TEXTO DEL DIA
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CITA BIBLICA
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Descripción Biblia
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Referencias BIBLICAS
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*** Texto del Viernes, 23 de Noviembre de 2012 ***
Viernes 23 de noviembre
No nos rendimos (2 Cor. 4:16).
► es12 pág. 116 Noviembre
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(2 Corintios 4:16)
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Por lo tanto no nos rendimos; más bien, aunque el
hombre que somos exteriormente se vaya desgastando, ciertamente el hombre que somos interiormente va
renovándose de día en día.
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(Romanos 7:22)
Verdaderamente me deleito en la ley de
Dios conforme al hombre que soy por dentro,
(Colosenses 3:10) y
vístanse de la nueva [personalidad], que mediante conocimiento exacto va
haciéndose nueva según la imagen de Aquel que la ha creado,
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(Salmo 1:2)
2 Antes bien, su deleite está en la ley de
Jehová, y día y noche lee en su ley en voz baja.
(2
Corintios 4:16) Por lo tanto no nos rendimos; más bien, aunque
el hombre que somos exteriormente se vaya desgastando, ciertamente el hombre
que somos interiormente va renovándose de día en día.
(Efesios 3:16) a fin de que les conceda, según las
riquezas de su gloria, que sean hechos poderosos en el hombre que son en el
interior, con poder mediante el espíritu de él,
(Efesios 4:23) pero que deben ser hechos nuevos en la
fuerza que impulsa su mente,
(Romanos 12:2) Y cesen de amoldarse a este sistema de
cosas; más bien, transfórmense rehaciendo su mente, para que prueben para
ustedes mismos lo que es la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.
(Efesios 4:24) y deben vestirse de la nueva
personalidad que fue creada conforme a la voluntad de Dios en verdadera
justicia y lealtad.
(Génesis 1:27) Y Dios procedió a crear al hombre a su
imagen, a la imagen de Dios lo creó; macho y hembra los creó.
(1
Pedro 1:16) porque está escrito: “Tienen que ser santos, porque
yo soy santo”.
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Algunos cristianos
quizás estén desanimados porque han tenido que esperar el fin de este mundo
más tiempo del que imaginaban (Pro. 13:12).
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(Proverbios 13:12)
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La expectación
pospuesta enferma el
corazón,
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(Salmo 69:3) He
quedado cansado debido a mi clamar; mi garganta ha quedado ronca. Mis ojos
han fallado en espera de mi Dios.
(Salmo 143:7) Oh
apresúrate, respóndeme, oh Jehová. Mi espíritu se ha acabado. No ocultes de
mí tu rostro, o de otro modo tendré que llegar a ser comparable a los que
bajan al hoyo.
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pero la cosa
deseada es árbol de vida cuando
sí viene.
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(Génesis 21:7) Y
añadió: “¿Quién hubiera expresado [esto] a Abrahán: ‘Sara ciertamente
amamantará hijos’, cuando el caso es que he dado a luz un hijo cuando él es
viejo?”.
(Lucas 2:30)
porque mis ojos han visto tu medio de salvar
(Filipenses 1:23) Estas
dos cosas me tienen en premura; pero lo que sí deseo es la liberación y el
estar con Cristo, porque esto, de seguro, es mucho mejor.
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Algunos cristianos
quizás estén desanimados porque han tenido que esperar el fin de este mundo
más tiempo del que imaginaban (Pro. 13:12). ¿Qué puede darles aliento? Estas
palabras de Habacuc 2:3: “La visión es todavía para el tiempo señalado, y
sigue jadeando hasta el fin, y no dirá mentira. Aun si tardara, mantente
en expectación de ella; porque sin falta se realizará. No llegará
tarde”. Como vemos, contamos con la garantía expresa de Jehová de que el fin
llegará justo en el momento que él ha fijado. Sin duda, los siervos fieles de
Jehová anhelamos el día en que el cansancio y el abatimiento queden en el
pasado y todo el mundo goce de “vigor juvenil” (Job 33:25).
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(Habacuc 2:3)
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Porque [la] visión es todavía para el tiempo señalado,
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(Daniel 8:19) Y
pasó a decir: “Mira, te voy a hacer saber lo que ocurrirá en la parte final
de la denunciación, porque es para el señalado tiempo de[l] fin.
(Daniel 10:14) Y he
venido a hacer que disciernas lo que acaecerá a tu pueblo en la parte final
de los días, porque es una visión todavía para los días [venideros]”.
(Hechos 17:26) E
hizo de un solo [hombre] toda nación de hombres, para que moren sobre la
entera superficie de la tierra, y decretó los tiempos señalados y los límites
fijos de la morada de [los hombres],
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y sigue jadeando
hasta el fin, y no dirá mentira. Aun si tardara, manténte en expectación de
ella; porque sin falta se realizará. No llegará tarde.
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(Miqueas 7:7) Pero
en cuanto a mí, por Jehová me mantendré vigilante. Ciertamente mostraré una
actitud de espera por el Dios de mi salvación. Mi Dios me oirá.
(Santiago 5:7)
Ejerzan paciencia, por lo tanto, hermanos, hasta la presencia del Señor.
¡Miren! El labrador sigue esperando el precioso fruto de la tierra,
aguardándolo con paciencia hasta que recibe la lluvia temprana y la lluvia
tardía.
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(Job 33:25)
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Que su carne se
haga más fresca que en la
juventud;
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(2 Reyes 5:14) 14 Por
lo cual él bajó y empezó a sumergirse en el Jordán siete veces, conforme a la
palabra del hombre del Dios [verdadero]; después de lo cual su carne se
volvió como la carne de un muchachito, y quedó limpio.
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que vuelva a los
días de su vigor juvenil’.
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*** Documento extraído ***
(Deuteronomio 34:7) Y
Moisés tenía ciento veinte años de edad al morir. Su ojo no se había
oscurecido, y su fuerza vital no había huido.
(Job 42:16) Y
después de esto Job continuó viviendo ciento cuarenta años, y llegó a ver a
sus hijos y sus nietos... cuatro generaciones.
(Salmo 103:5) que
está satisfaciendo tu vida entera con lo que es bueno; tu juventud sigue
renovándose tal como la de un águila.
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Aun hoy podemos
disfrutar de la fortaleza interior que nos brinda el espíritu santo si
participamos en las animadoras actividades cristianas (Efe. 3:16). w11 15/1 4:17, 18
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(Efesios 3:16)
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a fin de que les conceda, según las riquezas
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(Romanos 9:23) a fin
de dar a conocer las riquezas de su gloria sobre vasos de misericordia, que
él preparó de antemano para gloria,
(Filipenses 4:19) A su
vez, mi Dios suplirá plenamente toda necesidad de ustedes al alcance de sus
riquezas en gloria por medio de Cristo Jesús.
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de su gloria, que sean hechos poderosos en el hombre
que son en el interior,
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(Romanos 7:22)
Verdaderamente me deleito en la ley de Dios conforme al hombre que soy por
dentro,
(2 Corintios 4:16)
Por lo tanto no nos rendimos; más bien, aunque el hombre que somos
exteriormente se vaya desgastando, ciertamente el hombre que somos
interiormente va renovándose de día en día.
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con poder mediante el espíritu de él,
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(Romanos 15:19) 19 con el
poder de señales y portentos presagiosos, con el poder de espíritu santo; de
modo que desde Jerusalén y en un circuito hasta Ilírico he predicado
cabalmente las buenas nuevas acerca del Cristo.
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*** w11 15/1 Poder para superar
las tentaciones y el desánimo ***
Poder para superar
las tentaciones y el desánimo
“Recibirán poder cuando el espíritu santo llegue
sobre ustedes.” (HECH. 1:8)
JESÚS sabía que sus discípulos no eran capaces de cumplir por sí
solos todo lo que les había mandado. Tomando en cuenta la magnitud de la obra
que les había encargado, la fortaleza de sus enemigos y su propia fragilidad
como seres humanos, era evidente que necesitaban la ayuda de una fuerza
sobrehumana. Por eso, justo antes de ascender al cielo les aseguró:
“Recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán
testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta
la parte más distante de la tierra” (Hech. 1:8).
