TEXTO DEL DIA
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CITA BIBLICA
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Descripción Biblia
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Referencias BIBLICAS
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*** Texto del sábado, 03 de
noviembre de 2012 ***
Sábado 3 de noviembre
Con la boca
se presenta declaración pública para salvación
(Rom. 10:10).
► es12 pág. 109
Noviembre
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(Romanos 10:10)
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Porque con el corazón
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(1 Crónicas 28:9)
”Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre y sírvele con corazón
completo y con alma deleitosa; porque todos los corazones Jehová los está
escudriñando, y toda inclinación de los pensamientos la está discerniendo. Si
tú lo buscas, él se dejará hallar de ti; pero si lo dejas, él te desechará
para siempre.
(2 Tesalonicenses
3:5) Que el Señor continúe dirigiendo sus corazones con éxito al amor
de Dios y al aguante por el Cristo.
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(Salmo 9:10) Y los
que conocen tu nombre confiarán en ti, porque ciertamente no dejarás a los
que te buscan, oh Jehová.
(Jeremías 9:24) “Pero
el que se gloría, gloríese a causa de esta misma cosa: de tener perspicacia y
de tener conocimiento de mí, que yo soy Jehová, Aquel que ejerce bondad
amorosa, derecho y justicia en la tierra; porque en estas cosas de veras me
deleito”, es la expresión de Jehová.
(Hebreos 8:11) ”’Y
de ningún modo enseñarán ellos cada uno a su conciudadano y cada uno a su
hermano, diciendo: “¡Conoce a Jehová!”. Porque todos ellos me conocerán,
desde [el] menor hasta [el] mayor de ellos.
(Deuteronomio 10:12) 12 ”Y
ahora, oh Israel, ¿qué está pidiendo de ti Jehová tu Dios sino que temas a
Jehová tu Dios, de modo que andes en todos sus caminos, y lo ames, y sirvas a
Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;
(1 Reyes 8:61)
Y el corazón de ustedes tiene que resultar completo para con Jehová nuestro
Dios, andando en sus disposiciones reglamentarias y guardando sus
mandamientos como en este día”.
(2 Reyes 20:3)
“Te ruego, oh Jehová, recuerda, por favor, cómo he andado delante de ti en
veracidad y con corazón completo, y lo que era bueno a tus ojos he hecho”. Y
Ezequías se puso a llorar profusamente.
(Salmo 101:2) De
veras actuaré con discreción en un camino exento de falta. ¿Cuándo vendrás a
mí? Andaré en la integridad de mi corazón dentro de mi casa.
(Salmo 37:4)
También deléitate exquisitamente en Jehová, y él te dará las peticiones de tu
corazón.
(Salmo 73:25) ¿A
quién tengo yo en los cielos? Y además de ti, de veras no tengo otro deleite
en la tierra.
(Deuteronomio 31:17) Por
lo cual mi cólera verdaderamente se encenderá contra ellos en aquel día, y
ciertamente los abandonaré y ocultaré de ellos mi rostro, y tendrán que
llegar a ser algo que será consumido; y muchas calamidades y angustias
tendrán que venir sobre ellos, y es seguro que dirán en aquel día: ‘¿No será
porque nuestro Dios no está en medio de nosotros por lo que nos han
sobrevenido estas calamidades?’.
(Salmo 73:27)
Porque, ¡mira!, los mismísimos que se mantienen alejados de ti perecerán.
Ciertamente reducirás a silencio a todo el que, inmoralmente, te deja.
(Isaías 1:28) Y el
ruidoso estrellarse de los sublevadores y el de los pecadores será al mismo
tiempo, y los que dejan a Jehová se desharán.
(Hebreos 10:38)
“Pero mi justo vivirá a causa de la fe”, y, “si se retrae, mi alma no se
complace en él”.
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(1 Juan 5:3) 3 Pues
esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos; y,
sin embargo, sus mandamientos no son gravosos,
(Lucas 21:19)
Mediante el aguante de parte de ustedes adquirirán sus almas.
(Romanos 5:3) Y no
solo eso, sino que alborocémonos estando en tribulaciones, puesto que sabemos
que la tribulación produce aguante;
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se ejerce fe para
justicia, pero con la boca se presenta declaración pública para salvación.
