jueves, 4 de octubre de 2012

Jueves, 04 de Octubre de 2012


Fecha
CITA BIBLICA
Descripción Biblia
Referencias BIBLICAS
*** Texto del Jueves, 04 de Octubre de 2012 ***
Jueves 4 de octubre
[Jehová] ciertamente odia a cualquiera que ama la violencia (Sal. 11:5).

► es12 pág. 99 Octubre
(Salmo 11:5)
Jehová mismo examina al justo así como al inicuo,
(Génesis 6:5) Por consiguiente, Jehová vio que la maldad del hombre abundaba en la tierra, y que toda inclinación de los pensamientos del corazón de este era solamente mala todo el tiempo.
(Génesis 7:1) Después de eso Jehová dijo a Noé: “Entra, tú y toda tu casa, en el arca, porque es a ti a quien he visto justo delante de mí en medio de esta generación.
(Génesis 22:1) Ahora bien, después de estas cosas aconteció que el Dios [verdadero] puso a prueba a Abrahán. Por consiguiente, le dijo: “¡Abrahán!”, a lo cual dijo él: “¡Aquí estoy!”.
y Su alma ciertamente odia a cualquiera que ama la violencia.
(Proverbios 3:31) No tengas envidia del hombre de violencia, ni escojas ninguno de sus caminos.
(Proverbios 6:17) ojos altaneros, una lengua falsa, y manos que derraman sangre inocente,

