jueves, 22 de noviembre de 2012

Jueves, 22 de Noviembre de 2012




TEXTO DEL DIA

CITA BIBLICA
Descripción Biblia

Referencias BIBLICAS
*** Texto del Jueves, 22 de Noviembre de 2012 ***
Jueves 22 de noviembre
En el Señor Soberano Jehová he puesto mi refugio (Sal. 73:28).


► es12 pág. 115 Noviembre
(Salmo 73:28)
Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es bueno para mí.
(Salmo 65:4) Feliz es aquel a quien tú escoges y haces que se acerque, para que resida en tus patios. Ciertamente quedaremos satisfechos con la bondad de tu casa, el lugar santo de tu templo.
(Hebreos 10:22) acerquémonos con corazones sinceros en la plena seguridad de la fe, pues los corazones se nos han limpiado por rociadura de una conciencia inicua, y los cuerpos se nos han lavado con agua limpia.
(Santiago 4:8) Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. Límpiense las manos, pecadores, y purifiquen su corazón, indecisos.

(Salmo 15:1) Oh Jehová, ¿quién será huésped en tu tienda? ¿Quién residirá en tu santa montaña?
(Salmo 135:4) Porque Jah ha escogido aun a Jacob para sí, a Israel por propiedad especial suya.
(Salmo 27:4) Una cosa he pedido a Jehová... es lo que buscaré, que pueda morar en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la agradabilidad de Jehová y para mirar con aprecio a su templo.
(Salmo 84:4) ¡Felices son los que moran en tu casa! Todavía siguen alabándote. Sélah.
(Salmo 84:10) Porque un día en tus patios es mejor que mil [en otro lugar]. He escogido estar de pie al umbral en la casa de mi Dios más bien que ir de acá para allá en las tiendas de la iniquidad.
(Salmo 36:8) Beben hasta saciarse de la grosura de tu casa; y del torrente de tus placeres les haces beber.
(Salmo 63:5) Como con la mejor parte, aun la grosura, mi alma está satisfecha, y con labios de clamores gozosos mi boca ofrece alabanza.
(1 Samuel 3:3) Y la lámpara de Dios aún no se había apagado, y Samuel estaba acostado en el templo de Jehová, donde estaba el arca de Dios.
(1 Crónicas 16:1) Así introdujeron el arca del Dios [verdadero] y la colocaron dentro de la tienda que David había asentado para ella; y empezaron a presentar ofrendas quemadas y sacrificios de comunión delante del Dios [verdadero].
(Hebreos 13:18) Ocúpense en orar por nosotros, porque confiamos en que tenemos una conciencia honrada, puesto que deseamos comportarnos honradamente en todas las cosas.
(1 Juan 1:7) Sin embargo, si andamos en la luz, como él mismo está en la luz, sí tenemos participación unos con otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.
(Ezequiel 36:25) Y ciertamente rociaré sobre ustedes agua limpia, y llegarán a estar limpios; de todas sus impurezas y de todos sus ídolos estercolizos los limpiaré.
(Efesios 5:26) para santificarla, limpiándola con el baño de agua por medio de la palabra,
(Isaías 44:22) Ciertamente borraré tus transgresiones tal como con una nube, y tus pecados tal como con una masa de nube. Vuelve a mí, sí, porque yo ciertamente te recompraré.
(Isaías 55:6) Busquen a Jehová mientras pueda ser hallado. Clamen a él mientras resulte estar cerca.
(Isaías 1:16) 16 Lávense; límpiense; quiten la maldad de sus tratos de enfrente de mis ojos; cesen de hacer lo malo.
(1 Juan 3:3) 3 Y todo el que tiene esta esperanza puesta en él se purifica a sí mismo así como ese es puro.
(Santiago 1:8) 8 es un hombre indeciso, inconstante en todos sus caminos.



En el Señor Soberano Jehová he puesto mi refugio,
(Salmo 46:1) Dios es para nosotros refugio y fuerza, una ayuda que puede hallarse prontamente durante angustias.
(Salmo 71:5) Porque tú eres mi esperanza, oh Señor Soberano Jehová, mi confianza desde mi juventud.


para declarar todas tus obras.
(Salmo 107:22) Y que ofrezcan los sacrificios de acción de gracias y declaren sus obras con un clamor gozoso.
(Salmo 118:17) No moriré, sino que seguiré viviendo, para poder declarar las obras de Jah.
¿Qué debemos hacer para que crezca nuestro amor por Dios? Leamos su Palabra a diario y meditemos en lo que nos revela sobre él. Oremos desde el corazón para alabarlo y agradecerle lo bueno que es con nosotros (Fili. 4:6, 7).
(Filipenses 4:6, 7)
No se inquieten por cosa alguna,
(Mateo 6:25) ”Por esto les digo: Dejen de inquietarse respecto a su alma en cuanto a qué comerán o qué beberán, o respecto a su cuerpo en cuanto a qué se pondrán. ¿No significa más el alma que el alimento, y el cuerpo que la ropa?
(Lucas 12:22) Entonces dijo a sus discípulos: “Por esta razón les digo: Dejen de inquietarse respecto a su alma, en cuanto a qué comerán, o respecto a su cuerpo, en cuanto a qué se pondrán.
(1 Pedro 5:7) a la vez que echan sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes.
sino que en todo, por oración y ruego
(Romanos 12:12) Regocíjense en la esperanza. Aguanten bajo tribulación. Perseveren en la oración.
(Santiago 1:5) Por lo tanto, si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole a Dios, porque él da generosamente a todos, y sin echar en cara; y le será dada.

(1 Tesalonicenses 1:3) 3 porque incesantemente tenemos presentes su fiel obra y [su] amorosa labor y [su] aguante debido a [su] esperanza en nuestro Señor Jesucristo delante de nuestro Dios y Padre.
(Hechos 14:22) 22 fortaleciendo las almas de los discípulos, animándolos a permanecer en la fe, y [diciendo]: “Tenemos que entrar en el reino de Dios a través de muchas tribulaciones”.
(Filipenses 4:6) No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios;
(1 Tesalonicenses 5:17) Oren incesantemente.
(Proverbios 2:3) 3 si, además, clamas por el entendimiento mismo y das tu voz por el discernimiento mismo,
(1 Reyes 3:9) Y tienes que dar a tu siervo un corazón obediente para juzgar a tu pueblo, para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién es capaz de juzgar a este difícil pueblo tuyo?”.
(Marcos 11:24) Por eso les digo: Todas las cosas que oran y piden, tengan fe en que pueden darse por recibidas, y las tendrán.
(1 Juan 3:22) y cualquier cosa que le pedimos la recibimos de él, porque estamos observando sus mandamientos y estamos haciendo las cosas que son gratas a sus ojos.
(Mateo 7:11) 11 Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará su Padre que está en los cielos cosas buenas a los que le piden!
(Proverbios 2:6) Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento.
(Juan 15:7) Si permanecen en unión conmigo y mis dichos permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y se efectuará para con ustedes.
(1 Juan 5:14) Y esta es la confianza que tenemos para con él, que, no importa qué sea lo que pidamos conforme a su voluntad, él nos oye.

junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios;
(Salmo 145:18) Jehová está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan en apego a la verdad.
(Juan 16:23) Y en aquel día ustedes no me harán pregunta alguna. Muy verdaderamente les digo: Si le piden alguna cosa al Padre, él se la dará en mi nombre.
7 y la paz
(Juan 14:27) La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy a ustedes como el mundo la da. No se les perturbe el corazón ni se les encoja de temor.
(Romanos 5:1) Por lo tanto, ahora que hemos sido declarados justos como resultado de fe, gocemos de paz con Dios mediante nuestro Señor Jesucristo,
de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús.
(Colosenses 3:15) 15 También, que la paz del Cristo controle en sus corazones, porque, de hecho, ustedes fueron llamados a ella en un solo cuerpo. Y muéstrense agradecidos.

(Juan 14:27) 27 La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy a ustedes como el mundo la da. No se les perturbe el corazón ni se les encoja de temor.
(Filipenses 4:7) 7 y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús.
(Efesios 2:15) 15 Por medio de su carne abolió la enemistad, la Ley de mandamientos que consistía en decretos, para crear de los dos pueblos en unión consigo mismo un solo hombre nuevo, y hacer la paz;

Además, proclamemos en el ministerio “las buenas nuevas de salvación” (Sal. 96:1-3).
(Salmo 96:1-3) 
Canten a Jehová una canción nueva.
(1 Crónicas 16:23) ¡Canten a Jehová, todos ustedes los de la tierra! ¡Anuncien de día en día la salvación que él da!
(Salmo 33:3) Cántenle una canción nueva; esmérense en tocar las cuerdas junto con gozoso gritar.
(Salmo 40:3) Adicionalmente, puso en mi boca una canción nueva, alabanza a nuestro Dios. Muchos verán [esto] y temerán, y confiarán en Jehová.
(Salmo 98:1) Canten a Jehová una canción nueva, porque maravillosas son las cosas que él ha obrado. Su diestra, aun su santo brazo, le ha ganado salvación.
(Salmo 149:1) ¡Alaben a Jah! Canten a Jehová una canción nueva, su alabanza en la congregación de los que son leales.
(Isaías 42:10) Canten a Jehová una canción nueva, su alabanza desde la extremidad de la tierra, ustedes los que están bajando al mar y a lo que lo llena, islas y ustedes los que las habitan.


Canten a Jehová, [oh gentes de] toda la tierra.
(Salmo 66:4)  4 [Las gentes de] toda la tierra se inclinarán ante ti, y te celebrarán con melodía, celebrarán tu nombre con melodía”. Sélah.



 2 Canten a Jehová, bendigan su nombre.
(1 Crónicas 29:20) Y David pasó a decir a toda la congregación: “Bendigan, ahora, a Jehová su Dios”. Y toda la congregación procedió a bendecir a Jehová el Dios de sus antepasados, y a inclinarse y postrarse ante Jehová y ante el rey.
(Nehemías 9:5) Y los levitas Jesúa y Qadmiel, Baní, Hasabneya, Serebías, Hodías, Sebanías [y] Petahías pasaron a decir: “Levántense, bendigan a Jehová su Dios desde tiempo indefinido hasta tiempo indefinido. Y que bendigan tu glorioso nombre, que es ensalzado sobre toda bendición y alabanza.
(Salmo 72:19) Y bendito sea su glorioso nombre hasta tiempo indefinido, y llene su gloria toda la tierra. Amén y Amén.
(Efesios 1:3) Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en unión con Cristo,


De día en día anuncien las buenas nuevas de salvación por él.
(Salmo 40:10) No he encubierto tu justicia dentro de mi corazón. He declarado tu fidelidad y tu salvación. No he escondido tu bondad amorosa ni tu apego a la verdad en la congregación grande”.
(Salmo 71:15) Mi propia boca relatará tu justicia; todo el día, tu salvación, pues no he llegado a saber las cantidades [de ellas].
(Isaías 52:7) ¡Cuán hermosos sobre las montañas son los pies del que trae buenas nuevas, del que publica paz, del que trae buenas nuevas de algo mejor, del que publica salvación, del que dice a Sión: “¡Tu Dios ha llegado a ser rey!”.
(Hechos 13:26) ”Varones, hermanos, ustedes los hijos de la cepa de Abrahán y los [demás] entre ustedes que temen a Dios, la palabra de esta salvación ha sido enviada a nosotros.


3 Declaren entre las naciones su gloria,
(Isaías 60:1) “Levántate, oh mujer, despide luz, porque ha venido tu luz y sobre ti ha brillado la mismísima gloria de Jehová.
(Isaías 66:19) “Y ciertamente pondré en medio de ellas una señal, y ciertamente enviaré algunos de los escapados a las naciones, [a] Tarsis, Pul y Lud, los que estiran el arco, Tubal y Javán, las islas lejanas, que no han oído un informe acerca de mí ni han visto mi gloria; y de seguro anunciarán mi gloria entre las naciones.
(Mateo 28:19) Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo,
(1 Pedro 2:9) Pero ustedes son “una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias” de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa.
(Revelación 14:6) Y vi a otro ángel que volaba en medio del cielo, y tenía buenas nuevas eternas que declarar como noticias gozosas a los que moran en la tierra, y a toda nación y tribu y lengua y pueblo,


entre todos los pueblos sus maravillosas obras.
(Salmo 72:18) 18 Bendito sea Jehová Dios, el Dios de Israel, el único que hace obras maravillosas.
¿Y de qué manera defendemos hoy día la soberanía de Jehová y le mostramos nuestra lealtad? Al ser predicadores de justicia, al hacer discípulos, al poner en práctica los consejos bíblicos y al reunirnos con nuestros hermanos en las reuniones y asambleas. Todas estas actividades nos infunden valor y fortaleza espiritual y nos ayudan a efectuar la voluntad de Dios. En realidad, no es tan difícil lograrlo, pues contamos con el apoyo de nuestro Padre celestial y el de su Hijo (Deu. 30:11-14; 1 Rey. 8:57). w10 15/11 5:21, 23
(Deuteronomio 30:11-14)
”Porque este mandamiento que te estoy mandando hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
(Salmo 147:19) Está anunciando su palabra a Jacob, sus disposiciones reglamentarias y sus decisiones judiciales a Israel.
(Proverbios 2:4) si sigues buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en busca de ello,
(Isaías 45:19) En un escondrijo no hablé, en un lugar oscuro de la tierra; ni dije yo a la descendencia de Jacob: ‘Búsquenme sencillamente para nada’. Yo soy Jehová, que hablo lo que es justo, que informo lo que es recto.
12 No está en los cielos, para que se diga: ‘¿Quién ascenderá por nosotros a los cielos y nos lo conseguirá, para que nos deje oírlo para que lo pongamos por obra?’.
(Romanos 10:6, 7) 6 Pero la justicia que resulta de la fe habla de esta manera: “No digas en tu corazón: ‘¿Quién ascenderá al cielo?’, esto es, para hacer bajar a Cristo; 7 . . .
13 Tampoco está al otro lado del mar, para que se diga: ‘¿Quién pasará por nosotros al otro lado del mar y nos lo conseguirá, para que nos deje oírlo para que lo pongamos por obra?’. 14 Porque la palabra está muy cerca de ti, en tu propia boca y en tu propio corazón,
(Romanos 10:8) 8 Pero ¿qué dice? “La palabra está cerca de ti, en tu propia boca y en tu propio corazón”; es decir, la “palabra” de fe, que predicamos.

para que la pongas por obra.
(Mateo 7:21) ”No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
(Santiago 1:25) Pero el que mira con cuidado en la ley perfecta que pertenece a la libertad, y persiste en [ella], este, por cuanto se ha hecho, no un oidor olvidadizo, sino un hacedor de la obra, será feliz al hacer[la].
(1 Reyes 8:57)
Resulte estar Jehová nuestro Dios con nosotros
(Mateo 1:23) 23 “¡Miren! La virgen quedará encinta y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel”, que, traducido, significa: “Con Nosotros Está Dios”.
tal como resultó estar con nuestros antepasados.
(2 Crónicas 32:7) “Sean animosos y fuertes. No tengan miedo ni se aterroricen a causa del rey de Asiria ni debido a toda la muchedumbre que está con él; porque con nosotros hay más que los que hay con él.
(Salmo 46:7) Jehová de los ejércitos está con nosotros; el Dios de Jacob es altura segura para nosotros. Sélah.
No nos deje ni nos abandone,
(Deuteronomio 31:6) Sean animosos y fuertes. No tengan miedo ni sufran un sobresalto delante de ellos, porque Jehová tu Dios es el que marcha contigo. No te desamparará ni te dejará enteramente”.
(Josué 1:5) Nadie se plantará con firmeza delante de ti en todos los días de tu vida. Tal como resulté estar con Moisés resultaré estar contigo. No te desampararé ni te dejaré enteramente.
(Isaías 41:10) No tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré. Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia’.
(Hebreos 13:5) Que [su] modo de vivir esté exento del amor al dinero, y estén contentos con las cosas presentes. Porque él ha dicho: “De ningún modo te dejaré y de ningún modo te desampararé”.
*** w10 15/11 Decididos a andar en integridad ***

Decididos a andar en integridad
“En cuanto a mí, andaré en mi integridad.” (SAL. 26:11)
EN LA antigüedad se acostumbraba pesar los productos con una balanza compuesta por una barra sostenida en su punto medio por un eje y con dos platillos colgando de los extremos. En uno se colocaba el producto, y en el otro, una pesa. Las balanzas y las pesas que usaban los siervos de Dios debían ser exactas (Pro. 11:1).
2 En el capítulo 31 del libro de Job, el fiel patriarca afirmó lo siguiente mientras sufría los ataques de Satanás: “[Jehová] me pesará en balanza exacta, y [...] llegará a conocer mi integridad” (Job 31:6). En ese mismo capítulo dio a entender que había logrado superar diversas pruebas de lealtad a las que se enfrentan todos los siervos de Dios. Sin duda, Job nos dejó un gran ejemplo que debemos imitar. Si lo hacemos, podremos decir con la misma convicción que David: “En cuanto a mí, andaré en mi integridad” (Sal. 26:11).
3 Job permaneció leal a Dios a pesar de las terribles pruebas que atravesó. De hecho, hay quienes calificarían de heroica su resistencia. Es cierto que nuestros problemas no son como los suyos. Sin embargo, también debemos ser fieles a Jehová, tanto en las cosas pequeñas como en las más grandes. Así se nos conocerá como hombres y mujeres íntegros que defienden su soberanía (léase Lucas 16:10).
Seamos leales en cuestiones de moralidad
4 Si queremos ser fieles a Jehová, debemos respetar sus normas y evitar la inmoralidad, tal como hizo Job, quien aseguró: “Un pacto he celebrado con mis ojos. Por eso, ¿cómo pudiera mostrarme atento a una virgen?”. Luego añadió: “Si mi corazón se ha dejado seducir hacia una mujer, y me quedé acechando al mismo paso de entrada de mi compañero, muela mi esposa para otro hombre, y sobre ella arrodíllense otros hombres” (Job 31:1, 9, 10).
5 Job estaba decidido a mantenerse íntegro, por lo que siempre evitó mirar con pasión a las mujeres. Como tenía esposa, no coqueteaba con las solteras ni buscaba relaciones románticas con las casadas. Siglos después, al pronunciar el Sermón del Monte, Jesús hizo una contundente afirmación sobre la inmoralidad sexual, una advertencia que los cristianos leales nunca debemos olvidar (léase Mateo 5:27, 28).
Nunca recurramos a tácticas engañosas
6 Las personas íntegras nunca actúan de forma sinuosa o retorcida (léase Proverbios 3:31-33). Job dijo: “Si he andado con hombres de mentira, y mi pie se apresura al engaño, [Jehová] me pesará en balanza exacta, y [...] llegará a conocer mi integridad” (Job 31:5, 6). Como vemos, Dios evalúa a la humanidad en su “balanza exacta”. Al igual que en el caso de Job, mide la lealtad de sus siervos de acuerdo con su norma perfecta de justicia.
7 Si recurriéramos a engaños y manipulaciones, no podríamos considerarnos cristianos leales, pues Dios nos exige que renunciemos “a las cosas solapadas de las cuales hay que avergonzarse” y que no actuemos “con astucia” (2 Cor. 4:1, 2). Pero ¿qué pasaría si perjudicáramos a un hermano con nuestras palabras o acciones engañosas? Podría ser que él le pidiera ayuda a Jehová, como hizo el salmista, quien exclamó: “A Jehová clamé en la angustia mía, y él procedió a responderme. Oh Jehová, de veras libra mi alma de los labios falsos, de la lengua mañosa” (Sal. 120:1, 2). Nuestra conducta nos colocaría en una situación muy comprometida. No olvidemos que Dios examina el “corazón y [los] riñones”, o sea, lo más profundo de nuestro ser, para determinar si realmente le somos leales (Sal. 7:8, 9).
Seamos ejemplares al tratar a quienes nos rodean
8 Si queremos ser íntegros, debemos imitar la humildad de Job, así como la justicia y consideración con que trataba a la gente. Él dijo: “Si solía rehusar el juicio de mi esclavo o de mi esclava en su litigio conmigo, entonces, ¿qué podré hacer cuando Dios se levante? Y cuando pida cuentas, ¿qué podré responderle? ¿Acaso Aquel que me hizo en el vientre no lo hizo a él, y no procedió Uno solo a prepararnos en la matriz?” (Job 31:13-15).
9 Al parecer, no había un sistema judicial complejo en los días del patriarca. Sin embargo, los casos que surgían se atendían de manera organizada, y hasta los esclavos podían recurrir a un tribunal. Job trataba a sus siervos con justicia y compasión. Los cristianos íntegros deben demostrar esas mismas cualidades, sobre todo si son ancianos de congregación.
Seamos generosos y evitemos la codicia
10 Job era un hombre generoso y servicial, libre de todo egoísmo y codicia. Por eso pudo decir: “Si [...] los ojos de la viuda hacía fallar, y solía comer mi bocado a solas, mientras el huérfano de padre no comía de él [...]; si solía ver a cualquiera pereciendo por no tener prenda de vestir [...]; si yo agitaba mi mano de acá para allá contra el huérfano de padre, cuando veía que se necesitaba mi auxilio en la puerta, [en ese caso,] que se caiga de su hombro mi propia espaldilla, y que mi propio brazo se quiebre desde su hueso superior”. Job tampoco habría sido fiel a Dios si, en vez de apoyarse en él, le hubiera dicho al oro: “¡Tú eres mi confianza!” (Job 31:16-25).
11 Estas expresiones poéticas seguramente nos recuerdan lo que dijo el discípulo Santiago: “La forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es esta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del mundo” (Sant. 1:27). Y puede que también nos hagan pensar en estas palabras de Cristo: “Mantengan abiertos los ojos y guárdense de toda suerte de codicia, porque hasta cuando uno tiene en abundancia, su vida no resulta de las cosas que posee”. Después de dar esta advertencia, Jesús presentó la parábola de un hombre codicioso que vivía rodeado de riquezas, pero murió en la miseria espiritual, pues no era “rico para con Dios” (Luc. 12:15-21). Si queremos ser leales a Jehová, no podemos ser codiciosos. En realidad, la codicia es una forma de idolatría. ¿En qué sentido? Cuando alguien desea una cosa de manera desmedida, la convierte en un dios que llega a ocupar en su corazón el lugar que le corresponde a Jehová (Col. 3:5). Como vemos, la codicia y la integridad son incompatibles.
Aferrémonos a la religión verdadera
12 Las personas íntegras evitan toda práctica de la religión falsa. Siguen el ejemplo de Job, quien dijo: “Si solía ver la luz cuando fulguraba, o la preciosa luna que iba caminando, y mi corazón empezó a ser seducido en secreto, y mi mano procedió a besar mi boca, eso también sería un error para la atención de los jueces, porque habría negado al Dios verdadero que está arriba” (Job 31:26-28).
13 Job no rendía culto a objetos sin vida. No se dejó seducir en secreto por los cuerpos celestes, como la Luna. Al verlos, su “mano [nunca] procedió a besar [su] boca”, lo que probablemente significa que no les lanzó besos con la mano en señal de adoración. Eso habría sido un acto idolátrico y un rechazo a su Dios (Deu. 4:15, 19). Si queremos ser leales a Jehová, nosotros también tenemos que evitar todo tipo de idolatría (léase 1 Juan 5:21).
No seamos vengativos ni hipócritas
14 Job no era malicioso ni cruel, pues sabía que esos rasgos son incompatibles con la integridad. Notemos lo que dijo: “[No] solía regocijarme por la extinción de uno que me odiara intensamente, [ni] me sentía excitado porque el mal lo hubiera hallado [...] y no permití pecar a mi paladar pidiendo un juramento en contra de su alma” (Job 31:29, 30).
15 El justo Job nunca se alegró al ver sufrir a quienes lo odiaban. Siglos después, el libro de Proverbios advirtió: “Cuando caiga tu enemigo, no te regocijes; y cuando se le haga tropezar, no esté gozoso tu corazón, para que Jehová no vea, y sea malo a sus ojos, y ciertamente vuelva su cólera de contra él” (Pro. 24:17, 18). Como Dios lee los corazones, sabe si nos alegramos por el sufrimiento ajeno, algo que no le agrada en absoluto (Pro. 17:5). Quien adopte esa actitud recibirá su merecido, pues Jehová asegura: “Mía es la venganza, y la retribución” (Deu. 32:35).
16 Además, Job era hospitalario (Job 31:31, 32). Aunque nosotros no seamos ricos como él, también podemos seguir “la senda de la hospitalidad” (Rom. 12:13). Si invitamos a alguien a comer a casa, no tenemos por qué preparar algo muy complicado. Recordemos que “mejor es un plato de legumbres donde hay amor que un toro cebado en pesebre y, junto con él, odio” (Pro. 15:17). Incluso con la comida más sencilla, podemos disfrutar de un rato agradable y edificante con nuestros queridos hermanos.
17 Los invitados de Job sin duda se sentían fortalecidos espiritualmente, pues él les brindaba su hospitalidad de forma sincera. No era como los hombres hipócritas que se introdujeron en la congregación del siglo primero, quienes colmaban de atenciones a las personas importantes “en el interés de su propio provecho” (Jud. 3, 4, 16). Job tampoco trató de ocultar sus pecados ni escondió su error “en el bolsillo de [su] camisa” por miedo a caer en el descrédito. Él aceptaba que Dios lo examinara y estaba dispuesto a confesarle sus errores (Job 31:33-37). Si algún día nosotros llegáramos a cometer un pecado grave, no deberíamos ocultarlo para guardar las apariencias. Más bien, deberíamos demostrar que somos íntegros reconociendo nuestro error, arrepintiéndonos, buscando ayuda espiritual y reparando en lo posible cualquier daño cometido (Pro. 28:13; Sant. 5:13-15).
Un hombre íntegro es sometido a juicio
18 Job era honrado y justo, por lo cual pudo decir: “Si contra mí clamara mi propio suelo por socorro, y a una lloraran sus surcos mismos; si su fruto he comido sin dinero, y al alma de sus dueños he hecho jadear, [entonces] que en vez de trigo salga el yerbajo espinoso; y en vez de cebada, yerbajos hediondos” (Job 31:38-40). Con estas palabras, Job indicó que nunca le había arrebatado a nadie sus tierras ni había explotado a ningún trabajador. Tal como él, nosotros debemos ser leales a Jehová en todos los asuntos, sean de poca o mucha importancia.
19 Delante de sus tres compañeros y del joven Elihú, Job había detallado su intachable historial y, por así decirlo, lo había respaldado con su “firma”. Además, había invitado a su oponente a levantar cargos contra él. Si quedaba demostrado que había actuado mal, estaba dispuesto a sufrir el castigo. Una vez presentado su caso ante el tribunal de Dios, solo le quedaba esperar la sentencia, de modo que dio por terminadas sus palabras (Job 31:35, 40).
Podemos mantenernos íntegros
20 Job se mantuvo fiel porque quería mucho a Jehová, y este le correspondió demostrándole su cariño y socorriéndolo. Por eso, el patriarca le dijo: “Vida y bondad amorosa [o, según la nota, “amor leal”] has obrado conmigo; y tu propio cuidado ha guardado mi espíritu” (Job 10:12). Pero Job también trató con amor leal a quienes lo rodeaban, pues comprendía que si no lo hacía, terminaría perdiendo el temor de Dios (Job 6:14). Así es, las personas íntegras aman a Jehová y al prójimo (Mat. 22:37-40).
21 ¿Qué debemos hacer para que crezca nuestro amor por Dios? Leamos su Palabra a diario y meditemos en lo que nos revela sobre él. Oremos desde el corazón para alabarlo y agradecerle lo bueno que es con nosotros (Fili. 4:6, 7). Démosle gloria con nuestros cánticos y reunámonos fielmente con su pueblo (Heb. 10:23-25). Además, proclamemos en el ministerio “las buenas nuevas de salvación” (Sal. 96:1-3). Si hacemos todo esto, nos mantendremos íntegros y, como el salmista, podremos decir: “Acercarme a Dios es bueno para mí. En el Señor Soberano Jehová he puesto mi refugio” (Sal. 73:28).
22 A lo largo de los milenios, Jehová les ha dado muy diversas comisiones a sus siervos. A Noé le mandó construir un arca y ser “predicador de justicia” (2 Ped. 2:5). A Josué le encargó que introdujera a los israelitas en la Tierra Prometida, y este lo logró gracias a que leía el “libro de la ley [...] día y noche” y obedecía sus preceptos (Jos. 1:7, 8). Y los cristianos del siglo primero debían hacer discípulos y reunirse regularmente para estudiar las Escrituras (Mat. 28:19, 20).
23 ¿De qué manera defendemos hoy día la soberanía de Jehová y le mostramos nuestra lealtad? Al ser predicadores de justicia, al hacer discípulos, al poner en práctica los consejos bíblicos y al reunirnos con nuestros hermanos en las reuniones y asambleas. Todas estas actividades nos infunden valor y fortaleza espiritual y nos ayudan a efectuar la voluntad de Dios. En realidad, no es tan difícil lograrlo, pues contamos con el apoyo de nuestro Padre celestial y el de su Hijo (Deu. 30:11-14; 1 Rey. 8:57). Además, tenemos el respaldo de “toda la asociación de hermanos”, quienes también se esfuerzan por andar en integridad y honrar al Señor Soberano Jehová (1 Ped. 2:17).
¿Qué respondería?
• ¿Cómo debemos ver las normas morales de Jehová?
• ¿Qué cualidades de Job le atraen más a usted?
• Según Job 31:29-37, ¿cómo era la conducta de Job?
• ¿Por qué decimos que todos podemos ser leales a Dios?
[Preguntas del estudio]
 1, 2. ¿Con qué palabras afirmó Job que era una persona íntegra, y qué dio a entender en el capítulo 31 del libro que lleva su nombre?
 3. ¿Por qué es importante ser fiel a Dios tanto en las cosas pequeñas como en las más grandes?
 4, 5. ¿Qué conducta evitó el fiel Job?
 6, 7. a) Tal como en el caso de Job, ¿qué usa Jehová para medir nuestra lealtad? b) ¿Por qué no deberíamos recurrir nunca a engaños y manipulaciones?
 8. ¿Cómo trataba Job a la gente?
 9. ¿Cómo trataba Job a sus siervos, y de qué manera podemos imitarlo?
10, 11. a) ¿Cómo sabemos que Job era generoso y servicial? b) ¿Qué consejos bíblicos podrían venirnos a la mente al leer Job 31:16-25?
12, 13. ¿Por qué es Job un ejemplo de rechazo a la idolatría?
14. ¿Cómo sabemos que Job no era un hombre malicioso?
15. ¿Por qué está mal alegrarse por el sufrimiento de quienes nos odian?
16. ¿Cómo podemos ser hospitalarios aunque no seamos ricos?
17. ¿Por qué no debemos mantener oculto ningún pecado grave?
18, 19. a) ¿Por qué no se podía acusar a Job de explotador? b) ¿Qué estaba dispuesto a hacer Job si se demostraba que había actuado mal?
20, 21. a) ¿Por qué se mantuvo fiel Job? b) ¿Qué debemos hacer para que crezca nuestro amor a Dios?
22, 23. Compare nuestras actividades con las de los siervos leales de Dios de la antigüedad.



(Salmo 26:11) 11 En cuanto a mí, andaré en mi integridad. Oh, redímeme y muéstrame favor.
(Proverbios 11:1) 11 Una balanza defraudadora es cosa detestable a Jehová, pero una pesa de piedra completa le es un placer.
(Job 31:1-40) 31 ”Un pacto he celebrado con mis ojos. Por eso, ¿cómo pudiera mostrarme atento a una virgen?  2 ¿Y qué porción hay de parte de Dios arriba, o herencia de parte del Todopoderoso desde lo alto?  3 ¿No hay desastre para un malvado, y desventura para los que practican lo que es perjudicial?  4 ¿No ve él mismo mis caminos y cuenta aun todos mis pasos?  5 Si he andado con [hombres de] mentira, y mi pie se apresura al engaño,  6 él me pesará en balanza exacta, y Dios llegará a conocer mi integridad.  7 Si mi paso se desvía del camino, o mi corazón ha andado simplemente tras mis ojos, o cualquier defecto se ha pegado en las palmas de mis propias manos,  8 siembre yo y otro coma, y sean desarraigados mis propios descendientes.  9 Si mi corazón se ha dejado seducir hacia una mujer, y me quedé acechando al mismo paso de entrada de mi compañero, 10 muela mi esposa para otro hombre, y sobre ella arrodíllense otros hombres. 11 Porque eso sería conducta relajada, y eso sería un error para [la atención de] los jueces. 12 Porque ese es un fuego que comería hasta la destrucción misma, y entre todo mi producto se arraigaría. 13 Si solía rehusar el juicio de mi esclavo o de mi esclava en su litigio conmigo, 14 entonces, ¿qué podré hacer cuando Dios se levante? Y cuando pida cuentas, ¿qué podré responderle? 15 ¿Acaso Aquel que me hizo en el vientre no lo hizo a él, y no procedió Uno solo a prepararnos en la matriz? 16 Si yo solía retener de [su] deleite a los de condición humilde, y los ojos de la viuda hacía fallar, 17 y solía comer mi bocado a solas, mientras el huérfano de padre no comía de él 18 (porque desde mi juventud él se crió conmigo como con un padre, y desde el vientre de mi madre la seguí guiando); 19 si solía ver a cualquiera pereciendo por no tener prenda de vestir, o que el pobre no tenía cobertura; 20 si sus lomos no me bendijeron, ni de la lana esquilada de mis carneros jóvenes se calentaba; 21 si yo agitaba mi mano de acá para allá contra el huérfano de padre, cuando veía [que se necesitaba] mi auxilio en la puerta, 22 que se caiga de su hombro mi propia espaldilla, y que mi propio brazo se quiebre desde su hueso superior. 23 Porque el desastre de parte de Dios era un pavor para mí, y contra su dignidad yo no podía aguantar. 24 Si he puesto el oro como mi seguridad, o al oro he dicho: ‘¡Tú eres mi confianza!’, 25 si solía regocijarme porque fuera mucha mi propiedad, y porque mi mano hubiera hallado muchas cosas; 26 si solía ver la luz cuando fulguraba, o la preciosa luna que iba caminando, 27 y mi corazón empezó a ser seducido en secreto, y mi mano procedió a besar mi boca, 28 eso también sería un error para [la atención de] los jueces, porque habría negado al Dios [verdadero] que está arriba. 29 Si solía regocijarme por la extinción de uno que me odiara intensamente, o me sentía excitado porque el mal lo hubiera hallado... 30 y no permití pecar a mi paladar pidiendo un juramento en contra de su alma. 31 Si los hombres de mi tienda no dijeron: ‘¿Quién puede presentar a alguien que no haya quedado satisfecho de su alimento?’... 32 allá afuera ningún residente forastero pasaba la noche; yo mantenía abiertas mis puertas a la senda. 33 Si como un hombre terrestre encubrí mis transgresiones y escondí mi error en el bolsillo de mi camisa... 34 porque sufriera un sobresalto ante una gran muchedumbre, o el desprecio mismo de familias me aterrorizara y me quedara callado, no saliera de la entrada. 35 ¡Ah, que tuviera a alguien que me escuchara, que conforme a mi firma el Todopoderoso mismo me respondiera!, ¡o que el individuo en el litigio conmigo hubiera escrito un documento mismo! 36 De seguro yo lo llevaría sobre el hombro; lo enlazaría en derredor mío como una magnífica corona. 37 El número de mis pasos le informaría; como un caudillo me acercaría a él. 38 Si contra mí clamara mi propio suelo por socorro, y a una lloraran sus surcos mismos; 39 si su fruto he comido sin dinero, y al alma de sus dueños he hecho jadear, 40 que en vez de trigo salga el yerbajo espinoso; y en vez de cebada, yerbajos hediondos”. Las palabras de Job han terminado.
(Job 31:6)  6 él me pesará en balanza exacta, y Dios llegará a conocer mi integridad.
(Salmo 26:11) 11 En cuanto a mí, andaré en mi integridad. Oh, redímeme y muéstrame favor.
(Lucas 16:10) 10 La persona fiel en lo mínimo es fiel también en lo mucho, y la persona injusta en lo mínimo es injusta también en lo mucho.
(Job 31:1) 31 ”Un pacto he celebrado con mis ojos. Por eso, ¿cómo pudiera mostrarme atento a una virgen?
(Job 31:9, 10)  9 Si mi corazón se ha dejado seducir hacia una mujer, y me quedé acechando al mismo paso de entrada de mi compañero, 10 muela mi esposa para otro hombre, y sobre ella arrodíllense otros hombres.
(Mateo 5:27, 28) 27 ”Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes cometer adulterio’. 28 Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
(Proverbios 3:31-33) 31 No tengas envidia del hombre de violencia, ni escojas ninguno de sus caminos. 32 Porque el sinuoso es cosa detestable a Jehová, pero Él tiene intimidad con los rectos. 33 La maldición de Jehová está sobre la casa del inicuo, pero él bendice el lugar de habitación de los justos.
(Job 31:5, 6)  5 Si he andado con [hombres de] mentira, y mi pie se apresura al engaño,  6 él me pesará en balanza exacta, y Dios llegará a conocer mi integridad.
(2 Corintios 4:1, 2) 4 Por eso, teniendo este ministerio según la misericordia que se nos mostró, no nos rendimos; 2 antes bien, hemos renunciado a las cosas solapadas de las cuales hay que avergonzarse, y no andamos con astucia, ni adulteramos la palabra de Dios, sino que mediante poner de manifiesto la verdad, nos recomendamos a toda conciencia humana a vista de Dios.
(Salmo 120:1, 2) 120 A Jehová clamé en la angustia mía, y él procedió a responderme.  2 Oh Jehová, de veras libra mi alma de los labios falsos, de la lengua mañosa.
(Salmo 7:8, 9)  8 Jehová mismo pronunciará sentencia sobre los pueblos. Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia, y conforme a mi integridad en mí.  9 Por favor, que se acabe la maldad de los inicuos, y que tú establezcas al justo; y Dios como justo está poniendo a prueba corazón y riñones.
(Job 31:13-15) 13 Si solía rehusar el juicio de mi esclavo o de mi esclava en su litigio conmigo, 14 entonces, ¿qué podré hacer cuando Dios se levante? Y cuando pida cuentas, ¿qué podré responderle? 15 ¿Acaso Aquel que me hizo en el vientre no lo hizo a él, y no procedió Uno solo a prepararnos en la matriz?
(Job 31:16-25) 16 Si yo solía retener de [su] deleite a los de condición humilde, y los ojos de la viuda hacía fallar, 17 y solía comer mi bocado a solas, mientras el huérfano de padre no comía de él 18 (porque desde mi juventud él se crió conmigo como con un padre, y desde el vientre de mi madre la seguí guiando); 19 si solía ver a cualquiera pereciendo por no tener prenda de vestir, o que el pobre no tenía cobertura; 20 si sus lomos no me bendijeron, ni de la lana esquilada de mis carneros jóvenes se calentaba; 21 si yo agitaba mi mano de acá para allá contra el huérfano de padre, cuando veía [que se necesitaba] mi auxilio en la puerta, 22 que se caiga de su hombro mi propia espaldilla, y que mi propio brazo se quiebre desde su hueso superior. 23 Porque el desastre de parte de Dios era un pavor para mí, y contra su dignidad yo no podía aguantar. 24 Si he puesto el oro como mi seguridad, o al oro he dicho: ‘¡Tú eres mi confianza!’, 25 si solía regocijarme porque fuera mucha mi propiedad, y porque mi mano hubiera hallado muchas cosas;
(Santiago 1:27) 27 La forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es esta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del mundo.
(Lucas 12:15-21) 15 Entonces les dijo: “Mantengan abiertos los ojos y guárdense de toda suerte de codicia, porque hasta cuando uno tiene en abundancia, su vida no resulta de las cosas que posee”. 16 Con eso les habló una ilustración, y dijo: “El terreno de cierto hombre rico produjo bien. 17 Por consiguiente, él razonaba dentro de sí, diciendo: ‘¿Qué haré, ya que no tengo dónde recoger mis cosechas?’. 18 De modo que dijo: ‘Haré esto: demoleré mis graneros y edificaré otros mayores, y allí recogeré todo mi grano y todas mis cosas buenas; 19 y diré a mi alma: “Alma, tienes muchas cosas buenas almacenadas para muchos años; pásalo tranquila, come, bebe, goza”’. 20 Pero Dios le dijo: ‘Irrazonable, esta noche exigen de ti tu alma. Entonces, ¿quién ha de tener las cosas que almacenaste?’. 21 Así pasa con el hombre que atesora para sí, pero no es rico para con Dios”.
(Colosenses 3:5) 5 Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría.
(Job 31:26-28) 26 si solía ver la luz cuando fulguraba, o la preciosa luna que iba caminando, 27 y mi corazón empezó a ser seducido en secreto, y mi mano procedió a besar mi boca, 28 eso también sería un error para [la atención de] los jueces, porque habría negado al Dios [verdadero] que está arriba.
(Deuteronomio 4:15) 15 ”Y tienen que cuidar bien sus almas, porque no vieron ninguna forma en el día que Jehová les habló en Horeb de en medio del fuego,
(Deuteronomio 4:19) 19 y para que no alces tus ojos a los cielos y de hecho veas el sol y la luna y las estrellas, todo el ejército de los cielos, y realmente te dejes seducir y te inclines ante ellos y les sirvas, los cuales Jehová tu Dios ha repartido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.
(1 Juan 5:21) 21 Hijitos, guárdense de los ídolos.
(Job 31:29, 30) 29 Si solía regocijarme por la extinción de uno que me odiara intensamente, o me sentía excitado porque el mal lo hubiera hallado... 30 y no permití pecar a mi paladar pidiendo un juramento en contra de su alma.
(Proverbios 24:17, 18) 17 Cuando caiga tu enemigo, no te regocijes; y cuando se le haga tropezar, no esté gozoso tu corazón, 18 para que Jehová no vea, y sea malo a sus ojos, y ciertamente vuelva su cólera de contra él.
(Proverbios 17:5) 5 El que hace escarnio de la persona de escasos recursos ha vituperado a su Hacedor. El que está gozoso por el desastre [ajeno] no quedará libre de castigo.
(Deuteronomio 32:35) 35 Mía es la venganza, y la retribución. Al tiempo señalado el pie de ellos se moverá con inseguridad, porque cercano está el día de su desastre, y los sucesos ya listos para ellos de veras se apresuran’.
(Job 31:31, 32) 31 Si los hombres de mi tienda no dijeron: ‘¿Quién puede presentar a alguien que no haya quedado satisfecho de su alimento?’... 32 allá afuera ningún residente forastero pasaba la noche; yo mantenía abiertas mis puertas a la senda.
(Romanos 12:13) 13 Compartan con los santos según las necesidades de estos. Sigan la senda de la hospitalidad.
(Proverbios 15:17) 17 Mejor es un plato de legumbres donde hay amor que un toro cebado en pesebre y, junto con él, odio.
(Judas 3, 4) 3 Amados, aunque estaba haciendo todo esfuerzo por escribirles acerca de la salvación que tenemos en común, se me hizo necesario escribirles para exhortarlos a que luchen tenazmente por la fe que una vez para siempre fue entregada a los santos. 4 Mi razón es que se han metido disimuladamente ciertos hombres que desde hace mucho han estado señalados por las Escrituras a este juicio, hombres impíos, que tornan la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para conducta relajada, y que demuestran ser falsos a nuestro único Dueño y Señor, Jesucristo.
(Judas 16) 16 Estos hombres son murmuradores, quejumbrosos respecto a su suerte en la vida, que proceden según sus propios deseos, y su boca habla cosas hinchadas, a la vez que están admirando personalidades en el interés de [su propio] provecho.
(Job 31:33-37) 33 Si como un hombre terrestre encubrí mis transgresiones y escondí mi error en el bolsillo de mi camisa... 34 porque sufriera un sobresalto ante una gran muchedumbre, o el desprecio mismo de familias me aterrorizara y me quedara callado, no saliera de la entrada. 35 ¡Ah, que tuviera a alguien que me escuchara, que conforme a mi firma el Todopoderoso mismo me respondiera!, ¡o que el individuo en el litigio conmigo hubiera escrito un documento mismo! 36 De seguro yo lo llevaría sobre el hombro; lo enlazaría en derredor mío como una magnífica corona. 37 El número de mis pasos le informaría; como un caudillo me acercaría a él.
(Proverbios 28:13) 13 El que encubre sus transgresiones no tendrá éxito, pero al que [las] confiesa y [las] deja se le mostrará misericordia.
(Santiago 5:13-15) 13 ¿Hay alguno que esté sufriendo el mal entre ustedes? Que se ocupe en orar. ¿Hay alguno que se sienta contento? Que cante salmos. 14 ¿Hay alguno enfermo entre ustedes? Que llame a [sí] a los ancianos de la congregación, y que ellos oren sobre él, untándo[lo] con aceite en el nombre de Jehová. 15 Y la oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará. También, si hubiera cometido pecados, se le perdonará.
(Job 31:38-40) 38 Si contra mí clamara mi propio suelo por socorro, y a una lloraran sus surcos mismos; 39 si su fruto he comido sin dinero, y al alma de sus dueños he hecho jadear, 40 que en vez de trigo salga el yerbajo espinoso; y en vez de cebada, yerbajos hediondos”. Las palabras de Job han terminado.
(Job 31:35) 35 ¡Ah, que tuviera a alguien que me escuchara, que conforme a mi firma el Todopoderoso mismo me respondiera!, ¡o que el individuo en el litigio conmigo hubiera escrito un documento mismo!
(Job 10:12) 12 Vida y bondad amorosa has obrado conmigo; y tu propio cuidado ha guardado mi espíritu.
(Job 6:14) 14 En cuanto al que retiene de su propio prójimo la bondad amorosa, también dejará hasta el temor del Todopoderoso.
(Mateo 22:37-40) 37 Él le dijo: “‘Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente’. 38 Este es el más grande y el primer mandamiento. 39 El segundo, semejante a él, es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo’. 40 De estos dos mandamientos pende toda la Ley, y los Profetas”.
(Filipenses 4:6, 7) 6 No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; 7 y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús.
(Hebreos 10:23-25) 23 Tengamos firmemente asida la declaración pública de nuestra esperanza sin titubear, porque fiel es el que ha prometido. 24 Y considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, 25 sin abandonar el reunirnos, como algunos tienen por costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día se acerca.
(Salmo 96:1-3) 96  Canten a Jehová una canción nueva. Canten a Jehová, [oh gentes de] toda la tierra.  2 Canten a Jehová, bendigan su nombre. De día en día anuncien las buenas nuevas de salvación por él.  3 Declaren entre las naciones su gloria, entre todos los pueblos sus maravillosas obras.
(Salmo 73:28) 28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es bueno para mí. En el Señor Soberano Jehová he puesto mi refugio, para declarar todas tus obras.
(2 Pedro 2:5) 5 y no se contuvo de castigar a un mundo antiguo, sino que guardó en seguridad a Noé, predicador de justicia, con otras siete [personas] cuando trajo un diluvio sobre un mundo de gente impía;
(Josué 1:7, 8) 7 ”Sólo sé animoso y muy fuerte para que cuides de hacer conforme a toda la ley que Moisés mi siervo te mandó. No te desvíes de ella a la derecha ni a la izquierda, para que actúes sabiamente adondequiera que vayas. 8 Este libro de la ley no debe apartarse de tu boca, y día y noche tienes que leer en él en voz baja, a fin de que cuides de hacer conforme a todo lo que está escrito en él; porque entonces tendrás éxito en tu camino y entonces actuarás sabiamente.
(Mateo 28:19, 20) 19 Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.
(Deuteronomio 30:11-14) 11 ”Porque este mandamiento que te estoy mandando hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. 12 No está en los cielos, para que se diga: ‘¿Quién ascenderá por nosotros a los cielos y nos lo conseguirá, para que nos deje oírlo para que lo pongamos por obra?’. 13 Tampoco está al otro lado del mar, para que se diga: ‘¿Quién pasará por nosotros al otro lado del mar y nos lo conseguirá, para que nos deje oírlo para que lo pongamos por obra?’. 14 Porque la palabra está muy cerca de ti, en tu propia boca y en tu propio corazón, para que la pongas por obra.
(1 Reyes 8:57) 57 Resulte estar Jehová nuestro Dios con nosotros tal como resultó estar con nuestros antepasados. No nos deje ni nos abandone,
(1 Pedro 2:17) 17 Honren a [hombres] de toda clase, tengan amor a toda la asociación de hermanos, estén en temor de Dios, den honra al rey.
(Job 31:29-37) 29 Si solía regocijarme por la extinción de uno que me odiara intensamente, o me sentía excitado porque el mal lo hubiera hallado... 30 y no permití pecar a mi paladar pidiendo un juramento en contra de su alma. 31 Si los hombres de mi tienda no dijeron: ‘¿Quién puede presentar a alguien que no haya quedado satisfecho de su alimento?’... 32 allá afuera ningún residente forastero pasaba la noche; yo mantenía abiertas mis puertas a la senda. 33 Si como un hombre terrestre encubrí mis transgresiones y escondí mi error en el bolsillo de mi camisa... 34 porque sufriera un sobresalto ante una gran muchedumbre, o el desprecio mismo de familias me aterrorizara y me quedara callado, no saliera de la entrada. 35 ¡Ah, que tuviera a alguien que me escuchara, que conforme a mi firma el Todopoderoso mismo me respondiera!, ¡o que el individuo en el litigio conmigo hubiera escrito un documento mismo! 36 De seguro yo lo llevaría sobre el hombro; lo enlazaría en derredor mío como una magnífica corona. 37 El número de mis pasos le informaría; como un caudillo me acercaría a él.
(Job 31:16-25) 16 Si yo solía retener de [su] deleite a los de condición humilde, y los ojos de la viuda hacía fallar, 17 y solía comer mi bocado a solas, mientras el huérfano de padre no comía de él 18 (porque desde mi juventud él se crió conmigo como con un padre, y desde el vientre de mi madre la seguí guiando); 19 si solía ver a cualquiera pereciendo por no tener prenda de vestir, o que el pobre no tenía cobertura; 20 si sus lomos no me bendijeron, ni de la lana esquilada de mis carneros jóvenes se calentaba; 21 si yo agitaba mi mano de acá para allá contra el huérfano de padre, cuando veía [que se necesitaba] mi auxilio en la puerta, 22 que se caiga de su hombro mi propia espaldilla, y que mi propio brazo se quiebre desde su hueso superior. 23 Porque el desastre de parte de Dios era un pavor para mí, y contra su dignidad yo no podía aguantar. 24 Si he puesto el oro como mi seguridad, o al oro he dicho: ‘¡Tú eres mi confianza!’, 25 si solía regocijarme porque fuera mucha mi propiedad, y porque mi mano hubiera hallado muchas cosas;

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