lunes, 3 de septiembre de 2012

Lunes, 03 de Septiembre de 2012





TEXTO DEL DIA
CITA BIBLICA

Descripción Biblia
Referencias BIBLICAS
*** Texto del Lunes, 03 de Septiembre de 2012 ***


es12 pág. 89 Septiembre

Lunes 3 de septiembre
Que cada uno de ustedes individualmente ame a su esposa tal como se ama a sí mismo (Efe. 5:33).
(Efesios 5:33)
Sin embargo, también, que cada uno de ustedes individualmente ame a su esposa
(Colosenses 3:19) 19 Esposos, sigan amando a [sus] esposas y no se encolericen amargamente con ellas.
tal como se ama a sí mismo; por otra parte, la esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo.
(1 Pedro 3:6) 6 como Sara obedecía a Abrahán, llamándolo “señor”. Y ustedes han llegado a ser hijas de ella, con tal que sigan haciendo el bien y no teman a ninguna causa de terror.
¿Hasta dónde debe llegar el cariño de los esposos hacia sus esposas? El apóstol Pablo da la respuesta: “Continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella” (Efe. 5:25).
(Efesios 5:25)
Esposos, continúen amando a sus esposas,
(1 Pedro 3:7) 7 Ustedes, esposos, continúen morando con ellas de igual manera, de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil, el femenino, puesto que ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin de que sus oraciones no sean estorbadas.
tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella,
(Hechos 20:28) Presten atención a sí mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del [Hijo] suyo.
(Gálatas 1:4) Él se dio por nuestros pecados para librarnos del inicuo sistema de cosas actual según la voluntad de nuestro Dios y Padre,
Tal como Cristo dio su vida por muchos, el cristiano debe estar dispuesto a dar la vida por su mujer. Si él la trata con ternura, consideración y altruismo, a ella se le hará más fácil aceptar su autoridad. ¿Es pedirle demasiado al hombre que honre de tal manera a su esposa? No. Jehová nunca le mandaría nada que superara sus capacidades. Además, el siervo de Jehová cuenta con el respaldo de la fuerza más poderosa del universo: el espíritu santo. Por consiguiente, el casado puede solicitarle a Jehová que lo ayude a tratar mejor al prójimo y, sobre todo, a su mujer (Hech. 5:32). w10 15/5 1:17, 18
(Hechos 5:32)
Y nosotros somos testigos de estos asuntos,
(Lucas 24:48) ustedes han de ser testigos de estas cosas.
(Hechos 1:8) pero recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”.
(Hechos 1:22) comenzando con su bautismo por Juan y hasta el día en que fue recibido arriba de entre nosotros, uno de estos hombres llegue a ser testigo, con nosotros, de su resurrección”.
y también lo es el espíritu santo, el cual Dios ha dado a los que le obedecen como gobernante”.
(Juan 15:26) 26 Cuando llegue el ayudante que yo enviaré a ustedes del Padre, el espíritu de la verdad, que procede del Padre, ese dará testimonio acerca de mí;
*** w10 15/5 págs. 11-12 Varones, ¿reconocen la autoridad de Cristo? ***
“Asignándoles honra” a las esposas

“Asignándoles honra” a las esposas
15 Centrémonos ahora en la exhortación de Pedro a los casados: “Continúen morando con [sus esposas] [...] de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil, el femenino” (1 Ped. 3:7). ¿Qué implica honrar a una persona? Valorarla mucho, tener muy presentes sus opiniones, deseos y necesidades, y complacerla siempre que no haya razones de peso en contra. Pues así es como debe tratar el hombre a su mujer.
16 Pero el apóstol Pedro no solo anima al cristiano a honrar a su mujer. También le advierte que, si no lo hace, corre el riesgo de que “sus oraciones [...] sean estorbadas” (1 Ped. 3:7). Estas palabras destacan la importancia que concede Jehová a que se trate bien a la esposa. Si el marido no actúa así, sus oraciones podrían ser rechazadas. Además, si le demuestra que la estima, ella seguramente se sentirá más feliz y estará más dispuesta a cooperar con él.
17 Pablo ofrece este otro consejo inspirado: “Los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos [...] porque nadie jamás ha odiado a su propia carne; antes bien, la alimenta y la acaricia, como también el Cristo hace con la congregación [...;] que cada uno de ustedes [...] ame a su esposa tal como se ama a sí mismo” (Efe. 5:28, 29, 33). ¿Hasta dónde debe llegar ese cariño? El apóstol da la respuesta en ese mismo pasaje: “Continúen amando a sus esposas, tal como el Cristo también amó a la congregación y se entregó por ella” (Efe. 5:25). Tal como Cristo dio su vida por muchos, el cristiano debe estar dispuesto a dar la vida por su mujer. Si él la trata con ternura, consideración y altruismo, a ella se le hará más fácil aceptar su autoridad.
18 ¿Es pedirle demasiado al hombre que honre de tal manera a su esposa? No. Jehová nunca le mandaría nada que superara sus capacidades. Además, el siervo de Jehová cuenta con el respaldo de la fuerza más poderosa del universo: el espíritu santo. Y Jesús ofrece esta garantía: “Si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden!” (Luc. 11:13). Por consiguiente, el casado puede solicitarle a Jehová que lo ayude a tratar mejor al prójimo y, sobre todo, a su mujer (léase Hechos 5:32).
19 Sin duda, el hombre tiene la responsabilidad nada pequeña de someterse a Cristo y ejercer la autoridad tal como él.

(1 Pedro 3:7)
Ustedes, esposos, continúen morando con ellas de igual manera, de acuerdo con conocimiento, asignándoles honra como a un vaso más débil, el femenino, puesto que ustedes también son herederos con ellas del favor inmerecido de la vida, a fin de que sus oraciones no sean estorbadas.

(Efesios 5:28, 29)
De esta manera los esposos deben estar amando a sus esposas como a sus propios cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama, 29 porque nadie jamás ha odiado a su propia carne; antes bien, la alimenta y la acaricia, como también el Cristo hace con la congregación,


(Efesios 5:33)
Sin embargo, también, que cada uno de ustedes individualmente ame a su esposa tal como se ama a sí mismo; por otra parte, la esposa debe tenerle profundo respeto a su esposo.


(Lucas 11:13)
Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden!”.

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