lunes, 17 de diciembre de 2012

lunes, 17 de diciembre de 2012 *



TEXTO DEL DIA

CITA BIBLICA
Descripción Biblia

Referencias BIBLICAS
*** Texto del lunes, 17 de diciembre de 2012 ***
Lunes 17 de diciembre
Por cuanto [Jesús] mismo ha sufrido al ser puesto a prueba, puede ir en socorro de los que están siendo puestos a prueba (Heb. 2:18).


es12 pág. 124 Diciembre
(Hebreos 2:18)
Pues por cuanto él mismo ha sufrido al ser puesto a prueba,
(Mateo 26:28) porque esto significa mi ‘sangre del pacto’, que ha de ser derramada a favor de muchos para perdón de pecados.
(Hebreos 4:15) Porque no tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado.
puede ir en socorro de los que están siendo puestos a prueba.
(Hebreos 7:25) Por consiguiente, él también puede salvar completamente a los que están acercándose a Dios mediante él, porque siempre está vivo para abogar por ellos.
(Revelación 2:10) No tengas miedo de las cosas que estás para sufrir. ¡Mira! El Diablo seguirá echando a algunos de ustedes en la prisión para que sean puestos a prueba plenamente, y para que tengan tribulación diez días. Pruébate fiel hasta la misma muerte, y yo te daré la corona de la vida.
(Revelación 3:10) Porque guardaste la palabra acerca de mi aguante, yo también te guardaré de la hora de prueba, que ha de venir sobre toda la tierra habitada, para someter a prueba a los que moran en la tierra.
Entre los factores que convierten a Jesús en el Rey ideal figura el hecho de haber vivido como hombre. Como señaló Pablo, era preciso que fuera “semejante a sus ‘hermanos’ en todo respecto, para llegar a ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en cosas que tienen que ver con Dios, a fin de ofrecer sacrificio propiciatorio por los pecados de la gente” (Heb. 2:17).
(Hebreos 2:17)
Por consiguiente, le era preciso llegar a ser semejante a sus “hermanos” en todo respecto,
(Filipenses 2:7) 7 No; antes bien, se despojó a sí mismo y tomó la forma de un esclavo y llegó a estar en la semejanza de los hombres.
para llegar a ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en cosas que tienen que ver con Dios,
(Hebreos 5:1) Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es nombrado a favor de los hombres sobre las cosas que tienen que ver con Dios, para que ofrezca dádivas y sacrificios por los pecados.
(Hebreos 7:26) Porque tal sumo sacerdote nos era apropiado: leal, sin engaño, incontaminado, separado de los pecadores, y llegado a ser más alto que los cielos.
a fin de ofrecer sacrificio propiciatorio
(Romanos 3:25) Dios lo presentó como ofrenda para propiciación mediante fe en su sangre. Esto fue con el fin de exhibir su propia justicia, porque estaba perdonando los pecados que habían ocurrido en el pasado mientras Dios estaba ejerciendo longanimidad;
(1 Juan 2:2) Y él es un sacrificio propiciatorio por nuestros pecados, pero no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
(1 Juan 4:10) El amor consiste en esto, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio propiciatorio por nuestros pecados.


por los pecados de la gente.
(Romanos 5:10) Porque si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios mediante la muerte de su Hijo, mucho más, ahora que estamos reconciliados, seremos salvados por su vida.
(2 Corintios 5:18) Pero todas las cosas vienen de Dios, que nos ha reconciliado consigo mediante Cristo y nos ha dado el ministerio de la reconciliación,

Al haber sido “puesto a prueba”, puede compadecerse de quienes sufren dificultades. De hecho, durante su ministerio demostró lo sensible que era a las necesidades ajenas. Todos se acercaban a él llenos de confianza: los enfermos, los discapacitados, los oprimidos y hasta los niños (Mar. 5:22-24, 38-42; 10:14-16).
(Marcos 5:22-24)
Ahora bien, uno de los presidentes de la sinagoga, Jairo por nombre, vino, y, al verlo, cayó a sus pies
(Lucas 8:41) 41 Pero, ¡mira!, vino un varón, por nombre Jairo, y este varón era un presidente de la sinagoga. Y cayó a los pies de Jesús y se puso a suplicarle que entrara en su casa,
23 y le suplicó muchas veces, diciendo: “Mi hijita está gravísima. Sírvete venir y poner las manos
(Marcos 6:5) De modo que no pudo hacer allí ninguna obra poderosa salvo poner las manos sobre unos cuantos enfermizos y curarlos.
(Lucas 4:40) Pero cuando estaba poniéndose el sol, todos los que tenían enfermos de diversas dolencias los trajeron a él. Poniendo las manos sobre cada uno de ellos, él los curaba.
(Hechos 9:17) De modo que Ananías se fue, y entró en la casa, y puso las manos sobre él y dijo: “Saulo, hermano, el Señor, el Jesús que se te apareció en el camino por el cual venías, me ha enviado, para que recobres la vista y seas lleno de espíritu santo”.
sobre ella, para que recobre la salud y viva”.
(Mateo 9:18) 18 Mientras les decía estas cosas, ¡mire!, cierto gobernante que se había acercado se puso a rendirle homenaje, y a decir: “Ya debe estar muerta mi hija; pero ven y pon tu mano sobre ella, y llegará a vivir”.
24 Ante aquello, él se fue con él. Y le seguía una gran muchedumbre, y lo apretaba.
(Mateo 9:19) Entonces Jesús, levantándose, empezó a seguirle; también lo hicieron sus discípulos.
(Lucas 8:42) porque tenía una hija unigénita, como de doce años, y esta se estaba muriendo. Mientras [Jesús] iba, las muchedumbres lo apretaban.
(Marcos 5:38-42)
De modo que llegaron a la casa del presidente de la sinagoga, y él contempló la ruidosa confusión y a los que lloraban y daban muchos plañidos, 39 y, después de entrar, les dijo: “¿Por qué causan ruidosa confusión y lloran? La niñita no ha muerto, sino que duerme”.
(Mateo 9:23) Ahora bien, cuando entró en la casa del gobernante y vio a los flautistas y a la muchedumbre en ruidosa confusión,
(Lucas 8:52) Pero toda la gente estaba llorando y golpeándose en desconsuelo por ella. De modo que él dijo: “Dejen de llorar, porque no murió, sino que duerme”.
(Juan 11:11) Dijo estas cosas, y después de esto les dijo: “Nuestro amigo Lázaro está descansando, pero yo me voy allá para despertarlo del sueño”.

