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TEXTO DEL DIA
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CITA BIBLICA
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Descripción Biblia
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Referencias BIBLICAS
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*** Texto del viernes,
21 de diciembre de 2012 ***
Viernes 21 de
diciembre
Dios [...] no dejará
que sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que junto con la tentación
también dispondrá la salida (1 Cor.
10:13).
► es12 pág. 125
Diciembre
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(1 Corintios 10:13)
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Ninguna tentación los ha tomado a ustedes salvo lo
que es común a los hombres.
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(1 Pedro 5:9)
9 Pero pónganse en contra de él, sólidos en la fe,
sabiendo que las mismas cosas en cuanto a sufrimientos van realizándose en
toda la asociación de sus hermanos en el mundo.
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Pero Dios es fiel,
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(1 Tesalonicenses 5:24) El que los llama es fiel, y
él también lo hará.
(2 Tesalonicenses 3:3) Pero el Señor es fiel, y él
los hará firmes y los guardará del inicuo.
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y no dejará que sean tentados más allá de lo que pueden soportar,
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(Lucas 22:32) Mas yo he hecho ruego a favor de ti
para que tu fe no desfallezca; y tú, una vez que hayas vuelto, fortalece a
tus hermanos”.
(2 Pedro 2:9) Jehová sabe librar de la prueba a
personas de devoción piadosa, pero reservar a personas injustas para el día
del juicio para que sean cortadas [de la existencia],
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, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para
que puedan aguantarla.
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(1 Samuel 30:6) Y aquello se le hizo muy angustioso
a David, porque la gente dijo que lo apedrearan; pues el alma de toda la
gente se había amargado, cada uno a causa de sus hijos y sus hijas. De modo
que David recurrió a fortalecerse mediante Jehová su Dios.
(Isaías 40:29) Está dando poder al cansado; y hace
que abunde en plena potencia el que se halla sin energía dinámica.
(Hechos 27:44) y que los demás lo hicieran, algunos
en tablas y algunos en ciertas cosas del barco. Y así sucedió que todos
fueron llevados a salvo a tierra.
(Filipenses 4:13) Para todas las cosas tengo la
fuerza en virtud de aquel que me imparte poder.
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¿De dónde viene la
tentación que menciona Pablo, y cómo nos brinda Dios la salida? Como ilustran
los sucesos que vivió Israel en el desierto, la “tentación” que menciona
Pablo se presenta cuando surgen circunstancias que pudieran inducirnos a
violar la ley de Dios (1 Cor.
10:6-10).
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(1 Corintios 10:6-10)
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Ahora bien, estas cosas
llegaron a ser nuestros ejemplos, para que nosotros no seamos personas que
deseen cosas perjudiciales,
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(Números 11:34)
Aquel lugar llegó a llamarse por nombre Quibrot-hataavá, porque allí
enterraron a la gente que mostró vehemente deseo egoísta.
(Salmo 106:14)
Antes bien, mostraron su deseo egoísta en el desierto y se pusieron a someter
a Dios a prueba en el desierto árido.
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tal como ellos las
desearon. 7 Ni nos hagamos idólatras, como hicieron algunos de ellos;
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(Éxodo 32:4)
4 Entonces él tomó [el oro] de manos de ellos, y lo
formó con un buril y procedió a hacer de él una estatua fundida de un
becerro. Y empezaron a decir: “Este es tu Dios, oh Israel, que te hizo subir
de la tierra de Egipto”.
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; así como está escrito:
“Se sentó el pueblo a comer y beber, y se levantaron para divertirse”.
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(Éxodo 32:6)
6 De modo que al día siguiente se levantaron temprano,
y empezaron a ofrecer ofrendas quemadas y a presentar sacrificios de
comunión. Después de eso se sentó el pueblo a comer y beber. Entonces se
levantaron para divertirse.
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8 Ni practiquemos fornicación, como algunos de ellos cometieron fornicación,
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(Números 25:1)
Ahora bien, Israel estaba morando en Sitim. Entonces el pueblo comenzó a
tener relaciones inmorales con las hijas de Moab.
(2 Pedro
2:2) Además, muchos seguirán los actos de conducta relajada de ellos y
por causa de estos se hablará injuriosamente del camino de la verdad.
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de modo que cayeron,
veintitrés mil [de ellos] en
un día.
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(Números 25:9)
9 Y los que murieron del azote ascendieron a
veinticuatro mil.
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9 Ni pongamos a Jehová
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(Deuteronomio 6:16)
16 ”No deben poner a prueba a Jehová su Dios, como lo
pusieron a prueba en Masah.
