(Salmos 42:encabezamiento-44:26)
Al director. Maskil para los hijos de Coré. 42 Como la cierva que ansía
las corrientes de agua, así mi alma misma te ansía, oh Dios. 2 Mi
alma realmente tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo vendré y me presentaré
delante de Dios? 3 Para mí mis lágrimas han
llegado a ser alimento día y noche, mientras [ellos] me dicen todo el día: “¿Dónde
está tu Dios?”. 4 De estas cosas ciertamente me
acordaré, y ciertamente derramaré mi alma dentro de mí. Porque yo solía pasar
con el gentío, solía andar lentamente delante de ellos a la casa de Dios, con
la voz de un clamor gozoso y acción de gracias, de una muchedumbre que está
celebrando una fiesta. 5 ¿Por qué estás
desesperada, oh alma mía, y por qué estás alborotada dentro de mí? Espera a
Dios, porque todavía lo elogiaré como la magnífica salvación de mi persona. 6 Oh
Dios mío, dentro de mí está desesperada mi alma misma. Por eso me acuerdo de
ti, desde la tierra del Jordán y los picos del Hermón, desde la montaña pequeña.
7 Profundidad acuosa está llamando a profundidad
acuosa ante el sonido de tus mangas (de agua). Todas tus ondas rompientes y tus
olas... sobre mí han pasado. 8 De día Jehová
ordenará su bondad amorosa, y de noche su canción estará conmigo; habrá oración
al Dios de mi vida. 9 Ciertamente diré a Dios mi
peñasco: “¿Por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué ando triste a causa de la
opresión del enemigo?”. 10 Con asesinato contra mis
huesos me han vituperado los que me muestran hostilidad, mientras me dicen todo
el día: “¿Dónde está tu Dios?”. 11 ¿Por qué estás
desesperada, oh alma mía, y por qué estás alborotada dentro de mí? Espera a
Dios, porque todavía lo elogiaré como la magnífica salvación de mi persona y
como Dios mío.
43 Júzgame, oh Dios, y de veras conduce mi
causa judicial contra una nación no leal. Del hombre de engaño e injusticia
quieras proveerme escape. 2 Porque tú eres el Dios
de mi plaza fuerte. ¿Por qué me has desechado? ¿Por qué ando triste a causa de
la opresión por el enemigo? 3 Envía tu luz y tu
verdad. Que estas mismas me guíen. Que me traigan a tu santa montaña y a tu
magnífico tabernáculo. 4 Y yo ciertamente vendré
al altar de Dios, a Dios, mi regocijo alborozado. Y te elogiaré, sí, con el
arpa, oh Dios, Dios mío. 5 ¿Por qué estás
desesperada, oh alma mía, y por qué estás alborotada dentro de mí? Espera a
Dios, porque todavía lo elogiaré como la magnífica salvación de mi persona y
como Dios mío.
Al director. De los hijos de Coré. Maskil.
44
Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros antepasados mismos nos han
relatado la actividad que tú ejecutaste en sus días, en los días de mucho
tiempo atrás. 2 Tú mismo por tu mano expulsaste
aun a naciones, y [en cambio] procediste a plantarlos a ellos. Te pusiste a
quebrar grupos nacionales y a enviarlos [de allí]. 3 Porque
no por su propia espada tomaron en posesión la tierra, y no fue su propio brazo
lo que les trajo salvación. Pues fue tu diestra y tu brazo y la luz de tu
rostro, porque te complaciste en ellos. 4 Tú mismo
eres mi Rey, oh Dios. Ordena magnífica salvación para Jacob. 5 Por
ti empujaremos a nuestros adversarios mismos; en tu nombre pisotearemos a los
que se levantan contra nosotros. 6 Pues no fue en
mi arco en lo que seguí confiando, y no fue mi espada la que me estuvo
salvando. 7 Porque tú nos salvaste de nuestros
adversarios, y a los que nos odiaban intensamente los avergonzaste. 8 En
Dios ciertamente ofreceremos alabanza todo el día, y hasta tiempo indefinido
elogiaremos tu nombre. Sélah. 9 Pero ahora
[nos] has desechado y sigues humillándonos, y no sales con nuestros ejércitos. 10 Sigues
haciendo que nos volvamos atrás ante el adversario, y los mismísimos que nos
odian intensamente han saqueado para sí. 11 Nos entregas
como ovejas, como algo de comer, y entre las naciones nos has esparcido. 12 Vendes
a tu pueblo por lo que no tiene ningún valor, y no has ganado riqueza alguna
por el precio de ellos. 13 Nos pones como oprobio a
nuestros vecinos, escarnio y mofa a los que están todo en derredor nuestro. 14 Nos
pones como dicho proverbial entre las naciones, un sacudimiento de la cabeza
entre los grupos nacionales. 15 Durante todo el día mi
humillación está enfrente de mí, y la vergüenza de mi propio rostro me ha
cubierto, 16 debido a la voz del que vitupera y habla
injuriosamente, a causa del enemigo y del que toma su venganza. 17 Todo
esto nos ha sobrevenido, y nosotros no te hemos olvidado, y no hemos obrado
falsamente en tu pacto. 18 Nuestro corazón no se ha
vuelto atrás con falta de fe, ni se desvían nuestras pisadas de tu senda. 19 Porque
nos has aplastado en el lugar de chacales, y nos cubres con sombra profunda. 20 Si
hemos olvidado el nombre de nuestro Dios, o extendemos las palmas de las manos
a un dios extraño, 21 ¿no averiguará esto Dios mismo?
Porque él está enterado de los secretos del corazón. 22 Pero
por tu causa se nos ha matado todo el día; se nos ha tenido por ovejas para
degollación. 23 Despierta, sí. ¿Por qué sigues
durmiendo, oh Jehová? De veras despierta. No sigas desechando para siempre. 24 ¿Por
qué mantienes oculto tu rostro mismo? ¿Por qué te olvidas de nuestra aflicción
y de nuestra opresión? 25 Porque nuestra alma se ha
inclinado hasta el polvo mismo; nuestro vientre se ha adherido a la tierra
misma. 26 Levántate, sí, en nuestro auxilio y redímenos
por causa de tu bondad amorosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario