TEXTO DEL DIA
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CITA BIBLICA
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Descripción Biblia
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Referencias BIBLICAS
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*** Texto del sábado, 10 de noviembre de 2012 ***
Sábado 10 de noviembre
[La] voluntad [de Dios] es que hombres de toda clase se salven y
lleguen a un conocimiento exacto de la verdad (1 Tim. 2:4).
► es12 pág. 111 Noviembre
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(1 Timoteo 2:4)
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cuya voluntad es que hombres de toda clase
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(Romanos 5:18) Así, pues, como mediante una sola
ofensa el resultado a toda clase de hombres fue la condenación, así mismo
también mediante un solo acto de justificación el resultado a toda clase de
hombres es el declararlos justos para vida.
(Romanos 9:24) a saber, nosotros, a quienes llamó no
solo de entre los judíos, sino también de entre las naciones, ¿[qué hay de
ello]?
(1 Timoteo 4:10) Porque con este fin
estamos trabajando duro y esforzándonos, porque hemos cifrado nuestra
esperanza en un Dios vivo, que es Salvador de hombres de toda clase,
especialmente de los fieles.
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(1 Corintios 15:21) 21 Pues,
dado que la muerte es mediante un hombre, la resurrección de los muertos
también es mediante un hombre.
(Romanos 4:25) 25 Él
fue entregado a causa de nuestras ofensas y fue levantado a fin de
declararnos justos.
(Romanos 1:16) Porque no me avergüenzo
de las buenas nuevas; son, en realidad, el poder de Dios para salvación a
todo el que tiene fe, al judío primero, y también al griego;
(Gálatas 3:28) No hay ni judío ni
griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni varón ni hembra; porque todos
ustedes son una [persona] en unión con Cristo Jesús.
(1 Timoteo 2:4) cuya
voluntad es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento
exacto de la verdad.
(Juan 10:10) El ladrón no viene sino
para hurtar y matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y la
tengan en abundancia.
(Romanos 3:25) Dios lo presentó como
ofrenda para propiciación mediante fe en su sangre. Esto fue con el fin de
exhibir su propia justicia, porque estaba perdonando los pecados que habían
ocurrido en el pasado mientras Dios estaba ejerciendo longanimidad;
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(Romanos 11:13) Ahora les hablo a
ustedes los que son gente de las naciones. Por cuanto soy, en realidad,
apóstol a las naciones, glorifico mi ministerio,
(Efesios 3:6) a saber, que gente de las
naciones hubieran de ser coherederos y miembros del cuerpo y participantes
con nosotros de la promesa en unión con Cristo Jesús mediante las buenas
nuevas.
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(Lucas 13:24) 24 “Esfuércense
vigorosamente por entrar por la puerta angosta, porque muchos, les digo,
tratarán de entrar, pero no podrán,
(1 Pedro 1:3) 3 Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque, según su gran
misericordia, nos dio un nuevo nacimiento a una esperanza viva mediante la
resurrección de Jesucristo de entre los muertos,
(Judas 25) 25 a[l]
único Dios nuestro Salvador mediante Jesucristo nuestro Señor, sea gloria,
majestad, potencia y autoridad por toda la eternidad pasada y ahora y para
toda la eternidad. Amén.
(Gálatas 3:28) No hay ni judío ni
griego, no hay ni esclavo ni libre, no hay ni varón ni hembra; porque todos
ustedes son una [persona] en unión con Cristo Jesús.
(1 Timoteo 2:4) cuya
voluntad es que hombres de toda clase se salven y lleguen a un conocimiento
exacto de la verdad.
(Salmo 31:23) 23 Oh,
amen a Jehová, todos ustedes que le son leales. A los fieles Jehová los está
salvaguardando, pero está pagando en sumo grado a cualquiera que muestra
altivez.
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se salven
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(Isaías 45:22)
”Diríjanse a mí y sean salvos, todos ustedes [los que están en los] cabos de
la tierra; porque yo soy Dios, y no hay ningún otro.
(Hechos 17:30)
Cierto, Dios ha pasado por alto los tiempos de tal ignorancia; sin embargo,
ahora está diciéndole a la humanidad que todos en todas partes se
arrepientan.
(1 Corintios 12:13)
Porque, de hecho, por un solo espíritu todos nosotros fuimos bautizados [para
formar] un solo cuerpo, seamos judíos o griegos, seamos esclavos o libres, y
a todos se nos hizo beber un solo espíritu.
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y lleguen a un conocimiento exacto
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(Efesios 1:17) para
que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé
espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento exacto de él;
(Filipenses 1:9) Y esto
es lo que continúo orando: que el amor de ustedes abunde todavía más y más
con conocimiento exacto y pleno discernimiento;
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de la verdad.
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(2 Timoteo 2:25) 25 instruyendo
con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos; ya que Dios
quizás les dé arrepentimiento que conduzca a un conocimiento exacto de la
verdad,
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Jehová quiere que
la gente conozca la verdad, aprenda a adorarlo y reciba sus bendiciones. Sin
lugar a dudas, nuestra principal motivación para esforzamos al máximo en el
ministerio no es que haya una fecha límite, sino el deseo de honrar el
nombre divino y enseñar al prójimo la voluntad de Jehová. En otras
palabras, nos mueve el celo por la religión verdadera (1 Tim. 4:16).
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(1 Timoteo 4:16)
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Presta constante atención a ti mismo
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(Hechos 20:28) 28 Presten
atención a sí mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los
ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él
compró con la sangre del [Hijo] suyo.
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y a tu enseñanza.
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(2 Timoteo 4:2)
predica la palabra, ocúpate en ello urgentemente en tiempo favorable, en
tiempo dificultoso; censura, corrige, exhorta, con toda gran paciencia y
[arte de] enseñar.
(Tito 2:1) Tú,
sin embargo, sigue hablando las cosas que son apropiadas para la enseñanza
saludable.
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. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te
salvarás a ti mismo y también a los que te escuchan.
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(Romanos 11:14) por
si de algún modo incite a celos [a los que son] mi propia carne, y salve a
algunos de entre ellos.
(1 Corintios 9:22)
A los débiles me hice débil, para ganar a los débiles. Me he hecho toda cosa
a gente de toda clase, para que de todos modos salve a algunos.
(1 Pedro 3:15)
Antes bien, santifiquen al Cristo como Señor en su corazón, siempre listos
para presentar una defensa ante todo el que les exija razón de la esperanza
que hay en ustedes, pero haciéndolo junto con genio apacible y profundo
respeto.
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Jehová nos ha
bendecido revelándonos su propósito para la Tierra y la humanidad. Con ese
conocimiento podemos ayudar a nuestros vecinos a ser felices en la
actualidad, tener la esperanza segura de un futuro mejor y librarse de la
destrucción que sufrirá el mundo de Satanás (2 Tes. 1:7-9).
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(2 Tesalonicenses 1:7-9)
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pero, a ustedes que sufren la tribulación, con
alivio juntamente con nosotros al tiempo de la revelación
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(Lucas 17:30) De
la misma manera será en aquel día en que el Hijo del hombre ha de ser
revelado.
(1 Pedro 1:7)
a fin de que la cualidad probada de su fe, de mucho más valor que el oro que
perece a pesar de ser probado por fuego, sea hallada causa de alabanza y
gloria y honra al tiempo de la revelación de Jesucristo.
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del Señor Jesús desde el cielo con sus poderosos ángeles
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(Mateo 25:31)
”Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él,
entonces se sentará sobre su glorioso trono.
(Marcos 8:38)
Porque el que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación
adúltera y pecadora, el Hijo del hombre también se avergonzará de él cuando
llegue en la gloria de su Padre con los santos ángeles”.
(Judas 14) Sí,
también profetizó respecto de ellos Enoc, el séptimo [en línea] desde Adán,
cuando dijo: “¡Miren! Jehová vino con sus santas miríadas,
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8 en fuego llameante, al traer él venganza
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(Hebreos 10:30) 30 Porque
conocemos al que dijo: “Mía es la venganza; yo recompensaré”; y otra vez:
“Jehová juzgará a su pueblo”.
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sobre los que no conocen a Dios
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(Juan 3:19) Ahora
bien, esta es la base para el juicio, que la luz ha venido al mundo, pero los
hombres han amado la oscuridad más bien que la luz, porque sus obras eran
inicuas.
(Romanos 1:18)
Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres que suprimen la verdad de un modo injusto,
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y sobre los que no obedecen
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(Romanos 2:8) sin
embargo, para los que son contenciosos y que desobedecen la verdad, pero
obedecen la injusticia, habrá ira y cólera,
(Hebreos 10:29) ¿De
cuánto más severo castigo piensan ustedes que será considerado digno el que
ha hollado al Hijo de Dios y que ha estimado como de valor ordinario la
sangre del pacto por la cual fue santificado, y que ha ultrajado con desdén
el espíritu de bondad inmerecida?
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las buenas nuevas acerca de nuestro Señor Jesús.
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(1 Pedro 4:17) 17 Porque
es el tiempo señalado para que el juicio comience con la casa de Dios. Ahora
bien, si comienza primero con nosotros, ¿cuál será el fin de los que no son
obedientes a las buenas nuevas de Dios?
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9 Estos mismos sufrirán el castigo judicial
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(2 Pedro 2:17)
Estos son fuentes sin agua, y neblinas impelidas por una tempestad violenta,
y para ellos ha sido reservada la negrura de la oscuridad.
(2 Pedro 3:7)
Pero por la misma palabra los cielos y la tierra que existen ahora están
guardados para fuego y están en reserva para el día del juicio y de la
destrucción de los hombres impíos.
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de destrucción eterna
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(Judas 13) 13 olas bravas
del mar, que lanzan como espuma sus propias causas de vergüenza; estrellas
sin rumbo fijo, para las cuales la negrura de la oscuridad permanece
reservada para siempre.
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de delante del
Señor y de la gloria de su
fuerza,
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(Isaías 2:21) 21 a fin de
entrar en los agujeros de las rocas y en las hendiduras de los peñascos, a
causa de lo pavoroso de Jehová y ante su espléndida superioridad, cuando él
se levante para que la tierra sufra sobresaltos.
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Por eso, en vez de
frustrarnos o desanimarnos porque el día de Jehová parezca retrasarse, nos
alegramos de que aún haya tiempo para demostrar celo por la adoración
verdadera (Miq. 7:7; Hab.
2:3). w10 15/12 1:16, 17
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(Miqueas 7:7)
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Pero en cuanto a
mí, por Jehová me mantendré
vigilante.
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(Salmo 34:5) Ellos
miraron hacia él y quedaron radiantes, y sus rostros mismos de ninguna manera
podían avergonzarse.
(Salmo 123:2)
¡Mira! Como los ojos de los siervos están dirigidos a la mano de su amo, como
los ojos de la sierva están dirigidos a la mano de su ama, así nuestros ojos
están dirigidos a Jehová nuestro Dios hasta que nos muestre favor.
(Isaías 8:17) Y
ciertamente me mantendré en expectación de Jehová, que oculta su rostro de la
casa de Jacob, y en él ciertamente esperaré.
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Ciertamente
mostraré una actitud de espera por el Dios de mi salvación.
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(Génesis 49:18)
Verdaderamente esperaré salvación de parte tuya, oh Jehová.
(Salmo 25:5) Hazme
andar en tu verdad y enséñame, porque tú eres mi Dios de salvación. En ti he
esperado todo el día.
(Salmo 62:1)
Realmente hacia Dios mi alma está [esperando en] silencio. De él procede mi
salvación.
(Lamentaciones 3:26)
Bueno es que uno espere, aun callado, la salvación de Jehová.
(Lucas 2:25) Y,
¡mira!, había en Jerusalén un hombre cuyo nombre era Simeón, y este hombre
era justo y reverente, que esperaba la consolación de Israel, y había
espíritu santo sobre él.
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Mi Dios me oirá.
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(Salmo 4:3) Por
tanto, sepan que Jehová ciertamente distinguirá al que le es leal; Jehová
mismo oirá cuando yo clame a él.
(Salmo 40:1)
Solícitamente esperé en Jehová, y por lo tanto inclinó a mí [su oído] y oyó
mi clamor por ayuda.
(Salmo 65:2) Oh
Oidor de la oración, aun a ti vendrá gente de toda carne.
(Isaías 12:2)
¡Mira! Dios es mi salvación. Confiaré y no estaré en pavor; porque Jah Jehová
es mi fuerza y [mi] poderío, y él llegó a ser la salvación para mí”.
(Isaías 25:9) Y en
aquel día uno ciertamente dirá: “¡Miren! Este es nuestro Dios. Hemos esperado
en él, y él nos salvará. Este es Jehová. Hemos esperado en él. Estemos
gozosos y regocijémonos en la salvación por él”.
(1 Juan 5:14)
Y esta es la confianza que tenemos para con él, que, no importa qué sea lo
que pidamos conforme a su voluntad, él nos oye.
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(Habacuc 2:3)
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Porque [la] visión es todavía para el tiempo señalado,
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(Daniel 8:19) Y
pasó a decir: “Mira, te voy a hacer saber lo que ocurrirá en la parte final
de la denunciación, porque es para el señalado tiempo de[l] fin.
(Daniel 10:14) Y he
venido a hacer que disciernas lo que acaecerá a tu pueblo en la parte final
de los días, porque es una visión todavía para los días [venideros]”.
(Hechos 17:26) E
hizo de un solo [hombre] toda nación de hombres, para que moren sobre la
entera superficie de la tierra, y decretó los tiempos señalados y los límites
fijos de la morada de [los hombres],
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y sigue jadeando
hasta el fin, y no dirá mentira. Aun si tardara, manténte en expectación de
ella; porque sin falta se realizará. No llegará tarde.
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(Miqueas 7:7) Pero
en cuanto a mí, por Jehová me mantendré vigilante. Ciertamente mostraré una
actitud de espera por el Dios de mi salvación. Mi Dios me oirá.
(Santiago 5:7)
Ejerzan paciencia, por lo tanto, hermanos, hasta la presencia del Señor.
¡Miren! El labrador sigue esperando el precioso fruto de la tierra,
aguardándolo con paciencia hasta que recibe la lluvia temprana y la lluvia
tardía.
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*** w10 15/12 págs. 7-11 Demostremos
celo por la adoración verdadera ***
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Demostremos celo por
la adoración verdadera
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“La mies es
mucha, pero los obreros son pocos.” (MAT. 9:37)
SI NECESITAMOS que cierta persona revise un documento antes de que
acabe el día, ¿qué hacemos antes de enviárselo? Ponerle la etiqueta de
“URGENTE”. Y si vamos en taxi rumbo a una cita importante pero se nos
está haciendo tarde, ¿qué le decimos al conductor? “Acelere, por favor; es
URGENTE que llegue.” Así es, cuando tenemos una tarea importante y nos
apremia el tiempo, nos ponemos tensos y nerviosos. La adrenalina
recorre nuestro cuerpo y trabajamos a toda máquina. Esos son los conocidos
efectos de la urgencia.
2 Hoy día, no hay nada más urgente para los
cristianos verdaderos que predicar las buenas nuevas del Reino y hacer
discípulos de gente de todas las naciones (Mat. 24:14; 28:19, 20). Según indicó Marcos
en su Evangelio, Jesús dijo que esta labor debe llevarse a cabo “primero”, o
sea, antes de que llegue el fin (Mar. 13:10). Y eso es lo que tiene que suceder. Además,
Jesús indicó que “la mies [o cosecha] es mucha, pero los obreros son pocos”,
subrayando así la urgencia de esta obra, pues las cosechas no pueden
esperar: tienen que recogerse antes de que termine la temporada (Mat. 9:37).
3 En vista de lo importante que es la predicación,
merece que le dediquemos todo el tiempo y energías que podamos. Y esta
es la loable actitud que demuestran muchos cristianos. Hay quienes han
simplificado su vida a fin de dedicarse a alguna faceta del ministerio de
tiempo completo, como el precursorado, la obra misional o el servicio de
Betel. Todos ellos llevan vidas muy ocupadas. Es verdad que realizan
muchos sacrificios y que afrontan diversos desafíos, pero Jehová los
recompensa ampliamente. Nos alegramos mucho por ellos (léase Lucas 18:28-30).
Otros cristianos no están en condiciones de hacerse precursores, pero
dedican todo el tiempo que pueden a enseñar el camino de la salvación tanto a
sus vecinos como a sus propios hijos (Deu. 6:6, 7).
4 Como hemos visto, las personas suelen actuar con un
mayor sentido de urgencia cuando ven que se aproxima la fecha límite o el fin
de un plazo. Nosotros vivimos precisamente en el tiempo del fin, y existen
abundantes pruebas bíblicas e históricas que lo demuestran (Mat. 24:3, 33; 2 Tim.
3:1-5). No obstante, ningún ser humano sabe la fecha exacta en
que llegará el fin, como dejó claro Jesús al hablar sobre “la
señal [...] de la conclusión del sistema de cosas”. Él dijo:
“Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos,
ni el Hijo, sino solo el Padre” (Mat. 24:36). Siendo así las cosas, a algunos cristianos —sobre
todo a los que llevan muchos años esperando— se les hace difícil a veces
mantener el sentido de urgencia (Pro. 13:12). ¿Es ese su caso? ¿Qué puede ayudarnos a todos a
ver como algo urgente la tarea que nos han encargado Jehová y Jesucristo?
Sigamos a Jesús, nuestro modelo
5 Nadie ha dejado un mejor ejemplo de lo que es
servir a Dios con sentido de urgencia que Jesucristo. Una de las razones por
las que actuó así fue que tenía muchos objetivos que cumplir en apenas tres
años y medio. Pero en ese período tan breve hizo más a favor de la adoración
verdadera que cualquier otro ser humano. Dio a conocer el nombre y el
propósito de su Padre, predicó las buenas nuevas del Reino, denunció la
hipocresía y las doctrinas falsas de los líderes religiosos y defendió hasta
la muerte la soberanía de Jehová. Además, recorrió incansablemente el país
enseñando, ayudando y sanando a la gente (Mat. 9:35). No hay duda: nadie ha logrado
tanto en tan poco tiempo. Dio todo lo que un hombre podía dar (Juan 18:37).
6 Jesús realizó su ministerio con tanto empeño porque
comprendía el momento en el que se encontraba según el horario de Dios.
Gracias a la profecía de Daniel, podía saber que el ministerio del Mesías
terminaría “a la mitad de la semana” profética, es decir, después de tres
años y medio (Dan. 9:27).
Poco después de realizar su entrada triunfal en Jerusalén en la primavera del
año 33, Jesús aseguró: “Ha llegado la hora para que el Hijo del hombre sea
glorificado” (Juan 12:23).
Como vemos, sabía que su muerte era inminente. Pero esa no fue la
principal razón por la que se esforzó tanto. Más bien, fue porque lo más
importante en su vida era hacer la voluntad de su Padre y mostrar su amor al
prójimo en toda ocasión. Ese amor lo motivó desde el principio a reunir un
grupo de discípulos y prepararlos para que fueran a predicar por todo el
país. De ese modo se aseguró de que continuaran con la labor que él
había comenzado e incluso efectuaran obras mayores que las suyas (léase
Juan 14:12).
7 Unos meses después de comenzar su ministerio,
durante la Pascua del año 30, Jesús demostró contundentemente cuánto celo
tenía. Al llegar a Jerusalén acompañado de sus discípulos, vio “en el
templo a los que vendían ganado vacuno y ovejas y palomas, y a los corredores
de cambios en sus asientos”. ¿Cómo reaccionó y qué impresión causó en sus
discípulos? (Léase Juan 2:13-17.)
8 Lo que Jesús dijo e hizo en esa ocasión les recordó
estas palabras proféticas de un salmo de David: “El puro celo por tu casa me
ha consumido” (Sal. 69:9).
¿Por qué les vino a la mente ese pasaje? Porque su Maestro se atrevió a hacer
algo muy peligroso. Detrás de aquel próspero pero indignante negocio estaban
nada menos que las autoridades del templo, entre ellas los sacerdotes y los
escribas. Al perturbar sus operaciones y sacar a la luz sus turbios
manejos, Jesús estaba confrontando a los poderosos líderes religiosos de su
día. Los discípulos comprendieron atinadamente que aquella era una gran
muestra de celo por la casa de Dios, es decir, por la adoración verdadera. Examinemos
a continuación qué es exactamente el celo y qué relación tiene con el sentido
de urgencia.
El celo y el sentido de
urgencia
9 Un diccionario define el celo como “interés
ardiente y activo por una causa o persona”. Es sinónimo de pasión,
fervor, ardor y entusiasmo. ¿Y quién puede negar que todos estos
términos describen a la perfección el ministerio de Jesús? Cabe notar que la Traducción
en lenguaje actual vierte así las palabras de David: “El
amor que siento por tu templo me quema como un fuego”. Un detalle
interesante es que en algunos idiomas orientales la expresión correspondiente
a “celo” está compuesta por dos partes que significan “corazón” y “ardiente”,
dando a entender que el corazón está encendido en llamas. No sorprende
que los discípulos recordaran lo que dice el salmo al ver a su Maestro en el
templo. Pero ¿qué puso al rojo vivo el corazón de Jesús y le dio el empuje
necesario para actuar como lo hizo?
10 El término hebreo que se vierte “celo” en el salmo
de David se deriva de otro que en muchos pasajes se traduce “celoso” o
“celos”. En ocasiones, la Traducción del Nuevo Mundo
expresa esa idea con la frase “que exige devoción exclusiva” (léanse Éxodo 20:5; 34:14
y Josué 24:19). Un diccionario bíblico
señala lo siguiente sobre el término original: “Se emplea con frecuencia al
hablar del matrimonio [...]. Cuando los cónyuges se ponen celosos, están
exigiendo de forma tajante el derecho a la exclusividad en su relación.
De igual modo, Dios exige o reivindica el derecho que tiene sobre
quienes son su posesión exclusiva”. Por consiguiente, el celo del que habla
la Biblia va más allá del simple entusiasmo, como el que sienten algunos
aficionados por su equipo deportivo. El celo al que se refería David es
el sentimiento que no tolera rivalidad ni ofensas, el ardiente
deseo de proteger una reputación o de remediar un agravio.
11 Los discípulos de Jesús no se equivocaron al
relacionar el salmo de David con lo que hizo su Maestro en el templo. Pero
debemos recordar que Jesús no actuó con tanto ardor solo porque tuviera
un plazo que cumplir, sino porque era un ferviente defensor de la religión
verdadera y la reputación de su Padre. Por eso, cuando veía que el nombre de
Dios era objeto de blasfemias y desprecios, surgía naturalmente en él un
deseo irresistible de remediar la situación. Y ese mismo celo lo
motivaba a denunciar con todo vigor a los líderes religiosos y a aliviar el
sufrimiento de la gente humilde que soportaba sus múltiples abusos y
atropellos (Mat. 9:36; 23:2,
4, 27, 28, 33).
Defendamos con celo la adoración verdadera
12 El panorama religioso actual es igual de malo que
en el siglo primero, o incluso peor. Pensemos en la actitud que se tiene
hacia el nombre divino. Cuando Jesús les dio a sus discípulos un modelo de
oración, la primera petición que incluyó fue: “Santificado sea tu nombre”
(Mat. 6:9). Pero ¿qué están haciendo hoy día los líderes religiosos y, en
particular, el clero de la cristiandad? En vez de enseñar a sus
feligreses a dirigirse a Dios por nombre y a tratar como santo dicho nombre,
distorsiona la imagen del Creador con doctrinas falsas como la Trinidad, la
inmortalidad del alma y el infierno. El resultado es que la gente piensa
en Dios como alguien misterioso e incomprensible, o cruel y hasta sádico.
Además, con su conducta escandalosa e hipócrita, el clero deshonra el nombre
divino (léase Romanos 2:21-24).
Asimismo, hace todo lo posible por ocultarlo, quitándolo incluso de sus
traducciones de la Biblia, con lo que dificulta que las personas se acerquen
a Jehová y disfruten de su amistad (Sant. 4:7, 8).
13 Jesús también enseñó a sus discípulos a orar así
por el Reino de Dios: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el
cielo, también sobre la tierra” (Mat. 6:10). Aunque el clero repite vez tras vez esa petición,
anima a sus feligreses a apoyar los organismos políticos y demás
instituciones creadas por el hombre. Y no solo eso, sino que desprecia a
quienes se esfuerzan por predicar el Reino. Como es lógico, el Reino de Dios
no es un tema que traten con frecuencia los miembros de la cristiandad,
pues en realidad no creen en él.
14 Al orar a su Padre, Jesús lo dijo muy claro: “Tu
palabra es la verdad” (Juan
17:17). Y antes de regresar al cielo, indicó que designaría a un
“esclavo fiel y discreto” para que sirviera alimento espiritual a su
congregación (Mat. 24:45).
Sin dudarlo un instante, los líderes de las iglesias afirman que son ellos
los que han sido nombrados servidores de la Palabra de Dios. Pero ¿han
cumplido fielmente con la comisión del Amo? Todo lo contrario. Muchos de
ellos aseguran que la Biblia contiene fábulas y mitos. Y en vez de
brindar a sus rebaños alimento espiritual que los consuele e ilumine, les
enseñan filosofías humanas con las que les “regal[an] los oídos”, o sea, les
dicen lo que quieren oír. Además, rebajan los principios bíblicos en un
intento por adaptarlos a la “nueva moralidad” (2 Tim. 4:3, 4).
15 Al enterarse de todo lo que han hecho los líderes
de las iglesias —supuestamente en el nombre del Dios de la Biblia—, mucha
gente sincera se lleva una gran decepción o incluso pierde la fe en Dios y en
su Palabra, quedando así en manos de Satanás y su malvado mundo. ¿Cómo se
siente usted al ver que se repite esta situación día tras día? ¿Cómo
reacciona al observar que se blasfema contra nuestro amado Padre y se lanza
lodo contra su santo nombre? ¿No es cierto que quiere hacer todo lo
posible por remediar la situación? Al ver a tantas personas de buen
corazón sufriendo los engaños y abusos de sus pastores, ¿verdad que desea
consolarlas? Cuando Jesús notó que las muchedumbres estaban “desolladas y
desparramadas como ovejas sin pastor”, no se limitó a compadecerse de
ellas, sino que “comenzó a enseñarles muchas cosas” (Mat. 9:36; Mar. 6:34). ¡Cuánto celo demostró
por la adoración verdadera! Sin duda, tenemos sobradas razones para imitar su
actitud.
16 Cuando tenemos esa actitud hacia nuestra obra,
cobran sentido especial las palabras que escribió el apóstol Pablo en 1 Timoteo 2:3, 4 (léase).
En efecto, no solo nos esforzamos al máximo en el ministerio porque
estamos en los últimos días, sino, sobre todo, porque comprendemos cuál es la
voluntad de Jehová. Él quiere que la gente conozca la verdad, aprenda a
adorarlo y reciba sus bendiciones. Sin lugar a dudas, nuestra principal
motivación no es que haya una fecha límite, sino el deseo de honrar el
nombre divino y enseñar al prójimo la voluntad de Jehová. En otras
palabras, nos mueve el celo por la religión verdadera (1 Tim. 4:16).
17 Jehová nos ha bendecido a sus siervos revelándonos
su propósito para el hombre y la Tierra. Con ese conocimiento podemos ayudar
a nuestros vecinos a ser felices en la actualidad, tener la esperanza segura
de un futuro mejor y librarse de la destrucción que sufrirá el mundo de
Satanás (2 Tes. 1:7-9).
Por eso, en vez de frustrarnos o desanimarnos porque el día de Jehová parezca
retrasarse, nos alegramos de que aún haya tiempo para demostrar celo por la
adoración verdadera (Miq.
7:7; Hab. 2:3). El próximo artículo destacará qué debemos hacer
para seguir manifestando ese fervor.
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(Mateo 9:37) 37 Entonces
dijo a sus discípulos: “Sí; la mies es mucha, pero los obreros son pocos. . .
(Mateo 24:14) 14 Y estas
buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para
testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
(Mateo 28:19, 20) 19 Vayan,
por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, 20 enseñándoles
a observar todas las cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con
ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”.
(Marcos 13:10) 10 También, en
todas las naciones primero tienen que predicarse las buenas nuevas.
(Mateo 9:37) 37 Entonces
dijo a sus discípulos: “Sí; la mies es mucha, pero los obreros son pocos.
(Lucas 18:28-30) 28 Pero
Pedro dijo: “¡Mira! Nosotros hemos dejado nuestras propias cosas y te hemos
seguido”. 29 Él les dijo: “En verdad les digo: Nadie
hay que haya dejado casa, o esposa, o hermanos, o padres, o hijos, por causa
del reino de Dios, 30 que no reciba de algún modo
muchas veces más en este período, y en el sistema de cosas venidero la vida
eterna”.
(Deuteronomio 6:6, 7) 6 Y
estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que resultar estar sobre tu
corazón; 7 y tienes que inculcarlas en tu hijo y
hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y
cuando te acuestes y cuando te levantes.
(Mateo 24:3) 3 Estando él
sentado en el monte de los Olivos, se acercaron a él los discípulos
privadamente, y dijeron: “Dinos: ¿Cuándo serán estas cosas, y qué será la señal
de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?”.
(Mateo 24:33) 33 Así mismo
también, ustedes, cuando vean todas estas cosas, sepan que él está cerca, a
las puertas.
(2 Timoteo 3:1-5) 3 Mas sabe
esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de
manejar. 2 Porque los hombres serán amadores de sí
mismos, amadores del dinero, presumidos, altivos, blasfemos, desobedientes a
los padres, desagradecidos, desleales, 3 sin tener
cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, calumniadores, sin
autodominio, feroces, sin amor del bien, 4 traicioneros,
testarudos, hinchados [de orgullo], amadores de placeres más bien que
amadores de Dios, 5 teniendo una forma de devoción
piadosa, pero resultando falsos a su poder; y de estos apártate.
(Mateo 24:36) 36 ”Respecto a
aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino
solo el Padre.
(Proverbios 13:12) 12 La
expectación pospuesta enferma el corazón, pero la cosa deseada es árbol de
vida cuando sí viene.
(Mateo 9:35) 35 Y Jesús
emprendió un recorrido de todas las ciudades y aldeas, enseñando en sus
sinagogas y predicando las buenas nuevas del reino y curando toda suerte de
dolencia y toda suerte de mal.
(Juan 18:37) 37 Por lo
tanto le dijo Pilato: “Bueno, pues, ¿eres tú rey?”. Jesús contestó: “Tú mismo
dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo,
para dar testimonio acerca de la verdad. Todo el que está de parte de la
verdad escucha mi voz”.
(Daniel 9:27) 27 ”Y él tiene
que mantener [el] pacto en vigor para los muchos por una semana; y a la mitad
de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva. ”Y sobre el
ala de cosas repugnantes habrá el que cause desolación; y hasta un
exterminio, la misma cosa que se ha decidido irá derramándose también sobre
el que yace desolado”.
(Juan 12:23) 23 Pero Jesús
les contestó, y dijo: “Ha llegado la hora para que el Hijo del hombre sea
glorificado.
(Juan 14:12) 12 Muy
verdaderamente les digo: El que ejerce fe en mí, ese también hará las obras
que yo hago; y hará obras mayores que estas, porque yo estoy siguiendo mi
camino al Padre. . .
(Juan 2:13-17) 13 Pues
bien, se acercaba la pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. 14 Y
halló en el templo a los que vendían ganado vacuno y ovejas y palomas, y a
los corredores de cambios en sus asientos. 15 Por
consiguiente, después de hacer un látigo de cuerdas, expulsó del templo a
todos aquellos junto con las ovejas y el ganado vacuno, y desparramó las
monedas de los cambistas y volcó sus mesas. 16 Y dijo
a los que vendían las palomas: “¡Quiten estas cosas de aquí! ¡Dejen de hacer
de la casa de mi Padre una casa de mercancías!”. 17 Sus
discípulos recordaron que está escrito: “El celo por tu casa me consumirá”.
(Salmo 69:9) 9 Porque
el puro celo por tu casa me ha consumido, y los mismísimos vituperios de los
que te vituperan han caído sobre mí.
(Éxodo 20:5) 5 No debes
inclinarte ante ellas ni ser inducido a servirlas, porque yo Jehová tu Dios
soy un Dios que exige devoción exclusiva, que trae castigo por el error de
padres sobre hijos, sobre la tercera generación y sobre la cuarta generación,
en el caso de los que me odian;
(Éxodo 34:13, 14) . . .. 14 Pues
no debes postrarte ante otro dios, porque Jehová, cuyo nombre es Celoso, él
es un Dios celoso;
(Josué 24:19) 19 Entonces
Josué dijo al pueblo: “Ustedes no pueden servir a Jehová, porque él es un
Dios santo; es un Dios que exige devoción exclusiva. No perdonará su
sublevación ni sus pecados.
(Mateo 9:36) 36 Al ver las
muchedumbres, se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y
desparramadas como ovejas sin pastor.
(Mateo 23:2) 2 “Los escribas
y los fariseos se han sentado en la cátedra de Moisés.
(Mateo 23:4) 4 Atan cargas
pesadas y las ponen sobre los hombros de los hombres, pero ellos mismos ni
con el dedo quieren moverlas.
(Mateo 23:27, 28) 27 ”¡Ay
de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas!, porque se asemejan a sepulcros
blanqueados, que por fuera realmente parecen hermosos, pero por dentro están
llenos de huesos de muertos y de toda suerte de inmundicia. 28 Así
ustedes, también, por fuera realmente parecen justos a los hombres, pero por
dentro están llenos de hipocresía y de desafuero.
(Mateo 23:33) 33 ”Serpientes,
prole de víboras, ¿cómo habrán de huir del juicio del Gehena?
(Mateo 6:9) 9 ”Ustedes,
pues, tienen que orar de esta manera: ”‘Padre nuestro [que estás] en los
cielos, santificado sea tu nombre.
(Romanos 2:21-24) 21 tú, sin
embargo, el que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú, el que
predicas: “No hurtes”, ¿hurtas? 22 Tú, el que dices: “No
cometas adulterio”, ¿cometes adulterio? Tú, el que expresas aborrecimiento de
los ídolos, ¿robas a los templos? 23 Tú, que te glorías
en ley, ¿por tu transgresión de la Ley deshonras a Dios? 24 Porque
“el nombre de Dios es blasfemado entre las naciones a causa de ustedes”; así
como está escrito.
(Santiago 4:7, 8) 7 Sujétense,
por lo tanto, a Dios; pero opónganse al Diablo, y él huirá de ustedes. 8 Acérquense
a Dios, y él se acercará a ustedes. Límpiense las manos, pecadores, y
purifiquen su corazón, indecisos.
(Mateo 6:10) 10 Venga tu
reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.
(Juan 17:17) 17 Santifícalos
por medio de la verdad; tu palabra es la verdad.
(Mateo 24:45) 45 ”¿Quién es,
verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus
domésticos, para darles su alimento al tiempo apropiado?
(2 Timoteo 4:3, 4) 3 Porque
habrá un período en que no soportarán la enseñanza saludable, sino que, de
acuerdo con sus propios deseos, acumularán para sí mismos maestros para que
les regalen los oídos; 4 y apartarán sus oídos de la
verdad, puesto que serán desviados a cuentos falsos.
(Mateo 9:36) 36 Al ver las
muchedumbres, se compadeció de ellas, porque estaban desolladas y
desparramadas como ovejas sin pastor.
(Marcos 6:34) 34 Pues, al
salir, él vio una muchedumbre grande, y se enterneció por ellos, porque eran
como ovejas sin pastor. Y comenzó a enseñarles muchas cosas.
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sábado, 10 de noviembre de 2012
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