TEXTO DEL DIA
CITA BIBLICA
Descripción Biblia
Referencias BIBLICAS
*** Texto del sábado,
22 de diciembre de 2012 ***
Sábado 22 de
diciembre
La visión es todavía
para el tiempo señalado, [...] manténte en expectación de ella; porque sin falta
se realizará. No llegará tarde (Hab. 2:3).
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Diciembre
(Habacuc 2:3)
Porque [la] visión es todavía para el tiempo señalado,
(Daniel 8:19) Y
pasó a decir: “Mira, te voy a hacer saber lo que ocurrirá en la parte final
de la denunciación, porque es para el señalado tiempo de[l] fin.
(Daniel 10:14) Y he
venido a hacer que disciernas lo que acaecerá a tu pueblo en la parte final
de los días, porque es una visión todavía para los días [venideros]”.
(Hechos 17:26) E
hizo de un solo [hombre] toda nación de hombres, para que moren sobre la
entera superficie de la tierra, y decretó los tiempos señalados y los límites
fijos de la morada de [los hombres],
y sigue jadeando hasta el fin, y no dirá mentira.
Aun si tardara, manténte en expectación de ella; porque sin falta se realizará. No
llegará tarde.
(Miqueas 7:7) Pero en cuanto a mí, por Jehová me
mantendré vigilante. Ciertamente mostraré una actitud de espera por el Dios
de mi salvación. Mi Dios me oirá.
(Santiago 5:7) Ejerzan paciencia, por lo tanto,
hermanos, hasta la presencia del Señor. ¡Miren! El labrador sigue esperando
el precioso fruto de la tierra, aguardándolo con paciencia hasta que recibe
la lluvia temprana y la lluvia tardía.
Con estas palabras,
el profeta Habacuc ofrece una garantía respecto al fin de este mundo. Preguntémonos:
“¿Refleja mi forma de vivir que comprendo la urgencia de los tiempos y que
estoy convencido de que el fin es inminente? ¿O muestro con mis
decisiones y prioridades que he retrasado el fin en mi mente o que
ni siquiera estoy seguro de que llegará?”. Los cristianos ungidos aún
no han terminado su labor de vigía espiritual (Jer. 1:17-19).
(Jeremías 1:17-19)
”Y en cuanto a ti, debes
ceñirte las caderas,
(1 Reyes
18:46) Y la misma mano de Jehová resultó estar sobre Elías, de modo
que él se ciñó las caderas y se fue corriendo delante de Acab todo el camino
hasta Jezreel.
(2 Reyes
4:29) Al punto él dijo a Guehazí: “Ciñe tus lomos y toma mi bastón en
tu mano y vete. En caso de encontrarte con alguien, no debes saludarlo; y en
caso de que alguien te salude, no debes contestarle. Y tienes que colocar mi
bastón sobre el rostro del muchacho”.
(2 Reyes
9:1) Y Eliseo el profeta, por su parte, llamó a uno de los hijos de
los profetas y entonces le dijo: “Ciñe tus lomos y toma este frasco de aceite
en tu mano y ve a Ramot-galaad.
(Job 38:3)
Cíñete los lomos, por favor, como hombre físicamente capacitado, y déjame
interrogarte, y tú dame informe.
(Lucas 12:37)
¡Felices son aquellos esclavos a quienes el amo al llegar halle vigilando!
Verdaderamente les digo: Él se ceñirá y hará que se reclinen a la mesa, y
vendrá a su lado y les servirá.
(1 Pedro
1:13) Por lo tanto, fortifiquen su mente para actividad, mantengan
completamente su juicio; pongan su esperanza resueltamente en la bondad
inmerecida que ha de ser traída a ustedes en la revelación de Jesucristo.
y tienes que levantarte y
hablarles todo lo que yo mismo te mande. No te sobrecojas de terror alguno a causa de ellos,
(Josué 1:9)
¿No te he dado orden yo? Sé animoso y fuerte. No sufras sobresalto ni te
aterrorices, porque Jehová tu Dios está contigo adondequiera que vayas”.
(Ezequiel 2:6)
”Y tú, oh hijo del hombre, no tengas miedo de ellos; y no tengas miedo de sus
palabras, porque hay gente obstinada y cosas que te punzan, y entre
escorpiones moras. De sus palabras no tengas miedo, y ante sus rostros no te
sobrecojas de terror, porque son casa rebelde.
para que yo no te infunda
terror delante de ellos. 18 Pero en cuanto a mí, aquí
he hecho de ti hoy una ciudad fortificada y una columna de hierro y muros de cobre
(Jeremías 15:20)
20 “Y yo he hecho que seas para este pueblo un muro
fortificado de cobre; y ciertamente pelearán contra ti, pero no prevalecerán
contra ti. Porque yo estoy contigo, para salvarte y para librarte —es la
expresión de Jehová—.
contra todo el país,
(Jeremías 20:11)
Pero Jehová estuvo conmigo como un terrible poderoso. Por eso los mismísimos
que me persiguen tropezarán y no prevalecerán. Ciertamente quedarán muy
avergonzados, porque no habrán prosperado. [Su] humillación, de duración
indefinida, será una que no se olvidará.
(Ezequiel 3:8)
¡Mira! He hecho tu rostro exactamente tan duro como los rostros de ellos, y
tu frente exactamente tan dura como sus frentes.
(Miqueas 3:8)
Y, por otra parte, yo mismo he llegado a estar lleno de poder, con el
espíritu de Jehová, y de justicia y poderío, para informar a Jacob su
sublevación y a Israel su pecado.
para con los reyes de
Judá, para con sus príncipes, para con sus sacerdotes y para con la gente de la tierra.
(Jeremías 26:12)
Ante aquello, Jeremías dijo a todos los príncipes y a todo el pueblo: “Fue
Jehová quien me envió a profetizar acerca de esta casa y acerca de esta
ciudad todas las palabras que ustedes han oído.
(Daniel 9:6)
Y no hemos escuchado a tus siervos los profetas, quienes han hablado en tu
nombre a nuestros reyes, nuestros príncipes y nuestros antepasados y a toda
la gente de la tierra.
19 Y de seguro pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti,
(Salmo 129:2)
2 por bastante tiempo me han mostrado hostilidad
desde mi juventud; sin embargo, no han prevalecido contra mí.
porque: ‘Yo estoy contigo
(Génesis 28:15)
Y aquí estoy yo contigo y ciertamente te guardaré en todo el camino por el
cual estás yendo, y ciertamente te haré volver a este suelo, porque no voy a
dejarte hasta que realmente haya hecho lo que te he hablado”.
(Éxodo 3:12)
A lo cual él dijo: “Porque yo resultaré estar contigo, y esta es la señal
para ti de que soy yo quien te ha enviado: Después que hayas sacado de Egipto
al pueblo, ustedes servirán al Dios [verdadero] sobre esta montaña”.
(Josué 1:5)
Nadie se plantará con firmeza delante de ti en todos los días de tu vida. Tal
como resulté estar con Moisés resultaré estar contigo. No te desampararé ni
te dejaré enteramente.
—es la expresión de
Jehová— para librarte’”.
(Jeremías 15:20)
“Y yo he hecho que seas para este pueblo un muro fortificado de cobre; y
ciertamente pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti. Porque yo
estoy contigo, para salvarte y para librarte —es la expresión de Jehová—.
(Romanos 8:31)
Entonces, ¿qué diremos a estas cosas? Si Dios está por nosotros, ¿quién
estará contra nosotros?
¡Qué alegría es ver
que continúan firmes en su puesto, como “una columna de hierro” o “una ciudad
fortificada”! Mantienen sus “lomos ceñidos con la verdad”, es decir, se conservan
fuertes mediante la Palabra de Dios a fin de completar su misión (Efe. 6:14). Y con esa
misma determinación, la gran muchedumbre los apoya para que logren cumplir su
objetivo. w11 15/3 4:16-18
(Efesios 6:14)
Estén firmes, por lo
tanto, teniendo los lomos
ceñidos
(1 Samuel 25:13) Al
instante David dijo a sus hombres: “¡Cíñase cada uno su espada!”. De modo que
se ciñeron cada cual su espada, y David también se ciñó su propia espada; y
empezaron a subir tras David, como cuatrocientos hombres, mientras doscientos
se quedaron junto al bagaje.
(Isaías 11:5) Y la justicia
tiene que resultar ser el cinto de sus caderas, y la fidelidad el cinto de
sus lomos.
con la verdad,
(Efesios 5:9)
9 porque el fruto de la luz consiste en toda clase de
bondad y justicia y verdad.
y teniendo puesta la
coraza de la justicia,
(Proverbios 4:23) Más que todo lo demás que ha de
guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son las fuentes
de la vida.
(Isaías 59:17) Entonces él se puso la justicia como
cota de malla, y el yelmo de la salvación sobre la cabeza. Además, se puso
las prendas de vestir de la venganza como vestido y se envolvió de celo como
si fuera una vestidura sin mangas.
*** w11 15/3 Mantengámonos despiertos tal
como Jeremías ***
Mantengámonos despiertos tal como Jeremías
“[Yo, Jehová,] me mantengo despierto respecto a mi
palabra para ponerla por obra.” (JER. 1:12)
EN LAS colinas de Israel y el Líbano, uno de los
primeros árboles que florecen después del invierno es el almendro, que
comienza a echar sus hermosas flores blancas o rosadas a finales de enero o
principios de febrero. De hecho, en hebreo su nombre significa “el que
despierta”.
2
Cuando Jehová nombró profeta a Jeremías, se valió de esta característica del
almendro para ilustrar un importante hecho. En una visión, le mostró un
retoño de este árbol, y luego pasó a explicarle el significado: “Me mantengo
despierto respecto a mi palabra para ponerla por obra” (Jer. 1:11, 12). Tal
como el almendro “despertaba” temprano, Dios “madrugaba” para enviar profetas
a advertir a los judíos que pagarían muy cara su desobediencia (Jer. 7:25). Y no
descansaría, sino que seguiría “despierto” hasta que se cumpliera su palabra.
En el año 607 antes de nuestra era, justo cuando lo había decretado,
ejecutó el castigo contra la nación apóstata de Judá.
3 Hoy,
Jehová también está despierto y muy atento a fin de llevar a cabo su
propósito. Es imposible que falte a su palabra. Ahora bien, ¿cómo
influye en nosotros este hecho? ¿Realmente confiamos en que ahora, en este
año 2011, Dios sigue “despierto” y va a cumplir sus promesas?
Si nos han surgido dudas y nos estamos adormilando espiritualmente,
debemos sacudirnos el sueño ya (Rom. 13:11). Alguien que se mantuvo siempre alerta a fin de
cumplir su ministerio fue Jeremías. Si analizamos cómo lo logró y cuál
fue su motivación, nos será más fácil perseverar en la obra que Jehová nos ha
encargado a nosotros.
Un
mensaje urgente
4 Es
probable que Jeremías rondara los 25 años cuando recibió su comisión de
vigía espiritual (Jer.
1:1, 2). Pero aun así se sentía como un niño, completamente
incapaz de dirigirles la palabra a los ancianos de la nación, hombres de gran
autoridad y experiencia (Jer.
1:6). Tenía que llevar un estremecedor mensaje de juicio y denuncia a
los sacerdotes, a los falsos profetas, a los dirigentes y, en general, a
todos los que estaban siguiendo el “proceder popular” y obrando “con una
infidelidad duradera” (Jer.
6:13; 8:5, 6). El glorioso templo del rey Salomón, que era
el centro de la religión verdadera desde hacía casi cuatrocientos años, sería
demolido. Además, Jerusalén y Judá quedarían desoladas, y sus habitantes
irían cautivos al destierro. ¡Qué mensaje tan urgente tenía que proclamar el
profeta!
5 ¿Y
qué puede decirse de nuestro tiempo? En su gran amor por la humanidad,
Jehová ha comisionado a los cristianos ungidos para que actúen como un
atalaya, o vigía, espiritual y anuncien el juicio que se avecina. Por
décadas, este grupo prefigurado por Jeremías ha exhortado a todos a reconocer
la urgencia de nuestros días (Jer. 6:17). La Biblia deja bien claro que Jehová, el Señor
del Tiempo, no es lento. Aunque su día llegará justo en el momento que
él ha establecido, tomará por sorpresa a este mundo (Sof. 3:8; Mar. 13:33; 2 Ped. 3:9, 10).
6
Nunca olvidemos que Jehová está muy despierto y que traerá su glorioso nuevo
mundo sin ninguna demora. Los cristianos representados por Jeremías lo saben
muy bien, y eso los impulsa a actuar con diligencia. Y lo mismo sucede
con sus compañeros con esperanza terrenal, quienes se mantienen alertas y
conscientes de que su mensaje es cada día más urgente. Jesús señaló que todos
deben tener la oportunidad de decidir si apoyarán al Reino de Dios o no.
En este artículo veremos tres cualidades que ayudaron a Jeremías a
no dormirse y a efectuar su ministerio, y que permitirán que nosotros
hagamos lo mismo.
Amor
por las personas
7 ¿Por
qué proclamó Jeremías su mensaje a pesar de las adversidades? Porque quería a
sus hermanos judíos. Él sabía que muchos estaban sufriendo por culpa de
los falsos pastores (Jer.
23:1, 2). Por eso se compadecía y realizaba su labor con mucho
cariño. Deseaba que escucharan el mensaje de Dios y siguieran viviendo.
De hecho, estaba tan preocupado por ellos que lloró pensando en la
calamidad que les esperaba (léanse
Jeremías 8:21 y 9:1).
Asimismo, a lo largo del libro de Lamentaciones, revela de forma muy gráfica
su gran amor e interés por el nombre de Dios y por su pueblo (Lam. 4:6, 9). ¿Cómo
reaccionamos nosotros cuando vemos que las personas están “desolladas y
desparramadas como ovejas sin pastor”? ¿Sentimos el deseo de llevarles el
consolador mensaje del Reino de Dios? (Mat. 9:36.)
8 En
vez de dejarse ayudar, los judíos hicieron sufrir mucho a Jeremías. Sin
embargo, él no se amargó ni tomó represalias. Siempre fue paciente
y bondadoso con ellos, incluso con el corrupto rey Sedequías. A pesar de
que este monarca lo había entregado a quienes deseaban su muerte, el profeta
le rogó más tarde que obedeciera la voz de Jehová (Jer. 38:4, 5, 19, 20). ¿Amamos nosotros
al prójimo tanto como Jeremías?
Dios infunde
valor
9
Cuando Jehová le comunicó su comisión, Jeremías trató de rechazarla con
excusas, lo cual demuestra que la valentía y la determinación con que actuó
más adelante no le venían de nacimiento. La extraordinaria
fortaleza que demostró durante su carrera de profeta se debía a que confiaba
plenamente en Dios. Así es, Jehová se mantuvo a su lado “como un terrible poderoso”,
brindándole su apoyo y dándole fuerzas para efectuar su ministerio (Jer. 20:11).