40 Ante aquello, ellos empezaron a reírse de él desdeñosamente. Pero, habiendo echado fuera a todos, él tomó consigo al padre y a la madre de la niñita y a los que estaban con él, y entró a donde estaba la niñita.
(Mateo 9:24) Jesús se puso a decir: “Salgan de aquí, porque la muchachita no ha muerto, sino que duerme”. Ante eso, empezaron a reírse de él desdeñosamente.
(Lucas 8:51) Cuando llegó a la casa, no dejó que nadie entrara con él sino Pedro y Juan y Santiago y el padre y la madre de la muchacha.
(Lucas 8:53) Ante esto, empezaron a reírse de él desdeñosamente, porque sabían que ella había muerto.
41 Y, tomando la mano de la niñita, le dijo: “Tál·i·tha cú·mi”, que, traducido, significa: “Jovencita, te digo: ¡Levántate!”.
(Mateo 9:25) Tan pronto como la muchedumbre fue enviada fuera, él entró y tomó la mano de ella, y la muchachita se levantó.
(Lucas 7:14) En seguida se acercó y tocó el féretro, y los que lo llevaban se detuvieron, y él dijo: “Joven, yo te digo: ¡Levántate!”.
(Lucas 8:54) Mas él la tomó de la mano y llamó, diciendo: “Muchacha, ¡levántate!”.
(Hechos 9:40) Pero Pedro hizo salir a todos y, doblando las rodillas, oró, y, volviéndose hacia el cuerpo, dijo: “Tabita, ¡levántate!”. Ella abrió los ojos y, alcanzando a ver a Pedro, se incorporó.
42 E inmediatamente la jovencita se levantó y echó a andar, pues tenía doce años. Y en seguida estuvieron fuera de sí con gran éxtasis.
(Lucas 8:55) 55 Y el espíritu de ella volvió, y ella se levantó al instante, y él ordenó que se le diera algo de comer. . .
(Marcos 10:14-16)
Al ver esto, Jesús se indignó y les dijo: “Dejen que los niñitos vengan a mí; no traten de detenerlos, porque el reino de Dios pertenece a los que son así.
(Mateo 18:4) Por eso, cualquiera que se humille como este niñito, es el mayor en el reino de los cielos;
(Mateo 19:14) Sin embargo, Jesús dijo: “Dejen a los niñitos en paz, y cesen de impedir que vengan a mí, porque el reino de los cielos pertenece a los que son así”.
(Lucas 18:16) Sin embargo, Jesús llamó a sí a las [criaturas], y dijo: “Dejen que los niñitos vengan a mí, y no traten de detenerlos. Porque el reino de Dios pertenece a los que son así.
(1 Pedro 2:2) [y,] como criaturas recién nacidas, desarrollen el anhelo por la leche no adulterada que pertenece a la palabra, para que mediante ella crezcan a la salvación,

15 En verdad les digo: El que no reciba el reino de Dios como un niñito, de ninguna manera entrará en él”.
(Mateo 18:3) y dijo: “Verdaderamente les digo: A menos que ustedes se vuelvan y lleguen a ser como niñitos, de ninguna manera entrarán en el reino de los cielos.
(Lucas 18:17) En verdad les digo: El que no reciba el reino de Dios como un niñito, de ninguna manera entrará en él”.

16 Y tomó a los niños en los brazos y empezó a bendecirlos, poniendo las manos sobre ellos.
(Génesis 48:14) Sin embargo, Israel extendió su mano derecha y la puso sobre la cabeza de Efraín, aunque era el menor, y su mano izquierda sobre la cabeza de Manasés. De propósito puso sus manos así, pues Manasés era el primogénito.
(Marcos 9:36) Y tomando a un niñito, lo puso de pie en medio de ellos y lo rodeó con los brazos y les dijo:
También atraía a las personas mansas que ansiaban la verdad. Los únicos que lo rechazaban, lo odiaban y lo atacaban eran los orgullosos y arrogantes que “no [tenían] el amor de Dios” en ellos (Juan 5:40-42; 11:47-53). w10 15/12 3:9

(Juan 5:40-42)
Y con todo, ustedes no quieren venir a mí para que tengan vida.
(Isaías 53:3) Fue despreciado y fue evitado por los hombres, un hombre que era para dolores y para estar familiarizado con la enfermedad. Y hubo como si fuera el ocultar uno su rostro de nosotros. Fue despreciado, y lo consideramos como de ninguna importancia.
(Juan 1:11) Vino a su propia casa, pero los suyos no lo recibieron.
41 Yo no acepto gloria de parte de los hombres,
(1 Tesalonicenses 2:6) 6 Tampoco hemos estado buscando la gloria de los hombres, no, ni de ustedes ni de otros, aunque pudiéramos ser una carga costosa como apóstoles de Cristo.
, 42 pero bien sé que no tienen el amor de Dios en ustedes.
(1 Juan 4:20) 20 Si alguno hace la declaración: “Yo amo a Dios”, y sin embargo está odiando a su hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede estar amando a Dios, a quien no ha visto.

