TEXTO DEL DIA
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CITA BIBLICA
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Descripción Biblia
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Referencias BIBLICAS
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*** Texto del Viernes, 07 de Diciembre de 2012 ***
Viernes 7 de diciembre
Haznos un dios que vaya delante de nosotros (Éxo.
32:1).
► es12 pág. 120 Diciembre
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(Éxodo 32:1)
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Entretanto, el pueblo llegó a ver que Moisés tardaba
mucho en bajar de la
montaña.
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(Éxodo 24:18)
Entonces Moisés entró en medio de la nube y siguió subiendo a la montaña. Y
Moisés continuó en la montaña cuarenta días y cuarenta noches.
(Deuteronomio 9:9) Cuando
subí a la montaña para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que
Jehová había celebrado con ustedes, y seguí morando en
la montaña cuarenta días y cuarenta noches (no comí pan ni bebí
agua),
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De modo que el
pueblo se congregó en torno a Aarón, y le dijeron: “Levántate, haznos un dios
que vaya delante de
nosotros,
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(Deuteronomio 4:15) ”Y
tienen que cuidar bien sus almas, porque no vieron ninguna forma en el día
que Jehová les habló en Horeb de en medio del fuego,
(Juan 4:24) Dios
es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con
verdad”.
(Hechos 7:40)
diciendo a Aarón: ‘Haznos dioses que vayan delante de nosotros. Porque a este
Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le habrá pasado’.
(Hechos 17:29)
”Visto, pues, que somos linaje de Dios, no debemos imaginarnos que el Ser
Divino sea semejante a oro, o plata, o piedra, semejante a algo esculpido por
el arte e ingenio del hombre.
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porque en cuanto a este Moisés, el hombre que nos hizo subir de la tierra de Egipto,
ciertamente no sabemos qué le habrá pasado”.
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(Oseas 12:13) Y
mediante un profeta Jehová hizo subir a Israel de Egipto, y mediante un
profeta fue guardado.
(Miqueas 6:4) Porque
te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de esclavos te redimí; y
procedí a enviar delante de ti a Moisés, Aarón y Míriam.
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En cierta ocasión,
Aarón, el hermano de Moisés, se dejó llevar por la presión de grupo. Cuando
los israelitas le pidieron que les hiciera un ídolo, accedió a sus deseos.
Pero no creas, joven, que era un debilucho. Recuerda el valor que había
demostrado cuando se presentó junto con su hermano delante del faraón —el
hombre más poderoso de Egipto— y le comunicó los mensajes de Dios.
En cambio, ahora, al enfrentarse a sus compañeros israelitas, su reacción
fue totalmente distinta. Le fue más difícil resistir su influencia que
plantarse delante del rey de Egipto. ¡Qué poderosa es la presión de grupo! (Éxo. 7:1, 2; 32:2-4.)
Como muestra este ejemplo, la presión de grupo no es un problema solo
para los jóvenes. Afecta a todos los que se esfuerzan de corazón por
comportarse bien. Quizás tus compañeros recurran a burlas, desafíos o
acusaciones para incitarte a hacer algo malo. Sea cual sea la situación,
no es nada fácil resistir. Si quieres vencer, primero debes estar
bien convencido de lo que has aprendido. w10 15/11 2:4, 5
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(Éxodo 7:1, 2)
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Por consiguiente,
Jehová dijo a Moisés: “Mira, te he hecho Dios para Faraón,
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(Éxodo 4:16) Y él
tiene que hablar por ti al pueblo; y tiene que suceder que él te servirá de
boca, y tú le servirás de Dios.
(Salmo 82:6) “Yo
mismo he dicho: ‘Ustedes son dioses, y todos ustedes son hijos del Altísimo.
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y Aarón tu propio
hermano llegará a ser tu
profeta.
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(Éxodo 4:15) Y
tienes que hablarle y poner las palabras en su boca; y yo mismo resultaré
estar con tu boca y con su boca, y yo realmente les enseñaré lo que han de
hacer.
(Éxodo 4:30)
Entonces Aarón habló todas las palabras que Jehová había hablado a Moisés, y
él ejecutó las señales a los ojos del pueblo.
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2 Tú... tú
hablarás todo lo que te
mande;
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(Éxodo 4:12) 12 Ahora pues,
ve, y yo mismo resultaré estar con tu boca y ciertamente te enseñaré lo que
debes decir”.
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y Aarón tu hermano se encargará de hablar a Faraón,
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(Éxodo 4:15) 15 Y tienes que
hablarle y poner las palabras en su boca; y yo mismo resultaré estar con tu
boca y con su boca, y yo realmente les enseñaré lo que han de hacer.
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y él tiene que enviar de su tierra a los hijos de Israel.
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11 “Entra, habla a Faraón, rey de Egipto, que
debe enviar a los hijos de Israel fuera de su tierra”.
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(Éxodo 32:2-4)
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Ante esto, Aarón les dijo: “Arranquen los aretes de oro
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(Éxodo 12:35) 35 Y los hijos
de Israel hicieron conforme a la palabra de Moisés, por cuanto fueron
pidiendo a los egipcios objetos de plata y objetos de oro y mantos.
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que están en las orejas de sus esposas, de sus hijos
y de sus hijas, y tráiganmelos”. 3 Y todo el pueblo se
puso a arrancar los aretes de oro que estaban en sus orejas y a llevárselos a
Aarón. 4 Entonces él tomó [el oro] de manos de ellos, y lo formó
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(Deuteronomio 9:16)
Entonces miré, ¡y sucedía que habían pecado contra Jehová su Dios! Se habían
hecho un becerro fundido. Rápidamente se habían desviado del camino acerca
del cual Jehová les había mandado.
(Isaías 44:9) Los
formadores de la imagen tallada son todos ellos una irrealidad, y sus
predilectas mismas no serán de ningún provecho; y como sus testigos ellas no
ven nada ni saben nada, a fin de que ellos se avergüencen.
(Isaías 46:6) Hay
los que con profusión sacan el oro de la bolsa, y con el brazo de la balanza
pesan la plata. Alquilan a un metalario, y él hace de ello un dios. Se
prosternan, sí, se inclinan.
(Hechos 7:41) Así
que hicieron un becerro en aquellos días y le trajeron un sacrificio al ídolo
y se pusieron a gozar en las obras de sus manos.
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con un buril y procedió a hacer de él una estatua fundida de un becerro.
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(1 Reyes 12:28)
Por lo tanto, el rey tomó consejo e hizo dos becerros de oro y dijo al
pueblo: “Es demasiado para ustedes el que suban a Jerusalén. Aquí está tu
Dios, oh Israel, que te hizo subir de la tierra de Egipto”.
(2 Reyes 10:29)
Fue solamente de seguir los pecados de Jeroboán hijo de Nebat, con que él
hizo pecar a Israel, de lo que Jehú no se apartó, [es decir,] los becerros de
oro de los cuales uno estaba en Betel y uno en Dan.
(Salmo 106:19)
Además, ellos hicieron un becerro en Horeb y se inclinaron ante una imagen
fundida,
(Oseas 13:2) Y
ahora cometen pecado adicional y se hacen una estatua fundida de su plata,
ídolos según su propio entendimiento, obra de artífices, todo ello. A ellos
les dicen: ‘Que los sacrificadores que son hombres besen a simples becerros’.
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. Y empezaron a decir: “Este es tu Dios, oh Israel,
que te hizo subir de la
tierra de Egipto”.
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(Éxodo 20:4) ”No
debes hacerte una imagen tallada ni una forma parecida a cosa alguna que esté
en los cielos arriba o que esté en la tierra debajo o que esté en las aguas
debajo de la tierra.
(Nehemías 9:18) Sí,
cuando ellos se habían hecho una estatua fundida de un becerro y empezaron a
decir: ‘Este es tu Dios que te hizo subir de Egipto’, y pasaron a cometer
grandes actos de falta de respeto,
(Salmo 106:20) de
modo que trocaron mi gloria por una representación de un toro, uno que come
vegetación.
(Romanos 1:23) y
tornaron la gloria del Dios incorruptible en algo semejante a la imagen del
hombre corruptible, y de aves y cuadrúpedos y cosas que se arrastran.
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*** w10 15/11 Joven, resiste
la presión de grupo ***
Joven, resiste la
presión de grupo
“Sean siempre amables e inteligentes al hablar, así
tendrán una buena respuesta para cada pregunta que les hagan.” (COL. 4:6, La Palabra
de Dios para Todos [PDT])
SIN duda has oído hablar de la presión de grupo y sabes por
experiencia propia lo que significa. Seguramente, en un momento u otro,
alguien ha insistido en que hagas algo que está mal. ¿Cómo te sientes en esas
ocasiones? Quizás como Christopher, de 14 años, quien comenta: “Quisiera
que me tragara la tierra, o si no, ser igual que mis compañeros para
no llamar la atención”.
2 ¿Te parece que los chicos y chicas de tu edad
influyen demasiado en ti? Si así es, ¿a qué crees que se deba? ¿Será que
te gustaría ser aceptado? Eso en sí no es malo. Incluso los adultos
buscan la aprobación de los demás. A nadie le agrada ser rechazado,
tenga la edad que tenga. Ahora bien, hay que ser realista: si defiendes lo
que es correcto, no le vas a caer bien a todo el mundo. El mismo
Jesús tuvo que enfrentarse a ese hecho y, sin embargo, siempre hizo lo que
debía. Aunque hubo quienes siguieron al Hijo de Dios y se hicieron sus
discípulos, otros lo despreciaron y lo consideraron una persona sin “ninguna
importancia” (Isa. 53:3).
¿Cuánto poder tiene la presión de
grupo?
3 Habrá momentos en que te sentirás tentado a
comportarte como tus compañeros para evitar que te critiquen. No caigas
en ese error. Los cristianos no podemos actuar como niños a los que se
puede llevar de aquí para allá como si fueran “aventados [...] por olas”
(Efe. 4:14). En efecto, los niños son muy fáciles de influenciar. Pero
tú ya vas camino de convertirte en adulto. Así que si estás convencido de que
las normas de Jehová son para tu bien, no permitas que nadie te impida
seguirlas. ¡Es tu derecho! (Deu. 10:12, 13.) Actuar de otro modo es
dejar que los demás controlen tu vida. La realidad es que si cedes a la
presión, te convertirás en un simple títere en manos de tus compañeros (léase
2 Pedro 2:19).
4 En cierta ocasión, Aarón, el hermano de Moisés, se
dejó llevar por la presión de grupo. Cuando los israelitas le pidieron que
les hiciera un ídolo, accedió a sus deseos. Pero no creas que era un
debilucho. Recuerda el valor que había demostrado anteriormente cuando se
presentó junto con su hermano delante del faraón —el hombre más poderoso de
Egipto— y le comunicó los mensajes de Dios. En cambio, ahora, al
enfrentarse a sus compañeros israelitas, su reacción fue totalmente distinta.
Le fue más difícil resistir su influencia que plantarse delante del rey de
Egipto. ¡Qué poderosa es la presión de grupo! (Éxo. 7:1, 2; 32:1-4.)
5 Como muestra este ejemplo, la presión de grupo
no es un problema solo para los jóvenes o para quienes están débiles y
se sienten atraídos por el mundo. También afecta a quienes, como tú, se
esfuerzan de corazón por comportarse bien. Quizás tus compañeros recurran a
burlas, desafíos o acusaciones para incitarte a hacer algo malo. Sea cual sea
la situación, no es nada fácil resistir. Si quieres vencer, primero
debes estar bien convencido de lo que has aprendido.
“Sigan dando prueba de lo que
ustedes mismos son”
6 ¿Estás convencido de que tus creencias y las normas
que sigues son las correctas? Ese es el primer paso para resistir la presión
de grupo (léase 2 Corintios 13:5). ¿Por qué?
Porque si estás seguro de lo que crees, tendrás el valor de defenderlo,
aunque seas tímido por naturaleza (2 Tim. 1:7, 8). En cambio,
si solo lo crees a medias, te va a costar mucho trabajo, aunque sientas una
gran confianza en ti mismo. Así que, ¿por qué no compruebas si es cierto
lo que te han enseñado de la Biblia? Empieza por lo más básico. Por ejemplo,
tú crees en Dios y has oído las razones por las que otras personas también
creen en él. Pero ahora pregúntate: “¿Qué me convence a mí de
que Dios existe?”. Claro, el propósito al plantearte esta cuestión no es
llenarte de dudas, sino fortalecer tu fe. Así mismo, podrías preguntarte:
“¿Cómo sé que Dios inspiró la Biblia?” (2 Tim. 3:16). “¿Qué pruebas
tengo de que vivimos en ‘los últimos días’?” (2 Tim. 3:1-5.) “¿Qué
motivos tengo para pensar que las normas de Jehová son para mi bien?” (Isa.
48:17, 18.)
7 Tal vez dudes en hacerte esas preguntas por miedo a
no poder contestarlas. Pero eso sería tan ilógico como negarte a ver el
marcador de combustible del automóvil por temor de que el tanque esté vacío.
Si ese fuera el caso, necesitarías saberlo para tomar medidas. Del mismo
modo, deberías averiguar si hay algún campo en el que tengas que fortalecer
tu fe (Hech. 17:11).
8 Pongamos un ejemplo. La Biblia advierte:
“Huyan de la fornicación”. Pregúntate: “¿Por qué es sabio este consejo?”.
Piensa en por qué tienen relaciones inmorales tus compañeros y en por qué
dice la Biblia que el que actúa así “peca contra su propio cuerpo”
(1 Cor. 6:18). Luego compara las razones y plantéate lo siguiente: “¿Qué
es mejor? ¿Realmente vale la pena caer en la tentación?”. Ve más allá y
reflexiona en qué pasaría si lo hicieras. Puede que algunos compañeros te
felicitaran, pero ¿cómo te sentirías después, cuando estuvieras con tus
padres o con los hermanos en el Salón del Reino? ¿Y cómo te sentirías al
tratar de orar a Dios? ¿De verdad estarías dispuesto a echar a perder tu
relación con él por ganar la aceptación de tus compañeros?
9 Si eres adolescente, estás en una etapa de la vida
en la que tu “facultad de raciocinio” —tu capacidad de analizar las cosas— se
está desarrollando como nunca antes (léase Romanos 12:1, 2).
Este es el momento de pensar seriamente en lo que significa para ti ser
testigo de Jehová. Eso te permitirá fortalecer tus convicciones. Entonces,
cuando tus compañeros te presionen, sabrás responder de inmediato y con más
confianza. Te sentirás como una joven cristiana que dijo: “Cuando me mantengo
firme ante mis compañeros, les estoy mostrando quién soy yo. Mi religión
no es una simple etiqueta. Es lo que da forma a mis opiniones, mis
metas, mis principios. Es mi vida entera”.
10 No es fácil mantenerse firme y defender los
principios justos (Luc. 13:24). Y probablemente te preguntes si vale la
pena tanto esfuerzo. Pero recuerda: si das la impresión de que te estás
disculpando o de que te avergüenzas de tus creencias, tus compañeros lo notarán
y quizás hasta se pongan más pesados. En cambio, si te expresas con
convicción, tal vez te sorprenda lo rápido que se dan por vencidos (compárese
con Lucas 4:12, 13).
“Medita para responder”
11 Otro importante paso para vencer la presión de
grupo es estar preparado (léase Proverbios 15:28).
En otras palabras, hay que pensar de antemano en las situaciones que
probablemente surgirán. Un poco de previsión puede evitar una gran
confrontación. Por ejemplo, imagínate que vas caminando y te das cuenta de
que más adelante están algunos compañeros de clase fumando. ¿Qué
probabilidades hay de que te ofrezcan un cigarrillo? ¿Qué puedes hacer para
anticiparte al problema? Proverbios 22:3 dice: “Sagaz es el que ha visto
[venir] la calamidad y procede a ocultarse”. Si cambias de ruta, quizás
puedas evitar el encuentro. Eso no es ser cobarde; es ser sabio.
12 Pero ¿y si surge una situación que no hay
forma de evadir? Imagínate que un compañero tuyo te dice con
incredulidad: “¡Cómo! ¿Todavía no te has acostado con nadie?”.
En ese caso, ¿qué responderás? La clave está en el siguiente
consejo bíblico: “Sean siempre amables e inteligentes al hablar, así tendrán
una buena respuesta para cada pregunta que les hagan” (Col. 4:6, PDT).
Tal como indica este versículo, la manera en que te enfrentes a la presión
dependerá de las circunstancias. A veces, en lugar de dar una larga
lista de razones bíblicas, quizás baste con una respuesta sencilla y firme
del tipo: “No, no lo he hecho” o “Ese es un asunto personal”.
13 Fíjate en cómo actuaba Jesús. Cuando sabía que
no iba a lograr nada ofreciendo una explicación detallada, daba una
respuesta breve o incluso se quedaba callado, como en la ocasión en que
Herodes lo interrogó (Luc. 23:8, 9). Por lo general, la mejor respuesta
que puedes dar a una pregunta impertinente es el silencio (Pro. 26:4; Ecl.
3:1, 7). Pero ¿y si notas que tu compañero es sincero? Incluso si te
habla de mala manera, tal vez se trate simplemente de que no entiende tu
postura acerca de las relaciones sexuales o de cualquier otro asunto
(1 Ped. 4:4). En tal caso, podrías aprovechar para darle una
explicación más amplia de los principios bíblicos en que te basas.
En vez de dejarte dominar por el temor, mantente siempre “[listo] para
presentar una defensa” de tu fe (1 Ped. 3:15).
14 Habrá ocasiones en las que incluso puedas darle un
giro a la situación para que la presión recaiga sobre el otro. Claro, debes
esforzarte por no ofender. Por ejemplo, si un compañero te reta a fumar
un cigarrillo, podrías decirle: “No, gracias” y añadir: “¿Tú fumas? Yo creía
que eras más inteligente”. ¿Ves cómo se invierten los papeles? En vez de
ser tú el que tiene que dar explicaciones, es él el que tiene que
plantearse las razones por las que fuma.
15 ¿Y si a pesar de tus esfuerzos la presión
no disminuye? En ese caso, lo mejor es retirarse. Cuanto más tiempo
te quedes, más probable será que cedas. Así que márchate de allí. Pero
no lo veas como una derrota. Recuerda que eres tú quien tomó el control
de la situación. No te convertiste en títere de tus compañeros, y además
le alegraste el corazón a Jehová (Pro. 27:11).
“Los planes bien meditados dan
buen resultado”
16 En ocasiones la presión para hacer cosas malas
podría provenir de jóvenes que dicen servir a Jehová. Imagínate que uno de
ellos te invita a una fiesta. ¿Qué harías si al llegar descubres que
no hay ningún adulto para supervisarla? ¿O qué harías si un joven lleva
alcohol, y ni tú ni otros chicos tienen edad para beber?
En estas y otras situaciones semejantes tendrás que tomar tu propia
decisión según lo que te diga tu conciencia educada por la Biblia. Una
adolescente cristiana comenta: “Mi hermana y yo nos fuimos del cine porque la
película tenía muchas malas palabras, pero otros jóvenes se quedaron.
Nuestros padres nos felicitaron, pero el grupo con el que estábamos se
molestó porque los hicimos quedar mal”.
17 Como muestra la experiencia anterior, si escuchas
la voz de tu conciencia cristiana, la situación pudiera volverse incómoda.
Aun así, lo mejor es que hagas lo que consideres correcto. Ahora bien, tienes
que estar preparado. Si vas a ir a una fiesta, ten listo un plan B
por si las cosas no salen como esperas. Algunos jóvenes quedan con sus
padres en que los llamarán si necesitan que vayan a recogerlos antes (Sal.
26:4, 5). Como dice la Biblia, “los planes bien meditados dan buen
resultado” (Pro. 21:5, Versión Popular).
Disfruta tu juventud
18 Jehová te creó con la capacidad de gozar de la vida
y quiere que seas feliz (léase Eclesiastés 11:9).
Recuerda que lo único que hacen muchos de tus compañeros es “disfrutar
temporalmente del pecado” (Heb. 11:25). El Dios verdadero te ofrece algo
que es muchísimo mejor: felicidad eterna. Por eso, cuando te sientas tentado
a hacer algo que sabes que va a desagradarle, recuerda que, tarde o temprano,
todo lo que él te pide te beneficia.
19 ¿De qué te valdría a la larga complacer a tus
compañeros? De muy poco, pues de aquí a unos años la mayoría seguramente
no recordará ni tu nombre. En cambio, si resistes la presión
de grupo, Jehová lo notará y nunca olvidará quién eres ni lo fiel que
has sido. Él “[abrirá] las compuertas de los cielos y realmente
[vaciará] sobre [ti] una bendición hasta que no haya más carencia” (Mal.
3:10). De hecho, hoy ya te está dando generosamente su espíritu para infundirte
valor. Tenlo por seguro: con la ayuda de Jehová tú puedes resistir la presión
de grupo.
[Nota]
Consulta la tabla “Estrategia contra la presión de grupo” del libro Lo que
los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas
(volumen 2), páginas 132 y 133.
¿Lo recuerdas?
• ¿Cuánto poder tiene la presión de grupo?
• ¿Por qué es importante estar convencido para poder resistir la
presión de grupo?
• ¿Cómo puedes prepararte para enfrentarte a la presión de tus
compañeros?
• ¿Cómo sabes que Jehová valora tu fidelidad?
[Preguntas del estudio]
1, 2. ¿Por qué no les
gusta a muchos jóvenes ser diferentes a los demás?
3. ¿Por qué sería un error
comportarte como tus compañeros?
4, 5. a) ¿En qué ocasión cedió
Aarón a la presión de grupo, y qué aprendemos de su ejemplo? b) ¿De qué
formas podrían presionarte tus compañeros?
6, 7. a) ¿Por qué es importante
que estés convencido de lo que crees, y cómo puedes lograrlo? b) ¿Qué
preguntas puedes hacerte para fortalecer tu fe?
8. ¿Cómo puedes convencerte aún
más de que es sabio obedecer a Dios y evitar la fornicación?
9, 10. ¿Cómo te ayuda a
enfrentarte a la presión de grupo el que estés convencido de tus creencias?
11. ¿Por qué es útil anticiparse a la presión de grupo?
12. ¿Qué puedes hacer si surge una situación tensa?
13. ¿Por qué hay que evaluar cada caso para saber responder a los
compañeros?
14. ¿Cómo puedes hacer que la presión recaiga sobre tus compañeros sin
ofenderlos?
15. ¿En qué momento sería mejor retirarse, y por qué?
16. ¿Cómo podrían presionarte otros jóvenes que dicen servir a Jehová?
17. Si te invitan a una fiesta, ¿qué medidas pueden ayudarte a ser
fiel a los principios divinos?
18, 19. a) ¿Cómo sabes que Jehová quiere que seas feliz? b) ¿Cómo ve
Jehová a quienes resisten la presión de grupo?
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(Colosenses 4:6) 6 Que su habla siempre
sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta
a cada uno.
(Isaías 53:3) 3 Fue
despreciado y fue evitado por los hombres, un hombre que era para dolores y
para estar familiarizado con la enfermedad. Y hubo como si fuera el ocultar
uno su rostro de nosotros. Fue despreciado, y lo consideramos como de ninguna
importancia.
(Efesios 4:14) 14 a fin de que
ya no seamos pequeñuelos, aventados como por olas y llevados de aquí para
allá por todo viento de enseñanza por medio de las tretas de los hombres, por
medio de astucia en tramar el error.
(Deuteronomio 10:12, 13) 12 ”Y
ahora, oh Israel, ¿qué está pidiendo de ti Jehová tu Dios sino que temas a
Jehová tu Dios, de modo que andes en todos sus caminos, y lo ames, y sirvas a
Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; 13 que
guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos que te estoy mandando hoy,
para bien tuyo?
(2 Pedro 2:19) 19 A
la vez que les están prometiendo libertad, ellos mismos existen como esclavos
de la corrupción. Porque cualquiera que es vencido por otro queda esclavizado
por este.
(Éxodo 7:1, 2) 7 Por consiguiente,
Jehová dijo a Moisés: “Mira, te he hecho Dios para Faraón, y Aarón tu propio
hermano llegará a ser tu profeta. 2 Tú... tú hablarás
todo lo que te mande; y Aarón tu hermano se encargará de hablar a Faraón, y
él tiene que enviar de su tierra a los hijos de Israel.
(Éxodo 32:1-4) 32 Entretanto, el pueblo
llegó a ver que Moisés tardaba mucho en bajar de la montaña. De modo que el
pueblo se congregó en torno a Aarón, y le dijeron: “Levántate, haznos un dios
que vaya delante de nosotros, porque en cuanto a este Moisés, el hombre que
nos hizo subir de la tierra de Egipto, ciertamente no sabemos qué le habrá
pasado”. 2 Ante esto, Aarón les dijo: “Arranquen los
aretes de oro que están en las orejas de sus esposas, de sus hijos y de sus
hijas, y tráiganmelos”. 3 Y todo el pueblo se puso a
arrancar los aretes de oro que estaban en sus orejas y a llevárselos a Aarón.
4 Entonces él tomó [el oro] de manos de ellos, y lo
formó con un buril y procedió a hacer de él una estatua fundida de un
becerro. Y empezaron a decir: “Este es tu Dios, oh Israel, que te hizo subir
de la tierra de Egipto”.
(2 Corintios 13:5) 5 Sigan
poniéndose a prueba para ver si están en la fe, sigan dando prueba de lo que
ustedes mismos son. ¿O no reconocen que Jesucristo está en unión con ustedes?
A no ser que estén desaprobados.
(2 Timoteo 1:7, 8) 7 Porque
Dios no nos dio un espíritu de cobardía, sino de poder y de amor y de buen
juicio. 8 Por lo tanto, no te avergüences del
testimonio acerca de nuestro Señor, ni de mí, prisionero por su causa; antes
bien, acepta tu parte en sufrir el mal por las buenas nuevas según el poder
de Dios.
(2 Timoteo 3:16) 16 Toda
Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para
censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia,
(2 Timoteo 3:1-5) 3 Mas sabe
esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de
manejar. 2 Porque los hombres serán amadores de sí
mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a
los padres, desagradecidos, desleales, 3 sin tener
cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin
autodominio, feroces, sin amor del bien, 4 traicioneros,
testarudos, hinchados [de orgullo], amadores de placeres más bien que
amadores de Dios, 5 teniendo una forma de devoción
piadosa, pero resultando falsos a su poder; y de estos apártate.
(Isaías 48:17, 18) 17 Esto
es lo que ha dicho Jehová, tu Recomprador, el Santo de Israel: “Yo, Jehová,
soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que
te hace pisar en el camino en que debes andar. 18 ¡Oh,
si realmente prestaras atención a mis mandamientos! Entonces tu paz llegaría
a ser justamente como un río, y tu justicia como las olas del mar.
(Hechos 17:11) 11 Ahora bien,
estos eran de disposición más noble que los de Tesalónica, porque recibieron
la palabra con suma prontitud de ánimo, y examinaban con cuidado las
Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así.
(1 Corintios 6:18) 18 Huyan
de la fornicación. Todo otro pecado que el hombre cometa está fuera de su
cuerpo, pero el que practica la fornicación peca contra su propio cuerpo.
(Romanos 12:1, 2) 12 Por consiguiente,
les suplico por las compasiones de Dios, hermanos, que presenten sus cuerpos
como sacrificio vivo, santo, acepto a Dios, un servicio sagrado con su
facultad de raciocinio. 2 Y cesen de amoldarse a este
sistema de cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su mente, para que
prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta
voluntad de Dios.
(Lucas 13:24) 24 “Esfuércense
vigorosamente por entrar por la puerta angosta, porque muchos, les digo,
tratarán de entrar, pero no podrán,
(Lucas 4:12, 13) 12 Respondiendo,
Jesús le dijo: “Dicho está: ‘No debes poner a prueba a Jehová tu Dios’”. 13 De
modo que el Diablo, habiendo concluido toda la tentación, se retiró de él
hasta otro tiempo conveniente.
(Proverbios 15:28) 28 El corazón
del justo medita para responder, pero la boca de los inicuos hace salir
burbujeando cosas malas.
(Proverbios 22:3) 3 Sagaz es el
que ha visto la calamidad y procede a ocultarse, pero los inexpertos han
pasado adelante y tienen que sufrir la pena.
(Colosenses 4:6) 6 Que su habla
siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una
respuesta a cada uno.
(Lucas 23:8, 9) 8 Cuando
Herodes vio a Jesús se regocijó mucho, pues hacía bastante tiempo que quería
verlo, por haber oído acerca de él, y esperaba ver alguna señal ejecutada por
él. 9 Entonces empezó a interrogarlo con muchas
palabras; pero él no le contestó nada.
(Proverbios 26:4) 4 No respondas
a nadie estúpido conforme a su tontedad, para que no llegues a ser tú mismo
también igual a él.
(Eclesiastés 3:1) 3 Para todo hay un tiempo
señalado, aun un tiempo para todo asunto bajo los cielos:
(Eclesiastés 3:7) 7 tiempo de
rasgar y tiempo de unir cosiendo; tiempo de callar y tiempo de hablar;
(1 Pedro 4:4) 4 Porque
no continúan corriendo con ellos en este derrotero al mismo bajo sumidero de
disolución, ellos están perplejos y siguen hablando injuriosamente de
ustedes.
(1 Pedro 3:15) 15 Antes
bien, santifiquen al Cristo como Señor en su corazón, siempre listos para
presentar una defensa ante todo el que les exija razón de la esperanza que
hay en ustedes, pero haciéndolo junto con genio apacible y profundo respeto.
(Proverbios 27:11) 11 Sé sabio,
hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está
desafiando con escarnio.
(Salmo 26:4, 5) 4 No
me he sentado con hombres de falsedad; ni entro con los que esconden lo que
son. 5 He odiado la congregación de los
malhechores, y con los inicuos no me siento.
(Proverbios 21:5) 5 Los planes
del diligente propenden de seguro a ventaja, pero todo el que es apresurado
se encamina de seguro a la carencia.
(Eclesiastés 11:9) 9 Regocíjate,
joven, en tu juventud, y hágate bien tu corazón en los días de tu mocedad, y
anda en los caminos de tu corazón y en las cosas vistas por tus ojos. Pero
sabe que debido a todas estas el Dios [verdadero] te traerá a juicio.
(Hebreos 11:25) 25 escogiendo
ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que disfrutar temporalmente del
pecado,
(Malaquías 3:10) 10 Traigan
todas las décimas partes al almacén, para que llegue a haber alimento en mi
casa; y pruébenme, por favor, en cuanto a esto —ha dicho Jehová de los
ejércitos—, a ver si no les abro las compuertas de los cielos y realmente
vacío sobre ustedes una bendición hasta que no haya más carencia.”
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viernes, 7 de diciembre de 2012
Viernes, 07 de Diciembre de 2012
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