TEXTO DEL DIA
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CITA BIBLICA
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Descripción Biblia
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Referencias BIBLICAS
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*** Texto del Domingo, 28 de Octubre de 2012 ***
Domingo 28 de octubre
No [...] dejen que les llamen “líder” pues ustedes
solamente tienen un Líder, [...] el Cristo (Mat. 23:9, 10, La Palabra
de Dios para Todos).
►
es12 pág. 107 Octubre
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(Mateo 23:9, 10)
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Además, no llamen padre de ustedes a nadie sobre la tierra, porque uno solo es su Padre,
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(Mateo 6:9) 9 ”Ustedes, pues,
tienen que orar de esta manera: ”‘Padre nuestro [que estás] en los cielos,
santificado sea tu nombre.
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el Celestial. 10 Tampoco sean llamados
‘caudillos’, porque su Caudillo es uno, el Cristo.
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(1 Pedro 5:3) 3 tampoco como enseñoreándose de los que
son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño.
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Las iglesias de la cristiandad tienen por líderes a seres humanos, como
el papa de Roma o los patriarcas y metropolitanos de las iglesias ortodoxas
orientales. En cambio, los testigos de Jehová no reconocen como
cabeza a ningún ser humano; ellos son seguidores del Hijo de Dios, del cual
dijo Jehová en una profecía: “¡Miren! Lo he dado como
testigo [...], como caudillo y comandante a los grupos nacionales” (Isa. 55:4).
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(Isaías 55:4)
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¡Miren! Lo he dado
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(Juan 3:16) ”Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo
unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que
tenga vida eterna.
(Juan 18:37) Por lo tanto le dijo Pilato: “Bueno, pues, ¿eres tú
rey?”. Jesús contestó: “Tú mismo dices que yo soy rey. Yo para esto he
nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio acerca de la
verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz”.
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como
testigo a los grupos
nacionales,
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(Isaías 49:1) Escúchenme, oh islas, y presten
atención, lejanos grupos nacionales. Jehová mismo me ha llamado hasta desde
el vientre. Desde las entrañas de mi madre ha hecho mención de mi nombre.
(Isaías 51:4) ”Préstenme atención, oh pueblo
mío; y grupo nacional mío, a mí presten oído. Porque de mí saldrá una ley
misma, y haré que mi decisión judicial repose hasta como una luz para los pueblos.
(Daniel 7:14) Y a él fueron dados gobernación y
dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos
le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación de duración
indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas.
(Miqueas 4:2) Y muchas naciones ciertamente irán
y dirán: “Vengan, y subamos a la montaña de Jehová y a la casa del Dios de
Jacob; y él nos instruirá acerca de sus caminos, y ciertamente andaremos en
sus sendas”. Porque de Sión saldrá ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
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como caudillo
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(Salmo 2:6) [diciendo:] “Yo, sí, yo, he
instalado a mi rey sobre Sión, mi santa montaña”.
(Jeremías 30:9) Y ellos ciertamente servirán a
Jehová su Dios y a David su rey, a quien levantaré para ellos.”
(Daniel 9:25) Y debes saber y tener la
perspicacia [de que] desde la salida de [la] palabra de restaurar y
reedificar a Jerusalén hasta Mesías [el] Caudillo, habrá siete semanas,
también sesenta y dos semanas. Ella volverá y será realmente reedificada, con
plaza pública y foso, pero en los aprietos de los tiempos.
(Mateo 23:10) Tampoco sean llamados
‘caudillos’, porque su Caudillo es uno, el Cristo.
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y comandante a los grupos
nacionales.
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(Génesis 49:10) El cetro no se apartará de Judá,
ni el bastón de comandante de entre sus pies, hasta que venga Siló; y a él
pertenecerá la obediencia de los pueblos.
(Salmo 110:2) La vara de tu fuerza Jehová
enviará desde Sión, [diciendo:] “Ve sojuzgando en medio de tus enemigos”.
(Daniel 12:1) ”Y durante aquel tiempo se pondrá
de pie Miguel, el gran príncipe que está plantado a favor de los hijos de tu
pueblo. Y ciertamente ocurrirá un tiempo de angustia como el cual no se ha
hecho que ocurra uno desde que hubo nación hasta aquel tiempo. Y durante
aquel tiempo tu pueblo escapará, todo el que se halle escrito en el libro.
(Mateo 28:18) Y Jesús se acercó y les habló,
diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra.
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En efecto, la congregación cristiana mundial, formada por los
ungidos y las “otras ovejas”, únicamente acepta a aquel a quien Jehová ha
designado (Juan 10:16).
En conformidad con las palabras de Jesús, “solamente tienen un
Líder, [...] el Cristo”. w10 15/9
4:1
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(Juan 10:16)
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”Y tengo otras ovejas,
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(Salmo 45:14) En ropaje tejido será llevada al rey.
Las vírgenes de su séquito como compañeras suyas están siendo introducidas a
ti.
(Mateo 25:33) Y pondrá las ovejas a su derecha, pero
las cabras a su izquierda.
(Revelación 7:9) Después de estas
cosas vi, y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar,
de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono
y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de
palmera en sus manos.
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que no son de este redil;
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(Lucas 12:32) ”No teman, rebaño pequeño, porque su
Padre ha aprobado darles el reino.
(Juan 10:1) “Muy verdaderamente les digo: El que no
entra en el aprisco de las ovejas por la puerta, sino que trepa por otra
parte, ese es ladrón y saqueador.
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a esas
también tengo que traer, y escucharán
mi voz,
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(Génesis 49:10)
10 El cetro no se apartará de Judá, ni el bastón de
comandante de entre sus pies, hasta que venga Siló; y a él pertenecerá la
obediencia de los pueblos.
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y
llegarán a ser un solo rebaño, un solo pastor.
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(Ezequiel 34:23)
Y ciertamente levantaré sobre ellas un solo pastor, y él tiene que
apacentarlas, aun mi siervo David. Él mismo las apacentará, y él mismo
llegará a ser su pastor.
(Ezequiel 37:24)
”’”Y mi siervo David será rey sobre ellos, y un solo pastor es lo que todos
llegarán a tener; y en mis decisiones judiciales andarán, y mis estatutos
guardarán, y ciertamente los ejecutarán.
(1 Pedro 5:4) Y
cuando el pastor principal haya sido manifestado, ustedes recibirán la
inmarcesible corona de la gloria.
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*** w10 15/9 “Solamente tienen
un Líder, [...] el Cristo” ***
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“Solamente tienen un Líder, [...]
el Cristo”
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“No [...] dejen que les llamen ‘líder’
pues ustedes solamente tienen un Líder, [...] el Cristo.” (MAT.
23:9, 10, La Palabra de Dios para
Todos [PDT])
LAS iglesias de la cristiandad tienen por
líderes a seres humanos, como el papa de Roma o los patriarcas y
metropolitanos de las iglesias ortodoxas orientales. En cambio, los
testigos de Jehová no reconocen como cabeza a ningún ser humano; ellos
son seguidores del Hijo de Dios, del cual dijo Jehová en una profecía:
“¡Miren! Lo he dado como testigo [...], como caudillo y comandante
a los grupos nacionales” (Isa. 55:4). En efecto, la congregación
cristiana mundial, formada por los ungidos y las “otras ovejas”, únicamente
acepta a aquel a quien Jehová ha designado (Juan 10:16). En conformidad
con las palabras de Jesús, “solamente tienen un Líder, [...] el Cristo”
(Mat. 23:10, PDT).
El príncipe espiritual
de Israel
2 Siglos antes de que se fundara la congregación cristiana, Jehová
nombró a un ángel para dirigir a su pueblo. Tras liberar de Egipto a la
nación de Israel, Dios le anunció: “Voy a enviar un ángel delante de ti para
mantenerte en el camino y para introducirte en el lugar que he preparado.
Cuídate a causa de él y obedece su voz. No te portes rebeldemente contra
él, porque no perdonará la transgresión de ustedes; porque mi nombre
está dentro de él” (Éxo. 23:20, 21). ¿Quién era este ángel?
En vista de que Jehová dijo: “Mi nombre está dentro de él”, tenemos
razones para pensar que se trataba de su Hijo primogénito.
3 Todo indica que, antes de venir a la Tierra, el Hijo de Dios era
conocido por el nombre Miguel. En el libro de Daniel se le llama “el príncipe
de [Israel]” (Dan. 10:21). Por otro lado, el discípulo Judas menciona un
suceso que muestra que mucho antes de los días de Daniel, Miguel ya actuaba a
favor del pueblo de Dios. Cuando Moisés murió, parece que Satanás intentó
usar su cadáver con malos fines, posiblemente para fomentar la idolatría
entre los israelitas. Sin embargo, Miguel intervino para impedírselo. Judas
señala en su carta que “cuando Miguel el arcángel tuvo una diferencia con el
Diablo y disputaba acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a llevar
un juicio contra él en términos injuriosos, sino que dijo: ‘Que Jehová te
reprenda’” (Jud. 9). Poco después de aquel suceso y justo antes del asedio a
Jericó, el “príncipe del ejército de Jehová” —sin duda Miguel— se le apareció
a Josué para confirmarle que contaba con el respaldo divino (léase Josué
5:13-15). Y siglos más tarde, en tiempos de Daniel, el arcángel
Miguel acudió en auxilio de un ángel que llevaba un importante mensaje para
el profeta, pero que había sido interceptado por un poderoso demonio (Dan.
10:5-7, 12-14).
Se convierte en el
Líder prometido
4 Poco antes del incidente con aquel demonio, Jehová había enviado al
ángel Gabriel para que le diera a conocer a Daniel una profecía sobre la
llegada de “Mesías el Caudillo” (Dan. 9:21-25). En los últimos meses del
año 29, justo en el momento predicho, Jesús recibió el espíritu santo,
tras haber sido bautizado por Juan, y se convirtió en el Mesías o Cristo, es
decir, en el Ungido de Dios (Mat. 3:13-17; Juan 1:29-34; Gál. 4:4). Como tal,
estaba destinado a ser un Líder sin igual.
