TEXTO DEL DIA
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CITA BIBLICA
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Descripción Biblia
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Referencias BIBLICAS
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*** Texto del domingo,
16 de diciembre de 2012 ***
Domingo 16 de
diciembre
Se compadeció de [las
personas] (Mat. 9:36).
► es12 pág. 123
Diciembre
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(Mateo 9:36)
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Al ver las muchedumbres, se compadeció
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(Mateo 14:14)
Ahora bien, cuando él salió vio una gran muchedumbre; y se compadeció de
ellos, y curó a sus enfermos.
(Hebreos 4:15)
Porque no tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de
nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual
que nosotros, pero sin pecado.
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de ellas, porque estaban desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor.
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(Números 27:17)
que salga delante de ellos y que entre delante de ellos y que los saque y que
los introduzca, para que la asamblea de Jehová no llegue a ser como ovejas
que no tienen pastor”.
(1 Reyes 22:17)
Por lo tanto él dijo: “Ciertamente veo a todos los israelitas esparcidos por
las montañas, como ovejas que no tienen pastor. Y Jehová pasó a decir: ‘Estos
no tienen amos. Que se vuelvan cada uno a su casa en paz’”.
(Ezequiel 34:5)
Y gradualmente fueron esparcidas por no haber pastor, de modo que llegaron a
ser alimento para toda bestia salvaje del campo, y continuaron siendo
esparcidas.
(Marcos 6:34)
Pues, al salir, él vio una muchedumbre grande, y se enterneció por ellos,
porque eran como ovejas sin pastor. Y comenzó a enseñarles muchas cosas.
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¿Por qué proclamó
Jeremías su mensaje a pesar de las adversidades? Porque quería a sus hermanos
judíos. Él sabía que muchos estaban sufriendo por culpa de los falsos pastores
(Jer. 23:1, 2).
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(Jeremías 23:1, 2)
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“¡Ay de los pastores que
están destruyendo y esparciendo las ovejas de mi apacentamiento!”,
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(Jeremías 10:21)
Porque los pastores se han portado irrazonablemente, y no han buscado
siquiera a Jehová. Por eso no han obrado con perspicacia, y todos sus
animales apacentados han sido esparcidos”.
(Jeremías 50:6)
Rebaño de criaturas que perecen es lo que mi pueblo ha llegado a ser. Sus
propios pastores las han hecho andar errantes. En las montañas las han
descarriado. De montaña a colina han ido. Han olvidado su lugar de descanso.
(Ezequiel 34:2)
“Hijo del hombre, profetiza contra los pastores de Israel. Profetiza, y
tienes que decirles a ellos, a los pastores: ‘Esto es lo que ha dicho el
Señor Soberano Jehová: “¡Ay de los pastores de Israel, que se han hecho
apacentadores de sí mismos! ¿No es el rebaño lo que deben apacentar los
pastores?
(Zacarías 11:5)
cuyos compradores proceden a matar[las] aunque no se les tiene por culpables.
Y los que las venden dicen: “Jehová sea bendito, mientras yo gane riquezas”.
Y sus propios pastores no les muestran ninguna compasión a ellas’.
(Mateo 9:36)
Al ver las muchedumbres, se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y
desparramadas como ovejas sin pastor.
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es la expresión de Jehová.
2 Por lo tanto, esto es lo que ha dicho Jehová el Dios
de Israel contra los pastores que están pastoreando a mi pueblo: “Ustedes
mismos han esparcido mis ovejas; y siguieron dispersándolas, y no han dirigido su atención a ellas”.
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(Ezequiel 34:5)
5 Y gradualmente fueron esparcidas por no haber
pastor, de modo que llegaron a ser alimento para toda bestia salvaje del
campo, y continuaron siendo esparcidas.
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“Aquí voy a dirigir mi
atención a ustedes por la maldad de sus tratos”, es la expresión de Jehová.
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(Oseas 2:13)
Y ciertamente le pediré cuentas por los días de las imágenes de Baal a las
cuales siguió haciendo humo de sacrificio, cuando siguió engalanándose con su
anillo y su adorno y siguió yendo tras sus amantes apasionados, y a mí fue a
quien olvidó’, es la expresión de Jehová.
(Miqueas 7:4)
El mejor de ellos es como un abrojo, el más recto [de ellos] es peor que un
seto de espinos. El día de tus atalayas, [de] que se te dé atención, tiene
que venir. Ahora ocurrirá el confundirlos.
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Por eso se
compadecía y realizaba su labor con mucho cariño. Deseaba que escucharan el
mensaje de Dios y siguieran viviendo (Jer. 8:21; 9:1).
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(Jeremías 8:21)
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Por el quebranto
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(Isaías 1:5) ¿En qué otra parte se los golpeará aún
más, puesto que añaden más sublevación? Toda la cabeza está en condición
enferma, y todo el corazón está endeble.
(Jeremías 6:14) Y tratan de sanar el quebranto de mi
pueblo livianamente, diciendo: ‘¡Hay paz! ¡Hay paz!’, cuando no hay paz.
(Jeremías 30:15) ¿Por qué clamas debido a tu
quebranto? Tu dolor es incurable a causa de la abundancia de tu error; se han
hecho numerosos tus pecados. Yo te he hecho estas cosas.
(Lamentaciones 3:47) Pavor y el hueco
mismos han llegado a ser nuestros, desolación y quebranto.
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de la hija de mi pueblo he quedado desbaratado.
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(Jeremías 4:19) ¡Oh mis intestinos, mis intestinos!
Estoy con fuertes dolores en las paredes de mi corazón. Mi corazón está
alborotado dentro de mí. No puedo quedarme callado, porque el sonido del
cuerno es lo que mi alma ha oído, la señal de alarma de la guerra.
(Jeremías 14:17) ”Y tienes que decirles esta palabra:
‘Que mis ojos dejen correr lágrimas noche y día, y que no se queden quietos,
porque con un gran estallido la virgen hija de mi pueblo ha sido quebrantada,
con un golpe de extrema enfermedad.
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Me he entristecido. Pasmo absoluto se ha apoderado de mí.
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(Joel 2:6) Debido a él, los pueblos estarán con
fuertes dolores. En cuanto a todos los rostros, ciertamente recogerán un
fulgor [de excitación].
(Nahúm 2:10) ¡Vacío y vacuidad, y [una ciudad]
asolada! Y el corazón se derrite, y hay un tambalear de [las] rodillas, y
dolores severos hay en todas las caderas; y en cuanto a los rostros de todos
ellos, han recogido un fulgor [de excitación].
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(Jeremías 9:1)
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¡Oh, que mi cabeza fuera aguas, y que mis ojos fueran fuente de lágrimas!
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(Isaías 22:4) Por
eso he dicho: “Aparten de mí su mirada fija. Ciertamente mostraré amargura al
llorar. No insistan en consolarme por el despojo violento de la hija de mi
pueblo.
(Jeremías 13:17) Y si
ustedes no quieren oír esto, en escondrijos llorará mi alma a causa del
orgullo, y positivamente derramará lágrimas; y mi ojo dejará rodar lágrimas,
porque el hato de Jehová habrá sido llevado cautivo.
(Lamentaciones 2:11)
Se me han acabado los ojos en puras lágrimas. Mis intestinos se hallan en
agitación. Mi hígado ha sido derramado a la misma tierra, a causa del
estallido de la hija de mi pueblo, a causa del desmayo de niño y lactante en
las plazas públicas del pueblo.
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Entonces podría llorar día y noche por aquellos de la hija de mi pueblo
que fueron muertos.
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(Jeremías 6:26) 26 Oh hija de
mi pueblo, cíñete de saco y revuélcate en las cenizas. Haz que tu duelo sea
el que se hace por un [hijo] único, el plañido de amargura; porque de repente
vendrá sobre nosotros el violento despojador.
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¿Cómo reaccionamos
nosotros cuando vemos que las personas están “desolladas y desparramadas como
ovejas sin pastor”? ¿Sentimos el deseo de llevarles el consolador mensaje del
Reino de Dios? En vez de dejarse ayudar, los judíos hicieron sufrir
mucho a Jeremías. Sin embargo, él no se amargó ni tomó represalias.
Siempre fue paciente y bondadoso con ellos, incluso con el corrupto rey
Sedequías. A pesar de que este monarca lo había entregado a quienes
deseaban su muerte, el profeta le rogó más tarde que obedeciera la voz de
Jehová (Jer. 38:4, 5, 19, 20). ¿Amamos nosotros al prójimo tanto
como Jeremías? w11 15/3 4:7, 8
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(Jeremías 38:4, 5)
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Y los príncipes empezaron a decir al rey: “Désele muerte, por favor, a este hombre,
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(Jeremías 26:11) 11 Y
los sacerdotes y los profetas empezaron a decir a los príncipes y a todo el
pueblo: “A este hombre le corresponde el juicio de muerte, porque ha
profetizado acerca de esta ciudad tal como han oído ustedes con sus propios
oídos”.
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porque así es como está debilitando las manos de los hombres de guerra
que quedan en esta ciudad y las manos de toda la gente, hablándoles conforme a estas palabras.
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(Amós 7:10)
10 Y Amasías el sacerdote de Betel procedió a enviar
[palabra] a Jeroboán el rey de Israel, y dijo: “Amós ha conspirado contra ti
dentro de la misma casa de Israel. La tierra no puede soportar todas sus
palabras.
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Porque este hombre no es uno que busque la paz de este pueblo, sino
calamidad”. 5 De modo que el rey Sedequías dijo:
“¡Miren! Está en la mano de ustedes. Porque no hay absolutamente nada en que
el rey mismo pueda prevalecer
contra ustedes”.
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(Juan 19:16)
16 Por lo tanto, en aquel momento él se lo entregó a
ellos para que fuera fijado en un madero. Entonces se encargaron de Jesús.
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(Jeremías 38:19, 20)
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Entonces el rey Sedequías dijo a Jeremías: “Me tienen aterrado los
judíos que se han pasado a
los caldeos,
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(Proverbios 29:25)
25 El temblar ante los hombres es lo que tiende un
lazo, pero el que confía en Jehová será protegido.
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no sea que me den en mano de ellos y estos realmente me traten abusivamente”.
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(1 Samuel
31:4) 4 Entonces Saúl dijo a su escudero:
“Desenvaina tu espada y atraviésame con ella, para que no vengan estos
incircuncisos y ciertamente me atraviesen y me traten abusivamente”. Y su
escudero no quiso, porque tenía mucho miedo. De modo que Saúl tomó la espada
y cayó sobre ella.
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20 Pero Jeremías dijo: “No harán tal dar.
Obedece, por favor, la voz de Jehová en lo que te estoy hablando, y te irá bien, y tu alma
continuará viviendo.
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(2 Crónicas
20:20) Y procedieron a levantarse muy de mañana y a salir al desierto
de Teqoa. Y mientras salían, Jehosafat se puso de pie y entonces dijo:
“¡Óiganme, oh Judá y ustedes los habitantes de Jerusalén! Pongan fe en Jehová
su Dios para que resulten de larga duración. Pongan fe en sus profetas y así
logren éxito”.
(Jeremías 7:23)
Pero esta palabra sí la expresé en mandato a ellos, y dije: “Obedezcan mi
voz, y ciertamente llegaré a ser su Dios, y ustedes mismos llegarán a ser mi
pueblo; y tienen que andar en todo el camino que yo les mande, a fin de que
les vaya bien”’.
(Jeremías 26:13)
Y ahora hagan buenos sus caminos y sus tratos, y obedezcan la voz de Jehová
su Dios, y Jehová sentirá pesar por la calamidad que ha hablado contra
ustedes.
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15/3 Mantengámonos despiertos tal como Jeremías
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Mantengámonos despiertos
tal como Jeremías
“[Yo, Jehová,] me mantengo despierto respecto a mi
palabra para ponerla por obra.” (JER. 1:12)
EN LAS colinas de Israel y el Líbano, uno de los
primeros árboles que florecen después del invierno es el almendro, que
comienza a echar sus hermosas flores blancas o rosadas a finales de enero o
principios de febrero. De hecho, en hebreo su nombre significa “el que
despierta”.
2
Cuando Jehová nombró profeta a Jeremías, se valió de esta característica del
almendro para ilustrar un importante hecho. En una visión, le mostró un
retoño de este árbol, y luego pasó a explicarle el significado: “Me mantengo
despierto respecto a mi palabra para ponerla por obra” (Jer. 1:11, 12).
Tal como el almendro “despertaba” temprano, Dios “madrugaba” para enviar
profetas a advertir a los judíos que pagarían muy cara su desobediencia (Jer.
7:25). Y no descansaría, sino que seguiría “despierto” hasta que se
cumpliera su palabra. En el año 607 antes de nuestra era, justo cuando
lo había decretado, ejecutó el castigo contra la nación apóstata de Judá.
3 Hoy,
Jehová también está despierto y muy atento a fin de llevar a cabo su propósito.
Es imposible que falte a su palabra. Ahora bien, ¿cómo influye en
nosotros este hecho? ¿Realmente confiamos en que ahora, en este
año 2011, Dios sigue “despierto” y va a cumplir sus promesas?
Si nos han surgido dudas y nos estamos adormilando espiritualmente,
debemos sacudirnos el sueño ya (Rom. 13:11). Alguien que se mantuvo siempre
alerta a fin de cumplir su ministerio fue Jeremías. Si analizamos cómo
lo logró y cuál fue su motivación, nos será más fácil perseverar en la obra
que Jehová nos ha encargado a nosotros.
Un mensaje
urgente
4 Es
probable que Jeremías rondara los 25 años cuando recibió su comisión de
vigía espiritual (Jer. 1:1, 2). Pero aun así se sentía como un niño,
completamente incapaz de dirigirles la palabra a los ancianos de la nación,
hombres de gran autoridad y experiencia (Jer. 1:6). Tenía que llevar un
estremecedor mensaje de juicio y denuncia a los sacerdotes, a los falsos
profetas, a los dirigentes y, en general, a todos los que estaban siguiendo
el “proceder popular” y obrando “con una infidelidad duradera” (Jer. 6:13;
8:5, 6). El glorioso templo del rey Salomón, que era el centro de
la religión verdadera desde hacía casi cuatrocientos años, sería demolido.
Además, Jerusalén y Judá quedarían desoladas, y sus habitantes irían cautivos
al destierro. ¡Qué mensaje tan urgente tenía que proclamar el profeta!
5 ¿Y
qué puede decirse de nuestro tiempo? En su gran amor por la humanidad,
Jehová ha comisionado a los cristianos ungidos para que actúen como un
atalaya, o vigía, espiritual y anuncien el juicio que se avecina. Por
décadas, este grupo prefigurado por Jeremías ha exhortado a todos a reconocer
la urgencia de nuestros días (Jer. 6:17). La Biblia deja bien claro que
Jehová, el Señor del Tiempo, no es lento. Aunque su día llegará justo en
el momento que él ha establecido, tomará por sorpresa a este mundo (Sof. 3:8;
Mar. 13:33; 2 Ped. 3:9, 10).
6
Nunca olvidemos que Jehová está muy despierto y que traerá su glorioso nuevo
mundo sin ninguna demora. Los cristianos representados por Jeremías lo saben
muy bien, y eso los impulsa a actuar con diligencia. Y lo mismo sucede
con sus compañeros con esperanza terrenal, quienes se mantienen alertas y
conscientes de que su mensaje es cada día más urgente. Jesús señaló que todos
deben tener la oportunidad de decidir si apoyarán al Reino de Dios o no.
En este artículo veremos tres cualidades que ayudaron a Jeremías a
no dormirse y a efectuar su ministerio, y que permitirán que nosotros
hagamos lo mismo.
Amor por
las personas
7 ¿Por
qué proclamó Jeremías su mensaje a pesar de las adversidades? Porque quería a
sus hermanos judíos. Él sabía que muchos estaban sufriendo por culpa de
los falsos pastores (Jer. 23:1, 2). Por eso se compadecía y realizaba su
labor con mucho cariño. Deseaba que escucharan el mensaje de Dios y siguieran
viviendo. De hecho, estaba tan preocupado por ellos que lloró pensando
en la calamidad que les esperaba (léanse Jeremías
8:21 y 9:1). Asimismo, a lo largo
del libro de Lamentaciones, revela de forma muy gráfica su gran amor e
interés por el nombre de Dios y por su pueblo (Lam. 4:6, 9). ¿Cómo
reaccionamos nosotros cuando vemos que las personas están “desolladas y
desparramadas como ovejas sin pastor”? ¿Sentimos el deseo de llevarles el
consolador mensaje del Reino de Dios? (Mat. 9:36.)
8 En
vez de dejarse ayudar, los judíos hicieron sufrir mucho a Jeremías. Sin
embargo, él no se amargó ni tomó represalias. Siempre fue paciente
y bondadoso con ellos, incluso con el corrupto rey Sedequías. A pesar de
que este monarca lo había entregado a quienes deseaban su muerte, el profeta
le rogó más tarde que obedeciera la voz de Jehová (Jer. 38:4, 5,
19, 20). ¿Amamos nosotros al prójimo tanto como Jeremías?
Dios infunde
valor
9
Cuando Jehová le comunicó su comisión, Jeremías trató de rechazarla con
excusas, lo cual demuestra que la valentía y la determinación con que actuó
más adelante no le venían de nacimiento. La extraordinaria
fortaleza que demostró durante su carrera de profeta se debía a que confiaba
plenamente en Dios. Así es, Jehová se mantuvo a su lado “como un terrible
poderoso”, brindándole su apoyo y dándole fuerzas para efectuar su ministerio
(Jer. 20:11). Su reputación de valentía llegó a tal punto que, siglos
después, algunos judíos creyeron que Jesús era Jeremías resucitado al ver la
intrepidez con que actuaba (Mat. 16:13, 14).
10
Jehová es el “Rey de las naciones”. Por eso tenía el derecho de enviar a su
profeta con un mensaje de juicio contra las naciones y los reinos de su día
(Jer. 10:6, 7). Los cristianos ungidos que aún viven en la Tierra
también están “sobre las naciones y sobre los reinos” (Jer. 1:10). ¿En qué
sentido? El Soberano del universo les ha dado una comisión como la de
Jeremías, lo que les permite anunciar a todos los reinos y naciones del mundo
que serán destruidos en el momento y del modo que Jehová ha establecido.
Realizan esta proclamación con la autoridad que les ha conferido el Dios
Altísimo y empleando el lenguaje claro de su Palabra inspirada (Jer. 18:7-10;
Rev. 11:18). El “Jeremías” de nuestro tiempo está decidido a
no aflojar el ritmo. Este grupo nunca dejará de cumplir su comisión de
difundir por toda la Tierra los mensajes condenatorios de Jehová.
11 A
veces nos desaniman la indiferencia y la oposición de la gente u otros
problemas (2 Cor. 1:8). Pero, como Jeremías, no nos rendimos. Más
bien, “cobramos denuedo” al apoyarnos constantemente en Jehová mediante la
oración (1 Tes. 2:2). Es necesario que nos mantengamos despiertos a
fin de cumplir la labor que nos ha asignado nuestro Padre. Debemos tomar la
firme resolución de anunciar sin descanso que, en cumplimiento del modelo
profético, la cristiandad será destruida como lo fue la Jerusalén apóstata.
Los cristianos ungidos están decididos a seguir proclamando no solo “el
año de la buena voluntad de parte de Jehová”, sino también “el día de la
venganza de parte de nuestro Dios” (Isa. 61:1, 2; 2 Cor. 6:2).
“El regocijo
de mi corazón”
12 Para
Jeremías, su labor era una fuente de gozo. Por eso le dijo a Jehová: “Fueron
halladas tus palabras, y procedí a comerlas; y tu palabra llega a ser para mí
el alborozo y el regocijo de mi corazón; porque tu nombre ha sido llamado
sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos” (Jer. 15:16). El profeta
consideraba un gran honor representar al Dios verdadero y proclamar su
palabra. Cabe notar que, cuando prestaba atención a las burlas de la gente,
perdía la alegría, pero cuando se concentraba en la hermosura y la
importancia de su mensaje, la recuperaba (Jer. 20:8, 9).
13 A
fin de seguir predicando con gozo, nosotros también necesitamos nutrirnos con
“alimento sólido”, es decir, con las verdades bíblicas más profundas (Heb.
5:14). El estudio concienzudo de la Palabra de Dios fortalece nuestra fe
(Col. 2:6, 7). Además, nos ayuda a comprender cuánto le importa a Jehová
lo que hacemos. Por eso, si nos cuesta trabajo encontrar tiempo para leer y
estudiar la Biblia, hemos de hacer cambios en nuestro horario.
Si estudiamos y meditamos, aunque solo sea unos minutos al día, nos
sentiremos más cerca de Jehová y “el alborozo y el regocijo” nos llenarán el
corazón, tal como sucedió en el caso de Jeremías.
14
Aunque Jeremías proclamó incansablemente las advertencias y los mensajes
condenatorios de Jehová, nunca olvidó que también había sido enviado “para
edificar y para plantar”, es decir, llevar un mensaje de esperanza y
restauración (Jer. 1:10). Y esa labor dio fruto, pues cuando llegó la
destrucción de Jerusalén en el año 607 antes de nuestra era, se salvaron
algunas personas, tanto judías como de otros pueblos. Por ejemplo, sabemos del
caso de los recabitas, Ébed-mélec y Baruc (Jer. 35:19; 39:15-18; 43:5-7). La
actitud de estos devotos y leales amigos de Jeremías ilustra muy bien la de
los cristianos que tienen la esperanza de vivir en la Tierra. Ellos son los
amigos del “Jeremías” de la actualidad. ¡Qué feliz está el resto ungido de
poder edificar la fe y la esperanza de la “gran muchedumbre”! (Rev. 7:9.)
A su vez, estos leales compañeros de los ungidos tienen la gran
satisfacción de ayudar a más personas sinceras a conocer la verdad.
15 Los
cristianos comprendemos que la predicación de las buenas nuevas no es
solo un servicio a favor del prójimo, sino parte de nuestra adoración a
Jehová. Por lo tanto, sea que la gente nos escuche o no, rendirle a Dios
servicio sagrado mediante nuestro ministerio nos produce mucha alegría (Sal.
71:23; léase Romanos 1:9).
Mantengámonos despiertos
y cumplamos nuestra comisión
16 Algo
que nos ayuda a ver con más claridad la urgencia de los días en que vivimos
es la profecía de Revelación 17:10. En ella se habla del séptimo rey, es
decir, de una potencia mundial doble formada por Gran Bretaña y Estados
Unidos, que ya ha venido a la existencia. Además, se señala que “tiene que
permanecer un corto tiempo”. A estas alturas, ese “corto tiempo” tiene
que estar a punto de terminar. El profeta Habacuc nos asegura que “la
visión [acerca del fin de este mundo] es todavía para el tiempo señalado”.
Y luego añade: “Manténte en expectación de ella; porque sin falta se
realizará. No llegará tarde” (Hab. 2:3).
17
Preguntémonos: “¿Refleja mi forma de vivir que comprendo la urgencia de los
tiempos y que estoy convencido de que el fin es inminente? ¿O muestro con mis
decisiones y prioridades que he retrasado el fin en mi mente o que
ni siquiera estoy seguro de que llegará?”.
18 Los
cristianos ungidos aún no han terminado su labor de vigía espiritual (léase
Jeremías 1:17-19). ¡Qué alegría es ver que
continúan firmes en su puesto, como “una columna de hierro” o “una ciudad
fortificada”! Mantienen sus “lomos ceñidos con la verdad”, es decir, se
conservan fuertes mediante la Palabra de Dios a fin de completar su misión
(Efe. 6:14). Y con esa misma determinación, la gran muchedumbre los
apoya para que logren cumplir su objetivo.
19 Este
no es el momento de aflojar el paso en la obra del Reino, sino de
reflexionar en la profunda verdad que se presenta en Jeremías 12:5 (léase).
Todos tenemos problemas que ponen a prueba nuestra fe, ¿no es cierto?
Hacerles frente es como participar en una carrera en la que los corredores
son “hombres de a pie”. Sin embargo, al ir acercándose la “gran tribulación”,
se irán agravando los obstáculos (Mat. 24:21). Serán tan duros que, para
superarlos, habrá que hacer un gran esfuerzo, como si estuviéramos
compitiendo “en una carrera [contra] caballos”. Es obvio que se necesita
muchísimo aguante y fortaleza para tratar de seguirle el paso a un caballo.
Por eso, en realidad, las pruebas actuales nos están preparando para que
podamos resistir las que nos esperan.
20 Al
igual que Jeremías, los cristianos podemos tener éxito en nuestro ministerio.
El amor, la valentía y el gozo fueron algunas de las cualidades que le
dieron fuerzas al profeta para efectuar fielmente su labor durante sesenta y
siete años. Y la imagen del hermoso almendro en flor nos recuerda que
Jehová está despierto y muy atento a fin de cumplir su palabra. Nosotros
también tenemos buenas razones para permanecer alerta. Como Jeremías, podemos
lograrlo.
¿Lo recuerda?
• ¿Por qué decimos que el amor ayudó a Jeremías a
mantenerse despierto y cumplir su asignación?
• ¿Por qué necesitamos que Jehová nos infunda valor?
• ¿Qué ayudó a Jeremías a conservar el gozo?
• ¿Por qué debemos mantenernos despiertos?
[Preguntas del
estudio]
1, 2. ¿Cómo
ilustra el almendro el hecho de que Jehová se mantiene despierto?
3. ¿Qué
actitud mantiene Jehová?
4. ¿Qué
desafíos afrontó Jeremías al cumplir su comisión, y por qué era tan urgente
su mensaje?
5, 6. a)
¿Cómo está empleando hoy día Jehová a los cristianos representados por
Jeremías? b) ¿De qué hablaremos en este artículo?
7. ¿Por qué
decimos que el amor impulsó a Jeremías a predicar a pesar de las
adversidades?
8. ¿Cómo
sabemos que Jeremías no se dejó amargar por el sufrimiento?