Satanás sabe que Jehová odia a quienes aman la violencia, y por eso procura distanciarnos de él sembrando ese sentimiento en nuestro corazón. Apela a los más bajos deseos a través de revistas, libros, películas y canciones, así como de videojuegos donde los participantes suelen asumir papeles terriblemente violentos e inmorales. Al Diablo no le preocupa que una parte de nuestro corazón ame la justicia. Se da por satisfecho si la otra parte ama la maldad que él difunde (Sal. 97:10).
(Salmo 97:10)
Oh amadores de Jehová,
(Marcos 12:30) y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas’.
(1 Corintios 8:3) Pero si alguien ama a Dios, este es conocido por él.
odien lo que es malo.
(Salmo 34:14) Apártate de lo que es malo, y haz lo que es bueno; procura hallar la paz, y sigue tras ella.
(Salmo 37:27) Apártate de lo que es malo y haz lo que es bueno, y por lo tanto reside hasta tiempo indefinido.
(Salmo 101:3) No pondré enfrente de mis ojos ninguna cosa que no sirva para nada. El obrar de los que apostatan he odiado; no se me pega.
(Salmo 119:104) Debido a tus órdenes me porto con entendimiento. Por eso he odiado toda senda falsa.
(Amós 5:15) Odien lo que es malo, y amen lo que es bueno, y den a la justicia un lugar en la puerta. Quizás Jehová el Dios de los ejércitos muestre favor a los restantes de José’.
(Romanos 7:15) Porque lo que obro no lo sé. Porque lo que deseo, esto no lo practico; sino que lo que odio es lo que hago.
(Romanos 12:9) Sea [su] amor sin hipocresía. Aborrezcan lo que es inicuo; adhiéranse a lo que es bueno.
(Hebreos 1:9) Amaste la justicia, y odiaste el desafuero. Por eso Dios, tu Dios, te ungió con [el] aceite de alborozo más que a tus socios”.
(Judas 23) sálven[los], arrebatándo[los] del fuego. Pero continúen mostrando misericordia a otros, haciéndolo con temor, mientras odian hasta la prenda de vestir interior que ha sido manchada por la carne.
Él está guardando las almas de los que le son leales;
(Salmo 31:23) Oh, amen a Jehová, todos ustedes que le son leales. A los fieles Jehová los está salvaguardando, pero está pagando en sumo grado a cualquiera que muestra altivez.
(Salmo 37:28) Porque Jehová es amador de la justicia, y no dejará a los que le son leales. Hasta tiempo indefinido ciertamente serán guardados; pero en cuanto a la prole de los inicuos, esta en verdad será cortada.
(Salmo 145:20) Jehová está guardando a todos los que lo aman, pero a todos los inicuos los aniquilará.
(Proverbios 2:8) mediante la observación de las sendas del juicio, y él guardará el mismísimo camino de los que le son leales.
de la mano de los inicuos los libra.
(Salmo 37:39) Y la salvación de los justos proviene de Jehová; él es su plaza fuerte en el tiempo de angustia.
(Salmo 125:3) Porque el cetro de iniquidad no seguirá descansando sobre la suerte de los justos, a fin de que los justos no alarguen la mano a ninguna mala acción.
(Jeremías 15:21) Y ciertamente te libraré de la mano de los malos, y ciertamente te redimiré de la palma de los tiránicos.”
(Daniel 3:28) Nabucodonosor respondía y decía: “Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego, quien envió a su ángel y rescató a sus siervos que confiaron en él y que cambiaron la palabra misma del rey y entregaron sus cuerpos, porque no quisieron servir y no quisieron adorar a ningún dios en absoluto excepto a su propio Dios.
(Mateo 6:13) Y no nos metas en tentación, sino líbranos del inicuo’.
El espíritu de Dios promueve todo lo contrario: la pureza, la apacibilidad y la misericordia. Por eso, hacemos bien en preguntarnos: “¿Me ayudan las diversiones que elijo a cultivar buenas cualidades?”. La persona que tiene la sabiduría de arriba vive su vida “sin ser hipócrita” (Sant. 3:17). En efecto, quien permite que el espíritu santo guíe sus pasos no predica en la calle la pureza y la paz, y luego en casa se entretiene viendo escenas de salvajismo o inmoralidad sexual. w11 15/3 1:7, 8
(Santiago 3:17)
Pero la sabiduría
(1 Corintios 2:6) 6 Ahora bien, hablamos sabiduría entre los que son maduros, pero no la sabiduría de este sistema de cosas, ni la de los gobernantes de este sistema de cosas, que han de quedar reducidos a nada.
de arriba es primeramente casta,
(Romanos 12:9) Sea [su] amor sin hipocresía. Aborrezcan lo que es inicuo; adhiéranse a lo que es bueno.
(1 Timoteo 5:2) a las mujeres de más edad como a madres, a las de menos edad como a hermanas, con toda castidad.
luego pacífica,
(2 Corintios 13:11) Finalmente, hermanos, continúen regocijándose, siendo reajustados, siendo consolados, pensando de acuerdo, viviendo pacíficamente; y el Dios de amor y de paz estará con ustedes.
(1 Tesalonicenses 5:13) y que les den consideración más que extraordinaria en amor por causa de su trabajo. Sean pacíficos unos con otros.
(1 Pedro 3:11) antes bien, apártese de lo que es malo y haga lo que es bueno; busque la paz y siga tras ella.
(2 Pedro 3:14) Por eso, amados, ya que están esperando estas cosas, hagan lo sumo posible para que finalmente él los halle inmaculados y sin tacha y en paz.
razonable,
(1 Timoteo 3:3) no un borracho pendenciero, no un golpeador, sino razonable, no belicoso, no amador del dinero,
(Tito 3:2) que no hablen perjudicialmente de nadie, que no sean belicosos, que sean razonables, y desplieguen toda apacibilidad para con todos los hombres.
lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos,
(Gálatas 5:22) 22 Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe,
sin hacer distinciones por parcialidad,
(Santiago 2:9) 9 Pero si continúan mostrando favoritismo, están obrando un pecado, porque son censurados por la ley como transgresores.
sin ser hipócrita.
(1 Pedro 1:22) 22 Ahora que ustedes han purificado sus almas por [su] obediencia a la verdad con el cariño fraternal sin hipocresía como resultado, ámense unos a otros intensamente desde el corazón.
*** w11 15/3 págs. 9-10 Resistamos el espíritu del mundo y recibamos el de Dios ***

¿Está influyendo en nosotros el espíritu del mundo?

