lunes, 5 de noviembre de 2012

lunes, 05 de noviembre de 2012



TEXTO DEL DIA

CITA BIBLICA
Descripción Biblia

Referencias BIBLICAS
*** Texto del lunes, 05 de noviembre de 2012 ***
Lunes 5 de noviembre
Confíen en Jehová para siempre (Isa. 26:4).

(Isaías 26:4)
Confíen en Jehová
(2 Crónicas 20:20) Y procedieron a levantarse muy de mañana y a salir al desierto de Teqoa. Y mientras salían, Jehosafat se puso de pie y entonces dijo: “¡Óiganme, oh Judá y ustedes los habitantes de Jerusalén! Pongan fe en Jehová su Dios para que resulten de larga duración. Pongan fe en sus profetas y así logren éxito”.
(Salmo 62:8) Confía en él a todo tiempo, oh pueblo. Delante de él derramen ustedes su corazón. Dios es refugio para nosotros. Sélah.
(Proverbios 3:5) Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento.

(2 Crónicas 20:16) 16 Mañana bajen contra ellos. Allí vienen subiendo por el paso de Ziz; y de seguro ustedes los hallarán al fin del valle torrencial, enfrente del desierto de Jeruel.
(2 Samuel 14:2) Por consiguiente, Joab envió a Teqoa y tomó de allí a una mujer sabia y le dijo: “Ponte de duelo, por favor, y vístete, por favor, con prendas de vestir de duelo, y no te untes con aceite; y tienes que llegar a ser como una mujer, aquí, que ha estado de duelo muchos días por algún muerto.
(1 Crónicas 4:5) Y Asjur el padre de Teqoa llegó a tener dos esposas, Helá y Naará.
(2 Crónicas 11:6) Así, reedificó a Belén y Etam y Teqoa,
(Jeremías 6:1) Pónganse a cubierto, oh hijos de Benjamín, de en medio de Jerusalén; y toquen el cuerno en Teqoa. Y sobre Bet-hakerem alcen una señal de fuego; porque la calamidad misma se ha asomado por el norte, aun un gran estallido.
(Éxodo 19:9) Ante esto, Jehová dijo a Moisés: “¡Mira! Vengo a ti en una nube oscura, a fin de que el pueblo oiga cuando hable contigo, y para que en ti también pongan fe hasta tiempo indefinido”. Entonces Moisés informó a Jehová las palabras del pueblo.
(Isaías 7:9) Y la cabeza de Efraín es Samaria, y la cabeza de Samaria es el hijo de Remalías. A no ser que ustedes tengan fe, no serán en tal caso de larga duración”’”.
(Hebreos 11:6) Además, sin fe es imposible ser[le] de buen agrado, porque el que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que llega a ser remunerador de los que le buscan solícitamente.
(Éxodo 14:31) Israel también alcanzó a ver la gran mano que Jehová puso en acción contra los egipcios; y el pueblo empezó a temer a Jehová y a poner fe en Jehová y en Moisés su siervo.
(2 Crónicas 36:16) Pero ellos continuamente estuvieron burlándose de los mensajeros del Dios [verdadero] y despreciando sus palabras y mofándose de sus profetas, hasta que la furia de Jehová subió contra su pueblo, hasta que no hubo curación.

(Isaías 50:10) 10 ¿Quién entre ustedes teme a Jehová, escuchando la voz de su siervo, que ha andado en oscuridad continua y para quien no ha habido resplandor? Confíe él en el nombre de Jehová y apóyese en su Dios.
(1 Samuel 1:15) 15 Por lo cual Ana contestó y dijo: “¡No, señor mío! Soy una mujer duramente oprimida de espíritu; y no he bebido vino ni licor embriagante, sino que derramo mi alma delante de Jehová.
(Salmo 46:11) Jehová de los ejércitos está con nosotros; el Dios de Jacob es altura segura para nosotros. Sélah.
(Proverbios 14:26) En el temor de Jehová hay fuerte confianza, y para sus hijos llegará a haber un refugio.

(Salmo 62:8) Confía en él a todo tiempo, oh pueblo. Delante de él derramen ustedes su corazón. Dios es refugio para nosotros. Sélah.
(Isaías 26:4) Confíen en Jehová para siempre, porque en Jah Jehová está la Roca de tiempos indefinidos.
(Jeremías 17:7) Bendito es el hombre físicamente capacitado que confía en Jehová, y cuya confianza Jehová ha llegado a ser.
(Proverbios 28:26) El que confía en su propio corazón es estúpido, pero el que anda con sabiduría es el que escapará.
(Jeremías 9:23) Esto es lo que ha dicho Jehová: “No se gloríe el sabio a causa de su sabiduría, y no se gloríe el poderoso a causa de su poderío. No se gloríe el rico a causa de sus riquezas”.
(Jeremías 10:23) Bien sé yo, oh Jehová, que al hombre terrestre no le pertenece su camino. No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso.
(1 Corintios 3:18) Que nadie esté seduciéndose a sí mismo: Si alguno entre ustedes piensa que es sabio en este sistema de cosas, hágase necio, para que se haga sabio.



para siempre, porque en Jah Jehová está la Roca de tiempos indefinidos.
(Deuteronomio 32:4) La Roca, perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia. Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él.
(Deuteronomio 32:31) Porque la roca de ellos no es como nuestra Roca, aun dejando que nuestros enemigos lo decidan.
(1 Samuel 2:2) No hay nadie santo como Jehová, porque no hay nadie fuera de ti; y no hay roca como nuestro Dios.



(2 Samuel 22:31) En cuanto al Dios [verdadero], perfecto es su camino; el dicho de Jehová es refinado. Escudo es a todos los que se refugian en él.
(Salmo 18:2) Jehová es mi peñasco y mi plaza fuerte y el Proveedor de escape para mí. Mi Dios es mi roca. En él me refugiaré, mi escudo y mi cuerno de salvación, mi altura segura.
(Salmo 19:7) La ley de Jehová es perfecta, hace volver el alma. El recordatorio de Jehová es fidedigno, hace sabio al inexperto.
(Santiago 1:17) Toda dádiva buena y todo don perfecto es de arriba, porque desciende del Padre de las luces [celestes], y con él no hay la variación del giro de la sombra.
(Salmo 33:5) Él es amador de justicia y derecho. De la bondad amorosa de Jehová está llena la tierra.
(Salmo 67:4) Regocíjense los grupos nacionales y clamen gozosamente, porque juzgarás a los pueblos con rectitud; y en cuanto a los grupos nacionales, en la tierra los guiarás. Sélah.
(Daniel 4:37) ”Ahora yo, Nabucodonosor, alabo y ensalzo y glorifico al Rey de los cielos, porque todas sus obras son verdad y sus caminos son justicia, y porque a los que andan con orgullo él los puede humillar.”
(Deuteronomio 7:9) Y bien sabes tú que Jehová tu Dios es el Dios [verdadero], el Dios fiel, que guarda pacto y bondad amorosa en el caso de los que lo aman y de los que guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones,
(Nehemías 9:33) Y tú eres justo en cuanto a todo lo que nos ha sobrevenido, porque fielmente es como has actuado, pero nosotros somos los que hemos obrado inicuamente.
(Salmo 98:3) Se ha acordado de su bondad amorosa y de su fidelidad para con la casa de Israel. Todos los cabos de la tierra han visto la salvación por nuestro Dios.
(Hebreos 10:23) Tengamos firmemente asida la declaración pública de nuestra esperanza sin titubear, porque fiel es el que ha prometido.
(1 Pedro 4:19) Así, pues, también los que están sufriendo en armonía con la voluntad de Dios sigan encomendando sus almas a un fiel Creador mientras están haciendo el bien.
(Génesis 18:25) ¡Es inconcebible de ti el que vayas a obrar de esta manera para dar muerte al justo con el inicuo, de modo que tenga que ocurrirle al justo lo mismo que le ocurre al inicuo! Es inconcebible de ti. ¿El Juez de toda la tierra no va a hacer lo que es recto?”.
(Salmo 92:15) para anunciar que Jehová es recto. [Él es] mi Roca, en quien no hay injusticia.
(Salmo 99:4) Y con la fuerza de un rey él ha amado el juicio. Tú mismo has establecido firmemente la rectitud. Juicio y justicia en Jacob son lo que tú mismo has efectuado.
(Oseas 14:9) ¿Quién es sabio, para que entienda estas cosas? ¿Discreto, para que las sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos son los que andarán en ellos; pero los transgresores son los que tropezarán en ellos.
(Éxodo 14:25) Y siguió quitándoles ruedas a sus carros, de modo que los conducían con dificultad; y los egipcios empezaron a decir: “Huyamos de todo contacto con Israel, porque Jehová ciertamente pelea por ellos contra los egipcios”.
(1 Samuel 2:2) No hay nadie santo como Jehová, porque no hay nadie fuera de ti; y no hay roca como nuestro Dios.
(1 Samuel 4:8) ¡Ay de nosotros! ¿Quién nos salvará de la mano de este majestuoso Dios? Este es el Dios que fue golpeador de Egipto con toda suerte de matanza en el desierto.
(Esdras 1:3) Cualquiera que haya entre ustedes de todo su pueblo, resulte su Dios estar con él. Así, pues, que suba a Jerusalén, que está en Judá, y reedifique la casa de Jehová el Dios de Israel —él es el Dios [verdadero]— la cual estaba en Jerusalén.
(Daniel 2:47) El rey respondía a Daniel y decía: “Verdaderamente el Dios de ustedes es un Dios de dioses y un Señor de reyes y un Revelador de secretos, porque pudiste revelar este secreto”.
(Éxodo 15:11) ¿Quién entre los dioses es como tú, oh Jehová? ¿Quién es como tú, que resultas poderoso en santidad? Aquel que ha de ser temido con canciones de alabanza, Aquel que hace maravillas.
(Deuteronomio 3:24) ‘Oh Señor Soberano Jehová, tú mismo has comenzado a hacer que tu siervo vea tu grandeza y tu brazo fuerte, porque ¿quién es un dios en los cielos o en la tierra que haga obras como las tuyas y poderosas hazañas como las tuyas?
(Deuteronomio 4:35) A ti... a ti se te ha mostrado, para que sepas que Jehová es el Dios [verdadero]; no hay otro además de él.
(Salmo 73:25) ¿A quién tengo yo en los cielos? Y además de ti, de veras no tengo otro deleite en la tierra.
(Salmo 86:8) No hay ninguno como tú entre los dioses, oh Jehová, ni hay obras como las tuyas.
(Salmo 89:6) Porque, ¿quién en los cielos nublados puede ser comparado a Jehová? ¿Quién puede parecerse a Jehová entre los hijos de Dios?

En el mundo actual, millones de personas ya no saben en quién ni en qué confiar, quizás porque han sufrido muchos golpes y desengaños. Pero ¡qué diferentes somos los siervos de Jehová! Guiados por la sabiduría divina, comprendemos que sería una insensatez cifrar nuestras esperanzas en este mundo y sus “nobles” (Sal. 146:3).
(Salmo 146:3)
No cifren su confianza en nobles,
(Salmo 62:9) Realmente los hijos del hombre terrestre son una exhalación, los hijos de la humanidad son una mentira. Puestos en la balanza son, todos juntos, más leves que una exhalación.
(Salmo 118:9) Mejor es refugiarse en Jehová que confiar en nobles.

ni en el hijo del hombre terrestre, a quien no pertenece salvación alguna.
(Salmo 118:8) Mejor es refugiarse en Jehová que confiar en el hombre terrestre.
(Isaías 2:22) Por el propio bien de ustedes, manténganse a distancia del hombre terrestre, cuyo aliento está en sus narices, pues ¿sobre qué base ha de ser tomado en cuenta él mismo?
(Jeremías 17:5) Esto es lo que ha dicho Jehová: “Maldito es el hombre físicamente capacitado que cifra su fiada expectativa en el hombre terrestre y realmente hace de la carne su brazo, y cuyo corazón se aparta de Jehová mismo.
Más bien, dejamos nuestra vida y nuestro futuro en manos de Jehová, seguros de que él nos ama y siempre cumple su Palabra (Rom. 3:4; 8:38, 39).
(Romanos 3:4)
¡Jamás suceda eso! Más bien, sea Dios hallado veraz,
(1 Reyes 18:39) Cuando todo el pueblo lo vio, inmediatamente cayeron sobre sus rostros y dijeron: “¡Jehová es el Dios [verdadero]! ¡Jehová es el Dios [verdadero]!”.
(Juan 3:33) El que ha aceptado su testimonio ha puesto su sello a esto: que Dios es veraz.
(Juan 8:26) Muchas cosas tengo que hablar respecto de ustedes y sobre las cuales pronunciar juicio. En realidad, el que me ha enviado es veraz, y las mismas cosas que oí de parte de él las hablo en el mundo”.

aunque todo hombre sea hallado mentiroso,
(Salmo 116:11) Yo, por mi parte, dije, cuando me llené de pánico: “Todo hombre es mentiroso”.
(Jeremías 8:9) Los sabios han quedado avergonzados. Se han aterrorizado y serán atrapados. ¡Miren! Ellos han rechazado la mismísima palabra de Jehová, y ¿qué sabiduría tienen?
(Jeremías 9:5) y cada uno sigue jugando con su compañero; y no hablan ninguna verdad en absoluto. Han enseñado a su lengua a hablar falsedad. Se han rendido de cansancio sencillamente haciendo el mal.
, así como está escrito: “Para que seas probado justo en tus palabras y ganes cuando se te esté juzgando”.
(Salmo 51:4) Contra ti, contra ti solo, he pecado, y lo que es malo a tus ojos he hecho, a fin de que resultes justo cuando hables, para que estés libre de culpa cuando juzgues.
(Lucas 7:29) (Y todo el pueblo y los recaudadores de impuestos, al oír [esto], declararon justo a Dios, pues habían sido bautizados con el bautismo de Juan.
(Romanos 8:38, 39)
Porque estoy convencido de que ni muerte, ni vida,
(1 Corintios 3:22) 22 sea Pablo, o Apolos, o Cefas, o el mundo, o la vida, o la muerte, o las cosas presentes, o las cosas venideras, todas las cosas les pertenecen;
ni ángeles,
(1 Pedro 3:22) 22 Él está a la diestra de Dios, porque siguió su camino al cielo; y ángeles y autoridades y poderes fueron sujetados a él.
ni gobiernos,
(Efesios 1:21) 21 muy por encima de todo gobierno y autoridad y poder y señorío, y de todo nombre que se nombra, no solo en este sistema de cosas, sino también en el que ha de venir. . .
ni gobiernos, ni cosas aquí ahora, ni cosas por venir, ni poderes,
(Efesios 6:12) 12 porque tenemos una lucha, no contra sangre y carne, sino contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales.
39 ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra creación podrá separarnos del amor de Dios que está en Cristo Jesús nuestro Señor.
(2 Tesalonicenses 3:5) 5 Que el Señor continúe dirigiendo sus corazones con éxito al amor de Dios y al aguante por el Cristo.
Hace muchos siglos, Josué dio testimonio de lo confiable que es Dios. Al acercarse el fin de su vida, dijo a sus compatriotas: “Ustedes bien saben con todo su corazón y con toda su alma que ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se han realizado para ustedes” (Jos. 23:14).
(Josué 23:14)
”Ahora, ¡miren!, hoy me voy por el camino de toda la tierra,
(1 Reyes 2:2) “Yo me voy por el camino de toda la tierra, y tú tienes que ser fuerte y dar prueba de ser hombre.
(Eclesiastés 9:10) Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde vas.
y ustedes bien saben con todo su corazón y con toda su alma que ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se han realizado para ustedes. Ni una sola palabra de ellas ha fallado.
(Josué 21:45) No falló ni una promesa de toda la buena promesa que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se realizó.
(1 Reyes 8:56) “Bendito sea Jehová, que ha dado un lugar de descanso a su pueblo Israel, conforme a todo lo que ha prometido. No ha fallado una sola palabra de toda su buena promesa que él ha prometido por medio de Moisés su siervo.
Jehová cumple sus promesas movido por el amor que siente por sus siervos. Pero tiene otro motivo más poderoso para hacerlo: su propio nombre (Éxo. 3:14; 1 Sam. 12:22). w11 15/3 2:1-3
(Éxodo 3:14)
Ante esto, Dios dijo a Moisés: “YO RESULTARÉ SER LO QUE RESULTARÉ SER”.
(Levítico 11:45) Porque yo soy Jehová que los estoy haciendo subir de la tierra de Egipto para resultar ser Dios para ustedes; y ustedes tienen que resultar santos, porque yo soy santo.
(Job 23:13) Y él está en un solo [pensar], y ¿quién puede oponerle resistencia? Y su propia alma tiene un deseo, y [eso] hará.
(Isaías 14:27) Porque Jehová de los ejércitos mismo ha aconsejado, y ¿quién puede desbaratar[lo]? Y su mano es la que está extendida, y ¿quién puede volverla atrás?
(Daniel 4:35) Y a todos los habitantes de la tierra se está considerando como meramente nada, y él está haciendo conforme a su propia voluntad entre el ejército de los cielos y los habitantes de la tierra. Y no existe nadie que pueda detener su mano o que pueda decirle: ‘¿Qué has estado haciendo?’.
(Juan 12:28) Padre, glorifica tu nombre”. Luego vino una voz del cielo: “[Lo] glorifiqué, y también [lo] glorificaré de nuevo”.

Y añadió: “Esto es lo que has de decir a los hijos de Israel: ‘YO RESULTARÉ SER me ha enviado a ustedes’”.
(Éxodo 6:3) Y yo solía aparecerme a Abrahán, Isaac y Jacob como Dios Todopoderoso, pero en cuanto a mi nombre Jehová no me di a conocer a ellos.
(Éxodo 6:7) Y ciertamente los tomaré a ustedes como pueblo para mí, y verdaderamente resultaré ser Dios para ustedes; y ustedes ciertamente sabrán que yo soy Jehová su Dios que los está sacando de debajo de las cargas de Egipto.
(Romanos 9:17) Porque dice la Escritura a Faraón: “Para esto mismo te he dejado permanecer, para que con respecto a ti muestre mi poder, y para que mi nombre sea declarado por toda la tierra”.

(1 Samuel 12:22)
Porque Jehová no abandonará
(1 Reyes 6:13) y verdaderamente residiré en medio de los hijos de Israel, y no dejaré a mi pueblo Israel”.
(Salmo 94:14) Porque Jehová no desamparará a su pueblo, ni dejará a su propia herencia.
(Romanos 11:1) Pregunto, pues: Dios no rechazó a su pueblo, ¿verdad? ¡Jamás suceda eso! Pues yo también soy israelita, de la descendencia de Abrahán, de la tribu de Benjamín.

a su pueblo, por causa de su gran nombre,
(Josué 7:9) Y los cananeos y todos los habitantes del país lo oirán, y ciertamente nos cercarán y cortarán nuestro nombre de la tierra; y ¿qué harás por tu gran nombre?”.
(Salmo 23:3) Refresca mi alma. Me guía por los senderos trillados de la justicia por causa de su nombre.
(Salmo 106:8) Y él procedió a salvarlos por causa de su nombre, para dar a conocer su poderío.
(Jeremías 14:21) No [nos] muestres falta de respeto, por causa de tu nombre; no desprecies tu glorioso trono. Recuerda; no rompas tu pacto con nosotros.
(Ezequiel 20:14) Pero actué por causa de mi propio nombre para que [este] no fuera profanado delante de los ojos de las naciones, delante de cuyos ojos los había sacado.
porque Jehová ha tomado a su cargo hacerlos pueblo suyo.
(Éxodo 19:5) Y ahora si ustedes obedecen estrictamente mi voz y verdaderamente guardan mi pacto, entonces ciertamente llegarán a ser mi propiedad especial de entre todos los [demás] pueblos, porque toda la tierra me pertenece a mí.
(Deuteronomio 7:7) ”No porque ustedes fueran el más populoso de todos los pueblos les mostró Jehová afecto de modo que los escogiera, porque eran el más pequeño de todos los pueblos.
(Deuteronomio 14:2) Porque eres un pueblo santo a Jehová tu Dios, y Jehová te ha escogido para que llegues a ser su pueblo, una propiedad especial, de entre todos los pueblos que hay sobre la superficie del suelo.
(Deuteronomio 32:9) Porque la parte que corresponde a Jehová es su pueblo; Jacob es el lote asignado que él hereda.
(Isaías 43:21) el pueblo a quien he formado para mí mismo, para que relate la alabanza mía.
*** w11 15/3 págs. 12-16 Confiemos en Jehová ahora que el fin está tan cerca ***

Confiemos en Jehová ahora que el fin está tan cerca

 “Confíen en Jehová para siempre.” (ISA. 26:4)
EN EL mundo actual, millones de personas ya no saben en quién ni en qué confiar, quizás porque han sufrido muchos golpes y desengaños. Pero ¡qué diferentes somos los siervos de Jehová! Guiados por la sabiduría divina, comprendemos que sería una insensatez cifrar nuestras esperanzas en este mundo y sus “nobles” (Sal. 146:3). Más bien, dejamos nuestra vida y nuestro futuro en manos de Jehová, seguros de que él nos ama y siempre cumple su Palabra (Rom. 3:4; 8:38, 39).
2 Hace muchos siglos, Josué dio testimonio de lo confiable que es Dios. Al acercarse el fin de su vida, dijo a sus compatriotas: “Ustedes bien saben con todo su corazón y con toda su alma que ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se han realizado para ustedes” (Jos. 23:14).
3 Jehová cumple sus promesas movido por el amor que siente por sus siervos. Pero tiene otro motivo más poderoso para hacerlo: su propio nombre (Éxo. 3:14; 1 Sam. 12:22). La introducción a una afamada versión inglesa de la Biblia señala que este nombre encierra “una promesa sumamente generosa: Dios siempre será capaz de adaptarse a toda circunstancia, a toda dificultad, a toda necesidad que surja [...]. Es una promesa, [...] una revelación, un recordatorio y un compromiso. Dios siempre será fiel a este Nombre; nunca se avergonzará de él” (The Emphasized Bible, de J. B. Rotherham).
4 Preguntémonos: “¿He llegado a conocer a Jehová tan bien que me merece plena confianza? ¿Me enfrento al futuro con serenidad, sabiendo que tiene todo bajo control?”. Isaías 26:4 nos hace esta exhortación: “Confíen en Jehová para siempre, porque en Jah Jehová está la Roca de tiempos indefinidos”. Es cierto que en la actualidad él ya no interviene milagrosamente en la vida de los hombres, como lo hizo en tiempos bíblicos. No obstante, sigue siendo “la Roca de tiempos indefinidos”, por lo que podemos confiar en él “para siempre”. ¿Cómo nos ayuda nuestro fiel Padre a quienes le servimos lealmente? Al menos de tres formas: dándonos fuerzas para resistir las tentaciones, apoyándonos cuando hacemos frente a la indiferencia o la oposición y animándonos cuando nos abruma la inquietud. Conforme examinamos estas tres maneras, no nos olvidemos de reflexionar en cómo podemos mostrar más confianza en Jehová.
Confiemos en Dios al vernos ante tentaciones
5 Quizás nos resulte fácil confiar en Jehová cuando se trata de creer en el cumplimiento de promesas que esperamos con anhelo, como el Paraíso o la resurrección. Pero puede costarnos más trabajo cuando la cuestión es obedecer sus normas morales. Para eso hay que estar totalmente convencidos de que seguir sus mandamientos y principios es lo correcto y lo que nos producirá más felicidad. El rey Salomón nos da este sabio consejo: “Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas” (Pro. 3:5, 6). Notemos que habla de “caminos” y “sendas”. Ambos términos dan a entender que la fe en Dios no solo debe reflejarse en la firmeza de nuestra esperanza cristiana, sino también en todos los pasos que damos en la vida. Examinemos ahora cómo podemos demostrar confianza en Jehová cuando nos vemos ante tentaciones.
6 Como las malas acciones comienzan con malos pensamientos, tenemos que trabajar con la mente (léanse Romanos 8:5 y Efesios 2:3). ¿Cómo podemos fortalecer nuestra resolución de rechazar los malos pensamientos? Veamos cinco maneras: 1. Pedir ayuda a Dios (Mat. 6:9, 13). 2. Meditar en ejemplos bíblicos tanto de quienes escucharon la voz de Jehová y se beneficiaron, como de quienes le desobedecieron y salieron perjudicados (1 Cor. 10:8-11). 3. Reflexionar en el dolor y la angustia que sufriríamos nosotros y nuestros seres queridos si pecáramos. 4. Pensar en cómo debe de sentirse Jehová cuando uno de sus siervos comete un pecado grave (léase Salmo 78:40, 41). 5. Imaginar la alegría que siente Dios cuando ve que sus siervos leales rechazan el mal y hacen el bien, tanto en público como en privado (Sal. 15:1, 2; Pro. 27:11). Ciertamente, si tomamos estas medidas, se fortalecerá nuestra confianza en Jehová.
Confiemos en Dios al encarar indiferencia y oposición
7 Muchos siervos de Jehová realizan su ministerio en lugares donde hace falta gran aguante. Ese fue el caso de Jeremías, quien profetizó en Judá durante los agitados últimos días de aquel reino. A diario tenía que dar prueba de su fe en Dios cumpliendo con el difícil mandato de anunciar sus mensajes de juicio. Hubo un momento en el que hasta su leal secretario, Baruc, se quejó de lo fatigosa que era su situación (Jer. 45:2, 3). ¿Cedió Jeremías al desánimo? Bueno, en una ocasión se deprimió tanto que exclamó: “¡Maldito sea el día en que nací! [...] ¿Por qué he salido de la [...] matriz para ver duro trabajo y desconsuelo y para que mis días se acaben en pura vergüenza?” (Jer. 20:14, 15, 18).
8 Con todo, el fiel profeta no se rindió. Siguió esperando en Jehová. Como consecuencia, pudo ver el cumplimiento de las palabras de Dios que encontramos en Jeremías 17:7, 8: “Bendito es el hombre físicamente capacitado que confía en Jehová, y cuya confianza Jehová ha llegado a ser. Y ciertamente llegará a ser como un árbol plantado junto a las aguas, que envía sus raíces al mismísimo lado de la corriente de agua; y no verá cuando venga el calor, sino que su follaje realmente resultará frondoso. Y en el año de sequía no se inquietará, ni dejará de producir fruto”.
9 Como árbol frondoso “plantado junto a las aguas” que riegan un huerto, Jeremías nunca dejó de “producir fruto”. En vez de hacer caso de las malvadas burlas de la gente, se aferró a Jehová, la Fuente de “agua” vivificante, y tomó muy en serio todo lo que él le dijo (léase Salmo 1:1-3; Jer. 20:9). ¡Qué magnífico ejemplo para todos, y más para quienes sirven en territorios difíciles! Si ese es nuestro caso, acudamos siempre a Jehová. Él nos dará la perseverancia necesaria para seguir haciendo “declaración pública de su nombre” (Heb. 13:15).
10 Para ayudarnos a sobrellevar estos últimos días, Jehová nos brinda un verdadero paraíso espiritual. Entre otras bendiciones, nos ha dado la Biblia completa, la cual se está traduciendo con fidelidad a cada vez más idiomas. Además, a través del esclavo fiel nos va sirviendo a su debido tiempo un banquete de alimento espiritual. Y también nos permite disfrutar de compañerismo edificante con una gran multitud de hermanos en nuestras reuniones y asambleas. ¿Sacamos buen partido de todas estas bendiciones? Todos los que así lo hagan “clamarán gozosamente a causa de la buena condición de corazón”. Pero quienes no escuchen a Dios “darán alaridos a causa del dolor de corazón y aullarán a causa de puro quebranto de espíritu” (Isa. 65:13, 14).
Confiemos en Dios al afrontar inquietudes
11 Tal como anunciaron las profecías, la humanidad se ve inundada hoy por los problemas (Mat. 24:6-8; Rev. 12:12). Cuando crecen las aguas, lo natural es salir corriendo y subirse al techo de un edificio o a cualquier otro lugar alto. De igual modo, ante la actual avalancha de dificultades, millones de personas buscan protección en lo que les parece un refugio elevado, como las instituciones financieras, políticas o religiosas, o la ciencia y la tecnología. Pero ninguno de estos medios les ofrece verdadera seguridad (Jer. 17:5, 6). Los siervos de Dios, por el contrario, contamos con un refugio confiable: “la Roca de tiempos indefinidos” (Isa. 26:4). En efecto, el salmista señaló: “[Jehová] es mi roca y mi salvación, mi altura segura” (léase Salmo 62:6-9). Ahora bien, ¿qué debemos hacer para refugiarnos en esta gran Roca?
12 Nos aferramos a Jehová cuando seguimos fielmente su Palabra, aunque esto a menudo vaya en contra de la sabiduría del hombre (Sal. 73:23, 24). Es probable que quienes siguen los criterios del mundo nos den estos consejos: “Solo se vive una vez; sácale todo el jugo a la vida”. “Ten una buena carrera profesional.” “Gana mucho dinero.” “Compra todo lo que puedas.” “Viaja y conoce el mundo.” Pero quienes aman la sabiduría divina se rigen por esta máxima: “Los que hacen uso del mundo [deben ser] como los que no lo usan a plenitud; porque la escena de este mundo está cambiando” (1 Cor. 7:31). También siguen la exhortación de Jesús de poner siempre primero los intereses del Reino y acumular “tesoros en el cielo”, la mejor caja fuerte que existe (Mat. 6:19, 20).
13 Preguntémonos: “¿Demuestro con mi actitud hacia ‘el mundo’ y ‘las cosas que están en el mundo’ que confío plenamente en Jehová?” (1 Juan 2:15-17). “¿Considero más importantes y valiosas las riquezas espirituales y las responsabilidades cristianas que las cosas que ofrece este sistema?” (Fili. 3:8.) “¿Procuro mantener un ‘ojo [...] sencillo’?” (Mat. 6:22.) Es obvio que Dios no quiere que seamos imprudentes ni irresponsables, sobre todo si tenemos una familia a nuestro cargo (1 Tim. 5:8). Pero siempre espera que nos apoyemos en él y no en el agonizante mundo de Satanás (Heb. 13:5).
14 Tomemos como ejemplo a Richard y Ruth, padres de tres niños pequeños. “El corazón me decía que podía hacer más por Jehová —explica Richard—. Estaba contento con la vida cómoda que llevaba, pero me parecía que le estaba dando a Dios las sobras. Después de orar acerca del tema y calcular los gastos, decidí junto con Ruth pedirle a mi supervisor una reducción de mi jornada semanal a cuatro días, pese a que el país se hallaba en plena crisis económica. Me concedieron el nuevo horario, y al cabo de un mes ya lo estaba siguiendo.” ¿Cómo se siente Richard en la actualidad?
15 “Aunque he visto reducido mi salario en un veinte por ciento —comenta—, ahora dispongo de cincuenta días más al año para estar con la familia y educar a mis hijos. Además, he conseguido duplicar las horas que dedico al ministerio, triplicar el número de estudios bíblicos y atender mejor la congregación. Y como paso más tiempo con los niños, Ruth ha podido ser precursora auxiliar algunos meses. Estoy decidido a seguir con este horario mientras sea posible.”
16 Veamos también el ejemplo de Roy y Petina, quienes, aunque todavía tienen una hija viviendo con ellos, han reducido su jornada laboral a fin de participar en el ministerio de tiempo completo. “Trabajo tres días por semana —explica Roy—, y mi esposa dos. Además, nos hemos mudado a un apartamento, que es mucho más fácil de cuidar que una casa. Ya habíamos sido precursores antes de tener a nuestros dos hijos, y nunca perdimos las ganas de volver a serlo. Así que cuando crecieron, reanudamos el ministerio de tiempo completo. No hay oro en el mundo que iguale las bendiciones que hemos recibido.”
Dejemos que “la paz de Dios” nos guarde el corazón
17 No sabemos lo que traerá el día de mañana, ya que “el tiempo y el suceso imprevisto les acaecen a todos” (Ecl. 9:11). Pero esa incertidumbre no debería privarnos de la paz interior, como suele sucederles a quienes no gozan de la amistad con Jehová (Mat. 6:34). Más bien, debemos seguir este consejo del apóstol Pablo: “No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales” (Fili. 4:6, 7).
18 En medio de las situaciones más difíciles, muchos hermanos han experimentado la paz y la calma que brinda Jehová. “El cirujano trató en repetidas ocasiones de intimidarme para que aceptara una transfusión —explica una cristiana—. Uno de sus primeros ‘saludos’ fue: ‘¿A qué viene esa tontería de no querer sangre?’. En esa y en otras ocasiones oré en silencio a Jehová, y su paz me llenó. A pesar de que estaba débil y tenía la hemoglobina baja, me sentí más firme que una roca y pude explicar claramente las razones bíblicas de mi postura.”
19 A veces, Dios nos brinda el apoyo necesario mediante un hermano que acude a consolarnos o a través del alimento espiritual que nos llega cuando más falta nos hace. De seguro hemos oído a alguien decir: “Este artículo me vino como anillo al dedo. Es como si lo hubieran escrito para mí”. Sean cuales sean nuestras necesidades y carencias, Jehová nos demostrará su amoroso cuidado si confiamos en él. A fin de cuentas, somos sus “ovejas”, el pueblo sobre el que ha puesto su nombre (Sal. 100:3; Juan 10:16; Hech. 15:14, 17).
20 En el cercano “día del furor de Jehová” quedarán hechas añicos todas las cosas en las que cifra su esperanza el mundo de Satanás. Ni el oro ni la plata ni ningún otro objeto de valor servirá de nada en absoluto (Sof. 1:18; Pro. 11:4). El único refugio será Dios, nuestra “Roca de tiempos indefinidos” (Isa. 26:4). Por eso, demostremos plena confianza en él andando obedientemente en sus justos caminos, proclamando el mensaje del Reino a pesar de la indiferencia y la oposición, y echando sobre él nuestras inquietudes. Quien actúe así “residirá en seguridad y estará libre del disturbio que se debe al pavor de la calamidad” (Pro. 1:33).

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