9. ¿Cómo
sabemos que el valor de Jeremías provenía de Dios?
10. ¿En qué sentido está el resto ungido “sobre las
naciones y sobre los reinos”?
11. ¿Qué nos ayudará a seguir predicando a pesar de
los problemas?
12. a) ¿Cómo sabemos que Jeremías conservó la
alegría? b) ¿Qué le ayudaba al profeta a no perder el gozo?
13. ¿Por qué es necesario que nos alimentemos con
las verdades profundas de la Biblia para no perder el gozo?
14, 15. a) ¿Qué frutos dio la fiel labor de
Jeremías? b) ¿Cómo vemos los cristianos la predicación?
16, 17. ¿Cómo destacan Revelación 17:10 y Habacuc
2:3 la urgencia de los tiempos?
18, 19. ¿Por qué no es este el momento de
aflojar el paso?
20. ¿Qué estamos decididos a lograr?
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(Jeremías 1:12) 12 Y Jehová
pasó a decirme: “Has visto bien, porque me mantengo despierto respecto a mi
palabra para ponerla por obra”.
(Jeremías 1:11, 12) 11 Y
siguió ocurriéndome la palabra de Jehová, y dijo: “¿Qué estás viendo, Jeremías?”.
De modo que dije: “Un retoño de almendro es lo que estoy viendo”. 12 Y
Jehová pasó a decirme: “Has visto bien, porque me mantengo despierto respecto
a mi palabra para ponerla por obra”.
(Jeremías 7:25) 25 desde el día
en que los antepasados de ustedes salieron de la tierra de Egipto hasta el
día de hoy; y yo seguí enviando a ustedes todos mis siervos los profetas,
madrugando diariamente y enviándo[los].
(Romanos 13:11) 11 [Hagan]
esto, también, porque ustedes conocen el tiempo, que ya es hora de que
despierten del sueño, porque ahora está más cerca nuestra salvación que
cuando nos hicimos creyentes.
(Jeremías 1:1, 2) 1 Las palabras de
Jeremías hijo de Hilquías, uno de los sacerdotes que estaban en Anatot, en la
tierra de Benjamín; 2 a quien le ocurrió la palabra de
Jehová en los días de Josías hijo de Amón, el rey de Judá, en el año
decimotercero de reinar él.
(Jeremías 1:6) 6 Pero yo dije:
“¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que realmente no sé hablar, pues solo
soy un muchacho”.
(Jeremías 6:13) 13 “Porque
desde el menor de ellos aun hasta el mayor de ellos, cada uno está sacando
para sí ganancia injusta; y desde el profeta aun hasta el sacerdote, cada uno
está obrando falsamente.
(Jeremías 8:5, 6) 5 ¿Por
qué es infiel este pueblo, Jerusalén, con una infidelidad duradera? Se han
asido de la artimaña; han rehusado volverse. 6 He
prestado atención, y me quedé escuchando. No era recta la manera como seguían
hablando. No había hombre alguno que se arrepintiera de su maldad, y dijera:
‘¿Qué he hecho?’. Cada uno está volviéndose al proceder popular, como caballo
que va lanzándose con ímpetu a la batalla.
(Jeremías 6:17) 17 “Y levanté
sobre ustedes atalayas: ‘¡Presten atención al sonido del cuerno!’.” Pero
ellos siguieron diciendo: “No vamos a prestar atención”.
(Sofonías 3:8) 8 ”‘Por lo
tanto, manténganse en expectación de mí —es la expresión de Jehová— hasta el
día en que me levante a[l] botín, porque mi decisión judicial es reunir
naciones, para que yo junte reinos, a fin de derramar sobre ellos mi
denunciación, toda mi cólera ardiente; porque por el fuego de mi celo toda la
tierra será devorada.
(Marcos 13:33) 33 Sigan
mirando, manténganse despiertos, porque no saben cuándo es el tiempo
señalado.
(2 Pedro 3:9, 10) 9 Jehová
no es lento respecto a su promesa, como algunas personas consideran la
lentitud, pero es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno
sea destruido; más bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento. 10 Sin
embargo, el día de Jehová vendrá como ladrón, y en este los cielos pasarán
con un ruido de silbido, pero los elementos, estando intensamente calientes,
serán disueltos, y la tierra y las obras [que hay] en ella serán
descubiertas.
(Jeremías 23:1, 2) 23 “¡Ay de los
pastores que están destruyendo y esparciendo las ovejas de mi
apacentamiento!”, es la expresión de Jehová. 2 Por lo
tanto, esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel contra los pastores
que están pastoreando a mi pueblo: “Ustedes mismos han esparcido mis ovejas;
y siguieron dispersándolas, y no han dirigido su atención a ellas”. “Aquí voy
a dirigir mi atención a ustedes por la maldad de sus tratos”, es la expresión
de Jehová.
(Jeremías 8:21) 21 Por el
quebranto de la hija de mi pueblo he quedado desbaratado. Me he entristecido.
Pasmo absoluto se ha apoderado de mí.
(Jeremías 9:1) 9 ¡Oh, que mi cabeza fuera
aguas, y que mis ojos fueran fuente de lágrimas! Entonces podría llorar día y
noche por aquellos de la hija de mi pueblo que fueron muertos.
(Lamentaciones 4:6) 6 El
[castigo por el] error de la hija de mi pueblo también llega a ser mayor que
el [castigo por el] pecado de Sodoma, la cual fue derribada como en un
momento, y a la cual ninguna mano se dirigió [con ayuda].
(Mateo 9:36) 36 Al ver las
muchedumbres, se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y
desparramadas como ovejas sin pastor.
(Jeremías 38:4, 5) 4 Y
los príncipes empezaron a decir al rey: “Désele muerte, por favor, a este
hombre, porque así es como está debilitando las manos de los hombres de
guerra que quedan en esta ciudad y las manos de toda la gente, hablándoles
conforme a estas palabras. Porque este hombre no es uno que busque la paz de
este pueblo, sino calamidad”. 5 De modo que el rey
Sedequías dijo: “¡Miren! Está en la mano de ustedes. Porque no hay
absolutamente nada en que el rey mismo pueda prevalecer contra ustedes”.
(Jeremías 38:19, 20) 19 Entonces
el rey Sedequías dijo a Jeremías: “Me tienen aterrado los judíos que se han
pasado a los caldeos, no sea que me den en mano de ellos y estos realmente me
traten abusivamente”. 20 Pero Jeremías dijo: “No harán
tal dar. Obedece, por favor, la voz de Jehová en lo que te estoy hablando, y
te irá bien, y tu alma continuará viviendo.
(Jeremías 20:11) 11 Pero Jehová
estuvo conmigo como un terrible poderoso. Por eso los mismísimos que me
persiguen tropezarán y no prevalecerán. Ciertamente quedarán muy
avergonzados, porque no habrán prosperado. [Su] humillación, de duración
indefinida, será una que no se olvidará.
(Mateo 16:13, 14) 13 Ahora
bien, cuando hubo llegado a las partes de Cesarea de Filipo, Jesús se puso a
preguntar a sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del
hombre?”. 14 Ellos dijeron: “Algunos dicen Juan el
Bautista; otros, Elías; otros más, Jeremías o uno de los
profetas”. . .
(Jeremías 10:6, 7) 6 De
ninguna manera hay alguien semejante a ti, oh Jehová. Tú eres grande, y tu
nombre es grande en poderío. 7 ¿Quién no debería
temerte, oh Rey de las naciones?, porque eso es propio [respecto] a ti;
porque entre todos los sabios de las naciones y entre todas sus gobernaciones
reales no hay absolutamente nadie semejante a ti.
(Jeremías 1:10) 10 Ve, te he
comisionado este día para estar sobre las naciones y sobre los reinos, para
desarraigar y para demoler y para destruir y para derruir, para edificar y
para plantar”.
(Jeremías 18:7-10) 7 En
cualquier momento que yo hable contra una nación y contra un reino para
desarraigar[la] y para demoler[la] y para destruir[la], 8 y
esa nación realmente se vuelva de su maldad contra la cual haya hablado, yo
también ciertamente sentiré pesar por la calamidad que haya pensado ejecutar
en ella. 9 Pero en cualquier momento que yo hable
respecto de una nación y respecto de un reino para edificar[la] y para
plantar[la], 10 y esta realmente haga lo que es malo a
mis ojos al no obedecer mi voz, yo también ciertamente sentiré pesar por el
bien que yo [me] hubiera dicho que haría para su bien’.
(Revelación 11:18) 18 Pero las
naciones se airaron, y vino tu propia ira, y el tiempo señalado para que los
muertos sean juzgados, y para dar [su] galardón a tus esclavos los profetas y
a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y
para causar la ruina de los que están arruinando la tierra”.
(2 Corintios 1:8) 8 Porque
no deseamos que estén en ignorancia, hermanos, acerca de la tribulación que
nos sucedió en el [distrito de] Asia, que estuvimos bajo extremada presión
más allá de nuestras fuerzas, de modo que nos sentimos muy inseguros hasta de
nuestra vida.
(1 Tesalonicenses 2:2) 2 sino
que, después de primero haber sufrido y de haber sido tratados insolentemente
(como ustedes lo saben) en Filipos, cobramos denuedo por medio de nuestro
Dios para hablarles las buenas nuevas de Dios con mucho luchar.
(Isaías 61:1, 2) 61 El espíritu del
Señor Soberano Jehová está sobre mí, por razón de que Jehová me ha ungido
para anunciar buenas nuevas a los mansos. Me ha enviado para vendar a los
quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los [que han sido]
llevados cautivos y la apertura ancha [de los ojos] aun a los prisioneros; 2 para
proclamar el año de la buena voluntad de parte de Jehová, y el día de la
venganza de parte de nuestro Dios; para consolar a todos los que están de
duelo;
(2 Corintios 6:2) 2 Porque
él dice: “En un tiempo acepto te oí, y en día de salvación te ayudé”. ¡Miren!
Ahora es el tiempo especialmente acepto. ¡Miren! Ahora es el día de
salvación.
(Jeremías 15:16) 16 Fueron
halladas tus palabras, y procedí a comerlas; y tu palabra llega a ser para mí
el alborozo y el regocijo de mi corazón; porque tu nombre ha sido llamado
sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.
(Jeremías 20:8, 9) 8 Porque
cuantas veces grito, clamo. Violencia y expoliación son lo que clamo. Porque
la palabra de Jehová vino a ser para mí causa de oprobio y de mofa todo el
día. 9 Y dije: “No voy a hacer mención de él, y no
hablaré más en su nombre”. Y en mi corazón resultó ser como un fuego
ardiente, encerrado en mis huesos; y me cansé de contener, y no pude
[aguantarlo].
(Hebreos 5:14) 14 Pero el
alimento sólido pertenece a personas maduras, a los que mediante el uso
tienen sus facultades perceptivas entrenadas para distinguir tanto lo
correcto como lo incorrecto.
(Colosenses 2:6, 7) 6 Por
lo tanto, como han aceptado a Cristo Jesús el Señor, sigan andando en unión
con él, 7 arraigados y siendo edificados en él y
siendo estabilizados en la fe, así como se les enseñó, rebosando de [fe] en
acción de gracias.
(Jeremías 1:10) 10 Ve, te he comisionado
este día para estar sobre las naciones y sobre los reinos, para desarraigar y
para demoler y para destruir y para derruir, para edificar y para plantar”.
(Jeremías 35:19) 19 por lo
tanto esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “No
será cortado de Jonadab hijo de Recab un hombre que siempre esté de pie
delante de mí”’”.
(Jeremías 39:15-18) 15 Y a
Jeremías le ocurrió la palabra de Jehová mientras se hallaba encerrado en el
Patio de la Guardia, diciendo: 16 “Ve, y tienes que
decir a Ébed-mélec el etíope: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová de los
ejércitos, el Dios de Israel: “Mira, voy a realizar mis palabras sobre esta
ciudad para calamidad y no para bien, y ciertamente sucederán delante de ti
en aquel día”’. 17 ”‘Y de veras te libraré en aquel
día —es la expresión de Jehová—, y no serás dado en la mano de los hombres de
quienes tú mismo estás asustado.’ 18 ”‘Porque sin
falta te suministraré un escape, y no caerás a espada; y ciertamente llegarás
a tener tu alma como despojo, porque has confiado en mí’, es la expresión de
Jehová”.
(Jeremías 43:5-7) 5 De manera
que Johanán hijo de Qaréah y todos los jefes de las fuerzas militares tomaron
a todo el resto de Judá que había regresado de todas las naciones a las
cuales habían sido dispersados, para residir por algún tiempo en la tierra de
Judá, 6 aun a los hombres físicamente capacitados y
las esposas y los niñitos y las hijas del rey y toda alma que Nebuzaradán el
jefe de la guardia de corps había dejado que se quedaran con Guedalías hijo
de Ahiqam hijo de Safán, y a Jeremías el profeta y a Baruc hijo de Nerías. 7 Y
por fin entraron en la tierra de Egipto, pues no obedecieron la voz de
Jehová; y gradualmente llegaron hasta Tahpanhés.
(Revelación 7:9) 9 Después de
estas cosas vi, y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía
contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante
del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había
ramas de palmera en sus manos.
(Salmo 71:23) 23 Mis labios
clamarán gozosamente cuando me sienta inclinado a celebrarte con melodía, aun
mi alma que tú has redimido.
(Romanos 1:9) 9 Porque Dios, a
quien rindo servicio sagrado con mi espíritu respecto a las buenas nuevas
acerca de su Hijo, es mi testigo de cómo sin cesar siempre hago mención de
ustedes en mis oraciones,
(Revelación 17:10) 10 Y hay siete
reyes: cinco han caído, uno es, el otro todavía no ha llegado, pero cuando sí
llegue tiene que permanecer un corto tiempo.
(Habacuc 2:3) 3 Porque [la]
visión es todavía para el tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin, y
no dirá mentira. Aun si tardara, manténte en expectación de ella; porque sin
falta se realizará. No llegará tarde.
(Jeremías 1:17-19) 17 ”Y en
cuanto a ti, debes ceñirte las caderas, y tienes que levantarte y hablarles
todo lo que yo mismo te mande. No te sobrecojas de terror alguno a causa de
ellos, para que yo no te infunda terror delante de ellos. 18 Pero
en cuanto a mí, aquí he hecho de ti hoy una ciudad fortificada y una columna
de hierro y muros de cobre contra todo el país, para con los reyes de Judá,
para con sus príncipes, para con sus sacerdotes y para con la gente de la
tierra. 19 Y de seguro pelearán contra ti, pero no
prevalecerán contra ti, porque: ‘Yo estoy contigo —es la expresión de Jehová—
para librarte’”.
(Efesios 6:14) 14 Estén
firmes, por lo tanto, teniendo los lomos ceñidos con la verdad, y teniendo
puesta la coraza de la justicia,
(Jeremías 12:5) 5 Porque con
hombres de a pie has corrido, y te rendían de cansancio, ¿cómo, pues, puedes
correr en una carrera con caballos? ¿Y en la tierra de paz estás con
confianza? De modo que, ¿cómo actuarás entre los orgullosos [matorrales] a lo
largo del Jordán?
(Mateo 24:21) 21 porque
entonces habrá gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio
del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder.
(Revelación 17:10) 10 Y hay siete
reyes: cinco han caído, uno es, el otro todavía no ha llegado, pero cuando sí
llegue tiene que permanecer un corto tiempo. . .
(Habacuc 2:3) 3 Porque [la]
visión es todavía para el tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin, y
no dirá mentira. Aun si tardara, manténte en expectación de ella; porque sin
falta se realizará. No llegará tarde.
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lunes, 17 de diciembre de 2012
domingo, 16 de diciembre de 2012
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