5 Desde el comienzo de su ministerio, Jesús demostró que era el Líder
prometido, “Mesías el Caudillo”. Pocos días después de bautizarse comenzó a
reunir seguidores y realizó su primer milagro (Juan 1:35–2:11). Acompañado de
sus discípulos, recorrió Israel predicando las buenas nuevas del Reino (Luc.
8:1). No solo les enseñó a predicar y enseñar, sino que les mostró con
el ejemplo cómo hacerlo (Luc. 9:1-6). ¡Qué excelente modelo para
los superintendentes cristianos de nuestros días!
6 Jesús aludió a otro aspecto importante de su liderazgo al compararse
con un pastor cariñoso. En Oriente Medio, el pastor acostumbra caminar
al frente del rebaño. “Va delante, no solo para señalar el camino, sino
para asegurarse de que sea transitable y seguro. [...] Con la ayuda de
su cayado, controla al rebaño y lo dirige hacia verdes pastos, además de
defenderlo de los depredadores.” (The Land
and the Book [La tierra y el libro], de William
M. Thomson.) Jesús
era un verdadero Pastor y Líder. Por eso dijo: “Yo soy el pastor excelente;
el pastor excelente entrega su alma a favor de las ovejas. [...] Mis
ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen” (Juan
10:11, 27). Fiel a su palabra, sacrificó su vida por sus ovejas, tras lo
cual fue resucitado por Jehová y designado como “nuestro Líder y Salvador”
(Hech. 5:31, PDT; Heb. 13:20).
Supervisa la
congregación cristiana
7 Después de resucitar y poco antes de volver junto al Padre, Jesús les
dijo a sus discípulos: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la
tierra” (Mat. 28:18). Recibió de parte de Dios el encargo de transmitir el
espíritu santo a sus seguidores para afianzarlos en la verdad (Juan 15:26).
Y lo hizo derramándolo sobre ellos en el Pentecostés del año 33, lo
que marcó el comienzo de la congregación cristiana (Hech. 2:33). Además,
Jehová nombró a su Hijo Cabeza de la congregación (léanse Efesios
1:22 y Colosenses 1:13, 18). Desde
entonces, Jesús la dirige desde el cielo valiéndose del espíritu santo y de
los ángeles, quienes “fueron sujetados a él” (1 Ped. 3:22).
8 Cristo también utilizó el espíritu santo para otorgarle a su
congregación “dádivas en [la forma de] hombres”, algunos de los cuales
servirían como “pastores y maestros” (Efe. 4:8, 11). El apóstol
Pablo hizo esta exhortación a un grupo de ancianos cristianos: “Presten atención
a sí mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha
nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios” (Hech.
20:28). En aquel entonces, todos los superintendentes eran ungidos.
Además, había un consejo directivo, un cuerpo formado por los apóstoles y los
ancianos de Jerusalén, mediante el cual Cristo dirigía al conjunto de sus
“hermanos” ungidos que vivían en la Tierra (Heb. 2:11; Hech. 16:4, 5).
En estos últimos días, el Rey Jesús ha colocado sobre “todos [los] bienes”
que posee en la Tierra al “esclavo fiel y discreto” y al consejo de
cristianos ungidos que actúa en representación de este, el Cuerpo Gobernante
(Mat. 24:45-47). Los ungidos y las otras ovejas comprenden que al seguir la
dirección del Cuerpo Gobernante, en realidad siguen la dirección de su Líder,
Cristo.
Jesús da comienzo a
la predicación
9 Desde el principio, Jesús supervisó personalmente la obra de
predicación y enseñanza. De hecho, determinó en qué orden se difundirían las
buenas nuevas por todo el mundo. Durante su ministerio, dio estas
instrucciones a sus apóstoles: “No se vayan por el camino de las
naciones, y no entren en ciudad samaritana; sino, más bien, vayan
continuamente a las ovejas perdidas de la casa de Israel. Al ir, prediquen,
diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado’” (Mat. 10:5-7).
Obedeciéndole fielmente, predicaron con celo entre los judíos y prosélitos,
sobre todo a partir del Pentecostés del año 33 (Hech. 2:4, 5, 10, 11;
5:42; 6:7).
10 Luego, Jesús empleó el espíritu santo para ampliar el alcance de la
predicación y llegar a los samaritanos y más tarde a las demás naciones
(Hech. 8:5, 6, 14-17; 10:19-22, 44, 45). A fin de favorecer la
difusión de las buenas nuevas entre los no judíos, Jesús intervino directamente
llamando a Saulo de Tarso a convertirse al cristianismo. En una visión,
uno de los discípulos, llamado Ananías, recibió de Cristo esta orden:
“Levántate, ve a la calle llamada Recta, y busca en casa de Judas a un hombre
cuyo nombre es Saulo, de Tarso. [...] Ponte en camino, porque este
hombre me es un vaso escogido para llevar mi nombre a las naciones así como a
reyes y a los hijos de Israel” (Hech. 9:3-6, 10, 11, 15). “Este hombre”
llegó a ser el apóstol Pablo (1 Tim. 2:7).
11 Cuando llegó el momento de que la predicación se extendiera por las
naciones, el espíritu santo dirigió a Pablo para que realizara viajes
misioneros por Asia Menor y Europa. En el libro de Hechos, Lucas señala:
“Mientras [los profetas cristianos y maestros de la congregación de Antioquía
de Siria] estaban ministrando públicamente a Jehová y ayunando, el espíritu
santo dijo: ‘De todas las personas apártenme a Bernabé y a Saulo para la obra
a que los he llamado’. Entonces ayunaron y oraron y les impusieron las manos
y los dejaron ir” (Hech. 13:2, 3). Como vimos antes, Jesús en persona
había llamado a Saulo de Tarso para que fuera su “vaso escogido” y llevara su
nombre a las naciones. De modo que fue él, el Líder de la congregación,
quien le imprimió fuerza a la evangelización. En el segundo viaje misionero
del apóstol se vio con toda claridad que Cristo empleaba el espíritu santo
para dirigir la obra. La Biblia señala que “el espíritu de Jesús” —o
sea, el espíritu santo que él usaba— hizo que Pablo y sus compañeros
siguieran una determinada ruta, tras lo cual una visión los condujo a Europa (léase
Hechos 16:6-10).
Es el Líder de
la congregación
12 En el siglo primero, Jesús seguía de cerca las actividades de los
cristianos ungidos. Conocía muy bien el estado espiritual de cada
congregación. ¿Cómo lo sabemos? Por los capítulos 2 y 3 de Revelación, donde
Jesús habla en detalle de siete congregaciones de Asia Menor (Rev. 1:11).
Y tenemos razones de sobra para pensar que conocía igual de bien al
resto de las congregaciones de aquel tiempo (léase Revelación 2:23).
13 Jesús felicitó a varias de las siete congregaciones por su aguante, su
fidelidad en medio de las pruebas, su lealtad y su rechazo a la apostasía
(Rev. 2:2, 9, 13, 19; 3:8). Pero en algunos casos les dio firmes
consejos porque se habían enfriado en su amor por él y toleraban la
idolatría, la fornicación y las divisiones (Rev. 2:4, 14, 15, 20;
3:15, 16). Jesús es un Pastor que ama a sus ovejas —aun a las que
reprende—, y por eso añadió: “A todos aquellos a quienes les tengo cariño los
censuro y los disciplino. Por lo tanto, sé celoso y arrepiéntete” (Rev.
3:19). Aunque él ya no estaba en la Tierra, seguía dirigiendo a sus
discípulos desde el cielo mediante espíritu santo. De ahí que terminara
su mensaje a cada congregación con las palabras: “El que tenga oído, oiga lo
que el espíritu dice a las congregaciones” (Rev. 3:22).
14 Como hemos visto, el Hijo de Dios, Miguel, fue el valiente ángel que
guiaba a Israel. Y cuando vino a la Tierra, Jesús se convirtió en el
intrépido Líder y amoroso Pastor de sus primeros discípulos. Durante su
ministerio siempre encabezó la predicación, y después de su resurrección,
supervisó directamente la difusión de las buenas nuevas.
15 Valiéndose del espíritu santo, Jesús se encargaría de que la
predicación fuera extendiéndose hasta abarcar todo el planeta. Por eso, antes
de ascender al cielo, les aseguró a sus discípulos: “Recibirán poder cuando
el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en
Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de
la tierra” (Hech. 1:8; léase 1 Pedro 1:12).
Ciertamente, en el siglo primero se dio un gran testimonio bajo su dirección
(Col. 1:23).
16 No obstante, el propio Jesús señaló que dicha obra continuaría
hasta el tiempo del fin. Después de dar a sus seguidores la comisión de
predicar y enseñar en todas las naciones, les prometió: “Estoy con ustedes
todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas” (Mat.
28:19, 20). Desde que recibió el trono en 1914, Cristo está con sus
discípulos más que nunca, actuando como su Líder. En el siguiente
artículo repasaremos la intensa labor que está realizando desde entonces.
[Nota]
Esta profecía se analiza con detalle en el
capítulo 11 del libro Prestemos atención a las profecías
de Daniel.
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(Mateo 23:9, 10) 9 Además,
no llamen padre de ustedes a nadie sobre la tierra, porque uno solo es su
Padre, el Celestial. 10 Tampoco sean llamados
‘caudillos’, porque su Caudillo es uno, el Cristo.
(Isaías 55:4) 4 ¡Miren!
Lo he dado como testigo a los grupos nacionales, como caudillo y comandante a
los grupos nacionales.
