TEXTO DEL DÍA
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CITA BÍBLICA
Descripción Biblia
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Referencias BÍBLICAS
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*** Texto del jueves,
17 de enero de 2013 ***
Jueves 17 de enero
Las buenas nuevas [...]
son, en realidad, el poder de Dios para salvación (Rom. 1:16)..
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(Romanos 1:16) Porque no me avergüenzo
de las buenas nuevas; son, en realidad, el poder de
Dios para salvación a todo el que tiene fe, al judío primero, y también al griego;
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(Salmo 119:46) También hablaré de seguro de tus
recordatorios enfrente de reyes, y no me avergonzaré.
(Marcos 8:38) Porque el que se avergüence de mí y de
mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del hombre
también se avergonzará de él cuando llegue en la gloria de su Padre con los
santos ángeles”.
(2
Timoteo 1:8) Por lo tanto, no te avergüences del testimonio
acerca de nuestro Señor, ni de mí, prisionero por su causa; antes bien,
acepta tu parte en sufrir el mal por las buenas nuevas según el poder de
Dios.
(1
Corintios 1:18) 18 Pues el habla acerca
del madero de tormento es necedad para los que están pereciendo, pero para
nosotros, los que estamos siendo salvados, es el poder de Dios.
(Hebreos 11:6) 6 Además, sin fe es imposible
ser[le] de buen agrado, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él
existe y que llega a ser remunerador de los que le buscan solícitamente.
(Hechos 3:26)
26 A ustedes primero Dios, después de haber levantado
a su Siervo, lo ha enviado para que los bendijera, apartando, a cada uno, de
sus hechos inicuos.”
(Hechos 18:6) 6 Pero como
ellos siguieron oponiéndose y hablando injuriosamente, sacudió sus prendas de
vestir y les dijo: “Esté la sangre de ustedes sobre sus propias cabezas. Yo
estoy limpio. Desde ahora me iré a gente de las naciones”.
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“Me gusta hablar de
las buenas nuevas todos los días.” Es probable que nos hayamos expresado
así, o al menos que lo hayamos pensado, pues los siervos de Jehová
comprendemos la importancia que tiene la predicación de “estas buenas nuevas
del reino”. De hecho, seguramente sabemos de memoria lo que Jesús
predijo acerca de esta obra (Mat.
24:14).
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(Mateo 24:14) Y estas buenas nuevas del reino se predicarán
en toda la tierra habitada para testimonio a todas
las naciones; y entonces vendrá el
fin.
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(Isaías 52:7)
¡Cuán hermosos sobre las montañas son los pies del que trae buenas nuevas,
del que publica paz, del que trae buenas nuevas de algo mejor, del que
publica salvación, del que dice a Sión: “¡Tu Dios ha llegado a ser rey!”.
(Mateo 9:35)
Y Jesús emprendió un recorrido de todas las ciudades y aldeas, enseñando en
sus sinagogas y predicando las buenas nuevas del reino y curando toda suerte
de dolencia y toda suerte de mal.
(Colosenses 1:23)
con tal que, por supuesto, continúen en la fe, establecidos sobre el
fundamento, y constantes, y no dejándose mover de la esperanza de esas buenas
nuevas que ustedes oyeron, y que se han predicado en toda la creación que
está bajo el cielo. De estas [buenas nuevas] yo Pablo llegué a ser ministro.
(Daniel 2:44) ”Y en los días de
aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido
a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y
pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos
indefinidos;
(Mateo 6:10) Venga tu reino.
Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.
(Mateo
28:19) Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las
naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu
santo,
(Marcos
13:10) También, en todas las naciones primero tienen que predicarse
las buenas nuevas.
(Romanos
10:18) Sin embargo, pregunto: No es que no hayan oído, ¿verdad? Pues,
de hecho, “por toda la tierra salió su sonido, y hasta las extremidades de la
tierra habitada sus expresiones”.
(Revelación
14:6) Y vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, y tenía buenas
nuevas eternas que declarar como noticias gozosas a los que moran en la
tierra, y a toda nación y tribu y lengua y pueblo,
(Revelación
16:16) Y los reunieron en el lugar que en hebreo se llama Har–Magedón.
(Revelación
19:19) Y vi a la bestia salvaje y a los reyes de la tierra y a sus
ejércitos reunidos para hacer la guerra contra el que iba sentado en el
caballo y contra su ejército.
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Cuando predicamos
“las buenas nuevas del reino”, estamos continuando la labor que Jesús inició (Luc. 4:43).
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(Lucas 4:43)
Pero él les dijo: “También a otras ciudades tengo que declarar las buenas
nuevas del reino de Dios, porque para esto fui enviado”.
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(Lucas
8:1) Poco después iba viajando de ciudad en ciudad y de aldea en
aldea, predicando y declarando las buenas nuevas del reino de Dios. Y con él
iban los doce,
(Juan
9:4) Tenemos que obrar las obras del que me envió mientras es de día;
la noche viene cuando nadie puede trabajar.
(Hechos
10:38) a saber, Jesús que era de Nazaret, cómo Dios lo ungió con
espíritu santo y poder, y fue por la tierra haciendo bien y sanando a todos
los [que eran] oprimidos por el Diablo; porque Dios estaba con él.
(Romanos
15:8) Porque digo que Cristo realmente llegó a ser ministro de los
circuncisos a favor de la veracidad de Dios, para confirmar las promesas que
Él hizo a los antepasados de ellos,
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Sin duda, uno de
los puntos que destacamos es que pronto Dios corregirá los males que sufre la
humanidad. Durante la “gran tribulación”, eliminará las religiones falsas y
dejará la Tierra libre de toda maldad (Mat. 24:21).
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(Mateo 24:21)
porque entonces habrá gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio
del mundo hasta ahora, no,
ni volverá a suceder.
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(Revelación
7:14) 14 De modo que le dije inmediatamente:
“Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la
gran tribulación, y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la
sangre del Cordero.
(Daniel 12:1, 2) 12
”Y durante aquel tiempo se pondrá de pie Miguel, el gran príncipe que está
plantado a favor de los hijos de tu pueblo. Y ciertamente ocurrirá un tiempo
de angustia como el cual no se ha hecho que ocurra uno desde que hubo nación
hasta aquel tiempo. Y durante aquel tiempo tu pueblo escapará, todo el que se
halle escrito en el libro. 2 . . .
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De seguro
también señalamos que, gracias al Reino de Dios, la Tierra entera se
convertirá en un paraíso donde gozaremos de inmensa paz y felicidad.
En realidad, “las buenas nuevas del reino” forman parte de “las buenas
nuevas [anunciadas] de antemano a Abrahán, a saber: ‘Por medio de ti todas
las naciones serán bendecidas’” (Gál. 3:8). w11 15/6 1:1, 2
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(Gálatas 3:8)
Ahora bien, la Escritura, viendo por anticipado que Dios declararía justa a
gente de las naciones debido a fe, declaró las buenas nuevas de antemano a
Abrahán, a saber: “Por medio de ti todas las naciones serán
bendecidas”.
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(Génesis 12:3) Y ciertamente
bendeciré a los que te bendigan, y al que invoque mal sobre ti lo maldeciré,
y ciertamente se bendecirán por medio de ti todas las familias del suelo”.
(Génesis 18:18) Pues Abrahán de
seguro llegará a ser una nación grande y poderosa, y todas las naciones de la
tierra tendrán que bendecirse por medio de él.
(Hechos 3:25) Ustedes son los
hijos de los profetas y del pacto que Dios pactó con sus antepasados, al
decir a Abrahán: ‘Y en tu descendencia serán bendecidas todas las familias de
la tierra’.
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*** w11 15/6 Las buenas noticias que
tanto necesitamos ***
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Las
buenas noticias que tanto necesitamos
“Las buenas nuevas [...] son, en realidad, el
poder de Dios para salvación.” (ROM. 1:16).
“ME GUSTA hablar de las buenas nuevas todos los
días.” Es probable que nos hayamos expresado así, o al menos que lo
hayamos pensado, pues los siervos de Jehová comprendemos la importancia que
tiene la predicación de “estas buenas nuevas del reino”. De hecho,
seguramente sabemos de memoria lo que Jesús predijo acerca de esta obra (Mat.
24:14)..
2
Cuando predicamos “las buenas nuevas del reino”, estamos continuando la labor
que Jesús inició (léase Lucas 4:43)..
Sin duda, uno de los puntos que destacamos es que pronto Dios corregirá los
males que sufre la humanidad. Durante la “gran tribulación”, eliminará las
religiones falsas y dejará la Tierra libre de toda maldad (Mateo 24:14). 14 Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
(Mat. 24:21).
De seguro también señalamos que, gracias al Reino de Dios, la Tierra entera
se convertirá en un paraíso donde gozaremos de inmensa paz y felicidad.
En realidad, “las buenas nuevas del reino” forman parte de “las buenas
nuevas [anunciadas] de antemano a Abrahán, a saber: ‘Por medio de ti todas
las naciones serán bendecidas’” (Gál. 3:8)..
3 Ahora
bien, ¿pudiera ser que no estemos destacando lo suficiente un aspecto
clave de las buenas nuevas que la gente necesita oír? Notemos que en su carta
a los Romanos, Pablo utilizó doce veces la expresión “buenas nuevas”, pero
solo una vez la palabra “reino” (léase Romanos 14:17)..
Entonces, ¿a qué aspecto de las buenas nuevas se refirió con tanta
insistencia en su libro, y por qué es tan importante para todos? ¿Por qué
deberíamos tenerlo siempre presente al difundir “las buenas nuevas de Dios”?
(Mar. 1:14.; Rom. 15:16.; 1 Tes. 2:2.).
¿Qué
necesitaban los romanos?
4 Algo
que nos ayuda a entender mejor este asunto es examinar los temas de los que
habló Pablo durante su primer cautiverio en Roma. El relato señala que
cuando un grupo de judíos fue a visitarlo, él hizo dos cosas. Primero, estuvo
“dando testimonio cabal respecto al reino de Dios”.
Y, segundo, estuvo “tratando de persuadirlos respecto a Jesús”.
¿Con qué resultados? “Algunos creían las cosas que se decían; otros no.”
Tras esto, leemos que Pablo “recibía amablemente a todos los que venían” a
visitarlo y que actuaba igual que en la anterior ocasión: primero,
“predicándoles el reino de Dios” y, segundo,
“enseñando las cosas respecto al Señor Jesucristo”
(Hech. 28:17., 23-31).. Como vemos, el apóstol destacaba siempre el Reino de
Dios. Pero ¿en qué más centraba la atención? En algo esencial para este
gobierno: el papel de Jesús en el propósito divino.
5
Todas las personas tenían que conocer a Jesucristo y cifrar su fe en él.
En la carta a los Romanos, Pablo aborda esa necesidad. En sus
primeros versículos explica: “Rindo servicio sagrado [a Dios] con mi espíritu
respecto a las buenas nuevas acerca de su
Hijo”. Más adelante añade: “No me avergüenzo de las buenas
nuevas; son, en realidad, el poder de Dios para salvación a todo el que tiene
fe”. Y luego menciona “el día que Dios, mediante Cristo Jesús, juzgue
las cosas secretas de la humanidad, conforme a las buenas nuevas”.
Finalmente, termina diciendo: “Desde Jerusalén y en un circuito hasta Ilírico
he predicado cabalmente las buenas nuevas acerca del
Cristo” (Rom. 1:9, 16.; 2:16.; 15:19).. ¿Por qué sería que Pablo les
habló tanto a los romanos acerca de Cristo?
6
Desconocemos cómo se fundó la congregación de Roma. Puede que la
establecieran algunos judíos o prosélitos que se convirtieron al cristianismo
durante el Pentecostés del año 33 y luego regresaron a la capital del imperio
(Hech. 2:10).. O quizás llegara la verdad a Roma a través de comerciantes o
viajeros cristianos. Sea como fuere, cuando Pablo escribió su carta, hacia el
año 56, la congregación ya llevaba buen tiempo establecida (Rom. 1:8).. ¿Cómo
eran los hermanos de esa comunidad?
7
Algunos eran de origen judío. Por ejemplo, Pablo envió saludos a Andrónico y
Junias, a quienes llama “parientes”, probablemente con el sentido de que eran
de la misma familia y nación. También eran judíos Áquila y Priscila, quienes
ejercían su oficio de fabricantes de tiendas de campaña en la capital (Rom.
4:1.; 9:3, 4.; 16:3., 7.; 18:2).Hech. . No obstante, parece que
muchos de los hermanos a quienes saludó el apóstol eran de procedencia
gentil. Algunos hasta quizás fueran “de la casa de César”, queriendo decir,
posiblemente, esclavos del emperador y oficiales de segundo rango (Fili.
4:22.; Rom. 1:6.; 11:13)..
8 Al
igual que nosotros, todos los cristianos de Roma, sin excepción, se
enfrentaban a una grave situación. Pablo lo explica así: “Todos han pecado y
no alcanzan a la gloria de Dios” (Rom. 3:23).. Como vemos, era
imprescindible que los destinatarios de la carta de Pablo reconocieran su
condición de pecadores y aceptaran con fe la solución que Dios les ofrecía.
Reconozcamos el problema: somos pecadores
9 En
los primeros versículos de su carta, Pablo les recalcó a los romanos el
maravilloso efecto que podían tener en ellos las buenas nuevas que menciona
repetidas veces: “No me avergüenzo de las buenas nuevas; son, en
realidad, el poder de Dios para salvación a todo el que tiene fe, al
judío primero, y también al griego”. Como indicó el apóstol, todos —fueran
judíos o no— tenían la salvación a su alcance. Pero era preciso que
demostraran fe, de acuerdo con la profunda verdad que Pablo señaló al citar
de Habacuc 2:4.: “El justo... por medio de la fe vivirá” (Rom. 1:16, 17.;
Gál. 3:11.; Heb. 10:38).. Ahora bien, ¿qué relación hay entre estas buenas
nuevas, que ofrecen la salvación, y el hecho de que “todos [los seres
humanos] han pecado”?
10 Para
que alguien cultive la fe que puede salvarle, primero debe reconocer que es
pecador. Este concepto no resulta extraño en los países donde la gente
ha crecido creyendo en Dios y tiene cierto conocimiento de la Biblia (léase
Eclesiastés 7:20).. En tales lugares, incluso
los que cuestionan la afirmación de Pablo de que “todos han pecado” tienen al
menos una idea de lo que quiso decir (Rom. 3:23).. Sin embargo, hay sitios
donde los hermanos encuentran en el ministerio muchas personas que
sencillamente no entienden esa afirmación.
11 En
algunas naciones, la persona común y corriente desconoce que nacemos
pecadores y que el pecado se hereda. Claro, comprende que comete errores,
tiene defectos y a veces hace cosas malas. Además, observa que a todo el
mundo le pasa igual. No obstante, la cultura en que se ha criado
no le ayuda a comprender las causas de esa situación. Para colmo, puede que
en su idioma se entienda, por lo general, que el pecador es únicamente el que
desobedece ciertas normas o incluso incurre en delitos. Como es obvio, quien
se ha criado en un ambiente así no entiende este término en el mismo
sentido en que lo usó Pablo y, por consiguiente, no se considera
pecador.
12
Hasta en las naciones de la cristiandad, hay muchos que no aceptan el
hecho de que seamos pecadores. ¿Por qué? Porque aunque vayan de vez en cuando
a la iglesia, toman el relato bíblico de Adán y Eva como un cuento o una
leyenda. Y otros se han criado en un ambiente poco o nada religioso.
Dudan de que exista un Creador y, por consiguiente, no admiten que un
Ser Supremo haya fijado normas morales para la humanidad ni que
desobedecerlas sea pecado. En cierto sentido, son como las personas del
siglo primero de las que dijo Pablo que “no tenían esperanza, y estaban sin
Dios en el mundo” (Efe. 2:12)..
13 En
Romanos, Pablo presentó dos razones por las que haber recibido una formación
como esa no es una excusa válida. La primera razón es que el
universo da testimonio de la existencia del Creador (léase Romanos
1:19, 20).. Este hecho está en armonía con la
observación que hizo el apóstol al escribir desde Roma su carta a los
Hebreos: “Toda casa es construida por alguien, pero el que ha construido
todas las cosas es Dios” (Heb. 3:4).. Este razonamiento muestra que tuvo que
haber un Creador que construyera o produjera el universo entero.
14 Por
consiguiente, al escribir a los romanos, Pablo tenía base sólida para
calificar de “inexcusables” a todas las personas —gentiles o israelitas— que
dieran culto a imágenes sin vida. Y lo mismo cabía decir de quienes se
entregaran a prácticas sexuales inmorales contrarias al uso natural que deben
recibir los cuerpos del hombre y la mujer (Rom. 1:22-27).. Prosiguiendo con su
línea de razonamiento, Pablo llegó a la conclusión de que “tanto los judíos
como los griegos están todos bajo pecado” (Rom. 3:9)..
La
conciencia “da testimonio”
15 La
carta a los Romanos muestra otra razón por la que todos deberían reconocer
que son pecadores y que necesitan ser librados de esa triste situación.
Refiriéndose al código de leyes que Dios entregó al antiguo Israel, Pablo
escribió: “Todos los que hayan pecado bajo ley serán juzgados por ley” (Rom.
2:12).. Luego, continuando con su argumentación, señaló que muchas veces las
personas de las naciones o grupos étnicos que no conocen ese código
divino “hacen por naturaleza las cosas de la ley”. Así, suelen condenar el
incesto, el asesinato y el robo. ¿Por qué razón? Porque, como explica Pablo,
todos los seres humanos estamos dotados de conciencia (léase Romanos
2:14, 15)..
16
No obstante, todos sabemos que el hecho de que nuestra conciencia dé
testimonio de lo que está bien y está mal no significa que siempre
obedezcamos su voz. Tomemos como ejemplo a los israelitas de la antigüedad.
Muchas veces no hicieron caso ni de la conciencia que les había
dado Jehová ni de los mandamientos de la Ley que prohibían el robo y el
adulterio (Rom. 2:21-23).. Por ello, su culpa era doble. Sin duda, eran
pecadores, pues no alcanzaban el nivel requerido por las normas y la
voluntad de Jehová. Y esto afectaba gravemente su relación con él
( Lev. 19:11.; 20:10.; Rom. 3:20)..
17 Por
lo que hemos visto hasta ahora, habrá quien piense que el libro de Romanos
pinta un cuadro poco alentador de la situación en que nos encontramos ante el
Todopoderoso. Pero Pablo fue más allá en su explicación. Citando las palabras
de David en Salmo 32:1, 2., escribió: “Felices son aquellos cuyos
desafueros han sido perdonados y cuyos pecados han sido cubiertos; feliz es
el hombre cuyo pecado Jehová de ninguna manera tomará en cuenta” (Rom.
4:7, 8).. Como vemos, Dios perdona los pecados, y para ello ha
establecido el medio legal necesario.
Buenas nuevas que se centran en
Jesús
18 ¡Qué
noticias tan alentadoras! Esto nos trae de vuelta al aspecto de las buenas
nuevas que Pablo destacó en su carta a los Romanos. Como ya vimos, el apóstol
escribió: “No me avergüenzo de las buenas nuevas; son, en realidad, el
poder de Dios para salvación” (Rom. 1:15, 16)..
19 En
este caso, las buenas nuevas se centran en el papel que Jesús desempeña en el
cumplimiento del propósito divino. Por ejemplo, Pablo señaló que, “conforme a
las buenas nuevas”, llegará “el día que Dios, mediante Cristo Jesús, juzgue
las cosas secretas de la humanidad” (Rom. 2:16).. Al expresarse de este
modo, no estaba quitando importancia ni al “reino del Cristo y de
Dios” ni a lo que Jehová hará mediante dicho gobierno (Efe. 5:5)..
Lo que sí estaba indicando es que todo el que desee vivir bajo el Reino
y disfrutar de sus bendiciones debe dar dos pasos: primero, reconocer que es
pecador a los ojos de Dios, y, segundo, demostrar fe en Jesucristo para
recibir el perdón de sus pecados. Cuando llegamos a entender y aceptar estos
aspectos del propósito divino y vemos el futuro que se abre ante nosotros,
tenemos todos los motivos del mundo para exclamar: “¡Qué noticias tan
buenas!”.
20 Sin
duda, debemos tener muy presente este aspecto de las buenas nuevas cuando
efectuamos nuestro ministerio. Citando de Isaías, Pablo escribió: “Ninguno
que cifre su fe en [Cristo] será desilusionado” (Rom. 10:11.; Isa. 28:16)..
El mensaje acerca de Jesús no resulta extraño en los países donde
la gente ha oído hablar de las enseñanzas bíblicas sobre el pecado. Pero
no ocurre igual en las culturas donde no se acepta este mensaje o
ni siquiera se conoce. Por eso, cuando las personas de tales lugares
llegan a creer en Dios y en su Palabra, es preciso explicarles el papel que
desempeña Jesús. El artículo siguiente examinará cómo se expone este
aspecto de las buenas nuevas en el capítulo 5 de Romanos.. Esta información
probablemente nos será útil para el ministerio.
21 Como
hemos visto, la carta a los Romanos habla vez tras vez de las buenas nuevas y
señala que “son, en realidad, el poder de Dios para salvación a todo el que
tiene fe” (Rom. 1:16).. ¡Qué felices nos sentimos al aceptar este mensaje y
ayudar a las personas sinceras a hacer lo mismo! Da gusto ver que quienes
aman la verdad hacen suyas las palabras que citó Pablo en Romanos 10:15.:
“¡Cuán hermosos son los pies de los que declaran buenas nuevas de cosas
buenas!” (Isa. 52:7)..
[Nota]
Otros libros inspirados usan expresiones semejantes
(Mar. 1:1.; Hech. 5:42.; 1 Cor. 9:12.; Fili. 1:27)..
¿Recordamos estos detalles?
• ¿Qué aspecto de las buenas nuevas se destaca en el
libro de Romanos?
• ¿Qué hecho debemos ayudar a entender a la gente?
• ¿Qué bendiciones nos ofrecen a todos “las buenas
nuevas acerca del Cristo”?
[Preguntas del estudio]
1, 2. ¿Por
qué predicamos “las buenas nuevas del reino”, y qué aspectos solemos
destacar?
3. ¿Por qué
podemos decir que Pablo puso de relieve el tema de las buenas nuevas en
Romanos?
4. Durante su
primer cautiverio en Roma, ¿qué dos temas destacó Pablo en su predicación?
5. ¿Qué
importante necesidad trata Pablo en su carta a los Romanos?
6, 7. ¿Qué
origen tuvo la congregación de Roma, y qué tipo de personas la componían?
8. ¿A qué
situación se enfrentaban los romanos?
9. Tal como
destaca Pablo, ¿qué efecto pueden tener las buenas nuevas?
10, 11. ¿Por qué les resulta fácil a algunas
personas entender Romanos 3:23. y a otras no?
12. ¿Por qué no creen muchas personas que todos
somos pecadores?
13, 14. a) ¿Cuál es una razón por la que son
inexcusables quienes no creen en Dios ni en el pecado? b) ¿Qué han
terminado haciendo muchas personas por no creer en el Dios verdadero?
15. ¿Quiénes están dotados de conciencia, y qué
efecto tiene esto en su conducta?
16. ¿Por qué no garantiza la conciencia que
no pequemos nunca?
17. ¿Qué alentadoras palabras encontramos en
Romanos?
18, 19. a) ¿Qué aspecto de las buenas nuevas destacó
Pablo en Romanos? b) ¿Qué pasos debemos dar para recibir las bendiciones del
Reino?
20, 21. ¿Por qué debemos tener muy presentes en
nuestro ministerio las buenas nuevas que se destacan en Romanos, y qué
resultados podemos obtener?
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jueves, 17 de enero de 2013
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