Su reputación de valentía llegó a tal punto que, siglos después, algunos
judíos creyeron que Jesús era Jeremías resucitado al ver la intrepidez con
que actuaba (Mat.
16:13, 14).
10
Jehová es el “Rey de las naciones”. Por eso tenía el derecho de enviar a su
profeta con un mensaje de juicio contra las naciones y los reinos de su día (Jer. 10:6, 7). Los
cristianos ungidos que aún viven en la Tierra también están “sobre las
naciones y sobre los reinos” (Jer.
1:10). ¿En qué sentido? El Soberano del universo les ha dado una
comisión como la de Jeremías, lo que les permite anunciar a todos los reinos
y naciones del mundo que serán destruidos en el momento y del modo que Jehová
ha establecido. Realizan esta proclamación con la autoridad que les ha
conferido el Dios Altísimo y empleando el lenguaje claro de su Palabra
inspirada (Jer. 18:7-10;
Rev. 11:18). El “Jeremías” de nuestro tiempo está decidido a
no aflojar el ritmo. Este grupo nunca dejará de cumplir su comisión de
difundir por toda la Tierra los mensajes condenatorios de Jehová.
11 A
veces nos desaniman la indiferencia y la oposición de la gente u otros
problemas (2 Cor. 1:8).
Pero, como Jeremías, no nos rendimos. Más bien, “cobramos denuedo” al
apoyarnos constantemente en Jehová mediante la oración (1 Tes. 2:2).
Es necesario que nos mantengamos despiertos a fin de cumplir la labor
que nos ha asignado nuestro Padre. Debemos tomar la firme resolución de
anunciar sin descanso que, en cumplimiento del modelo profético, la
cristiandad será destruida como lo fue la Jerusalén apóstata. Los cristianos
ungidos están decididos a seguir proclamando no solo “el año de la buena
voluntad de parte de Jehová”, sino también “el día de la venganza de parte de
nuestro Dios” (Isa.
61:1, 2; 2 Cor. 6:2).
“El
regocijo de mi corazón”
12 Para
Jeremías, su labor era una fuente de gozo. Por eso le dijo a Jehová: “Fueron
halladas tus palabras, y procedí a comerlas; y tu palabra llega a ser para mí
el alborozo y el regocijo de mi corazón; porque tu nombre ha sido llamado
sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos” (Jer. 15:16). El profeta consideraba un gran
honor representar al Dios verdadero y proclamar su palabra. Cabe notar que,
cuando prestaba atención a las burlas de la gente, perdía la alegría, pero
cuando se concentraba en la hermosura y la importancia de su mensaje, la
recuperaba (Jer.
20:8, 9).
13 A
fin de seguir predicando con gozo, nosotros también necesitamos nutrirnos con
“alimento sólido”, es decir, con las verdades bíblicas más profundas (Heb. 5:14). El estudio
concienzudo de la Palabra de Dios fortalece nuestra fe (Col. 2:6, 7). Además,
nos ayuda a comprender cuánto le importa a Jehová lo que hacemos. Por eso, si
nos cuesta trabajo encontrar tiempo para leer y estudiar la Biblia, hemos de
hacer cambios en nuestro horario. Si estudiamos y meditamos, aunque solo
sea unos minutos al día, nos sentiremos más cerca de Jehová y “el alborozo y
el regocijo” nos llenarán el corazón, tal como sucedió en el caso de
Jeremías.
14
Aunque Jeremías proclamó incansablemente las advertencias y los mensajes
condenatorios de Jehová, nunca olvidó que también había sido enviado “para
edificar y para plantar”, es decir, llevar un mensaje de esperanza y
restauración (Jer. 1:10).
Y esa labor dio fruto, pues cuando llegó la destrucción de Jerusalén en
el año 607 antes de nuestra era, se salvaron algunas personas, tanto judías
como de otros pueblos. Por ejemplo, sabemos del caso de los recabitas,
Ébed-mélec y Baruc (Jer.
35:19; 39:15-18; 43:5-7). La actitud de estos devotos y leales amigos
de Jeremías ilustra muy bien la de los cristianos que tienen la esperanza de
vivir en la Tierra. Ellos son los amigos del “Jeremías” de la actualidad.
¡Qué feliz está el resto ungido de poder edificar la fe y la esperanza de la
“gran muchedumbre”! (Rev.
7:9.) A su vez, estos leales compañeros de los ungidos tienen la
gran satisfacción de ayudar a más personas sinceras a conocer la verdad.
15 Los
cristianos comprendemos que la predicación de las buenas nuevas no es
solo un servicio a favor del prójimo, sino parte de nuestra adoración a
Jehová. Por lo tanto, sea que la gente nos escuche o no, rendirle a Dios
servicio sagrado mediante nuestro ministerio nos produce mucha alegría (Sal. 71:23; léase Romanos
1:9).
