TEXTO DEL DIA
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CITA BIBLICA
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Descripción Biblia
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Referencias BIBLICAS
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*** Texto del Viernes, 02 de Noviembre de 2012 ***
Viernes 2 de noviembre
Son como un muro protector en su imaginación (Pro.
18:11).
► es12 pág. 109 Noviembre
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(Proverbios 18:11)
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Las cosas valiosas
del rico son su pueblo
fuerte,
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(Salmo 49:6) Los
que están confiando en sus medios de mantenimiento, y que siguen jactándose
acerca de la abundancia de sus riquezas,
(Proverbios 10:15) Las
cosas valiosas del rico son su pueblo fuerte. La ruina de los de condición
humilde es su pobreza.
(Proverbios 11:4) Las
cosas valiosas no serán de ningún provecho en el día del furor, pero la
justicia misma librará de la muerte.
(Jeremías 9:23) Esto
es lo que ha dicho Jehová: “No se gloríe el sabio a causa de su sabiduría, y
no se gloríe el poderoso a causa de su poderío. No se gloríe el rico a causa
de sus riquezas”.
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y son como un muro
protector en su imaginación.
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(Lucas 12:21) 21 Así pasa
con el hombre que atesora para sí, pero no es rico para con Dios”.
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Mediante el
espíritu del mundo, Satanás promueve la codicia y el materialismo, “el deseo
de los ojos” (1 Juan
2:16).
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(1 Juan 2:16)
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porque todo [lo que
hay] en el mundo
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(Tito 2:12) 12 y nos
instruye a repudiar la impiedad y los deseos mundanos y a vivir con buen
juicio y justicia y devoción piadosa en medio de este sistema de cosas
actual,
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—el deseo de la carne
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(Mateo 5:28) Pero
yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una
pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
(Romanos 13:14)
Antes bien, vístanse del Señor Jesucristo, y no estén haciendo
planes con anticipación para los deseos de la carne.
(1 Pedro 1:14)
Como hijos obedientes, dejen de amoldarse según los deseos que tuvieron en
otro tiempo en su ignorancia,
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y el deseo de los ojos
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(Génesis 3:6) Por
consiguiente, la mujer vio que el árbol era bueno para alimento, y que a los
ojos era algo que anhelar, sí, el árbol era deseable para contemplarlo. De
modo que empezó a tomar de su fruto y a comerlo. Después dio de este también
a su esposo cuando [él estuvo] con ella, y él empezó a comerlo.
(Proverbios 27:20) El
Seol y [el lugar de] la destrucción mismos no se satisfacen; tampoco se
satisfacen los ojos del hombre.
(Mateo 4:8) De
nuevo el Diablo lo llevó consigo a una montaña excepcionalmente alta, y le
mostró todos los reinos del mundo y su gloria,
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y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno—
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(Eclesiastés 5:11)
Cuando las cosas buenas llegan a ser muchas, los que las comen ciertamente
llegan a ser muchos. ¿Y qué ventaja hay para el magnífico dueño de ellas,
fuera de mirar[las] con los ojos?
(Santiago 4:16) Pero
ahora ustedes se glorían en sus alardes llenos de presunción. Todo ese
gloriarse es inicuo.
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no se origina del Padre, sino que se origina del mundo.
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(1 Corintios 7:33)
Pero el hombre casado se inquieta por las cosas del mundo, en cuanto a cómo
ganar la aprobación de su esposa,
(Efesios 2:2) en los
cuales en un tiempo anduvieron conforme al sistema de cosas de este mundo,
conforme al gobernante de la autoridad del aire, el espíritu que ahora opera
en los hijos de la desobediencia.
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En efecto,
alimenta en la gente una auténtica obsesión por las riquezas (1 Tim. 6:9, 10).
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(1 Timoteo 6:9,
10)
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Sin embargo, los que están resueltos a ser ricos caen en tentación
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(Mateo 13:22) En
cuanto al que se sembró entre los espinos, este es el que oye la palabra,
pero la inquietud de este sistema de cosas y el poder engañoso de las
riquezas ahogan la palabra, y él se hace infructífero.
(Santiago 5:1) Vamos,
ahora, ricos, lloren, aullando por las desdichas que les sobrevienen.
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y en un lazo y en muchos deseos insensatos y perjudiciales,
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(Proverbios 20:21) Se
está consiguiendo una herencia por avidez desmesurada al principio, pero su
propio futuro no será bendecido.
(Colosenses 3:5)
Amortigüen, por lo tanto, los miembros de su cuerpo que están sobre la tierra
en cuanto a fornicación, inmundicia, apetito sexual, deseo perjudicial y
codicia, que es idolatría.
(Tito 1:7) Porque
el superintendente tiene que estar libre de acusación como mayordomo de Dios,
no [ser] voluntarioso, ni propenso a la ira, ni borracho pendenciero, ni
golpeador, ni ávido de ganancia falta de honradez,
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que precipitan a los hombres en destrucción y ruina.
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(Proverbios 28:20) El
hombre de actos fieles recibirá muchas bendiciones, pero el que se apresura a
ganar riquezas no permanecerá inocente.
(Proverbios 28:22) El
hombre de ojo envidioso se agita tras cosas valiosas, pero no sabe que la
carencia misma le sobrevendrá.
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10 Porque el amor
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(Mateo 6:24)
”Nadie puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará
al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir
como esclavos a Dios y a las Riquezas.
(Lucas 12:34)
Porque donde esté el tesoro de ustedes, allí también estará su corazón.
(Hebreos 12:1) Pues,
entonces, porque tenemos tan grande nube de testigos que nos cerca,
quitémonos nosotros también todo peso, y el pecado que fácilmente nos enreda,
y corramos con aguante la carrera que está puesta delante de nosotros,
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al dinero es raíz
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(Santiago 1:15) 15 Entonces el
deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a luz el pecado; a su vez, el pecado,
cuando se ha realizado, produce la muerte.
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de toda suerte de cosas perjudiciales,
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(Deuteronomio 16:19) No
debes pervertir el juicio. No debes ser parcial ni aceptar soborno, porque el
soborno ciega los ojos de los sabios y tuerce las palabras de los justos.
(Ezequiel 22:12) Un
soborno han tomado en ti con el propósito de derramar sangre. Interés y usura
has tomado, y violentamente sigues sacando ganancia de tus compañeros con
defraudación, y a mí me has olvidado’, es la expresión del Señor Soberano
Jehová.
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y, procurando
realizar este amor, algunos han sido descarriados de la fe y se han
acribillado con muchos dolores.
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(1 Timoteo 1:19) 19 manteniendo
la fe y una buena conciencia, la cual algunos han echado a un lado, y
han experimentado naufragio respecto a [su] fe.
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Quisiera hacernos
creer que la seguridad en la vida depende de tener muchas posesiones. Por
eso, todos deberíamos preguntarnos: “¿Gira mi vida en torno a las comodidades
y los placeres?”. El espíritu de Dios nos anima a través de la Biblia a
adoptar una actitud equilibrada frente al dinero y a trabajar para cubrir las
necesidades materiales de nuestra familia (1 Tim. 5:8).
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(1 Timoteo 5:8)
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Ciertamente si
alguno no provee para los
que son suyos,
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(Mateo 15:5) 5 Pero ustedes
dicen: ‘Cualquiera que diga a su padre o a su madre: “Todo lo que tengo por
lo cual pudieras sacar provecho de mí es una dádiva dedicada a Dios”,
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y especialmente
para los que son miembros de
su casa,
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(Isaías 58:7) 7 ¿No es el
repartir tu pan al hambriento, e introducir en [tu] casa a los afligidos, que
no tienen hogar? ¿Que, en caso de que veas a alguien desnudo, de veras lo
cubras, y que no te escondas de tu propia carne?
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ha repudiado
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(Tito 1:16) 16 Declaran
públicamente que conocen a Dios, pero por sus obras lo repudian, porque son
detestables y desobedientes y no aprobados para obra buena de clase alguna.
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la fe y es peor que una
persona sin fe.
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(Judas 3) 3 Amados, aunque
estaba haciendo todo esfuerzo por escribirles acerca de la salvación que
tenemos en común, se me hizo necesario escribirles para exhortarlos a que
luchen tenazmente por la fe que una vez para siempre fue entregada a los
santos.
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Además, nos ayuda a
imitar la generosidad de Jehová. Todos deberían poder ver que estamos más
interesados en dar que en recibir. Tenemos que valorar a las personas más que
a las cosas, y compartir con los demás siempre que nos sea posible (Pro. 3:27, 28).
Y no podemos anteponer nunca los bienes materiales al servicio a Jehová.
w11 15/3 1:10, 11
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(Proverbios 3:27, 28)
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No retengas el bien
de aquellos a quienes se les
debe,
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(Romanos 13:7) Den a
todos lo que les es debido: al que [pide] impuesto, el impuesto; al que
[pide] tributo, el tributo; al que [pide] temor, dicho temor; al que [pide]
honra, dicha honra.
(Gálatas 6:6)
Además, que cualquiera a quien se esté enseñando oralmente la palabra haga
partícipe en todas las cosas buenas al que da dicha instrucción oral.
(Tito 3:1)
Continúa recordándoles que estén en sujeción y sean obedientes a los
gobiernos y a las autoridades como gobernantes, que estén listos para toda
buena obra,
(Santiago 2:16) y sin
embargo alguno de entre ustedes les dice: “Vayan en paz, manténganse
calientes y bien alimentados”, pero ustedes no les dan las cosas necesarias
para [su] cuerpo, ¿de qué provecho es?
(Santiago 5:4)
¡Miren! El salario que se debe a los obreros que cosecharon sus campos, pero
el cual es retenido por ustedes, sigue clamando, y los gritos por auxilio de
los segadores han entrado en los oídos de Jehová de los ejércitos.
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cuando sucede que
está en el poder de tu mano
hacer[lo].
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(Nehemías 5:8) Y
procedí a decirles: “Nosotros mismos hemos recobrado por compra a nuestros
propios hermanos judíos que fueron vendidos a las naciones, hasta donde
estaba en nuestro poder; y, al mismo tiempo, ¿venderán ustedes mismos a sus
propios hermanos, y tendrán ellos que ser vendidos a nosotros?”. Ante esto,
enmudecieron, y no hallaron palabra.
(Proverbios 28:27) El
que da al de escasos recursos no tendrá carencia, pero el que esconde los
ojos tendrá muchas maldiciones.
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28 No digas a tu semejante: “Anda, y vuelve, y mañana daré”, cuando
hay algo contigo.
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(Levítico 19:13) No
debes defraudar a tu prójimo, y no debes robar. El salario del jornalero no
debe quedarse contigo toda la noche hasta la mañana.
(Deuteronomio 24:13) Sin
falta debes devolverle la prenda en cuanto se ponga el sol, y él tendrá que
acostarse en su ropa, y tendrá que bendecirte; y significará justicia para ti
delante de Jehová tu Dios.
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*** w11 15/3 págs. 8-12 Resistamos
el espíritu del mundo y recibamos el
de Dios ***
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Resistamos el espíritu
del mundo y recibamos el de Dios
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“Nosotros
recibimos, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que proviene de
Dios, para que conozcamos las cosas que Dios nos ha dado bondadosamente.” (1 COR. 2:12)
LOS cristianos estamos en guerra. Nuestro enemigo es un combatiente
poderoso y astuto que ha luchado en mil batallas. Para colmo, dispone de un
arma sumamente eficaz que le ha permitido conquistar a la mayor parte de la
humanidad. Pero no tenemos por qué sentirnos indefensos
ni condenados a la derrota (Isa. 41:10). Contamos con una protección insuperable, capaz de
resistir todo ataque.
2 El combate que libramos no es físico, sino
espiritual. Nuestro adversario es el Diablo, y una de sus principales armas
es “el espíritu del mundo” (1 Cor.
2:12). La mejor defensa es el espíritu santo. Por lo tanto,
tenemos que pedírselo a Dios y producir su fruto en nuestra vida. Solo así
lograremos sobrevivir en la batalla y mantenernos firmes en la fe (Gál. 5:22, 23). Ahora
bien, ¿qué es el espíritu del mundo? ¿Por qué tiene tanta influencia? ¿Cómo
podemos saber si está actuando en nosotros? ¿Cómo logró Jesús resistir el
espíritu del mundo y recibir el de Dios, y qué lecciones nos dejó?
¿Por qué tiene tanta influencia
el espíritu del mundo?
3 Satanás, “el gobernante de este mundo”, dio origen
a una fuerza que está en oposición al espíritu santo (Juan 12:31; 14:30; 1 Juan 5:19).
Se trata del espíritu del mundo, es decir, la inclinación que predomina
en la sociedad actual y la mueve a actuar en contra de la voluntad y el
propósito de Dios.
4 ¿Cómo llegó a tener tanta influencia el espíritu del
mundo? En el jardín de Edén, Satanás logró engañar a Eva y convencerla
de que su vida mejoraría si se independizaba de Dios (Gén. 3:13). ¡Qué gran mentiroso! (Juan 8:44.) Luego se valió
de ella para conseguir que Adán fuera desleal a Jehová. Por culpa de la mala
decisión del primer hombre, la humanidad fue vendida como esclava al pecado y
heredó la tendencia a dejarse llevar por el espíritu de desobediencia que
promueve el Diablo (léase Efesios 2:1-3).
5 Satanás también consiguió influir en un número considerable
de ángeles, los cuales traicionaron a Dios y se convirtieron en demonios (Rev. 12:3, 4). Esta
traición tuvo lugar tiempo antes del Diluvio de Noé. Ellos pensaron que les
iría mejor dejando sus puestos en el cielo y bajando a la Tierra para dar rienda
suelta a sus deseos pervertidos (Jud. 6). Más tarde regresaron al mundo espiritual y hoy
colaboran con Satanás, quien “está extraviando a toda la tierra habitada” (Rev. 12:9).
Lamentablemente, la mayoría de las personas viven sin darse cuenta de que existe
esta influencia maligna (2 Cor.
4:4).
¿Está influyendo en nosotros el
espíritu del mundo?
6 Aunque muchas personas viven en ignorancia de las
trampas que usa Satanás, ese no tiene por qué ser el caso de los que
somos cristianos (2 Cor.
2:11). En realidad, el espíritu del mundo nos controlará
solamente si lo permitimos. Examinemos cuatro preguntas que nos dejarán ver
si está influyendo en nosotros este espíritu o el de Dios.
7 ¿Qué demuestro con las diversiones
que elijo? (Léase Santiago
3:14-18.) Satanás sabe que Jehová odia a quienes aman la
violencia, y por eso procura distanciarnos de él sembrando ese sentimiento en
nuestro corazón (Sal. 11:5).
Apela a los más bajos deseos a través de revistas, libros, películas y
canciones, así como de videojuegos donde los participantes suelen asumir
papeles terriblemente violentos e inmorales. Al Diablo no le
preocupa que una parte de nuestro corazón ame la justicia. Se da por
satisfecho si la otra parte ama la maldad que él difunde (Sal. 97:10).
8 El espíritu de Dios promueve todo lo contrario: la
pureza, la apacibilidad y la misericordia. Por eso, hacemos bien en
preguntarnos: “¿Me ayudan las diversiones que elijo a cultivar buenas
cualidades?”. La persona que tiene la sabiduría de arriba vive su vida
“sin ser hipócrita”. En efecto, quien permite que el espíritu santo guíe
sus pasos no predica en la calle la pureza y la paz, y luego en casa se
entretiene viendo escenas de salvajismo o inmoralidad sexual.
9 Jehová espera devoción exclusiva. Pero Satanás
no pide tanto. Como vemos por las tentaciones que le puso a Jesús, él se
conforma con un solo acto de adoración (Luc. 4:7, 8). Por eso, preguntémonos: “¿Me
permiten mis diversiones darle a Dios la devoción que se merece? ¿Me ayudan a
resistir el espíritu del mundo, o me lo hacen más difícil? ¿Tendré que
seleccionarlas con más cuidado?”.
10 ¿Cuál es mi actitud ante
los bienes materiales? (Léase Lucas 18:24-30.)
Mediante el espíritu del mundo, Satanás promueve la codicia y el
materialismo, “el deseo de los ojos” (1 Juan 2:16). En efecto, alimenta en la gente una
auténtica obsesión por las riquezas (1 Tim. 6:9, 10). Quisiera hacernos creer que la
seguridad en la vida depende de tener muchas posesiones (Pro. 18:11).
Si permitimos que el amor al dinero ahogue nuestro amor a Dios, el
Diablo nos habrá ganado la partida. Por eso, todos deberíamos preguntarnos:
“¿Gira mi vida en torno a las comodidades y los placeres?”.
11 El espíritu de Dios nos anima a través de la Biblia
a adoptar una actitud equilibrada frente al dinero y a trabajar para cubrir
las necesidades materiales de nuestra familia (1 Tim. 5:8). Además, nos ayuda a imitar la
generosidad de Jehová. Todos deberían poder ver que estamos más interesados
en dar que en recibir. Tenemos que valorar a las personas más que a las
cosas, y compartir con los demás siempre que nos sea posible (Pro. 3:27, 28).
Y no podemos anteponer nunca los bienes materiales al servicio a Jehová.
12 ¿Manifiesta mi personalidad el
espíritu de Dios, o el del mundo?
(Léase Colosenses 3:8-10,
13.) Algo que nos permitirá determinarlo es fijarnos en
cómo reaccionamos cuando no van bien las cosas. ¿Demostramos en esos
momentos alguna de las conductas que promueve el espíritu del mundo, las
obras de la carne? (Gál.
5:19-21.) Por ejemplo, ¿qué hacemos cuando un hermano o una hermana es
desatento con nosotros, nos ofende o incluso peca contra nosotros? Otro
asunto sobre el que debemos reflexionar es nuestra conducta en la intimidad
del hogar, pues es allí donde suele verse claramente cuál de los dos espíritus
tiene más fuerza. Hagámonos el siguiente autoexamen: “En los últimos seis
meses, ¿se ha vuelto más cristiana mi personalidad, o he recaído en alguna
mala costumbre, sea en mi forma de hablar o de comportarme?”.
13 El espíritu santo nos ayuda a obedecer este mandato
divino: “Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, y vístanse de
la nueva”. Al actuar así, creceremos en amor y bondad, y estaremos más
dispuestos a perdonar a los demás, aunque tengamos motivos para estar
irritados. Cuando nos parezca que nos han tratado injustamente,
no reaccionaremos con “amargura maliciosa” ni con “cólera e ira y
gritería” o “habla injuriosa”. Más bien, nos esforzaremos por ser
“tiernamente compasivos” (Efe.
4:31, 32).
14 ¿Demuestro respeto y amor
por los principios morales de las Escrituras?
(Léase Proverbios 3:5, 6.)
La influencia del espíritu del mundo lleva a las personas a
rechazar la autoridad de la Palabra de Dios. Algunos pasan por alto los
versículos que no les convienen y dan preferencia a tradiciones y filosofías
humanas (2 Tim.
4:3, 4). Otros cuestionan la Biblia entera. Creyéndose sabios a
sus propios ojos, ponen en duda que sea un libro inspirado o útil para el
hombre de hoy, y por eso restan importancia a sus normas puras sobre el
adulterio, la homosexualidad y el divorcio. En resumidas cuentas, “dicen
que lo bueno es malo y lo malo es bueno” (Isa. 5:20). ¿Nos hemos contagiado de alguna de
estas actitudes mundanas? Cuando tenemos problemas, ¿tratamos de resolverlos
siguiendo la sabiduría del hombre —lo que incluye nuestras opiniones
personales—, o procuramos aplicar los consejos de la Biblia?
15 El espíritu santo, en cambio, nos infunde respeto
por la Palabra de Dios. Al igual que el salmista, consideramos que es
una lámpara para nuestro pie y una luz para nuestra vereda (Sal. 119:105). Por eso, en
vez de guiarnos por nuestra propia sabiduría, confiamos en la Biblia como
guía para distinguir el bien del mal. No solo la respetamos, sino
que de hecho la amamos (Sal. 119:97).
Lecciones que nos dejó Jesús
16 Si queremos recibir el espíritu de Dios, es preciso
que adoptemos “la mente de Cristo” (1 Cor. 2:16). En otras palabras, tenemos que asumir
“la misma actitud mental que tuvo Cristo”; para ello, debemos conocer su
forma de pensar y actuar y luego seguir su ejemplo (Rom. 15:5; 1 Ped. 2:21). Veamos varias
maneras de imitarlo.
17 Roguémosle a Dios que nos
dé su espíritu. Antes de enfrentarse a las pruebas,
Jesús le solicitaba a su Padre que lo ayudara con su espíritu (Luc. 22:40, 41).
Nosotros también tenemos que hacerlo. Si se lo pedimos con fe, Jehová
nos lo concederá con generosidad (Luc. 11:13). El propio Cristo nos dijo: “Sigan pidiendo, y
se les dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá.
Porque todo el que pide recibe, y todo el que busca halla, y a todo el que
toca se le abrirá” (Mat.
7:7, 8).
18 Como vemos, hay que pedir con persistencia la ayuda
y el espíritu de Jehová. Puede que debamos orar con más frecuencia o por más
tiempo. A veces, él primero deja que demostremos que tenemos verdadero
interés y fe, y luego concede nuestros ruegos.
19 Obedezcamos siempre a Jehová.
Jesús siempre hizo lo que le agradaba a Dios. No obstante, hubo al menos
una vez en la que habría querido enfrentarse a una situación de una manera
que no coincidía con los deseos de su Padre. Aun así, demostró total
confianza en él y le dijo: “No se efectúe mi voluntad, sino la tuya” (Luc. 22:42).
Preguntémonos: “¿Obedezco yo a Dios incluso cuando no es fácil?”.
A menos que así lo hagamos, no obtendremos la vida. Recordemos que
le debemos obediencia absoluta, pues él es quien nos ha dado la vida y todo
lo necesario para mantenerla (Sal.
95:6, 7). La obediencia es imprescindible. Sin ella
no podremos tener nunca el favor de Dios.
20 Estudiemos a fondo la Biblia.
Al enfrentarse a los ataques directos que Satanás lanzó contra su fe,
Jesús citó de las Escrituras (Luc.
4:1-13). Y también las tomó como autoridad al responder a sus
adversarios religiosos (Mat.
15:3-6). De hecho, dedicó toda su vida a conocer y cumplir la ley
de Jehová (Mat. 5:17).
Nosotros también tenemos que alimentar continuamente nuestra fe con la
Palabra de Dios (Fili.
4:8, 9). Algunos cristianos tal vez piensen que no tienen
tiempo para el estudio personal y en familia. En tal caso, conviene
recordar que muchas veces no es cuestión de tener tiempo, sino de
sacarlo (Efe.
5:15-17).
21 “El esclavo fiel y discreto” nos ayuda a programar
tiempo para el estudio personal y en familia (Mat. 24:45). Para ello, ha establecido que todas
las semanas celebremos una Noche de Adoración en Familia. ¿Estamos
aprovechándola para adquirir la manera de pensar de Cristo? Algo que
contribuirá a que logremos este objetivo es analizar en estas sesiones alguna
de las enseñanzas de Jesús. Podemos buscar información sobre la que más nos
interese en el Índice de las publicaciones Watch
Tower. Por ejemplo, quizás queramos utilizar los doce artículos de la
serie “Enseñanzas de Jesús”, publicados entre 2008 y 2010 en la edición para
el público de esta revista. También tenemos la posibilidad de usar la sección
de ¡Despertad! que comenzó a publicarse en el año 2006 con el
título “¿Qué respondería usted?” y nos permite ampliar y profundizar nuestro
conocimiento de la Palabra de Dios. ¿Verdad que es una buena idea usar
información como esta para la adoración en familia?
Podemos vencer al mundo
22 Si queremos que nos guíe el espíritu de Dios,
tenemos que oponernos al del mundo. Y no es fácil resistir su
influencia. Hay que luchar, combatir con empeño (Jud. 3). Pero podemos ganar. Jesús dijo a sus
discípulos: “En el mundo están experimentando tribulación, pero ¡cobren
ánimo!, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33).
23 Nosotros también lograremos vencer al mundo si nos
oponemos a su espíritu y hacemos todo lo posible por obtener la fuerza activa
de Jehová. En efecto, “si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra
nosotros?” (Rom. 8:31).
Al recibir el espíritu santo y seguir su guía, expresada en la Biblia,
viviremos en paz, felices y satisfechos, seguros de que pronto disfrutaremos
de vida eterna en el nuevo mundo.
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(1 Corintios 2:12) 12 Ahora
bien, nosotros recibimos, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que
proviene de Dios, para que conozcamos las cosas que Dios nos ha dado
bondadosamente.
(Isaías 41:10) 10 No tengas
miedo, porque estoy contigo. No mires por todos lados, porque soy tu Dios. Yo
ciertamente te fortificaré. Yo cierta y verdaderamente te ayudaré. Sí, yo
verdaderamente te mantendré firmemente asido con mi diestra de justicia’.
(1 Corintios 2:12) 12 Ahora
bien, nosotros recibimos, no el espíritu del mundo, sino el espíritu que
proviene de Dios, para que conozcamos las cosas que Dios nos ha dado
bondadosamente.
(Gálatas 5:22-24) 22 Por otra
parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad,
bondad, fe, 23 apacibilidad, autodominio. Contra tales
cosas no hay ley. 24 . . .
(Juan 12:31) 31 Ahora se
somete a juicio a este mundo; ahora el gobernante de este mundo será echado
fuera.
(Juan 14:30) 30 Ya no
hablaré mucho con ustedes, porque el gobernante del mundo viene. Y él no
tiene dominio sobre mí,
(1 Juan 5:19) 19 Sabemos
que nosotros nos originamos de Dios, pero el mundo entero yace en el [poder
del] inicuo.
(Génesis 3:13) 13 Ante eso,
Jehová Dios dijo a la mujer: “¿Qué es esto que has hecho?”. A lo cual
respondió la mujer: “La serpiente... ella me engañó, y así es que comí”.
(Efesios 2:1-3) 2 Además, a ustedes [Dios los
vivificó] aunque estaban muertos en sus ofensas y pecados, 2 en
los cuales en un tiempo anduvieron conforme al sistema de cosas de este
mundo, conforme al gobernante de la autoridad del aire, el espíritu que ahora
opera en los hijos de la desobediencia. 3 Sí, entre
ellos todos nosotros en un tiempo nos comportamos en armonía con los deseos
de nuestra carne, y hacíamos las cosas que eran la voluntad de la carne y de
los pensamientos, y éramos naturalmente hijos de la ira así como los demás.
(Revelación 12:3, 4) 3 Y
se vio otra señal en el cielo, y, ¡miren!, un dragón grande de color de
fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas; 4 y
su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó
abajo a la tierra. Y el dragón se quedó de pie delante de la mujer que estaba
a punto de dar a luz, para, cuando diera a luz, devorar a su hijo.
(Judas 6, 7) 6 Y a
los ángeles que no guardaron su posición original, sino que abandonaron su
propio y debido lugar de habitación, los ha reservado con cadenas sempiternas
bajo densa oscuridad para el juicio del gran día. 7 . . .
(Revelación 12:9) 9 De modo que
hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, el que es
llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada; fue
arrojado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados abajo con él.
(2 Corintios 4:4) 4 entre
quienes el dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos,
para que no pase [a ellos] la iluminación de las gloriosas buenas nuevas
acerca del Cristo, que es la imagen de Dios.
(2 Corintios 2:11) 11 para
que no seamos alcanzados por Satanás, porque no estamos en ignorancia de sus
designios.
(Santiago 3:14-18) 14 Pero si
ustedes tienen en el corazón amargos celos y espíritu de contradicción, no
anden haciendo alardes y mintiendo contra la verdad. 15 Esta
no es la sabiduría que desciende de arriba, sino que es [la] terrenal,
animal, demoníaca. 16 Porque donde hay celos y espíritu
de contradicción, allí hay desorden y toda cosa vil. 17 Pero
la sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica, razonable,
lista para obedecer, llena de misericordia y buenos frutos, sin hacer
distinciones por parcialidad, sin ser hipócrita. 18 Además,
en cuanto al fruto de la justicia, su semilla se siembra en condiciones pacíficas
para los que están haciendo la paz.
(Salmo 11:5) 5 Jehová
mismo examina al justo así como al inicuo, y Su alma ciertamente odia a
cualquiera que ama la violencia.
(Salmo 97:10) 10 Oh amadores
de Jehová, odien lo que es malo. Él está guardando las almas de los que le
son leales; de la mano de los inicuos los libra.
(Lucas 4:7, 8) 7 Por
eso, si tú haces un acto de adoración delante de mí, todo será tuyo”. 8 Respondiendo,
Jesús le dijo: “Está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar,
y es solo a él a quien tienes que rendir servicio sagrado’”.
(Lucas 18:24-30) 24 Jesús le
miró y dijo: “¡Cuán difícil les será a los que tienen dinero abrirse camino
al reino de Dios! 25 Más fácil es, de hecho, que un
camello pase por el ojo de una aguja de coser que el que un rico entre en el
reino de Dios”. 26 Los que oyeron esto dijeron: “¿Quién,
acaso, puede ser salvo?”. 27 Él dijo: “Las cosas que
son imposibles para los hombres son posibles para Dios”. 28 Pero
Pedro dijo: “¡Mira! Nosotros hemos dejado nuestras propias cosas y te hemos
seguido”. 29 Él les dijo: “En verdad les digo: Nadie
hay que haya dejado casa, o esposa, o hermanos, o padres, o hijos, por causa
del reino de Dios, 30 que no reciba de algún modo
muchas veces más en este período, y en el sistema de cosas venidero la vida
eterna”.
(1 Juan 2:16) 16 porque
todo [lo que hay] en el mundo —el deseo de la carne y el deseo de los ojos y
la exhibición ostentosa del medio de vida de uno— no se origina del Padre,
sino que se origina del mundo.
(1 Timoteo 6:9, 10) 9 Sin
embargo, los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y
en muchos deseos insensatos y perjudiciales, que precipitan a los hombres en
destrucción y ruina. 10 Porque el amor al dinero es raíz
de toda suerte de cosas perjudiciales, y, procurando realizar este amor,
algunos han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos
dolores.
(Proverbios 18:11) 11 Las cosas
valiosas del rico son su pueblo fuerte, y son como un muro protector en su
imaginación.
(1 Timoteo 5:8) 8 Ciertamente
si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son
miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.
(Proverbios 3:27, 28) 27 No
retengas el bien de aquellos a quienes se les debe, cuando sucede que está en
el poder de tu mano hacer[lo]. 28 No digas a tu
semejante: “Anda, y vuelve, y mañana daré”, cuando hay algo contigo.
(Colosenses 3:8-10) 8 Pero ahora
realmente deséchenlas todas de ustedes: ira, cólera, maldad, habla injuriosa
y habla obscena de su boca. 9 No estén mintiéndose
unos a otros. Desnúdense de la vieja personalidad con sus prácticas, 10 y
vístanse de la nueva [personalidad], que mediante conocimiento exacto va haciéndose
nueva según la imagen de Aquel que la ha creado,
(Colosenses 3:13) 13 Continúen
soportándose unos a otros y perdonándose liberalmente unos a otros si alguno
tiene causa de queja contra otro. Como Jehová los perdonó liberalmente a
ustedes, así también háganlo ustedes.
(Gálatas 5:19-21) 19 Ahora
bien, las obras de la carne son manifiestas, y son: fornicación, inmundicia,
conducta relajada, 20 idolatría, práctica de
espiritismo, enemistades, contiendas, celos, arrebatos de cólera,
altercaciones, divisiones, sectas, 21 envidias,
borracheras, diversiones estrepitosas, y cosas semejantes a estas. En cuanto
a estas cosas, les aviso de antemano, de la misma manera como ya les avisé,
que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
(Efesios 4:31, 32) 31 Que
se quiten toda amargura maliciosa y cólera e ira y gritería y habla
injuriosa, junto con toda maldad. 32 Más bien háganse
bondadosos unos con otros, tiernamente compasivos, y perdónense liberalmente
unos a otros, así como Dios también por Cristo liberalmente los perdonó a
ustedes.
(Proverbios 3:5, 6) 5 Confía
en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. 6 En
todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas.
(2 Timoteo 4:3, 4) 3 Porque
habrá un período en que no soportarán la enseñanza saludable, sino que, de
acuerdo con sus propios deseos, acumularán para sí mismos maestros para que
les regalen los oídos; 4 y apartarán sus oídos de la
verdad, puesto que serán desviados a cuentos falsos.
(Isaías 5:20) 20 ¡Ay de los
que dicen que lo bueno es malo y lo malo es bueno, los que ponen oscuridad
por luz y luz por oscuridad, los que ponen amargo por dulce y dulce por
amargo!
(Salmo 119:105) 105 Tu
palabra es una lámpara para mi pie, y una luz para mi vereda.
(Salmo 119:97) 97 ¡Cómo
amo tu ley, sí! Todo el día ella es mi interés intenso.
16 Porque “¿quién ha llegado a conocer la mente de Jehová, para que
le instruya?”. Pero nosotros sí tenemos la mente de Cristo.
(Romanos 15:5) 5 Ahora, que el
Dios que suministra aguante y consuelo les conceda tener entre sí la misma
actitud mental que tuvo Cristo Jesús,
(1 Pedro 2:21) 21 De
hecho, ustedes fueron llamados a este [curso], porque hasta Cristo sufrió por
ustedes, dejándoles dechado para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención.
(Lucas 22:40, 41) 40 Una
vez que llegaron al lugar, les dijo: “Ocúpense en orar, para que no entren en
tentación”. 41 Y él mismo se apartó de ellos como a un
tiro de piedra, y dobló las rodillas y se puso a orar,
(Lucas 11:13) 13 Por lo
tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con
cuánta más razón dará el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden!”.
(Mateo 7:7, 8) 7 ”Sigan
pidiendo, y se les dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les
abrirá. 8 Porque todo el que pide recibe, y todo el
que busca halla, y a todo el que toca se le abrirá.
(Lucas 22:42) 42 diciendo: “Padre,
si deseas, remueve de mí esta copa. Sin embargo, que no se efectúe mi
voluntad, sino la tuya”.
(Salmo 95:6, 7) 6 Oh,
entren, adoremos e inclinémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro
Hacedor. 7 Porque él es nuestro Dios, y nosotros
somos el pueblo de su apacentamiento y las ovejas de su mano. Hoy, si ustedes
escuchan la propia voz de él,
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viernes, 2 de noviembre de 2012
Viernes, 02 de Noviembre de 2012
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