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(2 Corintios 4:13)
Ahora bien, porque tenemos el mismo espíritu de fe como aquel del cual está
escrito: “Ejercí fe, por eso hablé”, nosotros también ejercemos fe y por eso
hablamos,
(Hebreos 13:15) Mediante
él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de
labios que hacen declaración pública de su nombre.
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(Salmo 116:10) 10 Tuve fe,
porque procedí a hablar. Yo mismo fui muy afligido.
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(Levítico 7:12) Si lo
fuera a presentar en expresión de acción de gracias, entonces tendrá que
presentar junto con el sacrificio de acción de gracias tortas anulares no
fermentadas, mojadas ligeramente con aceite, y galletitas delgadas no
fermentadas untadas con aceite, y flor de harina bien mezclada hecha en
tortas anulares, mojadas ligeramente con aceite.
(2 Crónicas 29:31)
Finalmente Ezequías respondió y dijo: “Ahora ustedes han llenado su mano con
poder para Jehová. Acérquense, y traigan sacrificios y sacrificios de acción
de gracias a la casa de Jehová”. Y la congregación empezó a traer sacrificios
y sacrificios de acción de gracias, y también, todo el de corazón dispuesto,
ofrendas quemadas.
(Salmo 50:14)
Ofrece acción de gracias como tu sacrificio a Dios, y paga al Altísimo tus
votos;
(1 Pedro 2:5)
ustedes mismos también como piedras vivas están siendo edificados en casa
espiritual para el propósito de un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios
espirituales aceptos a Dios mediante Jesucristo.
(Salmo 69:30)
Ciertamente alabaré el nombre de Dios con canción, y lo engrandeceré, sí, con
acción de gracias.
(Oseas 14:2) Tomen
con ustedes palabras y vuelvan a Jehová. Díganle todos: ‘Dígnate perdonar el
error; y acepta lo que es bueno, y ciertamente ofreceremos en cambio los
toros jóvenes de nuestros labios.
(1 Corintios 9:16)
Ahora bien, si declaro las buenas nuevas, eso no es motivo para que me jacte,
porque necesidad me está impuesta. Realmente, ¡ay de mí si no declarara las
buenas nuevas!
(Mateo 24:14) Y
estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para
testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
(Romanos 10:9)
Porque si declaras públicamente aquella ‘palabra en tu propia boca’, que
Jesús es Señor, y en tu corazón ejerces fe en que Dios lo levantó de entre
los muertos, serás salvo.
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Lo que Pablo dice
sobre las reuniones cristianas en 1 Corintios 14:26-33
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(1 Corintios 14:26-33)
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¿Qué ha de hacerse, pues, hermanos? Cuando ustedes
se juntan, uno tiene un salmo, otro tiene una enseñanza, otro tiene una revelación,
otro tiene una lengua, otro tiene una interpretación.
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(1 Corintios 12:10) 10 a
otro operaciones de obras poderosas, a otro el profetizar, a otro
discernimiento de expresiones inspiradas, a otro lenguas diferentes, y a otro
interpretación de lenguas.
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Efectúense todas las cosas para edificación.
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(Romanos 14:19) Por
eso, pues, sigamos tras las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que
sirven para edificación mutua.
(2 Corintios 12:19)
¿Han estado ustedes pensando todo este tiempo que hemos estado presentando
nuestra defensa a ustedes? Es ante Dios ante quien estamos hablando con
relación a Cristo. Pero, amados, todas las cosas son para su edificación.
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27 Y si alguno habla en una lengua, limítese esto a dos o tres a lo
más, y por turno; y que alguien
traduzca.
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(1 Corintios 14:5) 5 Ahora
bien, yo quisiera que todos ustedes hablaran en lenguas, pero prefiero que
profeticen. Realmente, el que profetiza es mayor que el que habla en lenguas,
a no ser, de hecho, que traduzca, para que la congregación reciba
edificación.
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28 Pero si no hay traductor, que guarde silencio en la congregación
y hable consigo mismo
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(1 Corintios 14:4) 4 El
que habla en una lengua se edifica a sí mismo, pero el que profetiza edifica
a la congregación.
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y con Dios. 29 Además, hablen
dos o tres profetas,
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(Hechos 13:1) Ahora
bien, había en Antioquía profetas y maestros en la congregación local: tanto
Bernabé como Symeón, que se llamaba Niger, y Lucio de Cirene, y Manaén, que
se había educado con Herodes el gobernante de distrito, y Saulo.