(Juan 10:16) 16 ”Y
tengo otras ovejas, que no son de este redil; a esas también tengo que traer,
y escucharán mi voz, y llegarán a ser un solo rebaño, un solo pastor.
(Mateo 23:10) 10 Tampoco
sean llamados ‘caudillos’, porque su Caudillo es uno, el Cristo.
(Éxodo 23:20, 21) 20 ”¡Mira!,
voy a enviar un ángel delante de ti para mantenerte en el camino y para
introducirte en el lugar que he preparado. 21 Cuídate
a causa de él y obedece su voz. No te portes rebeldemente contra él, porque
no perdonará la transgresión de ustedes; porque mi nombre está dentro de él.
(Daniel 10:21) 21 No
obstante, te informaré las cosas apuntadas en la escritura de la verdad, y no
hay nadie que resulte fuerte conmigo en estas [cosas] sino Miguel, el
príncipe de ustedes.
(Judas 9) 9 Pero
cuando Miguel el arcángel tuvo una diferencia con el Diablo y disputaba
acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a llevar un juicio contra él en
términos injuriosos, sino que dijo: “Que Jehová te reprenda”.
(Josué 5:13-15) 13 Y
aconteció que cuando Josué se hallaba junto a Jericó procedió a alzar los
ojos y a mirar, y allí estaba un hombre de pie enfrente de él con su espada
desenvainada en la mano. De modo que Josué anduvo hasta donde él y le dijo:
“¿Estás de parte de nosotros, o de nuestros adversarios?”. 14 A
lo cual él dijo: “No, sino que yo... como príncipe del ejército de Jehová he
venido ahora”. Ante esto, Josué cayó a tierra sobre su rostro y se postró y
le dijo: “¿Qué dice mi señor a su siervo?”. 15 A su
vez el príncipe del ejército de Jehová dijo a Josué: “Quítate las sandalias
de los pies, porque el lugar donde estás de pie es santo”. En seguida Josué
lo hizo así.
(Daniel 10:5-7) 5 también
procedí a levantar los ojos y ver, y aquí estaba cierto hombre vestido
de lino, con sus caderas ceñidas con oro de Ufaz. 6 Y
su cuerpo era como crisólito, y su rostro como la apariencia del relámpago, y
sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y el lugar de sus pies eran
como la vista de cobre bruñido, y el sonido de sus palabras era como el
sonido de una muchedumbre. 7 Y yo vi, yo Daniel por mí
mismo, el aparecimiento; pero en cuanto a los hombres que se hallaban
conmigo, no vieron el aparecimiento. No obstante, hubo un gran temblor que cayó
sobre ellos, de modo que se pusieron a correr y esconderse.
(Daniel 10:12-14) 12 Y
pasó a decirme: “No tengas miedo, oh Daniel, porque desde el primer día que
diste tu corazón a entender y a humillarte delante de tu Dios tus palabras
han sido oídas, y yo mismo he venido a causa de tus palabras. 13 Pero
el príncipe de la región real de Persia estuvo plantado en oposición a mí por
veintiún días, y, ¡mira!, Miguel, uno de los príncipes prominentes, vino a
ayudarme; y yo, por mi parte, permanecí allí al lado de los reyes de Persia. 14 Y
he venido a hacer que disciernas lo que acaecerá a tu pueblo en la parte
final de los días, porque es una visión todavía para los días [venideros]”.
(Daniel 9:21-25) 21 y
[mientras] todavía estaba hablando en la oración, pues, el hombre
Gabriel, a quien había visto en la visión al comienzo, habiendo quedado
rendido de cansancio, estaba llegando junto a mí al tiempo de la ofrenda de
la dádiva de la tarde. 22 Y empezó a impartir
entendimiento y a hablar conmigo y decir: “Oh Daniel, ahora he salido para
hacerte tener perspicacia con entendimiento. 23 Al
comienzo de tus súplicas salió una palabra, y yo mismo he venido a dar
informe, porque eres alguien muy deseable. Así que da consideración al
asunto, y ten entendimiento en la cosa vista. 24 ”Hay
setenta semanas que han sido determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa
ciudad, para poner fin a la transgresión, y para acabar con el pecado, y para
hacer expiación por el error, y para introducir la justicia para tiempos
indefinidos, y para imprimir un sello sobre visión y profeta, y para ungir el
Santo de los Santos. 25 Y debes saber y tener la
perspicacia [de que] desde la salida de [la] palabra de restaurar y
reedificar a Jerusalén hasta Mesías [el] Caudillo, habrá siete semanas, también
sesenta y dos semanas. Ella volverá y será realmente reedificada, con plaza
pública y foso, pero en los aprietos de los tiempos.
