viernes, 7 de diciembre de 2012

Viernes, 07 de Diciembre de 2012



TEXTO DEL DIA

CITA BIBLICA
Descripción Biblia

Referencias BIBLICAS
*** Texto del Viernes, 07 de Diciembre de 2012 ***
Viernes 7 de diciembre
Haznos un dios que vaya delante de nosotros (Éxo. 32:1).


► es12 pág. 120 Diciembre
(Éxodo 32:1)
Entretanto, el pueblo llegó a ver que Moisés tardaba mucho en bajar de la montaña.
(Éxodo 24:18) Entonces Moisés entró en medio de la nube y siguió subiendo a la montaña. Y Moisés continuó en la montaña cuarenta días y cuarenta noches.
(Deuteronomio 9:9) Cuando subí a la montaña para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová había celebrado con ustedes, y seguí morando en la montaña cuarenta días y cuarenta noches (no comí pan ni bebí agua),
De modo que el pueblo se congregó en torno a Aarón, y le dijeron: “Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros,
(Deuteronomio 4:15) ”Y tienen que cuidar bien sus almas, porque no vieron ninguna forma en el día que Jehová les habló en Horeb de en medio del fuego,
(Juan 4:24) Dios es un Espíritu, y los que lo adoran tienen que adorarlo con espíritu y con verdad”.
(Hechos 7:40) diciendo a Aarón: ‘Haznos dioses que vayan delante de nosotros. Porque a este Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le habrá pasado’.
(Hechos 17:29) ”Visto, pues, que somos linaje de Dios, no debemos imaginarnos que el Ser Divino sea semejante a oro, o plata, o piedra, semejante a algo esculpido por el arte e ingenio del hombre.
porque en cuanto a este Moisés, el hombre que nos hizo subir de la tierra de Egipto, ciertamente no sabemos qué le habrá pasado”.

(Oseas 12:13) Y mediante un profeta Jehová hizo subir a Israel de Egipto, y mediante un profeta fue guardado.
(Miqueas 6:4) Porque te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de esclavos te redimí; y procedí a enviar delante de ti a Moisés, Aarón y Míriam.
En cierta ocasión, Aarón, el hermano de Moisés, se dejó llevar por la presión de grupo. Cuando los israelitas le pidieron que les hiciera un ídolo, accedió a sus deseos. Pero no creas, joven, que era un debilucho. Recuerda el valor que había demostrado cuando se presentó junto con su hermano delante del faraón —el hombre más poderoso de Egipto— y le comunicó los mensajes de Dios. En cambio, ahora, al enfrentarse a sus compañeros israelitas, su reacción fue totalmente distinta. Le fue más difícil resistir su influencia que plantarse delante del rey de Egipto. ¡Qué poderosa es la presión de grupo! (Éxo. 7:1, 2; 32:2-4.) Como muestra este ejemplo, la presión de grupo no es un problema solo para los jóvenes. Afecta a todos los que se esfuerzan de corazón por comportarse bien. Quizás tus compañeros recurran a burlas, desafíos o acusaciones para incitarte a hacer algo malo. Sea cual sea la situación, no es nada fácil resistir. Si quieres vencer, primero debes estar bien convencido de lo que has aprendido. w10 15/11 2:4, 5
(Éxodo 7:1, 2)
Por consiguiente, Jehová dijo a Moisés: “Mira, te he hecho Dios para Faraón,
(Éxodo 4:16) Y él tiene que hablar por ti al pueblo; y tiene que suceder que él te servirá de boca, y tú le servirás de Dios.
(Salmo 82:6) “Yo mismo he dicho: ‘Ustedes son dioses, y todos ustedes son hijos del Altísimo.
y Aarón tu propio hermano llegará a ser tu profeta.
(Éxodo 4:15) Y tienes que hablarle y poner las palabras en su boca; y yo mismo resultaré estar con tu boca y con su boca, y yo realmente les enseñaré lo que han de hacer.
(Éxodo 4:30) Entonces Aarón habló todas las palabras que Jehová había hablado a Moisés, y él ejecutó las señales a los ojos del pueblo.
2 Tú... tú hablarás todo lo que te mande;
(Éxodo 4:12) 12 Ahora pues, ve, y yo mismo resultaré estar con tu boca y ciertamente te enseñaré lo que debes decir”.
y Aarón tu hermano se encargará de hablar a Faraón,
(Éxodo 4:15) 15 Y tienes que hablarle y poner las palabras en su boca; y yo mismo resultaré estar con tu boca y con su boca, y yo realmente les enseñaré lo que han de hacer.
y él tiene que enviar de su tierra a los hijos de Israel.
11 “Entra, habla a Faraón, rey de Egipto, que debe enviar a los hijos de Israel fuera de su tierra”.
(Éxodo 32:2-4)
Ante esto, Aarón les dijo: “Arranquen los aretes de oro
(Éxodo 12:35) 35 Y los hijos de Israel hicieron conforme a la palabra de Moisés, por cuanto fueron pidiendo a los egipcios objetos de plata y objetos de oro y mantos.
que están en las orejas de sus esposas, de sus hijos y de sus hijas, y tráiganmelos”. 3 Y todo el pueblo se puso a arrancar los aretes de oro que estaban en sus orejas y a llevárselos a Aarón. 4 Entonces él tomó [el oro] de manos de ellos, y lo formó
(Deuteronomio 9:16) Entonces miré, ¡y sucedía que habían pecado contra Jehová su Dios! Se habían hecho un becerro fundido. Rápidamente se habían desviado del camino acerca del cual Jehová les había mandado.
(Isaías 44:9) Los formadores de la imagen tallada son todos ellos una irrealidad, y sus predilectas mismas no serán de ningún provecho; y como sus testigos ellas no ven nada ni saben nada, a fin de que ellos se avergüencen.
(Isaías 46:6) Hay los que con profusión sacan el oro de la bolsa, y con el brazo de la balanza pesan la plata. Alquilan a un metalario, y él hace de ello un dios. Se prosternan, sí, se inclinan.
(Hechos 7:41) Así que hicieron un becerro en aquellos días y le trajeron un sacrificio al ídolo y se pusieron a gozar en las obras de sus manos.
con un buril y procedió a hacer de él una estatua fundida de un becerro.
(1 Reyes 12:28) Por lo tanto, el rey tomó consejo e hizo dos becerros de oro y dijo al pueblo: “Es demasiado para ustedes el que suban a Jerusalén. Aquí está tu Dios, oh Israel, que te hizo subir de la tierra de Egipto”.
(2 Reyes 10:29) Fue solamente de seguir los pecados de Jeroboán hijo de Nebat, con que él hizo pecar a Israel, de lo que Jehú no se apartó, [es decir,] los becerros de oro de los cuales uno estaba en Betel y uno en Dan.
(Salmo 106:19) Además, ellos hicieron un becerro en Horeb y se inclinaron ante una imagen fundida,
(Oseas 13:2) Y ahora cometen pecado adicional y se hacen una estatua fundida de su plata, ídolos según su propio entendimiento, obra de artífices, todo ello. A ellos les dicen: ‘Que los sacrificadores que son hombres besen a simples becerros’.
. Y empezaron a decir: “Este es tu Dios, oh Israel, que te hizo subir de la tierra de Egipto”.
(Éxodo 20:4) ”No debes hacerte una imagen tallada ni una forma parecida a cosa alguna que esté en los cielos arriba o que esté en la tierra debajo o que esté en las aguas debajo de la tierra.
(Nehemías 9:18) Sí, cuando ellos se habían hecho una estatua fundida de un becerro y empezaron a decir: ‘Este es tu Dios que te hizo subir de Egipto’, y pasaron a cometer grandes actos de falta de respeto,
(Salmo 106:20) de modo que trocaron mi gloria por una representación de un toro, uno que come vegetación.
(Romanos 1:23) y tornaron la gloria del Dios incorruptible en algo semejante a la imagen del hombre corruptible, y de aves y cuadrúpedos y cosas que se arrastran.

*** w10 15/11 Joven, resiste la presión de grupo ***
Joven, resiste la presión de grupo
“Sean siempre amables e inteligentes al hablar, así tendrán una buena respuesta para cada pregunta que les hagan.” (COL. 4:6, La Palabra de Dios para Todos [PDT])
SIN duda has oído hablar de la presión de grupo y sabes por experiencia propia lo que significa. Seguramente, en un momento u otro, alguien ha insistido en que hagas algo que está mal. ¿Cómo te sientes en esas ocasiones? Quizás como Christopher, de 14 años, quien comenta: “Quisiera que me tragara la tierra, o si no, ser igual que mis compañeros para no llamar la atención”.
2 ¿Te parece que los chicos y chicas de tu edad influyen demasiado en ti? Si así es, ¿a qué crees que se deba? ¿Será que te gustaría ser aceptado? Eso en sí no es malo. Incluso los adultos buscan la aprobación de los demás. A nadie le agrada ser rechazado, tenga la edad que tenga. Ahora bien, hay que ser realista: si defiendes lo que es correcto, no le vas a caer bien a todo el mundo. El mismo Jesús tuvo que enfrentarse a ese hecho y, sin embargo, siempre hizo lo que debía. Aunque hubo quienes siguieron al Hijo de Dios y se hicieron sus discípulos, otros lo despreciaron y lo consideraron una persona sin “ninguna importancia” (Isa. 53:3).
¿Cuánto poder tiene la presión de grupo?
3 Habrá momentos en que te sentirás tentado a comportarte como tus compañeros para evitar que te critiquen. No caigas en ese error. Los cristianos no podemos actuar como niños a los que se puede llevar de aquí para allá como si fueran “aventados [...] por olas” (Efe. 4:14). En efecto, los niños son muy fáciles de influenciar. Pero tú ya vas camino de convertirte en adulto. Así que si estás convencido de que las normas de Jehová son para tu bien, no permitas que nadie te impida seguirlas. ¡Es tu derecho! (Deu. 10:12, 13.) Actuar de otro modo es dejar que los demás controlen tu vida. La realidad es que si cedes a la presión, te convertirás en un simple títere en manos de tus compañeros (léase 2 Pedro 2:19).
4 En cierta ocasión, Aarón, el hermano de Moisés, se dejó llevar por la presión de grupo. Cuando los israelitas le pidieron que les hiciera un ídolo, accedió a sus deseos. Pero no creas que era un debilucho. Recuerda el valor que había demostrado anteriormente cuando se presentó junto con su hermano delante del faraón —el hombre más poderoso de Egipto— y le comunicó los mensajes de Dios. En cambio, ahora, al enfrentarse a sus compañeros israelitas, su reacción fue totalmente distinta. Le fue más difícil resistir su influencia que plantarse delante del rey de Egipto. ¡Qué poderosa es la presión de grupo! (Éxo. 7:1, 2; 32:1-4.)
5 Como muestra este ejemplo, la presión de grupo no es un problema solo para los jóvenes o para quienes están débiles y se sienten atraídos por el mundo. También afecta a quienes, como tú, se esfuerzan de corazón por comportarse bien. Quizás tus compañeros recurran a burlas, desafíos o acusaciones para incitarte a hacer algo malo. Sea cual sea la situación, no es nada fácil resistir. Si quieres vencer, primero debes estar bien convencido de lo que has aprendido.
“Sigan dando prueba de lo que ustedes mismos son”
6 ¿Estás convencido de que tus creencias y las normas que sigues son las correctas? Ese es el primer paso para resistir la presión de grupo (léase 2 Corintios 13:5). ¿Por qué? Porque si estás seguro de lo que crees, tendrás el valor de defenderlo, aunque seas tímido por naturaleza (2 Tim. 1:7, 8). En cambio, si solo lo crees a medias, te va a costar mucho trabajo, aunque sientas una gran confianza en ti mismo. Así que, ¿por qué no compruebas si es cierto lo que te han enseñado de la Biblia? Empieza por lo más básico. Por ejemplo, tú crees en Dios y has oído las razones por las que otras personas también creen en él. Pero ahora pregúntate: “¿Qué me convence a de que Dios existe?”. Claro, el propósito al plantearte esta cuestión no es llenarte de dudas, sino fortalecer tu fe. Así mismo, podrías preguntarte: “¿Cómo sé que Dios inspiró la Biblia?” (2 Tim. 3:16). “¿Qué pruebas tengo de que vivimos en ‘los últimos días’?” (2 Tim. 3:1-5.) “¿Qué motivos tengo para pensar que las normas de Jehová son para mi bien?” (Isa. 48:17, 18.)
7 Tal vez dudes en hacerte esas preguntas por miedo a no poder contestarlas. Pero eso sería tan ilógico como negarte a ver el marcador de combustible del automóvil por temor de que el tanque esté vacío. Si ese fuera el caso, necesitarías saberlo para tomar medidas. Del mismo modo, deberías averiguar si hay algún campo en el que tengas que fortalecer tu fe (Hech. 17:11).
8 Pongamos un ejemplo. La Biblia advierte: “Huyan de la fornicación”. Pregúntate: “¿Por qué es sabio este consejo?”. Piensa en por qué tienen relaciones inmorales tus compañeros y en por qué dice la Biblia que el que actúa así “peca contra su propio cuerpo” (1 Cor. 6:18). Luego compara las razones y plantéate lo siguiente: “¿Qué es mejor? ¿Realmente vale la pena caer en la tentación?”. Ve más allá y reflexiona en qué pasaría si lo hicieras. Puede que algunos compañeros te felicitaran, pero ¿cómo te sentirías después, cuando estuvieras con tus padres o con los hermanos en el Salón del Reino? ¿Y cómo te sentirías al tratar de orar a Dios? ¿De verdad estarías dispuesto a echar a perder tu relación con él por ganar la aceptación de tus compañeros?
9 Si eres adolescente, estás en una etapa de la vida en la que tu “facultad de raciocinio” —tu capacidad de analizar las cosas— se está desarrollando como nunca antes (léase Romanos 12:1, 2). Este es el momento de pensar seriamente en lo que significa para ti ser testigo de Jehová. Eso te permitirá fortalecer tus convicciones. Entonces, cuando tus compañeros te presionen, sabrás responder de inmediato y con más confianza. Te sentirás como una joven cristiana que dijo: “Cuando me mantengo firme ante mis compañeros, les estoy mostrando quién soy yo. Mi religión no es una simple etiqueta. Es lo que da forma a mis opiniones, mis metas, mis principios. Es mi vida entera”.
10 No es fácil mantenerse firme y defender los principios justos (Luc. 13:24). Y probablemente te preguntes si vale la pena tanto esfuerzo. Pero recuerda: si das la impresión de que te estás disculpando o de que te avergüenzas de tus creencias, tus compañeros lo notarán y quizás hasta se pongan más pesados. En cambio, si te expresas con convicción, tal vez te sorprenda lo rápido que se dan por vencidos (compárese con Lucas 4:12, 13).
“Medita para responder”
11 Otro importante paso para vencer la presión de grupo es estar preparado (léase Proverbios 15:28). En otras palabras, hay que pensar de antemano en las situaciones que probablemente surgirán. Un poco de previsión puede evitar una gran confrontación. Por ejemplo, imagínate que vas caminando y te das cuenta de que más adelante están algunos compañeros de clase fumando. ¿Qué probabilidades hay de que te ofrezcan un cigarrillo? ¿Qué puedes hacer para anticiparte al problema? Proverbios 22:3 dice: “Sagaz es el que ha visto [venir] la calamidad y procede a ocultarse”. Si cambias de ruta, quizás puedas evitar el encuentro. Eso no es ser cobarde; es ser sabio.
12 Pero ¿y si surge una situación que no hay forma de evadir? Imagínate que un compañero tuyo te dice con incredulidad: “¡Cómo! ¿Todavía no te has acostado con nadie?”. En ese caso, ¿qué responderás? La clave está en el siguiente consejo bíblico: “Sean siempre amables e inteligentes al hablar, así tendrán una buena respuesta para cada pregunta que les hagan” (Col. 4:6, PDT). Tal como indica este versículo, la manera en que te enfrentes a la presión dependerá de las circunstancias. A veces, en lugar de dar una larga lista de razones bíblicas, quizás baste con una respuesta sencilla y firme del tipo: “No, no lo he hecho” o “Ese es un asunto personal”.
13 Fíjate en cómo actuaba Jesús. Cuando sabía que no iba a lograr nada ofreciendo una explicación detallada, daba una respuesta breve o incluso se quedaba callado, como en la ocasión en que Herodes lo interrogó (Luc. 23:8, 9). Por lo general, la mejor respuesta que puedes dar a una pregunta impertinente es el silencio (Pro. 26:4; Ecl. 3:1, 7). Pero ¿y si notas que tu compañero es sincero? Incluso si te habla de mala manera, tal vez se trate simplemente de que no entiende tu postura acerca de las relaciones sexuales o de cualquier otro asunto (1 Ped. 4:4). En tal caso, podrías aprovechar para darle una explicación más amplia de los principios bíblicos en que te basas. En vez de dejarte dominar por el temor, mantente siempre “[listo] para presentar una defensa” de tu fe (1 Ped. 3:15).
