lunes, 22 de octubre de 2012

Lunes, 22 de Octubre de 2012





TEXTO DEL DIA

CITA BIBLICA
Descripción Biblia

Referencias BIBLICAS
*** Texto del Lunes, 22 de Octubre de 2012 ***
Lunes 22 de octubre
Todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón (Mat. 5:28).


► es12 pág. 105 Octubre
(Mateo 5:28)
Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer
(Deuteronomio 5:21) ”’Tampoco debes desear la esposa de tu semejante. Tampoco debes, egoístamente, desear con vehemencia la casa de tu semejante, su campo o su esclavo o su esclava, su toro o su asno o cosa alguna que pertenezca a tu semejante’.
(2 Samuel 11:2) Y al tiempo del atardecer aconteció que David procedió a levantarse de su cama y a pasearse sobre la azotea de la casa del rey; y desde la azotea alcanzó a ver a una mujer que estaba bañándose, y la mujer era de muy buena apariencia.
(Job 31:1) ”Un pacto he celebrado con mis ojos. Por eso, ¿cómo pudiera mostrarme atento a una virgen?
(2 Pedro 2:14) Tienen ojos llenos de adulterio, y no pueden desistir del pecado, y cautivan almas inconstantes. Tienen un corazón entrenado en la codicia. Son hijos malditos.


(Éxodo 20:17) ”No debes desear la casa de tu semejante. No debes desear la esposa de tu semejante, ni su esclavo, ni su esclava, ni su toro, ni su asno, ni cosa alguna que pertenezca a tu semejante”.
(1 Reyes 21:4) En consecuencia, Acab entró en su casa, sombrío y decaído debido a la palabra que le había hablado Nabot el jezreelita, cuando dijo: “No te daré la posesión hereditaria de mis antepasados”. Entonces se acostó sobre su lecho y mantuvo su rostro vuelto, y no comió pan.
(Lucas 12:15) Entonces les dijo: “Mantengan abiertos los ojos y guárdense de toda suerte de codicia, porque hasta cuando uno tiene en abundancia, su vida no resulta de las cosas que posee”.
(Romanos 7:7) Entonces, ¿qué diremos? ¿Es pecado la Ley? ¡Jamás llegue a ser eso así! Realmente, yo no habría llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por la Ley; y, por ejemplo, no habría conocido la codicia si la Ley no hubiera dicho: “No debes codiciar”.
a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio
(1 Juan 2:16) 16 porque todo [lo que hay] en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno— no se origina del Padre, sino que se origina del mundo.

(Tito 2:12) 12 y nos instruye a repudiar la impiedad y los deseos mundanos y a vivir con buen juicio y justicia y devoción piadosa en medio de este sistema de cosas actual,

(Mateo 5:28) Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
(Romanos 13:14) Antes bien, vístanse del Señor Jesucristo, y no estén haciendo planes con anticipación para los deseos de la carne.
(1 Pedro 1:14) Como hijos obedientes, dejen de amoldarse según los deseos que tuvieron en otro tiempo en su ignorancia,

(Génesis 3:6) Por consiguiente, la mujer vio que el árbol era bueno para alimento, y que a los ojos era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo. De modo que empezó a tomar de su fruto y a comerlo. Después dio de este también a su esposo cuando [él estuvo] con ella, y él empezó a comerlo.
(Proverbios 27:20) El Seol y [el lugar de] la destrucción mismos no se satisfacen; tampoco se satisfacen los ojos del hombre.
(Mateo 4:8) De nuevo el Diablo lo llevó consigo a una montaña excepcionalmente alta, y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria,

(Eclesiastés 5:11) Cuando las cosas buenas llegan a ser muchas, los que las comen ciertamente llegan a ser muchos. ¿Y qué ventaja hay para el magnífico dueño de ellas, fuera de mirar[las] con los ojos?
(Santiago 4:16) Pero ahora ustedes se glorían en sus alardes llenos de presunción. Todo ese gloriarse es inicuo.
con ella en su corazón.
(Marcos 7:21) porque de dentro, del corazón de los hombres, proceden razonamientos perjudiciales: fornicaciones, hurtos, asesinatos,
(Marcos 7:23) Todas estas cosas inicuas proceden de dentro y contaminan al hombre”.