(Juan 11:47-53)
Por consiguiente, los sacerdotes principales y los fariseos reunieron el Sanedrín
(Salmo 2:2)  2 Los reyes de la tierra toman su posición, y los altos funcionarios mismos se han reunido en masa como uno solo contra Jehová y contra su ungido,
y empezaron a decir: “¿Qué hemos de hacer, porque este hombre ejecuta muchas señales?
(Números 14:11) Por fin Jehová dijo a Moisés: “¿Hasta cuándo me tratará sin respeto este pueblo, y hasta cuándo no pondrán fe en mí por todas las señales que he ejecutado en medio de ellos?
(Juan 7:31) Aun así, muchos de la muchedumbre pusieron fe en él; y empezaron a decir: “Cuando llegue el Cristo, él no ejecutará más señales que las que ha ejecutado este hombre, ¿verdad?”.
(Juan 12:37) Pero aunque había ejecutado tantas señales delante de ellos, no ponían fe en él,
(Hechos 4:16) diciendo: “¿Qué haremos con estos hombres? Porque, de hecho, una señal notable ha ocurrido mediante ellos, una que les es manifiesta a todos los habitantes de Jerusalén; y no podemos negarlo.
48 Si lo dejamos así, todos pondrán fe en él,
(Juan 12:19) 19 Por lo tanto, los fariseos dijeron entre sí: “Observan que ustedes no logran absolutamente nada. ¡Miren! El mundo se ha ido tras él”.
y los romanos
(Daniel 9:26) ”Y después de las sesenta y dos semanas Mesías será cortado, con nada para sí. ”Y a la ciudad y al lugar santo el pueblo de un caudillo que viene los arruinará. Y el fin del tal será por la inundación. Y hasta [el] fin habrá guerra; lo que está decidido es desolaciones.
(Hechos 28:17) Sin embargo, tres días después él convocó a los que eran los hombres prominentes de los judíos. Cuando se hubieron congregado, procedió a decirles: “Varones, hermanos, sin haber hecho yo nada contrario al pueblo, ni contrario a las costumbres de nuestros antepasados, desde Jerusalén fui entregado como preso en manos de los romanos.
y los romanos vendrán y nos quitarán nuestro lugar
(Mateo 24:15) ”Por lo tanto, cuando alcancen a ver la cosa repugnante que causa desolación, como se habló de ella por medio de Daniel el profeta, de pie en un lugar santo (use discernimiento el lector),
(Hechos 6:13) Y presentaron testigos falsos, que dijeron: “Este hombre no cesa de hablar cosas contra este lugar santo y contra la Ley.
así como nuestra nación”. 49 Pero uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año,
(Mateo 26:3) Entonces los sacerdotes principales y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifás,
(Lucas 3:2) en los días del sacerdote principal Anás, y de Caifás, la declaración de Dios vino a Juan el hijo de Zacarías en el desierto.
(Hechos 4:6) (también de Anás el sacerdote principal, y de Caifás, y de Juan, y de Alejandro, y de cuantos eran de la parentela del sacerdote principal),
les dijo: “Ustedes no saben nada, 50 y no raciocinan que les es de provecho a ustedes que un solo hombre muera
(Juan 18:14) 14 Caifás, de hecho, era el que había aconsejado a los judíos que era en provecho de ellos el que un hombre muriera en el interés del pueblo.
en el interés del pueblo, y no que la nación entera sea destruida”.
(Lucas 2:34) 34 También, Simeón los bendijo, pero dijo a María su madre: “¡Mira! Este es puesto para la caída y el volver a levantarse de muchos en Israel, y para señal contra la cual se hable
51 Esto, sin embargo, no lo dijo por sí mismo; sino que, como era sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús estaba destinado a morir por la nación, 52 y no por la nación solamente, sino para que a los hijos de Dios que están esparcidos
(Isaías 49:6) Y él procedió a decir: “Ha sido más que asunto trivial el que hayas llegado a ser mi siervo para levantar las tribus de Jacob y para traer de vuelta aun a los salvaguardados de Israel; yo también te he dado por luz a las naciones, para que mi salvación llegue hasta la extremidad de la tierra”.
(Santiago 1:1) Santiago, esclavo de Dios y de[l] Señor Jesucristo, a las doce tribus que están esparcidas por todas partes: ¡Saludos!
(1 Juan 2:2) Y él es un sacrificio propiciatorio por nuestros pecados, pero no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
también los reuniera en uno.
(Juan 17:21) para que todos ellos sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, que ellos también estén en unión con nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.
(Gálatas 3:28) No hay ni judío ni griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni varón ni hembra; porque todos ustedes son una [persona] en unión con Cristo Jesús.
(Efesios 2:14) Porque él es nuestra paz, el que hizo de los dos grupos uno solo y destruyó el muro de en medio que los separaba.
(Efesios 3:6) a saber, que gente de las naciones hubieran de ser coherederos y miembros del cuerpo y participantes con nosotros de la promesa en unión con Cristo Jesús mediante las buenas nuevas.
53 Por eso, desde aquel día entraron en consejo para matarlo.
(Mateo 26:4) y entraron en consejo para prender a Jesús mediante un ardid astuto, y matarlo.
(Mateo 26:59) Mientras tanto, los sacerdotes principales y todo el Sanedrín buscaban testimonio falso contra Jesús a fin de darle muerte,
(Juan 5:18) A causa de esto, realmente, los judíos procuraban con más empeño matarlo, porque no solo quebraba el sábado, sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios.

