sábado, 16 de febrero de 2013

Sábado, 16 de Febrero de 2013




TEXTO DEL DÍA

CITA BÍBLICA
Descripción Biblia

Referencias BÍBLICAS
*** Texto del Sábado, 16 de Febrero de 2013 ***
Sábado 16 de febrero
El corazón de los estúpidos está en la casa del regocijo (Ecl. 7:4).

(Eclesiastés 7:4) El corazón de los sabios está en la casa del duelo, pero el corazón de los estúpidos está en la casa del regocijo.
(Nehemías 9:1) Y el día veinticuatro de este mes los hijos de Israel se reunieron con ayuno, y con saco y tierra sobre sí.
(Daniel 9:3) Y procedí a dirigir mi rostro hacia Jehová el Dios [verdadero], para buscar[lo] con oración y con súplicas, con ayuno y saco y cenizas.
(1 Samuel 25:36) Más tarde Abigail entró donde Nabal, y allí estaba él teniendo en su casa un banquete como el banquete del rey; y el corazón de Nabal se sentía bien dentro de él, y él estaba borracho a más no poder; y ella no le informó cosa alguna, ni pequeña ni grande, hasta la luz de la mañana.
(Proverbios 21:17) El que ama la diversión será un individuo indigente; el que ama el vino y el aceite no ganará riquezas.
(Daniel 5:1) En lo que respecta a Belsasar el rey, él hizo un gran festín para mil de sus grandes, y enfrente de los mil estuvo bebiendo vino.
(Oseas 7:5) En el día de nuestro rey, los príncipes se han causado enfermedad... hay una furia debido al vino. Él ha tendido la mano junto con los escarnecedores.
(Marcos 6:21) Pero vino un día oportuno cuando Herodes, en su cumpleaños, dio una cena para sus hombres de primer rango y para los comandantes militares y para los insignes de Galilea.
El sabio rey Salomón explicó que hay momentos en los que es necesario renunciar a las diversiones con el fin de atender asuntos más serios (Ecl. 3:4; 7:2, 3).
(Eclesiastés 3:4) tiempo de llorar y tiempo de reír; tiempo de plañir y tiempo de dar saltos;
(Juan 16:20) Muy verdaderamente les digo: Ustedes llorarán y plañirán, pero el mundo se regocijará; ustedes estarán desconsolados, pero su desconsuelo será cambiado a gozo.
(Romanos 12:15) Regocíjense con los que se regocijan; lloren con los que lloran.
(2 Corintios 7:11) Porque, ¡miren!, esta misma cosa, el que hayan sido entristecidos de manera piadosa, ¡qué gran solicitud produjo en ustedes, sí, el librarse de culpa, sí, indignación, sí, temor, sí, anhelo, sí, celo, sí, corrección del abuso! En todo respecto ustedes demostraron ser castos en este asunto.
(Santiago 4:9) Dense a la desdicha, y laméntense, y lloren. Que su risa se torne en lamento, y [su] gozo en desaliento.
(Salmo 126:2)  2 En aquel tiempo nuestra boca se llenó de risa, y nuestra lengua de clamor gozoso. En aquel tiempo procedieron a decir entre las naciones: “Jehová ha hecho una cosa grande en lo que ha hecho con ellos”.
(Génesis 23:2) De modo que murió Sara en Quiryat-arbá, es decir, Hebrón, en la tierra de Canaán, y Abrahán entró a plañir a Sara y a llorarla.
(Jeremías 25:34) ”¡Aúllen, pastores, y clamen! ¡Y revuélquense, majestuosos del rebaño, porque se han cumplido sus días para degollación y para sus esparcimientos, y ustedes tendrán que caer como un vaso deseable!
(Éxodo 15:20) Y Míriam la profetisa, hermana de Aarón, procedió a tomar una pandereta en la mano; y todas las mujeres empezaron a salir con ella con panderetas y en danzas.
(2 Samuel 6:16) Y sucedió que, cuando el arca de Jehová entró en la Ciudad de David, Mical misma, hija de Saúl, miró por la ventana y llegó a ver al rey David saltando y danzando en derredor delante de Jehová; y empezó a despreciarlo en su corazón.
(Eclesiastés 7:2, 3) Mejor es ir a la casa del duelo que ir a la casa del banquete, porque ese es el fin de toda la humanidad; y el que está vivo debe poner [esto] en su corazón. 3 Mejor es la irritación que la risa, porque por el mal humor del rostro se mejora el corazón.
(Proverbios 14:13) Aun en la risa el corazón puede estar con dolor; y es en desconsuelo en lo que termina el regocijo.
(Isaías 5:12) Y tiene que resultar que haya arpa e instrumento de cuerdas, pandereta y flauta, y vino en sus banquetes; pero la actividad de Jehová no miran, y la obra de sus manos no han visto.
(Mateo 5:4) ”Felices son los que se lamentan, puesto que ellos serán consolados.
(Santiago 4:9) Dense a la desdicha, y laméntense, y lloren. Que su risa se torne en lamento, y [su] gozo en desaliento.
(1 Pedro 4:3) Porque basta el tiempo que ha pasado para que ustedes hayan obrado la voluntad de las naciones cuando procedían en hechos de conducta relajada, lujurias, excesos con vino, diversiones estrepitosas, partidas de beber e idolatrías ilegales.
(Salmo 119:71) Bueno es para mí el que se me haya afligido, a fin de que aprenda tus disposiciones reglamentarias.
(Lucas 6:21) ”Felices son ustedes los que tienen hambre ahora, porque serán saciados. ”Felices son ustedes los que lloran ahora, porque reirán.
(Romanos 5:3) Y no solo eso, sino que alborocémonos estando en tribulaciones, puesto que sabemos que la tribulación produce aguante;
(2 Corintios 4:17) Porque aunque la tribulación es momentánea y liviana, obra para nosotros una gloria que es de más y más sobrepujante peso y es eterna;
(2 Corintios 7:10) Porque la tristeza de manera piadosa obra arrepentimiento para salvación del cual no hay que tener pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte.
(Hebreos 12:11) Es cierto que ninguna disciplina parece por el presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin embargo, después, a los que han sido entrenados por ella, da fruto pacífico, a saber, justicia.
En efecto, la vida es tan breve que debemos esforzarnos vigorosamente por alcanzar la salvación (Luc. 13:24).
(Lucas 13:24)Esfuércense vigorosamente por entrar por la puerta angosta, porque muchos, les digo, tratarán de entrar, pero no podrán,
(Isaías 55:6) 6 Busquen a Jehová mientras pueda ser hallado. Clamen a él mientras resulte estar cerca.
(Mateo 7:13) ”Entren por la puerta angosta; porque ancho y espacioso es el camino que conduce a la destrucción, y muchos son los que entran por él;
(Filipenses 3:12) No que lo haya recibido ya, ni que ya haya sido perfeccionado, sino que prosigo para ver si también puedo asir aquello para lo cual yo también he sido asido por Cristo Jesús.
(Juan 7:34) Ustedes me buscarán, pero no me hallarán, y donde yo esté ustedes no pueden venir”.
(Romanos 9:31) pero Israel, aunque seguía tras una ley de justicia, no logró alcanzar la ley.
(1 Timoteo 6:12) Pelea la excelente pelea de la fe, logra asirte firmemente de la vida eterna para la cual fuiste llamado y presentaste la excelente declaración pública enfrente de muchos testigos.
Y eso exige dedicar tiempo a las cosas que son “de seria consideración” (Fili. 4:8, 9).
(Filipenses 4:8, 9) Finalmente, hermanos, cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de seria consideración, cuantas sean justas, cuantas sean castas, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, continúen considerando estas cosas. 9 Las cosas que ustedes aprendieron así como también aceptaron y oyeron y vieron relacionadas conmigo, practiquen estas; y el Dios de la paz estará con ustedes.
(2 Corintios 11:3) Mas tengo miedo de que de algún modo, así como la serpiente sedujo a Eva por su astucia, las mentes de ustedes sean corrompidas y alejadas de la sinceridad y castidad que se deben al Cristo.
(1 Timoteo 4:12) Que nadie jamás menosprecie tu juventud. Por lo contrario, hazte ejemplo para los fieles en el hablar, en conducta, en amor, en fe, en castidad.
(1 Timoteo 5:2) a las mujeres de más edad como a madres, a las de menos edad como a hermanas, con toda castidad.
(1 Pedro 3:2) por haber sido ellos testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto.
(Gálatas 5:22) Por otra parte, el fruto del espíritu es: amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe,
(Colosenses 3:2) Mantengan la mente fija en las cosas de arriba, no en las cosas sobre la tierra.
(Filipenses 3:17) Unidamente háganse imitadores de mí, hermanos, y fijen los ojos en los que andan de la manera que concuerde con el ejemplo que ustedes tienen en nosotros.
(Colosenses 1:23) con tal que, por supuesto, continúen en la fe, establecidos sobre el fundamento, y constantes, y no dejándose mover de la esperanza de esas buenas nuevas que ustedes oyeron, y que se han predicado en toda la creación que está bajo el cielo. De estas [buenas nuevas] yo Pablo llegué a ser ministro.
(Romanos 15:33) Que el Dios que da paz esté con todos ustedes. Amén.
(1 Corintios 14:33) Porque Dios no es [Dios] de desorden, sino de paz. Como en todas las congregaciones de los santos,
(Hebreos 13:20) Ahora bien, que el Dios de la paz, que hizo subir de entre los muertos al gran pastor de las ovejas con la sangre de un pacto eterno, a nuestro Señor Jesús,
En otras palabras, hemos de prestar cuidadosa atención a todo aspecto de nuestra vida cristiana. Por ejemplo, los cristianos imitan a Jehová y Jesús al tomar muy en serio su obligación de trabajar (Juan 5:17).
(Juan 5:17) Pero él les contestó: “Mi Padre ha seguido trabajando hasta ahora, y yo sigo trabajando”.

(Génesis 2:3) Y Dios procedió a bendecir el día séptimo y a hacerlo sagrado, porque en él ha estado descansando de toda su obra que Dios ha creado con el propósito de hacer.
(Juan 9:4) Tenemos que obrar las obras del que me envió mientras es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar.
(Juan 14:10) ¿No crees que yo estoy en unión con el Padre y el Padre está en unión conmigo? Las cosas que les digo a ustedes no las hablo por mí mismo; sino que el Padre que permanece en unión conmigo está haciendo sus obras.

De hecho, no es raro que reciban elogios por ser empleados confiables y honrados. El padre de familia debe demostrar especial empeño, pues quien se niega a mantener a los suyos actúa tan mal como el que “ha repudiado a Jehová” (1 Tim. 5:8, nota). w11 15/4 1:4, 5
(1 Timoteo 5:8) Ciertamente si alguno no provee para los que son suyos, y especialmente para los que son miembros de su casa, ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe.

(Mateo 15:5) 5 Pero ustedes dicen: ‘Cualquiera que diga a su padre o a su madre: “Todo lo que tengo por lo cual pudieras sacar provecho de mí es una dádiva dedicada a Dios”. . .
(Isaías 58:7) 7 ¿No es el repartir tu pan al hambriento, e introducir en [tu] casa a los afligidos, que no tienen hogar? ¿Que, en caso de que veas a alguien desnudo, de veras lo cubras, y que no te escondas de tu propia carne?
(Tito 1:16) 16 Declaran públicamente que conocen a Dios, pero por sus obras lo repudian, porque son detestables y desobedientes y no aprobados para obra buena de clase alguna.