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a prueba, como algunos de
ellos [lo] pusieron a
prueba,
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(Números 21:5)
5 Y el pueblo siguió hablando contra Dios y Moisés:
“¿Por qué nos han hecho subir de Egipto para morir en el desierto? Pues no
hay pan y no hay agua, y nuestra alma ha llegado a aborrecer el pan
despreciable”.
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de modo que perecieron por
las serpientes.
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(Números 21:6)
6 De modo que Jehová envió serpientes venenosas entre
el pueblo, y estas siguieron mordiendo a la gente, de modo que murió mucha
gente de Israel.
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10 Ni seamos murmuradores, así como algunos de ellos murmuraron,
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(Números 14:2)
2 Y todos los hijos de Israel empezaron a murmurar
contra Moisés y Aarón, y toda la asamblea empezó a decir contra ellos: “¡Si
siquiera hubiéramos muerto en la tierra de Egipto, o si siquiera hubiéramos
muerto en este desierto!
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de modo que perecieron por
el destructor.
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(Éxodo 23:21)
Cuídate a causa de él y obedece su voz. No te portes rebeldemente contra él,
porque no perdonará la transgresión de ustedes; porque mi nombre está dentro
de él.
(Números 14:37)
sí, los hombres que presentaron el informe malo acerca de la tierra morirán
por el azote delante de Jehová.
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Todas las
tentaciones que tuvieron los israelitas eran comunes a la experiencia del ser
humano, y lo mismo puede decirse de las nuestras. Por eso, si luchamos por
vencerlas, acudiendo a Jehová para que nos ayude, lograremos permanecer
íntegros. Él jamás nos desamparará; nunca dejará que pasemos por
situaciones en las que nos resulte humanamente imposible hacer su voluntad (Sal. 94:14). ¿De qué manera “dispondrá la salida” Jehová?
Dándonos fuerzas para resistir la tentación. Nunca permitirá que la situación
llegue al punto de que nos resulte imposible seguir fieles. Él puede
fortalecer nuestra fe y espiritualidad para que seamos íntegros. w10 15/11 4:16, 17, 19, 20
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(Salmo 94:14)
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Porque Jehová no
desamparará a su pueblo,
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(1 Samuel 12:22)
Porque Jehová no abandonará a su pueblo, por causa de su gran nombre, porque
Jehová ha tomado a su cargo hacerlos pueblo suyo.
(Salmo 37:28) Porque Jehová es
amador de la justicia, y no dejará a los que le son leales. Hasta tiempo
indefinido ciertamente serán guardados; pero en cuanto a la prole de los
inicuos, esta en verdad será cortada.
(Romanos 11:1) Pregunto, pues:
Dios no rechazó a su pueblo, ¿verdad? ¡Jamás suceda eso! Pues yo también soy
israelita, de la descendencia de Abrahán, de la tribu de Benjamín.
(Hebreos 13:5) Que [su] modo de
vivir esté exento del amor al dinero, y estén contentos con las cosas
presentes. Porque él ha dicho: “De ningún modo te dejaré y de ningún modo te
desampararé”.
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ni dejará a su propia herencia.
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(Deuteronomio 32:9) 9 Porque la parte
que corresponde a Jehová es su pueblo; Jacob es el lote asignado que él
hereda.
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*** w10 15/11 Jehová es nuestro Soberano
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Jehová es nuestro Soberano
“En el Señor Soberano Jehová he puesto mi refugio.” (SAL. 73:28)
“LA ESCENA de este mundo está cambiando.” (1 Cor. 7:31.) Con
estas palabras, parece que el apóstol Pablo compara la sociedad en que
vivimos a un escenario teatral al que suben unos actores, representan sus
personajes, buenos o malos, y luego dan paso a otros actores que interpretan
una nueva escena.
2 En
nuestros días se desarrolla, como un drama, una importantísima situación en
la que todos estamos implicados y que tiene que ver, particularmente, con la
soberanía universal de Jehová. Dicha situación es comparable a la que existe
en un país donde hay dos bandos enfrentados. Por un lado, está el gobierno
legítimo, que vela por el mantenimiento del orden, y, por otro, una mafia que
recurre a todo tipo de fraudes y actos violentos, incluido el asesinato. Esta
organización constituye una amenaza para las autoridades y pone a prueba la
lealtad de los ciudadanos al gobierno nacional.