*** w10 15/12 Las bendiciones que nos ofrece el Rey que Dios guía con su espíritu ***
Las bendiciones que nos ofrece el Rey que Dios guía con su espíritu
“Sobre él tiene que asentarse el espíritu de Jehová.” (ISA. 11:2)
“EN UN mundo sumido en el caos político, social y medioambiental, ¿cómo podrá la humanidad sobrevivir otros cien años?”, señaló el astrofísico Stephen Hawking en 2006. Y un artículo periodístico dijo: “No hemos erradicado la pobreza ni construido la paz mundial. Al revés, parece que hemos logrado justo lo contrario. No es que no lo hayamos intentado: lo hemos probado todo, desde el comunismo hasta el libre mercado, pasando por la Sociedad de Naciones y las armas nucleares como fuerza de disuasión. Y hemos peleado tantas veces ‘la guerra que acabaría con todas las guerras’ que ya nadie cree que seamos capaces de eliminar los conflictos bélicos” (New Statesman).
2 Estas afirmaciones no nos toman por sorpresa a los siervos de Jehová, pues la Biblia deja muy claro que el ser humano no fue creado para gobernarse por sí mismo (Jer. 10:23). Jehová es el único con el derecho absoluto a ser nuestro Soberano y, por ende, a fijarnos normas morales, indicarnos nuestro propósito en la vida y dirigirnos para que lo hagamos realidad. Dentro de poco, demostrará su autoridad destruyendo todos los sistemas políticos con los que ha intentado gobernarse el hombre. Y al mismo tiempo eliminará a todas las personas que rechazan su justa soberanía y aman el mundo actual, en el que los seres humanos viven en esclavitud al pecado, a la imperfección y a Satanás, “el dios de este sistema de cosas” (2 Cor. 4:4).
3 En el nuevo mundo, Jehová expresará su amorosa soberanía a través del Reino del Mesías (Dan. 7:13, 14). De él anunció el profeta Isaías: “Tiene que salir una ramita del tocón de Jesé; y procedente de sus raíces un brote será fructífero. Y sobre él tiene que asentarse el espíritu de Jehová, el espíritu de sabiduría y de entendimiento, el espíritu de consejo y de poderío, el espíritu de conocimiento y del temor de Jehová” (Isa. 11:1, 2). La “ramita del tocón de Jesé” no es otra persona que Cristo. Pero ¿de qué diversas maneras lo capacita el espíritu santo para gobernar la humanidad? ¿Qué bendiciones traerá su reinado, y qué hemos de hacer para recibirlas?
Dios lo capacita para ser rey
4 Jehová desea que sus súbditos terrestres alcancen la perfección. Para ello necesitan la ayuda de un Rey, Sumo Sacerdote y Juez que sea verdaderamente sabio y compasivo. Por este motivo, Dios ha elegido a Jesús y, valiéndose de su santo espíritu, lo ha preparado para que desempeñe tan importantes cometidos. Veamos algunas razones por las que Cristo puede cumplir a la perfección las funciones que su Padre le ha asignado.
5 Nadie conoce a Dios tan bien como Jesús. Lleva junto a él muchísimos años —probablemente miles de millones—, mucho más que cualquier otra criatura. Durante todo ese tiempo, el Hijo unigénito ha adquirido un conocimiento tan perfecto de su Padre que se le llama con justicia “la imagen del Dios invisible” (Col. 1:15). De hecho, él mismo dijo: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre también” (Juan 14:9).
6 Después de Jehová, Jesús es quien mejor conoce la creación, lo que incluye a la humanidad. Colosenses 1:16, 17 dice lo siguiente sobre el Hijo de Dios: “Por medio de él todas las otras cosas fueron creadas en los cielos y sobre la tierra, las cosas visibles y las cosas invisibles [...]. También, él es antes de todas las otras cosas y por medio de él se hizo que todas las otras cosas existieran”. ¡Imagínese! Como es el “obrero maestro” que usó Jehová, colaboró con él en la formación de todo lo que existe. Por eso conoce al detalle la creación, desde las partículas elementales del átomo hasta el complejísimo cerebro humano. No hay duda: es la sabiduría en persona (Pro. 8:12, 22, 30, 31).
7 Jesús fue ungido con espíritu santo. Él mismo dijo: “El espíritu de Jehová está sobre mí, porque él me ungió para declarar buenas nuevas a los pobres, me envió para predicar una liberación a los cautivos y un recobro de vista a los ciegos, para despachar a los quebrantados con una liberación, para predicar el año acepto de Jehová” (Luc. 4:18, 19). Probablemente, cuando Jesús se bautizó, el espíritu santo le recordó las cosas que había aprendido en el cielo, entre ellas lo que Dios quería que hiciera como Mesías durante su ministerio en la Tierra (léanse Isaías 42:1, Lucas 3:21, 22 y Juan 12:50).
8 Además de ser perfecto de cuerpo y mente, Jesús contaba con el poder que le daba el espíritu. Por eso, no solo fue el hombre más grande, sino también el mejor maestro que ha vivido en la Tierra. De hecho, leemos que dejaba a las personas “atónitas por su modo de enseñar” (Mat. 7:28). Para empezar, era capaz de comprender las verdaderas raíces de los problemas del hombre: el pecado, la imperfección y la ignorancia espiritual. Además, podía leer los corazones y tratar a la gente según lo que veía en su interior (Mat. 9:4; Juan 1:47).
9 Jesús vivió como ser humano. Entre los factores que lo convierten en el Rey ideal figura el hecho de haber vivido como hombre y haber convivido con personas imperfectas. Como señaló el apóstol Pablo, era preciso que fuera “semejante a sus ‘hermanos’ en todo respecto, para llegar a ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en cosas que tienen que ver con Dios, a fin de ofrecer sacrificio propiciatorio por los pecados de la gente. Pues por cuanto él mismo ha sufrido al ser puesto a prueba, puede ir en socorro de los que están siendo puestos a prueba” (Heb. 2:17, 18). Como vemos, al haber sido “puesto a prueba”, puede compadecerse de quienes sufren dificultades. De hecho, durante su ministerio en la Tierra demostró lo sensible que era a las necesidades ajenas. Todos se acercaban a él llenos de confianza: los enfermos, los discapacitados, los oprimidos y hasta los niños (Mar. 5:22-24, 38-42; 10:14-16). También atraía a las personas mansas que ansiaban la verdad. Los únicos que lo rechazaban, lo odiaban y lo atacaban eran los orgullosos y arrogantes que “no [tenían] el amor de Dios” en ellos (Juan 5:40-42; 11:47-53).
10 Jesús dio la vida por nosotros. Probablemente, la disposición de Cristo a morir por nosotros es la mayor prueba de que es un Rey sin igual (léase Salmo 40:6-10). Él mismo dijo: “Nadie tiene mayor amor que este: que alguien entregue su alma a favor de sus amigos” (Juan 15:13). A diferencia de los gobernantes de este mundo, que suelen disfrutar de muchos privilegios a costa de los ciudadanos, Jesús se sacrificó por toda la humanidad (Mat. 20:28).
Dios lo capacita para aplicar los beneficios de su sacrificio redentor
11 Sin duda, es muy apropiado que sea principalmente Jesús, nuestro Sumo Sacerdote, quien nos aplique los beneficios de su sacrificio. De hecho, su ministerio nos da un vistazo por adelantado de lo que hará como Redentor durante el Reino de Mil Años, del cual podremos disfrutar si somos fieles. Cristo curó a enfermos y discapacitados, resucitó muertos, alimentó a multitudes e incluso controló los elementos naturales (Mat. 8:26; 14:14-21; Luc. 7:14, 15). Y no lo hizo por exhibir su autoridad y poder, sino por amor y compasión. Cuando un leproso le preguntó si quería curarlo, le contestó sin vacilación: “Quiero” (Mar. 1:40, 41). Durante el Milenio demostrará esa misma misericordia, pero a toda la humanidad.
12 Junto con sus compañeros de gobierno, Cristo también continuará con el programa de educación espiritual que puso en marcha hace casi dos mil años. Así se cumplirán las palabras de Isaías 11:9: “La tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar”. Es de esperar que ese programa educativo incluya instrucciones para llevar a cabo la comisión que inicialmente recibió Adán de cuidar de la Tierra y sus innumerables criaturas. Al final del Milenio se habrá cumplido el propósito original de Dios, que se expone en Génesis 1:28, y se habrán aplicado a plenitud los beneficios del sacrificio redentor.
Dios lo capacita para ser juez
13 “Dios ha decretado que [Cristo] sea juez de vivos y de muertos.” (Hech. 10:42.) ¡Cuánto nos tranquiliza saber que él es el elegido, pues está libre de toda corrupción, y la justicia y la fidelidad lo acompañan siempre, como si fueran un cinturón que llevara ceñido a la cadera! (Isa. 11:5.) Además, demostró que odia la codicia, la hipocresía y todo tipo de maldad, y censuró a quienes eran insensibles al sufrimiento ajeno (Mat. 23:1-8, 25-28; Mar. 3:5). Y no se dejó engañar por las apariencias, pues “conocía lo que había en el [interior de cada] hombre” (Juan 2:25).
14 Jesús nunca ha dejado de amar la justicia, como lo demuestra el hecho de que hoy dirija la mayor campaña de predicación y enseñanza de toda la historia. No hay nadie —ni hombre ni gobierno ni demonio— capaz de impedir que esta obra se desarrolle a plena satisfacción de Dios. Por eso, no nos cabe la menor duda de que la justicia divina triunfará en Armagedón (léanse Isaías 11:4 y Mateo 16:27). Hacemos bien en preguntarnos: “Cuando visito a la gente en el ministerio, ¿tengo la misma actitud que Jesús? ¿Doy lo mejor de mí a Jehová, dentro de lo que me permiten mi salud y otras circunstancias?”.
15 ¿Qué nos ayudará a servir con toda el alma en la predicación? Tener presente que esa es la obra de Jehová. En efecto, es él quien ordenó hacerla, quien la dirige mediante su Hijo y quien nos da su espíritu para realizarla. ¿Apreciamos el privilegio de colaborar con Dios y con el Rey que él guía mediante su espíritu? Jehová es el único capaz de impulsar a más de siete millones de cristianos —que a los ojos del mundo son “iletrados y del vulgo”— para que difundan el mensaje del Reino en 236 países y territorios (Hech. 4:13).
Esforcémonos por obtener bendiciones a través de Cristo
16 Jehová le prometió a Abrahán: “Mediante tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz” (Gén. 22:18). Para las personas que aman a Dios, esta promesa constituye una garantía de que recibirán las bendiciones que traerá la Descendencia mesiánica. Por eso, teniendo presentes dichas bendiciones, se dedican a servir a Dios con mucho entusiasmo.
17 Al pueblo de Israel, que descendía del patriarca Abrahán, Dios le hizo esta promesa: “Todas estas bendiciones [expuestas en el pacto de la Ley] tienen que venir sobre ti y alcanzarte, porque sigues escuchando la voz de Jehová tu Dios” (Deu. 28:2). Las anteriores palabras también son aplicables al pueblo de Dios de la actualidad. Por eso, si deseamos recibir las bendiciones divinas, sigamos “escuchando la voz de Jehová”. Solo así veremos cumplirse la promesa: “Estas bendiciones tienen que venir sobre ti y alcanzarte”. Ahora bien, ¿cómo demostramos que estamos “escuchando la voz de Jehová”?
18 Sin duda, escuchar a Jehová significa tomar muy en serio su Palabra y el alimento espiritual que él nos brinda (Mat. 24:45). Además, exige obedecer tanto a Dios como a su Hijo. El propio Jesús advirtió: “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mat. 7:21). Escuchar a Dios también implica someterse de buena gana a la organización que él ha establecido: la congregación cristiana, en la que contamos con “dádivas en [la forma de] hombres”, los ancianos nombrados (Efe. 4:8).
19 Entre las “dádivas en [la forma de] hombres” se destacan los miembros del Cuerpo Gobernante, quienes actúan en nombre de toda la congregación cristiana (Hech. 15:2, 6). No hay que olvidar que la actitud que demostremos hacia los hermanos espirituales de Cristo será un factor determinante cuando seamos juzgados durante la gran tribulación (Mat. 25:34-40). Por consiguiente, algo imprescindible para que Dios nos bendiga es apoyar lealmente a los cristianos que él ha ungido.
20 Las “dádivas en [la forma de] hombres” incluyen, además, a los miembros de los Comités de Sucursal, los superintendentes viajantes y los cuerpos de ancianos, todos los cuales han sido nombrados por espíritu santo (Hech. 20:28). La principal responsabilidad de estos hermanos es edificar la espiritualidad del pueblo de Dios “hasta que todos logremos alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento exacto del Hijo de Dios, a un hombre hecho, a la medida de estatura que pertenece a la plenitud del Cristo” (Efe. 4:13). Claro, estos pastores son imperfectos, al igual que nosotros. No obstante, cuando aceptamos gustosos su amorosa ayuda, recibimos bendiciones (Heb. 13:7, 17).
21 Dentro de poco, Jesús eliminará este mundo satánico. Cuando lo haga, nuestra vida estará en sus manos, pues es él quien tiene la encomienda divina de conducir a la “gran muchedumbre” hasta las “fuentes de aguas de vida” (Rev. 7:9, 16, 17). Por ello, con corazones llenos de gratitud, sometámonos con alegría a Cristo, el Rey que Jehová guía con su espíritu.
¿Qué hemos aprendido de estos pasajes?
• Isaías 11:1-5
• Marcos 1:40, 41
• Hechos 10:42
• Génesis 22:18
[Preguntas del estudio]
 1. ¿Qué inquietud ante la situación del mundo han expresado algunas personas?
 2. Dentro de poco, ¿cómo demostrará Jehová que es el legítimo Soberano?
 3. ¿Qué predijo Isaías acerca del Mesías?
 4-6. ¿Qué conocimiento vital permitirá a Jesús ser un Rey, Sumo Sacerdote y Juez sabio y compasivo?
 7, 8. ¿De qué formas ayudó el espíritu santo a Jesús durante su ministerio?
 9. Al meditar sobre la vida de Cristo, ¿por qué estamos aún más seguros de que es el Rey ideal?
10. ¿De qué forma extraordinaria demostró Jesús que nos ama?
11. ¿Por qué podemos confiar plenamente en Jesús como Redentor?
12. ¿Qué cumplimiento tendrá Isaías 11:9?
13. ¿Cómo demostró Jesús que amaba la justicia?
14. ¿Cómo demuestra hoy Jesús su amor por la justicia, y qué preguntas deberíamos hacernos?
15. ¿Qué nos ayudará a darle a Dios lo mejor de nosotros?
16. ¿Qué garantía ofrece Génesis 22:18?
17, 18. ¿Qué promesa hizo Jehová en Deuteronomio 28:2, y qué significa para nosotros?
19. ¿Qué debemos hacer para obtener la bendición de Dios?
20. a) ¿Qué importante deber tienen las “dádivas en [la forma de] hombres”? b) ¿Cómo podemos demostrar que apreciamos a estos hermanos?
21. ¿Por qué es urgente que obedezcamos al Hijo de Dios?