A fin de fomentar la inmoralidad, Satanás se ha valido de la pornografía. Una vez que se contemplan, las imágenes pornográficas son difíciles de borrar de la mente, y llegan a crear adicción. Así le sucedió a un cristiano, quien confiesa: “Miraba pornografía en secreto. Había creado mi propio mundo de fantasía, y lo veía como algo aparte del mundo donde servía a Jehová. Sabía que lo que hacía estaba mal, pero aun así me decía que Dios seguía aceptando mi adoración”. ¿Qué le ayudó a cambiar de actitud? “Aunque fue lo más difícil que he tenido que hacer —explica—, decidí hablar del problema con los ancianos.” Con el tiempo, logró vencer aquel sucio hábito. “Una vez que me libré de ese pecado —señala—, sentí por fin que mi conciencia estaba limpia de verdad.” No hay duda: solo se puede odiar la pornografía si se ha aprendido a odiar la maldad. w11 15/2 4:9, 10
*** w11 15/2 págs. 30-31 ¿Odiamos la maldad? ***

Sigamos las advertencias de Jesús contra la inmoralidad
9 Jesús siempre respaldó las normas divinas sobre moralidad sexual. Dijo: “¿No leyeron que el que los creó desde el principio los hizo macho y hembra y dijo: ‘Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una sola carne’? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Por lo tanto, lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre” (Mat. 19:4-6). Cristo sabía, además, que lo que entra por los ojos llega hasta el corazón. Por eso, en el Sermón del Monte señaló: “Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio’. Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón” (Mat. 5:27, 28). La persona que no hace caso de estos consejos de Jesús está alimentando en su interior amor por la maldad.
10 A fin de fomentar la inmoralidad, Satanás ha inundado la sociedad actual de imágenes pornográficas. Una vez que se contemplan, son difíciles de borrar de la mente, y llegan a crear adicción. Así le sucedió a un cristiano, quien confiesa: “Miraba pornografía en secreto. Había creado mi propio mundo de fantasía, y lo veía como algo aparte del mundo donde servía a Jehová. Sabía que lo que hacía estaba mal, pero aun así me decía que Dios seguía aceptando mi adoración”. ¿Qué le ayudó a cambiar de actitud? “Aunque fue lo más difícil que he tenido que hacer —explica—, decidí hablar del problema con los ancianos.” Con el tiempo, logró vencer aquel sucio hábito. “Una vez que me libré de ese pecado —señala—, sentí por fin que mi conciencia estaba limpia de verdad.” No hay duda: solo se puede odiar la pornografía si se ha aprendido a odiar la maldad.
11 La música y la letra de las canciones pueden dejar una profunda huella en nuestros sentimientos y, por consiguiente, en nuestro corazón. Es verdad que la música es un don de Dios y que se ha utilizado por siglos en su adoración (Éxo. 15:20, 21; Efe. 5:19). Pero no es menos cierto que las canciones de este mundo ensalzan la inmoralidad (1 Juan 5:19). ¿Cómo podemos determinar si lo que escuchamos nos está corrompiendo?
12 Pudiéramos preguntarnos: “¿Qué dicen las canciones que escucho? ¿Exaltan el asesinato, el adulterio, la fornicación y el lenguaje obsceno? Si le leyera la letra a otra persona, ¿pensaría ella que detesto la maldad o, por el contrario, que tengo el corazón contaminado?”. No podemos afirmar que odiamos el pecado y al mismo tiempo escuchar canciones que lo alaban. Jamás olvidemos lo que dijo Jesús: “Las cosas que proceden de la boca salen del corazón, y esas cosas contaminan al hombre. Por ejemplo, del corazón salen razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, hurtos, testimonios falsos, blasfemias” (Mat. 15:18, 19; compárese con Santiago 3:10, 11).

(Mateo 19:4-6) 4 En respuesta, él dijo: “¿No leyeron que el que los creó desde [el] principio los hizo macho y hembra 5 y dijo: ‘Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una sola carne’? 6 De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Por lo tanto, lo que Dios ha unido bajo un yugo, no lo separe ningún hombre”.


(Mateo 5:27, 28) 27 ”Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio’. 28 Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.

(Éxodo 15:20, 21) 20 Y Míriam la profetisa, hermana de Aarón, procedió a tomar una pandereta en la mano; y todas las mujeres empezaron a salir con ella con panderetas y en danzas. 21 Y Míriam siguió respondiendo a los hombres: “Canten a Jehová, porque se ha ensalzado soberanamente. Al caballo y a su jinete en el mar ha lanzado”.
(Efesios 5:19) 19 hablándose a sí mismos con salmos y alabanzas a Dios y canciones espirituales, cantando y acompañándose con música en el corazón a Jehová,

(1 Juan 5:19) 19 Sabemos que nosotros nos originamos de Dios, pero el mundo entero yace en el [poder del] inicuo.

(Mateo 15:18, 19) 18 Sin embargo, las cosas que proceden de la boca salen del corazón, y esas cosas contaminan al hombre. 19 Por ejemplo, del corazón salen razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, hurtos, testimonios falsos, blasfemias.

(Santiago 3:10, 11) 10 De la misma boca salen bendición y maldición. No es correcto, hermanos míos, que estas cosas sigan ocurriendo de esta manera. 11 La fuente no hace que lo dulce y lo amargo salgan burbujeando por la misma abertura, ¿verdad?

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