(Efesios 4:11) Y dio
algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores,
algunos como pastores y maestros,
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y los demás disciernan el significado.
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21 Asegúrense de todas las cosas; adhiéranse
firmemente a lo que es excelente.
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30 Pero si hay una revelación
a otro
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(1 Corintios 12:10) 10 a
otro operaciones de obras poderosas, a otro el profetizar, a otro
discernimiento de expresiones inspiradas, a otro lenguas diferentes, y a otro
interpretación de lenguas.
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mientras está sentado allí, que el primero calle. 31 Porque
todos ustedes pueden
profetizar
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(Romanos 12:6)
Entonces, puesto que tenemos dones que difieren según la bondad inmerecida
que se nos ha dado, si es profecía, [profeticemos] según la proporción de fe
que se [nos] haya dado;
(1 Tesalonicenses
5:20) No traten con desdén el profetizar.
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uno por uno, para
que todos aprendan y todos
reciban estímulo.
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(Hebreos 10:25) 25 sin
abandonar el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos
a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día se acerca.
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32 Y [los dones del] espíritu de los profetas han de ser
controlados por los profetas. 33 Porque Dios no es [Dios] de desorden,
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(1 Corintios 14:40)
Pero que todas las cosas se efectúen decentemente y por arreglo.
(Gálatas 5:25) Si
estamos viviendo por espíritu, sigamos andando ordenadamente también por
espíritu.
(Colosenses 2:5) Porque
aunque estoy ausente en la carne, sin embargo estoy con ustedes en el
espíritu, regocijándome y contemplando su buen orden y la firmeza de su fe
para con Cristo.
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sino de paz. Como en todas las
congregaciones de los santos,
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(Romanos 15:33) 33 Que el Dios
que da paz esté con todos ustedes. Amén.
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33 nos ayuda a
comprender mejor cómo se llevaban a cabo en el primer siglo. Los primeros
cristianos veían las reuniones como oportunidades de expresar su fe. Hacer lo
mismo en nuestras reuniones contribuye en gran manera a “la edificación de la
congregación” (1 Cor.
14:12). Seguramente concordará en que, sin importar cuántos años
llevemos asistiendo a las reuniones, sigue siendo un verdadero placer
escuchar los comentarios de nuestros hermanos y hermanas. Nos conmueve la
respuesta sincera de una fiel ancianita; nos anima la observación perspicaz
de un superintendente amoroso, y no podemos evitar sonreír cuando un
niño hace un comentario espontáneo que expresa su intenso amor por Jehová.
Está claro que al ofrecer comentarios todos contribuimos a que las reuniones
cristianas sean edificantes. w10 15/10
4:10, 11
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(1 Corintios 14:12)
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Por eso ustedes
mismos, también, dado que están celosamente deseosos de [dones del] espíritu,
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(1 Corintios 12:1)
Ahora bien, respecto a los dones espirituales, hermanos, no quiero que estén
en ignorancia.
(1 Corintios 12:7)
Pero la manifestación del espíritu se da a cada uno con un propósito
provechoso.
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procuren abundar en ellos para la edificación de la congregación.
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*** Documento extraído ***
(1 Corintios 14:4)
El que habla en una lengua se edifica a sí mismo, pero el que profetiza edifica
a la congregación.
(1 Corintios 14:26)
¿Qué ha de hacerse, pues, hermanos? Cuando ustedes se juntan, uno tiene un
salmo, otro tiene una enseñanza, otro tiene una revelación, otro tiene una
lengua, otro tiene una interpretación. Efectúense todas las cosas para
edificación.
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(1 Corintios 12:10) 10 a
otro operaciones de obras poderosas, a otro el profetizar, a otro
discernimiento de expresiones inspiradas, a otro lenguas diferentes, y a otro
interpretación de lenguas.
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(Romanos 14:19) Por
eso, pues, sigamos tras las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que
sirven para edificación mutua.
(2 Corintios 12:19)
¿Han estado ustedes pensando todo este tiempo que hemos estado presentando
nuestra defensa a ustedes? Es ante Dios ante quien estamos hablando con
relación a Cristo. Pero, amados, todas las cosas son para su edificación.
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*** w10 15/10 págs. 20-25 ¿Contribuye
usted a que las reuniones cristianas
sean edificantes? ***
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¿Contribuye usted a
que las reuniones cristianas sean edificantes?
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“Cuando
ustedes se junt[e]n, [...] efectúense todas las cosas para edificación.”
(1 COR. 14:26)
“¡QUÉ reunión tan buena y edificante!” Seguro que todos hemos dicho
algo parecido después de una reunión en el Salón del Reino. Tales ocasiones
son verdaderamente animadoras, y no nos extraña, pues —al igual que en
los días de los primeros cristianos— un importante objetivo de las reuniones
de congregación es fortalecer espiritualmente a los presentes.
El apóstol Pablo lo recalca en su primera carta a los Corintios. En el
capítulo 14 menciona una y otra vez que todo lo que se presenta en las
reuniones debe ser siempre para “la edificación de la
congregación” (léase 1 Corintios
14:3, 12, 26).
2 Sabemos que las reuniones son edificantes y
provechosas gracias, ante todo, a la influencia del espíritu de Dios. Por eso
empezamos cada reunión con una oración sincera en la que pedimos a nuestro
Padre celestial que la bendiga con su espíritu santo. No obstante,
reconocemos que todos los miembros de la congregación pueden contribuir a que
el programa sea lo más edificante posible. ¿Qué pasos podemos dar
personalmente para que las reuniones semanales que se celebran en nuestro
Salón del Reino sean siempre alentadoras y fortalecedoras en sentido
espiritual?
3 Para contestar esa pregunta, examinaremos algunos
aspectos de nuestras reuniones que deben tener presentes quienes las dirigen.
También veremos cómo la congregación en conjunto puede contribuir a que estas
les levanten el ánimo a todos los concurrentes. Este asunto merece nuestra
atención porque nuestras reuniones son sagradas; de hecho, nuestra asistencia
y participación son rasgos importantes de nuestra adoración a Jehová (Sal. 26:12; 111:1; Isa.
66:22, 23).
Una reunión ideada para estudiar
la Biblia
4 Todos queremos beneficiarnos plenamente del Estudio
de La Atalaya. Para ello, debemos entender bien el
objetivo principal de esta reunión semanal. Con ese fin, repasemos algunos
cambios que se han hecho a la revista La Atalaya y a
los artículos de estudio.
5 A partir del primer número de la edición de estudio
—el del 15 de enero de 2008— se incluyó algo importante en la portada.
¿Lo notó usted? Fíjese bien en la portada de la revista que tiene en la mano.
Allí, en la base de la torre, hay una Biblia abierta, lo cual subraya la razón
por la que celebramos el Estudio de La Atalaya: estudiar
la Biblia con la ayuda de dicha revista. Así es, en esta reunión semanal se
expone la Palabra de Dios y se le pone significado, tal como se hacía en los
días de Nehemías (Neh. 8:8;
Isa. 54:13).
6 Teniendo en cuenta que nuestro principal libro de
texto es la Biblia, se hizo un cambio en los artículos de estudio: ahora
algunos textos van precedidos de la palabra léase. Se anima a
todos a seguir la lectura de estos versículos durante la reunión empleando su
propia Biblia (Hech. 17:11).
¿Por qué? Cuando vemos los consejos de Dios en nuestra Biblia, nos causan una
impresión más profunda (Heb.
4:12). Por eso, antes de que dichos textos se lean, el conductor debe
dar a los presentes suficiente tiempo para encontrarlos y seguir su lectura.
Más tiempo disponible para expresar
nuestra fe
7 Otro cambio en los artículos de estudio es que
ahora son más cortos. Al dedicar menos tiempo a leer los párrafos, queda
más tiempo para ofrecer comentarios. Gracias a ello, más miembros de la
congregación tienen la oportunidad de expresar públicamente su fe. Por
ejemplo, pueden contestar una pregunta impresa, señalar la aplicación de un
texto o relatar una breve experiencia que demuestre lo sabio que es seguir
los principios de la Biblia. También debe utilizarse algo de tiempo para
comentar las ilustraciones (léanse Salmo
22:22; 35:18, y 40:9).
8 Ahora bien, ese tiempo adicional para que haya una
mayor participación durante el Estudio de La Atalaya solo
se aprovechará si los comentarios del auditorio son breves y el conductor
no interviene con demasiada frecuencia. ¿Qué ayudará al conductor a que
sus comentarios complementen los de la congregación a fin de que la reunión
sea edificante para todos?
9 Contestemos esa pregunta con una ilustración. Un
Estudio de La Atalaya bien dirigido puede compararse a un
hermoso ramo de flores. Tal como un ramo consta de muchas flores, el Estudio
de La Atalaya consta de muchos comentarios. Y así
como las flores varían en tamaño y color, los comentarios del auditorio
varían en largura y en forma de presentarse. Y ¿a qué pueden compararse
las intervenciones ocasionales del conductor? A las pocas ramitas de
follaje que se añaden cuidadosamente a un ramo, no para que sean el
elemento dominante, sino para darle estructura y cohesión. El conductor
ha de recordar que sus intervenciones no deben predominar, sino
complementar las palabras de alabanza que ofrezca la congregación. Cuando se
combinan hábilmente los diversos comentarios de la congregación con las pocas
y oportunas intervenciones del conductor, el resultado es un hermoso conjunto
de expresiones que edifica a los presentes.
“Ofrezcamos siempre a Dios sacrificio
de alabanza”
10 Lo que Pablo dice sobre las reuniones cristianas en
1 Corintios 14:26-33
nos ayuda a comprender mejor cómo se llevaban a cabo en el siglo primero.
Cierto biblista escribió lo siguiente sobre estos versículos: “Lo realmente
característico del culto de la Iglesia Primitiva debe de haber sido que casi
cualquier persona consideraba que tenía el privilegio y la obligación de
contribuir con algo en él. Nadie iba con la única intención de escuchar
pasivamente; sino más bien con la de recibir y aportar”. La verdad es
que los primeros cristianos veían las reuniones de congregación como
oportunidades de expresar su fe (Rom. 10:10).
11 Expresar nuestra fe en las reuniones contribuye en
gran manera a “la edificación de la congregación”. Seguramente concordará en
que, sin importar cuántos años llevemos asistiendo a las reuniones, sigue siendo
un verdadero placer escuchar los comentarios de nuestros hermanos y hermanas.
Nos conmueve la respuesta sincera de una fiel ancianita; nos anima la
observación perspicaz de un superintendente amoroso, y no podemos evitar
sonreír cuando un niño hace un comentario espontáneo que expresa su intenso
amor por Jehová. Está claro que al ofrecer comentarios todos contribuimos a
que las reuniones cristianas sean edificantes.
12 No obstante, a quienes luchan con la timidez
les puede ser muy difícil comentar. Si este es su caso, recuerde que
no es el único. Hasta siervos fieles de Dios como Moisés y Jeremías
reconocieron que no se sentían capaces de hablar en público (Éxo. 4:10; Jer. 1:6). Pero
tal como Jehová los ayudó a ellos a alabarlo públicamente, a usted también
le ayudará a ofrecer sacrificios de alabanza (léase Hebreos 13:15).
¿Qué puede hacer para que Dios le ayude a superar el temor a comentar?
En primer lugar, prepárese bien para la reunión. Luego, antes de ir al
Salón del Reino, pídale específicamente a Jehová que le dé el valor para
comentar (Fili. 4:6).
Como está solicitando algo “conforme a su voluntad”, puede estar seguro de
que él contestará su oración (1 Juan
5:14; Pro. 15:29).
Reuniones que nos edifican, animan
y confortan
13 Pablo dice que las reuniones de congregación
cumplen un importante propósito: edificar, animar y confortar a quienes
asisten a ellas (1 Cor.
14:3). Los ancianos cristianos hacen bien en preguntarse si sus
intervenciones realmente levantan el ánimo de los hermanos y los confortan.
Para averiguarlo, conviene analizar una reunión que Jesús dirigió poco
después de su resurrección.
14 En primer lugar, fíjese en los sucesos que
precedieron a esa reunión. Justo antes de que se diera muerte a Jesús, los
apóstoles “lo abandonaron y huyeron”, y tal como se había predicho, fueron
“esparcidos cada uno a su propia casa” (Mar. 14:50; Juan 16:32). Luego, tras su
resurrección, Jesús invitó a sus desmoralizados apóstoles a una reunión
especial. En respuesta, “los once discípulos fueron a Galilea, a la
montaña donde Jesús les había ordenado”. Cuando llegaron, “Jesús se acercó y
les habló” (Mat. 28:10,
16, 18). ¡Qué aliviados debieron sentirse al ver que Jesús tomó
la iniciativa! Y ¿de qué les habló el Maestro?
15 Jesús empezó comunicándoles lo siguiente a sus
discípulos: “Toda autoridad me ha sido dada”. Luego, les dio una asignación:
“Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos”. Finalmente, les dio esta amorosa
garantía: “Estoy con ustedes todos los días” (Mat. 28:18-20). ¿Se fijó en lo que Jesús no hizo?
No reprendió a sus apóstoles. No cuestionó sus motivos
ni agravó sus sentimientos de culpa recordándoles que se les había
debilitado su fe temporalmente. Lo que sí hizo fue confirmarles el amor
que él y su Padre les tenían encomendándoles una asignación muy importante.
¿Qué efecto tuvo esto en sus apóstoles? Se sintieron tan edificados,
animados y confortados que poco después de aquella reunión se les vio de
nuevo “enseñando y declarando las buenas nuevas” (Hech. 5:42).
16 Hoy día, los ancianos imitan a Jesús al ver las
reuniones como oportunidades de confirmar a los hermanos que nada los
separará del amor de Jehová (Rom.
8:38, 39). Por ello, durante sus intervenciones se enfocan en las
virtudes de sus hermanos, no en sus debilidades. Y no cuestionan sus
motivos. Más bien, sus palabras revelan que los consideran personas que aman
a Jehová y que desean hacer lo que a él le agrada (1 Tes. 4:1, 9-12). Por supuesto, hay
ocasiones en las que los ancianos quizás tengan que dar un consejo para
corregir a la congregación en general, pero si solo hace falta aconsejar a
unos cuantos, suele ser mejor hacerlo en privado (Gál. 6:1; 2 Tim. 2:24-26). Cuando los
ancianos se dirigen a la entera congregación, procuran dar encomio siempre
que sea oportuno (Isa.
32:2). Hacen lo posible por expresarse de tal manera que al concluir
la reunión todos los presentes se sientan alentados y fortalecidos (Mat. 11:28; Hech. 15:32).
Un remanso de paz
17 Como el mundo de Satanás se hace cada vez más
opresivo, tenemos que asegurarnos de que las reuniones cristianas sean un
remanso de paz, es decir, una fuente de consuelo para todos (1 Tes. 5:11). Una
hermana que años atrás afrontó una prueba muy difícil junto con su esposo
recuerda: “En el Salón del Reino, rodeados de nuestros hermanos, percibíamos
el tierno cuidado de Jehová. Sentíamos que podíamos arrojarle nuestra carga,
y eso nos daba paz” (Sal.
55:22). Queremos que todos los que asisten a nuestras reuniones se
sientan igual de animados y confortados. Para que así sea, desempeñemos el papel
que nos corresponde en hacer que las reuniones cristianas sean edificantes.
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(1 Corintios 14:26) 26 ¿Qué
ha de hacerse, pues, hermanos? Cuando ustedes se juntan, uno tiene un salmo,
otro tiene una enseñanza, otro tiene una revelación, otro tiene una lengua,
otro tiene una interpretación. Efectúense todas las cosas para edificación.
(1 Corintios 14:3) 3 Sin
embargo, el que profetiza edifica y anima y conforta a los hombres con su
habla.
(1 Corintios 14:12) 12 Por
eso ustedes mismos, también, dado que están celosamente deseosos de [dones
del] espíritu, procuren abundar en ellos para la edificación de la
congregación.
(1 Corintios 14:26) 26 ¿Qué
ha de hacerse, pues, hermanos? Cuando ustedes se juntan, uno tiene un salmo,
otro tiene una enseñanza, otro tiene una revelación, otro tiene una lengua,
otro tiene una interpretación. Efectúense todas las cosas para edificación.
(Salmo 26:12) 12 Mi propio
pie ciertamente estará plantado en un lugar llano; entre las multitudes
congregadas bendeciré a Jehová.
(Salmo 111:1) 111 ¡Alaben a Jah! א [’Á·lef] Elogiaré a Jehová con
todo [mi] corazón ב [Behth] en el grupo íntimo de los rectos y en la
asamblea.
(Nehemías 8:8) 8 Y continuaron
leyendo en voz alta del libro, de la ley del Dios [verdadero], la cual se
exponía, y había el poner[le] significado; y continuaron dando entendimiento
en la lectura.
(Isaías 54:13) 13 Y todos tus
hijos serán personas enseñadas por Jehová, y la paz de tus hijos será
abundante.
(Hechos 17:11) 11 Ahora bien,
estos eran de disposición más noble que los de Tesalónica, porque recibieron
la palabra con suma prontitud de ánimo, y examinaban con cuidado las
Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así.
(Hebreos 4:12) 12 Porque la
palabra de Dios es viva, y ejerce poder, y es más aguda que toda espada de
dos filos, y penetra hasta dividir entre alma y espíritu, y entre coyunturas
y [su] tuétano, y puede discernir pensamientos e intenciones de[l] corazón.
(Salmo 22:22) 22 Ciertamente
declararé tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.
(Salmo 35:18) 18 Ciertamente
te elogiaré en la congregación grande; entre un pueblo numeroso te alabaré.
(Salmo 40:9) 9 He
anunciado las buenas nuevas de la justicia en la congregación grande. ¡Mira!
No restrinjo mis labios. Oh Jehová, eso tú mismo lo sabes bien.
(Éxodo 4:10) 10 Entonces
Moisés dijo a Jehová: “Dispénsame, Jehová, pero no soy persona que hable con
fluidez, ni desde ayer ni desde antes de eso ni desde que hablaste con tu
siervo, porque soy lento de boca y lento de lengua”. . .
(Jeremías 1:6) 6 Pero yo dije:
“¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que realmente no sé hablar, pues solo
soy un muchacho”.
(Hebreos 13:15) 15 Mediante él
ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de
labios que hacen declaración pública de su nombre.
(Filipenses 4:6) 6 No se
inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con
acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios;
(1 Juan 5:14) 14 Y
esta es la confianza que tenemos para con él, que, no importa qué sea lo que
pidamos conforme a su voluntad, él nos oye.
(Proverbios 15:29) 29 Jehová está
muy lejos de los inicuos, pero oye la oración de los justos.
(1 Corintios 14:3) 3 Sin
embargo, el que profetiza edifica y anima y conforta a los hombres con su
habla.
(Marcos 14:50) 50 Y todos lo
abandonaron y huyeron.
(Juan 16:32) 32 ¡Miren!
Viene la hora, en realidad, ha llegado, en que serán esparcidos cada uno a su
propia casa, y me dejarán solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre
está conmigo.
(Mateo 28:10) 10 Entonces
Jesús les dijo: “¡No teman! Vayan, informen a mis hermanos, para que se vayan
a Galilea; y allí me verán”.
18 Y Jesús se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha
sido dada en el cielo y sobre la tierra. 19 Vayan, por
lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en
el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles
a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con
ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.
(Hechos 5:42) 42 Y todos los
días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y
declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.
38 Porque estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles,
ni gobiernos, ni cosas aquí ahora, ni cosas por venir, ni poderes, 39 ni
altura, ni profundidad, ni ninguna otra creación podrá separarnos del amor de
Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor.
(1 Tesalonicenses 4:1) 4
Finalmente, hermanos, les solicitamos y exhortamos por el Señor Jesús, tal
como ustedes recibieron de nosotros [la instrucción] acerca de cómo deben
andar y agradar a Dios, tal como de hecho están andando: que sigan haciéndolo
más plenamente.
(Gálatas 6:1) 6 Hermanos, aunque un hombre dé
algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen
las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu
de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por temor de que tú también seas
tentado.
(2 Timoteo 2:24-26) 24 Pero
el esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para
con todos, capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, 25 instruyendo
con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos; ya que Dios
quizás les dé arrepentimiento que conduzca a un conocimiento exacto de la
verdad, 26 y recobren el juicio fuera del lazo del
Diablo, ya que han sido pescados vivos por él para la voluntad de ese.
(Isaías 32:2) 2 Y cada uno
tiene que resultar ser como escondite contra el viento y escondrijo contra la
tempestad de lluvia, como corrientes de agua en país árido, como la sombra de
un peñasco pesado en una tierra agotada.
(Mateo 11:28) 28 Vengan a mí,
todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré.
(Hechos 15:32) 32 Y Judas y
Silas, puesto que ellos mismos también eran profetas, animaron a los hermanos
con muchos discursos, y los fortalecieron.
(1 Tesalonicenses 5:11) 11 Por
lo tanto, sigan consolándose unos a otros y edificándose unos a otros, así
como de hecho lo están haciendo.
(Salmo 55:22) 22 Arroja tu
carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará. Nunca permitirá que
tambalee el justo.
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sábado, 3 de noviembre de 2012
sábado, 03 de noviembre de 2012
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