(Isaías 11:2) 2 Y sobre él tiene que asentarse el espíritu de Jehová, el espíritu de sabiduría y de entendimiento, el espíritu de consejo y de poderío, el espíritu de conocimiento y del temor de Jehová;
(Jeremías 10:23) 23 Bien sé yo, oh Jehová, que al hombre terrestre no le pertenece su camino. No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso.
(2 Corintios 4:4) 4 entre quienes el dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos, para que no pase [a ellos] la iluminación de las gloriosas buenas nuevas acerca del Cristo, que es la imagen de Dios.
(Daniel 7:13, 14) 13 ”Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea!, con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante, de Aquel. 14 Y a él fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación de duración indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas.
(Isaías 11:1, 2) 11 Y tiene que salir una ramita del tocón de Jesé; y procedente de sus raíces un brote será fructífero. 2 Y sobre él tiene que asentarse el espíritu de Jehová, el espíritu de sabiduría y de entendimiento, el espíritu de consejo y de poderío, el espíritu de conocimiento y del temor de Jehová;
(Colosenses 1:15) 15 Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación;
(Juan 14:9) 9 Jesús le dijo: “¿He estado con ustedes tanto tiempo, y aun así, Felipe, no has llegado a conocerme? El que me ha visto a mí ha visto al Padre [también]. ¿Cómo es que dices: ‘Muéstranos al Padre’?
(Colosenses 1:16, 17) 16 porque por medio de él todas las [otras] cosas fueron creadas en los cielos y sobre la tierra, las cosas visibles y las cosas invisibles, no importa que sean tronos, o señoríos, o gobiernos, o autoridades. Todas las [otras] cosas han sido creadas mediante él y para él. 17 También, él es antes de todas las [otras] cosas y por medio de él se hizo que todas las [otras] cosas existieran,
(Proverbios 8:12) 12 ”Yo, la sabiduría, he residido con la sagacidad y hallo hasta el conocimiento de las capacidades de pensar.
(Proverbios 8:22) 22 ”Jehová mismo me produjo como el principio de su camino, el más temprano de sus logros de mucho tiempo atrás.
(Proverbios 8:30, 31) 30 entonces llegué a estar a su lado como un obrero maestro, y llegué a ser aquella con quien él estuvo especialmente encariñado día a día, y estuve alegre delante de él todo el tiempo, 31 pues estuve alegre por el terreno productivo de su tierra, y las cosas que fueron el objeto de mi cariño estuvieron con los hijos de los hombres.
(Lucas 4:18, 19) 18 “El espíritu de Jehová está sobre mí, porque él me ungió para declarar buenas nuevas a los pobres, me envió para predicar una liberación a los cautivos y un recobro de vista a los ciegos, para despachar a los quebrantados con una liberación, 19 para predicar el año acepto de Jehová”. . .
(Isaías 42:1) 42 ¡Mira! ¡Mi siervo, a quien tengo firmemente asido! ¡Mi escogido, [a quien] mi alma ha aprobado! He puesto mi espíritu en él. Justicia para las naciones es lo que él sacará.
(Lucas 3:21, 22) 21 Ahora bien, cuando todo el pueblo se bautizó, Jesús también fue bautizado y, mientras oraba, el cielo se abrió 22 y el espíritu santo bajó sobre él en forma corporal como una paloma, y salió una voz del cielo: “Tú eres mi Hijo, el amado; yo te he aprobado”.
(Juan 12:50) 50 También, sé que su mandamiento significa vida eterna. Por lo tanto, las cosas que hablo, así como el Padre me [las] ha dicho, así [las] hablo”.
(Mateo 7:28) 28 Ahora bien, cuando Jesús terminó estos dichos, el efecto fue que las muchedumbres quedaron atónitas por su modo de enseñar;
(Mateo 9:4) 4 Y Jesús, conociendo los pensamientos de ellos, dijo: “¿Por qué piensan cosas inicuas en sus corazones?
(Juan 1:47) 47 Jesús vio a Natanael venir hacia él y dijo de él: “Mira, un israelita de seguro, en quien no hay engaño”. . .
(Hebreos 2:17, 18) 17 Por consiguiente, le era preciso llegar a ser semejante a sus “hermanos” en todo respecto, para llegar a ser un sumo sacerdote misericordioso y fiel en cosas que tienen que ver con Dios, a fin de ofrecer sacrificio propiciatorio por los pecados de la gente. 18 Pues por cuanto él mismo ha sufrido al ser puesto a prueba, puede ir en socorro de los que están siendo puestos a prueba.
(Marcos 5:22-24) 22 Ahora bien, uno de los presidentes de la sinagoga, Jairo por nombre, vino, y, al verlo, cayó a sus pies 23 y le suplicó muchas veces, diciendo: “Mi hijita está gravísima. Sírvete venir y poner las manos sobre ella, para que recobre la salud y viva”. 24 Ante aquello, él se fue con él. Y le seguía una gran muchedumbre, y lo apretaba.
(Marcos 5:38-42) 38 De modo que llegaron a la casa del presidente de la sinagoga, y él contempló la ruidosa confusión y a los que lloraban y daban muchos plañidos, 39 y, después de entrar, les dijo: “¿Por qué causan ruidosa confusión y lloran? La niñita no ha muerto, sino que duerme”. 40 Ante aquello, ellos empezaron a reírse de él desdeñosamente. Pero, habiendo echado fuera a todos, él tomó consigo al padre y a la madre de la niñita y a los que estaban con él, y entró a donde estaba la niñita. 41 Y, tomando la mano de la niñita, le dijo: “Tál·i·tha cú·mi”, que, traducido, significa: “Jovencita, te digo: ¡Levántate!”. 42 E inmediatamente la jovencita se levantó y echó a andar, pues tenía doce años. Y en seguida estuvieron fuera de sí con gran éxtasis.
(Marcos 10:14-16) 14 Al ver esto, Jesús se indignó y les dijo: “Dejen que los niñitos vengan a mí; no traten de detenerlos, porque el reino de Dios pertenece a los que son así. 15 En verdad les digo: El que no reciba el reino de Dios como un niñito, de ninguna manera entrará en él”. 16 Y tomó a los niños en los brazos y empezó a bendecirlos, poniendo las manos sobre ellos.
(Juan 5:40-42) 40 Y con todo, ustedes no quieren venir a mí para que tengan vida. 41 Yo no acepto gloria de parte de los hombres, 42 pero bien sé que no tienen el amor de Dios en ustedes.
(Juan 11:47-53) 47 Por consiguiente, los sacerdotes principales y los fariseos reunieron el Sanedrín y empezaron a decir: “¿Qué hemos de hacer, porque este hombre ejecuta muchas señales? 48 Si lo dejamos así, todos pondrán fe en él, y los romanos vendrán y nos quitarán nuestro lugar así como nuestra nación”. 49 Pero uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: “Ustedes no saben nada, 50 y no raciocinan que les es de provecho a ustedes que un solo hombre muera en el interés del pueblo, y no que la nación entera sea destruida”. 51 Esto, sin embargo, no lo dijo por sí mismo; sino que, como era sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús estaba destinado a morir por la nación, 52 y no por la nación solamente, sino para que a los hijos de Dios que están esparcidos también los reuniera en uno. 53 Por eso, desde aquel día entraron en consejo para matarlo.
(Salmo 40:6-10)  6 En sacrificio y ofrenda no te deleitaste; estos oídos míos los abriste. Ofrenda quemada y ofrenda por el pecado no pediste.  7 En vista de eso, dije: “Aquí he venido, en el rollo del libro está escrito de mí.  8 En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado, y tu ley está dentro de mis entrañas.  9 He anunciado las buenas nuevas de la justicia en la congregación grande. ¡Mira! No restrinjo mis labios. Oh Jehová, eso tú mismo lo sabes bien. 10 No he encubierto tu justicia dentro de mi corazón. He declarado tu fidelidad y tu salvación. No he escondido tu bondad amorosa ni tu apego a la verdad en la congregación grande”.
(Mateo 8:26) 26 Pero él les dijo: “¿Por qué se acobardan, hombres de poca fe?”. Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y el mar, y sobrevino una gran calma.
(Mateo 14:14-21) 14 Ahora bien, cuando él salió vio una gran muchedumbre; y se compadeció de ellos, y curó a sus enfermos. 15 Pero al anochecer, sus discípulos vinieron a él y dijeron: “El lugar es solitario y la hora es ya muy avanzada; despide a las muchedumbres para que vayan a las aldeas y se compren algo de comer”. 16 Pero Jesús les dijo: “No hay necesidad de que se vayan; ustedes denles de comer”. 17 Ellos le dijeron: “No tenemos nada aquí sino cinco panes y dos pescados”. 18 Él dijo: “Tráiganmelos acá”. 19 Luego, habiendo mandado a las muchedumbres que se reclinaran sobre la hierba, tomó los cinco panes y los dos pescados, y, mirando al cielo, dijo una bendición, y, después de partir los panes, los distribuyó a los discípulos, y los discípulos a su vez a las muchedumbres. 20 De modo que todos comieron y quedaron satisfechos, y recogieron el sobrante de los trozos, doce cestas llenas. 21 Sin embargo, los que comieron fueron unos cinco mil varones, además de mujeres y niñitos.
(Lucas 7:14, 15) 14 En seguida se acercó y tocó el féretro, y los que lo llevaban se detuvieron, y él dijo: “Joven, yo te digo: ¡Levántate!”. 15 Y el muerto se incorporó y comenzó a hablar, y él lo dio a su madre.
(Marcos 1:40, 41) 40 También vino a él un leproso, y le suplicó hasta de rodillas, diciéndole: “Si tan solo quieres, puedes limpiarme”. 41 Con esto, él se enterneció, y extendió la mano y lo tocó, y le dijo: “Quiero. Sé limpio”.
(Isaías 11:9) 9 No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña; porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar.
(Génesis 1:28) 28 Además, los bendijo Dios y les dijo Dios: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas voladoras de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra”.
(Hechos 10:42) 42 También, nos ordenó que predicáramos al pueblo y que diéramos testimonio cabal de que este es Aquel de quien Dios ha decretado que sea juez de vivos y de muertos.
(Isaías 11:5) 5 Y la justicia tiene que resultar ser el cinto de sus caderas, y la fidelidad el cinto de sus lomos.
(Mateo 23:1-8) 23 Entonces Jesús habló a las muchedumbres y a sus discípulos, y dijo: 2 “Los escribas y los fariseos se han sentado en la cátedra de Moisés. 3 Por eso, todas las cosas que les digan, háganlas y obsérvenlas, pero no hagan conforme a los hechos de ellos, porque dicen y no hacen. 4 Atan cargas pesadas y las ponen sobre los hombros de los hombres, pero ellos mismos ni con el dedo quieren moverlas. 5 Todas las obras que hacen, las hacen para ser vistos por los hombres; porque ensanchan las cajitas [que contienen escrituras] que llevan puestas como resguardos, y agrandan los flecos [de sus prendas de vestir]. 6 Les gusta el lugar más prominente en las cenas y los asientos delanteros en las sinagogas, 7 y los saludos en las plazas de mercado, y el ser llamados por los hombres Rabí. 8 Mas ustedes, no sean llamados Rabí, porque uno solo es su maestro, mientras que todos ustedes son hermanos.
(Mateo 23:25-28) 25 ”¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpian el exterior de la copa y del plato, pero por dentro están llenos de saqueo e inmoderación. 26 Fariseo ciego, limpia primero el interior de la copa y del plato, para que su exterior también quede limpio. 27 ”¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas!, porque se asemejan a sepulcros blanqueados, que por fuera realmente parecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suerte de inmundicia. 28 Así ustedes, también, por fuera realmente parecen justos a los hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de desafuero.
(Marcos 3:5) 5 Y después de darles una mirada en derredor con indignación, estando él cabalmente contristado por la insensibilidad de sus corazones, dijo al hombre: “Extiende la mano”. Y la extendió, y la mano le fue restaurada.
(Juan 2:25) 25 y porque no tenía necesidad de que nadie diera testimonio acerca del hombre, porque él mismo conocía lo que había en el hombre.
(Isaías 11:4) 4 Y con justicia tiene que juzgar a los de condición humilde, y con rectitud tiene que administrar censura a favor de los mansos de la tierra. Y tiene que golpear la tierra con la vara de su boca; y con el espíritu de sus labios dará muerte al inicuo.
(Mateo 16:27) 27 Porque el Hijo del hombre está destinado a venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces recompensará a cada uno según su comportamiento.
(Hechos 4:13) 13 Ahora bien, al contemplar la franqueza de Pedro y de Juan, y al percibir que eran hombres iletrados y del vulgo, se admiraban. Y empezaron a reconocer, acerca de ellos, que solían estar con Jesús;
(Génesis 22:18) 18 Y mediante tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz’”.
(Deuteronomio 28:2) 2 Y todas estas bendiciones tienen que venir sobre ti y alcanzarte, porque sigues escuchando la voz de Jehová tu Dios:
(Mateo 24:45) 45 ”¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para darles su alimento al tiempo apropiado?
(Mateo 7:21) 21 ”No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
(Efesios 4:8) 8 Por lo cual él dice: “Cuando ascendió a lo alto se llevó cautivos; dio dádivas [en] hombres”. . .
(Hechos 15:2) 2 Pero cuando hubo ocurrido no poca disensión y disputa de Pablo y Bernabé con ellos, hicieron los arreglos para que Pablo y Bernabé y algunos otros de ellos subieran a donde los apóstoles y ancianos en Jerusalén respecto a esta disputa.
(Hechos 15:6) 6 Y los apóstoles y los ancianos se reunieron para ver acerca de este asunto.
(Mateo 25:34-40) 34 ”Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. 35 Porque me dio hambre, y ustedes me dieron de comer; me dio sed, y me dieron de beber. Fui extraño, y me recibieron hospitalariamente; 36 desnudo estuve, y me vistieron. Enfermé, y me cuidaron. Estuve en prisión, y vinieron a mí’. 37 Entonces los justos le contestarán con las palabras: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed, y te dimos de beber? 38 ¿Cuándo te vimos extraño y te recibimos hospitalariamente, o desnudo, y te vestimos? 39 ¿Cuándo te vimos enfermo, o en prisión, y fuimos a ti?’. 40 Y en respuesta el rey les dirá: ‘En verdad les digo: Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos hermanos míos, a mí me lo hicieron’.
(Hechos 20:28) 28 Presten atención a sí mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del [Hijo] suyo.
(Efesios 4:13) 13 hasta que todos logremos alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento exacto del Hijo de Dios, a un hombre hecho, a la medida de estatura que pertenece a la plenitud del Cristo;
(Hebreos 13:7) 7 Acuérdense de los que llevan la delantera entre ustedes, los cuales les han hablado la palabra de Dios, y al contemplar detenidamente en lo que resulta la conducta [de ellos], imiten [su] fe.
(Hebreos 13:17) 17 Sean obedientes a los que llevan la delantera entre ustedes, y sean sumisos, porque ellos están velando por las almas de ustedes como los que han de rendir cuenta; para que ellos lo hagan con gozo y no con suspiros, por cuanto esto les sería gravemente dañoso a ustedes.
(Revelación 7:9) 9 Después de estas cosas vi, y, ¡miren!, una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos de largas ropas blancas; y había ramas de palmera en sus manos. . .
(Isaías 11:1-5) 11 Y tiene que salir una ramita del tocón de Jesé; y procedente de sus raíces un brote será fructífero. 2 Y sobre él tiene que asentarse el espíritu de Jehová, el espíritu de sabiduría y de entendimiento, el espíritu de consejo y de poderío, el espíritu de conocimiento y del temor de Jehová; 3 y habrá disfrute por él en el temor de Jehová. Y él no juzgará por la mera apariencia de las cosas a sus ojos, ni censurará simplemente según lo que oigan sus oídos. 4 Y con justicia tiene que juzgar a los de condición humilde, y con rectitud tiene que administrar censura a favor de los mansos de la tierra. Y tiene que golpear la tierra con la vara de su boca; y con el espíritu de sus labios dará muerte al inicuo. 5 Y la justicia tiene que resultar ser el cinto de sus caderas, y la fidelidad el cinto de sus lomos.
(Marcos 1:40, 41) 40 También vino a él un leproso, y le suplicó hasta de rodillas, diciéndole: “Si tan solo quieres, puedes limpiarme”. 41 Con esto, él se enterneció, y extendió la mano y lo tocó, y le dijo: “Quiero. Sé limpio”. . .
(Hechos 10:42) 42 También, nos ordenó que predicáramos al pueblo y que diéramos testimonio cabal de que este es Aquel de quien Dios ha decretado que sea juez de vivos y de muertos.
(Génesis 22:18) 18 Y mediante tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz’”.
(Isaías 11:9) 9 No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña; porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar.
(Génesis 22:18) 18 Y mediante tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz’”.
(Deuteronomio 28:2) 2 Y todas estas bendiciones tienen que venir sobre ti y alcanzarte, porque sigues escuchando la voz de Jehová tu Dios:

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