Mismo que me envió a bautizar en agua me dijo: ‘Sobre quienquiera que veas el espíritu descender y permanecer, este es el que bautiza en espíritu santo’. 34 Y yo [lo] he visto, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios”.
(Gálatas 4:4, 5) 4 Pero cuando llegó el límite cabal del tiempo, Dios envió a su Hijo, que vino a ser procedente de una mujer y que llegó a estar bajo ley,
(Juan 1:35-2:11) 35 De nuevo, al día siguiente, Juan estaba de pie con dos de sus discípulos, 36 y al mirar a Jesús que iba andando, dijo: “¡Miren, el Cordero de Dios!”. 37 Y los dos discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús. 38 Entonces Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les dijo: “¿Qué buscan?”. Ellos le dijeron: “Rabí (que, traducido, significa Maestro), ¿dónde estás alojado?”. 39 Les dijo: “Vengan, y verán”. Por lo tanto, fueron y vieron dónde estaba alojado, y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima. 40 Andrés el hermano de Simón Pedro era uno de los dos que oyeron lo que Juan dijo y siguieron a [Jesús]. 41 Primero halló este a su propio hermano, Simón, y le dijo: “Hemos hallado al Mesías” (que, traducido, significa Cristo). 42 Lo condujo a Jesús. Cuando Jesús lo miró, dijo: “Tú eres Simón, hijo de Juan; tú serás llamado Cefas” (que se traduce Pedro). 43 Al día siguiente, deseó partir para Galilea. De modo que Jesús halló a Felipe y le dijo: “Sé mi seguidor”. 44 Ahora bien, Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y Pedro. 45 Felipe halló a Natanael y le dijo: “Hemos hallado a aquel de quien Moisés, en la Ley, y los Profetas escribieron, a Jesús, hijo de José, de Nazaret”. 46 Pero Natanael le dijo: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?”. Felipe le dijo: “Ven y ve”. 47 Jesús vio a Natanael venir hacia él y dijo de él: “Mira, un israelita de seguro, en quien no hay engaño”. 48 Le dijo Natanael: “¿Cómo es que me conoces?”. En respuesta, Jesús le dijo: “Antes que Felipe te llamara, mientras estabas debajo de la higuera, te vi”. 49 Natanael le contestó: “Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”. 50 En respuesta, Jesús le dijo: “¿Porque te dije que te vi debajo de la higuera crees? Cosas mayores que estas verás”. 51 Le dijo además: “Muy verdaderamente les digo: Verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios ascendiendo y descendiendo al Hijo del hombre”. 2 Ahora bien, al tercer día se efectuó un banquete de bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. 2 Jesús y sus discípulos también fueron invitados al banquete de bodas. 3 Cuando faltó el vino, la madre de Jesús le dijo: “No tienen vino”. 4 Pero Jesús le dijo: “¿Qué tengo que ver contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora”. 5 Su madre dijo a los que ministraban: “Todo cuanto les diga, háganlo”. 6 Sucedió que había puestas allí seis tinajas de piedra para agua según lo exigido por los reglamentos de purificación de los judíos, cada una de las cuales podía contener dos o tres medidas de líquido. 7 Jesús les dijo: “Llenen de agua las tinajas de agua”. Y las llenaron hasta el borde. 8 Y les dijo: “Saquen un poco ahora y llévenlo al director del banquete”. De modo que ellos lo llevaron. 9 Pues bien, cuando el director del banquete probó el agua que había sido convertida en vino, pero no sabía de dónde venía, aunque lo sabían los que ministraban que habían sacado el agua, el director del banquete llamó al novio 10 y le dijo: “Todo otro hombre pone primero el vino excelente, y cuando la gente está embriagada, el inferior. Tú has reservado el vino excelente hasta ahora”. 11 Jesús ejecutó esto en Caná de Galilea como principio de sus señales, y puso de manifiesto su gloria; y sus discípulos pusieron su fe en él.
