miércoles, 6 de febrero de 2013

Miércoles, 06 de Febrero de 2013


TEXTO DEL DÍA

CITA BÍBLICA
Descripción Biblia

Referencias BÍBLICAS
*** Texto del Miércoles, 06 de Febrero de 2013 ***
Miércoles 6 de febrero
Sigamos tras las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven para edificación mutua (Rom. 14:19).

(Romanos 14:19) Por eso, pues, sigamos tras las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven para edificación mutua.

(Mateo 5:9) ”Felices son los pacíficos, puesto que a ellos se les llamará ‘hijos de Dios’.
(Romanos 12:18) Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres.
(1 Corintios 14:12) Por eso ustedes mismos, también, dado que están celosamente deseosos de [dones del] espíritu, procuren abundar en ellos para la edificación de la congregación.
(Hebreos 10:24) Y considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes,

Imaginémonos que un hermano acude a un anciano para contarle cierto problema que tiene con alguien de la familia o de la congregación. ¿Qué hará el superintendente? En primer lugar, escucharle con atención, pues recuerda la siguiente advertencia: “Cualquiera que tapa su oído al clamor [...] del de condición humilde [...] clamará y no se le responderá” (Pro. 21:13).
(Proverbios 21:13) En cuanto a cualquiera que tapa su oído al clamor quejumbroso del de condición humilde, él mismo también clamará y no se le responderá.
(Deuteronomio 15:9) Cuídate por temor de que llegue a haber una palabra ruin en tu corazón, y digas: ‘El año séptimo, el año de la liberación, se ha acercado’, y tu ojo realmente llegue a ser poco generoso para con tu hermano pobre, y no le des nada, y él tenga que clamar a Jehová contra ti, y haya llegado a ser un pecado de parte tuya.
(Proverbios 19:17) El que muestra favor al de condición humilde le presta a Jehová, y Él le pagará su trato.
(Proverbios 28:27) El que da al de escasos recursos no tendrá carencia, pero el que esconde los ojos tendrá muchas maldiciones.
(Santiago 5:4) ¡Miren! El salario que se debe a los obreros que cosecharon sus campos, pero el cual es retenido por ustedes, sigue clamando, y los gritos por auxilio de los segadores han entrado en los oídos de Jehová de los ejércitos.
(Salmo 18:41) Claman por ayuda, pero no hay salvador; a Jehová, pero realmente no les contesta.
(Proverbios 1:28) En aquel tiempo ellos seguirán llamándome, pero yo no responderé; seguirán buscándome, pero no me hallarán,
(Lamentaciones 3:44) Has obstruido el acceso a ti mismo con una masa de nubes, para que no pase la oración.

Ahora bien, evitará ponerse automáticamente de parte del ofendido, pues otro proverbio señala: “El primero que da su versión parece que dice la verdad, hasta que llega el otro y lo desmiente” (Pro. 18:17, Nueva Biblia al Día). Por lo general, después de escucharle, le preguntará si ha hablado con la otra persona. Además, le mostrará con la Palabra de Dios los pasos que puede dar a fin de restablecer la paz. w11 15/8 4:9, 11
(Proverbios 18:17) El que es primero en su causa judicial es justo; su prójimo entra, y ciertamente lo escudriña completamente.

(2 Samuel 16:3) 3 El rey ahora dijo: “¿Y dónde está el hijo de tu amo?”. Ante esto, Zibá dijo al rey: “Allá está morando en Jerusalén; porque dijo: ‘Hoy la casa de Israel me devolverá el regir real de mi padre’”.
(Deuteronomio 13:14) entonces tendrás que escudriñar e investigar e inquirir cabalmente; y si se establece la cosa como la verdad —esta cosa detestable se ha hecho en medio de ti—,
(2 Samuel 19:26) A lo que él dijo: “Señor mío el rey, fue mi siervo que me embaucó. Porque tu siervo había dicho: ‘Déjame aparejarme el asna para cabalgar sobre ella e ir con el rey’, porque tu siervo es cojo.
(Proverbios 25:8) No salgas a conducir una causa judicial apresuradamente, para que no sea cuestión de lo que harás en la culminación de ella, cuando tu semejante ahora te humille.

*** w11 15/8 Busquemos la paz ***

Busquemos la paz
“Sigamos tras las cosas que contribuyen a la paz.” (ROM. 14:19)
EL MUNDO actual no disfruta de verdadera paz. Ni siquiera viven unidos quienes pertenecen al mismo país y hablan el mismo idioma, pues a menudo los separan cuestiones religiosas, políticas y sociales. ¡Qué diferente es el pueblo de Jehová! En él reina la paz, a pesar de que en su seno están representadas “todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” (Rev. 7:9).
2 Pero esta bendición no es casualidad. ¿Qué razones explican que el pueblo de Jehová viva en armonía? La primera y más importante es que sus integrantes están en “paz con Dios”, ya que han cifrado su fe en Jesús y han sido redimidos por su sangre (Rom. 5:1; Efe. 1:7). La segunda razón es que, como sirven lealmente a Jehová, reciben el espíritu santo, el cual produce como fruto diversas cualidades, entre ellas la paz (Gál. 5:22). La tercera razón es que “no son parte del mundo” (Juan 15:19). Siempre se mantienen neutrales en asuntos políticos y nunca participan en las guerras, sean dentro o fuera de su país, pues han convertido “sus espadas en rejas de arado” (Isa. 2:4).
3 Ahora bien, la paz de que gozamos no solo nos lleva a evitar hacer daño a nuestros hermanos. Nos mueve a amarlos, sin importar su raza o cultura (Juan 15:17). En efecto, nos impulsa a hacer “lo que es bueno para con todos, pero especialmente para con los que están relacionados con nosotros en la fe” (Gál. 6:10). Vivimos en un auténtico paraíso espiritual que debemos valorar y proteger. Por eso, es bueno examinar cómo podemos buscar la paz en la congregación.
Cuando un hermano ofende a otro
4 Santiago escribió: “Todos tropezamos muchas veces. Si alguno no tropieza en palabra, este es varón perfecto” (Sant. 3:2). Por tanto, es inevitable que se produzcan malentendidos y desavenencias entre hermanos (Fili. 4:2, 3) . Pero ¿es posible resolverlos sin perturbar la paz de la congregación? Desde luego que sí. La Biblia indica qué pasos debemos dar si notamos que hemos ofendido a alguien (léase Mateo 5:23, 24).
5 Pero ¿y si es el otro el que ha cometido una ofensa contra nosotros? ¿Deberíamos razonar que es él quien tiene que dar el primer paso y disculparse? No. Recordemos que el verdadero amor “no lleva cuenta del daño” (1 Cor. 13:5). Cuando se trata de problemas de poca importancia, es mucho mejor hacer borrón y cuenta nueva, o sea, perdonar y olvidar (léase Colosenses 3:13). Al actuar así, estaremos en paz con los demás y con nosotros mismos. ¡Con razón dice la Biblia que es una “hermosura [...] pasar por alto la transgresión”! (Pro. 19:11.)
6 ¿Y si no logramos pasar por alto lo sucedido? ¿Sacaremos algo contándoselo a todo el que esté dispuesto a escucharnos? Con eso lo único que conseguiremos será perturbar la paz de la congregación. Mateo 18:15 nos indica cómo resolver el problema de forma pacífica: “Si tu hermano comete un pecado, ve y pon al descubierto su falta entre tú y él a solas. Si te escucha, has ganado a tu hermano”. Es cierto que en el contexto inmediato (versículos 15 a 17) se está hablando de ofensas graves. Sin embargo, el versículo 15 contiene un principio aplicable a la situación de la que hablamos: debemos abordar en privado a quien nos ha ofendido, haciéndolo con respeto y tratando de arreglar las cosas.
7 El apóstol Pablo escribió: “Estén airados, y, no obstante, no pequen; que no se ponga el sol estando ustedes en estado [de irritación], ni dejen lugar para el Diablo” (Efe. 4:26, 27). Y Jesús aconsejó: “Ocúpate en arreglar prestamente los asuntos con el que se queja contra ti en juicio” (Mat. 5:25). En ambos textos se subraya la importancia de actuar sin demora para mantener la paz y evitar que se agraven las heridas. Nunca dejemos que el orgullo, la envidia o la codicia nos impidan resolver rápidamente los problemas (Sant. 4:1-6).
Cuando hay varios implicados
8 Supongamos que el problema no se limita a dos hermanos, sino que hay varios implicados. Eso fue lo que sucedió en el siglo primero entre los cristianos de Roma, algunos de los cuales eran de origen judío y otros no. Parece que la polémica surgió porque había quienes menospreciaban a los que tenían una conciencia “débil” —es decir, muy restrictiva— y los criticaban por decisiones estrictamente personales. ¿Qué consejos dio Pablo por inspiración? (Rom. 14:1-6.).
9 El apóstol se dirigió a ambas partes. Al que tenía muy claro que no era necesario obedecer la Ley mosaica, le advirtió que no se creyera mejor que quienes aún no lo tenían tan claro y consideraban repulsivos los alimentos que esta prohibía (Rom. 14:2, 10).. Si trataba con desprecio a estos hermanos, podría hundirlos espiritualmente. “Deja de demoler la obra de Dios simplemente por causa de alimento —escribió Pablo—. [...] Es bueno no comer carne, ni beber vino, ni hacer cosa alguna por la cual tu hermano tropiece.” (Rom. 14:14, 15, 20, 21.) Por otra parte, al cristiano de conciencia más restrictiva le aconsejó que no criticara a quienes no compartían su criterio (Rom. 14:13).. Anteriormente ya les había hecho esta exhortación: “Digo a cada uno que está allí entre ustedes que no piense más de sí mismo de lo que sea necesario pensar” (Rom. 12:3).. Y ahora les recomendó: “Sigamos tras las cosas que contribuyen a la paz y las cosas que sirven para edificación mutua” (Rom. 14:19)..
10 ¿Cómo respondieron los romanos a las palabras de Pablo? Sin duda, le escucharon y corrigieron su forma de actuar. Hoy día, los cristianos deben demostrar la misma actitud cuando surgen diferencias entre ellos. Han de analizar los principios bíblicos pertinentes y aplicarlos con amor y humildad. Claro está, para que “mantengan [la] paz”, es probable que todas las partes involucradas necesiten hacer cambios, tal y como hicieron los cristianos de Roma (Mar. 9:50).
Cuando los ancianos dan ayuda
11 Imaginémonos que un hermano acude a un anciano para contarle cierto problema que tiene con alguien de la familia o de la congregación. ¿Qué hará el superintendente? En primer lugar, escucharle con atención, pues recuerda la siguiente advertencia: “Cualquiera que tapa su oído al clamor [...] del de condición humilde [...] clamará y no se le responderá” (Pro. 21:13).. Ahora bien, evitará ponerse automáticamente de parte del ofendido, pues otro proverbio señala: “El primero que da su versión parece que dice la verdad, hasta que llega el otro y lo desmiente” (Pro. 18:17,. Nueva Biblia al Día). Por lo general, después de escucharle, le preguntará si ha hablado con la otra persona. Además, le mostrará con la Palabra de Dios los pasos que puede dar a fin de restablecer la paz.
12 Ciertamente, formarse una opinión sin conocer antes las dos versiones es muy peligroso. Así lo demuestra el ejemplo de tres personajes bíblicos. El primero es Potifar, quien creyó a su esposa cuando esta le contó que José había intentado violarla. Se enojó tanto con él que lo encarceló injustamente (Gén. 39:19, 20).. El segundo es el rey David. Cuando Zibá aseguró que su amo, Mefibóset, se había pasado al enemigo, David no comprobó si era cierto. Simplemente le dijo: “¡Mira! Tuyo es todo lo que pertenece a Mefibóset” (2 Sam. 16:4.; 19:25-27).. El tercero es Artajerjes, rey de Persia. En cierta ocasión recibió un informe de que los judíos estaban reedificando las murallas de Jerusalén e iban a rebelarse contra él. La acusación era falsa, pero el monarca la dio por verdadera y ordenó paralizar todas las obras. Como consecuencia, se detuvo la reconstrucción del templo de Dios (Esd. 4:11-13., 23, 24).. Estos casos contienen una importante lección para los ancianos: antes de emitir cualquier juicio, deben informarse bien y, como aconsejó Pablo, evitar a toda costa el favoritismo (léase 1 Timoteo 5:21)..
13 ¿Es suficiente con escuchar las dos versiones de un conflicto? No; a menudo hace falta algo más. La Biblia indica que “si alguien piensa que ha adquirido conocimiento de algo, todavía no lo sabe exactamente como debe saberlo” b. (1 Cor. 8:2).. Es muy probable que nos falten datos sobre el origen del problema o sobre las circunstancias de los implicados. Cuando los ancianos juzgan algún asunto, deben tener cuidado para no dejarse llevar por manipulaciones, mentiras o rumores. Han de recordar que Jesucristo, el Juez que Dios ha nombrado, siempre actúa con justicia, tal como se había profetizado: “No juzgará por la mera apariencia de las cosas a sus ojos, ni [...] simplemente según lo que oigan sus oídos” (Isa. 11:3, 4).. Además, él sigue en todo momento la guía del espíritu de Jehová, y lo mismo deben hacer ellos.
14 Por eso es tan necesario que, antes de emitir un juicio, le pidan a Jehová su espíritu y busquen su guía consultando las Escrituras y las publicaciones del “esclavo fiel y discreto” (Mat. 24:45)..
Algo más importante que conservar la paz
15 Es cierto que los cristianos debemos buscar siempre la paz. Con todo, la Biblia afirma: “La sabiduría de arriba es primeramente casta, luego pacífica” (Sant. 3:17).. Como vemos, Jehová considera que mantener la castidad —es decir, la pureza moral y espiritual— es aún más importante que conservar la paz. Por eso, si nos enteramos de que un hermano ha cometido un pecado grave, debemos animarle a que se lo confiese a los ancianos (1 Cor. 6:9, 10.; Sant. 5:14-16).. Pero si no lo hace, tenemos el deber de informárselo nosotros. Sería un grave error quedarnos callados, tal vez creyendo que así mantenemos la paz con el pecador. Si lo hiciéramos, nos convertiríamos en sus cómplices (Lev. 5:1.; léase Proverbios 29:24)..
16 Cierto episodio de la vida de Jehú demuestra que es más importante defender la justicia divina que buscar la paz. Jehová envió a Jehú a castigar a la familia del rey Acab. Cuando el malvado rey Jehoram, hijo de Acab y Jezabel, salió a su encuentro en su carro, le dijo: “¿Hay paz, Jehú?”. Su respuesta fue contundente: “¿Qué paz podría haber mientras haya las fornicaciones de Jezabel tu madre y sus muchas hechicerías?” (2 Rey. 9:22).. De inmediato, Jehú le disparó una flecha que le atravesó el corazón. ¿Qué lección pueden extraer de este relato los ancianos de la actualidad? Que cuando alguien peca y se niega a arrepentirse, no pueden tolerar su mala conducta solo por mantener la paz con esa persona. Deben expulsarla, pues así la congregación podrá seguir disfrutando de paz con Dios (1 Cor. 5:1, 2., 11-13)..
17 Afortunadamente, la mayoría de los problemas entre hermanos no tienen que ver con pecados graves ni requieren la formación de un comité judicial. En tales casos, el amor dicta que perdonemos y pasemos la página. La Biblia asegura: “El que encubre la transgresión busca amor, y el que sigue hablando de un asunto separa a los que se han familiarizado entre sí” (Pro. 17:9).. Si nos esforzamos por pasar por alto los errores de nuestros hermanos, la congregación será un oasis de paz. Y, lo que es más, conservaremos la buena relación con Jehová (Mat. 6:14, 15)..
Las bendiciones de buscar la paz
18 El cristiano que busca “las cosas que contribuyen a la paz” recibirá grandes bendiciones. Para empezar, como imita la personalidad de Jehová, gozará de su amistad y estará colaborando para que todos disfrutemos de armonía y unidad en nuestro paraíso espiritual. Por otro lado, al promover las buenas relaciones en la congregación, le resultará más fácil hacer lo mismo en el territorio cuando predica “las buenas nuevas de la paz” (Efe. 6:15).. Así logrará “ser amable para con todos” y mantenerse “reprimido”, o controlado, cuando lo traten mal (2 Tim. 2:24)..
19 Además, verá hacerse realidad esta promesa: “Va a haber resurrección así de justos como de injustos” (Hech. 24:15).. Cuando eso suceda en la Tierra, volverán a la vida millones de personas de todos los orígenes, culturas, personalidades y épocas, desde la actualidad hasta los tiempos de “la fundación del mundo” (Luc. 11:50, 51).. Dado que entonces tendremos el gran honor de enseñarles los caminos de la paz, ¡qué importante es que ya estemos andando en ellos!
[Nota]
La Atalaya del 15 de octubre de 1999, páginas 17 a 22, expone consejos bíblicos aplicables a casos graves, como la calumnia y el fraude.
¿Lo sabría explicar?
• ¿Qué pasos debemos dar si notamos que hemos ofendido a alguien?
• ¿De qué forma mantenemos la paz cuando un hermano nos ofende?
• ¿Por qué es un error ponerse de parte de alguien en los problemas ajenos?
• ¿Qué es más importante que buscar la paz?
[Preguntas del estudio]
 1, 2. ¿Por qué razones reinan la paz y la concordia entre los testigos de Jehová?
 3. ¿A qué nos impulsa la paz de que gozamos, y qué veremos en este artículo?
 4. ¿Qué debemos hacer si hemos ofendido a alguien?
 5. ¿De qué forma buscamos la paz cuando un hermano nos ofende?
 6. ¿Qué deberíamos hacer si no logramos pasar por alto cierta ofensa?
 7. ¿Por qué es importante resolver los problemas lo antes posible?
 8, 9. a) ¿Qué polémica surgió entre los cristianos de Roma? b) ¿Qué consejos dio Pablo?
10. Al igual que los cristianos de Roma, ¿qué debemos hacer para solucionar las diferencias?
11. ¿Qué deben hacer los ancianos cuando alguien les cuente que tiene un problema con otro cristiano?
12. ¿Qué ejemplos ilustran el peligro de emitir un juicio sobre un conflicto sin haber oído antes a todas las partes?
13, 14. a) ¿Qué debemos recordar cuando hay un problema entre dos personas? b) ¿Con qué ayuda cuentan los superintendentes a la hora de emitir un juicio?
15. ¿Cuándo debemos hacerles saber a los ancianos que un hermano ha cometido un pecado grave?
16. ¿Qué nos enseña el relato de Jehú y el rey Jehoram?
17. ¿Cómo contribuimos a que la congregación sea un oasis de paz?
18, 19. ¿Qué bendiciones recibiremos si nos esforzamos por buscar la paz?

No hay comentarios:

Publicar un comentario