domingo, 11 de noviembre de 2012

domingo, 11 de noviembre de 2012




TEXTO DEL DIA

CITA BIBLICA
Descripción Biblia

Referencias BIBLICAS
*** Texto del domingo, 11 de noviembre de 2012 ***
Domingo 11 de noviembre
Los que conocen tu nombre confiarán en ti (Sal. 9:10).


► es12 pág. 112 Noviembre
(Salmo 9:10)
Y los que conocen tu nombre confiarán en ti,
(Salmo 91:14) Porque en mí él ha puesto su cariño, yo también le proveeré escape. Lo protegeré porque ha llegado a conocer mi nombre.
(Proverbios 18:10) El nombre de Jehová es una torre fuerte. A ella corre el justo, y se le da protección.
(Jeremías 16:21) “Por lo tanto, ¡miren!, voy a hacerles saber; en esta sola vez les haré conocer mi mano y mi poderío, y tendrán que saber que mi nombre es Jehová.”

(Deuteronomio 6:5) Y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza vital.
(Marcos 12:30) y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas’.
(1 Juan 4:19) En cuanto a nosotros, amamos, porque él nos amó primero.
(Salmo 18:2)  2 Jehová es mi peñasco y mi plaza fuerte y el Proveedor de escape para mí. Mi Dios es mi roca. En él me refugiaré, mi escudo y mi cuerno de salvación, mi altura segura.
(Salmo 9:10) Y los que conocen tu nombre confiarán en ti, porque ciertamente no dejarás a los que te buscan, oh Jehová.
(Proverbios 18:10) El nombre de Jehová es una torre fuerte. A ella corre el justo, y se le da protección.
(Jeremías 16:21) “Por lo tanto, ¡miren!, voy a hacerles saber; en esta sola vez les haré conocer mi mano y mi poderío, y tendrán que saber que mi nombre es Jehová.”
(Juan 17:3) Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.

(1 Samuel 17:46) Este día Jehová te entregará en mi mano, y yo ciertamente te derribaré y te quitaré la cabeza; y ciertamente daré los cadáveres del campamento de los filisteos este día a las aves de los cielos y a las bestias salvajes de la tierra; y personas de toda la tierra sabrán que existe un Dios que pertenece a Israel.
(Salmo 20:1) Que Jehová te responda en el día de angustia. Que te proteja el nombre del Dios de Jacob.
(Salmo 33:21) Porque en él se regocija nuestro corazón; pues en su santo nombre hemos cifrado nuestra confianza.
(Salmo 18:2) Jehová es mi peñasco y mi plaza fuerte y el Proveedor de escape para mí. Mi Dios es mi roca. En él me refugiaré, mi escudo y mi cuerno de salvación, mi altura segura.
(Salmo 71:3) Llega a ser para mí un fuerte de rocas en el cual entrar constantemente. Tienes que dar mandato para salvarme, porque tú eres mi peñasco y mi plaza fuerte.
(Salmo 91:14) Porque en mí él ha puesto su cariño, yo también le proveeré escape. Lo protegeré porque ha llegado a conocer mi nombre.

(Éxodo 9:16) Pero, en realidad, por esta causa te he mantenido en existencia, a fin de mostrarte mi poder y para que mi nombre sea declarado en toda la tierra.
(Romanos 9:17) Porque dice la Escritura a Faraón: “Para esto mismo te he dejado permanecer, para que con respecto a ti muestre mi poder, y para que mi nombre sea declarado por toda la tierra”.
(Éxodo 15:3) Jehová es persona varonil de guerra. Jehová es su nombre.
(Salmo 83:18) para que la gente sepa que tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra.
(Jeremías 33:2) “Esto es lo que ha dicho Jehová el Hacedor de [la tierra], Jehová el Formador de ella para establecerla firmemente, Jehová por nombre:
porque ciertamente no dejarás a los que te buscan, oh Jehová.
(2 Crónicas 20:12) Oh Dios nuestro, ¿no ejecutarás juicio contra ellos? Porque no hay en nosotros poder delante de esta gran muchedumbre que viene contra nosotros; y nosotros mismos no sabemos qué debemos hacer, pero nuestros ojos están hacia ti”.
(Salmo 25:15) Mis ojos están constantemente hacia Jehová, porque él es quien saca mis pies de la red.
(2 Corintios 1:10) De tan grande cosa como la muerte nos libró y nos librará; y en él está puesta nuestra esperanza de que también nos seguirá librando.
Dentro de poco, durante su gran día, Jehová enviará granizo simbólico contra la Tierra. Cuando llegue esta destrucción, de nada valdrán los refugios antiatómicos, las riquezas ni ningún otro medio de los que dispone el hombre para protegerse. Como indica Isaías 28:17
(Isaías 28:17)
) Y ciertamente haré del derecho el cordel de medir,
(2 Reyes 21:13) 13 Y ciertamente extenderé sobre Jerusalén el cordel de medir que se aplicó a Samaria y también el instrumento de nivelar que se aplicó a la casa de Acab; y simplemente limpiaré a Jerusalén así como uno limpia el tazón sin asa, limpiándolo y volviéndolo boca abajo.
y de la justicia
(Salmo 9:8) Y él mismo juzgará la tierra productiva en justicia; someterá a juicio a grupos nacionales en rectitud.
(Salmo 35:24) Júzgame conforme a tu justicia, oh Jehová Dios mío, y que no se regocijen ellos sobre mí.
(Jeremías 11:20) Pero Jehová de los ejércitos está juzgando con justicia; está examinando los riñones y el corazón. Oh, vea yo tu venganza en ellos, porque es a ti a quien he revelado mi litigio.
el instrumento de nivelar; y el granizo
(Isaías 28:2) 2 ¡Mira! Jehová tiene a alguien fuerte y vigoroso. Cual tempestad atronadora de granizo, tempestad destructiva, cual tempestad atronadora de aguas poderosas, inundantes, él ciertamente efectuará un echar abajo a tierra con fuerza.
tiene que barrer el refugio de una mentira,
(2 Reyes 18:21) Ahora, ¡mira!, has cifrado tu confianza en el sostén de esta caña quebrantada, Egipto, la cual, si un hombre se apoyara en ella, ciertamente entraría en la palma de su mano y la traspasaría. Así es Faraón el rey de Egipto para todos los que cifran su confianza en él.
(Isaías 31:1) ¡Ay de los que bajan a Egipto por auxilio, los que se apoyan en simples caballos, y que cifran su confianza en carros de guerra, porque son numerosos, y en corceles, porque son muy poderosos, pero que no han mirado al Santo de Israel y no han buscado a Jehová mismo!
(Isaías 31:3) Los egipcios, sin embargo, son hombres terrestres, y no Dios; y sus caballos son carne, y no espíritu. Y Jehová mismo extenderá su mano, y el que ofrece ayuda tendrá que tropezar, y el que es ayudado tendrá que caer, y al mismo tiempo todos ellos se acabarán.
(Jeremías 43:11) Y tendrá que entrar y herir la tierra de Egipto. Quien esté para plaga mortífera será para plaga mortífera, y quien esté para cautiverio será para cautiverio, y quien esté para la espada será para la espada.
y las aguas mismas inundarán el mismísimo escondrijo.
(Jeremías 42:14) y dicen: “No, sino que entraremos en la tierra de Egipto, donde no veremos guerra y no oiremos el sonido del cuerno y no padeceremos hambre de pan; y allí es donde moraremos”;
(Jeremías 43:7) Y por fin entraron en la tierra de Egipto, pues no obedecieron la voz de Jehová; y gradualmente llegaron hasta Tahpanhés.
(Ezequiel 17:15) Pero este finalmente se rebeló contra él al enviar sus mensajeros a Egipto, [para que este] le diera caballos y un pueblo numeroso. ¿Tendrá éxito? ¿Escapará él, el que está haciendo estas cosas, y que ha quebrantado un pacto? ¿Y realmente escapará?’.
“el granizo tiene que barrer el refugio de una mentira, y las aguas mismas inundarán el mismísimo escondrijo”. Hoy Jehová es nuestro refugio, y lo seguirá siendo durante la destrucción que se avecina. Sofonías —cuyo nombre honra a Dios como el único escondite infalible, pues significa “Jehová Ha Ocultado”— señaló que lo más sabio es refugiarse “en el nombre de Jehová” (Sof. 3:12).
(Sofonías 3:12)
Y ciertamente dejaré permanecer en medio de ti un pueblo humilde y de condición abatida,
(Isaías 57:15) Porque esto es lo que ha dicho el Alto y Excelso, que está residiendo para siempre y cuyo nombre es santo: “En la altura y en el lugar santo es donde resido, también con el aplastado y de espíritu humilde, para revivificar el espíritu de los de condición humilde y para revivificar el corazón de los que están siendo aplastados.
(Isaías 61:1) El espíritu del Señor Soberano Jehová está sobre mí, por razón de que Jehová me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los mansos. Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los [que han sido] llevados cautivos y la apertura ancha [de los ojos] aun a los prisioneros;
(Mateo 5:3) “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos.
(1 Corintios 1:27) sino que Dios escogió las cosas necias del mundo, para avergonzar a los sabios; y Dios escogió las cosas débiles del mundo, para avergonzar las cosas fuertes;
y realmente se refugiarán en el nombre de Jehová.
(Proverbios 18:10) El nombre de Jehová es una torre fuerte. A ella corre el justo, y se le da protección.
(Hebreos 6:18) a fin de que, mediante dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos nosotros, los que hemos huido al refugio, fuerte estímulo para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.
. Como vemos, ahora es el momento de que busquemos protección en el nombre de Dios, confiando plenamente en él. Recordemos en todo momento esta garantía que nos ofrece su Palabra inspirada: “El nombre de Jehová es una torre fuerte. A ella corre el justo, y se le da protección” (Pro. 18:10). w11 15/1 1:20, 21
(Proverbios 18:10)
El nombre de Jehová es una torre fuerte.
(1 Samuel 17:46) Este día Jehová te entregará en mi mano, y yo ciertamente te derribaré y te quitaré la cabeza; y ciertamente daré los cadáveres del campamento de los filisteos este día a las aves de los cielos y a las bestias salvajes de la tierra; y personas de toda la tierra sabrán que existe un Dios que pertenece a Israel.
(Salmo 20:1) Que Jehová te responda en el día de angustia. Que te proteja el nombre del Dios de Jacob.
(Salmo 33:21) Porque en él se regocija nuestro corazón; pues en su santo nombre hemos cifrado nuestra confianza.
A ella corre el justo, y se le da protección.
(Salmo 18:2) Jehová es mi peñasco y mi plaza fuerte y el Proveedor de escape para mí. Mi Dios es mi roca. En él me refugiaré, mi escudo y mi cuerno de salvación, mi altura segura.
(Salmo 71:3) Llega a ser para mí un fuerte de rocas en el cual entrar constantemente. Tienes que dar mandato para salvarme, porque tú eres mi peñasco y mi plaza fuerte.
(Salmo 91:14) Porque en mí él ha puesto su cariño, yo también le proveeré escape. Lo protegeré porque ha llegado a conocer mi nombre.

*** w11 15/1 págs. 3-7 Refugiémonos en el nombre de Jehová ***

Refugiémonos en el nombre de Jehová

 “Dejaré permanecer [...] un pueblo humilde [...] y realmente se refugiarán en el nombre de Jehová.” (SOF. 3:12)
ES POSIBLE que alguna vez nos haya sorprendido una tormenta de lluvia o de granizo y hayamos corrido a guarecernos bajo un puente. Claro, eso valdría de muy poco si se tratara de un huracán o un tornado.
2 Hoy se aproxima una tormenta muy distinta. Es tan intensa que podría acabar con la raza humana. Se trata de un simbólico “día de tempestad”, “el gran día de Jehová”, el cual afectará a la humanidad entera. Afortunadamente, tenemos a nuestra disposición un refugio (léase Sofonías 1:14-18). ¿Qué debemos hacer para estar resguardados en su interior cuando comience el inminente “día del furor de Jehová”?
Días de tempestad en tiempos bíblicos
3 El día de Jehová dará inicio con la destrucción de todas las religiones falsas. ¿Qué refugio existe? Encontraremos la respuesta repasando la historia del pueblo de Dios. Isaías, quien vivió en el siglo VIII antes de nuestra era, comparó el castigo que Jehová impondría a Israel —el reino apóstata de diez tribus— con una “tempestad atronadora” cuya llegada sería inevitable (léase Isaías 28:1, 2). Aquella profecía se cumplió en esa misma época, en el año 740, cuando Asiria invadió aquel reino, que también era designado por el nombre de la más importante de sus tribus: Efraín.
4 Décadas después de que el Israel infiel recibiera su merecido, tuvo lugar otro “gran día de Jehová”. En el año 607, la nación de Judá y su capital, Jerusalén, también fueron disciplinadas por haber caído en la apostasía. El castigo lo ejecutaron los babilonios, con Nabucodonosor a la cabeza. El pueblo había buscado ayuda en “el refugio de una mentira”, es decir, en una alianza política con Egipto. Pero de nada valió. Como una granizada desoladora, los babilonios arrasaron ese “refugio” (Isa. 28:14, 17).
5 El gran día de Jehová que azotó a Jerusalén fue un modelo del castigo que recibirá en nuestro tiempo la cristiandad por su apostasía. Asimismo, serán destruidos los restantes miembros de “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de la religión falsa. Luego se aniquilará a los demás elementos del mundo de Satanás. Pero el pueblo de Dios sobrevivirá, pues ha aceptado a Jehová como su refugio (Rev. 7:14; 18:2, 8; 19:19-21).
Refugio físico y espiritual
6 Hoy mismo, durante el tiempo del fin, los cristianos podemos acudir a un refugio. ¿Cómo? Para recibir la protección espiritual de Jehová, tenemos que “pens[ar] en su nombre” reverentemente y servirle con entusiasmo (léase Malaquías 3:16-18). Claro, comprendemos que el simple hecho de pensar en su nombre no es suficiente. La Biblia aclara que “todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo” (Rom. 10:13). Como vemos, para recibir la salvación hay que invocar el nombre divino. Muchas personas sinceras se dan cuenta de que los cristianos fieles somos muy diferentes de quienes no obedecen a Dios, pues “pens[amos] en su nombre” con devoción y le servimos como Testigos suyos.
7 Ahora bien, cuando Jehová nos dice que podemos ser salvos, no solo nos ofrece protección espiritual. También nos está prometiendo salvación física. Veamos cómo ilustran este hecho los sucesos que tuvieron lugar en el año 66 de nuestra era, tras el ataque que lanzaron contra Jerusalén los ejércitos romanos capitaneados por Cestio Galo. Jesús había predicho: “Aquellos días [de la gran tribulación] serán acortados” (Mat. 24:15, 16, 21, 22). La profecía se cumplió cuando los soldados levantaron inesperadamente el sitio y se retiraron. Así se libraron de la destrucción los cristianos verdaderos, mencionados en la profecía con la expresión “carne [que] se salvaría”. En efecto, ellos lograron escapar de la ciudad y sus alrededores y, en algunos casos, cruzaron el Jordán y se refugiaron en las montañas situadas al este de aquel río.
8 Podemos trazar un paralelo entre aquellos cristianos del siglo primero y los que servimos a Dios en la actualidad. Ellos acudieron al refugio que les proporcionó Jehová, y nosotros tendremos que hacer lo mismo. En nuestro caso, sin embargo, no será necesario que huyamos a cierto punto geográfico, pues estamos dispersos por todo el mundo. Aun así, el pueblo de Dios —formado por “los escogidos” y sus leales compañeros— sobrevivirá físicamente a la destrucción de la apóstata cristiandad si se refugia en Jehová y su organización, simbolizada en la Biblia por una montaña.
9 La cristiandad, por su parte, tiene bien merecida la destrucción que le sobrevendrá, pues ha fomentado la ignorancia espiritual entre sus feligreses y ha demostrado odio por el nombre divino. En la Edad Media era muy común ver en Europa ese ilustre nombre, representado por las cuatro letras hebreas conocidas como Tetragrámaton y transliterado habitualmente YHWH (o JHVH). Aparecía en monedas, en muchos libros y biblias, en fachadas de casas e incluso en iglesias católicas y protestantes. En cambio, en fechas más recientes, la tendencia ha sido suprimirlo en las traducciones bíblicas y en otros ámbitos. Sirva como ejemplo la “Carta a las Conferencias Episcopales sobre ‘el Nombre de Dios’”, emitida el 29 de junio de 2008 por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. En ella, la Iglesia Católica recomendó que, en vez de utilizar alguna de las diversas pronunciaciones del Tetragrámaton, se empleara el sustituto “Señor”. El Vaticano dio instrucciones de no utilizar el nombre propio de Dios ni pronunciarlo en los cantos y rezos durante el culto. Y los líderes de otras confesiones religiosas, tanto en la cristiandad como fuera de ella, también han ocultado la identidad del Dios verdadero a millones de personas.
Dios protege a quienes santifican su nombre
10 En marcado contraste con muchos otros grupos religiosos, los testigos de Jehová honran y glorifican el nombre divino, y lo santifican utilizándolo de manera digna. Dios se complace en las personas que confían en él y en todo momento llega a ser lo que hace falta a fin de bendecirlas y protegerlas. Ciertamente, sabe muy bien quiénes son “los que buscan refugio en él” (Nah. 1:7; Hech. 15:14).
11 Aunque en la antigüedad casi toda Judá cayó en la apostasía, hubo quienes “se refugiar[on] en el nombre de Jehová” (léase Sofonías 3:12, 13). ¿Qué les sucedió a esas personas el día que Dios castigó a Judá por su falta de fe? Se libraron del castigo cuando los babilonios invadieron esa nación y se llevaron cautivos a sus habitantes. Ese fue el caso de Jeremías, Baruc y Ébed-mélec, quienes vivieron en medio de aquella nación apóstata. Hubo otros que, aunque fueron al cautiverio, también se mantuvieron fieles. Finalmente, en el año 539 antes de nuestra era, los medos y los persas, dirigidos por Ciro, conquistaron Babilonia. Ciro no tardó en emitir un edicto que permitía que un resto de judíos regresara a su patria.
12 Como predijo Sofonías, Jehová salvó a quienes se encargaron de restaurar la adoración verdadera y se alegró muchísimo a causa de ellos (léase Sofonías 3:14-17). Estas palabras proféticas también se han cumplido en nuestro tiempo. Poco después del establecimiento del Reino de Dios en los cielos, Jehová salvó al resto fiel de cristianos ungidos, liberándolos del cautiverio espiritual a Babilonia la Grande. Y hasta el día de hoy siente gran gozo por motivo de ellos.
13 Los cristianos que esperan vivir eternamente en la Tierra también han sido liberados de Babilonia la Grande y sus falsas doctrinas (Rev. 18:4). De ahí que sea hoy cuando encuentra su cumplimiento principal Sofonías 2:3: “Busquen a Jehová, todos ustedes los mansos de la tierra”. En efecto, en la actualidad hay mansos de todas las naciones que, independientemente de que su esperanza sea celestial o terrenal, se refugian en el nombre de Jehová.
El nombre de Dios no es un talismán
14 Los contemporáneos de Jeremías pensaban que el templo era una especie de amuleto que los protegería de sus enemigos (Jer. 7:1-4). Y muchos años antes, los israelitas vieron el arca del pacto como un talismán que los salvaría en las batallas (1 Sam. 4:3, 10, 11). Siglos después, Constantino el Grande cayó en un error semejante. Con la esperanza de que sus soldados fueran protegidos en combate, mandó pintar en sus escudos las letras kji y rho, con las cuales comienza en griego el título “Cristo”. Y en la misma línea, parece que el rey Gustavo II Adolfo de Suecia, quien combatió en la guerra de los Treinta Años, usó una armadura en la que aparece inscrito claramente el nombre “Iehova” (véase la página 7).
15 Es cierto que, al sufrir ataques de demonios, algunos cristianos se han refugiado en Jehová invocando su nombre en voz alta. Sin embargo, jamás deberíamos creer que los objetos que exhiben el nombre divino son talismanes o amuletos que ofrecen protección mágica. Esto no es de ningún modo lo que significa refugiarse en el nombre de Jehová.
Cómo hallamos refugio hoy
16 Hoy nos encontramos resguardados en el refugio espiritual del pueblo de Dios (Sal. 91:1). Mediante “el esclavo fiel y discreto” y los ancianos de las congregaciones, recibimos avisos sobre las tendencias mundanas que podrían hacernos perder esa protección (Mat. 24:45-47; Isa. 32:1, 2). Pensemos en cuántas veces se nos ha alertado sobre el materialismo, y en cómo han evitado esas advertencias que suframos graves daños espirituales. Lo mismo sucede con las exhortaciones a no adoptar una actitud despreocupada, la cual podría llevarnos a caer en la inactividad en el servicio a Jehová. Bien dice la Biblia: “La despreocupación acabará con los necios; pero quien me escuche vivirá seguro, tranquilo y sin temor a la desgracia” (Pro. 1:32, 33, Biblia de América). Para disfrutar de esa seguridad espiritual también debemos esforzarnos por conservar la pureza moral.
17 Pensemos, además, en las constantes invitaciones del esclavo fiel a predicar las buenas nuevas del Reino en toda la Tierra habitada, tal como nos mandó Jesús (Mat. 24:14; 28:19, 20). Sofonías habló de un cambio que ayudaría a la gente a refugiarse en el nombre de Dios: “Entonces daré a pueblos el cambio a un lenguaje puro, para que todos ellos invoquen el nombre de Jehová, para servirle hombro a hombro” (Sof. 3:9).
18 ¿Qué es este “lenguaje puro”? Es la verdad acerca de Jehová y sus propósitos, la cual se revela en su Palabra inspirada. Usamos este idioma simbólico cada vez que explicamos a la gente qué es realmente el Reino y cómo santificará el nombre divino. También lo empleamos al hablar sobre la vindicación de la soberanía de Dios y las bendiciones eternas que recibirán los seres humanos fieles. Somos muchos los que hablamos este idioma y estamos consiguiendo que cada vez más personas “invoquen el nombre de Jehová” y le sirvan “hombro a hombro”. En realidad, ya se cuentan por millones los hombres y mujeres de todo el mundo que buscan refugio en Jehová (Sal. 1:1, 3).
19 La gente del mundo tiene que lidiar con dificultades aparentemente insuperables. Desesperados, recurren a otros hombres imperfectos. O esperan que los gobiernos arreglen las cosas, igual que los israelitas acudían a las naciones vecinas y hacían alianzas con ellas. Tal como sucedió en el pasado, su esperanza se verá defraudada. Ninguna organización política —ni siquiera las Naciones Unidas— logrará resolver totalmente los problemas de la humanidad. Sin duda, sería absurdo tomar como refugio las instituciones y alianzas políticas. Notemos que la profecía bíblica las presenta como un refugio falso, “el refugio de una mentira”. Tenemos buenos motivos para considerarlas así, pues los que cifren su esperanza en ellas se llevarán una gran decepción (léase Isaías 28:15, 17).
20 Dentro de poco, durante su gran día, Jehová enviará granizo simbólico contra la Tierra. Cuando llegue esta destrucción, de nada valdrán los refugios antiatómicos, las riquezas ni ningún otro medio de los que dispone el hombre para protegerse. Como indica Isaías 28:17, “el granizo tiene que barrer el refugio de una mentira, y las aguas mismas inundarán el mismísimo escondrijo”.
21 Hoy Jehová es nuestro refugio, y lo seguirá siendo durante la destrucción que se avecina. Cabe señalar que el propio nombre Sofonías honra a Dios como el único escondite infalible, pues significa “Jehová Ha Ocultado”. Es muy apropiado, por lo tanto, que en 2011 tengamos como texto del año las siguientes palabras, basadas en Sofonías 3:12: Refugiémonos en el nombre de Jehová. Como hemos visto, ahora es el momento de que busquemos protección en el nombre de Dios, confiando plenamente en él (Sal. 9:10). Recordemos en todo momento esta garantía que nos ofrece su Palabra inspirada: “El nombre de Jehová es una torre fuerte. A ella corre el justo, y se le da protección” (Pro. 18:10).



(Sofonías 3:12) 12 Y ciertamente dejaré permanecer en medio de ti un pueblo humilde y de condición abatida, y realmente se refugiarán en el nombre de Jehová.
(Sofonías 1:14-18) 14 ”El gran día de Jehová está cerca. Está cerca, y hay un apresurarse muchísimo [de él]. El sonido del día de Jehová es amargo. Allí un hombre poderoso da un grito. 15 Ese día es día de furor, día de angustia y de zozobra, día de tempestad y de desolación, día de oscuridad y de tenebrosidad, día de nubes y de densas tinieblas, 16 día de cuerno y de señal de alarma, contra las ciudades fortificadas y contra las elevadas torres de las esquinas. 17 Y ciertamente causaré angustia a la humanidad, y ciertamente andarán como ciegos; porque han pecado contra Jehová. Y su sangre realmente será derramada como polvo, y sus entrañas como el estiércol. 18 Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día del furor de Jehová; sino que por el fuego de su celo toda la tierra será devorada, porque él hará un exterminio, realmente uno terrible, de todos los habitantes de la tierra.”
(Isaías 28:1, 2) 28 ¡Ay de la corona eminente de los borrachos de Efraín, y de la flor marchita de su decoración de hermosura que está sobre la cabeza del valle fértil de los que han sido vencidos por el vino! 2 ¡Mira! Jehová tiene a alguien fuerte y vigoroso. Cual tempestad atronadora de granizo, tempestad destructiva, cual tempestad atronadora de aguas poderosas, inundantes, él ciertamente efectuará un echar abajo a tierra con fuerza.
(Isaías 28:14) 14 Por lo tanto, oigan la palabra de Jehová, fanfarrones, gobernantes de este pueblo que está en Jerusalén. . .
(Isaías 28:17) 17 Y ciertamente haré del derecho el cordel de medir, y de la justicia el instrumento de nivelar; y el granizo tiene que barrer el refugio de una mentira, y las aguas mismas inundarán el mismísimo escondrijo. . .
(Revelación 7:14) 14 De modo que le dije inmediatamente: “Señor mío, tú eres el que sabe”. Y me dijo: “Estos son los que salen de la gran tribulación, y han lavado sus ropas largas y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
(Revelación 18:2) 2 Y él clamó con voz poderosa, y dijo: “¡Ha caído! ¡Babilonia la Grande ha caído, y ha llegado a ser lugar de habitación de demonios y escondite de toda exhalación inmunda y escondite de toda ave inmunda y odiada!
(Revelación 18:8) 8 Por eso, en un solo día vendrán sus plagas: muerte y lamento y hambre, y será quemada por completo con fuego, porque fuerte es Jehová Dios que la juzgó.
(Revelación 19:19-21) 19 Y vi a la bestia salvaje y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para hacer la guerra contra el que iba sentado en el caballo y contra su ejército. 20 Y la bestia salvaje fue prendida, y junto con ella el falso profeta que ejecutó delante de ella las señales con las cuales extravió a los que recibieron la marca de la bestia salvaje y a los que rinden adoración a su imagen. Estando todavía vivos, ambos fueron arrojados al lago de fuego que arde con azufre. 21 Pero los demás fueron muertos con la espada larga del que iba sentado en el caballo, la [espada] que salía de su boca. Y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos.
(Malaquías 3:16-18) 16 En aquel tiempo los que estaban en temor de Jehová hablaron unos con otros, cada uno con su compañero, y Jehová siguió prestando atención y escuchando. Y un libro de recuerdo empezó a ser escrito delante de él para los que estaban en temor de Jehová y para los que pensaban en su nombre. 17 “Y ciertamente llegarán a ser míos —ha dicho Jehová de los ejércitos— en el día en que produzca una propiedad especial. Y ciertamente les mostraré compasión, tal como un hombre muestra compasión a su hijo que le sirve. 18 Y ustedes ciertamente verán de nuevo [la distinción] entre uno justo y uno inicuo, entre uno que sirve a Dios y uno que no le ha servido.”
(Romanos 10:13) 13 Porque “todo el que invoque el nombre de Jehová será salvo”.
(Mateo 24:15, 16) 15 ”Por lo tanto, cuando alcancen a ver la cosa repugnante que causa desolación, como se habló de ella por medio de Daniel el profeta, de pie en un lugar santo (use discernimiento el lector), 16 entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas.
(Mateo 24:21, 22) 21 porque entonces habrá gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder. 22 De hecho, a menos que se acortaran aquellos días, ninguna carne se salvaría; mas por causa de los escogidos aquellos días serán acortados.
(Nahúm 1:7) 7 Jehová es bueno, una plaza fuerte en el día de la angustia. Y sabe de los que buscan refugio en él.
(Hechos 15:14) 14 Symeón ha contado cabalmente cómo Dios por primera vez dirigió su atención a las naciones para sacar de entre ellas un pueblo para su nombre.
(Sofonías 3:12, 13) 12 Y ciertamente dejaré permanecer en medio de ti un pueblo humilde y de condición abatida, y realmente se refugiarán en el nombre de Jehová. 13 En lo que respecta a los restantes de Israel, no harán injusticia, ni hablarán mentira, ni se hallará en su boca una lengua mañosa; porque ellos mismos se apacentarán y realmente se echarán estirados, y no habrá nadie que [los] haga temblar.”
(Sofonías 3:14-17) 14 ¡Gozosamente grita, oh hija de Sión! ¡Rompe en gritos de alegría, oh Israel! ¡Regocíjate y alborózate con todo el corazón, oh hija de Jerusalén! 15 Jehová ha removido los juicios [que estaban] sobre ti. Ha apartado a tu enemigo. El rey de Israel, Jehová, está en medio de ti. No temerás más la calamidad. 16 En aquel día se dirá a Jerusalén: “No temas, oh Sión. No se dejen caer tus manos. 17 Jehová tu Dios está en medio de ti. Como Poderoso, salvará. Se alborozará sobre ti con regocijo. Se hará silencioso en su amor. Estará gozoso acerca de ti con gritos felices.
(Revelación 18:4) 4 Y oí otra voz procedente del cielo decir: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas.
(Sofonías 2:3) 3 busquen a Jehová, todos ustedes los mansos de la tierra, los que han practicado Su propia decisión judicial. Busquen justicia, busquen mansedumbre. Probablemente se les oculte en el día de la cólera de Jehová.
(Jeremías 7:1-4) 7 La palabra que le ocurrió a Jeremías de parte de Jehová, diciendo: 2 “Ponte de pie en la puerta de la casa de Jehová, y tienes que proclamar allí esta palabra, y tienes que decir: ‘Oigan la palabra de Jehová, todos ustedes los de Judá, que están entrando en estas puertas para inclinarse ante Jehová. 3 Esto es lo que ha dicho Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel: “Hagan buenos sus caminos y sus tratos, y ciertamente haré que sigan residiendo en este lugar. 4 No cifren su confianza en palabras falaces, diciendo: ‘¡El templo de Jehová, el templo de Jehová, el templo de Jehová son ellos!’. . .
(1 Samuel 4:3) 3 Cuando la gente vino al campamento, los ancianos de Israel empezaron a decir: “¿Por qué nos derrotó hoy Jehová delante de los filisteos? Tomémonos de Siló el arca del pacto de Jehová, para que esta venga en medio de nosotros y nos salve de la palma de la mano de nuestros enemigos”.
(1 Samuel 4:10, 11) 10 Por consiguiente, los filisteos pelearon, e Israel fue derrotado, y se fueron huyendo cada uno a su tienda; y la matanza llegó a ser muy grande, de modo que de Israel cayeron treinta mil hombres de a pie. 11 Y la misma arca de Dios fue tomada, y Hofní y Finehás, los dos hijos de Elí, murieron.
(Salmo 91:1) 91 Cualquiera que more en el lugar secreto del Altísimo se conseguirá alojamiento bajo la mismísima sombra del Todopoderoso.
(Mateo 24:45-47) 45 ”¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para darles su alimento al tiempo apropiado? 46 ¡Feliz es aquel esclavo si su amo, al llegar, lo hallara haciéndolo así! 47 En verdad les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes.
(Isaías 32:1, 2) 32 ¡Mira! Un rey reinará para justicia misma; y en cuanto a príncipes, gobernarán como príncipes para derecho mismo. 2 Y cada uno tiene que resultar ser como escondite contra el viento y escondrijo contra la tempestad de lluvia, como corrientes de agua en país árido, como la sombra de un peñasco pesado en una tierra agotada.
(Proverbios 1:32, 33) 32 Porque el renegar de los inexpertos es lo que los matará, y lo despacioso de los estúpidos es lo que los destruirá. 33 En cuanto al que me escucha, él residirá en seguridad y estará libre del disturbio que se debe al pavor de la calamidad”.
14 Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
(Mateo 28:19, 20) 19 Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.
(Sofonías 3:9) 9 Porque entonces daré a pueblos el cambio a un lenguaje puro, para que todos ellos invoquen el nombre de Jehová, para servirle hombro a hombro.’
(Salmo 1:1-3) 1 Feliz es el hombre que no ha andado en el consejo de los inicuos, y en el camino de los pecadores no se ha parado, y en el asiento de los burladores no se ha sentado.  2 Antes bien, su deleite está en la ley de Jehová, y día y noche lee en su ley en voz baja.  3 Y ciertamente llegará a ser como un árbol plantado al lado de corrientes de agua, que da su propio fruto en su estación. . .
(Isaías 28:15) 15 Porque ustedes han dicho: “Hemos celebrado un pacto con la Muerte; y con el Seol hemos efectuado una visión; la avenida repentina, inundante, en caso de que pase, no vendrá a nosotros, porque hemos hecho de una mentira nuestro refugio, y en la falsedad nos hemos ocultado”;
(Isaías 28:17) 17 Y ciertamente haré del derecho el cordel de medir, y de la justicia el instrumento de nivelar; y el granizo tiene que barrer el refugio de una mentira, y las aguas mismas inundarán el mismísimo escondrijo.
(Sofonías 3:12) 12 Y ciertamente dejaré permanecer en medio de ti un pueblo humilde y de condición abatida, y realmente se refugiarán en el nombre de Jehová.
(Salmo 9:10) 10 Y los que conocen tu nombre confiarán en ti, porque ciertamente no dejarás a los que te buscan, oh Jehová.
(Proverbios 18:10) 10 El nombre de Jehová es una torre fuerte. A ella corre el justo, y se le da protección.

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