(Lucas 8:1) 8 Poco después iba viajando de ciudad en ciudad y de aldea en aldea, predicando y declarando las buenas nuevas del reino de Dios. Y con él iban los doce,
(Lucas 9:1-6) 9 Entonces convocó a los doce y les dio poder y autoridad sobre todos los demonios, y para curar enfermedades. 2 Y los envió a predicar el reino de Dios y a hacer curaciones, 3 y les dijo: “No lleven nada para el viaje, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni dinero en plata; tampoco tengan dos prendas de vestir interiores. 4 Pero dondequiera que entren en una casa, quédense allí y partan de allí. 5 Y dondequiera que no los reciban, al salir de aquella ciudad, sacúdanse el polvo de los pies para testimonio contra ellos”. 6 Partiendo entonces, ellos recorrieron el territorio de aldea en aldea, declarando las buenas nuevas y ejecutando curaciones por todas partes.
(Juan 10:11) 11 Yo soy el pastor excelente; el pastor excelente entrega su alma a favor de las ovejas.
(Juan 10:27) 27 Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen.
(Hechos 5:31) 31 A este, Dios lo ensalzó a su diestra como Agente Principal y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
(Hebreos 13:20) 20 Ahora bien, que el Dios de la paz, que hizo subir de entre los muertos al gran pastor de las ovejas con la sangre de un pacto eterno, a nuestro Señor Jesús,
(Mateo 28:18) 18 Y Jesús se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra.
(Juan 15:26) 26 Cuando llegue el ayudante que yo enviaré a ustedes del Padre, el espíritu de la verdad, que procede del Padre, ese dará testimonio acerca de mí;
(Hechos 2:33) 33 Por eso, debido a que fue ensalzado a la diestra de Dios y recibió del Padre el espíritu santo prometido, él ha derramado esto que ustedes ven y oyen.
(Efesios 1:22) 22 Él también sujetó todas las cosas debajo de sus pies, y lo hizo cabeza sobre todas las cosas en cuanto a la congregación,
(Colosenses 1:13) 13 Él nos libró de la autoridad de la oscuridad y nos transfirió al reino del Hijo de su amor,
(Colosenses 1:18) 18 y él es la cabeza del cuerpo, la congregación. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que llegara a ser el que es primero en todas las cosas;
(1 Pedro 3:22) 22 Él está a la diestra de Dios, porque siguió su camino al cielo; y ángeles y autoridades y poderes fueron sujetados a él.
(Efesios 4:8) 8 Por lo cual él dice: “Cuando ascendió a lo alto se llevó cautivos; dio dádivas [en] hombres”.
(Efesios 4:11) 11 Y dio algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores, algunos como pastores y maestros,
(Hechos 20:28) 28 Presten atención a sí mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del [Hijo] suyo.
(Hebreos 2:11) 11 Porque tanto el que está santificando como los que están siendo santificados, todos [emanan] de uno solo, y por esta causa él no se avergüenza de llamarlos “hermanos”,
(Hechos 16:4, 5) 4 Ahora bien, a medida que iban viajando por las ciudades entregaban a los de allí, para que los observaran, los decretos sobre los cuales habían tomado decisión los apóstoles y ancianos que estaban en Jerusalén. 5 Por lo tanto, en realidad, las congregaciones continuaron haciéndose firmes en la fe y aumentando en número de día en día.
(Mateo 24:45-47) 45 ”¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para darles su alimento al tiempo apropiado? 46 ¡Feliz es aquel esclavo si su amo, al llegar, lo hallara haciéndolo así! 47 En verdad les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes.
(Mateo 10:5-7) 5 A estos doce Jesús los envió, dándoles estas órdenes: “No se vayan por el camino de las naciones, y no entren en ciudad samaritana; 6 sino, más bien, vayan continuamente a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7 Al ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado’.
(Hechos 2:4, 5) 4 y todos se llenaron de espíritu santo y comenzaron a hablar en lenguas diferentes, así como el espíritu les concedía expresarse. 5 Sucedía que moraban en Jerusalén judíos, varones reverentes, de toda nación de las que hay bajo el cielo.
(Hechos 2:10, 11) 10 y de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las partes de Libia, que está hacia Cirene, y residentes temporales procedentes de Roma, tanto judíos como prosélitos, 11 cretenses y árabes, los oímos hablar en nuestras lenguas acerca de las cosas magníficas de Dios”.
(Hechos 5:42) 42 Y todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.