6 Aunque muchas personas viven en ignorancia de las trampas que usa Satanás, ese no tiene por qué ser el caso de los que somos cristianos (2 Cor. 2:11). En realidad, el espíritu del mundo nos controlará solamente si lo permitimos. Examinemos cuatro preguntas que nos dejarán ver si está influyendo en nosotros este espíritu o el de Dios.
7 ¿Qué demuestro con las diversiones que elijo? (Léase Santiago 3:14-18.) Satanás sabe que Jehová odia a quienes aman la violencia, y por eso procura distanciarnos de él sembrando ese sentimiento en nuestro corazón (Sal. 11:5). Apela a los más bajos deseos a través de revistas, libros, películas y canciones, así como de videojuegos donde los participantes suelen asumir papeles terriblemente violentos e inmorales. Al Diablo no le preocupa que una parte de nuestro corazón ame la justicia. Se da por satisfecho si la otra parte ama la maldad que él difunde (Sal. 97:10).
8 El espíritu de Dios promueve todo lo contrario: la pureza, la apacibilidad y la misericordia. Por eso, hacemos bien en preguntarnos: “¿Me ayudan las diversiones que elijo a cultivar buenas cualidades?”. La persona que tiene la sabiduría de arriba vive su vida “sin ser hipócrita”. En efecto, quien permite que el espíritu santo guíe sus pasos no predica en la calle la pureza y la paz, y luego en casa se entretiene viendo escenas de salvajismo o inmoralidad sexual.
9 Jehová espera devoción exclusiva. Pero Satanás no pide tanto. Como vemos por las tentaciones que le puso a Jesús, él se conforma con un solo acto de adoración (Luc. 4:7, 8). Por eso, preguntémonos: “¿Me permiten mis diversiones darle a Dios la devoción que se merece? ¿Me ayudan a resistir el espíritu del mundo, o me lo hacen más difícil? ¿Tendré que seleccionarlas con más cuidado?”.
10 ¿Cuál es mi actitud ante los bienes materiales? (Léase Lucas 18:24-30.) Mediante el espíritu del mundo, Satanás promueve la codicia y el materialismo, “el deseo de los ojos” (1 Juan 2:16). En efecto, alimenta en la gente una auténtica obsesión por las riquezas (1 Tim. 6:9, 10). Quisiera hacernos creer que la seguridad en la vida depende de tener muchas posesiones (Pro. 18:11). Si permitimos que el amor al dinero ahogue nuestro amor a Dios, el Diablo nos habrá ganado la partida. Por eso, todos deberíamos preguntarnos: “¿Gira mi vida en torno a las comodidades y los placeres?”.
11 El espíritu de Dios nos anima a través de la Biblia a adoptar una actitud equilibrada frente al dinero y a trabajar para cubrir las necesidades materiales de nuestra familia (1 Tim. 5:8). Además, nos ayuda a imitar la generosidad de Jehová. Todos deberían poder ver que estamos más interesados en dar que en recibir. Tenemos que valorar a las personas más que a las cosas, y compartir con los demás siempre que nos sea posible (Pro. 3:27, 28). Y no podemos anteponer nunca los bienes materiales al servicio a Jehová.
12 ¿Manifiesta mi personalidad el espíritu de Dios, o el del mundo? (Léase Colosenses 3:8-10, 13.) Algo que nos permitirá determinarlo es fijarnos en cómo reaccionamos cuando no van bien las cosas. ¿Demostramos en esos momentos alguna de las conductas que promueve el espíritu del mundo, las obras de la carne? (Gál. 5:19-21.) Por ejemplo, ¿qué hacemos cuando un hermano o una hermana es desatento con nosotros, nos ofende o incluso peca contra nosotros? Otro asunto sobre el que debemos reflexionar es nuestra conducta en la intimidad del hogar, pues es allí donde suele verse claramente cuál de los dos espíritus tiene más fuerza. Hagámonos el siguiente autoexamen: “En los últimos seis meses, ¿se ha vuelto más cristiana mi personalidad, o he recaído en alguna mala costumbre, sea en mi forma de hablar o de comportarme?”.
13 El espíritu santo nos ayuda a obedecer este mandato divino: “Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse de la nueva”. Al actuar así, creceremos en amor y bondad, y estaremos más dispuestos a perdonar a los demás, aunque tengamos motivos para estar irritados. Cuando nos parezca que nos han tratado injustamente, no reaccionaremos con “amargura maliciosa” ni con “cólera e ira y gritería” o “habla injuriosa”. Más bien, nos esforzaremos por ser “tiernamente compasivos” (Efe. 4:31, 32).
14 ¿Demuestro respeto y amor por los principios morales de las Escrituras? (Léase Proverbios 3:5, 6.) La influencia del espíritu del mundo lleva a las personas a rechazar la autoridad de la Palabra de Dios. Algunos pasan por alto los versículos que no les convienen y dan preferencia a tradiciones y filosofías humanas (2 Tim. 4:3, 4). Otros cuestionan la Biblia entera. Creyéndose sabios a sus propios ojos, ponen en duda que sea un libro inspirado o útil para el hombre de hoy, y por eso restan importancia a sus normas puras sobre el adulterio, la homosexualidad y el divorcio. En resumidas cuentas, “dicen que lo bueno es malo y lo malo es bueno” (Isa. 5:20). ¿Nos hemos contagiado de alguna de estas actitudes mundanas? Cuando tenemos problemas, ¿tratamos de resolverlos siguiendo la sabiduría del hombre —lo que incluye nuestras opiniones personales—, o procuramos aplicar los consejos de la Biblia?
15 El espíritu santo, en cambio, nos infunde respeto por la Palabra de Dios. Al igual que el salmista, consideramos que es una lámpara para nuestro pie y una luz para nuestra vereda (Sal. 119:105). Por eso, en vez de guiarnos por nuestra propia sabiduría, confiamos en la Biblia como guía para distinguir el bien del mal. No solo la respetamos, sino que de hecho la amamos (Sal. 119:97).
(2 Corintios 2:11)
11 para que no seamos alcanzados por Satanás, porque no estamos en ignorancia de sus designios.
(Santiago 3:14-18)
14 Pero si ustedes tienen en el corazón amargos celos y espíritu de contradicción, no anden haciendo alardes y mintiendo contra la verdad. 15 Esta no es la sabiduría que desciende de arriba, sino que es [la] terrenal, animal, demoníaca. 16 Porque donde hay celos y espíritu de contradicción, allí hay desorden y toda cosa vil. 17 Pero la sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica, razonable, lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin hacer distinciones por parcialidad, sin ser hipócrita. 18 Además, en cuanto al fruto de la justicia, su semilla se siembra en condiciones pacíficas para los que están haciendo la paz.
(Lucas 4:7, 8)
7 Por eso, si tú haces un acto de adoración delante de mí, todo será tuyo”. 8 Respondiendo, Jesús le dijo: “Está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar, y es solo a él a quien tienes que rendir servicio sagrado’”.
(Lucas 18:24-30)
24 Jesús le miró y dijo: “¡Cuán difícil les será a los que tienen dinero abrirse camino al reino de Dios! 25 Más fácil es, de hecho, que un camello pase por el ojo de una aguja de coser que el que un rico entre en el reino de Dios”. 26 Los que oyeron esto dijeron: “¿Quién, acaso, puede ser salvo?”. 27 Él dijo: “Las cosas que son imposibles para los hombres son posibles para Dios”. 28 Pero Pedro dijo: “¡Mira! Nosotros hemos dejado nuestras propias cosas y te hemos seguido”. 29 Él les dijo: “En verdad les digo: Nadie hay que haya dejado casa, o esposa, o hermanos, o padres, o hijos, por causa del reino de Dios, 30 que no reciba de algún modo muchas veces más en este período, y en el sistema de cosas venidero la vida eterna”.
(1 Juan 2:16)
16 porque todo [lo que hay] en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno— no se origina del Padre, sino que se origina del mundo.
(1 Timoteo 6:9, 10)
9 Sin embargo, los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y perjudiciales, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina. 10 Porque el amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y, procurando realizar este amor, algunos han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos dolores.
(Proverbios 18:11)
11 Las cosas valiosas del rico son su pueblo fuerte, y son como un muro protector en su imaginación.
(1 Timoteo 5:8)
8 Ciertamente si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.


