lunes, 29 de octubre de 2012

Lunes, 29 de Octubre de 2012





TEXTO DEL DIA

CITA BIBLICA
Descripción Biblia

Referencias BIBLICAS
*** Texto del Lunes, 29 de Octubre de 2012 ***
El nombre de Dios es blasfemado entre las naciones a causa de ustedes (Rom. 2:24).

► es12 pág. 107 Octubre
(Romanos 2:24)
 Porque “el nombre de Dios es blasfemado entre las naciones a causa de ustedes”; así como está escrito.
(Isaías 52:5) “Y ahora, ¿qué interés tengo aquí? —es la expresión de Jehová—. Porque mi pueblo fue tomado por nada. Los mismísimos que los gobernaban siguieron aullando —es la expresión de Jehová—, y constantemente, todo el día, se trataba con falta de respeto mi nombre.
(Ezequiel 36:20) De modo que entraron en las naciones en donde entraron, y la gente procedió a profanar mi santo nombre al decir con referencia a ellos: ‘Estos son el pueblo de Jehová, y de la tierra de él han salido’.

(Salmo 44:12) 12 Vendes a tu pueblo por lo que no tiene ningún valor, y no has ganado riqueza alguna por el precio de ellos.
(Éxodo 5:14) Más tarde, los oficiales de los hijos de Israel, que habían sido puestos sobre estos por los señaladores de tareas de Faraón, fueron golpeados, mientras estos decían: “¿Por qué no acabaron su tarea prescrita de hacer ladrillos como antes, ni ayer ni hoy?”.
(Salmo 137:3) Porque allí los que nos tenían cautivos nos pidieron las palabras de una canción, y los que se mofaban de nosotros... regocijo: “Cántennos una de las canciones de Sión”.
(Jeremías 50:17) ”Israel es una oveja esparcida. Leones mismos han hecho la dispersión. En el primer caso el rey de Asiria lo ha devorado, y en este último caso Nabucodorosor el rey de Babilonia ha roído sus huesos.
(Salmo 74:10) ¿Hasta cuándo, oh Dios, seguirá vituperando el adversario? ¿Seguirá el enemigo tratando tu nombre con falta de respeto para siempre?
(Isaías 37:6) Entonces Isaías les dijo: “Esto es lo que deben decir a su señor: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová: “No tengas miedo a causa de las palabras que has oído, con las cuales hablaron injuriosamente de mí los servidores del rey de Asiria.
(Romanos 2:24) Porque “el nombre de Dios es blasfemado entre las naciones a causa de ustedes”; así como está escrito.
(Santiago 2:7) Blasfeman contra el nombre excelente por el cual ustedes fueron llamados, ¿no es verdad?


(Isaías 52:5) “Y ahora, ¿qué interés tengo aquí? —es la expresión de Jehová—. Porque mi pueblo fue tomado por nada. Los mismísimos que los gobernaban siguieron aullando —es la expresión de Jehová—, y constantemente, todo el día, se trataba con falta de respeto mi nombre.
(Romanos 2:24) Porque “el nombre de Dios es blasfemado entre las naciones a causa de ustedes”; así como está escrito.
(Números 14:16) ‘Porque Jehová no pudo introducir a este pueblo en la tierra acerca de la cual les juró, procedió a darlos a la matanza en el desierto’.
(Josué 7:9) Y los cananeos y todos los habitantes del país lo oirán, y ciertamente nos cercarán y cortarán nuestro nombre de la tierra; y ¿qué harás por tu gran nombre?”.

Al enterarse de todas las cosas malas que han hecho los líderes de las iglesias —supuestamente en el nombre del Dios de la Biblia—, mucha gente sincera se lleva una gran decepción o incluso pierde la fe en Dios y en su Palabra, quedando así en manos de Satanás y su malvado mundo. ¿Cómo se siente usted al ver que se repite esta situación día tras día? ¿Cómo reacciona al observar que se blasfema contra nuestro amado Padre y se lanza lodo contra su santo nombre? ¿No es cierto que quiere hacer todo lo posible por remediar la situación? Al ver a tantas personas de buen corazón sufriendo los engaños y abusos de sus pastores, ¿verdad que desea consolarlas? Cuando Jesús notó que las muchedumbres estaban “desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor”, no se limitó a compadecerse de ellas, sino que “comenzó a enseñarles muchas cosas” (Mat. 9:36; Mar. 6:34). ¡Cuánto celo demostró por la adoración verdadera! Sin duda, tenemos sobradas razones para imitar su actitud. w10 15/12 1:12, 15
(Mateo 9:36)
Al ver las muchedumbres, se compadeció
(Mateo 14:14) Ahora bien, cuando él salió vio una gran muchedumbre; y se compadeció de ellos, y curó a sus enfermos.
(Hebreos 4:15) Porque no tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado.

de ellas, porque estaban desolladas
y desparramadas como ovejas sin pastor.
O léase: “hostigadas; irritadas”.


(Números 27:17) que salga delante de ellos y que entre delante de ellos y que los saque y que los introduzca, para que la asamblea de Jehová no llegue a ser como ovejas que no tienen pastor”.
(1 Reyes 22:17) Por lo tanto él dijo: “Ciertamente veo a todos los israelitas esparcidos por las montañas, como ovejas que no tienen pastor. Y Jehová pasó a decir: ‘Estos no tienen amos. Que se vuelvan cada uno a su casa en paz’”.

(Marcos 6:34)
Pues, al salir, él vio una muchedumbre grande, y se enterneció
(Miqueas 6:8) Él te ha dicho, oh hombre terrestre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que Jehová está pidiendo de vuelta de ti sino ejercer justicia y amar la bondad y ser modesto al andar con tu Dios?
(Mateo 9:36) Al ver las muchedumbres, se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor.
(Mateo 14:14) Ahora bien, cuando él salió vio una gran muchedumbre; y se compadeció de ellos, y curó a sus enfermos.
(Hebreos 4:15) Porque no tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado.
por ellos, porque eran como ovejas sin pastor.
(1 Reyes 22:17) Por lo tanto él dijo: “Ciertamente veo a todos los israelitas esparcidos por las montañas, como ovejas que no tienen pastor. Y Jehová pasó a decir: ‘Estos no tienen amos. Que se vuelvan cada uno a su casa en paz’”.
(Isaías 53:6) Como ovejas todos nosotros hemos andado errantes; cada cual a su propio camino nos hemos dirigido; y Jehová mismo ha hecho que el error de todos nosotros se encuentre con aquel.
(Ezequiel 34:5) Y gradualmente fueron esparcidas por no haber pastor, de modo que llegaron a ser alimento para toda bestia salvaje del campo, y continuaron siendo esparcidas.
(Mateo 9:36) Al ver las muchedumbres, se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor.
Y comenzó a enseñarles muchas cosas.
(Isaías 61:1) El espíritu del Señor Soberano Jehová está sobre mí, por razón de que Jehová me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los mansos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los [que han sido] llevados cautivos y la apertura ancha [de los ojos] aun a los prisioneros;
(Lucas 9:11) Pero las muchedumbres, al saberlo, lo siguieron. Y él los recibió amablemente y se puso a hablarles del reino de Dios, y sanó a los que tenían necesidad de curación.
*** w10 15/12 págs. 9-11 Demostremos celo por la adoración verdadera ***

Defendamos con celo la adoración verdadera

 “La mies es mucha, pero los obreros son pocos.” (MAT. 9:37)
SI NECESITAMOS que cierta persona revise un documento antes de que acabe el día, ¿qué hacemos antes de enviárselo? Ponerle la etiqueta de “URGENTE”. Y si vamos en taxi rumbo a una cita importante pero se nos está haciendo tarde, ¿qué le decimos al conductor? “Acelere, por favor; es URGENTE que llegue.” Así es, cuando tenemos una tarea importante y nos apremia el tiempo, nos ponemos tensos y nerviosos. La adrenalina recorre nuestro cuerpo y trabajamos a toda máquina. Esos son los conocidos efectos de la urgencia.
2 Hoy día, no hay nada más urgente para los cristianos verdaderos que predicar las buenas nuevas del Reino y hacer discípulos de gente de todas las naciones (Mat. 24:14; 28:19, 20). Según indicó Marcos en su Evangelio, Jesús dijo que esta labor debe llevarse a cabo “primero”, o sea, antes de que llegue el fin (Mar. 13:10). Y eso es lo que tiene que suceder. Además, Jesús indicó que “la mies [o cosecha] es mucha, pero los obreros son pocos”, subrayando así la urgencia de esta obra, pues las cosechas no pueden esperar: tienen que recogerse antes de que termine la temporada (Mat. 9:37).
3 En vista de lo importante que es la predicación, merece que le dediquemos todo el tiempo y energías que podamos. Y esta es la loable actitud que demuestran muchos cristianos. Hay quienes han simplificado su vida a fin de dedicarse a alguna faceta del ministerio de tiempo completo, como el precursorado, la obra misional o el servicio de Betel. Todos ellos llevan vidas muy ocupadas. Es verdad que realizan muchos sacrificios y que afrontan diversos desafíos, pero Jehová los recompensa ampliamente. Nos alegramos mucho por ellos (léase Lucas 18:28-30). Otros cristianos no están en condiciones de hacerse precursores, pero dedican todo el tiempo que pueden a enseñar el camino de la salvación tanto a sus vecinos como a sus propios hijos (Deu. 6:6, 7).
4 Como hemos visto, las personas suelen actuar con un mayor sentido de urgencia cuando ven que se aproxima la fecha límite o el fin de un plazo. Nosotros vivimos precisamente en el tiempo del fin, y existen abundantes pruebas bíblicas e históricas que lo demuestran (Mat. 24:3, 33; 2 Tim. 3:1-5). No obstante, ningún ser humano sabe la fecha exacta en que llegará el fin, como dejó claro Jesús al hablar sobre “la señal [...] de la conclusión del sistema de cosas”. Él dijo: “Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre” (Mat. 24:36). Siendo así las cosas, a algunos cristianos —sobre todo a los que llevan muchos años esperando— se les hace difícil a veces mantener el sentido de urgencia (Pro. 13:12). ¿Es ese su caso? ¿Qué puede ayudarnos a todos a ver como algo urgente la tarea que nos han encargado Jehová y Jesucristo?
Sigamos a Jesús, nuestro modelo
5 Nadie ha dejado un mejor ejemplo de lo que es servir a Dios con sentido de urgencia que Jesucristo. Una de las razones por las que actuó así fue que tenía muchos objetivos que cumplir en apenas tres años y medio. Pero en ese período tan breve hizo más a favor de la adoración verdadera que cualquier otro ser humano. Dio a conocer el nombre y el propósito de su Padre, predicó las buenas nuevas del Reino, denunció la hipocresía y las doctrinas falsas de los líderes religiosos y defendió hasta la muerte la soberanía de Jehová. Además, recorrió incansablemente el país enseñando, ayudando y sanando a la gente (Mat. 9:35). No hay duda: nadie ha logrado tanto en tan poco tiempo. Dio todo lo que un hombre podía dar (Juan 18:37).
6 Jesús realizó su ministerio con tanto empeño porque comprendía el momento en el que se encontraba según el horario de Dios. Gracias a la profecía de Daniel, podía saber que el ministerio del Mesías terminaría “a la mitad de la semana” profética, es decir, después de tres años y medio (Dan. 9:27). Poco después de realizar su entrada triunfal en Jerusalén en la primavera del año 33, Jesús aseguró: “Ha llegado la hora para que el Hijo del hombre sea glorificado” (Juan 12:23). Como vemos, sabía que su muerte era inminente. Pero esa no fue la principal razón por la que se esforzó tanto. Más bien, fue porque lo más importante en su vida era hacer la voluntad de su Padre y mostrar su amor al prójimo en toda ocasión. Ese amor lo motivó desde el principio a reunir un grupo de discípulos y prepararlos para que fueran a predicar por todo el país. De ese modo se aseguró de que continuaran con la labor que él había comenzado e incluso efectuaran obras mayores que las suyas (léase Juan 14:12).
7 Unos meses después de comenzar su ministerio, durante la Pascua del año 30, Jesús demostró contundentemente cuánto celo tenía. Al llegar a Jerusalén acompañado de sus discípulos, vio “en el templo a los que vendían ganado vacuno y ovejas y palomas, y a los corredores de cambios en sus asientos”. ¿Cómo reaccionó y qué impresión causó en sus discípulos? (Léase Juan 2:13-17.)
8 Lo que Jesús dijo e hizo en esa ocasión les recordó estas palabras proféticas de un salmo de David: “El puro celo por tu casa me ha consumido” (Sal. 69:9). ¿Por qué les vino a la mente ese pasaje? Porque su Maestro se atrevió a hacer algo muy peligroso. Detrás de aquel próspero pero indignante negocio estaban nada menos que las autoridades del templo, entre ellas los sacerdotes y los escribas. Al perturbar sus operaciones y sacar a la luz sus turbios manejos, Jesús estaba confrontando a los poderosos líderes religiosos de su día. Los discípulos comprendieron atinadamente que aquella era una gran muestra de celo por la casa de Dios, es decir, por la adoración verdadera. Examinemos a continuación qué es exactamente el celo y qué relación tiene con el sentido de urgencia.
12 El panorama religioso actual es igual de malo que en el siglo primero, o incluso peor. Pensemos en la actitud que se tiene hacia el nombre divino. Cuando Jesús les dio a sus discípulos un modelo de oración, la primera petición que incluyó fue: “Santificado sea tu nombre” (Mat. 6:9). Pero ¿qué están haciendo hoy día los líderes religiosos y, en particular, el clero de la cristiandad? En vez de enseñar a sus feligreses a dirigirse a Dios por nombre y a tratar como santo dicho nombre, distorsiona la imagen del Creador con doctrinas falsas como la Trinidad, la inmortalidad del alma y el infierno. El resultado es que la gente piensa en Dios como alguien misterioso e incomprensible, o cruel y hasta sádico. Además, con su conducta escandalosa e hipócrita, el clero deshonra el nombre divino (léase Romanos 2:21-24). Asimismo, hace todo lo posible por ocultarlo, quitándolo incluso de sus traducciones de la Biblia, con lo que dificulta que las personas se acerquen a Jehová y disfruten de su amistad (Sant. 4:7, 8).
13 Jesús también enseñó a sus discípulos a orar así por el Reino de Dios: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra” (Mat. 6:10). Aunque el clero repite vez tras vez esa petición, anima a sus feligreses a apoyar los organismos políticos y demás instituciones creadas por el hombre. Y no solo eso, sino que desprecia a quienes se esfuerzan por predicar el Reino. Como es lógico, el Reino de Dios no es un tema que traten con frecuencia los miembros de la cristiandad, pues en realidad no creen en él.
14 Al orar a su Padre, Jesús lo dijo muy claro: “Tu palabra es la verdad” (Juan 17:17). Y antes de regresar al cielo, indicó que designaría a un “esclavo fiel y discreto” para que sirviera alimento espiritual a su congregación (Mat. 24:45). Sin dudarlo un instante, los líderes de las iglesias afirman que son ellos los que han sido nombrados servidores de la Palabra de Dios. Pero ¿han cumplido fielmente con la comisión del Amo? Todo lo contrario. Muchos de ellos aseguran que la Biblia contiene fábulas y mitos. Y en vez de brindar a sus rebaños alimento espiritual que los consuele e ilumine, les enseñan filosofías humanas con las que les “regal[an] los oídos”, o sea, les dicen lo que quieren oír. Además, rebajan los principios bíblicos en un intento por adaptarlos a la “nueva moralidad” (2 Tim. 4:3, 4).
15 Al enterarse de todo lo que han hecho los líderes de las iglesias —supuestamente en el nombre del Dios de la Biblia—, mucha gente sincera se lleva una gran decepción o incluso pierde la fe en Dios y en su Palabra, quedando así en manos de Satanás y su malvado mundo. ¿Cómo se siente usted al ver que se repite esta situación día tras día? ¿Cómo reacciona al observar que se blasfema contra nuestro amado Padre y se lanza lodo contra su santo nombre? ¿No es cierto que quiere hacer todo lo posible por remediar la situación? Al ver a tantas personas de buen corazón sufriendo los engaños y abusos de sus pastores, ¿verdad que desea consolarlas? Cuando Jesús notó que las muchedumbres estaban “desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor”, no se limitó a compadecerse de ellas, sino que “comenzó a enseñarles muchas cosas” (Mat. 9:36; Mar. 6:34). ¡Cuánto celo demostró por la adoración verdadera! Sin duda, tenemos sobradas razones para imitar su actitud.
16 Cuando tenemos esa actitud hacia nuestra obra, cobran sentido especial las palabras que escribió el apóstol Pablo en 1 Timoteo 2:3, 4 (léase). En efecto, no solo nos esforzamos al máximo en el ministerio porque estamos en los últimos días, sino, sobre todo, porque comprendemos cuál es la voluntad de Jehová. Él quiere que la gente conozca la verdad, aprenda a adorarlo y reciba sus bendiciones. Sin lugar a dudas, nuestra principal motivación no es que haya una fecha límite, sino el deseo de honrar el nombre divino y enseñar al prójimo la voluntad de Jehová. En otras palabras, nos mueve el celo por la religión verdadera (1 Tim. 4:16).
17 Jehová nos ha bendecido a sus siervos revelándonos su propósito para el hombre y la Tierra. Con ese conocimiento podemos ayudar a nuestros vecinos a ser felices en la actualidad, tener la esperanza segura de un futuro mejor y librarse de la destrucción que sufrirá el mundo de Satanás (2 Tes. 1:7-9). Por eso, en vez de frustrarnos o desanimarnos porque el día de Jehová parezca retrasarse, nos alegramos de que aún haya tiempo para demostrar celo por la adoración verdadera (Miq. 7:7; Hab. 2:3). El próximo artículo destacará qué debemos hacer para seguir manifestando ese fervor.



(Mateo 9:37) 37 Entonces dijo a sus discípulos: “Sí; la mies es mucha, pero los obreros son pocos.
(Mateo 24:14) 14 Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
(Mateo 28:19, 20) 19 Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.
(Marcos 13:10) 10 También, en todas las naciones primero tienen que predicarse las buenas nuevas.
(Mateo 9:37) 37 Entonces dijo a sus discípulos: “Sí; la mies es mucha, pero los obreros son pocos.
(Lucas 18:28-30) 28 Pero Pedro dijo: “¡Mira! Nosotros hemos dejado nuestras propias cosas y te hemos seguido”. 29 Él les dijo: “En verdad les digo: Nadie hay que haya dejado casa, o esposa, o hermanos, o padres, o hijos, por causa del reino de Dios, 30 que no reciba de algún modo muchas veces más en este período, y en el sistema de cosas venidero la vida eterna”.
(Deuteronomio 6:6, 7) 6 Y estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que resultar estar sobre tu corazón; 7 y tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.
(Mateo 24:3) 3 Estando él sentado en el monte de los Olivos, se acercaron a él los discípulos privadamente, y dijeron: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”.
(Mateo 24:33) 33 Así mismo también, ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a las puertas.
(2 Timoteo 3:1-5) 3 Mas sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. 2 Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, 3 sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, 4 traicioneros, testarudos, hinchados [de orgullo], amadores de placeres más bien que amadores de Dios, 5 teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder; y de estos apártate.
(Proverbios 13:12) 12 La expectación pospuesta enferma el corazón, pero la cosa deseada es árbol de vida cuando sí viene.
(Mateo 9:35) 35 Y Jesús emprendió un recorrido de todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas y predicando las buenas nuevas del reino y curando toda suerte de dolencia y toda suerte de mal.
(Juan 18:37) 37 Por lo tanto le dijo Pilato: “Bueno, pues, ¿eres tú rey?”. Jesús contestó: “Tú mismo dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio acerca de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz”.
(Daniel 9:27) 27 ”Y él tiene que mantener [el] pacto en vigor para los muchos por una semana; y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva. ”Y sobre el ala de cosas repugnantes habrá el que cause desolación; y hasta un exterminio, la misma cosa que se ha decidido irá derramándose también sobre el que yace desolado”.
(Juan 12:23) 23 Pero Jesús les contestó, y dijo: “Ha llegado la hora para que el Hijo del hombre sea glorificado.
(Juan 14:12) 12 Muy verdaderamente les digo: El que ejerce fe en mí, ese también hará las obras que yo hago; y hará obras mayores que estas, porque yo estoy siguiendo mi camino al Padre.
(Juan 2:13-17) 13 Pues bien, se acercaba la pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. 14 Y halló en el templo a los que vendían ganado vacuno y ovejas y palomas, y a los corredores de cambios en sus asientos. 15 Por consiguiente, después de hacer un látigo de cuerdas, expulsó del templo a todos aquellos junto con las ovejas y el ganado vacuno, y desparramó las monedas de los cambistas y volcó sus mesas. 16 Y dijo a los que vendían las palomas: “¡Quiten estas cosas de aquí! ¡Dejen de hacer de la casa de mi Padre una casa de mercancías!”. 17 Sus discípulos recordaron que está escrito: “El celo por tu casa me consumirá”.
(Salmo 69:9)  9 Porque el puro celo por tu casa me ha consumido, y los mismísimos vituperios de los que te vituperan han caído sobre mí.
(Éxodo 20:5) 5 No debes inclinarte ante ellas ni ser inducido a servirlas, porque yo Jehová tu Dios soy un Dios que exige devoción exclusiva, que trae castigo por el error de padres sobre hijos, sobre la tercera generación y sobre la cuarta generación, en el caso de los que me odian;
(Éxodo 34:14, 15) 14 Pues no debes postrarte ante otro dios, porque Jehová, cuyo nombre es Celoso, él es un Dios celoso; 15 . . .
(Josué 24:19) 19 Entonces Josué dijo al pueblo: “Ustedes no pueden servir a Jehová, porque él es un Dios santo; es un Dios que exige devoción exclusiva. No perdonará su sublevación ni sus pecados.
(Mateo 9:36) 36 Al ver las muchedumbres, se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor.
(Mateo 23:2) 2 “Los escribas y los fariseos se han sentado en la cátedra de Moisés.
(Mateo 23:4) 4 Atan cargas pesadas y las ponen sobre los hombros de los hombres, pero ellos mismos ni con el dedo quieren moverlas.
(Mateo 23:27, 28) 27 ”¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas!, porque se asemejan a sepulcros blanqueados, que por fuera realmente parecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suerte de inmundicia. 28 Así ustedes, también, por fuera realmente parecen justos a los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de desafuero.
(Mateo 23:33) 33 ”Serpientes, prole de víboras, ¿cómo habrán de huir del juicio del Gehena?

(Mateo 6:9) 9 ”Ustedes, pues, tienen que orar de esta manera: ”‘Padre nuestro [que estás] en los cielos, santificado sea tu nombre.
(Romanos 2:21-24) 21 tú, sin embargo, el que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú, el que predicas: “No hurtes”, ¿hurtas? 22 Tú, el que dices: “No cometas adulterio”, ¿cometes adulterio? Tú, el que expresas aborrecimiento de los ídolos, ¿robas a los templos? 23 Tú, que te glorías en ley, ¿por tu transgresión de la Ley deshonras a Dios? 24 Porque “el nombre de Dios es blasfemado entre las naciones a causa de ustedes”; así como está escrito.
(Santiago 4:7, 8) 7 Sujétense, por lo tanto, a Dios; pero opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes. 8 Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Límpiense las manos, pecadores, y purifiquen su corazón, indecisos.
(Mateo 6:10) 10 Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.
(Juan 17:17) 17 Santifícalos por medio de la verdad; tu palabra es la verdad.
(Mateo 24:45) 45 ”¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para darles su alimento al tiempo apropiado?
(2 Timoteo 4:3, 4) 3 Porque habrá un período en que no soportarán la enseñanza saludable, sino que, de acuerdo con sus propios deseos, acumularán para sí mismos maestros para que les regalen los oídos; 4 y apartarán sus oídos de la verdad, puesto que serán desviados a cuentos falsos.
(1 Timoteo 2:3, 4) 3 Esto es excelente y acepto a vista de nuestro Salvador, Dios, 4 cuya voluntad es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad.
(1 Timoteo 4:16) 16 Presta constante atención a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan.
(2 Tesalonicenses 1:7-9) 7 pero, a ustedes que sufren la tribulación, con alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles 8 en fuego llameante, al traer él venganza sobre los que no conocen a Dios y sobre los que no obedecen las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús. 9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial de destrucción eterna de delante del Señor y de la gloria de su fuerza,
(Miqueas 7:7) 7 Pero en cuanto a mí, por Jehová me mantendré vigilante. Ciertamente mostraré una actitud de espera por el Dios de mi salvación. Mi Dios me oirá.
(Habacuc 2:3) 3 Porque [la] visión es todavía para el tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin, y no dirá mentira. Aun si tardara, manténte en expectación de ella; porque sin falta se realizará. No llegará tarde.





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