2 Esa promesa comenzó a cumplirse en el Pentecostés
del año 33, cuando los seguidores de Jesús recibieron el poder del espíritu
santo, lo cual les permitió llenar Jerusalén con su predicación. ¡Nadie logró
detenerlos! (Hech. 4:20.) Desde entonces, y “hasta la conclusión del sistema
de cosas”, todos los cristianos fieles hemos necesitado imperiosamente el
poder que Dios brinda (Mat. 28:20).
3 Recordemos la promesa que Jesús les hizo a sus
seguidores: “Recibirán poder cuando el espíritu santo llegue
sobre ustedes”. Ahora bien, no debemos confundir el espíritu con el
poder. El espíritu santo es la fuerza de Dios en acción; es la energía
que Jehová proyecta y ejerce sobre un individuo u objeto a fin de cumplir su
voluntad. El poder, en cambio, se define como la “capacidad para actuar
u obrar y producir determinados efectos” (Diccionario Estudio Salamanca-Octaedro).
Esta capacidad puede permanecer latente en una persona u objeto hasta que se
necesite conseguir cierto resultado. En vista de lo anterior, el
espíritu santo podría asemejarse a la corriente eléctrica que alimenta a una
batería recargable, mientras que el poder es comparable a la energía
almacenada en dicha batería. El poder que Jehová nos otorga a sus
siervos mediante el espíritu santo nos da la capacidad para cumplir con
nuestro voto de dedicación y resistir las influencias nocivas a las que nos
enfrentamos (léanse Miqueas 3:8 y
Colosenses 1:29).
4 ¿Cómo manifestamos el poder que hemos recibido
mediante el espíritu santo? ¿De qué maneras podemos actuar y reaccionar
gracias a su influencia? Aunque los cristianos nos esforzamos por servir
fielmente a Dios, afrontamos innumerables dificultades causadas por Satanás,
el mundo y nuestra propia imperfección. Es vital que superemos estos
obstáculos, pues solo así nos mantendremos leales, seremos constantes en el
ministerio y conservaremos la amistad con Jehová. Veamos cómo nos ayuda el
espíritu santo a resistir las tentaciones y hacer frente al cansancio y el
desánimo.
Poder para resistir las tentaciones
5 Jesús enseñó a sus discípulos a pedir: “No nos
metas en tentación, sino líbranos del inicuo” (Mat. 6:13). Jehová no les
fallará a sus siervos fieles que le hacen esta súplica. En otra ocasión,
Jesús aseguró que “el Padre en el cielo [dará] espíritu santo a los que le
piden” (Luc. 11:13). ¡Qué tranquilizador es saber que Dios nos promete esa
poderosa fuerza para que podamos actuar con justicia! Claro, eso
no quiere decir que él impedirá que seamos tentados (1 Cor. 10:13).
Más bien, significa que cuando nos vemos frente a la tentación, es el momento
de orar con más fervor (Mat. 26:42).
6 En respuesta a las tentaciones del Diablo, Jesús
citó de las Escrituras. Es obvio que las conocía muy bien. Notemos las palabras
que empleó: “Está escrito”, “Otra vez está escrito” y “¡Vete, Satanás! Porque
está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar, y es solo a él
a quien tienes que rendir servicio sagrado’”. El amor de Jesús por
Jehová y su Palabra lo impulsó a rechazar las atractivas ofertas del Tentador
(Mat. 4:1-10). Al ver que Jesús no caía en ninguna de sus trampas,
Satanás se marchó.
7 Si Jesús se apoyó en las Escrituras para resistir
las tentaciones del Diablo, ¡cuánto más deberíamos hacerlo nosotros!
El primer paso para rechazar a Satanás y eludir sus trampas es tomar la
firme decisión de conocer las normas de Jehová y seguirlas fielmente. Mucha
gente ha decidido obedecer dichas normas después de estudiar la Biblia y
comprender el valor de la sabiduría y la justicia divinas. Ciertamente, “la
palabra de Dios” ejerce un gran poder, pues es capaz de descubrir los
“pensamientos e intenciones del corazón” (Heb. 4:12). Además, cuanto más
leamos las Escrituras y meditemos en ellas, mejor comprenderemos que Jehová
es un Dios fiel y veraz (Dan. 9:13). En vista del poder de la Biblia,
debemos dedicar tiempo a reflexionar en pasajes que tengan que ver con
nuestras debilidades.
8 Jesús no solo resistió la tentación porque
conocía las Escrituras, sino también porque estaba “lleno de espíritu santo”
(Luc. 4:1). Al igual que él, nosotros podemos ser más fuertes y capaces
si mantenemos una estrecha relación con Jehová. Pero ¿cómo podemos acercarnos
a Dios? Aprovechando al máximo los medios que él ha provisto para llenarnos
con su espíritu, entre ellos, el estudio de la Biblia, la oración y la
congregación (Sant. 4:7, 8). Muchos hermanos reconocen que es muy
beneficioso mantenerse ocupado en las actividades cristianas. Señalan, por
ejemplo, que les ayuda a fijar la mente en pensamientos que edifican la
espiritualidad.
9 Pensemos en tentaciones que quizás se nos hayan
presentado. Si estamos casados, ¿hemos tenido ganas de coquetear con
alguien? O si somos solteros y un no creyente nos ha invitado a salir,
¿nos ha costado trabajo rechazar la invitación? Si nos hemos topado con
imágenes sucias en la televisión o en Internet, ¿nos hemos sentido tentados a
seguir mirando? Para evitar estos peligros, lo mejor es meditar de antemano
en las consecuencias: un paso en falso podría dar lugar a otro y llevarnos a
cometer un pecado grave (Sant. 1:14, 15). Debemos pensar también en el
dolor que les causaremos a Jehová, a la congregación y a nuestra familia si
actuamos deslealmente. Por el contrario, si respetamos los principios divinos,
disfrutaremos de una conciencia tranquila (léanse Salmo
119:37 y Proverbios 22:3).
Siempre que nos enfrentemos con una situación como las anteriores, pidámosle
a Dios fuerzas para resistir.
10 El relato de las tentaciones que sufrió Jesús
encierra otra lección. Cuando Satanás se le acercó en el desierto, el Hijo de
Dios llevaba cuarenta días sin comer. De seguro, el Diablo vio que era
un “tiempo [muy] conveniente” para ponerlo a prueba (Luc. 4:13). Hoy hace lo
mismo con nosotros: busca el momento más oportuno para ponernos a prueba y
nos ataca cuando percibe que estamos más débiles. Por eso es imprescindible
que nos mantengamos siempre espiritualmente fuertes. Cuando nos invade el
cansancio o el desánimo, es más necesario que nunca rogarle a Jehová que nos
proteja y nos dé su espíritu (2 Cor. 12:8-10).
Poder para vencer el cansancio
y el desánimo
11 Como somos imperfectos, no es raro que nos
invada el desánimo, y más teniendo en cuenta que vivimos en una época muy
problemática, quizás la más angustiosa que haya atravesado la humanidad
(2 Tim. 3:1-5). Al ir acercándonos al Armagedón, hay cada vez más
problemas, sean económicos, emocionales o de otro tipo. No es de
extrañar que a muchos les resulte cada día más difícil cuidar de sus
familias. La inquietud es tan agobiante que los deja completamente
exhaustos. Si ese es su caso, ¿qué puede ayudarle a soportar la presión?
12 Recuerde que Jesús nos prometió un ayudante: el
espíritu santo (léase Juan 14:16, 17).
Es la fuerza más poderosa del universo. Con ella, Jehová nos suministra
“más que sobreabundantemente” la fortaleza para vencer cualquier dificultad
(Efe. 3:20). El apóstol Pablo indicó que, gracias al espíritu, recibimos
“el poder que es más allá de lo normal”, aun en las ocasiones en que “se nos
oprime de toda manera” (2 Cor. 4:7, 8). Es cierto que Jehová
no promete eliminar las tensiones, pero sí nos garantiza que su espíritu
nos dará las fuerzas necesarias (Fili. 4:13).
13 Veamos el caso de Stephanie, una precursora regular
de 19 años. A los 12 sufrió un derrame y se le detectó un tumor
cerebral. Desde entonces ha sido operada dos veces, ha recibido radioterapia
y ha sufrido otros dos derrames, los cuales la han dejado con la visión muy
reducida y escasa movilidad en el lado izquierdo del cuerpo. Stephanie tiene
que ahorrar energías para las cosas que considera más importantes, como las
reuniones y el ministerio. Sin embargo, percibe las diversas maneras como
Jehová la fortalece para seguir resistiendo. Por ejemplo, las biografías que
aparecen en nuestras publicaciones la consuelan en momentos de desaliento.
Los hermanos la animan enviándole tarjetas y conversando con ella antes y
después de las reuniones. Y algunas personas interesadas en la verdad
han aceptado ir a su casa a tomar clases de la Biblia. Por todo esto,
Stephanie se siente en deuda con Jehová y piensa que Salmo 41:3 —su versículo
favorito— se cumple en su caso.
14 Si estamos agotados o bajo mucha presión,
pudiéramos pensar que nos sentiríamos mejor dedicando menos tiempo al estudio
personal y en familia, al ministerio y a las reuniones. Pero eso es lo peor
que podríamos hacer. ¿Por qué? Porque las actividades cristianas nos permiten
recibir espíritu santo, y por eso siempre nos reconfortan y revitalizan (léase
Mateo 11:28, 29). ¿No es
verdad que en ocasiones llegamos agotados a la reunión, pero cuando esta
termina nos sentimos con nuevas energías? ¡Es como si se nos hubieran
recargado las pilas espirituales!
15 Esto no significa que sea fácil llevar la
carga que implica ser discípulo de Cristo. Se requiere un gran esfuerzo
para mantenerse fiel (Mat. 16:24-26; Luc. 13:24). Pero si nos agotamos,
Jehová puede darnos energías mediante su espíritu. El profeta Isaías
escribió: “Los que estén esperando en Jehová recobrarán el poder. Se remontarán
con alas como águilas. Correrán, y no se fatigarán; andarán, y
no se cansarán” (Isa. 40:29-31). Entonces, cabría preguntarse: ¿por qué
hay quienes consideran agotadoras las actividades espirituales?
16 La Biblia anima a todos los siervos de Dios a que
“se aseguren de las cosas más importantes” (Fili. 1:10). Pablo comparó la
vida del cristiano a una carrera de larga distancia y dio este consejo
inspirado: “Quitémonos nosotros también todo peso [...] y corramos con
aguante la carrera que está puesta delante de nosotros” (Heb. 12:1).
El punto de esta ilustración es que debemos evitar las actividades y las
cargas innecesarias. Tal vez estemos tratando de acomodar demasiadas
actividades en nuestra ya de por sí apretada agenda, lo cual puede hacer que
nos sintamos cansados y estresados. En tal caso, haríamos bien en
preguntarnos: “¿Cuánto tiempo y energías dedico al trabajo? ¿Con cuánta
frecuencia hago viajes por placer? ¿Cuántas horas invierto en los deportes y
otras diversiones?”. La sensatez y la modestia nos ayudarán a reconocer
nuestras limitaciones y a no cargarnos de compromisos innecesarios.
17 Otros cristianos quizás estén desanimados porque
han tenido que esperar el fin de este mundo más tiempo del que imaginaban
(Pro. 13:12). ¿Qué puede darles aliento? Estas palabras de Habacuc 2:3: “La
visión es todavía para el tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin, y
no dirá mentira. Aun si tardara, mantente en expectación de ella; porque
sin falta se realizará. No llegará tarde”. Como vemos, contamos con la
garantía expresa de Jehová de que el fin llegará justo en el momento que él
ha fijado.
18 Sin duda, los siervos fieles de Jehová anhelamos el
día en que el cansancio y el abatimiento queden en el pasado y todo el mundo
goce de “vigor juvenil” (Job 33:25). Aun hoy podemos disfrutar de la
fortaleza interior que nos brinda el espíritu santo si participamos en las
animadoras actividades cristianas (2 Cor. 4:16; Efe. 3:16).
No dejemos que la fatiga nos haga perder las bendiciones eternas que nos
aguardan. Todas nuestras dificultades —sean tentaciones, cansancio o
desánimo— terminarán a más tardar cuando llegue el nuevo mundo. En el
siguiente artículo veremos cómo nos da poder el espíritu santo para resistir
la persecución, la presión de quienes nos rodean y otros problemas.
¿Qué respondería?
• ¿Cómo nos infunde poder la lectura de la Biblia?
• ¿Cómo nos fortalecen la oración y la meditación?
• ¿Cómo podemos reducir las causas de desánimo?
[Preguntas del estudio]
1, 2. ¿Qué ayuda prometió Jesús
a sus discípulos, y por qué la necesitarían?
3. a) ¿En qué se diferencian el
espíritu santo y el poder? b) ¿Cómo nos ayuda el poder que nos proporciona
Jehová?
4. ¿Qué analizaremos en este
artículo, y con qué fin lo haremos?
5. ¿Cómo puede fortalecernos la
oración?
6. ¿Qué utilizó Jesús para
rechazar las ofertas de Satanás?
7. ¿Cómo nos ayuda la Biblia a
resistir las tentaciones?
8. ¿Con qué medios contamos
para obtener el espíritu santo?
9, 10. a) ¿Cuáles son las
tentaciones más comunes donde usted vive? b) ¿Cómo pueden ayudarnos la
meditación y la oración a vencer las tentaciones, sobre todo si nos
encontramos cansados?
11, 12. a) ¿Por qué se sienten desanimadas tantas personas hoy día? b)
¿Qué nos dará las fuerzas para vencer el desaliento?
13. a) ¿Cómo ha recibido Stephanie poder para afrontar sus graves
problemas? b) ¿Conoce usted casos similares?
14. ¿Qué es lo peor que podemos hacer si nos sentimos agobiados, y por
qué?
15. a) ¿Promete Jehová que no tendremos que esforzarnos por
mantenernos fieles? Apoye su respuesta con pasajes bíblicos. b) ¿Qué nos
promete Dios, y qué pregunta surge?
16. ¿Cómo podríamos eliminar algunas causas de agotamiento y desánimo?
17. ¿Por qué se sienten desanimados algunos cristianos, y qué garantía
de Jehová puede darles aliento?
18. a) ¿Qué promesas divinas nos dan aliento? b) ¿Qué veremos en el
siguiente artículo?
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(Hechos 1:8) 8 pero recibirán
poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí
tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más
distante de la tierra”.
(Hechos 1:8) 8 pero recibirán
poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí
tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más
distante de la tierra”.
(Hechos 4:20) 20 Pero en
cuanto a nosotros, no podemos dejar de hablar de las cosas que hemos visto y
oído”.
(Mateo 28:20) 20 enseñándoles
a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con
ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.
(Miqueas 3:8) 8 Y, por otra
parte, yo mismo he llegado a estar lleno de poder, con el espíritu de Jehová,
y de justicia y poderío, para informar a Jacob su sublevación y a Israel su
pecado.
(Colosenses 1:29) 29 Con este
fin, verdaderamente trabajo duro, esforzándome de acuerdo con la operación de
él y que obra en mí con poder.
(Mateo 6:13) 13 Y no nos
metas en tentación, sino líbranos del inicuo’.
(Lucas 11:13) 13 Por lo
tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con
cuánta más razón dará el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden!”.
(1 Corintios 10:13) 13 Ninguna
tentación los ha tomado a ustedes salvo lo que es común a los hombres. Pero
Dios es fiel, y no dejará que sean tentados más allá de lo que pueden
soportar, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para
que puedan aguantarla.
(Mateo 26:42) 42 De nuevo,
por segunda vez, se fue y oró, diciendo: “Padre mío, si no es posible que
esta pase sin que la beba, efectúese tu voluntad”.
(Mateo 4:1-10) 4 Entonces Jesús fue
conducido por el espíritu al desierto para ser tentado por el Diablo. 2 Después
que hubo ayunado cuarenta días y cuarenta noches, entonces sintió hambre. 3 También,
el Tentador vino y le dijo: “Si eres hijo de Dios, di a estas piedras que se
conviertan en panes”. 4 Pero en respuesta él dijo: “Está
escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión
que sale de la boca de Jehová’”. 5 Entonces el Diablo
lo llevó consigo a la ciudad santa, y lo apostó sobre el almenaje del templo 6 y
le dijo: “Si eres hijo de Dios, arrójate abajo; porque está escrito: ‘A sus ángeles
dará encargo acerca de ti, y te llevarán en sus manos, para que nunca des con
tu pie contra una piedra’”. 7 Jesús le dijo: “Otra vez
está escrito: ‘No debes poner a prueba a Jehová tu Dios’”. 8 De
nuevo el Diablo lo llevó consigo a una montaña excepcionalmente alta, y le
mostró todos los reinos del mundo y su gloria, 9 y le
dijo: “Todas estas cosas te las daré si caes y me rindes un acto de adoración”.
10 Entonces Jesús le dijo: “¡Vete, Satanás! Porque está
escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar, y es solo a él a
quien tienes que rendir servicio sagrado’”.
(Hebreos 4:12) 12 Porque la
palabra de Dios es viva, y ejerce poder, y es más aguda que toda espada de
dos filos, y penetra hasta dividir entre alma y espíritu, y entre coyunturas
y [su] tuétano, y puede discernir pensamientos e intenciones de[l] corazón.
(Daniel 9:13) 13 Tal como está
escrito en la ley de Moisés, toda esta calamidad... ha venido sobre nosotros,
y no hemos ablandado el rostro de Jehová nuestro Dios volviéndonos de nuestro
error y mostrando perspicacia en tu apego a la verdad.
(Lucas 4:1) 4 Ahora bien, Jesús, lleno de
espíritu santo, se apartó del Jordán, y el espíritu lo condujo por aquí y por
allá en el desierto
(Santiago 4:7, 8) 7 Sujétense,
por lo tanto, a Dios; pero opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes. 8 Acérquense
a Dios, y él se acercará a ustedes. Límpiense las manos, pecadores, y
purifiquen su corazón, indecisos.
(Santiago 1:14, 15) 14 Más
bien, cada uno es probado al ser provocado y cautivado por su propio deseo. 15 Entonces
el deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a luz el pecado; a su vez, el
pecado, cuando se ha realizado, produce la muerte.
(Salmo 119:37) 37 Haz
que mis ojos pasen adelante para que no vean lo que es inútil; consérvame vivo
en tu propio camino.
(Proverbios 22:3) 3 Sagaz es el
que ha visto la calamidad y procede a ocultarse, pero los inexpertos han
pasado adelante y tienen que sufrir la pena.
(Lucas 4:13) 13 De modo que
el Diablo, habiendo concluido toda la tentación, se retiró de él hasta otro
tiempo conveniente.
(2 Corintios 12:8-10) 8 Tocante
a esto, tres veces supliqué al Señor que esta se apartara de mí; 9 y,
con todo, él realmente me dijo: “Mi bondad inmerecida es suficiente para ti;
porque [mi] poder está perfeccionándose en la debilidad”. Por eso muy
gustosamente prefiero jactarme respecto de mis debilidades, para que el poder
del Cristo permanezca como tienda sobre mí. 10 Por lo
tanto me complazco en debilidades, en insultos, en necesidades, en
persecuciones y dificultades, por Cristo. Porque cuando soy débil, entonces
soy poderoso.
(2 Timoteo 3:1-5) 3 Mas sabe
esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de
manejar. 2 Porque los hombres serán amadores de sí
mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a
los padres, desagradecidos, desleales, 3 sin tener
cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin
autodominio, feroces, sin amor del bien, 4 traicioneros,
testarudos, hinchados [de orgullo], amadores de placeres más bien que
amadores de Dios, 5 teniendo una forma de devoción
piadosa, pero resultando falsos a su poder; y de estos apártate.
(Juan 14:16, 17) 16 y
yo pediré al Padre, y él les dará otro ayudante que esté con ustedes para
siempre, 17 el espíritu de la verdad, que el mundo no
puede recibir, porque ni lo contempla ni lo conoce. Ustedes lo conocen,
porque permanece con ustedes y está en ustedes.
(Efesios 3:20) 20 Ahora, a
aquel que, según su poder que está operando en nosotros, puede hacer más que
sobreabundantemente en exceso de todas las cosas que pedimos o concebimos,
(2 Corintios 4:7, 8) 7 Sin
embargo, tenemos este tesoro en vasos de barro, para que el poder que es más
allá de lo normal sea de Dios y no el que procede de nosotros. 8 Se
nos oprime de toda manera, mas no se nos aprieta de tal modo que no podamos
movernos; nos hallamos perplejos, pero no absolutamente sin salida;
(Filipenses 4:13) 13 Para todas
las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder.
(Salmo 41:3) 3 Jehová
mismo lo sustentará sobre un diván de enfermedad; ciertamente cambiarás toda
su cama durante su enfermedad.
(Mateo 11:28, 29) 28 Vengan
a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. 29 Tomen
sobre sí mi yugo y aprendan de mí, porque soy de genio apacible y humilde de
corazón, y hallarán refrigerio para sus almas.
(Mateo 16:24-26) 24 Entonces
Jesús dijo a sus discípulos: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese
a sí mismo y tome su madero de tormento y sígame de continuo. 25 Porque
el que quiera salvar su alma, la perderá; pero el que pierda su alma por
causa de mí, la hallará. 26 Porque ¿de qué provecho le
será al hombre si gana todo el mundo, pero lo paga con perder su alma?, o ¿qué
dará el hombre en cambio por su alma?
(Lucas 13:24) 24 “Esfuércense
vigorosamente por entrar por la puerta angosta, porque muchos, les digo,
tratarán de entrar, pero no podrán,
(Isaías 40:29-31) 29 Está
dando poder al cansado; y hace que abunde en plena potencia el que se halla
sin energía dinámica. 30 Los muchachos se cansan y
también se fatigan, y los jóvenes mismos sin falta tropiezan, 31 pero
los que estén esperando en Jehová recobrarán el poder. Se remontarán con alas
como águilas. Correrán, y no se fatigarán; andarán, y no se cansarán.”
(Filipenses 1:10, 11) 10 para
que se aseguren de las cosas más importantes, para que estén exentos de
defectos y no hagan tropezar a otros hasta el día de Cristo,
(Hebreos 12:1) 12 Pues, entonces, porque
tenemos tan grande nube de testigos que nos cerca, quitémonos nosotros también
todo peso, y el pecado que fácilmente nos enreda, y corramos con aguante la
carrera que está puesta delante de nosotros,
(Proverbios 13:12) 12 La
expectación pospuesta enferma el corazón, pero la cosa deseada es árbol de
vida cuando sí viene.
(Habacuc 2:3) 3 Porque [la]
visión es todavía para el tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin, y
no dirá mentira. Aun si tardara, manténte en expectación de ella; porque sin
falta se realizará. No llegará tarde.
(Job 33:25) 25 Que su
carne se haga más fresca que en la juventud; que vuelva a los días de su
vigor juvenil’.
(2 Corintios 4:16) 16 Por
lo tanto no nos rendimos; más bien, aunque el hombre que somos exteriormente
se vaya desgastando, ciertamente el hombre que somos interiormente va
renovándose de día en día.
(Efesios 3:16) 16 a fin de que
les conceda, según las riquezas de su gloria, que sean hechos poderosos en el
hombre que son en el interior, con poder mediante el espíritu de él,
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viernes, 23 de noviembre de 2012
Viernes, 23 de Noviembre de 2012
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