Mantengámonos despiertos y cumplamos nuestra
comisión
16 Algo
que nos ayuda a ver con más claridad la urgencia de los días en que vivimos
es la profecía de Revelación
17:10. En ella se habla del séptimo rey, es decir, de una
potencia mundial doble formada por Gran Bretaña y Estados Unidos, que ya ha
venido a la existencia. Además, se señala que “tiene que permanecer un corto
tiempo”. A estas alturas, ese “corto tiempo” tiene que estar a punto de
terminar. El profeta Habacuc nos asegura que “la visión [acerca del fin
de este mundo] es todavía para el tiempo señalado”. Y luego añade:
“Manténte en expectación de ella; porque sin falta se realizará.
No llegará tarde” (Hab.
2:3).
17
Preguntémonos: “¿Refleja mi forma de vivir que comprendo la urgencia de los
tiempos y que estoy convencido de que el fin es inminente? ¿O muestro con mis
decisiones y prioridades que he retrasado el fin en mi mente o que
ni siquiera estoy seguro de que llegará?”.
18 Los
cristianos ungidos aún no han terminado su labor de vigía espiritual (léase Jeremías 1:17-19).
¡Qué alegría es ver que continúan firmes en su puesto, como “una
columna de hierro” o “una ciudad fortificada”! Mantienen sus “lomos ceñidos
con la verdad”, es decir, se conservan fuertes mediante la Palabra de Dios a
fin de completar su misión (Efe.
6:14). Y con esa misma determinación, la gran muchedumbre los
apoya para que logren cumplir su objetivo.
19 Este
no es el momento de aflojar el paso en la obra del Reino, sino de
reflexionar en la profunda verdad que se presenta en Jeremías 12:5 (léase). Todos
tenemos problemas que ponen a prueba nuestra fe, ¿no es cierto? Hacerles
frente es como participar en una carrera en la que los corredores son
“hombres de a pie”. Sin embargo, al ir acercándose la “gran tribulación”, se
irán agravando los obstáculos (Mat. 24:21). Serán tan duros que, para superarlos, habrá que
hacer un gran esfuerzo, como si estuviéramos compitiendo “en una carrera
[contra] caballos”. Es obvio que se necesita muchísimo aguante y
fortaleza para tratar de seguirle el paso a un caballo. Por eso, en realidad,
las pruebas actuales nos están preparando para que podamos resistir las que
nos esperan.
20 Al
igual que Jeremías, los cristianos podemos tener éxito en nuestro ministerio.
El amor, la valentía y el gozo fueron algunas de las cualidades que le
dieron fuerzas al profeta para efectuar fielmente su labor durante sesenta y
siete años. Y la imagen del hermoso almendro en flor nos recuerda que
Jehová está despierto y muy atento a fin de cumplir su palabra. Nosotros
también tenemos buenas razones para permanecer alerta. Como Jeremías, podemos
lograrlo.
¿Lo recuerda?
• ¿Por qué decimos que el amor ayudó a Jeremías a
mantenerse despierto y cumplir su asignación?
• ¿Por qué necesitamos que Jehová nos infunda valor?
• ¿Qué ayudó a Jeremías a conservar el gozo?
• ¿Por qué debemos mantenernos despiertos?
[Preguntas del
estudio]
1, 2. ¿Cómo
ilustra el almendro el hecho de que Jehová se mantiene despierto?
3. ¿Qué
actitud mantiene Jehová?
4. ¿Qué
desafíos afrontó Jeremías al cumplir su comisión, y por qué era tan urgente
su mensaje?
5, 6. a)
¿Cómo está empleando hoy día Jehová a los cristianos representados por
Jeremías? b) ¿De qué hablaremos en este artículo?
7. ¿Por qué
decimos que el amor impulsó a Jeremías a predicar a pesar de las
adversidades?
8. ¿Cómo
sabemos que Jeremías no se dejó amargar por el sufrimiento?
9. ¿Cómo
sabemos que el valor de Jeremías provenía de Dios?
10. ¿En qué sentido está el resto ungido “sobre las
naciones y sobre los reinos”?
11. ¿Qué nos ayudará a seguir predicando a pesar de
los problemas?
12. a) ¿Cómo sabemos que Jeremías conservó la
alegría? b) ¿Qué le ayudaba al profeta a no perder el gozo?
13. ¿Por qué es necesario que nos alimentemos con
las verdades profundas de la Biblia para no perder el gozo?
14, 15. a) ¿Qué frutos dio la fiel labor de
Jeremías? b) ¿Cómo vemos los cristianos la predicación?
16, 17. ¿Cómo destacan Revelación 17:10 y Habacuc 2:3 la urgencia de los
tiempos?
18, 19. ¿Por qué no es este el momento de
aflojar el paso?
20. ¿Qué estamos decididos a lograr?
(Jeremías 1:12) 12 Y Jehová pasó a
decirme: “Has visto bien, porque me mantengo despierto respecto a mi palabra
para ponerla por obra”.