14 Habrá ocasiones en las que incluso puedas darle un giro a la situación para que la presión recaiga sobre el otro. Claro, debes esforzarte por no ofender. Por ejemplo, si un compañero te reta a fumar un cigarrillo, podrías decirle: “No, gracias” y añadir: “¿Tú fumas? Yo creía que eras más inteligente”. ¿Ves cómo se invierten los papeles? En vez de ser tú el que tiene que dar explicaciones, es él el que tiene que plantearse las razones por las que fuma.
15 ¿Y si a pesar de tus esfuerzos la presión no disminuye? En ese caso, lo mejor es retirarse. Cuanto más tiempo te quedes, más probable será que cedas. Así que márchate de allí. Pero no lo veas como una derrota. Recuerda que eres tú quien tomó el control de la situación. No te convertiste en títere de tus compañeros, y además le alegraste el corazón a Jehová (Pro. 27:11).
“Los planes bien meditados dan buen resultado”
16 En ocasiones la presión para hacer cosas malas podría provenir de jóvenes que dicen servir a Jehová. Imagínate que uno de ellos te invita a una fiesta. ¿Qué harías si al llegar descubres que no hay ningún adulto para supervisarla? ¿O qué harías si un joven lleva alcohol, y ni tú ni otros chicos tienen edad para beber? En estas y otras situaciones semejantes tendrás que tomar tu propia decisión según lo que te diga tu conciencia educada por la Biblia. Una adolescente cristiana comenta: “Mi hermana y yo nos fuimos del cine porque la película tenía muchas malas palabras, pero otros jóvenes se quedaron. Nuestros padres nos felicitaron, pero el grupo con el que estábamos se molestó porque los hicimos quedar mal”.
17 Como muestra la experiencia anterior, si escuchas la voz de tu conciencia cristiana, la situación pudiera volverse incómoda. Aun así, lo mejor es que hagas lo que consideres correcto. Ahora bien, tienes que estar preparado. Si vas a ir a una fiesta, ten listo un plan B por si las cosas no salen como esperas. Algunos jóvenes quedan con sus padres en que los llamarán si necesitan que vayan a recogerlos antes (Sal. 26:4, 5). Como dice la Biblia, “los planes bien meditados dan buen resultado” (Pro. 21:5, Versión Popular).
Disfruta tu juventud
18 Jehová te creó con la capacidad de gozar de la vida y quiere que seas feliz (léase Eclesiastés 11:9). Recuerda que lo único que hacen muchos de tus compañeros es “disfrutar temporalmente del pecado” (Heb. 11:25). El Dios verdadero te ofrece algo que es muchísimo mejor: felicidad eterna. Por eso, cuando te sientas tentado a hacer algo que sabes que va a desagradarle, recuerda que, tarde o temprano, todo lo que él te pide te beneficia.
19 ¿De qué te valdría a la larga complacer a tus compañeros? De muy poco, pues de aquí a unos años la mayoría seguramente no recordará ni tu nombre. En cambio, si resistes la presión de grupo, Jehová lo notará y nunca olvidará quién eres ni lo fiel que has sido. Él “[abrirá] las compuertas de los cielos y realmente [vaciará] sobre [ti] una bendición hasta que no haya más carencia” (Mal. 3:10). De hecho, hoy ya te está dando generosamente su espíritu para infundirte valor. Tenlo por seguro: con la ayuda de Jehová tú puedes resistir la presión de grupo.
[Nota]
Consulta la tabla “Estrategia contra la presión de grupo” del libro Lo que los jóvenes preguntan. Respuestas prácticas (volumen 2), páginas 132 y 133.
¿Lo recuerdas?
• ¿Cuánto poder tiene la presión de grupo?
• ¿Por qué es importante estar convencido para poder resistir la presión de grupo?
• ¿Cómo puedes prepararte para enfrentarte a la presión de tus compañeros?
• ¿Cómo sabes que Jehová valora tu fidelidad?
[Preguntas del estudio]
 1, 2. ¿Por qué no les gusta a muchos jóvenes ser diferentes a los demás?
 3. ¿Por qué sería un error comportarte como tus compañeros?
 4, 5. a) ¿En qué ocasión cedió Aarón a la presión de grupo, y qué aprendemos de su ejemplo? b) ¿De qué formas podrían presionarte tus compañeros?
 6, 7. a) ¿Por qué es importante que estés convencido de lo que crees, y cómo puedes lograrlo? b) ¿Qué preguntas puedes hacerte para fortalecer tu fe?
 8. ¿Cómo puedes convencerte aún más de que es sabio obedecer a Dios y evitar la fornicación?
 9, 10. ¿Cómo te ayuda a enfrentarte a la presión de grupo el que estés convencido de tus creencias?
11. ¿Por qué es útil anticiparse a la presión de grupo?
12. ¿Qué puedes hacer si surge una situación tensa?
13. ¿Por qué hay que evaluar cada caso para saber responder a los compañeros?
14. ¿Cómo puedes hacer que la presión recaiga sobre tus compañeros sin ofenderlos?
15. ¿En qué momento sería mejor retirarse, y por qué?
16. ¿Cómo podrían presionarte otros jóvenes que dicen servir a Jehová?
17. Si te invitan a una fiesta, ¿qué medidas pueden ayudarte a ser fiel a los principios divinos?
18, 19. a) ¿Cómo sabes que Jehová quiere que seas feliz? b) ¿Cómo ve Jehová a quienes resisten la presión de grupo?


(Colosenses 4:6) 6 Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno.
(Isaías 53:3) 3 Fue despreciado y fue evitado por los hombres, un hombre que era para dolores y para estar familiarizado con la enfermedad. Y hubo como si fuera el ocultar uno su rostro de nosotros. Fue despreciado, y lo consideramos como de ninguna importancia.
(Efesios 4:14) 14 a fin de que ya no seamos pequeñuelos, aventados como por olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza por medio de las tretas de los hombres, por medio de astucia en tramar el error.
(Deuteronomio 10:12, 13) 12 ”Y ahora, oh Israel, ¿qué está pidiendo de ti Jehová tu Dios sino que temas a Jehová tu Dios, de modo que andes en todos sus caminos, y lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma; 13 que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos que te estoy mandando hoy, para bien tuyo?
(2 Pedro 2:19) 19 A la vez que les están prometiendo libertad, ellos mismos existen como esclavos de la corrupción. Porque cualquiera que es vencido por otro queda esclavizado por este.
(Éxodo 7:1, 2) 7 Por consiguiente, Jehová dijo a Moisés: “Mira, te he hecho Dios para Faraón, y Aarón tu propio hermano llegará a ser tu profeta. 2 Tú... tú hablarás todo lo que te mande; y Aarón tu hermano se encargará de hablar a Faraón, y él tiene que enviar de su tierra a los hijos de Israel.
(Éxodo 32:1-4) 32 Entretanto, el pueblo llegó a ver que Moisés tardaba mucho en bajar de la montaña. De modo que el pueblo se congregó en torno a Aarón, y le dijeron: “Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros, porque en cuanto a este Moisés, el hombre que nos hizo subir de la tierra de Egipto, ciertamente no sabemos qué le habrá pasado”. 2 Ante esto, Aarón les dijo: “Arranquen los aretes de oro que están en las orejas de sus esposas, de sus hijos y de sus hijas, y tráiganmelos”. 3 Y todo el pueblo se puso a arrancar los aretes de oro que estaban en sus orejas y a llevárselos a Aarón. 4 Entonces él tomó [el oro] de manos de ellos, y lo formó con un buril y procedió a hacer de él una estatua fundida de un becerro. Y empezaron a decir: “Este es tu Dios, oh Israel, que te hizo subir de la tierra de Egipto”.
(2 Corintios 13:5) 5 Sigan poniéndose a prueba para ver si están en la fe, sigan dando prueba de lo que ustedes mismos son. ¿O no reconocen que Jesucristo está en unión con ustedes? A no ser que estén desaprobados.
(2 Timoteo 1:7, 8) 7 Porque Dios no nos dio un espíritu de cobardía, sino de poder y de amor y de buen juicio. 8 Por lo tanto, no te avergüences del testimonio acerca de nuestro Señor, ni de mí, prisionero por su causa; antes bien, acepta tu parte en sufrir el mal por las buenas nuevas según el poder de Dios.
(2 Timoteo 3:16) 16 Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia,
(2 Timoteo 3:1-5) 3 Mas sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. 2 Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a los padres, desagradecidos, desleales, 3 sin tener cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin autodominio, feroces, sin amor del bien, 4 traicioneros, testarudos, hinchados [de orgullo], amadores de placeres más bien que amadores de Dios, 5 teniendo una forma de devoción piadosa, pero resultando falsos a su poder; y de estos apártate.
(Isaías 48:17, 18) 17 Esto es lo que ha dicho Jehová, tu Recomprador, el Santo de Israel: “Yo, Jehová, soy tu Dios, Aquel que te enseña para que te beneficies a ti mismo, Aquel que te hace pisar en el camino en que debes andar. 18 ¡Oh, si realmente prestaras atención a mis mandamientos! Entonces tu paz llegaría a ser justamente como un río, y tu justicia como las olas del mar.
(Hechos 17:11) 11 Ahora bien, estos eran de disposición más noble que los de Tesalónica, porque recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo, y examinaban con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así.
(1 Corintios 6:18) 18 Huyan de la fornicación. Todo otro pecado que el hombre cometa está fuera de su cuerpo, pero el que practica la fornicación peca contra su propio cuerpo.
(Romanos 12:1, 2) 12 Por consiguiente, les suplico por las compasiones de Dios, hermanos, que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, acepto a Dios, un servicio sagrado con su facultad de raciocinio. 2 Y cesen de amoldarse a este sistema de cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.
(Lucas 13:24) 24 “Esfuércense vigorosamente por entrar por la puerta angosta, porque muchos, les digo, tratarán de entrar, pero no podrán,
(Lucas 4:12, 13) 12 Respondiendo, Jesús le dijo: “Dicho está: ‘No debes poner a prueba a Jehová tu Dios’”. 13 De modo que el Diablo, habiendo concluido toda la tentación, se retiró de él hasta otro tiempo conveniente.
(Proverbios 15:28) 28 El corazón del justo medita para responder, pero la boca de los inicuos hace salir burbujeando cosas malas.
(Proverbios 22:3) 3 Sagaz es el que ha visto la calamidad y procede a ocultarse, pero los inexpertos han pasado adelante y tienen que sufrir la pena.
(Colosenses 4:6) 6 Que su habla siempre sea con gracia, sazonada con sal, para que sepan cómo deben dar una respuesta a cada uno.
(Lucas 23:8, 9) 8 Cuando Herodes vio a Jesús se regocijó mucho, pues hacía bastante tiempo que quería verlo, por haber oído acerca de él, y esperaba ver alguna señal ejecutada por él. 9 Entonces empezó a interrogarlo con muchas palabras; pero él no le contestó nada.
(Proverbios 26:4) 4 No respondas a nadie estúpido conforme a su tontedad, para que no llegues a ser tú mismo también igual a él.
(Eclesiastés 3:1) 3 Para todo hay un tiempo señalado, aun un tiempo para todo asunto bajo los cielos:
(Eclesiastés 3:7) 7 tiempo de rasgar y tiempo de unir cosiendo; tiempo de callar y tiempo de hablar;
(1 Pedro 4:4) 4 Porque no continúan corriendo con ellos en este derrotero al mismo bajo sumidero de disolución, ellos están perplejos y siguen hablando injuriosamente de ustedes.
(1 Pedro 3:15) 15 Antes bien, santifiquen al Cristo como Señor en su corazón, siempre listos para presentar una defensa ante todo el que les exija razón de la esperanza que hay en ustedes, pero haciéndolo junto con genio apacible y profundo respeto.
(Proverbios 27:11) 11 Sé sabio, hijo mío, y regocija mi corazón, para que pueda responder al que me está desafiando con escarnio.
(Salmo 26:4, 5)  4 No me he sentado con hombres de falsedad; ni entro con los que esconden lo que son.  5 He odiado la congregación de los malhechores, y con los inicuos no me siento.
(Proverbios 21:5) 5 Los planes del diligente propenden de seguro a ventaja, pero todo el que es apresurado se encamina de seguro a la carencia.
(Eclesiastés 11:9) 9 Regocíjate, joven, en tu juventud, y hágate bien tu corazón en los días de tu mocedad, y anda en los caminos de tu corazón y en las cosas vistas por tus ojos. Pero sabe que debido a todas estas el Dios [verdadero] te traerá a juicio.
(Hebreos 11:25) 25 escogiendo ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que disfrutar temporalmente del pecado,
(Malaquías 3:10) 10 Traigan todas las décimas partes al almacén, para que llegue a haber alimento en mi casa; y pruébenme, por favor, en cuanto a esto —ha dicho Jehová de los ejércitos—, a ver si no les abro las compuertas de los cielos y realmente vacío sobre ustedes una bendición hasta que no haya más carencia.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario