sábado, 3 de noviembre de 2012

sábado, 03 de noviembre de 2012



TEXTO DEL DIA

CITA BIBLICA
Descripción Biblia

Referencias BIBLICAS
*** Texto del sábado, 03 de noviembre de 2012 ***
Sábado 3 de noviembre
Con la boca se presenta declaración pública para salvación (Rom. 10:10).

► es12 pág. 109 Noviembre
(Romanos 10:10)
Porque con el corazón
(1 Crónicas 28:9) ”Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre y sírvele con corazón completo y con alma deleitosa; porque todos los corazones Jehová los está escudriñando, y toda inclinación de los pensamientos la está discerniendo. Si tú lo buscas, él se dejará hallar de ti; pero si lo dejas, él te desechará para siempre.
(2 Tesalonicenses 3:5) Que el Señor continúe dirigiendo sus corazones con éxito al amor de Dios y al aguante por el Cristo.

(Salmo 9:10) Y los que conocen tu nombre confiarán en ti, porque ciertamente no dejarás a los que te buscan, oh Jehová.
(Jeremías 9:24) “Pero el que se gloría, gloríese a causa de esta misma cosa: de tener perspicacia y de tener conocimiento de mí, que yo soy Jehová, Aquel que ejerce bondad amorosa, derecho y justicia en la tierra; porque en estas cosas de veras me deleito”, es la expresión de Jehová.
(Hebreos 8:11) ”’Y de ningún modo enseñarán ellos cada uno a su conciudadano y cada uno a su hermano, diciendo: “¡Conoce a Jehová!”. Porque todos ellos me conocerán, desde [el] menor hasta [el] mayor de ellos.
(Deuteronomio 10:12) 12 ”Y ahora, oh Israel, ¿qué está pidiendo de ti Jehová tu Dios sino que temas a Jehová tu Dios, de modo que andes en todos sus caminos, y lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma;
(1 Reyes 8:61) Y el corazón de ustedes tiene que resultar completo para con Jehová nuestro Dios, andando en sus disposiciones reglamentarias y guardando sus mandamientos como en este día”.
(2 Reyes 20:3) “Te ruego, oh Jehová, recuerda, por favor, cómo he andado delante de ti en veracidad y con corazón completo, y lo que era bueno a tus ojos he hecho”. Y Ezequías se puso a llorar profusamente.
(Salmo 101:2) De veras actuaré con discreción en un camino exento de falta. ¿Cuándo vendrás a mí? Andaré en la integridad de mi corazón dentro de mi casa.
(Salmo 37:4) También deléitate exquisitamente en Jehová, y él te dará las peticiones de tu corazón.
(Salmo 73:25) ¿A quién tengo yo en los cielos? Y además de ti, de veras no tengo otro deleite en la tierra.
(Deuteronomio 31:17) Por lo cual mi cólera verdaderamente se encenderá contra ellos en aquel día, y ciertamente los abandonaré y ocultaré de ellos mi rostro, y tendrán que llegar a ser algo que será consumido; y muchas calamidades y angustias tendrán que venir sobre ellos, y es seguro que dirán en aquel día: ‘¿No será porque nuestro Dios no está en medio de nosotros por lo que nos han sobrevenido estas calamidades?’.
(Salmo 73:27) Porque, ¡mira!, los mismísimos que se mantienen alejados de ti perecerán. Ciertamente reducirás a silencio a todo el que, inmoralmente, te deja.
(Isaías 1:28) Y el ruidoso estrellarse de los sublevadores y el de los pecadores será al mismo tiempo, y los que dejan a Jehová se desharán.
(Hebreos 10:38) “Pero mi justo vivirá a causa de la fe”, y, “si se retrae, mi alma no se complace en él”.

(1 Juan 5:3) 3 Pues esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus mandamientos no son gravosos,
(Lucas 21:19) Mediante el aguante de parte de ustedes adquirirán sus almas.
(Romanos 5:3) Y no solo eso, sino que alborocémonos estando en tribulaciones, puesto que sabemos que la tribulación produce aguante;
se ejerce fe para justicia, pero con la boca se presenta declaración pública para salvación.
(2 Corintios 4:13) Ahora bien, porque tenemos el mismo espíritu de fe como aquel del cual está escrito: “Ejercí fe, por eso hablé”, nosotros también ejercemos fe y por eso hablamos,
(Hebreos 13:15) Mediante él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre.

(Salmo 116:10) 10 Tuve fe, porque procedí a hablar. Yo mismo fui muy afligido.


(Levítico 7:12) Si lo fuera a presentar en expresión de acción de gracias, entonces tendrá que presentar junto con el sacrificio de acción de gracias tortas anulares no fermentadas, mojadas ligeramente con aceite, y galletitas delgadas no fermentadas untadas con aceite, y flor de harina bien mezclada hecha en tortas anulares, mojadas ligeramente con aceite.
(2 Crónicas 29:31) Finalmente Ezequías respondió y dijo: “Ahora ustedes han llenado su mano con poder para Jehová. Acérquense, y traigan sacrificios y sacrificios de acción de gracias a la casa de Jehová”. Y la congregación empezó a traer sacrificios y sacrificios de acción de gracias, y también, todo el de corazón dispuesto, ofrendas quemadas.
(Salmo 50:14) Ofrece acción de gracias como tu sacrificio a Dios, y paga al Altísimo tus votos;
(1 Pedro 2:5) ustedes mismos también como piedras vivas están siendo edificados en casa espiritual para el propósito de un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptos a Dios mediante Jesucristo.
(Salmo 69:30) Ciertamente alabaré el nombre de Dios con canción, y lo engrandeceré, sí, con acción de gracias.
(Oseas 14:2) Tomen con ustedes palabras y vuelvan a Jehová. Díganle todos: ‘Dígnate perdonar el error; y acepta lo que es bueno, y ciertamente ofreceremos en cambio los toros jóvenes de nuestros labios.
(1 Corintios 9:16) Ahora bien, si declaro las buenas nuevas, eso no es motivo para que me jacte, porque necesidad me está impuesta. Realmente, ¡ay de mí si no declarara las buenas nuevas!
(Mateo 24:14) Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
(Romanos 10:9) Porque si declaras públicamente aquella ‘palabra en tu propia boca’, que Jesús es Señor, y en tu corazón ejerces fe en que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.
Lo que Pablo dice sobre las reuniones cristianas en 1 Corintios 14:26-33
(1 Corintios 14:26-33)
¿Qué ha de hacerse, pues, hermanos? Cuando ustedes se juntan, uno tiene un salmo, otro tiene una enseñanza, otro tiene una revelación, otro tiene una lengua, otro tiene una interpretación.
(1 Corintios 12:10) 10 a otro operaciones de obras poderosas, a otro el profetizar, a otro discernimiento de expresiones inspiradas, a otro lenguas diferentes, y a otro interpretación de lenguas.

Efectúense todas las cosas para edificación.
(Romanos 14:19) Por eso, pues, sigamos tras las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven para edificación mutua.
(2 Corintios 12:19) ¿Han estado ustedes pensando todo este tiempo que hemos estado presentando nuestra defensa a ustedes? Es ante Dios ante quien estamos hablando con relación a Cristo. Pero, amados, todas las cosas son para su edificación.
27 Y si alguno habla en una lengua, limítese esto a dos o tres a lo más, y por turno; y que alguien traduzca.
(1 Corintios 14:5) 5 Ahora bien, yo quisiera que todos ustedes hablaran en lenguas, pero prefiero que profeticen. Realmente, el que profetiza es mayor que el que habla en lenguas, a no ser, de hecho, que traduzca, para que la congregación reciba edificación.
28 Pero si no hay traductor, que guarde silencio en la congregación y hable consigo mismo
(1 Corintios 14:4) 4 El que habla en una lengua se edifica a sí mismo, pero el que profetiza edifica a la congregación.

y con Dios. 29 Además, hablen dos o tres profetas,
(Hechos 13:1) Ahora bien, había en Antioquía profetas y maestros en la congregación local: tanto Bernabé como Symeón, que se llamaba Niger, y Lucio de Cirene, y Manaén, que se había educado con Herodes el gobernante de distrito, y Saulo.
(Efesios 4:11) Y dio algunos como apóstoles, algunos como profetas, algunos como evangelizadores, algunos como pastores y maestros,
y los demás disciernan el significado.
21 Asegúrense de todas las cosas; adhiéranse firmemente a lo que es excelente.
30 Pero si hay una revelación a otro
(1 Corintios 12:10) 10 a otro operaciones de obras poderosas, a otro el profetizar, a otro discernimiento de expresiones inspiradas, a otro lenguas diferentes, y a otro interpretación de lenguas.

mientras está sentado allí, que el primero calle. 31 Porque todos ustedes pueden profetizar
(Romanos 12:6) Entonces, puesto que tenemos dones que difieren según la bondad inmerecida que se nos ha dado, si es profecía, [profeticemos] según la proporción de fe que se [nos] haya dado;
(1 Tesalonicenses 5:20) No traten con desdén el profetizar.
uno por uno, para que todos aprendan y todos reciban estímulo.
(Hebreos 10:25) 25 sin abandonar el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día se acerca.
32 Y [los dones del] espíritu de los profetas han de ser controlados por los profetas. 33 Porque Dios no es [Dios] de desorden,
(1 Corintios 14:40) Pero que todas las cosas se efectúen decentemente y por arreglo.
(Gálatas 5:25) Si estamos viviendo por espíritu, sigamos andando ordenadamente también por espíritu.
(Colosenses 2:5) Porque aunque estoy ausente en la carne, sin embargo estoy con ustedes en el espíritu, regocijándome y contemplando su buen orden y la firmeza de su fe para con Cristo.
sino de paz. Como en todas las congregaciones de los santos,
(Romanos 15:33) 33 Que el Dios que da paz esté con todos ustedes. Amén.

33 nos ayuda a comprender mejor cómo se llevaban a cabo en el primer siglo. Los primeros cristianos veían las reuniones como oportunidades de expresar su fe. Hacer lo mismo en nuestras reuniones contribuye en gran manera a “la edificación de la congregación” (1 Cor. 14:12). Seguramente concordará en que, sin importar cuántos años llevemos asistiendo a las reuniones, sigue siendo un verdadero placer escuchar los comentarios de nuestros hermanos y hermanas. Nos conmueve la respuesta sincera de una fiel ancianita; nos anima la observación perspicaz de un superintendente amoroso, y no podemos evitar sonreír cuando un niño hace un comentario espontáneo que expresa su intenso amor por Jehová. Está claro que al ofrecer comentarios todos contribuimos a que las reuniones cristianas sean edificantes. w10 15/10 4:10, 11
(1 Corintios 14:12)
Por eso ustedes mismos, también, dado que están celosamente deseosos de [dones del] espíritu,
(1 Corintios 12:1) Ahora bien, respecto a los dones espirituales, hermanos, no quiero que estén en ignorancia.
(1 Corintios 12:7) Pero la manifestación del espíritu se da a cada uno con un propósito provechoso.
procuren abundar en ellos para la edificación de la congregación.
*** Documento extraído ***
(1 Corintios 14:4) El que habla en una lengua se edifica a sí mismo, pero el que profetiza edifica a la congregación.
(1 Corintios 14:26) ¿Qué ha de hacerse, pues, hermanos? Cuando ustedes se juntan, uno tiene un salmo, otro tiene una enseñanza, otro tiene una revelación, otro tiene una lengua, otro tiene una interpretación. Efectúense todas las cosas para edificación.



(1 Corintios 12:10) 10 a otro operaciones de obras poderosas, a otro el profetizar, a otro discernimiento de expresiones inspiradas, a otro lenguas diferentes, y a otro interpretación de lenguas.



(Romanos 14:19) Por eso, pues, sigamos tras las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven para edificación mutua.
(2 Corintios 12:19) ¿Han estado ustedes pensando todo este tiempo que hemos estado presentando nuestra defensa a ustedes? Es ante Dios ante quien estamos hablando con relación a Cristo. Pero, amados, todas las cosas son para su edificación.

*** w10 15/10 págs. 20-25 ¿Contribuye usted a que las reuniones cristianas sean edificantes? ***

¿Contribuye usted a que las reuniones cristianas sean edificantes?

 “Cuando ustedes se junt[e]n, [...] efectúense todas las cosas para edificación.” (1 COR. 14:26)
“¡QUÉ reunión tan buena y edificante!” Seguro que todos hemos dicho algo parecido después de una reunión en el Salón del Reino. Tales ocasiones son verdaderamente animadoras, y no nos extraña, pues —al igual que en los días de los primeros cristianos— un importante objetivo de las reuniones de congregación es fortalecer espiritualmente a los presentes. El apóstol Pablo lo recalca en su primera carta a los Corintios. En el capítulo 14 menciona una y otra vez que todo lo que se presenta en las reuniones debe ser siempre para “la edificación de la congregación(léase 1 Corintios 14:3, 12, 26).
2 Sabemos que las reuniones son edificantes y provechosas gracias, ante todo, a la influencia del espíritu de Dios. Por eso empezamos cada reunión con una oración sincera en la que pedimos a nuestro Padre celestial que la bendiga con su espíritu santo. No obstante, reconocemos que todos los miembros de la congregación pueden contribuir a que el programa sea lo más edificante posible. ¿Qué pasos podemos dar personalmente para que las reuniones semanales que se celebran en nuestro Salón del Reino sean siempre alentadoras y fortalecedoras en sentido espiritual?
3 Para contestar esa pregunta, examinaremos algunos aspectos de nuestras reuniones que deben tener presentes quienes las dirigen. También veremos cómo la congregación en conjunto puede contribuir a que estas les levanten el ánimo a todos los concurrentes. Este asunto merece nuestra atención porque nuestras reuniones son sagradas; de hecho, nuestra asistencia y participación son rasgos importantes de nuestra adoración a Jehová (Sal. 26:12; 111:1; Isa. 66:22, 23).
Una reunión ideada para estudiar la Biblia
4 Todos queremos beneficiarnos plenamente del Estudio de La Atalaya. Para ello, debemos entender bien el objetivo principal de esta reunión semanal. Con ese fin, repasemos algunos cambios que se han hecho a la revista La Atalaya y a los artículos de estudio.
5 A partir del primer número de la edición de estudio —el del 15 de enero de 2008— se incluyó algo importante en la portada. ¿Lo notó usted? Fíjese bien en la portada de la revista que tiene en la mano. Allí, en la base de la torre, hay una Biblia abierta, lo cual subraya la razón por la que celebramos el Estudio de La Atalaya: estudiar la Biblia con la ayuda de dicha revista. Así es, en esta reunión semanal se expone la Palabra de Dios y se le pone significado, tal como se hacía en los días de Nehemías (Neh. 8:8; Isa. 54:13).
6 Teniendo en cuenta que nuestro principal libro de texto es la Biblia, se hizo un cambio en los artículos de estudio: ahora algunos textos van precedidos de la palabra léase. Se anima a todos a seguir la lectura de estos versículos durante la reunión empleando su propia Biblia (Hech. 17:11). ¿Por qué? Cuando vemos los consejos de Dios en nuestra Biblia, nos causan una impresión más profunda (Heb. 4:12). Por eso, antes de que dichos textos se lean, el conductor debe dar a los presentes suficiente tiempo para encontrarlos y seguir su lectura.
Más tiempo disponible para expresar nuestra fe
7 Otro cambio en los artículos de estudio es que ahora son más cortos. Al dedicar menos tiempo a leer los párrafos, queda más tiempo para ofrecer comentarios. Gracias a ello, más miembros de la congregación tienen la oportunidad de expresar públicamente su fe. Por ejemplo, pueden contestar una pregunta impresa, señalar la aplicación de un texto o relatar una breve experiencia que demuestre lo sabio que es seguir los principios de la Biblia. También debe utilizarse algo de tiempo para comentar las ilustraciones (léanse Salmo 22:22; 35:18, y 40:9).
8 Ahora bien, ese tiempo adicional para que haya una mayor participación durante el Estudio de La Atalaya solo se aprovechará si los comentarios del auditorio son breves y el conductor no interviene con demasiada frecuencia. ¿Qué ayudará al conductor a que sus comentarios complementen los de la congregación a fin de que la reunión sea edificante para todos?
9 Contestemos esa pregunta con una ilustración. Un Estudio de La Atalaya bien dirigido puede compararse a un hermoso ramo de flores. Tal como un ramo consta de muchas flores, el Estudio de La Atalaya consta de muchos comentarios. Y así como las flores varían en tamaño y color, los comentarios del auditorio varían en largura y en forma de presentarse. Y ¿a qué pueden compararse las intervenciones ocasionales del conductor? A las pocas ramitas de follaje que se añaden cuidadosamente a un ramo, no para que sean el elemento dominante, sino para darle estructura y cohesión. El conductor ha de recordar que sus intervenciones no deben predominar, sino complementar las palabras de alabanza que ofrezca la congregación. Cuando se combinan hábilmente los diversos comentarios de la congregación con las pocas y oportunas intervenciones del conductor, el resultado es un hermoso conjunto de expresiones que edifica a los presentes.
“Ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza”
10 Lo que Pablo dice sobre las reuniones cristianas en 1 Corintios 14:26-33 nos ayuda a comprender mejor cómo se llevaban a cabo en el siglo primero. Cierto biblista escribió lo siguiente sobre estos versículos: “Lo realmente característico del culto de la Iglesia Primitiva debe de haber sido que casi cualquier persona consideraba que tenía el privilegio y la obligación de contribuir con algo en él. Nadie iba con la única intención de escuchar pasivamente; sino más bien con la de recibir y aportar”. La verdad es que los primeros cristianos veían las reuniones de congregación como oportunidades de expresar su fe (Rom. 10:10).
11 Expresar nuestra fe en las reuniones contribuye en gran manera a “la edificación de la congregación”. Seguramente concordará en que, sin importar cuántos años llevemos asistiendo a las reuniones, sigue siendo un verdadero placer escuchar los comentarios de nuestros hermanos y hermanas. Nos conmueve la respuesta sincera de una fiel ancianita; nos anima la observación perspicaz de un superintendente amoroso, y no podemos evitar sonreír cuando un niño hace un comentario espontáneo que expresa su intenso amor por Jehová. Está claro que al ofrecer comentarios todos contribuimos a que las reuniones cristianas sean edificantes.
12 No obstante, a quienes luchan con la timidez les puede ser muy difícil comentar. Si este es su caso, recuerde que no es el único. Hasta siervos fieles de Dios como Moisés y Jeremías reconocieron que no se sentían capaces de hablar en público (Éxo. 4:10; Jer. 1:6). Pero tal como Jehová los ayudó a ellos a alabarlo públicamente, a usted también le ayudará a ofrecer sacrificios de alabanza (léase Hebreos 13:15). ¿Qué puede hacer para que Dios le ayude a superar el temor a comentar? En primer lugar, prepárese bien para la reunión. Luego, antes de ir al Salón del Reino, pídale específicamente a Jehová que le dé el valor para comentar (Fili. 4:6). Como está solicitando algo “conforme a su voluntad”, puede estar seguro de que él contestará su oración (1 Juan 5:14; Pro. 15:29).
Reuniones que nos edifican, animan y confortan
13 Pablo dice que las reuniones de congregación cumplen un importante propósito: edificar, animar y confortar a quienes asisten a ellas (1 Cor. 14:3). Los ancianos cristianos hacen bien en preguntarse si sus intervenciones realmente levantan el ánimo de los hermanos y los confortan. Para averiguarlo, conviene analizar una reunión que Jesús dirigió poco después de su resurrección.
14 En primer lugar, fíjese en los sucesos que precedieron a esa reunión. Justo antes de que se diera muerte a Jesús, los apóstoles “lo abandonaron y huyeron”, y tal como se había predicho, fueron “esparcidos cada uno a su propia casa” (Mar. 14:50; Juan 16:32). Luego, tras su resurrección, Jesús invitó a sus desmoralizados apóstoles a una reunión especial. En respuesta, “los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús les había ordenado”. Cuando llegaron, “Jesús se acercó y les habló” (Mat. 28:10, 16, 18). ¡Qué aliviados debieron sentirse al ver que Jesús tomó la iniciativa! Y ¿de qué les habló el Maestro?
15 Jesús empezó comunicándoles lo siguiente a sus discípulos: “Toda autoridad me ha sido dada”. Luego, les dio una asignación: “Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos”. Finalmente, les dio esta amorosa garantía: “Estoy con ustedes todos los días” (Mat. 28:18-20). ¿Se fijó en lo que Jesús no hizo? No reprendió a sus apóstoles. No cuestionó sus motivos ni agravó sus sentimientos de culpa recordándoles que se les había debilitado su fe temporalmente. Lo que sí hizo fue confirmarles el amor que él y su Padre les tenían encomendándoles una asignación muy importante. ¿Qué efecto tuvo esto en sus apóstoles? Se sintieron tan edificados, animados y confortados que poco después de aquella reunión se les vio de nuevo “enseñando y declarando las buenas nuevas” (Hech. 5:42).
16 Hoy día, los ancianos imitan a Jesús al ver las reuniones como oportunidades de confirmar a los hermanos que nada los separará del amor de Jehová (Rom. 8:38, 39). Por ello, durante sus intervenciones se enfocan en las virtudes de sus hermanos, no en sus debilidades. Y no cuestionan sus motivos. Más bien, sus palabras revelan que los consideran personas que aman a Jehová y que desean hacer lo que a él le agrada (1 Tes. 4:1, 9-12). Por supuesto, hay ocasiones en las que los ancianos quizás tengan que dar un consejo para corregir a la congregación en general, pero si solo hace falta aconsejar a unos cuantos, suele ser mejor hacerlo en privado (Gál. 6:1; 2 Tim. 2:24-26). Cuando los ancianos se dirigen a la entera congregación, procuran dar encomio siempre que sea oportuno (Isa. 32:2). Hacen lo posible por expresarse de tal manera que al concluir la reunión todos los presentes se sientan alentados y fortalecidos (Mat. 11:28; Hech. 15:32).
Un remanso de paz
17 Como el mundo de Satanás se hace cada vez más opresivo, tenemos que asegurarnos de que las reuniones cristianas sean un remanso de paz, es decir, una fuente de consuelo para todos (1 Tes. 5:11). Una hermana que años atrás afrontó una prueba muy difícil junto con su esposo recuerda: “En el Salón del Reino, rodeados de nuestros hermanos, percibíamos el tierno cuidado de Jehová. Sentíamos que podíamos arrojarle nuestra carga, y eso nos daba paz” (Sal. 55:22). Queremos que todos los que asisten a nuestras reuniones se sientan igual de animados y confortados. Para que así sea, desempeñemos el papel que nos corresponde en hacer que las reuniones cristianas sean edificantes.




(1 Corintios 14:26) 26 ¿Qué ha de hacerse, pues, hermanos? Cuando ustedes se juntan, uno tiene un salmo, otro tiene una enseñanza, otro tiene una revelación, otro tiene una lengua, otro tiene una interpretación. Efectúense todas las cosas para edificación.
(1 Corintios 14:3) 3 Sin embargo, el que profetiza edifica y anima y conforta a los hombres con su habla.
(1 Corintios 14:12) 12 Por eso ustedes mismos, también, dado que están celosamente deseosos de [dones del] espíritu, procuren abundar en ellos para la edificación de la congregación.
(1 Corintios 14:26) 26 ¿Qué ha de hacerse, pues, hermanos? Cuando ustedes se juntan, uno tiene un salmo, otro tiene una enseñanza, otro tiene una revelación, otro tiene una lengua, otro tiene una interpretación. Efectúense todas las cosas para edificación.
(Salmo 26:12) 12 Mi propio pie ciertamente estará plantado en un lugar llano; entre las multitudes congregadas bendeciré a Jehová.
(Salmo 111:1) 111  ¡Alaben a Jah! א [’Á·lef] Elogiaré a Jehová con todo [mi] corazón ב [Behth] en el grupo íntimo de los rectos y en la asamblea.
(Nehemías 8:8) 8 Y continuaron leyendo en voz alta del libro, de la ley del Dios [verdadero], la cual se exponía, y había el poner[le] significado; y continuaron dando entendimiento en la lectura.
(Isaías 54:13) 13 Y todos tus hijos serán personas enseñadas por Jehová, y la paz de tus hijos será abundante.
(Hechos 17:11) 11 Ahora bien, estos eran de disposición más noble que los de Tesalónica, porque recibieron la palabra con suma prontitud de ánimo, y examinaban con cuidado las Escrituras diariamente en cuanto a si estas cosas eran así.
(Hebreos 4:12) 12 Porque la palabra de Dios es viva, y ejerce poder, y es más aguda que toda espada de dos filos, y penetra hasta dividir entre alma y espíritu, y entre coyunturas y [su] tuétano, y puede discernir pensamientos e intenciones de[l] corazón.
(Salmo 22:22) 22 Ciertamente declararé tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré.
(Salmo 35:18) 18 Ciertamente te elogiaré en la congregación grande; entre un pueblo numeroso te alabaré.
(Salmo 40:9)  9 He anunciado las buenas nuevas de la justicia en la congregación grande. ¡Mira! No restrinjo mis labios. Oh Jehová, eso tú mismo lo sabes bien.
(Éxodo 4:10) 10 Entonces Moisés dijo a Jehová: “Dispénsame, Jehová, pero no soy persona que hable con fluidez, ni desde ayer ni desde antes de eso ni desde que hablaste con tu siervo, porque soy lento de boca y lento de lengua”. . .
(Jeremías 1:6) 6 Pero yo dije: “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que realmente no sé hablar, pues solo soy un muchacho”.
(Hebreos 13:15) 15 Mediante él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre.
(Filipenses 4:6) 6 No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios;
(1 Juan 5:14) 14 Y esta es la confianza que tenemos para con él, que, no importa qué sea lo que pidamos conforme a su voluntad, él nos oye.
(Proverbios 15:29) 29 Jehová está muy lejos de los inicuos, pero oye la oración de los justos.
(1 Corintios 14:3) 3 Sin embargo, el que profetiza edifica y anima y conforta a los hombres con su habla.
(Marcos 14:50) 50 Y todos lo abandonaron y huyeron.
(Juan 16:32) 32 ¡Miren! Viene la hora, en realidad, ha llegado, en que serán esparcidos cada uno a su propia casa, y me dejarán solo; y sin embargo no estoy solo, porque el Padre está conmigo.
(Mateo 28:10) 10 Entonces Jesús les dijo: “¡No teman! Vayan, informen a mis hermanos, para que se vayan a Galilea; y allí me verán”.
18 Y Jesús se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. 19 Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.
(Hechos 5:42) 42 Y todos los días en el templo, y de casa en casa, continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.
38 Porque estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni gobiernos, ni cosas aquí ahora, ni cosas por venir, ni poderes, 39 ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra creación podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor.
(1 Tesalonicenses 4:1) 4 Finalmente, hermanos, les solicitamos y exhortamos por el Señor Jesús, tal como ustedes recibieron de nosotros [la instrucción] acerca de cómo deben andar y agradar a Dios, tal como de hecho están andando: que sigan haciéndolo más plenamente.
(Gálatas 6:1) 6 Hermanos, aunque un hombre dé algún paso en falso antes que se dé cuenta de ello, ustedes los que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad, vigilándote a ti mismo, por temor de que tú también seas tentado.
(2 Timoteo 2:24-26) 24 Pero el esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser amable para con todos, capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, 25 instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos; ya que Dios quizás les dé arrepentimiento que conduzca a un conocimiento exacto de la verdad, 26 y recobren el juicio fuera del lazo del Diablo, ya que han sido pescados vivos por él para la voluntad de ese.
(Isaías 32:2) 2 Y cada uno tiene que resultar ser como escondite contra el viento y escondrijo contra la tempestad de lluvia, como corrientes de agua en país árido, como la sombra de un peñasco pesado en una tierra agotada.
(Mateo 11:28) 28 Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré.
(Hechos 15:32) 32 Y Judas y Silas, puesto que ellos mismos también eran profetas, animaron a los hermanos con muchos discursos, y los fortalecieron.
(1 Tesalonicenses 5:11) 11 Por lo tanto, sigan consolándose unos a otros y edificándose unos a otros, así como de hecho lo están haciendo.
(Salmo 55:22) 22 Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará. Nunca permitirá que tambalee el justo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario