viernes, 19 de octubre de 2012

Viernes, 19 de Octubre de 2012



TEXTO DEL DIA

CITA BIBLICA
Descripción Biblia

Referencias BIBLICAS
*** Texto del Viernes, 19 de Octubre de 2012 ***
Viernes 19 de octubre
Quitémonos nosotros también todo peso [...] y corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros (Heb. 12:1).


► es12 pág. 104 Octubre
(Hebreos 12:1)
Pues, entonces, porque tenemos tan grande nube de testigos
(Hebreos 11:39) 39 Y, no obstante, todos estos, aunque recibieron testimonio por su fe, no obtuvieron [el cumplimiento de] la promesa,

(Génesis 22:18) Y mediante tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz’”.
(Génesis 49:10) El cetro no se apartará de Judá, ni el bastón de comandante de entre sus pies, hasta que venga Siló; y a él pertenecerá la obediencia de los pueblos.
(Hebreos 11:13) En fe murieron todos estos, aunque no consiguieron [el cumplimiento de] las promesas, pero las vieron desde lejos y las acogieron, y declararon públicamente que eran extraños y residentes temporales en la tierra.

que nos cerca, quitémonos nosotros también todo peso,
(1 Corintios 9:26) Por lo tanto, la manera como estoy corriendo no es incierta; la manera como estoy dirigiendo mis golpes es como para no estar hiriendo el aire;
(Filipenses 3:13) Hermanos, todavía no me considero como si [lo] hubiera asido; pero hay una cosa en cuanto a ello: Olvidando las cosas que quedan atrás, y extendiéndome hacia adelante a las cosas más allá,
(1 Pedro 2:1) Por consiguiente, desechen toda maldad y todo lo engañoso, e hipocresía, y envidias, y toda suerte de difamación solapada,

(1 Corintios 14:9) 9 Así mismo ustedes también, a menos que por la lengua profieran habla fácil de entender, ¿cómo se sabrá lo que se está hablando? En efecto, estarán hablando al aire.

(Lucas 9:62) 62 Jesús le dijo: “Nadie que ha puesto la mano en el arado y mira a las cosas [que deja] atrás es muy apto para el reino de Dios”.

(Isaías 1:16) Lávense; límpiense; quiten la maldad de sus tratos de enfrente de mis ojos; cesen de hacer lo malo.
(Gálatas 5:16) Pero digo: Sigan andando por espíritu y no llevarán a cabo ningún deseo carnal.
(Santiago 1:21) Por lo tanto, desechen toda suciedad, y esa cosa superflua, la maldad, y acepten con apacibilidad la implantación de la palabra que puede salvar sus almas.


(Gálatas 5:21) envidias, borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas. En cuanto a estas cosas, les aviso de antemano, de la misma manera como ya les avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
(Efesios 4:22) que ustedes deben desechar la vieja personalidad que se conforma a su manera de proceder anterior y que va corrompiéndose conforme a sus deseos engañosos;
Pablo comparó la vida del cristiano a una carrera de larga distancia y dio el consejo que se menciona en el texto de hoy. El punto de su ilustración es que debemos evitar las actividades y las cargas innecesarias. Tal vez estemos tratando de acomodar demasiadas actividades en nuestra ya de por sí apretada agenda, lo cual puede hacer que nos sintamos cansados y estresados. En tal caso, haríamos bien en preguntarnos: “¿Cuánto tiempo y energías dedico al trabajo? ¿Con cuánta frecuencia hago viajes por placer? ¿Cuántas horas invierto en los deportes y otras diversiones?”. La sensatez y la modestia nos ayudarán a reconocer nuestras limitaciones y a no cargarnos de compromisos innecesarios. No dejemos que la fatiga nos haga perder las bendiciones eternas que nos aguardan. Todas nuestras dificultades —sean tentaciones, cansancio o desánimo— terminarán a más tardar cuando llegue el nuevo mundo. w11 15/1 4:16, 18
*** w11 15/1 págs. 24-26 Poder para superar las tentaciones y el desánimo ***

Poder para vencer el cansancio y el desánimo

11 Como somos imperfectos, no es raro que nos invada el desánimo, y más teniendo en cuenta que vivimos en una época muy problemática, quizás la más angustiosa que haya atravesado la humanidad (2 Tim. 3:1-5). Al ir acercándonos al Armagedón, hay cada vez más problemas, sean económicos, emocionales o de otro tipo. No es de extrañar que a muchos les resulte cada día más difícil cuidar de sus familias. La inquietud es tan agobiante que los deja completamente exhaustos. Si ese es su caso, ¿qué puede ayudarle a soportar la presión?
12 Recuerde que Jesús nos prometió un ayudante: el espíritu santo (léase Juan 14:16, 17). Es la fuerza más poderosa del universo. Con ella, Jehová nos suministra “más que sobreabundantemente” la fortaleza para vencer cualquier dificultad (Efe. 3:20). El apóstol Pablo indicó que, gracias al espíritu, recibimos “el poder que es más allá de lo normal”, aun en las ocasiones en que “se nos oprime de toda manera” (2 Cor. 4:7, 8). Es cierto que Jehová no promete eliminar las tensiones, pero sí nos garantiza que su espíritu nos dará las fuerzas necesarias (Fili. 4:13).
13 Veamos el caso de Stephanie, una precursora regular de 19 años. A los 12 sufrió un derrame y se le detectó un tumor cerebral. Desde entonces ha sido operada dos veces, ha recibido radioterapia y ha sufrido otros dos derrames, los cuales la han dejado con la visión muy reducida y escasa movilidad en el lado izquierdo del cuerpo. Stephanie tiene que ahorrar energías para las cosas que considera más importantes, como las reuniones y el ministerio. Sin embargo, percibe las diversas maneras como Jehová la fortalece para seguir resistiendo. Por ejemplo, las biografías que aparecen en nuestras publicaciones la consuelan en momentos de desaliento. Los hermanos la animan enviándole tarjetas y conversando con ella antes y después de las reuniones. Y algunas personas interesadas en la verdad han aceptado ir a su casa a tomar clases de la Biblia. Por todo esto, Stephanie se siente en deuda con Jehová y piensa que Salmo 41:3 —su versículo favorito— se cumple en su caso.
14 Si estamos agotados o bajo mucha presión, pudiéramos pensar que nos sentiríamos mejor dedicando menos tiempo al estudio personal y en familia, al ministerio y a las reuniones. Pero eso es lo peor que podríamos hacer. ¿Por qué? Porque las actividades cristianas nos permiten recibir espíritu santo, y por eso siempre nos reconfortan y revitalizan (léase Mateo 11:28, 29). ¿No es verdad que en ocasiones llegamos agotados a la reunión, pero cuando esta termina nos sentimos con nuevas energías? ¡Es como si se nos hubieran recargado las pilas espirituales!
15 Esto no significa que sea fácil llevar la carga que implica ser discípulo de Cristo. Se requiere un gran esfuerzo para mantenerse fiel (Mat. 16:24-26; Luc. 13:24). Pero si nos agotamos, Jehová puede darnos energías mediante su espíritu. El profeta Isaías escribió: “Los que estén esperando en Jehová recobrarán el poder. Se remontarán con alas como águilas. Correrán, y no se fatigarán; andarán, y no se cansarán” (Isa. 40:29-31). Entonces, cabría preguntarse: ¿por qué hay quienes consideran agotadoras las actividades espirituales?
16 La Biblia anima a todos los siervos de Dios a que “se aseguren de las cosas más importantes” (Fili. 1:10). Pablo comparó la vida del cristiano a una carrera de larga distancia y dio este consejo inspirado: “Quitémonos nosotros también todo peso [...] y corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros” (Heb. 12:1). El punto de esta ilustración es que debemos evitar las actividades y las cargas innecesarias. Tal vez estemos tratando de acomodar demasiadas actividades en nuestra ya de por sí apretada agenda, lo cual puede hacer que nos sintamos cansados y estresados. En tal caso, haríamos bien en preguntarnos: “¿Cuánto tiempo y energías dedico al trabajo? ¿Con cuánta frecuencia hago viajes por placer? ¿Cuántas horas invierto en los deportes y otras diversiones?”. La sensatez y la modestia nos ayudarán a reconocer nuestras limitaciones y a no cargarnos de compromisos innecesarios.
17 Otros cristianos quizás estén desanimados porque han tenido que esperar el fin de este mundo más tiempo del que imaginaban (Pro. 13:12). ¿Qué puede darles aliento? Estas palabras de Habacuc 2:3: “La visión es todavía para el tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin, y no dirá mentira. Aun si tardara, mantente en expectación de ella; porque sin falta se realizará. No llegará tarde”. Como vemos, contamos con la garantía expresa de Jehová de que el fin llegará justo en el momento que él ha fijado.
18 Sin duda, los siervos fieles de Jehová anhelamos el día en que el cansancio y el abatimiento queden en el pasado y todo el mundo goce de “vigor juvenil” (Job 33:25). Aun hoy podemos disfrutar de la fortaleza interior que nos brinda el espíritu santo si participamos en las animadoras actividades cristianas (2 Cor. 4:16; Efe. 3:16). No dejemos que la fatiga nos haga perder las bendiciones eternas que nos aguardan. Todas nuestras dificultades —sean tentaciones, cansancio o desánimo— terminarán a más tardar cuando llegue el nuevo mundo. En el siguiente artículo veremos cómo nos da poder el espíritu santo para resistir la persecución, la presión de quienes nos rodean y otros problemas.





No hay comentarios:

Publicar un comentario