TEXTO DEL DIA
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Descripción Biblia
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*** Texto del lunes,
31 de diciembre de 2012 ***
► es12 pág. 128
Diciembre
Lunes 31 de
diciembre
Tenían a Juan también
como servidor (Hech. 13:5).
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(Hechos 13:5)
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Y cuando llegaron a estar en Salamina se pusieron a
publicar la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían a
Juan también como servidor.
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(Hechos 12:25) 25 En cuanto a Bernabé y Saulo,
después que hubieron llevado a cabo por completo la ministración de socorro
en Jerusalén, volvieron y tomaron consigo a Juan, el que tenía por
sobrenombre Marcos.
(Hechos 4:36) 36 Así fue como José, que había
recibido de los apóstoles el sobrenombre de Bernabé, que traducido significa
Hijo del Consuelo, levita, natural de Chipre,
(Hechos 11:29, 30) 29 Así que aquellos
de los discípulos resolvieron, cada uno de ellos según los medios que tenía,
enviar una ministración de socorro a los hermanos que moraban en Judea; 30 . . .
(Hechos 15:37)
Por su parte, Bernabé estaba resuelto a llevar consigo también a Juan, que se
llamaba Marcos.
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Entre los jóvenes
que supieron sacarle partido a su soltería figura Juan Marcos. Él y su
madre, María, así como su primo Bernabé, se contaban entre los primeros
miembros de la congregación de Jerusalén. Parece que su familia era
acomodada, pues tenía casa en la ciudad y al menos una sirvienta (Hech. 12:12, 13).
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(Hechos 12:12, 13)
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Y después de considerarlo,
fue a la casa de María la madre de Juan el que tenía por sobrenombre
Marcos, donde muchos estaban reunidos y orando. 13 Cuando
tocó a la puerta de la entrada, una sirvienta de nombre Rode vino a atender a
la llamada,
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(Hechos 13:5)
Y cuando llegaron a estar en Salamina se pusieron a publicar la palabra de
Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían a Juan también como servidor.
(Hechos 15:37)
Por su parte, Bernabé estaba resuelto a llevar consigo también a Juan, que se
llamaba Marcos.
(Colosenses 4:10)
Aristarco, mi compañero de cautiverio, les envía sus saludos, y también
Marcos el primo de Bernabé (respecto de quien ustedes recibieron mandatos de
recibirlo con gusto si alguna vez fuera a ustedes),
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A pesar de
ello, Marcos no era un muchacho egoísta que solo pensara en darse sus
gustos. Tampoco se conformó con establecerse, formar familia y disfrutar de
las comodidades. Seguramente, sus años de amistad con los apóstoles le
infundieron el deseo de ser misionero, de modo que cuando se le presentó la
oportunidad de ser ayudante de Pablo y Bernabé en su primer viaje, no lo
pensó dos veces. Más tarde viajó con Bernabé y años después colaboró con
Pedro en Babilonia (Hech.
15:39; 1 Ped. 5:13). La Biblia muestra que él era muy conocido
por su deseo de servir a los demás y ampliar su ministerio. w11 15/1 3:8
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(Hechos 15:39)
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Ante esto, ocurrió un
agudo estallido de cólera, de modo que se separaron el uno del otro; y Bernabé tomó
consigo a Marcos y se embarcó para Chipre.
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(Hechos 4:36)
Así fue como José, que había recibido de los apóstoles el sobrenombre de
Bernabé, que traducido significa Hijo del Consuelo, levita, natural de
Chipre,
(Hechos 13:4)
Por consiguiente, estos hombres, enviados por el espíritu santo, bajaron a
Seleucia, y de allí se embarcaron para Chipre.
(Hechos 11:20)
20 Sin embargo, de entre ellos hubo algunos varones de
Chipre y de Cirene que vinieron a Antioquía y se pusieron a hablar a la gente
de habla griega, declarando las buenas nuevas del Señor Jesús.
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(1 Pedro 5:13)
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La que está en Babilonia,
escogida igual [que ustedes], les envía sus saludos, y también Marcos
mi hijo.
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(Hechos 7:43)
43 Antes bien, fue la tienda de Moloc y la estrella
del dios Refán lo que ustedes tomaron, las figuras que ustedes hicieron para
adorarlas. Por consiguiente, los deportaré más allá de Babilonia’.
(Hechos 12:12)
12 Y después de considerarlo, fue a la casa de María
la madre de Juan el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban
reunidos y orando.
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Toda una vida solteros
16 Jesús nunca se casó. Él debía prepararse para cumplir el ministerio que se le había asignado y luego llevarlo a cabo. Además, viajaba mucho, trabajaba desde muy temprano hasta muy entrada la noche, y al final tuvo que entregar su vida en sacrificio. Está claro que la soltería le reportó grandes ventajas. Pensemos también en Pablo, quien recorrió miles de kilómetros y afrontó grandes dificultades a lo largo de su ministerio (2 Cor. 11:23-27). Era soltero —aunque puede que en algún momento haya estado casado— y decidió quedarse así después de ser nombrado apóstol (1 Cor. 7:7; 9:5). Tanto Jesús como Pablo animaron a los demás a que, si les era posible, permanecieran solteros como ellos a fin de ampliar su ministerio. Pero ninguno de los dos estableció el celibato obligatorio como requisito para los ministros cristianos (1 Tim. 4:1-3).
17 En nuestros días, hay quienes también han decidido no casarse para dedicarse por completo al servicio de Dios. Harold, de quien ya hablamos, es betelita desde hace más de cincuenta y seis años. “Para cuando cumplí una década en Betel —comenta—, ya había visto a muchos matrimonios marcharse, fuera por enfermedad o para cuidar de sus padres. Yo no tenía esa obligación, pues los míos habían fallecido, pero amaba tanto mi servicio que no quería ponerlo en peligro casándome.” De igual modo, Margaret, que lleva mucho tiempo de precursora, explicó hace algunos años: “Aunque tuve varias oportunidades de casarme, nunca llegué a hacerlo. Así que aproveché que no estaba atada a ninguna persona ni a ningún lugar para cumplir mejor mi ministerio, y he sido muy feliz”. Podemos tener la seguridad de que Jehová nunca olvidará a quienes realizan esos sacrificios a fin de servirle(léase Isaías 56:4, 5)
.
Aproveche al máximo las circunstancias
18 Los cristianos no casados que están dando lo mejor de sí a Jehová merecen nuestras más sinceras felicitaciones. Apreciamos sus hermosas cualidades y la valiosa ayuda que prestan en la congregación. Todos debemos demostrarles que somos para ellos auténticos “hermanos, y hermanas, y madres, e hijos”. Así nunca se sentirán solos (léase Marcos 10:28-30)
.
19 Si usted es soltero —sea por elección propia o por las circunstancias—, esperamos que los ejemplos de ayer y de hoy que aquí se presentaron lo ayuden a comprender mejor que sí es posible llevar una vida feliz y productiva sin estar casado. Tomemos nuevamente como ilustración los regalos. Algunos se esperan con ansias, y otros llegan de sorpresa. Algunos se aprecian de inmediato, y otros se valoran con el tiempo. Todo depende de la actitud. Lo mismo pasa con la soltería. ¿Qué puede hacer usted para sacarle el jugo? Acérquese a Jehová, manténgase ocupado en su servicio y ensanche su corazón. Tal como el matrimonio, el don de la soltería es muy gratificante si lo vemos como lo ve Dios y sabemos aprovecharlo bien.
¿Lo recuerda?
• ¿Por qué se puede decir que la soltería es un regalo de Dios?
• ¿Por qué puede ser la soltería una bendición en la juventud?
• ¿Qué oportunidades tienen los cristianos no casados de acercarse más a Jehová y ensanchar su corazón?
[Preguntas del estudio]
1, 2. a) ¿Qué actitud han tenido hacia la soltería muchos siervos de Jehová, como Pablo y Jesús? b) ¿Por qué les cuesta a algunos ver la soltería como un regalo de Dios?
3. ¿De qué ventajas disfrutan muchos cristianos solteros?
4. ¿Por qué no hay ninguna razón para que los solteros se sientan incompletos al servir a Jehová?
5. ¿Qué se necesita para disfrutar de todos los beneficios de la soltería?
6, 7. a) ¿Qué privilegio recibieron las hijas vírgenes de Felipe? b) ¿Cómo usó Timoteo su soltería, y qué bendiciones recibió por estar dispuesto a servir a Jehová en su juventud?
8. ¿Qué contribuyó a que Juan Marcos se fijara metas espirituales, y qué recompensas obtuvo por su buena actitud?
9, 10. ¿De qué maneras pueden ampliar su ministerio los jóvenes solteros? Dé un ejemplo.
11. ¿Qué beneficios obtienen quienes no se apresuran a casarse?
12. a) ¿En qué se concentró Ana cuando cambió su situación en la vida? b) ¿Qué honor tuvo Ana?
13. a) ¿Cómo sabemos que Dorcas era una cristiana muy laboriosa? b) ¿Qué recompensa obtuvo Dorcas por su generosidad?
14. ¿A qué se debe que muchos solteros se sientan muy cerca de Jehová?
15. ¿Cómo pueden los cristianos no casados ensanchar su corazón?
16. a) ¿Por qué no se casó Jesús? b) ¿Cómo aprovechó Pablo su soltería?
17. a) A imitación de Jesús y Pablo, ¿qué han hecho algunos cristianos de la actualidad? b) ¿Cómo sabemos que Jehová valora mucho a quienes hacen sacrificios para servirle?
18. ¿Cómo podemos animar y ayudar a los cristianos solteros?
19. ¿Cómo se le puede sacar el jugo a la soltería?
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lunes, 31 de diciembre de 2012
lunes, 31 de diciembre de 2012
domingo, 30 de diciembre de 2012
domingo, 30 de diciembre de 2012
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*** Texto del domingo,
30 de diciembre de 2012 ***
Domingo 30 de
diciembre
► es12 pág. 128
Diciembre
No todo el que me dice:
“Señor, Señor”, entrará en el reino de los cielos (Mat. 7:21).
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(Mateo 7:21)
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”No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en
el reino de los cielos, sino el que hace
la voluntad de mi Padre que está en
los cielos.
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(Mateo 21:29) En respuesta, este dijo: ‘Iré,
señor’, pero no fue.
(Romanos 2:13) Porque los oidores de ley no son los
justos ante Dios, sino que a los hacedores de ley se declarará justos.
(Santiago 1:22) Sin embargo, háganse hacedores de la
palabra, y no solamente oidores, engañándose a sí mismos con razonamiento
falso.
(1
Juan 5:3) Pues esto es lo que el amor de Dios significa: que
observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus mandamientos no son
gravosos,
(1
Juan 2:17) 17 Además, el mundo va
pasando, y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece
para siempre.
(1
Corintios 7:31) y los que hacen uso del mundo, como los que no
lo usan a plenitud; porque la escena de este mundo está cambiando.
(1
Pedro 1:24) Porque “toda carne es como hierba, y toda su gloria
es como una flor de la hierba; la hierba se marchita, y la flor se cae,
(Mateo 7:21) ”No todo el que me dice: ‘Señor,
Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos.
(1
Pedro 4:2) con el fin de vivir el resto de [su] tiempo en la
carne, ya no para los deseos de los hombres, sino para la voluntad de Dios.
(Salmo 37:29) Los justos mismos poseerán la tierra,
y residirán para siempre sobre ella.
(Juan 6:40) Porque esta es la voluntad de mi
Padre: que todo el que contempla al Hijo y ejerce fe en él tenga vida eterna,
y yo lo resucitaré en el último día”.
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Jesús señaló que
había venido a invitar al arrepentimiento a quienes estaban violando la ley
de Dios (Luc. 5:30-32).
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(Lucas 5:30-32)
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Por esto los fariseos y
sus escribas se pusieron a murmurar, y decían a los discípulos de él: “¿Por
qué comen y beben ustedes con recaudadores de impuestos y pecadores?”.
31 Respondiendo, Jesús les dijo: “Los que están sanos no necesitan
médico, pero los que se hallan mal sí. 32 No
he venido a llamar a justos, sino a pecadores a
arrepentimiento”.
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(Mateo 9:11)
Pero al ver esto, los fariseos se pusieron a decir a sus discípulos: “¿Por qué
come su maestro con los recaudadores de impuestos y pecadores?”.
(Marcos 2:16)
Pero los escribas de los fariseos, cuando vieron que comía con los pecadores
y recaudadores de impuestos, se pusieron a decir a sus discípulos: “¿Come él
con los recaudadores de impuestos y pecadores?”.
(Lucas 15:2)
Por consiguiente, tanto los fariseos como los escribas seguían murmurando,
diciendo: “Este hombre recibe con gusto a pecadores, y come con ellos”.
(Isaías 53:4)
4 Verdaderamente nuestras enfermedades fueron las que
él mismo llevó; y en cuanto a nuestros dolores, él los cargó. Pero nosotros
mismos lo consideramos como plagado, golpeado por Dios y afligido.
(Mateo 9:12)
Como [los] oyó, él dijo: “Las personas en salud no necesitan médico, pero los
enfermizos sí.
(Marcos 2:17)
Al oír esto, Jesús les dijo: “Los fuertes no necesitan médico, pero los que
se hallan mal sí. No vine a llamar a justos, sino a pecadores”.
(Mateo 9:13)
Vayan, pues, y aprendan lo que esto significa: ‘Quiero misericordia, y no
sacrificio’. Porque no vine a llamar a justos, sino a pecadores”.
(1 Timoteo
1:15) Fiel y merecedor de plena aceptación es el dicho de que Cristo
Jesús vino al mundo para salvar a pecadores. De estos yo soy el más notable.
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Ahora bien, ¿cómo
veía él a la gente que se negaba a abandonar el pecado? Advirtió a sus
oyentes que tales personas eran una influencia peligrosa (Mat. 23:15, 23-26).
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(Mateo 23:15)
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”¡Ay de ustedes, escribas
y fariseos, hipócritas!,
porque atraviesan mar y tierra seca para hacer un solo prosélito, y cuando
este llega a serlo, lo hacen merecedor del Gehena dos veces más que ustedes.
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(Mateo 6:2)
Por eso, cuando andes haciendo dádivas de misericordia, no toques trompeta
delante de ti, así como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las
calles, para que los hombres los glorifiquen. Les digo en verdad: Ellos ya
disfrutan de su galardón completo.
(Mateo 7:5)
¡Hipócrita! Primero extrae la viga de tu propio ojo, y entonces verás
claramente cómo extraer la paja del ojo de tu hermano.
(Lucas 12:56)
Hipócritas, saben examinar la apariencia externa de la tierra y del cielo,
¿pero cómo es que no saben examinar este tiempo en particular?
(Lucas 18:12)
12 Ayuno dos veces a la semana, doy el décimo de todas
las cosas que adquiero’. . .
(Mateo 16:3)
y a la mañana: ‘Hoy habrá tiempo invernal y lluvioso, porque el cielo está
rojo encendido, pero de aspecto sombrío’. Saben interpretar la apariencia del
cielo, pero las señales de los tiempos no las pueden interpretar.]]
(Lucas 19:42)
diciendo: “Si tú, aun tú, hubieras discernido en este día las cosas que
tienen que ver con la paz..., pero ahora han sido escondidas de tus ojos.
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(Mateo 23:23-26)
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”¡Ay de ustedes, escribas
y fariseos, hipócritas!, porque dan el décimo de la hierbabuena y del
eneldo y del comino, pero han desatendido los asuntos de más peso de la Ley,
a saber: la
justicia y la misericordia y la
fidelidad. Era obligatorio hacer estas cosas, y sin embargo no
desatender las otras cosas. 24 ¡Guías
ciegos, que cuelan el
mosquito pero engullen el camello! 25 ”¡Ay
de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpian el exterior de la copa y del plato, pero
por dentro están llenos de saqueo
e inmoderación. 26 Fariseo ciego, limpia primero el interior de la copa y del plato, para que su exterior
también quede limpio.
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(Levítico 27:30)
”’Y toda décima parte de la tierra, de la semilla de la tierra y del fruto
del árbol, pertenece a Jehová. Es cosa santa a Jehová.
(Lucas 11:42)
Mas ¡ay de ustedes, fariseos, porque dan el décimo de la hierbabuena y de la
ruda y de toda [otra] legumbre, pero pasan por alto la justicia y el amor de
Dios! Tenían la obligación de hacer estas cosas, pero de no omitir aquellas
otras.
(Jeremías 22:15)
¿Continuarás reinando porque estás compitiendo por el uso del cedro? En
cuanto a tu padre, ¿no comió y bebió y ejecutó derecho y justicia? En aquel
caso le fue bien.
(Juan 7:24)
Dejen de juzgar por la apariencia exterior, pero juzguen con juicio justo”.
(Oseas 6:6)
Porque en bondad amorosa me he deleitado, y no en sacrificio; y en el
conocimiento de Dios más bien que en holocaustos.
(Miqueas 6:8)
Él te ha dicho, oh hombre terrestre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que Jehová
está pidiendo de vuelta de ti sino ejercer justicia y amar la bondad y ser
modesto al andar con tu Dios?
(Mateo 9:13)
Vayan, pues, y aprendan lo que esto significa: ‘Quiero misericordia, y no
sacrificio’. Porque no vine a llamar a justos, sino a pecadores”.
(Mateo 12:7)
Sin embargo, si hubieran entendido qué significa esto: ‘Quiero misericordia,
y no sacrificio’, no habrían condenado a los inculpables.
(1 Timoteo
1:5) 5 Realmente, el objetivo de este mandato
es amor procedente de un corazón limpio y de una buena conciencia y de fe sin
hipocresía.
(Mateo 15:14)
14 Déjenlos. Guías ciegos es lo que son. Por eso, si
un ciego guía a un ciego, ambos caerán en un hoyo”. . .
(Levítico 11:42)
42 En cuanto a cualquier criatura que anda sobre el
vientre y cualquier criatura que anda sobre cuatro patas o sobre cualquier
número grande de patas de todas las criaturas enjambradoras que enjambran
sobre la tierra, no deben comerlas, porque son cosa asquerosa.
(Levítico 11:4)
4 ”’Solo que esto es lo que no deben comer entre los
que rumian y entre los que tienen partida la pezuña: el camello, porque es
rumiante, pero no tiene pezuña partida. Es inmundo para ustedes.
(Marcos 7:4) 4 y,
al volver del mercado, no comen a menos que se limpien por rociadura; y hay
muchas otras tradiciones que han recibido para tenerlas firmemente asidas:
bautismos de copas y cántaros y vasos de cobre—;
(Marcos 12:40)
40 Ellos son los que devoran las casas de las viudas y
por pretexto hacen largas oraciones; estos recibirán juicio más pesado”.
(Juan 9:40)
40 Aquellos de los fariseos que estaban con él oyeron
estas cosas, y le dijeron: “Nosotros no somos ciegos también, ¿verdad?”.
(Lucas 11:39)
39 Pero el Señor le dijo: “Ahora bien, ustedes los
fariseos limpian el exterior de la copa y el plato, pero el interior de
ustedes está lleno de saqueo e iniquidad.
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A esos
individuos, que en realidad no están arrepentidos ni han dejado de
practicar el pecado, Cristo les dirá: “Apártense de mí” (Mat. 7:22, 23).
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(Mateo 7:22,
23)
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Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu
nombre ejecutamos muchas obras poderosas?’. 23 Y sin embargo, entonces
les confesaré: ¡Nunca los conocí! Apártense de mí, obradores
del desafuero.
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(Lucas 6:46)
46 ”Entonces, ¿por qué me llaman ‘¡Señor! ¡Señor!’,
pero no hacen las cosas que digo?
(Jeremías 14:14)
Y Jehová pasó a decirme: “Falsedad es lo que los profetas están profetizando
en mi nombre. Yo no los he enviado, ni les he ordenado ni les he hablado. Una
visión falsa y adivinación y una cosa que nada vale y la artimaña de su
corazón es lo que ellos les están hablando proféticamente.
(Jeremías 27:15)
”‘Porque yo no los he enviado —es la expresión de Jehová—; antes bien, están
profetizando en mi nombre falsamente, con el objeto de que yo los disperse a
ustedes, y tengan que perecer, ustedes y los profetas que les están
profetizando’”.
(Lucas 13:25)
25 una vez que el amo de casa se haya levantado y
[haya] asegurado la puerta con cerradura, y ustedes comiencen a quedar de pie
afuera y a tocar a la puerta, diciendo: ‘Señor, ábrenos’. Pero en respuesta
él les dirá: ‘No sé de dónde son’.
(Salmo 6:8)
Apártense de mí, todos ustedes los que practican lo que es perjudicial,
porque Jehová ciertamente oirá el sonido de mi llanto.
(Lucas 13:27)
Pero él hablará y les dirá: ‘No sé de dónde son. ¡Apártense de mí, todos
ustedes los obradores de lo injusto!’.
(1 Juan
3:4) Todo el que practica pecado también está practicando desafuero,
de modo que el pecado es desafuero.
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¿Por qué los
juzgará con tanta severidad? Porque con sus malas acciones han estado
deshonrando a Dios y haciendo daño a sus semejantes. La Palabra de Dios
manda sacar de la congregación a quienes rehúsan arrepentirse de sus pecados (1 Cor. 5:9-13).
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(1 Corintios
5:9-13)
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En mi carta les escribí que cesaran de mezclarse en
la compañía de fornicadores, 10 no [queriendo decir]
enteramente con los fornicadores de este mundo, o personas dominadas
por la avidez y los que practican extorsión, o idólatras. De otro modo,
ustedes realmente tendrían que salirse del mundo. 11 Pero ahora les escribo
que cesen de mezclarse en la compañía de cualquiera que, llamándose hermano, sea
fornicador, o persona dominada por la avidez, o idólatra, o injuriador, o borracho,
o que practique extorsión, y ni siquiera coman con tal hombre. 12 Pues,
¿qué tengo yo que ver con juzgar a los
de afuera? ¿No juzgan ustedes a los de adentro, 13 mientras Dios juzga a
los de afuera? “Remuevan al [hombre] inicuo de entre
ustedes.”
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(Romanos 1:28)
Y así como no aprobaron el tener a Dios en conocimiento exacto, Dios los
entregó a un estado mental desaprobado, para que hicieran las cosas que no
son apropiadas,
(1 Corintios
6:9) ¡Qué! ¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios?
No se extravíen. Ni fornicadores, ni idólatras, ni adúlteros, ni hombres que
se tienen para propósitos contranaturales, ni hombres que se acuestan con
hombres,
(Efesios 5:5)
Porque saben esto, y ustedes mismos lo reconocen: que ningún fornicador, ni
inmundo, ni persona dominada por la avidez —lo que significa ser idólatra—
tiene herencia alguna en el reino del Cristo y de Dios.
(1 Juan
2:17) 17 Además, el mundo va pasando, y también
su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
(Juan 17:15)
15 ”Te solicito, no que los saques del mundo,
sino que los vigiles a causa del inicuo.
(Números 16:26)
Entonces habló a la asamblea, y dijo: “Apártense, por favor, de delante de
las tiendas de estos hombres inicuos, y no toquen cosa alguna que pertenezca
a ellos, para que no sean barridos en todo el pecado de ellos”.
(Romanos 16:17)
Ahora los exhorto, hermanos, a que vigilen a los que causan divisiones y
ocasiones de tropiezo contrario a la enseñanza que ustedes han aprendido, y
que los eviten.
(2 Tesalonicenses
3:6) Ahora les damos órdenes, hermanos, en el nombre del Señor
Jesucristo, de que se aparten de todo hermano que ande desordenadamente y no
según la tradición que ustedes recibieron de nosotros.
(2 Juan
10) Si alguno viene a ustedes y no trae esta enseñanza, nunca lo
reciban en casa ni le digan un saludo.
(Efesios 5:5)
5 Porque saben esto, y ustedes mismos lo reconocen:
que ningún fornicador, ni inmundo, ni persona dominada por la avidez —lo que
significa ser idólatra— tiene herencia alguna en el reino del Cristo y de
Dios.
(Deuteronomio 21:20)
y tienen que decir a los ancianos de su ciudad: ‘Este hijo nuestro es terco y
rebelde; no escucha nuestra voz, es glotón y borracho’.
(1 Corintios
6:10) ni ladrones, ni personas dominadas por la avidez, ni borrachos,
ni injuriadores, ni los que practican extorsión heredarán el reino de Dios.
(Gálatas 5:21)
envidias, borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas.
En cuanto a estas cosas, les aviso de antemano, de la misma manera como ya
les avisé, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
(1 Pedro
4:3) Porque basta el tiempo que ha pasado para que ustedes hayan
obrado la voluntad de las naciones cuando procedían en hechos de conducta
relajada, lujurias, excesos con vino, diversiones estrepitosas, partidas de
beber e idolatrías ilegales.
(Marcos 4:11)
11 Y él procedió a decirles: “A ustedes se les ha dado
el secreto sagrado del reino de Dios, mas a los de afuera todas las cosas
ocurren en ilustraciones,
(1 Corintios
6:5) 5 Hablo para hacerles sentir vergüenza.
¿Es verdad que no hay entre ustedes ni un solo sabio que pueda juzgar entre
sus hermanos,
(Eclesiastés 12:14)
14 Porque el Dios [verdadero] mismo traerá toda clase
de obra a juicio con relación a toda cosa escondida, en cuanto a si es buena
o es mala.
(Génesis 3:24)
De modo que expulsó al hombre, y al este del jardín de Edén apostó los querubines
y la hoja llameante de una espada que continuamente daba vueltas para guardar
el camino al árbol de la vida.
(Deuteronomio 17:7)
La mano de los testigos debe ser la primera de todas en venir sobre él para
darle muerte, y la mano de todo el pueblo después; y tienes que eliminar de
en medio de ti lo que es malo.
(Tito 3:10)
En cuanto al hombre que promueve una secta, recházalo después de una primera
y una segunda admonición;
(2 Juan
10) Si alguno viene a ustedes y no trae esta enseñanza, nunca lo
reciban en casa ni le digan un saludo.
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Esta medida es necesaria
al menos por tres razones: 1) para que no se ensucie el nombre de
Jehová, 2) para que no se contamine la congregación y 3) para
animar al propio pecador a arrepentirse. ¿Tenemos el mismo criterio que Jesús
sobre las personas que se empeñan en violar la ley de Dios? w11 15/2 4:13-15
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w11 15/2 ¿Odiamos la maldad? ***
¿Odiamos la maldad?
“Odiaste el desafuero.” (HEB. 1:9)
EN CIERTA ocasión, Jesús indicó a sus discípulos
cuál debía ser la cualidad más importante para ellos: “Les doy un nuevo
mandamiento: que se amen unos a otros; así como yo los he amado, que ustedes
también se amen los unos a los otros. En esto todos conocerán que
ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:34, 35) .
Con estas palabras les estaba mandando que se demostraran mutuamente amor
abnegado, un amor que los identificaría como sus verdaderos seguidores.
Y en otra ocasión también los exhortó: “Continúen amando a sus enemigos
y orando por los que los persiguen” (Mat. 5:44).
2 Pero
Jesús no solo enseñó a sus discípulos lo que debían amar, sino también
lo que tenían que odiar. Una profecía dijo lo siguiente sobre Cristo: “Amaste
la justicia, y odiaste el desafuero”, o, lo que es lo mismo, “la iniquidad” o
maldad (Heb. 1:9; Sal. 45:7). Su ejemplo nos muestra que, además de
cultivar amor por la justicia, tenemos que cobrarle odio al pecado, a todo lo
que está en contra de la ley de Jehová. Cabe señalar que el apóstol Juan dijo
claramente: “Todo el que peca viola la ley de Dios, porque todo pecado va en
contra de la ley de Dios” (1 Juan 3:4, Nueva Traducción Viviente).
3 Cada
cristiano hace bien en preguntarse: “¿Odio las cosas que prohíbe la ley de
Dios?”. Veamos a continuación cómo debemos manifestar odio por la maldad en
estos cuatro campos: 1) el abuso del alcohol, 2) el ocultismo,
3) la inmoralidad y 4) el trato con quienes aman el pecado.
Seamos prudentes con el alcohol
4 En
diversas ocasiones, Jesús tomó vino, sabiendo que es un regalo de Dios (Sal.
104:14, 15). Sin embargo, nunca cayó en excesos con la bebida (Pro.
23:29-33). Por eso pudo recomendar sin ninguna hipocresía que se evitaran
tales abusos (léase Lucas 21:34).
El consumo inmoderado de alcohol puede conducir a otros graves pecados.
De ahí que Pablo escribiera: “No anden emborrachándose con vino, en
lo cual hay disolución [o conducta desenfrenada], sino sigan llenándose de
espíritu” (Efe. 5:18). Además, exhortó a las hermanas de edad avanzada a que
no estuvieran “esclavizadas a mucho vino” (Tito 2:3).
5 Si
nuestra conciencia nos permite consumir alcohol, deberíamos preguntarnos:
“¿Tengo la misma actitud que Jesús frente a los excesos con la bebida?
Si me viera en la necesidad de aconsejar a un hermano sobre este asunto,
¿podría hacerlo con franqueza? ¿Bebo para olvidar los problemas y relajarme?
¿Cuánto alcohol consumo semanalmente? ¿Cómo reacciono cuando alguien da a
entender que me estoy excediendo? ¿Me pongo a la defensiva o incluso me
enojo?”. Si dejamos que el vino nos esclavice, se verán afectadas las
facultades que nos permiten razonar con claridad y tomar decisiones sabias.
Y eso es algo que, como cristianos, no podemos permitir, pues
siempre debemos proteger nuestra capacidad de pensar
(Pro. 3:21, 22).
Evitemos el ocultismo
6
Durante toda su vida en la Tierra, Jesús se opuso con firmeza a Satanás y sus
demonios. Cuando el Diablo lanzó ataques directos contra él, se mantuvo leal
a Dios (Luc. 4:1-13). Y también supo resistir cuando el Enemigo intentó
de forma más velada corromper su pensamiento y conducta (Mat. 16:21-23)(Mat. 16:21-23). Además,
a muchas personas necesitadas de su ayuda las libró del cruel dominio de los
espíritus malignos (Mar. 5:2, 8 , 12-15; 9:20, 25-27).
7
Después de ser coronado en 1914, Jesús libró a los cielos de la
contaminante presencia de Satanás y sus demonios. Por este motivo, el Diablo
está más empeñado que nunca en seguir “extraviando [con sus engaños] a toda
la tierra habitada” (Rev. 12:9, 10). Con razón hay cada vez más interés
por el ocultismo. Ciertamente, es una plaga muy extendida de la que debemos
protegernos. La cuestión es: ¿cómo podemos hacerlo?
8 La
Biblia nos previene claramente contra los peligros del espiritismo y las
demás formas de ocultismo (léase Deuteronomio 18:10-12).
Hoy, Satanás y sus demonios influyen en la forma de pensar de la gente a
través de películas, libros y videojuegos que promueven las prácticas
ocultistas. Por eso es conveniente analizar el tipo de entretenimiento que
seleccionamos. Preguntémonos: “En los últimos meses, ¿he elegido películas,
programas de televisión, juegos electrónicos, libros o historietas que giran
en torno a la magia o lo sobrenatural? ¿Comprendo la importancia de rechazar
el ocultismo, o les resto gravedad a sus peligros? ¿He pensado en cómo ve
Jehová mis diversiones? ¿He bajado la guardia ante estas influencias satánicas?
En ese caso, ¿estoy decidido a cerrarles de una vez por todas las
puertas de mi mente y así demostrar amor por Jehová y sus justos principios?”
(Hech. 19:19, 20).
Sigamos las advertencias de Jesús
contra la inmoralidad
9
Jesús siempre respaldó las normas divinas sobre moralidad sexual. Dijo:
“¿No leyeron que el que los creó desde el principio los hizo macho y
hembra y dijo: ‘Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre y se
adherirá a su esposa, y los dos serán una sola carne’? De modo que ya
no son dos, sino una sola carne. Por lo tanto, lo que Dios ha unido bajo
un yugo, no lo separe ningún hombre” (Mat. 19:4-6). Cristo sabía,
además, que lo que entra por los ojos llega hasta el corazón. Por eso, en el
Sermón del Monte señaló: “Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer
adulterio’. Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin
de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón”
(Mat. 5:27, 28). La persona que no hace caso de estos consejos
de Jesús está alimentando en su interior amor por la maldad.
10 A
fin de fomentar la inmoralidad, Satanás ha inundado la sociedad actual de
imágenes pornográficas. Una vez que se contemplan, son difíciles de borrar de
la mente, y llegan a crear adicción. Así le sucedió a un cristiano, quien
confiesa: “Miraba pornografía en secreto. Había creado mi propio mundo de
fantasía, y lo veía como algo aparte del mundo donde servía a Jehová. Sabía
que lo que hacía estaba mal, pero aun así me decía que Dios seguía aceptando
mi adoración”. ¿Qué le ayudó a cambiar de actitud? “Aunque fue lo más difícil
que he tenido que hacer —explica—, decidí hablar del problema con los
ancianos.” Con el tiempo, logró vencer aquel sucio hábito. “Una vez que me
libré de ese pecado —señala—, sentí por fin que mi conciencia estaba limpia
de verdad.” No hay duda: solo se puede odiar la pornografía si se ha
aprendido a odiar la maldad.
11 La
música y la letra de las canciones pueden dejar una profunda huella en
nuestros sentimientos y, por consiguiente, en nuestro corazón. Es verdad
que la música es un don de Dios y que se ha utilizado por siglos en su
adoración (Éxo. 15:20, 21; Efe. 5:19) . Pero no es menos cierto que
las canciones de este mundo ensalzan la inmoralidad (1 Juan 5:19). ¿Cómo
podemos determinar si lo que escuchamos nos está corrompiendo?
12
Pudiéramos preguntarnos: “¿Qué dicen las canciones que escucho? ¿Exaltan el
asesinato, el adulterio, la fornicación y el lenguaje obsceno? Si le
leyera la letra a otra persona, ¿pensaría ella que detesto la maldad o, por
el contrario, que tengo el corazón contaminado?”. No podemos afirmar que
odiamos el pecado y al mismo tiempo escuchar canciones que lo alaban. Jamás
olvidemos lo que dijo Jesús: “Las cosas que proceden de la boca salen del corazón,
y esas cosas contaminan al hombre. Por ejemplo, del corazón salen
razonamientos inicuos, asesinatos, adulterios, fornicaciones, hurtos,
testimonios falsos, blasfemias” (Mat. 15:18, 19; compárese con Santiago
3:10, 11).
Tengamos el mismo criterio de Jesús
sobre quienes aman la maldad
13
Jesús señaló que había venido a invitar al arrepentimiento a quienes estaban
violando la ley de Dios (Luc. 5:30-32). Ahora bien, ¿cómo veía él a la gente
que se negaba a abandonar el pecado? Advirtió a sus oyentes que tales
personas eran una influencia peligrosa (Mat. 23:15, 23-26) . Y afirmó:
“No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los
cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Muchos me dirán en aquel día [en que Dios traiga el juicio]: ‘Señor, Señor,
¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu
nombre ejecutamos muchas obras poderosas?’”. A esos individuos, que en
realidad no están arrepentidos ni han dejado de practicar el pecado,
Cristo les dirá: “Apártense de mí” (Mat. 7:21-23). ¿Por qué los juzgará con
tanta severidad? Porque con sus malas acciones han estado deshonrando a Dios
y haciendo daño a sus semejantes.
14 La
Palabra de Dios manda sacar de la congregación a quienes rehúsan arrepentirse
de sus pecados (léase 1 Corintios
5:9-13). Esta medida es necesaria al menos por tres razones:
1) para que no se ensucie el nombre de Jehová, 2) para que
no se contamine la congregación y 3) para animar al propio pecador
a arrepentirse.
15
¿Compartimos el criterio de Jesús sobre las personas que se empeñan en violar
la ley de Dios? Todos hacemos bien en preguntarnos: “Si alguien fuera
expulsado o decidiera desasociarse de la congregación, ¿intentaría yo
mantener un trato frecuente con él? ¿Y si se tratara de un pariente
cercano que ya no vive en mi hogar?”. Sin duda, situaciones como estas
someten a prueba nuestro amor por la justicia y nuestra lealtad a
Jehová.
16
Examinemos un caso de la vida real. Cierta cristiana vio cómo su hijo adulto
iba perdiendo el amor por Jehová y se entregaba al pecado sin demostrar
ningún arrepentimiento, de modo que tuvo que ser expulsado de la
congregación. La hermana amaba a Jehová, pero también amaba a su hijo, y
por ello se le hacía muy difícil aplicar el mandamiento bíblico de
no relacionarse con él.
17 ¿Qué
le habríamos dicho a esta hermana? Pues bien, un anciano la ayudó a ver que
Jehová comprendía su tristeza. También la invitó a pensar en el dolor que
tuvo que sentir Dios al ver rebelarse a algunos de sus hijos celestiales. Le
recordó que, aunque nuestro Padre sabe lo duro que puede resultarnos, ordena
expulsar a quienes no se arrepienten. La hermana supo valorar
aquellos consejos y demostró respeto por las medidas disciplinarias. Esa
lealtad sin duda complace mucho a Jehová (Pro. 27:11).
18 Si
afrontamos una situación tan dura como la anterior, haremos bien en recordar
que Jehová se compadece de nuestro dolor. Al cortar la relación con la
persona expulsada o desasociada, demostramos que odiamos las actitudes y la
conducta que la llevaron a estar fuera de la congregación. Pero también
indicamos que amamos al pecador y que sabemos que las medidas disciplinarias
son para su bien. De hecho, si las apoyamos por lealtad a Jehová, es más
probable que la persona se arrepienta y vuelva a la verdad.
19 Una
hermana que fue expulsada y más tarde readmitida escribió: “Me alegra saber
que Jehová ama tanto a su organización que se encarga de mantenerla limpia.
A la gente de fuera puede parecerle una medida muy dura, pero realmente
es necesaria y amorosa”. ¿Habría llegado ella a esa conclusión si los
miembros de la congregación —entre ellos sus propios familiares— hubieran
mantenido tras la expulsión un trato frecuente con ella? Si apoyamos las
medidas disciplinarias que establecen las Escrituras, demostramos amor por la
justicia y reconocemos el derecho de Jehová a decirnos cómo debemos actuar.
“Odien lo que es malo”
20 El
apóstol Pedro nos hace esta advertencia: “Mantengan su juicio, sean
vigilantes”. ¿Por qué razón? Porque “[nuestro] adversario, el Diablo, anda en
derredor como león rugiente, procurando devorar a alguien” (1 Ped. 5:8).
¿Estaremos nosotros entre las presas que él logrará atrapar? Mucho dependerá
de cuánto nos hayamos esforzado por odiar el mal.
21
Cultivar odio por la maldad no es fácil. Somos imperfectos y vivimos en
un mundo que apela a los deseos egoístas (1 Juan 2:15-17). Pero si
imitamos a Jesucristo y nutrimos nuestro amor por Jehová, lograremos
aborrecer el pecado. Es preciso que todos los cristianos “odien lo que
es malo”. Por lo tanto, adoptemos la resolución de obedecer ese mandato, con
la seguridad de que Jehová “[guarda a] los que le son leales; de la mano de
los inicuos los libra” (Sal. 97:10).
[Notas]
Este asunto se analiza con más detalle en La Atalaya
del 15 de noviembre de 1981, páginas 20 a 25.
Véase también La Atalaya del
15 de enero de 2007, páginas 17 a 20.
¿Qué
responderíamos?
• ¿Qué nos ayudará a examinar nuestra actitud frente
al alcohol?
• ¿Qué medidas podemos tomar contra el ocultismo?
• ¿Por qué es peligrosa la pornografía?
• Cuando un ser querido es expulsado, ¿cómo
demostramos que odiamos la maldad?
[Preguntas del estudio]
1. ¿Qué clase
de amor indicó Jesús a sus discípulos que deberían demostrar?
2. ¿Qué
debemos odiar los cristianos?
3. ¿Qué
cuatro campos en los que debemos manifestar odio por la maldad vamos a
analizar?
4. ¿Por qué
pudo Jesús recomendar con franqueza que se evitaran los excesos con la
bebida?
5. ¿Qué
preguntas debería hacerse el cristiano que consume bebidas alcohólicas?
6, 7. a)
¿Cómo reaccionó Jesús ante Satanás y sus demonios? b) ¿Por qué están tan
extendidas las artes ocultas?
8. ¿Qué
preguntas deberíamos hacernos sobre las diversiones que elegimos?
9. ¿Cómo
podría una persona alimentar en su corazón amor por la maldad?
10. Relate una experiencia que ilustre que es
posible dejar el vicio de la pornografía.
11, 12. ¿Cómo podemos mostrar odio por la maldad a
la hora de seleccionar la música que escuchamos?
13. ¿Cómo veía Jesús a las personas que se negaban a
abandonar el pecado?
14. ¿Por qué se expulsa de la congregación a quienes
se niegan a arrepentirse?
15. ¿Qué serias preguntas debería hacerse todo el
que desee ser leal a Jehová?
16, 17. ¿A qué difícil situación se enfrentó una cristiana,
y qué le ayudó a respetar las medidas disciplinarias?
18, 19. a) Cuando cortamos la relación con quienes
practican el pecado, ¿a qué cosas demostramos odio? b) ¿Qué pudiéramos
conseguir siendo leales a Dios y sus disposiciones?
20, 21. ¿Por qué es tan necesario aprender a odiar
la maldad?
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