TEXTO DEL DIA
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CITA BIBLICA
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Descripción Biblia
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Referencias BIBLICAS
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*** Texto del Jueves, 22 de Noviembre de 2012 ***
Jueves 22 de noviembre
En el Señor Soberano Jehová he puesto mi refugio
(Sal. 73:28).
► es12 pág. 115 Noviembre
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(Salmo 73:28)
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Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es bueno para mí.
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(Salmo 65:4) Feliz
es aquel a quien tú escoges y haces que se acerque,
para que resida en tus patios.
Ciertamente quedaremos satisfechos con la bondad de tu casa, el lugar santo de tu templo.
(Hebreos 10:22)
acerquémonos con corazones sinceros en la plena seguridad de la fe, pues los
corazones se nos han limpiado por rociadura de una conciencia inicua, y los cuerpos se nos han lavado con agua limpia.
(Santiago 4:8)
Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes.
Límpiense las manos, pecadores, y purifiquen su corazón, indecisos.
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(Salmo 15:1) Oh Jehová, ¿quién será huésped en tu tienda? ¿Quién
residirá en tu santa montaña?
(Salmo 135:4) Porque Jah ha escogido aun a Jacob para sí, a Israel por
propiedad especial suya.
(Salmo 27:4) Una cosa he
pedido a Jehová... es lo que buscaré, que pueda morar en la casa de Jehová
todos los días de mi vida, para contemplar la agradabilidad de Jehová y para
mirar con aprecio a su templo.
(Salmo 84:4) ¡Felices son los
que moran en tu casa! Todavía siguen alabándote. Sélah.
(Salmo 84:10) Porque un día
en tus patios es mejor que mil [en otro lugar]. He escogido estar de pie al
umbral en la casa de mi Dios más bien que ir de acá para allá en las tiendas
de la iniquidad.
(Salmo 36:8) Beben hasta saciarse de la grosura de tu casa; y del
torrente de tus placeres les haces beber.
(Salmo 63:5) Como con la mejor parte, aun la grosura, mi alma está
satisfecha, y con labios de clamores gozosos mi boca ofrece alabanza.
(1 Samuel 3:3) Y la lámpara de Dios aún no se había
apagado, y Samuel estaba acostado en el templo de Jehová, donde estaba el
arca de Dios.
(1 Crónicas 16:1) Así introdujeron el arca del Dios
[verdadero] y la colocaron dentro de la tienda que David había asentado para
ella; y empezaron a presentar ofrendas quemadas y sacrificios de comunión
delante del Dios [verdadero].
(Hebreos 13:18) Ocúpense en orar por nosotros, porque confiamos en que
tenemos una conciencia honrada, puesto que deseamos comportarnos honradamente
en todas las cosas.
(1 Juan 1:7) Sin embargo, si andamos en la luz, como él
mismo está en la luz, sí tenemos participación unos con otros, y la sangre de
Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.
(Ezequiel 36:25) Y ciertamente rociaré sobre ustedes agua limpia, y
llegarán a estar limpios; de todas sus impurezas y de todos sus ídolos
estercolizos los limpiaré.
(Efesios 5:26) para santificarla, limpiándola con el baño de agua por
medio de la palabra,
(Isaías 44:22) Ciertamente borraré tus transgresiones tal como con una
nube, y tus pecados tal como con una masa de nube. Vuelve a mí, sí, porque yo
ciertamente te recompraré.
(Isaías 55:6) Busquen a Jehová mientras pueda ser hallado. Clamen a él
mientras resulte estar cerca.
(Isaías
1:16) 16 Lávense; límpiense; quiten la maldad
de sus tratos de enfrente de mis ojos; cesen de hacer lo malo.
(1 Juan 3:3) 3 Y
todo el que tiene esta esperanza puesta en él se purifica a sí mismo así como
ese es puro.
(Santiago 1:8) 8 es
un hombre indeciso, inconstante en todos sus caminos.
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En el Señor
Soberano Jehová he puesto mi
refugio,
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(Salmo 46:1) Dios
es para nosotros refugio y fuerza, una ayuda que puede hallarse prontamente
durante angustias.
(Salmo 71:5)
Porque tú eres mi esperanza, oh Señor Soberano Jehová, mi confianza desde mi
juventud.
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para declarar todas tus obras.
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(Salmo 107:22) Y
que ofrezcan los sacrificios de acción de gracias y declaren sus obras con un
clamor gozoso.
(Salmo 118:17) No
moriré, sino que seguiré viviendo, para poder declarar las obras de Jah.
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¿Qué debemos hacer
para que crezca nuestro amor por Dios? Leamos su Palabra a diario y meditemos
en lo que nos revela sobre él. Oremos desde el corazón para alabarlo y
agradecerle lo bueno que es con nosotros (Fili. 4:6, 7).
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(Filipenses 4:6, 7)
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No se inquieten por cosa alguna,
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(Mateo 6:25) ”Por
esto les digo: Dejen de inquietarse respecto a su alma en cuanto a qué
comerán o qué beberán, o respecto a su cuerpo en cuanto a qué se pondrán. ¿No
significa más el alma que el alimento, y el cuerpo que la ropa?
(Lucas 12:22)
Entonces dijo a sus discípulos: “Por esta razón les digo: Dejen de
inquietarse respecto a su alma, en cuanto a qué comerán, o respecto a su
cuerpo, en cuanto a qué se pondrán.
(1 Pedro 5:7)
a la vez que echan sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por
ustedes.
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sino que en todo, por oración y ruego
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(Romanos 12:12)
Regocíjense en la esperanza.
Aguanten bajo tribulación.
Perseveren en la oración.
(Santiago 1:5) Por lo
tanto, si alguno de ustedes tiene deficiencia en cuanto a sabiduría, que siga pidiéndole
a Dios, porque él da generosamente a todos, y sin echar en cara; y le será dada.
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(1 Tesalonicenses
1:3) 3 porque incesantemente tenemos presentes
su fiel obra y [su] amorosa labor y [su] aguante debido a [su] esperanza en
nuestro Señor Jesucristo delante de nuestro Dios y Padre.
(Hechos 14:22)
22 fortaleciendo las almas de los discípulos,
animándolos a permanecer en la fe, y [diciendo]: “Tenemos que entrar en el
reino de Dios a través de muchas tribulaciones”.
(Filipenses 4:6) No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por
oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a
Dios;
(1 Tesalonicenses 5:17) Oren incesantemente.
(Proverbios 2:3)
3 si, además, clamas por el entendimiento mismo y das
tu voz por el discernimiento mismo,
(1 Reyes 3:9) Y tienes que dar a tu siervo un corazón
obediente para juzgar a tu pueblo, para discernir entre lo bueno y lo malo;
porque ¿quién es capaz de juzgar a este difícil pueblo tuyo?”.
(Marcos 11:24) Por eso les digo: Todas las cosas que oran y piden,
tengan fe en que pueden darse por recibidas, y las tendrán.
(1 Juan 3:22) y cualquier cosa que le pedimos la recibimos
de él, porque estamos observando sus mandamientos y estamos haciendo las
cosas que son gratas a sus ojos.
(Mateo 7:11)
11 Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben
dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará su Padre que está
en los cielos cosas buenas a los que le piden!
(Proverbios 2:6)
Porque Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento
y discernimiento.
(Juan 15:7)
Si permanecen en unión conmigo y mis dichos permanecen en ustedes, pidan lo
que quieran y se efectuará para con ustedes.
(1 Juan 5:14)
Y esta es la confianza que tenemos para con él, que, no importa qué sea lo
que pidamos conforme a su voluntad, él nos oye.
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junto con acción de
gracias, dense a conocer sus
peticiones a Dios;
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(Salmo 145:18)
Jehová está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan en
apego a la verdad.
(Juan 16:23) Y en
aquel día ustedes no me harán pregunta alguna. Muy verdaderamente les digo:
Si le piden alguna cosa al Padre, él se la dará en mi nombre.
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7 y la paz
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(Juan 14:27) La
paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy a ustedes como el mundo la da. No
se les perturbe el corazón ni se les encoja de temor.
(Romanos 5:1) Por lo
tanto, ahora que hemos sido declarados justos como resultado de fe, gocemos
de paz con Dios mediante nuestro Señor Jesucristo,
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de Dios que supera
a todo pensamiento guardará sus
corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús.
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(Colosenses 3:15) 15 También, que
la paz
del Cristo controle en sus corazones, porque,
de hecho, ustedes fueron llamados a ella en un solo cuerpo.
Y muéstrense agradecidos.
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(Juan 14:27)
27 La paz les dejo, mi paz les doy. No se la doy a
ustedes como el mundo la da. No se les perturbe el corazón ni se les encoja
de temor.
(Filipenses 4:7)
7 y la paz de Dios que supera a todo pensamiento
guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús.
(Efesios 2:15)
15 Por medio de su carne abolió la enemistad, la Ley
de mandamientos que consistía en decretos, para crear de los dos pueblos en
unión consigo mismo un solo hombre nuevo, y hacer la paz;
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Además, proclamemos
en el ministerio “las buenas nuevas de salvación” (Sal. 96:1-3).
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(Salmo 96:1-3)
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Canten a Jehová una canción nueva.
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(1 Crónicas 16:23)
¡Canten a Jehová, todos ustedes los de la tierra! ¡Anuncien de día en día la
salvación que él da!
(Salmo 33:3)
Cántenle una canción nueva; esmérense en tocar las cuerdas junto con gozoso
gritar.
(Salmo 40:3)
Adicionalmente, puso en mi boca una canción nueva, alabanza a nuestro Dios.
Muchos verán [esto] y temerán, y confiarán en Jehová.
(Salmo 98:1)
Canten a Jehová una canción nueva, porque maravillosas son las cosas que él
ha obrado. Su diestra, aun su santo brazo, le ha ganado salvación.
(Salmo 149:1)
¡Alaben a Jah! Canten a Jehová una canción nueva, su alabanza en la
congregación de los que son leales.
(Isaías 42:10)
Canten a Jehová una canción nueva, su alabanza desde la extremidad de la
tierra, ustedes los que están bajando al mar y a lo que lo llena, islas y
ustedes los que las habitan.
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Canten a Jehová, [oh gentes de] toda la tierra.
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(Salmo 66:4) 4 [Las
gentes de] toda la tierra se inclinarán ante ti, y te celebrarán con melodía,
celebrarán tu nombre con melodía”. Sélah.
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2 Canten a Jehová, bendigan su nombre.
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(1 Crónicas 29:20)
Y David pasó a decir a toda la congregación: “Bendigan, ahora, a Jehová su
Dios”. Y toda la congregación procedió a bendecir a Jehová el Dios de sus
antepasados, y a inclinarse y postrarse ante Jehová y ante el rey.
(Nehemías 9:5) Y los
levitas Jesúa y Qadmiel, Baní, Hasabneya, Serebías, Hodías, Sebanías [y]
Petahías pasaron a decir: “Levántense, bendigan a Jehová su Dios desde tiempo
indefinido hasta tiempo indefinido. Y que bendigan tu glorioso nombre, que es
ensalzado sobre toda bendición y alabanza.
(Salmo 72:19) Y
bendito sea su glorioso nombre hasta tiempo indefinido, y llene su gloria
toda la tierra. Amén y Amén.
(Efesios 1:3)
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque nos ha
bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en unión
con Cristo,
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De día en día anuncien las buenas nuevas de salvación por él.
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(Salmo 40:10) No
he encubierto tu justicia dentro de mi corazón. He declarado tu fidelidad y
tu salvación. No he escondido tu bondad amorosa ni tu apego a la verdad en la
congregación grande”.
(Salmo 71:15) Mi
propia boca relatará tu justicia; todo el día, tu salvación, pues no he
llegado a saber las cantidades [de ellas].
(Isaías 52:7) ¡Cuán
hermosos sobre las montañas son los pies del que trae buenas nuevas, del que
publica paz, del que trae buenas nuevas de algo mejor, del que publica
salvación, del que dice a Sión: “¡Tu Dios ha llegado a ser rey!”.
(Hechos 13:26)
”Varones, hermanos, ustedes los hijos de la cepa de Abrahán y los [demás]
entre ustedes que temen a Dios, la palabra de esta salvación ha sido enviada
a nosotros.
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3 Declaren
entre las naciones su
gloria,
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(Isaías 60:1)
“Levántate, oh mujer, despide luz, porque ha venido tu luz y sobre ti ha
brillado la mismísima gloria de Jehová.
(Isaías 66:19) “Y
ciertamente pondré en medio de ellas una señal, y ciertamente enviaré algunos
de los escapados a las naciones, [a] Tarsis, Pul y Lud, los que estiran el
arco, Tubal y Javán, las islas lejanas, que no han oído un informe acerca de
mí ni han visto mi gloria; y de seguro anunciarán mi gloria entre las
naciones.
(Mateo 28:19)
Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo,
(1 Pedro 2:9)
Pero ustedes son “una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un
pueblo para posesión especial, para que declaren en público las excelencias”
de aquel que los llamó de la oscuridad a su luz maravillosa.
(Revelación 14:6) Y vi
a otro ángel que volaba en medio del cielo, y tenía buenas nuevas eternas que
declarar como noticias gozosas a los que moran en la tierra, y a toda nación
y tribu y lengua y pueblo,
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entre todos los pueblos sus maravillosas obras.
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(Salmo 72:18) 18 Bendito sea
Jehová Dios, el Dios de Israel, el único que hace obras maravillosas.
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¿Y de qué
manera defendemos hoy día la soberanía de Jehová y le mostramos nuestra
lealtad? Al ser predicadores de justicia, al hacer discípulos, al poner
en práctica los consejos bíblicos y al reunirnos con nuestros hermanos en las
reuniones y asambleas. Todas estas actividades nos infunden valor y fortaleza
espiritual y nos ayudan a efectuar la voluntad de Dios. En realidad,
no es tan difícil lograrlo, pues contamos con el apoyo de nuestro Padre
celestial y el de su Hijo (Deu.
30:11-14; 1 Rey. 8:57). w10 15/11 5:21, 23
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(Deuteronomio 30:11-14)
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”Porque este mandamiento que te estoy mandando hoy
no es demasiado difícil para ti, ni está lejos.
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(Salmo 147:19)
Está anunciando su palabra a Jacob, sus disposiciones reglamentarias y sus
decisiones judiciales a Israel.
(Proverbios 2:4) si
sigues buscando esto como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues en
busca de ello,
(Isaías 45:19) En
un escondrijo no hablé, en un lugar oscuro de la tierra; ni dije yo a la
descendencia de Jacob: ‘Búsquenme sencillamente para nada’. Yo soy Jehová,
que hablo lo que es justo, que informo lo que es recto.
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12 No está en
los cielos, para que se diga: ‘¿Quién ascenderá por nosotros a los cielos y
nos lo conseguirá, para que nos deje oírlo para que lo pongamos por obra?’.
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(Romanos 10:6, 7) 6 Pero
la justicia que resulta de la fe habla de esta manera: “No digas en tu
corazón: ‘¿Quién ascenderá al cielo?’, esto es, para hacer bajar a Cristo; 7 . . .
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13 Tampoco está
al otro lado del mar, para que se diga: ‘¿Quién pasará por nosotros al otro
lado del mar y nos lo conseguirá, para que nos deje oírlo para que lo
pongamos por obra?’. 14 Porque la palabra está muy
cerca de ti, en tu propia boca y en tu propio corazón,
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(Romanos 10:8) 8 Pero ¿qué
dice? “La palabra está cerca de ti, en tu propia boca y en tu propio
corazón”; es decir, la “palabra” de fe, que predicamos.
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para que la pongas por obra.
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(Mateo 7:21) ”No
todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino
el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
(Santiago 1:25) Pero
el que mira con cuidado en la ley perfecta que pertenece a la libertad, y
persiste en [ella], este, por cuanto se ha hecho, no un oidor olvidadizo,
sino un hacedor de la obra, será feliz al hacer[la].
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(1 Reyes 8:57)
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Resulte estar Jehová nuestro Dios con nosotros
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(Mateo 1:23) 23 “¡Miren! La virgen
quedará encinta y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel”, que,
traducido, significa: “Con Nosotros Está Dios”.
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tal como resultó estar con nuestros antepasados.
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(2 Crónicas 32:7)
“Sean animosos y fuertes. No tengan miedo ni se aterroricen a causa del rey
de Asiria ni debido a toda la muchedumbre que está con él; porque con
nosotros hay más que los que hay con él.
(Salmo 46:7)
Jehová de los ejércitos está con nosotros; el Dios de Jacob es altura segura
para nosotros. Sélah.
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No nos deje ni nos abandone,
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(Deuteronomio 31:6) Sean
animosos y fuertes. No tengan miedo ni sufran un sobresalto delante de ellos,
porque Jehová tu Dios es el que marcha contigo. No te desamparará ni te
dejará enteramente”.
(Josué 1:5) Nadie
se plantará con firmeza delante de ti en todos los días de tu vida. Tal como
resulté estar con Moisés resultaré estar contigo. No te desampararé ni te
dejaré enteramente.
(Isaías 41:10) No
tengas miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu
Dios. Yo ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré.
Sí, yo verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de
justicia’.
(Hebreos 13:5) Que
[su] modo de vivir esté exento del amor al dinero, y estén contentos con las
cosas presentes. Porque él ha dicho: “De ningún modo te dejaré y de ningún
modo te desampararé”.
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*** w10 15/11 Decididos a andar en
integridad ***
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Decididos a andar en integridad
“En cuanto a mí, andaré en mi integridad.” (SAL. 26:11)
EN LA antigüedad se acostumbraba pesar los productos
con una balanza compuesta por una barra sostenida en su punto medio por un
eje y con dos platillos colgando de los extremos. En uno se colocaba el
producto, y en el otro, una pesa. Las balanzas y las pesas que usaban los
siervos de Dios debían ser exactas (Pro. 11:1).
2 En el capítulo 31 del libro de Job, el fiel patriarca afirmó lo
siguiente mientras sufría los ataques de Satanás: “[Jehová] me pesará en
balanza exacta, y [...] llegará a conocer mi integridad” (Job 31:6). En ese
mismo capítulo dio a entender que había logrado superar diversas pruebas de
lealtad a las que se enfrentan todos los siervos de Dios. Sin duda, Job nos
dejó un gran ejemplo que debemos imitar. Si lo hacemos, podremos decir
con la misma convicción que David: “En cuanto a mí, andaré en mi
integridad” (Sal. 26:11).
3 Job permaneció leal a Dios a pesar de las terribles pruebas que
atravesó. De hecho, hay quienes calificarían de heroica su resistencia.
Es cierto que nuestros problemas no son como los suyos. Sin
embargo, también debemos ser fieles a Jehová, tanto en las cosas pequeñas
como en las más grandes. Así se nos conocerá como hombres y mujeres íntegros
que defienden su soberanía (léase Lucas
16:10).
Seamos leales en cuestiones de moralidad
4 Si queremos ser fieles a Jehová, debemos respetar sus normas y evitar
la inmoralidad, tal como hizo Job, quien aseguró: “Un pacto he celebrado con
mis ojos. Por eso, ¿cómo pudiera mostrarme atento a una virgen?”. Luego
añadió: “Si mi corazón se ha dejado seducir hacia una mujer, y me quedé
acechando al mismo paso de entrada de mi compañero, muela mi esposa para otro
hombre, y sobre ella arrodíllense otros hombres” (Job 31:1, 9, 10).
5 Job estaba decidido a mantenerse íntegro, por lo que siempre evitó
mirar con pasión a las mujeres. Como tenía esposa, no coqueteaba con las
solteras ni buscaba relaciones románticas con las casadas. Siglos
después, al pronunciar el Sermón del Monte, Jesús hizo una contundente
afirmación sobre la inmoralidad sexual, una advertencia que los cristianos
leales nunca debemos olvidar (léase Mateo
5:27, 28).
Nunca recurramos a tácticas engañosas
6 Las personas íntegras nunca actúan de forma sinuosa o retorcida (léase Proverbios 3:31-33).
Job dijo: “Si he andado con hombres de mentira, y mi pie se apresura al
engaño, [Jehová] me pesará en balanza exacta, y [...] llegará a conocer
mi integridad” (Job
31:5, 6). Como vemos, Dios evalúa a la humanidad en su “balanza
exacta”. Al igual que en el caso de Job, mide la lealtad de sus siervos
de acuerdo con su norma perfecta de justicia.
7 Si recurriéramos a engaños y manipulaciones, no podríamos
considerarnos cristianos leales, pues Dios nos exige que renunciemos “a las
cosas solapadas de las cuales hay que avergonzarse” y que no actuemos
“con astucia” (2 Cor.
4:1, 2). Pero ¿qué pasaría si perjudicáramos a un hermano con
nuestras palabras o acciones engañosas? Podría ser que él le pidiera ayuda a
Jehová, como hizo el salmista, quien exclamó: “A Jehová clamé en la angustia
mía, y él procedió a responderme. Oh Jehová, de veras libra mi alma de los
labios falsos, de la lengua mañosa” (Sal. 120:1, 2). Nuestra conducta nos colocaría en una
situación muy comprometida. No olvidemos que Dios examina el “corazón y
[los] riñones”, o sea, lo más profundo de nuestro ser, para determinar si
realmente le somos leales (Sal.
7:8, 9).
Seamos ejemplares al tratar a quienes nos
rodean
8 Si queremos ser íntegros, debemos imitar la humildad de Job, así como
la justicia y consideración con que trataba a la gente. Él dijo: “Si
solía rehusar el juicio de mi esclavo o de mi esclava en su litigio conmigo,
entonces, ¿qué podré hacer cuando Dios se levante? Y cuando pida
cuentas, ¿qué podré responderle? ¿Acaso Aquel que me hizo en el vientre
no lo hizo a él, y no procedió Uno solo a prepararnos en la
matriz?” (Job 31:13-15).
9 Al parecer, no había un sistema judicial complejo en los días
del patriarca. Sin embargo, los casos que surgían se atendían de manera
organizada, y hasta los esclavos podían recurrir a un tribunal. Job trataba a
sus siervos con justicia y compasión. Los cristianos íntegros deben demostrar
esas mismas cualidades, sobre todo si son ancianos de congregación.
Seamos generosos y evitemos la codicia
10 Job era un hombre generoso y servicial, libre de todo egoísmo y
codicia. Por eso pudo decir: “Si [...] los ojos de la viuda hacía
fallar, y solía comer mi bocado a solas, mientras el huérfano de padre
no comía de él [...]; si solía ver a cualquiera pereciendo por
no tener prenda de vestir [...]; si yo agitaba mi mano de acá para
allá contra el huérfano de padre, cuando veía que se necesitaba mi auxilio en
la puerta, [en ese caso,] que se caiga de su hombro mi propia espaldilla, y
que mi propio brazo se quiebre desde su hueso superior”. Job tampoco habría
sido fiel a Dios si, en vez de apoyarse en él, le hubiera dicho al oro: “¡Tú
eres mi confianza!” (Job
31:16-25).
11 Estas expresiones poéticas seguramente nos recuerdan lo que dijo el
discípulo Santiago: “La forma de adoración que es limpia e incontaminada
desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es esta: cuidar de los
huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del
mundo” (Sant. 1:27).
Y puede que también nos hagan pensar en estas palabras de Cristo:
“Mantengan abiertos los ojos y guárdense de toda suerte de codicia, porque
hasta cuando uno tiene en abundancia, su vida no resulta de las cosas
que posee”. Después de dar esta advertencia, Jesús presentó la parábola de un
hombre codicioso que vivía rodeado de riquezas, pero murió en la miseria
espiritual, pues no era “rico para con Dios” (Luc. 12:15-21). Si queremos ser leales
a Jehová, no podemos ser codiciosos. En realidad, la codicia es una
forma de idolatría. ¿En qué sentido? Cuando alguien desea una cosa de manera
desmedida, la convierte en un dios que llega a ocupar en su corazón el lugar
que le corresponde a Jehová (Col.
3:5). Como vemos, la codicia y la integridad son incompatibles.
Aferrémonos a la religión verdadera
12 Las personas íntegras evitan toda práctica de la religión falsa.
Siguen el ejemplo de Job, quien dijo: “Si solía ver la luz cuando fulguraba,
o la preciosa luna que iba caminando, y mi corazón empezó a ser seducido en
secreto, y mi mano procedió a besar mi boca, eso también sería un error para
la atención de los jueces, porque habría negado al Dios verdadero que está
arriba” (Job 31:26-28).
13 Job no rendía culto a objetos sin vida. No se dejó seducir
en secreto por los cuerpos celestes, como la Luna. Al verlos, su “mano
[nunca] procedió a besar [su] boca”, lo que probablemente significa que no les
lanzó besos con la mano en señal de adoración. Eso habría sido un acto
idolátrico y un rechazo a su Dios (Deu. 4:15, 19). Si queremos ser leales a Jehová,
nosotros también tenemos que evitar todo tipo de idolatría (léase 1 Juan 5:21).
No seamos vengativos ni hipócritas
14 Job no era malicioso ni cruel, pues sabía que esos rasgos
son incompatibles con la integridad. Notemos lo que dijo: “[No] solía
regocijarme por la extinción de uno que me odiara intensamente, [ni] me
sentía excitado porque el mal lo hubiera hallado [...] y no permití
pecar a mi paladar pidiendo un juramento en contra de su alma” (Job 31:29, 30).
15 El justo Job nunca se alegró al ver sufrir a quienes lo odiaban.
Siglos después, el libro de Proverbios advirtió: “Cuando caiga tu enemigo,
no te regocijes; y cuando se le haga tropezar, no esté gozoso tu
corazón, para que Jehová no vea, y sea malo a sus ojos, y ciertamente
vuelva su cólera de contra él” (Pro. 24:17, 18). Como Dios lee los corazones, sabe si nos
alegramos por el sufrimiento ajeno, algo que no le agrada en absoluto (Pro. 17:5). Quien adopte
esa actitud recibirá su merecido, pues Jehová asegura: “Mía es la venganza, y
la retribución” (Deu.
32:35).
16 Además, Job era hospitalario (Job 31:31, 32). Aunque nosotros no seamos ricos como él,
también podemos seguir “la senda de la hospitalidad” (Rom. 12:13). Si invitamos a alguien a
comer a casa, no tenemos por qué preparar algo muy complicado.
Recordemos que “mejor es un plato de legumbres donde hay amor que un toro
cebado en pesebre y, junto con él, odio” (Pro. 15:17). Incluso con la comida más sencilla,
podemos disfrutar de un rato agradable y edificante con nuestros queridos
hermanos.
17 Los invitados de Job sin duda se sentían fortalecidos
espiritualmente, pues él les brindaba su hospitalidad de forma sincera.
No era como los hombres hipócritas que se introdujeron en la
congregación del siglo primero, quienes colmaban de atenciones a las personas
importantes “en el interés de su propio provecho” (Jud. 3, 4, 16). Job tampoco trató de
ocultar sus pecados ni escondió su error “en el bolsillo de [su] camisa”
por miedo a caer en el descrédito. Él aceptaba que Dios lo examinara y
estaba dispuesto a confesarle sus errores (Job 31:33-37). Si algún día nosotros
llegáramos a cometer un pecado grave, no deberíamos ocultarlo para
guardar las apariencias. Más bien, deberíamos demostrar que somos íntegros
reconociendo nuestro error, arrepintiéndonos, buscando ayuda espiritual y
reparando en lo posible cualquier daño cometido (Pro. 28:13; Sant. 5:13-15).
Un hombre íntegro es sometido a juicio
18 Job era honrado y justo, por lo cual pudo decir: “Si contra mí
clamara mi propio suelo por socorro, y a una lloraran sus surcos mismos; si
su fruto he comido sin dinero, y al alma de sus dueños he hecho jadear,
[entonces] que en vez de trigo salga el yerbajo espinoso; y en vez de cebada,
yerbajos hediondos” (Job
31:38-40). Con estas palabras, Job indicó que nunca le había
arrebatado a nadie sus tierras ni había explotado a ningún trabajador.
Tal como él, nosotros debemos ser leales a Jehová en todos los asuntos, sean
de poca o mucha importancia.
19 Delante de sus tres compañeros y del joven Elihú, Job había detallado
su intachable historial y, por así decirlo, lo había respaldado con su
“firma”. Además, había invitado a su oponente a levantar cargos contra él.
Si quedaba demostrado que había actuado mal, estaba dispuesto a sufrir
el castigo. Una vez presentado su caso ante el tribunal de Dios, solo le
quedaba esperar la sentencia, de modo que dio por terminadas sus palabras (Job 31:35, 40).
Podemos mantenernos íntegros
20 Job se mantuvo fiel porque quería mucho a Jehová, y este le
correspondió demostrándole su cariño y socorriéndolo. Por eso, el patriarca
le dijo: “Vida y bondad amorosa [o, según la nota, “amor leal”] has
obrado conmigo; y tu propio cuidado ha guardado mi espíritu” (Job 10:12). Pero Job
también trató con amor leal a quienes lo rodeaban, pues comprendía que si
no lo hacía, terminaría perdiendo el temor de Dios (Job 6:14). Así es, las
personas íntegras aman a Jehová y al prójimo (Mat. 22:37-40).
21 ¿Qué debemos hacer para que crezca nuestro amor por Dios? Leamos su
Palabra a diario y meditemos en lo que nos revela sobre él. Oremos desde el
corazón para alabarlo y agradecerle lo bueno que es con nosotros (Fili. 4:6, 7).
Démosle gloria con nuestros cánticos y reunámonos fielmente con su pueblo (Heb. 10:23-25). Además,
proclamemos en el ministerio “las buenas nuevas de salvación” (Sal. 96:1-3).
Si hacemos todo esto, nos mantendremos íntegros y, como el salmista,
podremos decir: “Acercarme a Dios es bueno para mí. En el Señor Soberano
Jehová he puesto mi refugio” (Sal.
73:28).
22 A lo largo de los milenios, Jehová les ha dado muy diversas
comisiones a sus siervos. A Noé le mandó construir un arca y ser “predicador
de justicia” (2 Ped.
2:5). A Josué le encargó que introdujera a los israelitas en la Tierra
Prometida, y este lo logró gracias a que leía el “libro de la ley [...]
día y noche” y obedecía sus preceptos (Jos. 1:7, 8). Y los cristianos del
siglo primero debían hacer discípulos y reunirse regularmente para estudiar
las Escrituras (Mat.
28:19, 20).
23 ¿De qué manera defendemos hoy día la soberanía de Jehová y le
mostramos nuestra lealtad? Al ser predicadores de justicia, al hacer
discípulos, al poner en práctica los consejos bíblicos y al reunirnos con
nuestros hermanos en las reuniones y asambleas. Todas estas actividades nos
infunden valor y fortaleza espiritual y nos ayudan a efectuar la voluntad de
Dios. En realidad, no es tan difícil lograrlo, pues contamos con el
apoyo de nuestro Padre celestial y el de su Hijo (Deu. 30:11-14; 1 Rey. 8:57). Además,
tenemos el respaldo de “toda la asociación de hermanos”, quienes también se
esfuerzan por andar en integridad y honrar al Señor Soberano Jehová (1 Ped. 2:17).
¿Qué respondería?
• ¿Cómo debemos ver las normas morales de Jehová?
• ¿Qué cualidades de Job le atraen más a usted?
• Según Job 31:29-37, ¿cómo era la conducta de Job?
• ¿Por qué decimos que todos podemos ser leales a
Dios?
[Preguntas del estudio]
1, 2. ¿Con
qué palabras afirmó Job que era una persona íntegra, y qué dio a entender en
el capítulo 31 del libro que lleva su nombre?
3. ¿Por qué
es importante ser fiel a Dios tanto en las cosas pequeñas como en las más
grandes?
4, 5. ¿Qué
conducta evitó el fiel Job?
6, 7. a) Tal
como en el caso de Job, ¿qué usa Jehová para medir nuestra lealtad? b) ¿Por
qué no deberíamos recurrir nunca a engaños y manipulaciones?
8. ¿Cómo
trataba Job a la gente?
9. ¿Cómo
trataba Job a sus siervos, y de qué manera podemos imitarlo?
10, 11. a) ¿Cómo sabemos que Job era generoso y
servicial? b) ¿Qué consejos bíblicos podrían venirnos a la mente al leer Job 31:16-25?
12, 13. ¿Por qué es Job un ejemplo de rechazo a la
idolatría?
14. ¿Cómo sabemos que Job no era un hombre malicioso?
15. ¿Por qué está mal alegrarse por el sufrimiento
de quienes nos odian?
16. ¿Cómo podemos ser hospitalarios aunque
no seamos ricos?
17. ¿Por qué no debemos mantener oculto ningún
pecado grave?
18, 19. a) ¿Por qué no se podía acusar a Job de
explotador? b) ¿Qué estaba dispuesto a hacer Job si se demostraba que había
actuado mal?
20, 21. a) ¿Por qué se mantuvo fiel Job? b) ¿Qué
debemos hacer para que crezca nuestro amor a Dios?
22, 23. Compare nuestras actividades con las de los
siervos leales de Dios de la antigüedad.
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(Salmo 26:11)
11 En cuanto a mí, andaré en mi integridad. Oh,
redímeme y muéstrame favor.
(Proverbios 11:1)
11 Una balanza defraudadora es cosa detestable a Jehová, pero una pesa
de piedra completa le es un placer.
(Job 31:1-40)
31 ”Un pacto he celebrado con mis ojos. Por eso, ¿cómo pudiera
mostrarme atento a una virgen? 2 ¿Y qué porción
hay de parte de Dios arriba, o herencia de parte del Todopoderoso desde lo
alto? 3 ¿No hay desastre para un malvado, y
desventura para los que practican lo que es perjudicial? 4 ¿No
ve él mismo mis caminos y cuenta aun todos mis pasos? 5 Si
he andado con [hombres de] mentira, y mi pie se apresura al engaño, 6 él
me pesará en balanza exacta, y Dios llegará a conocer mi integridad. 7 Si
mi paso se desvía del camino, o mi corazón ha andado simplemente tras mis
ojos, o cualquier defecto se ha pegado en las palmas de mis propias manos,
8 siembre yo y otro coma, y sean desarraigados
mis propios descendientes. 9 Si mi corazón se ha
dejado seducir hacia una mujer, y me quedé acechando al mismo paso de entrada
de mi compañero, 10 muela mi esposa para otro hombre,
y sobre ella arrodíllense otros hombres. 11 Porque eso
sería conducta relajada, y eso sería un error para [la atención de] los
jueces. 12 Porque ese es un fuego que comería hasta la
destrucción misma, y entre todo mi producto se arraigaría. 13 Si
solía rehusar el juicio de mi esclavo o de mi esclava en su litigio conmigo, 14 entonces,
¿qué podré hacer cuando Dios se levante? Y cuando pida cuentas, ¿qué podré
responderle? 15 ¿Acaso Aquel que me hizo en el vientre
no lo hizo a él, y no procedió Uno solo a prepararnos en la matriz? 16 Si
yo solía retener de [su] deleite a los de condición humilde, y los ojos de la
viuda hacía fallar, 17 y solía comer mi bocado a
solas, mientras el huérfano de padre no comía de él 18 (porque
desde mi juventud él se crió conmigo como con un padre, y desde el vientre de
mi madre la seguí guiando); 19 si solía ver a
cualquiera pereciendo por no tener prenda de vestir, o que el pobre no tenía
cobertura; 20 si sus lomos no me bendijeron, ni de la
lana esquilada de mis carneros jóvenes se calentaba; 21 si
yo agitaba mi mano de acá para allá contra el huérfano de padre, cuando veía
[que se necesitaba] mi auxilio en la puerta, 22 que se
caiga de su hombro mi propia espaldilla, y que mi propio brazo se quiebre
desde su hueso superior. 23 Porque el desastre de
parte de Dios era un pavor para mí, y contra su dignidad yo no podía
aguantar. 24 Si he puesto el oro como mi seguridad, o
al oro he dicho: ‘¡Tú eres mi confianza!’, 25 si solía
regocijarme porque fuera mucha mi propiedad, y porque mi mano hubiera hallado
muchas cosas; 26 si solía ver la luz cuando fulguraba,
o la preciosa luna que iba caminando, 27 y mi corazón
empezó a ser seducido en secreto, y mi mano procedió a besar mi boca, 28 eso
también sería un error para [la atención de] los jueces, porque habría negado
al Dios [verdadero] que está arriba. 29 Si solía
regocijarme por la extinción de uno que me odiara intensamente, o me sentía
excitado porque el mal lo hubiera hallado... 30 y no
permití pecar a mi paladar pidiendo un juramento en contra de su alma. 31 Si
los hombres de mi tienda no dijeron: ‘¿Quién puede presentar a alguien que no
haya quedado satisfecho de su alimento?’... 32 allá
afuera ningún residente forastero pasaba la noche; yo mantenía abiertas mis
puertas a la senda. 33 Si como un hombre terrestre
encubrí mis transgresiones y escondí mi error en el bolsillo de mi camisa... 34 porque
sufriera un sobresalto ante una gran muchedumbre, o el desprecio mismo de
familias me aterrorizara y me quedara callado, no saliera de la entrada. 35 ¡Ah,
que tuviera a alguien que me escuchara, que conforme a mi firma el
Todopoderoso mismo me respondiera!, ¡o que el individuo en el litigio conmigo
hubiera escrito un documento mismo! 36 De seguro yo lo
llevaría sobre el hombro; lo enlazaría en derredor mío como una magnífica
corona. 37 El número de mis pasos le informaría; como
un caudillo me acercaría a él. 38 Si contra mí clamara
mi propio suelo por socorro, y a una lloraran sus surcos mismos; 39 si
su fruto he comido sin dinero, y al alma de sus dueños he hecho jadear, 40 que
en vez de trigo salga el yerbajo espinoso; y en vez de cebada, yerbajos
hediondos”. Las palabras de Job han terminado.
(Job 31:6)
6 él me pesará en balanza exacta, y Dios llegará
a conocer mi integridad.
(Salmo 26:11)
11 En cuanto a mí, andaré en mi integridad. Oh,
redímeme y muéstrame favor.
(Lucas 16:10)
10 La persona fiel en lo mínimo es fiel también en lo
mucho, y la persona injusta en lo mínimo es injusta también en lo mucho.
(Job 31:1)
31 ”Un pacto he celebrado con mis ojos. Por eso, ¿cómo pudiera
mostrarme atento a una virgen?
(Job 31:9,
10) 9 Si mi corazón se ha dejado seducir
hacia una mujer, y me quedé acechando al mismo paso de entrada de mi
compañero, 10 muela mi esposa para otro hombre, y
sobre ella arrodíllense otros hombres.
(Mateo 5:27,
28) 27 ”Oyeron ustedes que se dijo: ‘No debes
cometer adulterio’. 28 Pero yo les digo que todo el
que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha
cometido adulterio con ella en su corazón.
(Proverbios 3:31-33)
31 No tengas envidia del hombre de violencia, ni
escojas ninguno de sus caminos. 32 Porque el sinuoso
es cosa detestable a Jehová, pero Él tiene intimidad con los rectos. 33 La
maldición de Jehová está sobre la casa del inicuo, pero él bendice el lugar
de habitación de los justos.
(Job 31:5,
6) 5 Si he andado con [hombres de]
mentira, y mi pie se apresura al engaño, 6 él me
pesará en balanza exacta, y Dios llegará a conocer mi integridad.
(2 Corintios
4:1, 2) 4 Por eso, teniendo este ministerio según la
misericordia que se nos mostró, no nos rendimos; 2 antes
bien, hemos renunciado a las cosas solapadas de las cuales hay que avergonzarse,
y no andamos con astucia, ni adulteramos la palabra de Dios, sino que
mediante poner de manifiesto la verdad, nos recomendamos a toda conciencia
humana a vista de Dios.
(Salmo 120:1,
2) 120 A Jehová clamé en la angustia mía, y él procedió a responderme.
2 Oh Jehová, de veras libra mi alma de los
labios falsos, de la lengua mañosa.
(Salmo 7:8,
9) 8 Jehová mismo pronunciará sentencia
sobre los pueblos. Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia, y conforme a
mi integridad en mí. 9 Por favor, que se acabe
la maldad de los inicuos, y que tú establezcas al justo; y Dios como justo
está poniendo a prueba corazón y riñones.
(Job 31:13-15)
13 Si solía rehusar el juicio de mi esclavo o de mi
esclava en su litigio conmigo, 14 entonces, ¿qué podré
hacer cuando Dios se levante? Y cuando pida cuentas, ¿qué podré responderle? 15 ¿Acaso
Aquel que me hizo en el vientre no lo hizo a él, y no procedió Uno solo a
prepararnos en la matriz?
(Job 31:16-25)
16 Si yo solía retener de [su] deleite a los de
condición humilde, y los ojos de la viuda hacía fallar, 17 y
solía comer mi bocado a solas, mientras el huérfano de padre no comía de él 18 (porque
desde mi juventud él se crió conmigo como con un padre, y desde el vientre de
mi madre la seguí guiando); 19 si solía ver a
cualquiera pereciendo por no tener prenda de vestir, o que el pobre no tenía
cobertura; 20 si sus lomos no me bendijeron, ni de la
lana esquilada de mis carneros jóvenes se calentaba; 21 si
yo agitaba mi mano de acá para allá contra el huérfano de padre, cuando veía
[que se necesitaba] mi auxilio en la puerta, 22 que se
caiga de su hombro mi propia espaldilla, y que mi propio brazo se quiebre
desde su hueso superior. 23 Porque el desastre de
parte de Dios era un pavor para mí, y contra su dignidad yo no podía
aguantar. 24 Si he puesto el oro como mi seguridad, o
al oro he dicho: ‘¡Tú eres mi confianza!’, 25 si solía
regocijarme porque fuera mucha mi propiedad, y porque mi mano hubiera hallado
muchas cosas;
(Santiago 1:27)
27 La forma de adoración que es limpia e incontaminada
desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es esta: cuidar de los
huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del
mundo.
(Lucas 12:15-21)
15 Entonces les dijo: “Mantengan abiertos los ojos y
guárdense de toda suerte de codicia, porque hasta cuando uno tiene en
abundancia, su vida no resulta de las cosas que posee”. 16 Con
eso les habló una ilustración, y dijo: “El terreno de cierto hombre rico
produjo bien. 17 Por consiguiente, él razonaba dentro
de sí, diciendo: ‘¿Qué haré, ya que no tengo dónde recoger mis cosechas?’. 18 De
modo que dijo: ‘Haré esto: demoleré mis graneros y edificaré otros mayores, y
allí recogeré todo mi grano y todas mis cosas buenas; 19 y
diré a mi alma: “Alma, tienes muchas cosas buenas almacenadas para muchos
años; pásalo tranquila, come, bebe, goza”’. 20 Pero
Dios le dijo: ‘Irrazonable, esta noche exigen de ti tu alma. Entonces, ¿quién
ha de tener las cosas que almacenaste?’. 21 Así pasa
con el hombre que atesora para sí, pero no es rico para con Dios”.
(Colosenses 3:5)
5 Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo
que están sobre la tierra en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito
sexual, deseo perjudicial y codicia, que es idolatría.
(Job 31:26-28)
26 si solía ver la luz cuando fulguraba, o la preciosa
luna que iba caminando, 27 y mi corazón empezó a ser
seducido en secreto, y mi mano procedió a besar mi boca, 28 eso
también sería un error para [la atención de] los jueces, porque habría negado
al Dios [verdadero] que está arriba.
(Deuteronomio 4:15)
15 ”Y tienen que cuidar bien sus almas, porque no
vieron ninguna forma en el día que Jehová les habló en Horeb de en medio del
fuego,
(Deuteronomio 4:19)
19 y para que no alces tus ojos a los cielos y de
hecho veas el sol y la luna y las estrellas, todo el ejército de los cielos,
y realmente te dejes seducir y te inclines ante ellos y les sirvas, los
cuales Jehová tu Dios ha repartido a todos los pueblos debajo de todos los
cielos.
(1 Juan
5:21) 21 Hijitos, guárdense de los ídolos.
(Job 31:29,
30) 29 Si solía regocijarme por la extinción de
uno que me odiara intensamente, o me sentía excitado porque el mal lo hubiera
hallado... 30 y no permití pecar a mi paladar pidiendo
un juramento en contra de su alma.
(Proverbios 24:17,
18) 17 Cuando caiga tu enemigo, no te
regocijes; y cuando se le haga tropezar, no esté gozoso tu corazón, 18 para
que Jehová no vea, y sea malo a sus ojos, y ciertamente vuelva su cólera de
contra él.
(Proverbios 17:5)
5 El que hace escarnio de la persona de escasos
recursos ha vituperado a su Hacedor. El que está gozoso por el desastre
[ajeno] no quedará libre de castigo.
(Deuteronomio 32:35)
35 Mía es la venganza, y la retribución. Al tiempo señalado
el pie de ellos se moverá con inseguridad, porque cercano está el día de su
desastre, y los sucesos ya listos para ellos de veras se apresuran’.
(Job 31:31,
32) 31 Si los hombres de mi tienda no dijeron: ‘¿Quién
puede presentar a alguien que no haya quedado satisfecho de su alimento?’... 32 allá
afuera ningún residente forastero pasaba la noche; yo mantenía abiertas mis
puertas a la senda.
(Romanos 12:13)
13 Compartan con los santos según las necesidades de
estos. Sigan la senda de la hospitalidad.
(Proverbios 15:17)
17 Mejor es un plato de legumbres donde hay amor que
un toro cebado en pesebre y, junto con él, odio.
(Judas 3, 4)
3 Amados, aunque estaba haciendo todo esfuerzo por
escribirles acerca de la salvación que tenemos en común, se me hizo necesario
escribirles para exhortarlos a que luchen tenazmente por la fe que una vez
para siempre fue entregada a los santos. 4 Mi razón es
que se han metido disimuladamente ciertos hombres que desde hace mucho han
estado señalados por las Escrituras a este juicio, hombres impíos, que tornan
la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para conducta relajada, y
que demuestran ser falsos a nuestro único Dueño y Señor, Jesucristo.
(Judas 16) 16 Estos
hombres son murmuradores, quejumbrosos respecto a su suerte en la vida, que
proceden según sus propios deseos, y su boca habla cosas hinchadas, a la vez
que están admirando personalidades en el interés de [su propio] provecho.
(Job 31:33-37)
33 Si como un hombre terrestre encubrí mis
transgresiones y escondí mi error en el bolsillo de mi camisa... 34 porque
sufriera un sobresalto ante una gran muchedumbre, o el desprecio mismo de
familias me aterrorizara y me quedara callado, no saliera de la entrada. 35 ¡Ah,
que tuviera a alguien que me escuchara, que conforme a mi firma el
Todopoderoso mismo me respondiera!, ¡o que el individuo en el litigio conmigo
hubiera escrito un documento mismo! 36 De seguro yo lo
llevaría sobre el hombro; lo enlazaría en derredor mío como una magnífica
corona. 37 El número de mis pasos le informaría; como
un caudillo me acercaría a él.
(Proverbios 28:13)
13 El que encubre sus transgresiones no tendrá éxito,
pero al que [las] confiesa y [las] deja se le mostrará misericordia.
(Santiago 5:13-15)
13 ¿Hay alguno que esté sufriendo el mal entre
ustedes? Que se ocupe en orar. ¿Hay alguno que se sienta contento? Que cante
salmos. 14 ¿Hay alguno enfermo entre ustedes? Que
llame a [sí] a los ancianos de la congregación, y que ellos oren sobre él,
untándo[lo] con aceite en el nombre de Jehová. 15 Y la
oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará. También, si
hubiera cometido pecados, se le perdonará.
(Job 31:38-40)
38 Si contra mí clamara mi propio suelo por socorro, y
a una lloraran sus surcos mismos; 39 si su fruto he
comido sin dinero, y al alma de sus dueños he hecho jadear, 40 que
en vez de trigo salga el yerbajo espinoso; y en vez de cebada, yerbajos
hediondos”. Las palabras de Job han terminado.
(Job 31:35)
35 ¡Ah, que tuviera a alguien que me escuchara, que conforme
a mi firma el Todopoderoso mismo me respondiera!, ¡o que el individuo en el
litigio conmigo hubiera escrito un documento mismo!
(Job 10:12)
12 Vida y bondad amorosa has obrado conmigo; y tu
propio cuidado ha guardado mi espíritu.
(Job 6:14)
14 En cuanto al que retiene de su propio prójimo la
bondad amorosa, también dejará hasta el temor del Todopoderoso.
(Mateo 22:37-40)
37 Él le dijo: “‘Tienes que amar a Jehová tu Dios con
todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente’. 38 Este
es el más grande y el primer mandamiento. 39 El
segundo, semejante a él, es este: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti
mismo’. 40 De estos dos mandamientos pende toda la
Ley, y los Profetas”.
(Filipenses 4:6,
7) 6 No se inquieten por cosa alguna, sino que
en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus
peticiones a Dios; 7 y la paz de Dios que supera a
todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante
Cristo Jesús.
(Hebreos 10:23-25)
23 Tengamos firmemente asida la declaración pública de
nuestra esperanza sin titubear, porque fiel es el que ha prometido. 24 Y
considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes,
25 sin abandonar el reunirnos, como algunos tienen por
costumbre, sino animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes
que el día se acerca.
(Salmo 96:1-3)
96 Canten a Jehová una canción
nueva. Canten a Jehová, [oh gentes de] toda la tierra. 2 Canten
a Jehová, bendigan su nombre. De día en día anuncien las buenas nuevas de
salvación por él. 3 Declaren entre las naciones
su gloria, entre todos los pueblos sus maravillosas obras.
(Salmo 73:28)
28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es bueno
para mí. En el Señor Soberano Jehová he puesto mi refugio, para declarar
todas tus obras.
(2 Pedro
2:5) 5 y no se contuvo de castigar a un mundo
antiguo, sino que guardó en seguridad a Noé, predicador de justicia, con
otras siete [personas] cuando trajo un diluvio sobre un mundo de gente impía;
(Josué 1:7,
8) 7 ”Sólo sé animoso y muy fuerte para que
cuides de hacer conforme a toda la ley que Moisés mi siervo te mandó. No te
desvíes de ella a la derecha ni a la izquierda, para que actúes sabiamente
adondequiera que vayas. 8 Este libro de la ley no debe
apartarse de tu boca, y día y noche tienes que leer en él en voz baja, a fin
de que cuides de hacer conforme a todo lo que está escrito en él; porque
entonces tendrás éxito en tu camino y entonces actuarás sabiamente.
(Mateo 28:19,
20) 19 Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos
de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del
Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles a observar
todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos
los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.
(Deuteronomio 30:11-14)
11 ”Porque este mandamiento que te estoy mandando hoy
no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. 12 No
está en los cielos, para que se diga: ‘¿Quién ascenderá por nosotros a los
cielos y nos lo conseguirá, para que nos deje oírlo para que lo pongamos por
obra?’. 13 Tampoco está al otro lado del mar, para que
se diga: ‘¿Quién pasará por nosotros al otro lado del mar y nos lo conseguirá,
para que nos deje oírlo para que lo pongamos por obra?’. 14 Porque
la palabra está muy cerca de ti, en tu propia boca y en tu propio corazón,
para que la pongas por obra.
(1 Reyes
8:57) 57 Resulte estar Jehová nuestro Dios con
nosotros tal como resultó estar con nuestros antepasados. No nos deje ni nos
abandone,
(1 Pedro
2:17) 17 Honren a [hombres] de toda clase,
tengan amor a toda la asociación de hermanos, estén en temor de Dios, den
honra al rey.
(Job 31:29-37)
29 Si solía regocijarme por la extinción de uno que me
odiara intensamente, o me sentía excitado porque el mal lo hubiera hallado...
30 y no permití pecar a mi paladar pidiendo un
juramento en contra de su alma. 31 Si los hombres de
mi tienda no dijeron: ‘¿Quién puede presentar a alguien que no haya quedado
satisfecho de su alimento?’... 32 allá afuera ningún
residente forastero pasaba la noche; yo mantenía abiertas mis puertas a la
senda. 33 Si como un hombre terrestre encubrí mis
transgresiones y escondí mi error en el bolsillo de mi camisa... 34 porque
sufriera un sobresalto ante una gran muchedumbre, o el desprecio mismo de
familias me aterrorizara y me quedara callado, no saliera de la entrada. 35 ¡Ah,
que tuviera a alguien que me escuchara, que conforme a mi firma el
Todopoderoso mismo me respondiera!, ¡o que el individuo en el litigio conmigo
hubiera escrito un documento mismo! 36 De seguro yo lo
llevaría sobre el hombro; lo enlazaría en derredor mío como una magnífica
corona. 37 El número de mis pasos le informaría; como
un caudillo me acercaría a él.
(Job 31:16-25)
16 Si yo solía retener de [su] deleite a los de
condición humilde, y los ojos de la viuda hacía fallar, 17 y
solía comer mi bocado a solas, mientras el huérfano de padre no comía de él 18 (porque
desde mi juventud él se crió conmigo como con un padre, y desde el vientre de
mi madre la seguí guiando); 19 si solía ver a
cualquiera pereciendo por no tener prenda de vestir, o que el pobre no tenía
cobertura; 20 si sus lomos no me bendijeron, ni de la
lana esquilada de mis carneros jóvenes se calentaba; 21 si
yo agitaba mi mano de acá para allá contra el huérfano de padre, cuando veía
[que se necesitaba] mi auxilio en la puerta, 22 que se
caiga de su hombro mi propia espaldilla, y que mi propio brazo se quiebre
desde su hueso superior. 23 Porque el desastre de
parte de Dios era un pavor para mí, y contra su dignidad yo no podía
aguantar. 24 Si he puesto el oro como mi seguridad, o
al oro he dicho: ‘¡Tú eres mi confianza!’, 25 si solía
regocijarme porque fuera mucha mi propiedad, y porque mi mano hubiera hallado
muchas cosas;
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jueves, 22 de noviembre de 2012
Jueves, 22 de Noviembre de 2012
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