(Judas 3) 3 Amados, aunque estaba haciendo todo esfuerzo por escribirles acerca de la salvación que tenemos en común, se me hizo necesario escribirles para exhortarlos a que luchen tenazmente por la fe que una vez para siempre fue entregada a los santos.

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Tomemos muy en serio nuestro servicio a Dios
“Cuantas cosas sean [...] de seria consideración, [...] continúen considerando estas cosas.” (FILI. 4:8)
LA HUMANIDAD atraviesa uno de los momentos más trágicos de su historia. Sin duda, estos son “tiempos críticos, difíciles de manejar”. Las personas que carecen de visión espiritual no hallan la manera de hacerles frente (2 Tim. 3:1-5). Tratan de sacar fuerzas de su interior para seguir adelante, pero a duras penas lo logran. Por eso, intentando olvidar sus graves problemas, muchos recurren al sinnúmero de diversiones que ofrece la industria del entretenimiento.
2 En efecto, para mucha gente, la búsqueda de placeres es la principal forma de combatir el estrés. Si no tenemos cuidado, los cristianos podríamos terminar adoptando ese estilo de vida tan superficial. ¿Cómo evitaremos esa trampa? ¿Es necesario dedicar todo el tiempo a asuntos serios? ¿Cómo podemos equilibrar los placeres y las obligaciones? ¿Qué principios bíblicos nos ayudarán a actuar con seriedad, pero sin ser severos ni intolerantes?
Actuemos con seriedad en un mundo obsesionado con los placeres
3 Sobra decir que el mundo está lleno de “amadores de placeres” que solo piensan en divertirse (2 Tim. 3:4). Esta obsesión es una auténtica amenaza para la espiritualidad (Pro. 21:17). Por esa razón, Pablo incluyó en sus cartas a Timoteo y Tito algunos consejos que destacan la importancia de comportarse con seriedad y que nos ayudan a contrarrestar la actitud frívola de este mundo (léanse 1 Timoteo 2:1, 2 y Tito 2:2-8).
4 Siglos antes, Salomón explicó que hay momentos en los que es necesario renunciar a las diversiones para atender asuntos más serios (Ecl. 3:4; 7:2-4). En efecto, la vida es tan breve que debemos esforzarnos vigorosamente por alcanzar la salvación (Luc. 13:24). Y eso exige dedicar tiempo a las cosas que son “de seria consideración” (Fili. 4:8, 9). En otras palabras, hemos de prestar cuidadosa atención a todo aspecto de la vida cristiana.
5 Por ejemplo, los cristianos imitan a Jehová y Jesús al tomar muy en serio su obligación de trabajar (Juan 5:17). De hecho, no es raro que reciban elogios por ser empleados confiables y honrados. El padre de familia debe demostrar especial empeño, pues quien se niega a mantener a los suyos actúa tan mal como el que “ha repudiado a Jehová” (1 Tim. 5:8, nota).
Servimos a Dios con seriedad, pero también con alegría
6 Desde siempre, Jehová ha esperado que sus siervos se tomen muy en serio la adoración verdadera. Por eso, cuando los israelitas no hicieron caso de la Ley de Moisés, no los libró de las graves consecuencias de sus acciones (Jos. 23:12, 13). En el siglo primero pidió a los cristianos que lucharan tenazmente para no contaminarse con doctrinas falsas y actitudes nocivas (2 Juan 7-11; Rev. 2:14-16). Y hoy sigue pidiéndonos que no nos tomemos a la ligera su adoración (1 Tim. 6:20).
7 El ministerio cristiano es una actividad que nos produce gran gozo. Ahora bien, si no queremos perder esa alegría, debemos tomar en serio nuestra labor y prepararnos bien. Fijémonos en Pablo, quien siempre tenía en cuenta la clase de personas a las que iba a enseñar. Él escribió: “Me he hecho toda cosa a gente de toda clase, para que de todos modos salve a algunos. Pero hago todas las cosas por causa de las buenas nuevas, para hacerme partícipe de ellas con otros” (1 Cor. 9:22, 23). El apóstol disfrutaba mucho dando ayuda espiritual a sus oyentes y reflexionaba sobre cómo podía satisfacer sus necesidades particulares. De ese modo conseguía darles el estímulo que necesitaban para servir a Jehová.
8 Pablo se tomaba muy en serio su ministerio. De hecho, estaba dispuesto a servir como esclavo a Jehová y a quienes escuchaban su mensaje (Rom. 12:11; 1 Cor. 9:19). Nosotros también tenemos la responsabilidad de enseñar la Palabra de Dios, sea dando lecciones bíblicas a domicilio, pronunciando un discurso en el Salón del Reino o estudiando la Biblia en familia. ¿Comprendemos bien la obligación que tenemos con aquellos a quienes enseñamos? Quizás nos parezca muy sacrificado tener que dirigir un curso bíblico todas las semanas, pues eso exige, entre otras cosas, que saquemos tiempo de nuestras propias actividades. Pero ¿no es esa la actitud que recomendó Jesús cuando dijo: “Hay más felicidad en dar que en recibir”? (Hech. 20:35.) Así es, nada nos hará tan felices como enseñar a los demás el camino a la salvación.
9 Ser serios no significa que no podamos relajarnos ni pasar ratos agradables con los amigos. Jesús nos dejó un modelo perfecto. No solo enseñaba a la gente, sino que también buscaba momentos para descansar y estrechar lazos con otras personas (Luc. 5:27-29; Juan 12:1, 2). Tampoco es cuestión de que nunca podamos sonreír. Si Cristo hubiera tenido un carácter severo o demasiado formal, ¿quién habría querido acercársele? Pero él no era así. Incluso los niños se sentían cómodos a su lado (Mar. 10:13-16). ¿Cómo lograremos imitar la actitud equilibrada de nuestro Maestro?
10 Un cristiano comentó acerca de un superintendente: “Se exige mucho a sí mismo, pero nunca espera perfección de los hermanos”. ¿Podría decirse eso de nosotros? Claro, no hay nada de malo en tener expectativas razonables de los demás. Por ejemplo, cuando los padres les proponen metas realistas a sus hijos y los apoyan, estos se sienten motivados a alcanzarlas. Y en la congregación, los hermanos agradecen que los ancianos les den atención personal y les ofrezcan sugerencias prácticas para fortalecer su espiritualidad. Por otro lado, el superintendente debe esforzarse por tener una opinión equilibrada de sí mismo, pues eso le ayudará a ser más accesible y cordial (Rom. 12:3). Una hermana dijo: “No me gustaría que los ancianos se tomaran todo a broma, pero me costaría mucho acercarme a uno que estuviera serio todo el tiempo”. A otra cristiana le parece que algunos “son tan formales que intimidan a los demás”. Es obvio que a ningún superintendente le gustaría empañar la alegría que sienten sus hermanos al servir a Jehová, el “Dios feliz” (1 Tim. 1:11).
Varones que asumen su responsabilidad en la congregación
11 Cuando Pablo invitó a los varones a asumir más responsabilidades en la congregación, no los estaba animando a satisfacer ambiciones personales. En realidad, sus palabras eran una exhortación a trabajar, pues dijo: “Si algún hombre está procurando alcanzar un puesto de superintendente, desea una obra excelente” (1 Tim. 3:1, 4). ¿Cómo demuestra el cristiano que “está procurando alcanzar” ese objetivo? Desarrollando el deseo de servir a los hermanos y cultivando las cualidades necesarias para ello. Los ancianos pueden recomendar el nombramiento de cualquier varón que lleve como mínimo un año de bautizado y cumpla a grado razonable los requisitos para ser siervo ministerial que se exponen en 1 Timoteo 3:8-13. Cabe señalar que el versículo 8 especifica la siguiente condición: “Los siervos ministeriales [...] deben ser serios”.