(Mateo 3:13-17) 13 Entonces Jesús vino de Galilea
al Jordán a Juan, para ser bautizado por él. 14 Pero
este trató de impedírselo, diciendo: “Yo soy el que necesito ser bautizado
por ti, ¿y vienes tú a mí?”. 15 En respuesta Jesús le
dijo: “Deja que sea, esta vez, porque de esa manera nos es apropiado llevar a
cabo todo lo que es justo”. Entonces él dejó de impedírselo. 16 Después
que Jesús fue bautizado, inmediatamente salió del agua; y, ¡mire!, los cielos
se abrieron, y él vio descender como paloma el espíritu de Dios que
venía sobre él. 17 ¡Mire! También hubo una voz desde
los cielos que decía: “Este es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado”.
(Juan 1:29-34) 29 Al
día siguiente contempló a Jesús que venía hacia él, y dijo: “¡Mira, el
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo! 30 Este
es aquel de quien dije: Detrás de mí viene un varón que se me ha adelantado,
porque existió antes que yo. 31 Ni siquiera yo lo
conocía, pero la razón por la cual yo vine bautizando en agua fue para que él
fuera puesto de manifiesto a Israel”. 32 Juan también
dio testimonio, y dijo: “Vi el espíritu bajar como paloma del cielo, y
permaneció sobre él. 33 Ni siquiera yo lo conocía,
pero El Mismo que me envió a bautizar en agua me dijo: ‘Sobre quienquiera que
veas el espíritu descender y permanecer, este es el que bautiza en
espíritu santo’. 34 Y yo [lo] he visto, y he dado
testimonio de que este es el Hijo de Dios”.
(Gálatas 4:4,
5) 4 Pero cuando llegó el límite cabal del
tiempo, Dios envió a su Hijo, que vino a ser procedente de una mujer y que
llegó a estar bajo ley,
(Juan 1:35-2:11) 35 De
nuevo, al día siguiente, Juan estaba de pie con dos de sus discípulos, 36 y
al mirar a Jesús que iba andando, dijo: “¡Miren, el Cordero de Dios!”. 37 Y
los dos discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús. 38 Entonces
Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les dijo: “¿Qué buscan?”. Ellos le
dijeron: “Rabí (que, traducido, significa Maestro), ¿dónde estás alojado?”. 39 Les
dijo: “Vengan, y verán”. Por lo tanto, fueron y vieron dónde estaba alojado,
y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima. 40 Andrés
el hermano de Simón Pedro era uno de los dos que oyeron lo que Juan
dijo y siguieron a [Jesús]. 41 Primero halló este
a su propio hermano, Simón, y le dijo: “Hemos hallado al Mesías” (que,
traducido, significa Cristo). 42 Lo condujo a Jesús.
Cuando Jesús lo miró, dijo: “Tú eres Simón, hijo de Juan; tú serás llamado
Cefas” (que se traduce Pedro). 43 Al día siguiente,
deseó partir para Galilea. De modo que Jesús halló a Felipe y le dijo: “Sé mi
seguidor”. 44 Ahora bien, Felipe era de Betsaida, de
la ciudad de Andrés y Pedro. 45 Felipe halló a
Natanael y le dijo: “Hemos hallado a aquel de quien Moisés, en la Ley, y los
Profetas escribieron, a Jesús, hijo de José, de Nazaret”. 46 Pero
Natanael le dijo: “¿De Nazaret puede salir algo bueno?”. Felipe le dijo: “Ven
y ve”. 47 Jesús vio a Natanael venir hacia él y dijo
de él: “Mira, un israelita de seguro, en quien no hay engaño”. 48 Le
dijo Natanael: “¿Cómo es que me conoces?”. En respuesta, Jesús le dijo:
“Antes que Felipe te llamara, mientras estabas debajo de la higuera, te vi”. 49 Natanael
le contestó: “Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel”. 50 En
respuesta, Jesús le dijo: “¿Porque te dije que te vi debajo de la higuera
crees? Cosas mayores que estas verás”. 51 Le dijo
además: “Muy verdaderamente les digo: Verán el cielo abierto y a los ángeles
de Dios ascendiendo y descendiendo al Hijo del hombre”. 2 Ahora bien,
al tercer día se efectuó un banquete de bodas en Caná de Galilea, y estaba
allí la madre de Jesús. 2 Jesús y sus discípulos
también fueron invitados al banquete de bodas. 3 Cuando
faltó el vino, la madre de Jesús le dijo: “No tienen vino”. 4 Pero
Jesús le dijo: “¿Qué tengo que ver contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi
hora”. 5 Su madre dijo a los que ministraban: “Todo
cuanto les diga, háganlo”. 6 Sucedió que había puestas
allí seis tinajas de piedra para agua según lo exigido por los reglamentos de
purificación de los judíos, cada una de las cuales podía contener dos o tres
medidas de líquido. 7 Jesús les dijo: “Llenen de agua
las tinajas de agua”. Y las llenaron hasta el borde. 8 Y
les dijo: “Saquen un poco ahora y llévenlo al director del banquete”. De modo
que ellos lo llevaron. 9 Pues bien, cuando el director
del banquete probó el agua que había sido convertida en vino, pero no sabía
de dónde venía, aunque lo sabían los que ministraban que habían sacado el
agua, el director del banquete llamó al novio 10 y le
dijo: “Todo otro hombre pone primero el vino excelente, y cuando la gente
está embriagada, el inferior. Tú has reservado el vino excelente hasta
ahora”. 11 Jesús ejecutó esto en Caná de Galilea como
principio de sus señales, y puso de manifiesto su gloria; y sus discípulos
pusieron su fe en él.