(Proverbios 3:27, 28)
27 No retengas el bien de aquellos a quienes se les debe, cuando sucede que está en el poder de tu mano hacer[lo]. 28 No digas a tu semejante: “Anda, y vuelve, y mañana daré”, cuando hay algo contigo.


(Colosenses 3:8-10)
8 Pero ahora realmente deséchenlas todas de ustedes: ira, cólera, maldad, habla injuriosa y habla obscena de su boca. 9 No estén mintiéndose unos a otros. Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, 10 y vístanse de la nueva [personalidad], que mediante conocimiento exacto va haciéndose nueva según la imagen de Aquel que la ha creado. . .


(Colosenses 3:13)
13 Continúen soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a ustedes, así también háganlo ustedes.


(Gálatas 5:19-21)
19 Ahora bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia, conducta relajada, 20 idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera, altercaciones, divisiones, sectas, 21 envidias, borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas. En cuanto a estas cosas, les aviso de antemano, de la misma manera como ya les avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.


(Efesios 4:31, 32)
31 Que se quiten toda amargura maliciosa y cólera e ira y gritería y habla injuriosa, junto con toda maldad. 32 Más bien háganse bondadosos unos con otros, tiernamente compasivos, y perdónense liberalmente unos a otros, así como Dios también por Cristo liberalmente los perdonó a ustedes.
(Proverbios 3:5, 6)
5 Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. 6 En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas.
(2 Timoteo 4:3, 4)
3 Porque habrá un período en que no soportarán la enseñanza saludable, sino que, de acuerdo con sus propios deseos, acumularán para sí mismos maestros para que les regalen los oídos; 4 y apartarán sus oídos de la verdad, puesto que serán desviados a cuentos falsos.
(Isaías 5:20)
20 ¡Ay de los que dicen que lo bueno es malo y lo malo es bueno, los que ponen oscuridad por luz y luz por oscuridad, los que ponen amargo por dulce y dulce por amargo!


(Salmo 119:105)
105 Tu palabra es una lámpara para mi pie, y una luz para mi vereda.


(Salmo 119:97)  
97 ¡Cómo amo tu ley, sí! Todo el día ella es mi interés intenso.

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