(Hechos 6:7) 7 Por consiguiente, la palabra de Dios siguió creciendo, y el número de los discípulos siguió multiplicándose muchísimo en Jerusalén; y una gran muchedumbre de sacerdotes empezó a ser obediente a la fe.
(Hechos 8:5, 6) 5 Felipe, uno de estos, bajó a la ciudad de Samaria y se puso a predicarles al Cristo. 6 Las muchedumbres prestaban atención de común acuerdo a las cosas que Felipe decía, mientras escuchaban y miraban las señales que él ejecutaba.
(Hechos 8:14-17) 14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había aceptado la palabra de Dios, les despacharon a Pedro y a Juan; 15 y estos bajaron y oraron para que recibieran espíritu santo. 16 Porque todavía no había caído sobre ninguno de ellos, sino que solo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús. 17 Entonces se pusieron a imponerles las manos, y ellos empezaron a recibir espíritu santo.
(Hechos 10:19-22) 19 Mientras Pedro repasaba en su mente lo de la visión, el espíritu dijo: “¡Mira! Tres varones te buscan. 20 Levántate, pues, baja y vete con ellos, sin dudar nada, porque yo los he despachado”. 21 De modo que Pedro bajó a donde estaban los varones y dijo: “¡Miren! Yo soy el que buscan. ¿Cuál es la causa por la que están presentes?”. 22 Ellos dijeron: “Cornelio, oficial del ejército, varón justo y que teme a Dios, y acerca de quien da buen informe toda la nación de los judíos, recibió instrucciones divinas, mediante un santo ángel, de que te enviara a decir que vinieras a su casa y de que oyera las cosas que tú dijeras”.
(Hechos 10:44, 45) 44 Mientras Pedro todavía estaba hablando acerca de estos asuntos, el espíritu santo cayó sobre todos los que oían la palabra. 45 Y los fieles que habían venido con Pedro que eran de los circuncisos estaban asombrados, porque la dádiva gratuita del espíritu santo también estaba siendo derramada sobre gente de las naciones.
(Hechos 9:3-6) 3 Ahora bien, al ir viajando se acercó a Damasco, cuando de repente una luz del cielo fulguró alrededor de él, 4 y él cayó a tierra y oyó una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me estás persiguiendo?”. 5 Dijo él: “¿Quién eres, Señor?”. Él dijo: “Soy Jesús, a quien estás persiguiendo. 6 Sin embargo, levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que tienes que hacer”.
(Hechos 9:10, 11) 10 Había en Damasco cierto discípulo de nombre Ananías, y el Señor le dijo en una visión: “¡Ananías!”. Él dijo: “Aquí estoy, Señor”. 11 El Señor le dijo: “Levántate, ve a la calle llamada Recta, y busca en casa de Judas a un hombre cuyo nombre es Saulo, de Tarso. Porque, ¡mira!, está orando,
(Hechos 9:15) 15 Pero el Señor le dijo: “Ponte en camino, porque este hombre me es un vaso escogido para llevar mi nombre a las naciones así como a reyes y a los hijos de Israel.
(1 Timoteo 2:7) 7 Con el propósito de este testimonio fui nombrado predicador y apóstol —digo la verdad, no miento—, maestro de naciones en el asunto de la fe y la verdad.
(Hechos 13:2, 3) 2 Mientras ellos estaban ministrando públicamente a Jehová y ayunando, el espíritu santo dijo: “De todas las personas apártenme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado”. 3 Entonces ayunaron y oraron y les impusieron las manos y los dejaron ir.
(Hechos 16:6-10) 6 Además, atravesaron Frigia y el país de Galacia, porque el espíritu santo les había prohibido hablar la palabra en el [distrito de] Asia. 7 Además de eso, al bajar a Misia, se esforzaron por entrar en Bitinia, pero el espíritu de Jesús no se lo permitió. 8 De modo que pasaron por alto a Misia y bajaron a Troas. 9 Y durante la noche le apareció a Pablo una visión: cierto varón macedonio estaba de pie y le suplicaba y decía: “Pasa a Macedonia y ayúdanos”. 10 Ahora bien, luego que hubo visto la visión, procuramos salir para Macedonia, pues llegamos a la conclusión de que Dios nos había mandado llamar para declararles las buenas nuevas.





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