(Lucas 8:1) 8 Poco
después iba viajando de ciudad en ciudad y de aldea en aldea, predicando y
declarando las buenas nuevas del reino de Dios. Y con él iban los doce,
(Lucas 9:1-6) 9
Entonces convocó a los doce y les dio poder y autoridad sobre todos los
demonios, y para curar enfermedades. 2 Y los envió a
predicar el reino de Dios y a hacer curaciones, 3 y
les dijo: “No lleven nada para el viaje, ni bastón, ni alforja, ni pan, ni
dinero en plata; tampoco tengan dos prendas de vestir interiores. 4 Pero
dondequiera que entren en una casa, quédense allí y partan de allí. 5 Y
dondequiera que no los reciban, al salir de aquella ciudad, sacúdanse el
polvo de los pies para testimonio contra ellos”. 6 Partiendo
entonces, ellos recorrieron el territorio de aldea en aldea, declarando las
buenas nuevas y ejecutando curaciones por todas partes.
(Juan 10:11) 11 Yo
soy el pastor excelente; el pastor excelente entrega su alma a favor de las
ovejas.
(Juan 10:27) 27 Mis
ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen.
(Hechos 5:31) 31 A
este, Dios lo ensalzó a su diestra como Agente Principal y Salvador, para dar
a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.
(Hebreos 13:20)
20 Ahora bien, que el Dios de la paz, que hizo subir
de entre los muertos al gran pastor de las ovejas con la sangre de un pacto
eterno, a nuestro Señor Jesús,
(Mateo 28:18) 18 Y
Jesús se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el
cielo y sobre la tierra.
(Juan 15:26) 26 Cuando
llegue el ayudante que yo enviaré a ustedes del Padre, el espíritu de la
verdad, que procede del Padre, ese dará testimonio acerca de mí;
(Hechos 2:33) 33 Por
eso, debido a que fue ensalzado a la diestra de Dios y recibió del Padre el
espíritu santo prometido, él ha derramado esto que ustedes ven y oyen.
(Efesios 1:22)
22 Él también sujetó todas las cosas debajo de sus
pies, y lo hizo cabeza sobre todas las cosas en cuanto a la congregación,
(Colosenses 1:13)
13 Él nos libró de la autoridad de la oscuridad y nos
transfirió al reino del Hijo de su amor,
(Colosenses 1:18)
18 y él es la cabeza del cuerpo, la congregación. Él
es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que llegara a ser
el que es primero en todas las cosas;
(1 Pedro 3:22) 22 Él
está a la diestra de Dios, porque siguió su camino al cielo; y ángeles y
autoridades y poderes fueron sujetados a él.
(Efesios 4:8)
8 Por lo cual él dice: “Cuando ascendió a lo alto
se llevó cautivos; dio dádivas [en] hombres”.
(Efesios 4:11)
11 Y dio algunos como apóstoles, algunos como
profetas, algunos como evangelizadores, algunos como pastores y maestros,
(Hechos 20:28) 28 Presten
atención a sí mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los
ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él
compró con la sangre del [Hijo] suyo.
(Hebreos 2:11)
11 Porque tanto el que está santificando como los que
están siendo santificados, todos [emanan] de uno solo, y por esta causa él no
se avergüenza de llamarlos “hermanos”,
(Hechos 16:4, 5) 4 Ahora
bien, a medida que iban viajando por las ciudades entregaban a los de allí,
para que los observaran, los decretos sobre los cuales habían tomado decisión
los apóstoles y ancianos que estaban en Jerusalén. 5 Por
lo tanto, en realidad, las congregaciones continuaron haciéndose firmes en la
fe y aumentando en número de día en día.
(Mateo 24:45-47) 45 ”¿Quién
es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre
sus domésticos, para darles su alimento al tiempo apropiado? 46 ¡Feliz
es aquel esclavo si su amo, al llegar, lo hallara haciéndolo así! 47 En
verdad les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes.
(Mateo 10:5-7) 5 A
estos doce Jesús los envió, dándoles estas órdenes: “No se vayan por el
camino de las naciones, y no entren en ciudad samaritana; 6 sino,
más bien, vayan continuamente a las ovejas perdidas de la casa de Israel. 7 Al
ir, prediquen, diciendo: ‘El reino de los cielos se ha acercado’.
(Hechos 2:4, 5) 4 y
todos se llenaron de espíritu santo y comenzaron a hablar en lenguas
diferentes, así como el espíritu les concedía expresarse. 5 Sucedía
que moraban en Jerusalén judíos, varones reverentes, de toda nación de las
que hay bajo el cielo.
(Hechos 2:10, 11) 10 y
de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las partes de Libia, que está hacia
Cirene, y residentes temporales procedentes de Roma, tanto judíos como
prosélitos, 11 cretenses y árabes, los oímos hablar en
nuestras lenguas acerca de las cosas magníficas de Dios”.
(Hechos 5:42) 42 Y
todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar
enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.
(Hechos 6:7) 7 Por
consiguiente, la palabra de Dios siguió creciendo, y el número de los
discípulos siguió multiplicándose muchísimo en Jerusalén; y una
gran muchedumbre de sacerdotes empezó a ser obediente a la fe.
(Hechos 8:5, 6) 5 Felipe,
uno de estos, bajó a la ciudad de Samaria y se puso a predicarles al Cristo. 6 Las
muchedumbres prestaban atención de común acuerdo a las cosas que Felipe
decía, mientras escuchaban y miraban las señales que él ejecutaba.
(Hechos 8:14-17) 14 Cuando
los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había aceptado la
palabra de Dios, les despacharon a Pedro y a Juan; 15 y
estos bajaron y oraron para que recibieran espíritu santo. 16 Porque
todavía no había caído sobre ninguno de ellos, sino que solo habían sido
bautizados en el nombre del Señor Jesús. 17 Entonces
se pusieron a imponerles las manos, y ellos empezaron a recibir espíritu
santo.
(Hechos 10:19-22) 19 Mientras
Pedro repasaba en su mente lo de la visión, el espíritu dijo: “¡Mira! Tres
varones te buscan. 20 Levántate, pues, baja y vete con
ellos, sin dudar nada, porque yo los he despachado”. 21 De
modo que Pedro bajó a donde estaban los varones y dijo: “¡Miren! Yo soy el
que buscan. ¿Cuál es la causa por la que están presentes?”. 22 Ellos
dijeron: “Cornelio, oficial del ejército, varón justo y que teme a Dios, y
acerca de quien da buen informe toda la nación de los judíos, recibió
instrucciones divinas, mediante un santo ángel, de que te enviara a decir que
vinieras a su casa y de que oyera las cosas que tú dijeras”.
(Hechos 10:44, 45) 44 Mientras
Pedro todavía estaba hablando acerca de estos asuntos, el espíritu santo cayó
sobre todos los que oían la palabra. 45 Y los fieles
que habían venido con Pedro que eran de los circuncisos estaban asombrados,
porque la dádiva gratuita del espíritu santo también estaba siendo derramada
sobre gente de las naciones.
(Hechos 9:3-6) 3 Ahora
bien, al ir viajando se acercó a Damasco, cuando de repente una luz del cielo
fulguró alrededor de él, 4 y él cayó a tierra y oyó
una voz que le decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me estás persiguiendo?”. 5 Dijo
él: “¿Quién eres, Señor?”. Él dijo: “Soy Jesús, a quien estás persiguiendo. 6 Sin
embargo, levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que tienes que
hacer”.
(Hechos 9:10, 11) 10 Había
en Damasco cierto discípulo de nombre Ananías, y el Señor le dijo en una
visión: “¡Ananías!”. Él dijo: “Aquí estoy, Señor”. 11 El
Señor le dijo: “Levántate, ve a la calle llamada Recta, y busca en casa de
Judas a un hombre cuyo nombre es Saulo, de Tarso. Porque, ¡mira!, está
orando,
(Hechos 9:15) 15 Pero
el Señor le dijo: “Ponte en camino, porque este hombre me es un vaso escogido
para llevar mi nombre a las naciones así como a reyes y a los hijos de
Israel.
(1 Timoteo 2:7) 7 Con
el propósito de este testimonio fui nombrado predicador y apóstol —digo la
verdad, no miento—, maestro de naciones en el asunto de la fe y la verdad.
(Hechos 13:2, 3) 2 Mientras
ellos estaban ministrando públicamente a Jehová y ayunando, el espíritu santo
dijo: “De todas las personas apártenme a Bernabé y a Saulo para la obra a que
los he llamado”. 3 Entonces ayunaron y oraron y les
impusieron las manos y los dejaron ir.
(Hechos 16:6-10) 6 Además,
atravesaron Frigia y el país de Galacia, porque el espíritu santo les había
prohibido hablar la palabra en el [distrito de] Asia. 7 Además
de eso, al bajar a Misia, se esforzaron por entrar en Bitinia, pero el
espíritu de Jesús no se lo permitió. 8 De modo que
pasaron por alto a Misia y bajaron a Troas. 9 Y
durante la noche le apareció a Pablo una visión: cierto varón macedonio
estaba de pie y le suplicaba y decía: “Pasa a Macedonia y ayúdanos”. 10 Ahora
bien, luego que hubo visto la visión, procuramos salir para Macedonia, pues
llegamos a la conclusión de que Dios nos había mandado llamar para
declararles las buenas nuevas.
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lunes, 29 de octubre de 2012
Domingo, 28 de Octubre de 2012
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