3 ¿Por
qué decimos que en el universo se da una situación semejante? Para empezar,
porque existe un gobierno legítimo, presidido por el “Señor Soberano Jehová” (Sal. 71:5). Además, la
humanidad sufre la amenaza de una asociación delictiva, dirigida por el
inicuo Satanás (1 Juan 5:19). Esta organización presenta un desafío para
el gobierno divino y pone a prueba la lealtad de la gente al Soberano
Universal. ¿Cómo llegó a producirse este estado de cosas? ¿Por qué lo permite
Jehová? ¿De qué modo podemos intervenir en este conflicto?
Cuestiones implicadas
en el drama
4 En
este drama universal entran en juego dos asuntos estrechamente ligados entre
sí: la soberanía de Dios y la integridad del ser humano. Las Escrituras
llaman muchas veces a Jehová “Señor Soberano”. Por ejemplo, un salmista dijo
lleno de confianza: “En el Señor Soberano Jehová he puesto mi refugio” (Sal. 73:28).
La palabra soberanía se refiere a la autoridad suprema del
gobierno. Por tanto, quien ejerce el poder o autoridad en grado máximo recibe
el nombre de soberano. Sin duda, tenemos sobradas razones para llamar
así a Jehová, el Ser Supremo (Dan.
7:22).
5
Puesto que Jehová ha creado todo, es el legítimo Soberano de la Tierra y del
resto del universo (léase Revelación 4:11).
Además, también es nuestro Juez, Legislador y Rey, combinando así en su
persona los poderes judicial, legislativo y ejecutivo, las tres ramas del
gobierno universal (Isa.
33:22). Dado que le debemos la existencia y dependemos de él, tenemos
que verlo como nuestro Señor Soberano y defender su elevadísima posición.
Algo que nos moverá a hacerlo es tener siempre presentes estas palabras:
“Jehová mismo ha establecido firmemente su trono en los cielos mismos; y
sobre toda cosa su propia gobernación real ha tenido la dominación” (Sal. 103:19; Hech. 4:24).
6 Si
queremos defender la soberanía de Jehová, debemos mantenernos íntegros. Ahora
bien, ¿qué implica ser íntegro? Como lo ilustra el caso del patriarca Job, la
integridad exige demostrar entereza moral, ser intachable y actuar con
rectitud (Job 1:1).
Da comienzo
el drama
7 Hace
seis mil años, un espíritu se rebeló contra Jehová. Con sus palabras y
acciones, cuestionó la legitimidad de la soberanía divina. Y lo hizo por
puro egoísmo: porque quería ser adorado. Por eso indujo a nuestros primeros
padres, Adán y Eva, a ser desleales al Soberano Universal. También intentó
ensuciar el buen nombre de Jehová insinuando que era un mentiroso (léase Génesis 3:1-5).
Aquel rebelde se convirtió en el gran enemigo de Dios. Con el tiempo llegó a
ser conocido como Satanás, el Diablo, la serpiente y el dragón, nombres que
lo identifican como opositor, calumniador, engañador y devorador,
respectivamente (Rev. 12:9).
8
Satanás se alzó como gobernante rival. Ante ese desafío contra su soberanía,
¿qué haría Jehová? ¿Destruirlo de inmediato junto con Adán y Eva? Sin duda,
tenía poder de sobra para eliminar a los tres rebeldes. Si lo hubiera
hecho, habría probado que es el Dios omnipotente. Por otro lado, habría
demostrado que no mentía cuando les advirtió del castigo que recibirían
si violaban su ley. Entonces, ¿por qué no tomó esa medida?
9 Con
sus mentiras, Satanás consiguió que Adán y Eva se apartaran de su Creador.
Y así puso en duda que Dios tuviera derecho a exigirles obediencia a los
seres humanos. Además, al inducir a nuestros primeros padres a rebelarse
contra Jehová, cuestionó la lealtad de todas las criaturas inteligentes. Como
se vio más tarde en el caso de Job —quien sí se mantuvo fiel a la soberanía
divina—, el Diablo estaba afirmando que era capaz de apartar de Dios a toda
persona (Job 2:1-5).
10 Al
no zanjar de inmediato la cuestión de la soberanía, Jehová le dio tiempo
a Satanás para que intentara probar sus acusaciones. Y, además, nos
concedió a los seres humanos la oportunidad de demostrarle lealtad. ¿Qué ha
sucedido en el transcurso de los siglos? Satanás ha formado una poderosa red
criminal. Pero Dios terminará destruyéndolo a él y a su organización, y de
este modo dejará establecido que es el legítimo Soberano. Jehová siempre ha
estado seguro de su victoria. Tanto es así que la anunció tan pronto como se
produjo la rebelión del hombre (Gén. 3:15).
