viernes, 5 de octubre de 2012

Viernes, 05 de Octubre de 2012




Fecha
CITA BIBLICA
Descripción Biblia
Referencias BIBLICAS
*** Texto del Viernes, 05 de Octubre de 2012 ***
Viernes 5 de octubre
Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna de ellas falta (Isa. 40:26).

► es12 pág. 99 Octubre
(Isaías 40:26)
evanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas?
(Salmo 8:3) Cuando veo tus cielos, las obras de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has preparado,
(Salmo 102:25) Hace mucho tú colocaste los fundamentos de la tierra misma, y los cielos son la obra de tus manos.
Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre.
(Salmo 147:4)  4 Está contando el número de las estrellas; a todas las llama por [sus] nombres.
. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna [de ellas] falta.
(Salmo 89:13) Un brazo con poderío es el tuyo, tu mano es fuerte, tu diestra es ensalzada.
(Jeremías 32:17) “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que tú mismo has hecho los cielos y la tierra por tu gran poder y por tu brazo extendido. El asunto entero no es demasiado maravilloso para ti mismo,
La inmensidad del universo evidencia que el poder y la energía de Jehová son inagotables. Los científicos han aprendido que la materia se puede convertir en energía, y viceversa. Y nuestra estrella, el Sol, es un ejemplo de esta transformación. Gracias a las reacciones que tienen lugar en su interior, cada segundo 4.000.000 de toneladas de materia solar se convierten en luz y otras formas de energía radiante. Aunque solo nos llega una pequeñísima fracción de dicha energía, es más que suficiente para sostener la vida en la Tierra. Obviamente, se necesitó una formidable cantidad de poder y energía para crear el Sol y los demás miles de millones de estrellas. Jehová posee toda esa energía y muchísima más. El orden que observamos en la creación demuestra que Dios intervino mediante su espíritu. w11 15/2 1:5, 6
*** w11 15/2 págs. 6-7 El espíritu santo: la fuerza detrás de la creación ***
El poder infinito de Dios

5 La inmensidad del universo evidencia que el poder y la energía de Jehová son inagotables (léase Isaías 40:26). Los científicos han aprendido que la materia se puede convertir en energía, y viceversa. Y nuestra estrella, el Sol, es un ejemplo de esta transformación. Gracias a las reacciones que tienen lugar en su interior, cada segundo 4.000.000 de toneladas de materia solar se convierten en luz y otras formas de energía radiante. Aunque solo nos llega una pequeñísima fracción de dicha energía, es más que suficiente para sostener la vida en la Tierra. Obviamente, se necesitó una formidable cantidad de poder y energía para crear el Sol y los demás miles de millones de estrellas. Jehová posee toda esa energía y muchísima más.
6 El orden que observamos en la creación demuestra que Dios intervino mediante su espíritu. Para ilustrarlo, imagine que introduce bolitas de colores en una caja y luego las mezcla bien y las arroja al suelo. ¿Caerán agrupadas por color: las azules por un lado, las amarillas por otro y así por el estilo? ¡Claro que no! Los objetos que se someten a una acción incontrolada no tienden al orden, sino al desorden. Esta es una reconocida ley fundamental de la naturaleza.
7 Sin embargo, ¿qué ha encontrado el hombre al observar el cielo a través de sus telescopios? Un inmenso sistema de galaxias, estrellas y planetas moviéndose con extraordinaria precisión. ¿Podría ser ese orden producto de la casualidad ciega o de un accidente cósmico? De ningún modo. Entonces, ¿qué fuerza llevó a que existiera un universo tan organizado? Ningún método de observación y experimentación científica es capaz de identificarla. Pero la Biblia señala que se trata del espíritu santo, la fuerza más poderosa del universo. Bien lo dijo el salmista: “Por la palabra de Jehová los cielos mismos fueron hechos, y por el espíritu de su boca todo el ejército de ellos” (Sal. 33:6). Al recorrer con la mirada el firmamento nocturno, podemos ver una pequeña porción de este gran “ejército” de estrellas.


(Génesis 1:1) En [el] principio Dios creó los cielos y la tierra.
(Salmo 19:1) Los cielos están declarando la gloria de Dios; y de la obra de sus manos la expansión está informando.
(Salmo 102:25) Hace mucho tú colocaste los fundamentos de la tierra misma, y los cielos son la obra de tus manos.
(Romanos 1:20) Porque las [cualidades] invisibles de él se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se perciben por las cosas hechas, hasta su poder sempiterno y Divinidad, de modo que ellos son inexcusables;
(Salmo 104:19) Él ha hecho la luna para tiempos señalados; el sol mismo conoce bien dónde se pone.
(Isaías 40:26) Levanten los ojos a lo alto y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es Aquel que saca el ejército de ellas aun por número, todas las cuales él llama aun por nombre. Debido a la abundancia de energía dinámica, porque él también es vigoroso en poder, ninguna [de ellas] falta.
(Mateo 5:45) para que demuestren ser hijos de su Padre que está en los cielos, ya que él hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e injustos.
(Salmo 33:6)
Por la palabra de Jehová los cielos mismos fueron hechos, y por el espíritu de su boca todo el ejército de ellos.

(Hebreos 11:3) Por fe percibimos que los sistemas de cosas fueron puestos en orden por la palabra de Dios, de modo que lo que se contempla ha llegado a ser de cosas que no aparecen.
(2 Pedro 3:5) Porque, conforme al deseo de ellos, este hecho se les escapa, que hubo cielos desde lo antiguo, y una tierra mantenida compactamente fuera de agua y en medio de agua por la palabra de Dios;

(Génesis 2:1) Así quedaron terminados los cielos y la tierra y todo su ejército.
(Salmo 104:30) Si envías tu espíritu, son creados; y haces nueva la faz del suelo.

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