(Jeremías 1:11, 12) 11 Y siguió
ocurriéndome la palabra de Jehová, y dijo: “¿Qué estás viendo, Jeremías?”. De
modo que dije: “Un retoño de almendro es lo que estoy viendo”. 12 Y
Jehová pasó a decirme: “Has visto bien, porque me mantengo despierto respecto
a mi palabra para ponerla por obra”.
(Jeremías 7:25) 25 desde el día en
que los antepasados de ustedes salieron de la tierra de Egipto hasta el día
de hoy; y yo seguí enviando a ustedes todos mis siervos los profetas,
madrugando diariamente y enviándo[los]. . .
(Romanos 13:11) 11 [Hagan] esto,
también, porque ustedes conocen el tiempo, que ya es hora de que despierten
del sueño, porque ahora está más cerca nuestra salvación que cuando nos
hicimos creyentes.
(Jeremías 1:1, 2) 1 Las palabras de Jeremías hijo de
Hilquías, uno de los sacerdotes que estaban en Anatot, en la tierra de
Benjamín; 2 a quien le ocurrió la palabra de Jehová en los
días de Josías hijo de Amón, el rey de Judá, en el año decimotercero de
reinar él.
(Jeremías 1:6) 6 Pero yo dije: “¡Ay,
oh Señor Soberano Jehová! Mira que realmente no sé hablar, pues solo soy un
muchacho”.
(Jeremías 6:13) 13 “Porque desde el
menor de ellos aun hasta el mayor de ellos, cada uno está sacando para sí
ganancia injusta; y desde el profeta aun hasta el sacerdote, cada uno está
obrando falsamente.
(Jeremías 8:5, 6) 5 ¿Por qué es
infiel este pueblo, Jerusalén, con una infidelidad duradera? Se han asido de
la artimaña; han rehusado volverse. 6 He prestado atención, y
me quedé escuchando. No era recta la manera como seguían hablando. No había
hombre alguno que se arrepintiera de su maldad, y dijera: ‘¿Qué he hecho?’.
Cada uno está volviéndose al proceder popular, como caballo que va lanzándose
con ímpetu a la batalla.
(Jeremías 6:17) 17 “Y levanté sobre
ustedes atalayas: ‘¡Presten atención al sonido del cuerno!’.” Pero ellos
siguieron diciendo: “No vamos a prestar atención”.
(Sofonías 3:8) 8 ”‘Por lo tanto,
manténganse en expectación de mí —es la expresión de Jehová— hasta el día en
que me levante a[l] botín, porque mi decisión judicial es reunir naciones,
para que yo junte reinos, a fin de derramar sobre ellos mi denunciación, toda
mi cólera ardiente; porque por el fuego de mi celo toda la tierra será
devorada.
(Marcos 13:33) 33 Sigan mirando,
manténganse despiertos, porque no saben cuándo es el tiempo señalado.
(2 Pedro 3:9, 10) 9 Jehová no es
lento respecto a su promesa, como algunas personas consideran la lentitud,
pero es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno
sea destruido; más bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento. 10 Sin
embargo, el día de Jehová vendrá como ladrón, y en este los cielos pasarán
con un ruido de silbido, pero los elementos, estando intensamente calientes,
serán disueltos, y la tierra y las obras [que hay] en ella serán
descubiertas.
(Jeremías 23:1, 2) 23 “¡Ay de los pastores que están
destruyendo y esparciendo las ovejas de mi apacentamiento!”, es la expresión
de Jehová. 2 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová el
Dios de Israel contra los pastores que están pastoreando a mi pueblo:
“Ustedes mismos han esparcido mis ovejas; y siguieron dispersándolas, y no
han dirigido su atención a ellas”. “Aquí voy a dirigir mi atención a ustedes
por la maldad de sus tratos”, es la expresión de Jehová.
(Jeremías 8:21) 21 Por el quebranto
de la hija de mi pueblo he quedado desbaratado. Me he entristecido. Pasmo
absoluto se ha apoderado de mí.
(Jeremías 9:1) 9 ¡Oh, que mi cabeza fuera aguas, y
que mis ojos fueran fuente de lágrimas! Entonces podría llorar día y noche
por aquellos de la hija de mi pueblo que fueron muertos.
(Lamentaciones 4:6) 6 El
[castigo por el] error de la hija de mi pueblo también llega a ser mayor que
el [castigo por el] pecado de Sodoma, la cual fue derribada como en un
momento, y a la cual ninguna mano se dirigió [con ayuda].
(Lamentaciones 4:9) 9 Mejores
han resultado ser los muertos a espada que los muertos por el hambre, porque
estos languidecen, traspasados por falta del producto del campo abierto.
(Mateo 9:36) 36 Al ver las
muchedumbres, se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y
desparramadas como ovejas sin pastor.
(Jeremías 38:4, 5) 4 Y los príncipes
empezaron a decir al rey: “Désele muerte, por favor, a este hombre, porque
así es como está debilitando las manos de los hombres de guerra que quedan en
esta ciudad y las manos de toda la gente, hablándoles conforme a estas
palabras. Porque este hombre no es uno que busque la paz de este pueblo, sino
calamidad”. 5 De modo que el rey Sedequías dijo: “¡Miren!
Está en la mano de ustedes. Porque no hay absolutamente nada en que el rey
mismo pueda prevalecer contra ustedes”.
(Jeremías 38:19, 20) 19 Entonces el
rey Sedequías dijo a Jeremías: “Me tienen aterrado los judíos que se han
pasado a los caldeos, no sea que me den en mano de ellos y estos realmente me
traten abusivamente”. 20 Pero Jeremías dijo: “No harán tal
dar. Obedece, por favor, la voz de Jehová en lo que te estoy hablando, y te
irá bien, y tu alma continuará viviendo. . .
(Jeremías 20:11) 11 Pero Jehová
estuvo conmigo como un terrible poderoso. Por eso los mismísimos que me
persiguen tropezarán y no prevalecerán. Ciertamente quedarán muy avergonzados,
porque no habrán prosperado. [Su] humillación, de duración indefinida, será
una que no se olvidará.
(Mateo 16:13, 14) 13 Ahora bien,
cuando hubo llegado a las partes de Cesarea de Filipo, Jesús se puso a
preguntar a sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del
hombre?”. 14 Ellos dijeron: “Algunos dicen Juan el Bautista;
otros, Elías; otros más, Jeremías o uno de los profetas”.
(Jeremías 10:6, 7) 6 De ninguna
manera hay alguien semejante a ti, oh Jehová. Tú eres grande, y tu nombre es
grande en poderío. 7 ¿Quién no debería temerte, oh Rey de las
naciones?, porque eso es propio [respecto] a ti; porque entre todos los
sabios de las naciones y entre todas sus gobernaciones reales no hay
absolutamente nadie semejante a ti. . .
(Jeremías 1:10) 10 Ve, te he
comisionado este día para estar sobre las naciones y sobre los reinos, para
desarraigar y para demoler y para destruir y para derruir, para edificar y
para plantar”.
(Jeremías 18:7-10) 7 En cualquier
momento que yo hable contra una nación y contra un reino para desarraigar[la]
y para demoler[la] y para destruir[la], 8 y esa nación
realmente se vuelva de su maldad contra la cual haya hablado, yo también
ciertamente sentiré pesar por la calamidad que haya pensado ejecutar en ella.
9 Pero en cualquier momento que yo hable respecto de una
nación y respecto de un reino para edificar[la] y para plantar[la], 10 y
esta realmente haga lo que es malo a mis ojos al no obedecer mi voz, yo
también ciertamente sentiré pesar por el bien que yo [me] hubiera dicho que
haría para su bien’.
(Revelación 11:18) 18 Pero las
naciones se airaron, y vino tu propia ira, y el tiempo señalado para que los
muertos sean juzgados, y para dar [su] galardón a tus esclavos los profetas y
a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y
para causar la ruina de los que están arruinando la tierra”.
(2 Corintios 1:8) 8 Porque no
deseamos que estén en ignorancia, hermanos, acerca de la tribulación que nos
sucedió en el [distrito de] Asia, que estuvimos bajo extremada presión más
allá de nuestras fuerzas, de modo que nos sentimos muy inseguros hasta de
nuestra vida.
(1 Tesalonicenses 2:2) 2 sino que,
después de primero haber sufrido y de haber sido tratados insolentemente
(como ustedes lo saben) en Filipos, cobramos denuedo por medio de nuestro
Dios para hablarles las buenas nuevas de Dios con mucho luchar.
(Isaías 61:1, 2) 61 El espíritu del Señor Soberano
Jehová está sobre mí, por razón de que Jehová me ha ungido para anunciar
buenas nuevas a los mansos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de
corazón, para proclamar libertad a los [que han sido] llevados cautivos y la
apertura ancha [de los ojos] aun a los prisioneros; 2 para
proclamar el año de la buena voluntad de parte de Jehová, y el día de la
venganza de parte de nuestro Dios; para consolar a todos los que están de
duelo;
(2 Corintios 6:2) 2 Porque él dice:
“En un tiempo acepto te oí, y en día de salvación te ayudé”. ¡Miren! Ahora es
el tiempo especialmente acepto. ¡Miren! Ahora es el día de salvación.
(Jeremías 15:16) 16 Fueron halladas
tus palabras, y procedí a comerlas; y tu palabra llega a ser para mí el
alborozo y el regocijo de mi corazón; porque tu nombre ha sido llamado sobre
mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.
(Jeremías 20:8, 9) 8 Porque cuantas
veces grito, clamo. Violencia y expoliación son lo que clamo. Porque la
palabra de Jehová vino a ser para mí causa de oprobio y de mofa todo el día. 9 Y
dije: “No voy a hacer mención de él, y no hablaré más en su nombre”. Y en mi
corazón resultó ser como un fuego ardiente, encerrado en mis huesos; y me
cansé de contener, y no pude [aguantarlo].
(Hebreos 5:14) 14 Pero el alimento
sólido pertenece a personas maduras, a los que mediante el uso tienen sus
facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo correcto como lo
incorrecto.
(Colosenses 2:6, 7) 6 Por lo tanto,
como han aceptado a Cristo Jesús el Señor, sigan andando en unión con él, 7 arraigados
y siendo edificados en él y siendo estabilizados en la fe, así como se les
enseñó, rebosando de [fe] en acción de gracias.
(Jeremías 1:10) 10 Ve, te he
comisionado este día para estar sobre las naciones y sobre los reinos, para
desarraigar y para demoler y para destruir y para derruir, para edificar y
para plantar”.
(Jeremías 35:19) 19 por lo tanto
esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “No será
cortado de Jonadab hijo de Recab un hombre que siempre esté de pie delante de
mí”’”.
(Jeremías 39:15-18) 15 Y a Jeremías
le ocurrió la palabra de Jehová mientras se hallaba encerrado en el Patio de
la Guardia, diciendo: 16 “Ve, y tienes que decir a Ébed-mélec
el etíope: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de
Israel: “Mira, voy a realizar mis palabras sobre esta ciudad para calamidad y
no para bien, y ciertamente sucederán delante de ti en aquel día”’. 17 ”‘Y
de veras te libraré en aquel día —es la expresión de Jehová—, y no serás dado
en la mano de los hombres de quienes tú mismo estás asustado.’ 18 ”‘Porque
sin falta te suministraré un escape, y no caerás a espada; y ciertamente
llegarás a tener tu alma como despojo, porque has confiado en mí’, es la
expresión de Jehová”.
(Jeremías 43:5-7) 5 De manera que
Johanán hijo de Qaréah y todos los jefes de las fuerzas militares tomaron a
todo el resto de Judá que había regresado de todas las naciones a las cuales
habían sido dispersados, para residir por algún tiempo en la tierra de Judá, 6 aun
a los hombres físicamente capacitados y las esposas y los niñitos y las hijas
del rey y toda alma que Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps había
dejado que se quedaran con Guedalías hijo de Ahiqam hijo de Safán, y a
Jeremías el profeta y a Baruc hijo de Nerías. 7 Y por fin entraron
en la tierra de Egipto, pues no obedecieron la voz de Jehová; y gradualmente
llegaron hasta Tahpanhés.
(Revelación 7:9) 9 Después de estas
cosas vi, y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar,
de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono
y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de
palmera en sus manos. . .
(Salmo 71:23) 23 Mis labios clamarán
gozosamente cuando me sienta inclinado a celebrarte con melodía, aun mi alma
que tú has redimido.
(Romanos 1:9) 9 Porque Dios, a quien
rindo servicio sagrado con mi espíritu respecto a las buenas nuevas acerca de
su Hijo, es mi testigo de cómo sin cesar siempre hago mención de ustedes en
mis oraciones,
(Revelación 17:10) 10 Y hay siete
reyes: cinco han caído, uno es, el otro todavía no ha llegado, pero cuando sí
llegue tiene que permanecer un corto tiempo.
(Habacuc 2:3) 3 Porque [la] visión
es todavía para el tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin, y no dirá
mentira. Aun si tardara, manténte en expectación de ella; porque sin falta se
realizará. No llegará tarde.
(Jeremías 1:17-19) 17 ”Y en cuanto a
ti, debes ceñirte las caderas, y tienes que levantarte y hablarles todo lo
que yo mismo te mande. No te sobrecojas de terror alguno a causa de ellos,
para que yo no te infunda terror delante de ellos. 18 Pero en
cuanto a mí, aquí he hecho de ti hoy una ciudad fortificada y una columna de
hierro y muros de cobre contra todo el país, para con los reyes de Judá, para
con sus príncipes, para con sus sacerdotes y para con la gente de la tierra. 19 Y
de seguro pelearán contra ti, pero no prevalecerán contra ti, porque: ‘Yo
estoy contigo —es la expresión de Jehová— para librarte’”.
(Efesios 6:14) 14 Estén firmes, por
lo tanto, teniendo los lomos ceñidos con la verdad, y teniendo puesta la
coraza de la justicia,
(Jeremías 12:5) 5 Porque con hombres
de a pie has corrido, y te rendían de cansancio, ¿cómo, pues, puedes correr
en una carrera con caballos? ¿Y en la tierra de paz estás con confianza? De
modo que, ¿cómo actuarás entre los orgullosos [matorrales] a lo largo del
Jordán?
(Mateo 24:21) 21 porque entonces
habrá gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del
mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder. . .
(Revelación 17:10) 10 Y hay siete
reyes: cinco han caído, uno es, el otro todavía no ha llegado, pero cuando sí
llegue tiene que permanecer un corto tiempo.
(Habacuc 2:3) 3 Porque [la] visión
es todavía para el tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin, y no dirá
mentira. Aun si tardara, manténte en expectación de ella; porque sin falta se
realizará. No llegará tarde.
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