11
Muchos seres humanos han demostrado fe y lealtad poniéndose del lado de
Jehová en la cuestión de la soberanía y la santificación de su nombre. Entre
ellos figuran Abel, Enoc, Noé, Abrahán, Sara, Moisés, Rut, David, Jesús, los
primeros cristianos y millones de hombres y mujeres íntegros de nuestros
días. Estos defensores de la soberanía divina han contribuido a probar que
Satanás es un mentiroso. Con su fidelidad, también han ayudado a limpiar el
nombre divino de todo el lodo que le ha lanzado el Diablo al asegurar que
podía apartar de Jehová a cualquier persona (Pro. 27:11).
El triunfo
del bien está garantizado
12
Dentro de poco, Jehová demostrará que es el legítimo Soberano. ¿Por qué
estamos tan seguros? Para empezar, porque él no puede tolerar
indefinidamente la maldad. Además, todo indica que vivimos en los últimos
días. Y él ya ha eliminado a los malvados en otras ocasiones. Así lo
hizo en el Diluvio, y al destruir a las ciudades de Sodoma y Gomorra y al
faraón de Egipto y su ejército. Tampoco resistieron su brazo los soldados de
Sísara ni los del emperador asirio Senaquerib (Gén. 7:1, 23; 19:24, 25; Éxo. 14:30, 31;
Jue. 4:15, 16; 2 Rey. 19:35, 36). De modo que
no nos cabe ninguna duda: Jehová no soportará por siempre la falta
de respeto a su nombre ni los ataques contra sus Testigos.
Y actuará pronto, pues está muy clara la señal de la presencia de Cristo
y el fin de este malvado sistema (Mat. 24:3).
13 Si
no queremos perecer junto con los enemigos de Jehová, es imprescindible
que demostremos lealtad a la soberanía divina. Pero ¿cómo podemos hacerlo?
Permaneciendo lejos de la organización criminal de Satanás y no dejándonos
intimidar por sus agentes (Isa.
52:11; Juan 17:16; Hech. 5:29). Solo así defenderemos la soberanía de
Dios y evitaremos ser destruidos cuando él limpie su nombre y pruebe ante
todos que es el Soberano Universal.
14 A lo
largo de todos los capítulos de la Biblia encontramos información valiosa
sobre la humanidad y la soberanía de Jehová. Si los primeros tres nos
hablan de la creación y del pecado original, los tres últimos nos hablan de
la restauración de la humanidad. Los demás capítulos nos ofrecen numerosos
detalles sobre las medidas que ha adoptado el Señor Soberano a fin de
realizar su propósito para el hombre, la Tierra y el resto del universo.
Y tal como el principio de Génesis explica cómo intervino Satanás y
entró el mal en el mundo, el final de Revelación indica cómo eliminará Dios
la maldad, destruirá al Diablo y logrará que se haga su voluntad en la Tierra
como ya se hace en el cielo. Sin duda, las Escrituras revelan por qué existen
el pecado y la muerte y cómo desaparecerán de la escena para dar paso a un
nuevo mundo donde las personas íntegras vivirán felices por toda la
eternidad.
15
Pronto cambiará por completo la escena de este mundo. Va a caer el telón,
dando fin al drama de la soberanía, que lleva siglos desarrollándose. Satanás
será expulsado del escenario y, con el tiempo, desaparecerá para siempre. ¡La
voluntad de Dios habrá triunfado! Si queremos disfrutar de esa victoria
y de las numerosas bendiciones anunciadas en la Biblia, es necesario que
defendamos ahora la soberanía de Jehová. No es posible nadar entre dos
aguas. Únicamente podremos decir “Jehová está de mi parte” si nosotros
estamos de la suya (Sal.
118:6, 7).
¡Podemos ser
íntegros!
16 Sin
duda, podemos defender la soberanía de Jehová y ser leales a él, pues el apóstol
Pablo escribió: “Ninguna tentación los ha tomado a ustedes salvo lo que es
común a los hombres. Pero Dios es fiel, y no dejará que sean tentados
más allá de lo que pueden soportar, sino que junto con la tentación también
dispondrá la salida para que puedan aguantarla” (1 Cor. 10:13). ¿De dónde viene la
tentación que menciona Pablo, y cómo nos brinda Dios la salida?
17 Tal
como ilustran los sucesos que vivió Israel en el desierto, la “tentación” que
menciona Pablo se presenta cuando surgen circunstancias que pudieran
inducirnos a violar la ley de Dios (léase 1 Corintios 10:6-10). Los israelitas
podrían haber resistido la tentación, pero se dejaron llevar por la codicia
al desear “cosas perjudiciales”. Esto sucedió cuando Jehová les proporcionó
milagrosamente codornices para un mes entero. Aunque llevaban tiempo sin
comer carne, estaban bien alimentados, pues contaban con suficiente maná. Sin
embargo, cayeron en el lazo de la codicia cuando se pusieron a recoger
aquellas aves con avidez (Núm.
11:19, 20, 31-35).
18
Anteriormente, mientras Moisés recibía la Ley en el monte Sinaí, los
israelitas participaron en actos idolátricos, durante los cuales dieron culto
a un becerro y se entregaron con desenfreno a placeres sensuales. Algo que
facilitó que se descontrolaran y cedieran a la tentación fue el hecho de que
no tenían junto a ellos a su dirigente visible (Éxo. 32:1, 6). Más tarde, justo antes
de entrar en la Tierra Prometida, miles de hombres se dejaron seducir por las
mujeres moabitas, tuvieron relaciones inmorales con ellas y terminaron
perdiendo la vida como castigo por su pecado (Núm. 25:1, 9). Además, el pueblo cayó a
veces en la tentación de quejarse con rebeldía. De hecho, en una ocasión
no solo hablaron contra Moisés, sino contra el propio Jehová (Núm. 21:5). Hasta llegaron
a protestar por la ejecución de los rebeldes Coré, Datán, Abiram y sus
partidarios, pues les parecía una injusticia. Como consecuencia, 14.700
personas murieron por un azote divino (Núm. 16:41, 49).
19
Aquellas tentaciones no eran irresistibles. Los israelitas sucumbieron
porque habían perdido la fe en Jehová y se habían olvidado de él, del cuidado
que les había dado y de sus justos caminos. Además, todas las tentaciones a
las que se enfrentaron eran comunes a la experiencia del ser humano, y lo
mismo puede decirse de las nuestras. Por eso, si luchamos por vencerlas,
acudiendo a Jehová para que nos ayude, lograremos permanecer íntegros.
Podemos estar seguros de ello, pues “Dios es fiel” y nunca permite que sus
siervos “sean tentados más allá de lo que pueden soportar”. Él jamás nos
desamparará; nunca dejará que pasemos por situaciones en las que nos resulte
humanamente imposible hacer su voluntad (Sal. 94:14).
20 ¿De
qué manera “dispondrá la salida” Jehová? Dándonos fuerzas para resistir la
tentación. Pensemos en el caso de la persecución. Nuestros enemigos tal vez
nos maltraten con la intención de hacernos abandonar la fe. Al sufrir
tales abusos, tal vez nos veamos tentados a claudicar para evitar los golpes,
las torturas o incluso la muerte. Pero, tal como indicó Pablo en 1 Corintios 10:13,
tenemos la garantía divina de que la prueba será temporal. Jehová nunca
permitirá que la situación llegue al punto de que nos resulte imposible
seguir fieles. Él puede fortalecer nuestra fe y espiritualidad para que
permanezcamos íntegros.
21
Jehová nos sostiene con su espíritu. Además, mediante él nos hace recordar
ideas bíblicas que necesitamos para resistir la tentación (Juan 14:26). De este
modo, no caemos en el error de desviarnos del buen camino. Por ejemplo,
comprendemos que se han cuestionado dos asuntos íntimamente relacionados
entre sí: la soberanía divina y la integridad del ser humano. Conocer este
hecho y contar con la ayuda de Dios ha permitido a muchos cristianos ser
íntegros hasta la muerte. En su caso, ¿cuál fue “la salida” de la
tentación? No fue la muerte. Lo que les permitió aguantar hasta el
fin sin pecar fue la ayuda de Jehová. Él nos brinda esa misma ayuda a
todos nosotros. De hecho, nos apoya con sus ángeles, los cuales son
siervos públicos “enviados para servir a favor de los que van a heredar la
salvación” (Heb. 1:14).
Como veremos en el próximo artículo, tenemos ante nosotros el privilegio de
defender la soberanía divina por toda la eternidad. Pero solo lo
conseguiremos si nos mantenemos íntegros y reconocemos en todo momento a
Jehová como nuestro Soberano.
¿Qué respuesta
daríamos?
• ¿Por qué debemos reconocer a Jehová como Señor
Soberano?
• ¿Qué implica ser íntegro?
• ¿Cómo sabemos que Jehová zanjará dentro de poco la
cuestión de la soberanía?
• ¿Cómo muestra 1 Corintios 10:13 que todos
podemos mantenernos íntegros?
[Preguntas del
estudio]
1. ¿A qué
parece aludir Pablo en 1 Corintios
7:31?
2, 3. a) ¿Qué
comparación nos ayuda a entender el desafío que se ha lanzado contra la soberanía
de Jehová? b) ¿Qué preguntas analizaremos?
4. ¿Qué dos
asuntos entran en juego en el drama universal?
5. ¿Qué
razones tenemos para defender la soberanía de Jehová?
6. ¿Qué
implica ser íntegro?
7, 8. ¿De qué
manera cuestionó Satanás la legitimidad de la soberanía de Jehová?
9. ¿Qué cosas
puso en duda Satanás?
10. ¿Para qué ha dado tiempo Jehová al
no zanjar de inmediato la cuestión de la soberanía?
11. ¿Cómo han defendido muchos seres humanos la
soberanía divina?
12. ¿Por qué podemos estar seguros de que pronto
Dios pondrá fin a la maldad?
13. ¿Qué debemos hacer para no ser destruidos
junto con los enemigos de Jehová?
14. ¿Qué revelan diversos pasajes de la Biblia?
15. ¿Qué debemos hacer para recibir bendiciones
cuando concluya el drama de la soberanía?
16. ¿Qué garantía tenemos de que los seres humanos
podemos ser fieles a Dios?
17-19. a) ¿En qué consistió la tentación en la que
cayeron los israelitas en el desierto? b) ¿Por qué no es imposible ser
fiel a Jehová?
20, 21. ¿De qué manera dispone Dios “la salida”
cuando nos encontramos ante la tentación?
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(1 Corintios 7:31) 31 y los que
hacen uso del mundo, como los que no lo usan a plenitud; porque la escena de
este mundo está cambiando.
(Salmo 71:5) 5 Porque tú eres
mi esperanza, oh Señor Soberano Jehová, mi confianza desde mi juventud.
(1 Juan 5:19) 19 Sabemos que
nosotros nos originamos de Dios, pero el mundo entero yace en el [poder del]
inicuo.
(Salmo 73:28) 28 Pero en cuanto a
mí, el acercarme a Dios es bueno para mí. En el Señor Soberano Jehová he
puesto mi refugio, para declarar todas tus obras.
(Daniel 7:22) 22 hasta que vino el
Anciano de Días y juicio mismo se dio a favor de los santos del Supremo, y
llegó el tiempo definitivo en que los santos tomaron posesión del reino
mismo.
(Revelación 4:11) 11 “Digno eres tú,
Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder,
porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y
fueron creadas”.
(Isaías 33:22) 22 Porque Jehová es
nuestro Juez, Jehová es nuestro Dador de Estatutos, Jehová es nuestro Rey; él
mismo nos salvará.
(Salmo 103:19) 19 Jehová mismo ha
establecido firmemente su trono en los cielos mismos; y sobre toda cosa su
propia gobernación real ha tenido la dominación.
(Hechos 4:24) 24 Al oír esto, ellos
levantaron la voz de común acuerdo a Dios y dijeron: “Señor Soberano, tú eres
Aquel que hizo el cielo y la tierra y el mar y todas las cosas [que hay] en
ellos,
(Job 1:1) 1 Sucedió que en la tierra de Uz hubo un
hombre cuyo nombre era Job; y aquel hombre resultó sin culpa y recto, y
temeroso de Dios y apartado del mal.
(Génesis 3:1-5) 3 Ahora bien, la serpiente resultó
ser la más cautelosa de todas las bestias salvajes del campo que Jehová Dios
había hecho. De modo que empezó a decir a la mujer: “¿Es realmente el caso
que Dios ha dicho que ustedes no deben comer de todo árbol del jardín?”. 2 Ante
esto, la mujer dijo a la serpiente: “Del fruto de los árboles del jardín
podemos comer. 3 Pero en cuanto a [comer] del fruto del árbol
que está en medio del jardín, Dios ha dicho: ‘No deben comer de él, no, no
deben tocarlo para que no mueran’”. 4 Ante esto, la serpiente
dijo a la mujer: “Positivamente no morirán. 5 Porque Dios
sabe que en el mismo día que coman de él tendrán que abrírseles los ojos y
tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo”.
(Revelación 12:9) 9 De modo que
hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, el que es
llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada; fue
arrojado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados abajo con él.
(Job 2:1-5) 2 Después llegó a ser el día en que los
hijos del Dios [verdadero] entraban para tomar su puesto delante de Jehová, y
Satanás también procedió a entrar allí mismo entre ellos para tomar su puesto
delante de Jehová. 2 Entonces Jehová dijo a Satanás: “¿Y tú,
de dónde vienes?”. Ante esto, Satanás respondió a Jehová y dijo: “De
discurrir por la tierra y de andar por ella”. 3 Y Jehová pasó
a decir a Satanás: “¿Has fijado tu corazón en mi siervo Job, que no hay
ninguno como él en la tierra, un hombre sin culpa y recto, temeroso de Dios y
apartado del mal? Todavía está reteniendo firmemente su integridad, aunque tú
me incitas contra él para que me lo trague sin causa”. 4 Pero
Satanás respondió a Jehová y dijo: “Piel en el interés de piel, y todo lo que
el hombre tiene lo dará en el interés de su alma. 5 Para
variar, sírvete alargar la mano, y toca hasta su hueso y su carne, [y ve] si
no te maldice en tu misma cara”.
(Génesis 3:15) 15 Y pondré enemistad
entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te
magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón”.
(Proverbios 27:11) 11 Sé sabio, hijo
mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está
desafiando con escarnio.
(Génesis 7:1) 7 Después de eso Jehová dijo a Noé:
“Entra, tú y toda tu casa, en el arca, porque es a ti a quien he visto justo
delante de mí en medio de esta generación.
(Génesis 7:23) 23 Así borró él toda
cosa existente que había sobre la superficie del suelo, desde hombre hasta
bestia, hasta animal moviente y hasta criatura voladora de los cielos, y
fueron borrados de sobre la tierra; y solo Noé y los que con él estaban en el
arca siguieron sobreviviendo.
(Génesis 19:24, 25) 24 Entonces
Jehová hizo llover azufre y fuego desde Jehová, desde los cielos, sobre
Sodoma y sobre Gomorra. 25 De modo que siguió adelante
derribando a estas ciudades, sí, al Distrito entero, y a todos los habitantes
de las ciudades, y las plantas del suelo.
(Éxodo 14:30, 31) 30 Así salvó
Jehová en aquel día a Israel de mano de los egipcios, e Israel alcanzó a ver
a los egipcios muertos en la orilla del mar. 31 Israel
también alcanzó a ver la gran mano que Jehová puso en acción contra los
egipcios; y el pueblo empezó a temer a Jehová y a poner fe en Jehová y en
Moisés su siervo.
(Jueces 4:15, 16) 15 Y Jehová empezó
a poner en confusión a Sísara y todos sus carros de guerra y todo el
campamento a filo de espada delante de Barac. Por fin Sísara se bajó del
carro y echó a huir a pie. 16 Y Barac corrió tras los carros
de guerra y el campamento hasta Haróset de las naciones, de modo que todo el
campamento de Sísara cayó a filo de espada. No quedó ni siquiera uno.
(2 Reyes 19:35, 36) 35 Y aconteció
que en aquella noche el ángel de Jehová procedió a salir y a derribar a
ciento ochenta y cinco mil [hombres] en el campamento de los asirios. Cuando
unas personas se levantaron muy de mañana, pues, allí todos eran cadáveres
muertos. 36 Por lo tanto Senaquerib el rey de Asiria partió y
se fue y regresó, y se puso a morar en Nínive.
(Mateo 24:3) 3 Estando él sentado en
el monte de los Olivos, se acercaron a él los discípulos privadamente, y
dijeron: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal de tu
presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”.
(Isaías 52:11) 11 Apártense,
apártense, sálganse de allí, no toquen nada inmundo; sálganse de en medio de
ella, manténganse limpios, ustedes los que llevan los utensilios de Jehová.
(Juan 17:16) 16 Ellos no son parte
del mundo, así como yo no soy parte del mundo.
(Hechos 5:29) 29 En respuesta, Pedro
y los [otros] apóstoles dijeron: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante
más bien que a los hombres.
(Salmo 118:6, 7) 6 Jehová está
de mi parte; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre terrestre? 7 Jehová
está de mi parte entre los que me ayudan, de manera que yo mismo pondré la
vista sobre los que me odian.
(1 Corintios 10:13) 13 Ninguna
tentación los ha tomado a ustedes salvo lo que es común a los hombres. Pero
Dios es fiel, y no dejará que sean tentados más allá de lo que pueden
soportar, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para
que puedan aguantarla.
(1 Corintios 10:6-10) 6 Ahora bien,
estas cosas llegaron a ser nuestros ejemplos, para que nosotros no seamos
personas que deseen cosas perjudiciales, tal como ellos las desearon. 7 Ni
nos hagamos idólatras, como hicieron algunos de ellos; así como está escrito:
“Se sentó el pueblo a comer y beber, y se levantaron para divertirse”. 8 Ni
practiquemos fornicación, como algunos de ellos cometieron fornicación, de
modo que cayeron, veintitrés mil [de ellos] en un día. 9 Ni
pongamos a Jehová a prueba, como algunos de ellos [lo] pusieron a prueba, de
modo que perecieron por las serpientes. 10 Ni seamos
murmuradores, así como algunos de ellos murmuraron, de modo que perecieron
por el destructor.
(Números 11:19, 20) 19 Comerán, no
un solo día, ni dos días, ni cinco días, ni diez días, ni veinte días, 20 sino
hasta un mes de días, hasta que se les salga por las narices y lleguen a
tenerle asco, simplemente porque ustedes rechazaron a Jehová, que está en
medio de ustedes, y se pusieron a llorar delante de él, diciendo: “¿Por qué
hemos salido de Egipto?”’”.
(Números 11:31-35) 31 Y un viento
prorrumpió de parte de Jehová y empezó a impeler codornices desde el mar y a
dejarlas caer sobre el campamento, como el camino de un día por esta
dirección y como el camino de un día por la otra dirección, todo en
derredor del campamento, y como dos codos sobre la superficie de la tierra.
32 Entonces el pueblo se levantó todo aquel día y toda la
noche y todo el día siguiente y siguió recogiendo las codornices. El que
menos juntó, recogió diez homeres; y siguieron tendiéndolas extensamente para
sí todo en derredor del campamento. 33 La carne estaba
todavía entre sus dientes, antes que pudiera ser masticada, cuando se
encendió la cólera de Jehová contra el pueblo, y Jehová empezó a herir al
pueblo con una matanza sumamente grande. 34 Aquel lugar llegó
a llamarse por nombre Quibrot-hataavá, porque allí enterraron a la gente que
mostró vehemente deseo egoísta. 35 De Quibrot-hataavá el
pueblo partió para Hazerot, y continuaron en Hazerot.
(Éxodo 32:1) 32 Entretanto, el pueblo llegó a ver
que Moisés tardaba mucho en bajar de la montaña. De modo que el pueblo se
congregó en torno a Aarón, y le dijeron: “Levántate, haznos un dios que vaya
delante de nosotros, porque en cuanto a este Moisés, el hombre que nos hizo
subir de la tierra de Egipto, ciertamente no sabemos qué le habrá pasado”.
(Números 25:1) 25 Ahora bien, Israel estaba morando
en Sitim. Entonces el pueblo comenzó a tener relaciones inmorales con las
hijas de Moab.
(Números 25:9) 9 Y los que murieron
del azote ascendieron a veinticuatro mil.
(Números 21:5) 5 Y el pueblo siguió
hablando contra Dios y Moisés: “¿Por qué nos han hecho subir de Egipto para
morir en el desierto? Pues no hay pan y no hay agua, y nuestra alma ha
llegado a aborrecer el pan despreciable”.
(Números 16:41) 41 Y precisamente al
día siguiente la entera asamblea de los hijos de Israel se puso a
murmurar contra Moisés y Aarón, diciendo: “Ustedes han dado muerte al pueblo
de Jehová”. . .
(Números 16:49) 49 Y los muertos del
azote ascendieron a catorce mil setecientos, aparte de los muertos a causa de
Coré.
(Salmo 94:14) 14 Porque Jehová no
desamparará a su pueblo, ni dejará a su propia herencia.
(1 Corintios 10:13) 13 Ninguna
tentación los ha tomado a ustedes salvo lo que es común a los hombres. Pero
Dios es fiel, y no dejará que sean tentados más allá de lo que pueden
soportar, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para
que puedan aguantarla.
(Juan 14:26) 26 Mas el ayudante, el
espíritu santo, que el Padre enviará en mi nombre, ese les enseñará todas las
cosas y les hará recordar todas las cosas que les he dicho.
(Hebreos 1:14) 14 ¿No son todos
ellos espíritus para servicio público, enviados para servir a favor de los
que van a heredar la salvación?
(1 Corintios 10:13) 13 Ninguna
tentación los ha tomado a ustedes salvo lo que es común a los hombres. Pero
Dios es fiel, y no dejará que sean tentados más allá de lo que pueden
soportar, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para
que puedan aguantarla.
(1 Corintios 7:31) 31 y los que
hacen uso del mundo, como los que no lo usan a plenitud; porque la escena de
este mundo está cambiando.
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