TEXTO DEL DIA
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CITA BIBLICA
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Descripción Biblia
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Referencias BIBLICAS
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Domingo, 09 de Diciembre de 2012 Domingo 9 de diciembre
Por favor, complácete en las ofrendas voluntarias de
mi boca, oh Jehová (Sal. 119:108).
es12 pág. 121 Diciembre
Por favor, complácete
en las ofrendas voluntarias de mi boca,
oh Jehová (Sal. 119:108).
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(Salmo 119:108)
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Por favor, complácete en las ofrendas voluntarias de
mi boca, oh Jehová,
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(Números 29:39)
”’Estos los ofrecerán a Jehová en sus fiestas periódicas, además de sus
ofrendas de voto y sus ofrendas voluntarias como sus ofrendas quemadas y sus
ofrendas de grano y sus libaciones y sus sacrificios de comunión’”.
(Salmo 50:23) El
que ofrece acción de gracias como su sacrificio es el que me glorifica; y en
cuanto al que guarda un camino fijo, ciertamente le haré ver la salvación por
Dios”.
(Oseas 14:2) Tomen
con ustedes palabras y vuelvan a Jehová. Díganle todos: ‘Dígnate perdonar el
error; y acepta lo que es bueno, y ciertamente ofreceremos en cambio los
toros jóvenes de nuestros labios.
(Hebreos 13:15) Mediante
él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de
labios que hacen declaración pública de su nombre.
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y enséñame tus
propias decisiones
judiciales.
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(Deuteronomio 4:5) Miren,
les he enseñado disposiciones reglamentarias y decisiones judiciales, tal
como Jehová mi Dios me ha mandado, para que ustedes obren de esa manera en
medio de la tierra a la cual van para tomar posesión de ella.
(Deuteronomio 33:10)
Instruyan ellos a Jacob en tus decisiones judiciales y a Israel en tu ley.
Ofrezcan incienso ante tus narices y una ofrenda entera en tu altar.
(Isaías 48:17) Esto
es lo que ha dicho Jehová, tu Recomprador, el Santo de Israel: “Yo, Jehová,
soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que
te hace pisar en el camino en que debes andar.
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Al trabajar con
celo en el ministerio, damos prueba de que amamos a Dios y anhelamos su
aprobación. Pensemos en la exhortación que dirigió Oseas a los israelitas que
habían perdido el favor divino por practicar la religión falsa (Ose. 13:1-3).
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(Oseas 13:1-3)
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“Al hablar Efraín, hubo temblor; él mismo llevó
[peso] en Israel.
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17 De modo que Josué dijo esto a la casa de José, a Efraín y
Manasés: “Eres un pueblo numeroso, y gran poder es tuyo. No debes recibir una
sola suerte,
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Pero procedió a
hacerse culpable respecto a
Baal
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(2 Reyes 17:16)
y siguieron dejando todos los mandamientos de Jehová su Dios, y procedieron a
hacerse estatuas fundidas, dos becerros, y a hacer un poste sagrado, y
empezaron a inclinarse ante todo el ejército de los cielos y a servir a Baal;
(Oseas 11:2)
”Ellos los llamaron. A ese mismo grado se fueron de delante de ellos. A las
imágenes de Baal se pusieron a hacer sacrificios, y a las imágenes esculpidas
empezaron a hacer humo de sacrificio.
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y morir.
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(Éxodo 20:5) 5 No debes
inclinarte ante ellas ni ser inducido a servirlas, porque yo Jehová tu Dios
soy un Dios que exige devoción exclusiva, que trae castigo por el error de
padres sobre hijos, sobre la tercera generación y sobre la cuarta generación,
en el caso de los que me odian;
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2 Y ahora
cometen pecado adicional y se hacen una estatua fundida de su plata,
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(Salmo 115:4) Los
ídolos de ellos son plata y oro, la obra de las manos del hombre terrestre.
(Isaías 46:6) Hay
los que con profusión sacan el oro de la bolsa, y con el brazo de la balanza
pesan la plata. Alquilan a un metalario, y él hace de ello un dios. Se
prosternan, sí, se inclinan.
(Jeremías 10:4) Con
plata y con oro uno lo hace bello. Con clavos y martillos los sujetan, para
que ninguno bambolee.
(Oseas 2:8) Pero
ella misma no reconoció que era yo quien le había dado el grano y el vino
dulce y el aceite, y que yo había hecho que la plata misma abundara para
ella, y oro, [al cual] dieron uso para Baal.
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ídolos según su propio entendimiento,
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(Isaías 44:17) Pero
de lo restante de él realmente hace un dios mismo, su imagen tallada. Se
prosterna ante ella y se inclina y le ora y dice: “Líbrame, porque tú eres mi
dios”.
(Jeremías 10:9) Plata
batida en láminas es lo que se trae aun de Tarsis, y oro de Ufaz, la hechura
de un artífice y de las manos de un metalario; su vestido es hilo azul y lana
teñida de púrpura rojiza. Todos son la hechura de personas diestras.
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obra de artífices, todo ello.
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(Jeremías 10:3)
Porque las costumbres de los pueblos son solamente una exhalación, porque un
simple árbol del bosque es lo que uno ha cortado, la obra de las manos del
artífice con el podón.
(Habacuc 2:18) ¿De
qué provecho ha sido una imagen tallada, cuando el formador de ella la ha
tallado, una estatua fundida, y un instructor de falsedad?, ¿cuando el
formador de su forma ha confiado en ella, hasta el grado de hacer dioses que
nada valen [y] que no pueden hablar?
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A ellos les dicen: ‘Que los sacrificadores que son
hombres besen a simples
becerros’.
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(1 Reyes 12:28)
Por lo tanto, el rey tomó consejo e hizo dos becerros de oro y dijo al
pueblo: “Es demasiado para ustedes el que suban a Jerusalén. Aquí está tu
Dios, oh Israel, que te hizo subir de la tierra de Egipto”.
(1 Reyes 19:18)
Y he dejado que siete mil permanezcan en Israel, todas las rodillas que no se
han doblado a Baal, y toda boca que no lo ha besado”.
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3 Por lo tanto,
llegarán a ser como las nubes
de la mañana
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4 “¿Qué te haré, oh Efraín? ¿Qué te haré, oh Judá, cuando la
bondad amorosa de ustedes es como las nubes de la mañana y como el rocío que
se va temprano?
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y como el rocío que temprano se va; como el tamo que es arrebatado de la era como
por tempestad, y como el humo [que escapa] del hoyo [del techo].
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(Job 21:18)
¿Llegan a ser ellos como paja delante de un viento, y como tamo que un viento
de tempestad ha hurtado?
(Salmo 1:4) Los
inicuos no son así, sino que son como el tamo impelido por el viento.
(Daniel 2:35) En
aquel tiempo el hierro, el barro moldeado, el cobre, la plata y el oro fueron,
todos juntos, triturados, y llegaron a ser como el tamo de la era del verano,
y el viento se los llevó, de modo que no se halló ningún rastro de ellos. Y
en cuanto a la piedra que dio contra la imagen, llegó a ser una gran montaña
y llenó toda la tierra.
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(Oseas 14:1, 2)
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“Vuelve, sí, oh Israel, a Jehová tu Dios,
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(1 Samuel 7:3)
Y Samuel procedió a decir a toda la casa de Israel: “Si con todo su corazón
están volviéndose a Jehová, quiten de en medio de ustedes los dioses
extranjeros y también las imágenes de Astoret, y dirijan su corazón
inalterablemente a Jehová y sírvanle solo a él, y él los librará de la mano
de los filisteos”.
(2 Crónicas 30:6)
Por consiguiente, los correos con las cartas de la mano del rey y de sus
príncipes fueron por todo Israel y Judá, aun conforme al mandamiento del rey,
diciendo: “Hijos de Israel, vuélvanse a Jehová el Dios de Abrahán, Isaac e
Israel, para que él se vuelva a los que quedan de ustedes como escapados de
la palma de la mano de los reyes de Asiria.
(Isaías 55:6)
Busquen a Jehová mientras pueda ser hallado. Clamen a él mientras resulte
estar cerca.
(Oseas 12:6) “Y en
lo que respecta a ti, a tu Dios debes volver, guardando bondad amorosa y
justicia; y que haya un esperar en tu Dios constantemente.
(Joel 2:13) Y rasguen
su corazón, y no sus prendas de vestir; y vuelvan a Jehová su Dios, porque él
es benévolo y misericordioso, tardo para la cólera y abundante en bondad
amorosa, y ciertamente sentirá pesar debido a la calamidad.
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porque has tropezado en tu error.
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(Jeremías 2:19) Tu
maldad debe corregirte, y tus propios actos de infidelidad deben censurarte.
Sabe, pues, y ve que el que dejes a Jehová tu Dios es cosa mala y amarga, y
ningún pavor de mí te [ha resultado]’, es la expresión del Señor Soberano,
Jehová de los ejércitos.
(Lamentaciones 4:6)
El [castigo por el] error de la hija de mi pueblo también llega a ser mayor
que el [castigo por el] pecado de Sodoma, la cual fue derribada como en un
momento, y a la cual ninguna mano se dirigió [con ayuda].
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2 Tomen con
ustedes palabras y vuelvan a
Jehová.
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(Oseas 12:6) 6 “Y en lo que
respecta a ti, a tu Dios debes volver, guardando bondad amorosa y justicia; y
que haya un esperar en tu Dios constantemente.
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Díganle todos: ‘Dígnate perdonar el error;
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(Éxodo 34:7) que
conserva bondad amorosa para miles, que perdona error y transgresión y
pecado, pero de ninguna manera dará exención de castigo, que hace venir el
castigo por el error de padres sobre hijos y sobre nietos, sobre la tercera
generación y sobre la cuarta generación”.
(2 Samuel 24:10)
Y el corazón de David empezó a darle golpes después de haber contado así al
pueblo. Por consiguiente, David dijo a Jehová: “He pecado muchísimo en lo que
he hecho. Y ahora, Jehová, deja pasar el error de tu siervo, por favor; porque
he obrado muy tontamente”.
(Salmo 51:2)
Lávame cabalmente de mi error, y límpiame aun de mi pecado.
(Miqueas 7:18)
¿Quién es un Dios como tú, uno que perdona el error y pasa por alto la
transgresión del resto de su herencia? Ciertamente no tendrá asida su cólera
para siempre, porque se deleita en la bondad amorosa.
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y acepta lo que es bueno, y ciertamente ofreceremos
en cambio los toros jóvenes de
nuestros labios.
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(Salmo 69:31) Esto
también le será más grato a Jehová que un toro, que un toro joven que exhibe
cuernos, que tiene pezuña partida.
(Hebreos 13:15)
Mediante él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el
fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre.
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¿Qué simbolizan
“los toros jóvenes de nuestros labios”? Dado que el toro era el animal más
valioso que podía sacrificar un israelita, esta expresión se refiere a las
palabras sinceras y bien meditadas con las que se alaba al Dios verdadero.
¿Cómo respondía Jehová a quienes le hacían tales dádivas? Él mismo dio
la respuesta: “Los amaré de mi propio albedrío” (Ose. 14:4). Como vemos, por su propio deseo y
voluntad, Dios brindaba su perdón, su aprobación y su amistad a quienes le
hacían dichos sacrificios de alabanza. Los verdaderos siervos de Dios siempre
se han distinguido por alabarlo públicamente. w11 15/2 2:14-16
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(Oseas 14:4)
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”Sanaré la infidelidad de ellos.
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(Salmo 103:3)
aquel que está perdonando todo tu error, que está sanando todas tus
dolencias,
(Isaías 57:18) He
visto sus caminos mismos; y empecé a sanarlo y a conducirlo y a hacer
compensación con consuelo para él y para los suyos que estaban de duelo”.
(Jeremías 3:22)
“Vuélvanse, hijos renegados. Yo sanaré su condición de renegados.” “¡Aquí
estamos! Hemos venido a ti, porque tú, oh Jehová, eres nuestro Dios.
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Los amaré de [mi] propio albedrío,
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(Deuteronomio 7:7) ”No
porque ustedes fueran el más populoso de todos los pueblos les mostró Jehová
afecto de modo que los escogiera, porque eran el más pequeño de todos los
pueblos.
(Sofonías 3:17)
Jehová tu Dios está en medio de ti. Como Poderoso, salvará. Se alborozará
sobre ti con regocijo. Se hará silencioso en su amor. Estará gozoso acerca de
ti con gritos felices.
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porque mi cólera se ha vuelto de él.
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(Salmo 78:38) Pero
él era misericordioso; cubría el error y no arruinaba. Y muchas veces hizo
que su cólera se volviera atrás, y no despertaba toda su furia.
(Isaías 12:1) Y en
aquel día de seguro dirás: “Te daré gracias, oh Jehová, porque [aunque] te
enojaste conmigo, tu cólera gradualmente se volvió atrás, y procediste a
consolarme.
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*** w11 15/2 La aprobación de
Dios nos conduce a la vida eterna
***
La aprobación de
Dios nos conduce a la vida eterna
“Tú mismo bendecirás al justo, oh Jehová; como con
un escudo grande, con aprobación lo cercarás.” (SAL. 5:12)
LA VIUDA de Sarepta y su hijo están hambrientos, y lo mismo le sucede
a Elías. Cuando la pobre madre se dispone a encender el fuego para cocinar,
el profeta le pide pan y agua. Ella no tiene ningún inconveniente en
darle de beber, pero los únicos alimentos que posee son “un puñado de harina
en el jarro grande y un poco de aceite en el jarro pequeño”. Por eso, cree
que no puede ofrecerle nada a Elías, y así se lo explica (1 Rey.
17:8-12).
2 Pero el profeta es insistente: “De lo que hay allí,
hazme primero una pequeña torta redonda, y tienes que traérmela acá fuera, y
para ti y tu hijo puedes hacer algo después. Porque esto es lo que ha dicho
Jehová el Dios de Israel: ‘El jarro grande de harina mismo no se
agotará, y el jarro pequeño de aceite mismo no fallará’” (1 Rey.
17:13, 14).
3 La decisión que debía tomar la viuda tenía que ver
con algo mucho más importante que el empleo de sus últimas provisiones. ¿Se
preocuparía más por cubrir sus necesidades materiales y las de su hijo, o por
obtener la aprobación y la amistad de Dios? ¿Confiaría en que Jehová podía
salvarlos? Nosotros nos enfrentamos hoy a un dilema semejante. ¿Nos interesa
más conseguir seguridad material, o recibir la aprobación de Jehová? Sin
duda, tenemos sobradas razones para confiar en Dios y servirle. Y él nos
ha explicado cuáles son los pasos que debemos dar para gozar de su favor.
Jehová es digno de recibir adoración
4 Jehová tiene el derecho de exigirnos a los seres
humanos que lo adoremos de la forma como él desea. En el cielo, un coro
de siervos suyos confirmó este hecho al proclamar con una sola voz: “Digno
eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el
poder, porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron
y fueron creadas” (Rev. 4:11). Él es el Hacedor del universo, y por ello
merece recibir nuestra adoración.
5 Tenemos otra razón para servir a Jehová: el
inigualable amor que nos ha demostrado a todos los seres humanos. Para
empezar, la Biblia indica que formó “al hombre a su imagen, a la imagen de
Dios lo creó; macho y hembra los creó” (Gén. 1:27). También, nos hizo el
regalo del libre albedrío, o sea, la capacidad de razonar y tomar nuestras
propias decisiones. Al habernos dado la vida, es nuestro Padre (Luc.
3:38). Y como buen padre que es, nos proporciona todo lo necesario para
ser felices. En efecto, “él hace salir su sol [...] y hace llover”,
lo que permite que los campos no solo nos brinden comida en abundancia,
sino que también sean un deleite para la vista (Mat. 5:45).
6 Además, Jehová nos ha rescatado de las terribles
consecuencias del pecado. Cuando Adán se rebeló, actuó como el jugador que le
quita dinero a su familia para apostarlo. ¿Por qué? Porque al desobedecer a
Dios, les quitó a sus hijos la herencia a la que hubieran tenido derecho: ser
felices por toda la eternidad. Con su egoísmo, vendió a la humanidad como
esclava a una dueña muy cruel: la imperfección. Este es el motivo por el que
estamos condenados a enfermarnos, sufrir penas y tristezas y finalmente
morir. ¡Cuánto necesitamos que se nos libre de esa terrible esclavitud!
Claro, la liberación de un esclavo exige un pago a cambio, y Jehová se ha
encargado de efectuarlo (léase Romanos 5:21).
Lo hizo al disponer que su Hijo, Jesús, viniera a “dar su alma en
rescate en cambio por muchos” (Mat. 20:28). Dentro de poco, las personas que
cuentan con el favor divino obtendrán plenamente los beneficios del rescate.
7 Ciertamente, el Creador ha hecho más que nadie por
proporcionarnos una vida feliz y llena de significado. Si obtenemos su aprobación,
lograremos ver cómo repara los estragos que ha sufrido la humanidad.
De manera directa y personal, Jehová nos mostrará que es el “remunerador
de los que le buscan solícitamente” (Heb. 11:6).
“Tu pueblo se ofrecerá de buena
gana”
8 Jehová nunca obliga a nadie a servirle. Permite que
cada persona haga uso de su libre albedrío. Y concede su aprobación a
quien toma la sabia decisión de servirle. En tiempos de Isaías planteó
esta pregunta: “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”. Como vemos, reconoció
el derecho del profeta a tomar su propia decisión y respetó su dignidad. Sin
duda, Isaías se sintió muy satisfecho de poder responderle: “¡Aquí estoy yo!
Envíame a mí” (Isa. 6:8).
9 Cada uno de nosotros es libre de rendir culto a
Dios o de negarse a hacerlo. Jehová quiere que lo adoremos por voluntad
propia (léase Josué 24:15). Nunca
aprobará nuestro servicio si lo realizamos de mala gana o simplemente para
complacer a otras personas (Col. 3:22). Tampoco lo aceptará si se lo
ofrecemos “con titubeo”, es decir, si actuamos con indecisión al dejar que
algunas actividades cristianas sufran por culpa de los intereses mundanos
(Éxo. 22:29). Él sabe que cuando le servimos con toda el alma, los
primeros beneficiados somos nosotros. Esta es la razón por la que Moisés
exhortó a los israelitas a elegir la vida. ¿De qué modo harían esa elección?
“Amando a Jehová [...], escuchando su voz y adhiriéndo[se] a él.” (Deu.
30:19, 20.)
10 En la antigüedad, el rey David cantó a Jehová: “Tu
pueblo se ofrecerá de buena gana en el día de tu fuerza militar. En los
esplendores de la santidad, desde la matriz del alba, tienes tu compañía de
hombres jóvenes justamente como gotas de rocío” (Sal. 110:3). Hoy, mucha
gente solo se preocupa por el dinero y las diversiones. Sin embargo, quienes
aman a Jehová comprenden que el servicio sagrado siempre viene primero.
Y el celo con el que predican las buenas nuevas deja claro cuáles son
sus prioridades. Confían plenamente en que Jehová cubrirá sus necesidades
cotidianas (Mat. 6:33, 34).
Sacrificios que Dios aprueba
11 El pacto de la Ley establecía que, para conseguir
el favor de Dios, había que hacerle ofrendas que fueran gratas a sus ojos.
Así, leemos en Levítico 19:5 que los israelitas debían presentar el
“sacrificio de comunión a Jehová” de tal modo que les permitiera “granjearse
[su] aprobación”. Y ese mismo libro indica que tenían que ofrecerle el
“sacrificio de acción de gracias” de tal forma que pudieran “granjearse [su]
aprobación” (Lev. 22:29). Cada vez que los israelitas presentaban sobre el
fuego del altar un sacrificio animal digno, el humo que se elevaba era para
Jehová como un “olor conducente a descanso” (Lev. 1:9, 13). Dicho de
otro modo, aquellas expresiones de amor de sus siervos le producían sosiego y
placer (Gén. 8:21, nota). Estos detalles de la Ley nos enseñan un principio
aplicable hoy: recibiremos la aprobación de Jehová si le ofrecemos los
sacrificios que le agradan. Pero ¿cuáles son estos sacrificios? Centrémonos
en dos facetas: nuestras acciones y nuestras palabras.
12 El apóstol Pablo escribió a los cristianos de Roma:
“Presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, acepto a Dios, un
servicio sagrado con su facultad de raciocinio” (Rom. 12:1). Como vemos, si
deseamos recibir el favor divino, debemos mantener nuestro cuerpo en un
estado que Jehová acepte. Él lo rechazaría como sacrificio si lo
estuviéramos contaminando con el abuso del alcohol o el consumo de tabaco,
hojas de coca, nueces de betel u otras drogas (2 Cor. 7:1). También lo
consideraría ofensivo si tuviéramos una conducta inmoral, pues “el que
practica la fornicación peca contra su propio cuerpo” (1 Cor. 6:18).
Ciertamente, es preciso que los hombres y mujeres que desean agradar a Dios
sean “santos [...] en toda su conducta” (1 Ped. 1:14-16).
13 Otro sacrificio que Jehová recibe con gusto tiene
que ver con la facultad del habla. Así es, las personas que aman a Dios
siempre hablan bien de él, dentro y fuera de casa (léase Salmo
34:1-3). Al leer los Salmos 148 a 150, observamos con
cuánta frecuencia se nos invita a alabarlo. No hay duda: “la alabanza
[a Jehová] es propia”, siempre y cuando venga “de parte de los rectos”
(Sal. 33:1). Una excelente manera de glorificar a nuestro Padre celestial es
participando en la predicación de las buenas nuevas, obra a la que concedió
gran importancia Jesús, nuestro Modelo (Luc. 4:18, 43, 44).
14 Al trabajar con celo en el ministerio, damos prueba
de que amamos a Dios y anhelamos su aprobación. Pensemos en la exhortación
que dirigió Oseas a los israelitas que habían perdido el favor divino por
practicar la religión falsa (Ose. 13:1-3). El profeta los invitó a
rogarle a Jehová: “Dígnate perdonar el error; y acepta lo que es bueno, y
ciertamente ofreceremos en cambio los toros jóvenes de nuestros labios” (Ose.
14:1, 2).
15 ¿Qué simbolizan “los toros jóvenes de nuestros
labios”? Dado que el toro era el animal más valioso que podía sacrificar un
israelita, esta expresión se refiere a las palabras sinceras y bien meditadas
con las que se alaba al Dios verdadero. ¿Cómo respondía Jehová a quienes le
hacían tales dádivas? Él mismo dio la respuesta: “Los amaré de mi propio
albedrío” (Ose. 14:4). Como vemos, por su propio deseo y voluntad, Dios
brindaba su perdón, su aprobación y su amistad a quienes le hacían dichos
sacrificios de alabanza.
16 Los verdaderos siervos de Dios siempre se han
distinguido por alabarlo públicamente. Para el salmista era tan importante
darle gloria que le dirigió esta súplica: “Por favor, complácete en las
ofrendas voluntarias de mi boca, oh Jehová” (Sal. 119:108). ¿Qué puede
decirse de la actualidad? Refiriéndose al sinnúmero de adoradores de nuestros
tiempos, Isaías predijo: “Las alabanzas de Jehová anunciarán” y “con [la]
aprobación [de él] subirán [sus ofrendas] sobre [su] altar” (Isa.
60:6, 7). Hoy, millones de cristianos cumplimos estas palabras al
ofrecerle el “sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen
declaración pública de su nombre” (Heb. 13:15).
17 ¿Qué hay de usted? ¿Está haciendo ofrendas que
complacen a Dios? Si no es así, ¿realizará los cambios precisos y
comenzará a alabarlo en público predicando las buenas nuevas? Ese sacrificio
de alabanza será una muestra de fe, por lo que le resultará “más grato a
Jehová que un toro” (léase Salmo 69:30, 31).
Tenga la seguridad de que el “olor conducente a descanso” de esa ofrenda
llegará hasta su trono, y él le concederá su aprobación (Eze. 20:41). ¡Qué
gozo sin par podrá sentir entonces!
“Tú mismo bendecirás al justo”
18 Hoy, muchos llegan a la misma conclusión equivocada
que algunos israelitas del tiempo de Malaquías: “¿De qué vale servir a Dios?
¿Qué hemos ganado con obedecer sus mandamientos[?]” (Mal. 3:14, Nueva Traducción
Viviente). Cegados por el materialismo, creen que las promesas de
Jehová nunca se realizarán y que las leyes divinas se han quedado anticuadas.
Piensan que lo único que logran quienes van a predicarles es perder el tiempo
y perturbar la paz de los hogares.
19 Esa forma de pensar se remonta en realidad al
jardín de Edén. ¿Quién convenció a Eva de que no era suficiente la
maravillosa vida que Jehová le había dado? ¿Quién le insinuó que
no valía la pena esforzarse por conseguir la aprobación de su Padre
celestial? Fue Satanás, el mismo que hoy induce a la gente a creer que
no se consigue nada haciendo la voluntad de Dios. Pero Eva y su esposo
terminaron comprobando que perder el favor divino implica perder la vida.
Y esa es la amarga lección que aprenderán dentro de poco todos los que
siguen su mal ejemplo (Gén. 3:1-7, 17-19).
20 Alguien que actuó de manera mucho más sabia que
nuestros primeros padres fue la viuda de Sarepta. ¿Qué hizo al escuchar las
alentadoras palabras del profeta? Se puso a hornear el poco pan que
tenía y le sirvió a él primero. Pero Jehová fue fiel a la promesa que le
había hecho mediante Elías, como bien señala el relato: “Continuó comiendo,
ella junto con él y con su casa, por días. El jarro grande de harina
mismo no se agotó, y el jarro pequeño de aceite mismo no falló,
conforme a la palabra de Jehová que él había hablado por medio de Elías”
(1 Rey. 17:15, 16).
21 La viuda de Sarepta hizo algo que hoy solo una
pequeña parte de los miles de millones de habitantes del planeta están
dispuestos a hacer. Cifró su fe en el Dios de la salvación, y él no le
falló. Esta y muchas otras narraciones bíblicas nos confirman que Jehová
merece toda nuestra confianza (léanse Josué 21:43-45
y 23:14). Y en la actualidad también vemos
numerosas pruebas de que él nunca abandona a quienes gozan de su aprobación
(Sal. 34:6, 7, 17-19).
22 El día de juicio “sobre todos los que moran sobre
la haz de toda la tierra” es inminente e inevitable (Luc. 21:34, 35).
De poco van a servir los lujos y las riquezas. Nada tendrá más valor que
oír al Juez designado por Dios diciéndonos: “Vengan, ustedes que han sido
bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes” (Mat.
25:34). Entonces veremos hacerse realidad estas palabras: “Tú mismo
bendecirás al justo, oh Jehová; como con un escudo grande, con aprobación lo
cercarás” (Sal. 5:12). Sin duda, ahora es el momento de buscar la aprobación
de Dios.
[Nota]
Véase La Atalaya del 15 de marzo de 2005,
página 13, párrafo 15, y del 1 de agosto de 1997,
páginas 20 a 25.
¿Recordamos estos puntos?
• ¿Por qué merece Jehová que lo adoremos de todo corazón?
• ¿Qué sacrificios acepta hoy Jehová?
• ¿Qué son “los toros jóvenes de nuestros labios”, y por qué se los
debemos ofrecer a Jehová?
• ¿Por qué tenemos que buscar el favor de Dios?
[Preguntas del estudio]
1, 2. ¿Qué le pide Elías a la
viuda de Sarepta, y qué promesa termina haciéndole?
3. ¿A qué importante cuestión
nos enfrentamos?
4. ¿Por qué merece Jehová que
lo adoremos?
5. ¿Por qué debería impulsarnos
a servir a Dios el amor que él nos demuestra?
6, 7. a) ¿De qué manera
perjudicó Adán a sus descendientes? b) ¿Cómo beneficiará el sacrificio de
Cristo a quienes buscan la aprobación de Dios?
8. Al repasar la experiencia de
Isaías, ¿qué aprendemos sobre el servicio a Dios?
9, 10. a) ¿Con qué actitud
debemos servir a Jehová? b) ¿Por qué es la mejor decisión servir a Dios con
toda el alma?
11. ¿Qué bendición esperaban obtener los israelitas al hacer
sacrificios a Jehová?
12. Si no quieren ofender a Dios, ¿qué prácticas deben evitar
quienes le “presenten sus cuerpos como sacrificio”?
13. ¿Por qué es apropiado que alabemos a Jehová?
14, 15. ¿Qué tipo de sacrificios animó a ofrecer Oseas, y cómo los
recibía Jehová?
16, 17. ¿Cómo recibe Jehová la alabanza de quienes comienzan a
predicar movidos por la fe?
18, 19. a) ¿Qué opinión tiene la mayoría de la gente sobre el valor de
servir a Dios? b) ¿Qué implica perder el favor divino?
20, 21. a) ¿Qué hizo la viuda de Sarepta, y cómo le benefició? b) ¿Por
qué debemos imitar su ejemplo, y cómo podemos hacerlo?
22. ¿Por qué es urgente buscar la aprobación de Dios ahora mismo?
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(Salmo 5:12) 12 Porque tú
mismo bendecirás al justo, oh Jehová; como con un escudo grande, con
aprobación lo cercarás.
(1 Reyes 17:8-12) 8 La
palabra de Jehová ahora le vino, diciendo: 9 “Levántate,
ve a Sarepta, que pertenece a Sidón, y tienes que morar allí. ¡Mira!
Ciertamente daré orden allí a una mujer, una viuda, para que te suministre
alimento”. 10 Por lo tanto, él se levantó y se fue a
Sarepta, y entró por la entrada de la ciudad; y, ¡mire!, allí estaba una
mujer, una viuda, recogiendo pedazos de leña. De modo que la llamó y dijo:
“Por favor, consígueme un sorbo de agua en una vasija para beber”. 11 Cuando
ella empezó a ir para conseguirlo, él pasó a llamarla y a decir: “Por favor,
consígueme un pedacito de pan en tu mano”. 12 Por lo
cual ella dijo: “Tan ciertamente como que vive Jehová tu Dios, no tengo torta
redonda, sino un puñado de harina en el jarro grande y un poco de aceite en
el jarro pequeño; y aquí estoy recogiendo unos cuantos pedazos de leña, y
tengo que entrar y hacer algo para mí y mi hijo, y tendremos que comerlo y
morir”.
(1 Reyes 17:13, 14) 13 Entonces
le dijo Elías: “No tengas miedo. Entra, haz conforme a tu palabra. Solo que
de lo que hay allí, hazme primero una pequeña torta redonda, y tienes que
traérmela acá fuera, y para ti y tu hijo puedes hacer algo después. 14 Porque
esto es lo que ha dicho Jehová el Dios de Israel: ‘El jarro grande de harina
mismo no se agotará, y el jarro pequeño de aceite mismo no fallará hasta el
día en que Jehová dé un aguacero sobre la superficie del suelo’”.
(Revelación 4:11) 11 “Digno eres
tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder,
porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y
fueron creadas”.
(Génesis 1:27) 27 Y Dios
procedió a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y
hembra los creó.
(Lucas 3:38) 38 [hijo] de
Enós, [hijo] de Set, [hijo] de Adán, [hijo] de Dios.
(Mateo 5:45) 45 para que
demuestren ser hijos de su Padre que está en los cielos, ya que él hace salir
su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e injustos.
(Romanos 5:21) 21 ¿Con qué
fin? Para que, así como el pecado reinó con la muerte, así mismo también la
bondad inmerecida reinara mediante la justicia con vida eterna en mira
mediante Jesucristo nuestro Señor.
(Mateo 20:28) 28 Así como el
Hijo del hombre no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y para
dar su alma en rescate en cambio por muchos”.
(Hebreos 11:6) 6 Además, sin
fe es imposible ser[le] de buen agrado, porque el que se acerca a Dios tiene
que creer que él existe y que llega a ser remunerador de los que le buscan
solícitamente.
(Isaías 6:8) 8 Y empecé a oír
la voz de Jehová que decía: “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”. Y
yo procedí a decir: “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí”.
(Josué 24:15) 15 Ahora, si
es malo a sus ojos servir a Jehová, escójanse hoy a quién quieren servir, si
a los dioses a quienes sirvieron sus antepasados que estaban al otro lado del
Río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra están morando. Pero en
cuanto a mí y a mi casa, nosotros serviremos a Jehová”.
(Colosenses 3:22) 22 Esclavos,
sean obedientes en todo a los que son [sus] amos en sentido carnal, no con
actos de servir al ojo, como quienes procuran agradar a los hombres, sino con
sinceridad de corazón, con temor de Jehová.
(Éxodo 22:29) 29 ”No debes
dar con titubeo la plenitud de tus productos agrícolas ni el desbordamiento
de tu lagar. El primogénito de tus hijos me has de dar.
(Deuteronomio 30:19, 20) 19 De
veras tomo los cielos y la tierra como testigos contra ustedes hoy, de que he
puesto delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la invocación de
mal; y tienes que escoger la vida a fin de que te mantengas vivo, tú y tu
prole, 20 amando a Jehová tu Dios, escuchando su voz y
adhiriéndote a él; porque él es tu vida y la longitud de tus días, para que
mores sobre el suelo que Jehová juró a tus antepasados Abrahán, Isaac y Jacob
que les daría”.
(Salmo 110:3) 3 Tu
pueblo se ofrecerá de buena gana en el día de tu fuerza militar. En los
esplendores de la santidad, desde la matriz del alba, tienes tu compañía de
hombres jóvenes justamente como gotas de rocío.
(Mateo 6:33, 34) 33 ”Sigan,
pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas
[otras] cosas les serán añadidas. 34 Por lo tanto,
nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá
sus propias inquietudes. Suficiente para cada día es su propia maldad.
(Levítico 19:5) 5 ”’Ahora bien,
en caso de que sacrifiquen un sacrificio de comunión a Jehová, deben sacrificarlo
para granjearse aprobación.
(Levítico 22:29) 29 ”Y en caso
de que ustedes sacrificaran un sacrificio de acción de gracias a Jehová,
deben sacrificarlo para granjearse aprobación.
(Levítico 1:9) 9 Y sus
intestinos y sus canillas serán lavados con agua; y el sacerdote tiene que
hacer humear todo ello sobre el altar como ofrenda quemada, ofrenda hecha por
fuego, de olor conducente a descanso a Jehová.
(Levítico 1:13) 13 Y lavará con
agua los intestinos y las canillas; y el sacerdote tiene que presentarlo todo
y hacerlo humear sobre el altar. Es una ofrenda quemada, una ofrenda hecha
por fuego, de olor conducente a descanso a Jehová.
(Génesis 8:21) 21 Y Jehová
empezó a oler un olor conducente a descanso, de modo que dijo Jehová en su
corazón: “Nunca más invocaré el mal sobre el suelo a causa del hombre, porque
la inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud; y nunca más
asestaré un golpe a toda cosa viviente tal como he hecho.
(Romanos 12:1) 12 Por consiguiente, les
suplico por las compasiones de Dios, hermanos, que presenten sus cuerpos como
sacrificio vivo, santo, acepto a Dios, un servicio sagrado con su facultad de
raciocinio.
(2 Corintios 7:1) 7 Por lo tanto,
dado que tenemos estas promesas, amados, limpiémonos de toda contaminación de
la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
(1 Corintios 6:18) 18 Huyan
de la fornicación. Todo otro pecado que el hombre cometa está fuera de su
cuerpo, pero el que practica la fornicación peca contra su propio cuerpo.
(1 Pedro 1:14-16) 14 Como
hijos obedientes, dejen de amoldarse según los deseos que tuvieron en otro
tiempo en su ignorancia, 15 y más bien, de acuerdo con
el Santo que los llamó, háganse ustedes mismos santos también en toda [su]
conducta, 16 porque está escrito: “Tienen que ser
santos, porque yo soy santo”.
(Salmo 34:1-3) 34 Ciertamente bendeciré a
Jehová en todo tiempo; constantemente estará su alabanza en mi boca. ב [Behth] 2 En
Jehová se jactará mi alma; los mansos oirán y se regocijarán. ג [Guí·mel]
3 Oh, engrandezcan ustedes a Jehová conmigo, y
juntos ensalcemos su nombre.
(Salmo 33:1) 33 Clamen gozosamente, oh
justos, a causa de Jehová. De parte de los rectos la alabanza es propia.
(Lucas 4:18) 18 “El espíritu
de Jehová está sobre mí, porque él me ungió para declarar buenas nuevas a los
pobres, me envió para predicar una liberación a los cautivos y un recobro de
vista a los ciegos, para despachar a los quebrantados con una liberación,
(Lucas 4:43, 44) 43 Pero
él les dijo: “También a otras ciudades tengo que declarar las buenas nuevas
del reino de Dios, porque para esto fui enviado”. 44 Por
consiguiente, iba predicando en las sinagogas de Judea.
(Oseas 13:1-3) 13 “Al hablar Efraín, hubo
temblor; él mismo llevó [peso] en Israel. Pero procedió a hacerse culpable
respecto a Baal y morir. 2 Y ahora cometen pecado
adicional y se hacen una estatua fundida de su plata, ídolos según su propio
entendimiento, obra de artífices, todo ello. A ellos les dicen: ‘Que los
sacrificadores que son hombres besen a simples becerros’. 3 Por
lo tanto, llegarán a ser como las nubes de la mañana y como el rocío que
temprano se va; como el tamo que es arrebatado de la era como por tempestad,
y como el humo [que escapa] del hoyo [del techo].
(Oseas 14:1, 2) 14 “Vuelve, sí, oh
Israel, a Jehová tu Dios, porque has tropezado en tu error. 2 Tomen
con ustedes palabras y vuelvan a Jehová. Díganle todos: ‘Dígnate perdonar el
error; y acepta lo que es bueno, y ciertamente ofreceremos en cambio los
toros jóvenes de nuestros labios.
(Oseas 14:4) 4 ”Sanaré la
infidelidad de ellos. Los amaré de [mi] propio albedrío, porque mi cólera se
ha vuelto de él.
(Salmo 119:108) 108 Por
favor, complácete en las ofrendas voluntarias de mi boca, oh Jehová, y
enséñame tus propias decisiones judiciales.
(Isaías 60:6, 7) 6 La
mismísima oleada en masa de camellos te cubrirá, los camellos jóvenes de
Madián y de Efá. Todos los de Seba... vendrán. Oro y olíbano traerán. Y las
alabanzas de Jehová anunciarán. 7 Todos los rebaños de
Quedar... te serán juntados. Los carneros de Nebayot... te ministrarán. Con
aprobación subirán sobre mi altar, y yo hermosearé mi propia casa de
hermosura.
(Hebreos 13:15) 15 Mediante él
ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de
labios que hacen declaración pública de su nombre.
(Salmo 69:30, 31) 30 Ciertamente
alabaré el nombre de Dios con canción, y lo engrandeceré, sí, con acción de
gracias. 31 Esto también le será más grato a Jehová
que un toro, que un toro joven que exhibe cuernos, que tiene pezuña partida.
(Ezequiel 20:41) 41 Debido al
olor conducente a descanso me complaceré en ustedes, cuando los saque de los
pueblos y realmente los junte de las tierras a las cuales han sido
esparcidos, y ciertamente seré santificado en ustedes delante de los ojos de
las naciones.’
(Malaquías 3:14) 14 “Ustedes han
dicho: ‘De ningún valor es servir a Dios. Y ¿qué provecho hay en que hayamos
guardado la obligación a él, y que hayamos andado contristados por causa de
Jehová de los ejércitos?
(Génesis 3:1-7) 3 Ahora bien, la serpiente
resultó ser la más cautelosa de todas las bestias salvajes del campo que
Jehová Dios había hecho. De modo que empezó a decir a la mujer: “¿Es
realmente el caso que Dios ha dicho que ustedes no deben comer de todo árbol
del jardín?”. 2 Ante esto, la mujer dijo a la
serpiente: “Del fruto de los árboles del jardín podemos comer. 3 Pero
en cuanto a [comer] del fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios ha
dicho: ‘No deben comer de él, no, no deben tocarlo para que no mueran’”. 4 Ante
esto, la serpiente dijo a la mujer: “Positivamente no morirán. 5 Porque
Dios sabe que en el mismo día que coman de él tendrán que abrírseles los ojos
y tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo”. 6 Por
consiguiente, la mujer vio que el árbol era bueno para alimento, y que a los
ojos era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo. De
modo que empezó a tomar de su fruto y a comerlo. Después dio de este también
a su esposo cuando [él estuvo] con ella, y él empezó a comerlo. 7 Entonces
se les abrieron los ojos a ambos, y empezaron a darse cuenta de que estaban
desnudos. Por lo tanto cosieron hojas de higuera y se hicieron coberturas
para los lomos.
(Génesis 3:17-19) 17 Y a Adán
dijo: “Porque escuchaste la voz de tu esposa y te pusiste a comer del árbol
respecto del cual te di este mandato: ‘No debes comer de él’, maldito está el
suelo por tu causa. Con dolor comerás su producto todos los días de tu vida. 18 Y
espinos y cardos hará crecer para ti, y tienes que comer la vegetación del
campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta
que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo
volverás”.
(1 Reyes 17:15, 16) 15 Por
lo tanto, ella se fue e hizo conforme a la palabra de Elías; y continuó
comiendo, ella junto con él y con su casa, por días. 16 El
jarro grande de harina mismo no se agotó, y el jarro pequeño de aceite mismo
no falló, conforme a la palabra de Jehová que él había hablado por medio de
Elías.
(Josué 21:43-45) 43 Así que
Jehová dio a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus
antepasados, y ellos procedieron a tomar posesión de ella y a morar en ella. 44 Además,
Jehová les dio descanso todo en derredor, conforme a todo lo que había jurado
a sus antepasados, y ni siquiera uno de todos sus enemigos se mantuvo de pie
delante de ellos. Todos sus enemigos los dio Jehová en manos de ellos. 45 No
falló ni una promesa de toda la buena promesa que Jehová había hecho a la
casa de Israel; todo se realizó.
(Josué 23:14) 14 ”Ahora,
¡miren!, hoy me voy por el camino de toda la tierra, y ustedes bien saben con
todo su corazón y con toda su alma que ni una sola palabra de todas las
buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se han
realizado para ustedes. Ni una sola palabra de ellas ha fallado.
(Salmo 34:6, 7) 6 Este
afligido llamó, y Jehová mismo oyó. Y de todas sus angustias Él lo salvó. ח [Jehth] 7 El
ángel de Jehová está acampando todo en derredor de los que le temen, y los
libra.
(Salmo 34:17-19) 17 Clamaron,
y Jehová mismo oyó, y de todas sus angustias los libró. ק [Qohf] 18 Jehová
está cerca de los que están quebrantados de corazón; y salva a los que están
aplastados en espíritu. ר [Rehsch] 19 Son
muchas las calamidades del justo, pero de todas ellas lo libra Jehová.
(Lucas 21:34, 35) 34 ”Mas
presten atención a sí mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar
cargados debido a comer con exceso y beber con exceso, y por las inquietudes
de la vida, y de repente esté aquel día sobre ustedes instantáneamente 35 como
un lazo. Porque vendrá sobre todos los que moran sobre la haz de toda la
tierra.
(Mateo 25:34) 34 ”Entonces
dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, ustedes que han sido bendecidos por
mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del
mundo.
(Salmo 5:12) 12 Porque tú
mismo bendecirás al justo, oh Jehová; como con un escudo grande, con
aprobación lo cercarás.
*** w05 15/3 págs. 13-14 párr.
15 No vivamos ya para nosotros mismos
***
15 Muchos cristianos de hoy han imitado el ejemplo de
los cuatro pescadores más bien que el del joven gobernante rico. Han
sacrificado su bienestar económico y las oportunidades que les ofrecía este
mundo a fin de servir a Jehová. “A la edad de 22 años, tuve que tomar una
decisión importante —cuenta Deborah—. Hacía unos seis meses que estudiaba la
Biblia y quería dedicar mi vida a Jehová, pero mi familia se opuso muchísimo.
Como eran multimillonarios, pensaban que el que me hiciera Testigo supondría
una deshonra para ellos, así que me dieron veinticuatro horas para que
decidiera lo que prefería: una vida lujosa, o la verdad.
Si no cortaba todo contacto con los Testigos, me desheredarían.
Jehová me ayudó a tomar la decisión correcta y me fortaleció para llevarla a
cabo. He dedicado los pasados cuarenta y dos años al servicio de tiempo
completo, y no me arrepiento de ello en absoluto. Al dar la espalda
a un estilo de vida egoísta y centrado en los placeres, me he librado de la
sensación de vacío y la infelicidad que invaden a los miembros de mi familia.
Junto con mi esposo, he ayudado a más de un centenar de personas a aprender
la verdad. Estos hijos espirituales me son mucho más valiosos que todas las
riquezas.” Millones de testigos de Jehová piensan igual. ¿Y usted?
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domingo, 9 de diciembre de 2012
Domingo, 09 de Diciembre de 2012
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