12 Joven, ¿te has bautizado y eres un cristiano serio? Si estás terminando la adolescencia, hay varias cosas que puedes hacer para adquirir responsabilidades adicionales en la congregación. Una de ellas es participar más en el ministerio. ¿Predicas con hermanos de todas las edades? ¿Estás tratando de encontrar a alguien que quiera estudiar la Biblia? Si te esfuerzas por dirigir estudios bíblicos de acuerdo con las sugerencias que se presentan en las reuniones, serás un mejor maestro y aprenderás a ponerte en el lugar de las personas a quienes enseñas. Y cuando tus estudiantes comprendan que deben hacer cambios en su vida, sabrás demostrar paciencia y tacto al ayudarlos a poner en práctica los principios bíblicos.
13 ¿Te has puesto a la disposición de los hermanos de edad avanzada para ayudarles en lo que necesiten? ¿Colaboras de buena gana en la limpieza y el mantenimiento del Salón del Reino? Si eres servicial y te ofreces para realizar cualquier tarea que haga falta, demostrarás que estás tomando muy en serio tu ministerio. Recuerda que puedes ser como Timoteo, quien cuidaba de sus hermanos con genuino interés (léase Filipenses 2:19-22).
14 Ancianos, asígnenles tareas a estos hermanos que están luchando por huir “de los deseos que acompañan a la juventud” y cultivando cualidades como “la justicia, la fe, el amor [y] la paz” (2 Tim. 2:22). Las labores que desempeñen en la congregación permitirán que sean “[probados] en cuanto a aptitud”. Si cumplen bien con sus responsabilidades, su “adelantamiento [será] manifiesto a todos” (1 Tim. 3:10; 4:15).
Actuemos con seriedad en la congregación y en el hogar
15 Comportarse con seriedad incluye tratar con dignidad y respeto a todos los hermanos, tal como aconsejó Pablo a Timoteo (léase 1 Timoteo 5:1, 2). Esto es especialmente necesario al relacionarnos con los miembros del sexo opuesto. Job nos dejó un excelente ejemplo, pues siempre respetó la dignidad de las mujeres, y sobre todo la de su esposa. Así lo demostró al hacer un esfuerzo consciente por no mirar con deseo a nadie más (Job 31:1). Quien trata con seriedad a sus hermanos y hermanas evita coquetear y nunca hace nada que pueda incomodarlos. En particular, los siervos de Dios que entablan una relación con miras a casarse deben respetar la dignidad de su pareja. El cristiano serio jamás jugaría con las emociones de alguien del sexo opuesto (Pro. 12:22).
16 Algo que también debemos tomar muy en serio es la función que Dios le ha asignado a cada miembro de la familia. El mundo de Satanás ha ridiculizado el papel del esposo y padre. ¿Cómo? Mediante la industria del entretenimiento, la cual ha convertido la figura paterna en una mera caricatura que nadie respeta. En cambio, las Escrituras señalan que el marido tiene una gran responsabilidad como “cabeza de su esposa” (Efe. 5:23; 1 Cor. 11:3).
17 El cristiano que satisface las necesidades materiales de su familia, pero descuida las espirituales, no está obrando con sensatez y sabiduría (Deu. 6:6, 7). Por eso, 1 Timoteo 3:4 señala que si desea asumir más responsabilidades en la congregación, debe ser un “hombre que presida su propia casa excelentemente, que tenga hijos en sujeción con toda seriedad”. Si usted es padre, pregúntese: “¿Celebro todas las semanas la Noche de Adoración en Familia?”. Lamentablemente, hay hermanas que casi les tienen que rogar a sus maridos que tomen la iniciativa. Todo esposo debe ver con seriedad esta importante obligación. Y sobra decir que la esposa debe apoyarlo para que logre cumplir con el programa establecido.
18 La Biblia también anima a los hijos a tomar con seriedad los asuntos importantes de la vida (Ecl. 12:1). No está mal que los niños realicen en el hogar tareas que sean adecuadas a su edad y aptitudes. Esto les enseñará desde pequeños a trabajar con esmero (Lam. 3:27). Siendo muy joven, David aprendió a pastorear las ovejas. También aprendió a tocar música y componer canciones, habilidades que lo llevaron a servir delante del rey de Israel (1 Sam. 16:11, 12, 18-21). Es obvio que, de niño, David jugaba como todos los demás, pero también desarrolló valiosas destrezas que años más tarde empleó para alabar a Jehová. Por ejemplo, la paciencia que cultivó como pastor le fue muy útil para dirigir a la nación de Israel. Jóvenes, ¿están adquiriendo habilidades que los preparen para servir mejor a su Creador y asumir más responsabilidades en el futuro?
Seamos equilibrados
19 Todos debemos esforzarnos por tener una opinión equilibrada de nosotros mismos y no darnos demasiada importancia. Ningún cristiano quisiera ser “justo en demasía” (Ecl. 7:16). El sentido del humor nos es de gran ayuda cuando se producen momentos de tensión, ya sea en casa, en el empleo o en la congregación. Además, no debemos ser criticones con nuestra familia, pues podríamos arruinar el ambiente de paz que debe reinar en todo hogar. Y en la congregación tenemos que aprender a reírnos con nuestros hermanos en la fe y a disfrutar de ratos agradables con ellos. Al mismo tiempo, nuestras conversaciones y nuestra manera de enseñar han de ser siempre edificantes y positivas (2 Cor. 13:10; Efe. 4:29).
20 Este mundo no demuestra respeto por Jehová y sus leyes. En cambio, los cristianos nos preocupamos por obedecerlo y serle fieles. ¡Qué placer es formar parte de este gran pueblo que sirve a Jehová “con toda seriedad”! Sin duda, estamos más decididos que nunca a tomar muy en serio nuestra forma de vivir y nuestra adoración.
¿Qué respondería?
• ¿Por qué debemos rechazar la actitud frívola del mundo?
• ¿Cómo podemos efectuar nuestro ministerio con seriedad, pero también con alegría?
• ¿Cómo ve las responsabilidades el cristiano serio?
• ¿Por qué es tan importante tratar con dignidad a los miembros de nuestra familia y de la congregación?
[Preguntas del estudio]
 1, 2. ¿Por qué llevan muchos un estilo de vida superficial, y qué preguntas surgen al respecto?
 3, 4. ¿Qué consejos bíblicos destacan la importancia de comportarse con seriedad?
 5. ¿Qué obligación debemos tomar con toda seriedad?
 6. ¿Cómo sabemos que la adoración pura debe tomarse en serio?
 7. ¿Cómo se preparaba Pablo para el ministerio?
 8. a) ¿Qué actitud debemos tener hacia las personas a quienes enseñamos? b) ¿Por qué produce tanta alegría dirigir estudios bíblicos?
 9, 10. a) Explique cómo podemos ser serios y, al mismo tiempo, relajarnos y pasar ratos agradables con los demás. b) ¿Qué ayudará a los ancianos a ser más accesibles y cordiales?
11. ¿Cómo demuestra el cristiano que “está procurando alcanzar” un puesto de responsabilidad?
12, 13. ¿Qué pueden hacer los jóvenes para adquirir más responsabilidades en la congregación?
14. ¿Cómo son “[probados] en cuanto a aptitud” los jóvenes de la congregación?
15. En armonía con el consejo de 1 Timoteo 5:1, 2, ¿cómo demuestra el cristiano seriedad en su trato con los demás?
16. ¿Qué diferencia hay entre la opinión que el mundo tiene de la figura del esposo y padre, y el valor que le asigna la Biblia?
17. ¿Cómo demostramos que estamos tomando en serio nuestras obligaciones espirituales en el hogar?
18. ¿Cómo pueden los niños aprender a tomarse con seriedad las cosas?
19, 20. ¿Qué actitud equilibrada debemos esforzarnos por tener sobre nosotros mismos y nuestro servicio?

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